14 minute read

El uso de PREMIOS en gatos

El mercado de los snacks está evolucionando y su composición se va adaptando cada vez más a las necesidades reales de los gatos, pero hay que orientar a los propietarios sobre el modo adecuado de utilizarlos.

Cristina López Centro Veterinario A Marosa

www.cvamarosa.com

El uso de snacks en gatos siempre resulta controvertido porque la mayoría de ellos están orientados para satisfacer los paladares de los animales y no sus necesidades nutricionales. Por lo general se trata de productos con un alto grado calórico, lo cual puede provocar la aparición de sobrepeso en estas mascotas, sobre todo si son usadas de manera indiscriminada o poco meditada.

Afortunadamente el mercado de los snacks está evolucionando y la composición de los mismos se va adaptando cada vez más a las necesidades reales de los gatos; aún así, nunca se debe abusar de ellos y hay que seguir los consejos de los veterinarios que nos pueden guiar en el tipo y cantidad de snack a administrar en cada caso.

Carga calórica de un snack

Cuando recomendemos premios para los gatos debemos prestar atención a la composición de los mismos, no todos los suplementos son igual de saludables ni aportan las mismas calorías

A nivel general cuando se proporcionen snacks tenemos que intentar que no superen el 10 % de las necesidades calóricas de la mascota. Obviamente, si se dan premios a los gatos, hay que reducir de manera proporcional la cantidad de pienso en la dieta, ¡y recordemos siempre la importancia del ejercicio!

Tipos de snacks

Como hemos dicho existe una gran variedad de snacks en el mercado, no solo por la diversidad de sabores sino por la variabilidad de texturas y componentes. Cada vez hay suplementos más sofisticados que buscan conquistar al exquisito paladar de los felinos. Tenemos que recordar que el gato, aunque le encantan las novedades en alimentación, siempre va a escoger aquellos que tengan texturas conocidas y con las que haya tenido buenas experiencias.

Utilidad de los snacks

Administración de medicamentos

Las texturas de algunos premios son las adecuadas para enmascarar medicaciones, no solo porque envuelven bien al producto a administrar sino que también ayudan a enmascarar los sabores, pocas veces palatables, de los fármacos. Así podemos usar un snack tipo paté para esconder un jarabe o un pedacito de carne para ocultar una pastilla.

Los snacks son adecuados para estrechar los vínculos.

Presentaciones

• Galletas • Snacks tipo paté • Paté con trozos de carne • Barritas • Snacks líquidos

Adiestramiento, modificación de conductas

Tradicionalmente en la educación canina el uso de premios como recompensa al trabajo es una técnica que funciona muy bien y, aunque pueda parecer complicado, el uso de la misma en gatos puede traer buenos resultados.

Se pueden reforzar conductas usando los premios como recompensa, asimismo se pueden enseñar algunas cosas a los gatos con estas mismas técnicas; obviamente los resultados serán mejores cuanto antes se empiecen a realizarlas y sobre todo teniendo constancia en las mismas.

Estimular ejercicio/actividad mental

Los gatos son animales predadores por naturaleza y debemos favorecer esta condición natural para su equilibrio mental. El uso de premios nos ayuda a conseguir este objetivo. El fin es que para lograr el premio tengan que combinar el ejercicio físico y estimular la destreza mental. • Esconder el alimento: podemos estimular que haga ejercicio escondiendo los snacks que más le gusten a lo largo de la casa, fomentamos su movilidad y su instinto natural de búsqueda. Esto provoca liberación de endorfinas que generan en el animal una sensación de bienestar al encontrar los premios.

También es interesante que en esta búsqueda tenga que atravesar zonas complicadas (que haga más ejercicio si cabe). • Dispensadores de alimentos: podemos también colocar los alimentos dentro de dispensadores para que el animal tenga que “pelear” para poder adquirir el premio; es una manera de aumentar su movilidad y la sensación de bienestar es similar a la anterior

Los snacks permiten estimular su actividad mental.

