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ORACIÓN DE SALVACIÓN
Nuestra primera conversación real con Dios. Estos son los componentes de la misma:
Comienza Con La Fe En Dios
Cuando hacemos la oración de salvación, le permitimos saber a Dios que creemos que Su Palabra es verdad. Por la fe que Él nos ha dado, escogemos creer en Él. La Biblia nos dice que: “Sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que Él existe y que recompensa a quienes lo buscan” (Hebreos11:6). Por lo tanto, cuando oramos pidiéndole a Dios el regalo de la salvación, estamos ejerciendo nuestra libre voluntad de reconocer que creemos en Él. Esa demostración de fe agrada a Dios, porque hemos escogido libremente conocerle.
Profesar Fe En Cristo Como Salvador Y Se Or
Con Cristo como nuestro estándar de perfección, reconocemos fe en Él como Dios y estamos de acuerdo con el apóstol Juan en que: “En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios. Él estaba con Dios en el principio. Por medio de Él todas las cosas fueron creadas; sin Él, nada de lo creado llegó a existir” (Juan 1:1-3).
Porque Dios sólo podía aceptar un sacrificio perfecto y libre de pecado, y porque Él sabía que no había posibilidad de que nosotros cumpliéramos eso, envió a su Hijo para morir por nosotros y pagar el precio eterno. “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16).
Confesi N De Nuestro Pecado
Cuando hacemos una oración de salvación, estamos admitiendo que hemos pecado, tal como lo dice la Biblia con respecto a todos, a excepción de Cristo: “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).
Pecar es simplemente apartarse del camino, como una flecha que no da en el blanco. Para aquellos que nos apartamos, la gloria de Dios solo se encuentra en Jesucristo. “Porque Dios, que ordenó que la luz resplandeciera en las tinieblas, hizo brillar su luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Cristo” (2 Corintios 4:6).
Por lo tanto, la oración de salvación reconoce que Jesucristo es el único humano que haya vivido sin pecado. “Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en Él recibiéramos la justicia de Dios” (2 Corintios 5:21).
¡DILO DE CORAZÓN AHORA!
¿Estás de acuerdo con lo que has leído hasta ahora? Si es así, no esperes ni un minuto más para orar y decirle: “Padre, sé que he quebrantado tus leyes y que mis pecados me han separado de ti. Estoy sinceramente arrepentido y ahora quiero apartarme de mi pasado pecaminoso y dirigirme hacia ti. Por favor, perdóname y ayúdame a no pecar de nuevo. Creo que tu hijo Jesucristo murió por mis pecados, resucitó de la muerte, está vivo y escucha mi oración. Invito a Jesús a que se convierta en el Señor de mi vida, a que gobierne y reine en mi corazón de este día en adelante. Por favor, envía tu Espíritu Santo para que me ayude a obedecer y a hacer tu voluntad por el resto de mi vida. En el nombre de Jesús oro, amén”.
HE HECHO LA ORACIÓN ¿QUÉ SIGUE?
Si has hecho esta oración de salvación con verdadera convicción y de todo corazón, ahora eres un seguidor de Jesús. Esto es un hecho, te sientas o no diferente. Algunos sistemas religiosos pudieron haberse creado la idea de que deberías sentir algo: un tibio rubor, hormigueo, o alguna otra experiencia mística. El hecho es que podría ser así, como podría no serlo. Si hiciste la oración de salvación y entiendes lo que significa, ahora eres un seguidor de Jesús. La Biblia nos dice que tu salvación eterna ¡Es segura!
“Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo” (Romanos 10:9)
¡BIENVENIDO A LA FAMILIA DE DIOS!
Te animamos a que ahora busques una iglesia local, donde puedas ser bautizado y crecer en el conocimiento de Dios a través de su Palabra, La Biblia.
¿TE CONVERTISTE EN UN SEGUIDOR DE JESÚS EL DÍA DE HOY?
Escríbenos y cuéntanos si hoy tomaste la decisión. Te puedes poner en contacto con nosotros para guiarte en el siguiente paso y ayudarte a conectarte con una iglesia cerca a tu lugar de residencia.
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Por: Kaddy Cuevas
Ala hora que se decide que el muchacho joven -sin entrenamiento militar- enfrentaría al gigante aquel -entrenado desde pequeño-; El rey Saúl, sinceramente preocupado, y cómo en un intento por suavizarle la muerte, equipa a David con su armadura real. Uniforme, casco, coraza y espada ahora portaba el muchacho. Unos cuantos pasos vacilantes y David se sintió maniatado con toda aquella parafernalia.
Con la firmeza del que sabe lo que está haciendo, le dice al rey: “¡No puedo andar con esto! ¡No estoy entrenado para esto!” (I Samuel 17:39) Y se deshace de todo aquello ¡por más real que fuera! David supo de inmediato que no iba a poder enfrentar al gigante con algo en lo que no encajaba, ni conocía, ni tenía entrenamiento.
Sería un éxito que uno se diera cuenta así de rápido cuando está tratando ganar y avanzar con la armadura de otro, con el entrenamiento de otro, con la gracia de otro.
La Biblia nos habla de la “multiforme gracia de Dios” ¡Múltiple! ¡Un sinfín! Un montón de formas en las que Dios puede manifestarse a través de nosotros. En algunas personas puede ser vistosa, rara, única… en otras, casi sencilla - mente imperceptible ¡Pero única!
La armadura de Saúl era buena y necesaria ¡pero a David no le fue útil! El vencería con lo que había sido dotado, y en lo que había invertido tiempo y esfuerzo en mejorar. no podemos pretender, vencer con el entrenamiento de otro, la idea de otro, la gracia de otro y peor aún ¡en la asignación de otro!
En un tiempo de tanto social media, donde abundan los clones, es todo un reto querer hacer algo para Dios de forma auténtica. Dios, en su “gracia de múltiples formas” dispuso una para ti, a lo mejor diferente, pero de seguro ¡muy efectiva!