HAY ALGUIEN EN LA OSCURIDAD.
D.R ® Rangel Arrona José Arturo Primera edición 2018 Guanajuato, Gto, México C.P. 36040 Hay Alguien en la Oscuridad Diseño de portada. Rangel Arrona José Arturo Diseño Paginas Interiores Rangel Arrona José Arturo Formación. Rangel Arrona José Arturo Corrección de estilo: Ricardo Trinidad Queda prohibido la distribución y reproducción total y parcial de el contenido de ésta obra.
Lo s l i b ro s s o n m a g i a ú n i ca p o r tá t i l , p u e d e n e nt rete n e r n o s y , a d e m á s , e n s e ñ a r n o s co s a s n u eva s . -Ste p h e n Ki n g -
Son las 8 pm y las luces están apagadas,
mamá me arropó ya hace rato y no puedo dormir, él está aquí lo sé, puedo escucharlo.
No se escucha ningún ruido pero él no me deja dormir, tengo miedo, pero no puedo llorar. Mamá dice que ya estoy grande para eso, pero no puedo evitarlo, está ahí y lo peor de todo:
ahora tengo ganas de hacer pipí, quizás si voy al baño, cuando vuelva él no estará ya aquí.
El camino es muy largo y él está ahí, tengo que caminar despacio para que no me escuche.
¡Rayos! Olvidé que no alcanzo a encender las luces y ya estoy aquí, si regreso puede que me escuche, creo que la mejor idea es salir de aquí antes de que me alcance.
No puedo ver nada, camino lentamente para evitar hacer algún ruido, pero cada paso que doy me imagino peores cosas que puedan estar rodeándome:
insectos asquerosos como las arañas ¡ ¡Iugh!! ¡Cómo las odio! O quizás una serpiente, ¡Qué miedo! O el perro de el vecino, él me odia y me ladra cada que paso frente a él para ir a la escuela.
No puedo entrar, ¿y si hay un payaso o un dinosaurio dispuesto a atacarme? Doy un paso atrás y recuerdo las palabras de mi madre:
“ Hijo, ya eres un niño grande, debes comprender que no está mal tener miedos, todos los tenemos, pero debemos aprender a enfrentarlos.” Así que agarro coraje y entro al baño.
Logro encontrar el banquito que uso para orinar, me subo a él y enciendo la luz. Ahora veo que no hay nadie,
pero debo de enfrentarlo, si no le digo nada seguirá ahí todas las noches. Salgo de el baño dispuesto a enfrentarlo.
No volveré a dejar que el miedo me venza. Sí, puede que me asuste, pero sólo enfrentándolo voy a superarlo.
Entro y enciendo la luz lo mas rápido que puedo y, con todas mis fuerzas, con el temor de despertar a mis padres, grito:
“¡Ya no te tendré miedo voy a dar la cara!”
Frente a mí está postrado, lo veo claramente, una silueta blanca y sus ojos negros, es un fantasma. Sé que debería salir corriendo, pero ya lo enfrenté y no me echaré para atrás.
-¡¿Quién eres?! -¿Yo? Soy Gosthy. Al fin me hablas, llevo días tratando de llamar tu atención -¿Para qué quieres hablar conmigo? -Ser un fantasma es aburrido, sólo es flotar por ahí, me siento solo, ¿quieres jugar?
-ÂĄClaro! - -De un salto voy con Gosthy y comenzamos a jugar. Espero ĂŠste sea el comienzo de una gran amistad.