Los propietarios deben saber…

• Que los snacks nunca pueden sustituir a un alimento básico para gatos de buena calidad. • Que deberían representar menos del 5 % de la ingesta calórica diaria. • Que hay premios bajos en calorías para los gatos con problemas de control de peso. • Que hay que tener cuidado al premiarles con alimentos para humanos ya que algunos pueden causar trastornos gastrointestinales o toxicidad.

Uso como suplemento nutricional

Existe una amplia gama de premios que están elaborados no solo para satisfacer el paladar felino, sino también para complementar de manera nutricional al gato. Así podemos encontrar varios tipos de premios: • Para facilitar la eliminación de bolas de pelo: llevan componentes laxativos que favorecen la expulsión de los pelos vía fecal. • Para cuidado dental: este tipo de snack viene elaborado de tal manera que ayuda a prevenir la aparición de sarro dental. Suelen tener formas que ayudan a arrastrar la suciedad de los dientes, y al mismo tiempo ayudan frente a la halitosis. Cabe recordar que en el caso de que ya exista una enfermedad dental este tipo de premios no va a conseguir nada. • Suplementos específicos: algunas empresas de medicamentos tienen presentaciones medicamentosas en forma de snack para administrar a animales con procesos crónicos. Así hay tratamientos renales que se dan como chuches y los hay que ayudan a combatir la inflamación y aliviar el dolor articular. De manera general también hay snacks que vienen enriquecidos con vitaminas y se pueden dar en animales con estados carenciales.

Conclusión

Como vemos el uso de premios en gatos presenta un amplio abanico de posibilidades, no solo se trata de satisfacer la gula de la mascota.

De todas maneras siempre tenemos que usar este tipo de productos con moderación y no olvidar que el mejor de los premios es nuestro afecto. Este nunca va a poder ser sustituido por ninguna “chuche”.

“El vínculo humano-animal nos aporta retroalimentaciones profundas en nuestra salud física y mental”

Vanessa Carral, psicóloga clínica y educativa colaboradora de Wamiz, nos explica en esta entrevista todos los beneficios que nos aporta la convivencia con un animal en el seno familiar.

Vanessa Carral Portilla

Psicóloga clínica y educativa y codirectora de Dogtor Animal.

Un estudio dirigido por la Universidad de York (Reino Unido) del que se ha hecho eco Wamiz -portal sobre animales de compañía en Europa- constata estadísticamente que tener un animal de compañía durante el confinamiento es bueno para la moral y la salud mental.

¿Por qué tener animales se asocia con una buena salud mental y la disminución de la sensación de aislamiento y soledad?

Todos los humanos que compartimos nuestra vida junto a animales tenemos claras las experiencias positivas que conlleva la interacción con ellos. No obstante, los beneficios van mucho más allá que simplemente disfrutar de una sesión de mimos, juego o paseo junto a nuestro amigo peludo. Y es que el vínculo humano-animal nos aporta retroalimentaciones más profundas en nuestra salud física y mental.

Según estudios epidemiológicos y experimentales dentro del campo de las Intervenciones Asistidas con Animales, queda demostrado cómo la simple presencia de un animal, puede reducir el estrés, disminuir la tensión arterial, evitar el aislamiento social y la depresión y mejorar las condiciones físicas (Friedmann & Tomas, 1995 y Eddy, 1996).

Para muchos investigadores, la faceta más interesante de los estudios relacionados con los efectos fisiológicos de la presencia de animales es que la interacción positiva entre humanos y animales puede retrasar la producción de sustancias químicas dañinas del cuerpo asociadas con enfermedades como el cáncer.

Los animales con los que compartimos nuestra vida nos enseñan empatía, responsabilidad y ayudan a elevar el coeficiente intelectual (CI). Robert Poresky, profesor asociado de estudios de la familia y servicios humanos en la Universidad del Estado de Kansas, es uno de los investigadores que examinan el impacto de tener un animal en la familia. Sus hallazgos incluyen evidencia de que los niños que conviven con animales en casa desarrollan niveles más altos de empatía, aprenden a ser responsables antes e incluso pueden tener un CI más alto que los niños que no tienen animales.

¿Cómo han cambiado el vínculo y las interacciones entre el hombre y el animal durante la pandemia?

