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Montar un ESCAPARATE EN 10 PASOS
from Especies 242
by Grupo Asís
Atractivo, llamativo, informativo, original… todo vale si a través de los cristales de tu establecimiento consigues transmitir tu mensaje a los viandantes.
Natalia Sagarra
especies@grupoasis. com
Un buen escaparate es fundamental para impactar al viandante que pasa con prisa frente a tu comercio. Como hemos dicho otras veces, lo que no se ve no se vende. Así, por mucho que trabajes o que la calidad de tus productos sea excepcional, si no sabes mostrarlos de una forma adecuada, sus cualidades, calidad u originalidad quedarán probablemente en un segundo plano.
El escaparate refleja el carácter e idiosincrasia del establecimiento por lo que no puede ser el resultado de una colocación aleatoria de objetos tras un cristal. Debes transmitir tu filosofía particular y los beneficios que puedes proporcionar a los animales de compañía de quienes entren al local. Para ello es imprescindible mostrar los productos o servicios de la forma más adecuada que capte la atención y despierte la curiosidad de los clientes actuales y futuros. Bien hecho será capaz de hacer detenerse a los viandantes y les invitará a entrar. Definir el concepto1
Lo primero de todo es definir mentalmente la idea que quieres transmitir. Esta determinará el qué, el cómo y los medios que necesitarás. Para conseguirlo es imprescindible conocer bien el producto para que seas capaz de mostrar sus cualidades de forma atractiva. Conviene ponerla sobre el papel para llevarla a buen puerto. ¿Qué mostrar?2
Hay tendencias minimalistas y otras recargadas, las hay vintage, modernas y conceptuales. No importa
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No-Mad/shutterstock.com
No es preciso invertir mucho dinero para preparar escaparates llamativos.
cuál escoger, sino el mensaje que pretendes transmitir. Reflexiona sobre la impresión que se llevarán los clientes y en qué perfil los incluirías.
Es muy importante lograr el equilibrio y mostrar una selección representativa de lo que podrán encontrar dentro del establecimiento. Debe estar acorde con el interior.
Hay que escoger y combinar diferentes materiales en función de las sensaciones y mensaje que queramos transmitir.
Adaptado a cada temporada3
En términos generales el comercio, principalmente el textil, nos anuncia la llegada de la primavera, la proximidad de la Navidad o la temporada de rebajas. Aprovechemos los cambios de estación para otorgar al local un aire renovado, aunque los productos sean más estáticos. Con pequeñas reestructuraciones del escaparate lo podemos ir actualizando con mayor frecuencia. Así tendremos la posibilidad de mostrar las novedades que van llegando o dar salida a productos olvidados que permanecen en un rincón del local. Si les damos un nuevo aire y presentación, podrían atraer de nuevo a los clientes. Originalidad, creatividad, innovación4
Si pretendemos llamar la atención debemos recurrir a la originalidad, creatividad e innovación. Aquí todo vale. Con el concepto claro de lo que queremos transmitir lo que toca ahora es crear una historia, sorprender e intrigar. Podemos apelar a las emociones y a la curiosidad. Se pueden incluir muebles, cuadros, lámparas o alfombras que ayuden a destacar los pro-
ductos y ofrezcan la información de quiénes somos. Busca el elemento diferenciador del establecimiento e intenta mostrarlo en el escaparate.
Recuerda que el escaparate es parte de tu establecimiento. Podemos buscar la armonía con el entorno en el que se encuentra ubicado o bien la disonancia, pero siempre en concordancia con el estilo de su interior. Si eres consciente de dónde estás y hacia dónde quieres ir, resultará sencillo idear un escaparate con el que se identifique el establecimiento. Es tu carta de presentación. Crea sensaciones 5
Una vez que nos ponemos manos a la obra debemos conseguir que la combinación de los productos y los elementos que coloquemos para su exposición creen sensaciones. Al igual que en la colocación en las estanterías, recordemos que los que quedan a la altura de los ojos adquirirán un mayor protagonismo. Los colocados a la altura de las manos transmiten sensación de accesibilidad. La línea de los pies suele destinarse a objetos grandes o elementos decorativos. La línea visual menos efectiva es la que se encuentra por encima de los ojos y su uso es muy ocasional.
Podemos provocar sensaciones combinando diferentes materiales: calidez o rusticidad con la madera, suavidad y elegancia con la seda, frialdad o frescor con el acero, ecología con plantas y rocas, sostenibilidad con materiales reciclados… La seducción se puede lograr tanto por la armonía como por el contraste. Focaliza la atención6
La focalización de la atención se consigue agrupando los productos por línea, estilo, modelo o color, pero si queremos destacar uno por encima de los demás hay que utilizar recursos para desviarla.
También se habla del efecto de la composición: vertical para transmitir equilibrio y elegancia; horizontal para la placidez y el descanso; diagonal para llamar a la acción y dirigir la vista hacia una determinada dirección; y las curvas para dar sensualidad y movimiento, o energía si son muy cerradas. Las piramidales irradian su fuerza por las puntas y permiten la exposición de más productos. Cuida la iluminación7
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Como hemos adelantado anteriormente, la luz es una herramienta clave para impactar y resaltar objetos. Puede ser general, si hemos diseñado una historia, o focalizada si la idea es resaltar uno o dos productos dentro de un estilo minimalista.
Los expertos insisten en la importancia de la luz natural para valorar la luz artificial que se necesitará, así como la orientación. Conviene valorar factores como la época del año, cuándo anochece o la incidencia del sol. Lo habitual es que los puntos de luz y demás elementos queden ocultos.
En términos generales se considera que las luces frías o azuladas se asocian con composiciones tecnológicas o futuristas, mientras que las más amarillas o anaranjadas contribuyen a recrear ambientes más cálidos.
Expón tu mensaje8
Puedes hacerlo de forma explícita mediante carteles, rótulos, pantallas y otros soportes que le facilitarán a los viandantes captar el mensaje que quieres transmitir. Debe ser acorde con la historia que has decidido contar al diseñar el escaparate mentalmente. Si el concepto es minimalista el cartel evidentemente también. Debe ser claro y seductor.
Se puede aprovechar para dar una información adicional sobre productos, ofertas, horarios, promociones o acompañar a la escenografía y concepto inicial del escaparate. La mejor zona para colocar un cartel es la parte superior y la zona izquierda del espacio visual. Ten en cuenta la política de precios9
Hay que tenerla en cuenta para decidir si se muestran o no. Se recomienda mostrar al menos los precios más representativos o de determinados objetos. Esto se debe a que por un lado, si están ausentes muchos clientes no entrarán en el establecimiento porque perciben la idea de que los precios son elevados, y por otro, si falta algún precio se les invita a entrar a preguntar por ellos.
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Christian Mueller/shutterstock.com
El objetivo del escaparate es dejar huella en la mente de los viandantes para que acudan siempre que necesiten cualquier cosa para su animal de compañía.
Llamar a la acción10
Como hemos dicho, con el escaparate queremos invitar a entrar a los clientes. Es casi un arte, así que intentemos seducir a través de combinaciones de colores, juegos de luces, etc. que muestren lo más atractivo de tu oferta. Cambiarlo de forma periódica llamará la atención, pero si además hay un mensaje que viene a decir “Mira más en el interior” o “descubre las novedades”… seguro que algunos sentirán la atracción y entrarán. Debemos pensar cuál es la forma más eficiente para que el usuario realice esa acción de entrar (un texto, una gran imagen, un producto…). Se trata de dejar huella en el recuerdo del viandante cada día. Si aplicamos cada uno de los puntos anteriores de forma correcta llamaremos a la acción a nuestro público objetivo.