JOHN ROBERT JAYABALN

Lord,Lord, isis itit I?I?

Matthew 26: 20-22

By: John Robert Jayabalan | India

LORD, IS IT I? - MATTHEW 26: 20-22

Now the time came, Jesus celebrated the Passover meal with His disciples. It could have been a last intimate fellowship if the traitor had not been among them. Jesus knew that Judas would betray Him. So, the mood of the Omniscient was different from the mood of the ignorant disciples. Jesus was shaken in spirit during those hours of togetherness. So, He did not keep His knowledge about the betrayer to Himself but disclosed it during the meal with the words: Verily I say unto you, that one of you shall betray me.

That struck the disciples like a thunderbolt. One of the twelve who were always with Jesus was to deliver Him to death. That made them very sad. Who was it going to be? All twelve were in the picture. Suddenly, almost no one trusted in himself. Therefore, the Lord first heard the question eleven times. 'Lord, is it I?'

It speaks well of those eleven disciples that none of them felt too strong to question themselves. That is a blessed state. We should also be ready for this. When the Lord gives a warning, either through His Word or by admonishing us within ourselves, let us not pass over it lightly, as if we are strong enough to overcome. It is not self-confidence that makes us victorious over sin, but trust in God.

How often children despised the counsel of the parents? Overconfident children do not like correction or discipline. They think they can do what they think best. Sometimes it is too late to alter a situation they precipitated.

My child listen when your father corrects you. Don ’t neglect your mother ’ s instruction. What you learn from them will crown you with grace and be a chain of honor around your neck Proverbs 1:8-9 (New Living Translation).

LetLet usus followfollow thethe LordLord wholeheartedly,wholeheartedly, notnot thethe world.world.

¿Acaso soy yo,¿Acaso soy yo, Señor?Señor?

Matthew 26: 20-22Matthew 26: 20-22

By: John Robert Jayabalan | India

¿Acaso soy yo, Señor? - Mateo 26: 20-22.

Llegó el momento en que Jesús celebró la cena pascual con Sus discípulos. Podría haber sido una última comunión íntima si el traidor no hubiera estado entre ellos. Jesús sabía que Judas lo traicionaría. Entonces, el estado de ánimo del Omnisciente era diferente al de los discípulos ignorantes. Jesús fue conmovido en espíritu durante esas horas de convivencia. Por lo tanto, no se guardó para sí mismo Su conocimiento acerca del traidor, sino que lo reveló durante la comida con las palabras: De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar.

Eso golpeó a los discípulos como un rayo. Uno de los doce que estaban siempre con Jesús debía entregarlo a la muerte. Eso los puso muy tristes. ¿Quién iba a ser? Los doce estaban en la imagen. De repente, casi nadie confiaba en sí mismo. Por lo tanto, el Señor escuchó la pregunta por primera vez once veces. ¿Acaso soy yo, Señor?

Habla bien de esos once discípulos que ninguno de ellos se sintió demasiado fuerte para cuestionarse a sí mismo. Ese es un estado bendecido. También deberíamos estar preparados para esto. Cuando el Señor da una advertencia, ya sea a través de Su Palabra o amonestándonos dentro de nosotros mismos, no la pasemos a la ligera, como si fuéramos lo suficientemente fuertes para vencer. No es la confianza en nosotros mismos lo que nos hace victoriosos sobre el pecado, sino la confianza en Dios.

¿Con qué frecuencia los niños despreciaron el consejo de los padres? A los niños demasiado confiados no les gusta la corrección o la disciplina. Creen que pueden hacer lo que mejor les parezca. A veces es demasiado tarde para alterar una situación que precipitaron.

Hijo mío, presta atención cuando tu padre te corrige; no descuides la instrucción de tu madre. Lo que aprendas de ellos te coronará de gracia y será como un collar de honor alrededor de tu cuello - Proverbios 1:8-9