La pandemia ha supuesto un gran reto para la humanidad y, si bien, la relación entre las personas y sus compañeros de cuatro patas se ha visto fortalecida durante el confinamiento, hemos también de destacar acciones no tan adecuadas en esta relación.

Así, durante el confinamiento el vínculo de las personas que ya contaban con un miembro peludo en su familia se ha fortalecido, se ha aumentado el tiempo dedicado a ellos y se ha encontrando un espacio de retroalimentación que ha surgido como un mecanismo positivo de afrontamiento a la situación de incertidumbre.

No obstante, si ponemos el foco en la calidad de vida de nuestros animales durante el confinamiento podremos ver cómo el tiempo de paseo de los perros se ha reducido significativamente y, en el caso de los gatos, la excesiva atención que les hemos ofrecido para colmar un “vacío “ puede haber sido vivido por ellos como fuente de estrés y falta de foco en sus necesidades.

Por lo tanto, si bien los beneficios que nos han aportado durante la pandemia son incalculables, nuestra asignatura pendiente como es poner el foco en sus necesidades etológicas y hacer esfuerzos para entenderlos y respetarlos, y mejorar así su calidad de vida.

Pero esta relación humano-animal va mucho más allá si nos centramos en el mantenimiento de la salud mental, ya que las interacciones estimuladas por el perro como elemento central generan una sensación de bienestar psicológico.

La tenencia responsable de animales ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas. Por un lado, promueve que estén en movimiento: un estudio de un año de duración en personas mayores que viven fuera de las instituciones encontró que los dueños de mascotas puntuaron más alto en todas las actividades de la vida diaria. Y por otro, asociado a esta actividad física, se encontró que, durante estas actividades, la presencia de estos animales favorece el aumento de la interacción social.

Asimismo, la presencia de nuestros compañeros peludos impacta sobre el sentimiento de soledad, el estado de ánimo de la persona aumenta y mejora al ver acciones divertidas y curiosas de su perro o gato, a veces provocando risa. El hecho de acariciar a un animal provoca un estado de paz y tranquilidad, crea un ritmo normal en el corazón que regula así su presión arterial. Estar pendientes del perro y de sus necesidades también ayuda a tener un propósito, a ser responsables de un ser vivo al que queremos y cuidamos.

¿Beneficia por igual a adultos y a menores?

Los beneficios del vínculo humanoanimal son generalizables a cualquier edad, si bien estos son más significativos en unas áreas u otras dependiendo del rango de edad en el que estemos.

En edades tempranas y en la adolescencia destacamos beneficios de cara a potenciar un desarrollo evolutivo más equilibrado reforzando la estabilidad emocional y la capacidad de aprendizaje, la mejora en la adquisición de habilidades sociales y conductas prosociales,

el fortalecimiento de la estimulación sensorial y desarrollo cognitivo o, incluso, mejoras conductuales.

En edades adultas destacamos beneficios relacionados con el mantenimiento de la salud física, emocional y mental: • Mejorar la psicomotricidad. • Reducir la presión arterial. • Promover la relajación. • Motivar las salidas y el ejercicio. • Reducir los niveles de estrés y la ansiedad. • Mejorar los patrones de sueño. • Motivar a crear vínculos con otros y fomentar la afectividad. • Mejorar la confianza y la seguridad • Aumentar la sensación de sentirse necesitado y aliviar la soledad. • Mejorar la comunicación y el manejo del tiempo. • Estimular la mente favoreciendo una mejora en las funciones cognitivas superiores -atención y memoria entre otros-.

“Nuestra asignatura pendiente es poner el foco en sus necesidades y hacer esfuerzos para entenderlos y respetarlos, y mejorar así su calidad de vida”.

¿Es diferente la fuerza del vínculo entre ser humano y los animales mascota en la sociedad según la especie?

Desde luego, la historia relacional del ser humano con los animales marca sin duda, no solo la fuerza del vínculo sino

la tipología del mismo. Sería conveniente destacar el bagaje histórico que nos lleva a establecer diferentes tipos de vínculo en función de la especie y su objetivo desde el punto de vista humano. Así, nos encontramos con las relaciones de “utilidad”. En este caso el vínculo es casi inexistente, ya que los animales son interpretados como fuente de alimento, protección o apoyo en el trabajo, si bien en algunos de estos ejemplos se da cierta reciprocidad, el vínculo entendido con el enfoque de esta entrevista queda descartado. Frente a esto se encuentran las relaciones de compañeros/miembros de la familia, y aquí, sin duda, el primer animal que se asoció con el hombre e hizo posible la generalización de la idea del vínculo humanoanimal fue probablemente el lobo o perro. En esta historia relacional se forja una manera de comunicación interespecie, ya que hombre y perro se convierten aquí en compañeros sociales.

A día de hoy esta relación más focalizada en vínculos emocionales y de comunicación interespecie se ha generalizado a otras mascotas como gatos, hurones, conejos... y aunque la “mascota” más popular en las familias humanas sigue siendo el perro podemos comprobar cómo la fuerza del vínculo relacional con cualquier especie que forme parte de nuestro círculo familiar desencadena

las mismas reacciones emocionales de cariño, cuidado, protección y amor.

En este sentido hay diferentes líneas de investigación que apuntan una cierta preferencia por unas especies u otras de animales en función de ciertos rasgos de personalidad de las personas, aunque aún no se ha llegado a resultados concluyentes. bles de la presencia de los animales en nuestras vidas, la inclusión de un animal en el núcleo familiar requiere una gran responsabilidad.

La decisión tiene que ser meditada teniendo en cuenta no solo los beneficios de la presencia del animal en nuestros hogares, sino poniendo el foco en si estamos dispuestos a invertir el tiempo y los recursos económicos necesarios para que ese animal sea feliz y tenga buena calidad de vida. Para obtener esos beneficios de los que hemos hablado debemos fomentar que nuestro compañero de cuatro patas vea cubiertas todas sus necesidades en función de su etología.

Como conclusión es recomendable tomar un tiempo de reflexión antes de incorporar un animal en la familia desde una perspectiva de tenencia responsable. Recomiendo reflexionar desde, al menos, 5 puntos fundamentales: 1.Si están todos los miembros de la familia de acuerdo en asumir esa responsabilidad y en aceptar a ese nuevo miembro peludo dentro de la unidad familiar. Es necesario un consenso para evitar que el animal sea fruto de conflictos. 2. Si es posible asumir la implicación económica a largo plazo que implica la llegada del animal al hogar en alimentación, veterinaria, higiene,

materiales (cama, correas, arneses, juguetes, areneros, bebederos, comederos…), formación y/o entrenamiento. 3.Si se puede adecuar un espacio en el hogar para que el nuevo miembro tenga un lugar acorde a sus necesidades: un espacio para comer, para hacer sus necesidades, para descansar… No se trata de una cuestión de espacio, sino más bien de adaptar el espacio a sus necesidades. 4.Si se dispone de tiempo para dedicarle para cubrir sus necesidades y favorecer que sea un animal equilibrado.

Hay que poner el foco en sus requisitos específicos y no en los beneficios o expectativas humanas. 5.Y por último, si se está dispuesto a comprometerse durante toda la vida del animal a mantener esos estándares de calidad de vida. Hay que estar preparado para cuidarlo, respetarlo y quererlo durante muchos años (la media de la esperanza de vida de perros y gatos es de 15 años).

La vida con animales es una vida más completa. Desde mi punto de vista como profesional de las Intervenciones Asistidas con Animales, ellos nos hacen más humanos y nos enriquecen. Convivir con animales nos ofrece experiencias muy beneficiosas pero siempre hemos de poner el foco en entenderles mejor para poder cuidarlos desde el respeto y la tenencia responsable; así, ese vínculo humano-animal será equilibrado para ambas partes.

“Es recomendable tomar un tiempo de reflexión antes de incorporar un animal en la familia desde una perspectiva de tenencia responsable”.

¿Qué efectos perjudiciales tiene una adquisición de un perro o un gato no meditada o consensuada para las personas y para los animales?

Es importante reflexionar muy bien sobre esta pregunta, ya que si bien hemos hablado de los beneficios incalcula-

Convivir con un animal de compañía favorece el mantenimiento de la salud física, emocional y mental.

Natalia Sagarra

This article is from: