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SIN MIEDO
Por Janice Rodríguez Rivera - Puerto Rico
Fundadora de Palabras de Guerrera - @palabrasdeguerrera
“Sin embargo, ustedes ni siquiera tendrán que luchar. Tomen sus posiciones; luego quédense quietos y observen la victoria del SEÑOR. Él está con ustedes, pueblo de Judá y de Jerusalén. No tengan miedo ni se desalienten. ¡Salgan mañana contra ellos, porque el SEÑOR está con ustedes!”
(2 Crónicas 20:17 NTV)
Claramente en la palabra hay muchos ejemplos de personajes bíblicos que no tuvieron temor en asumir una postura que defendiera el reino de Dios. Así mismo a través de la historia de la humanidad hemos identificado a mujeres y hombres de Dios, Pastores, Evangelistas, Misioneros y personas de influencia que han hecho lo mismo. Pero hoy en día parecería que con mayor alcance hay menos valentía. Los medios de comunicación se han multiplicado y las maneras de compartir un mensaje o dar a conocer una postura es muy fácil. Con tan solo publicar algo en las redes sociales y en las plataformas digitales, se puede convertir en una noticia u opinión viral que miles de personas logren ver de manera instantánea. El problema de eso es que por evitar caer mal con un grupo de personas o con un segmento de la Sociedad y en adición el temor de ser juzgados o señalados públicamente, el cuerpo de Cristo en su mayoría ha guardado silencio.
Los gobiernos tienen una agenda muy clara con respecto al aborto, la identidad de género, las restricciones cada vez más agresivas en contra de las comunidades de fe y con la libertad de culto y expresión. Cada día hay más manifestaciones de grupos de personas reclamando derechos y legislando nuevas leyes que cada vez nos posicionan más lejos de nuestras raíces biológicas, naturales y espirituales. Los grupos feministas luchan de manera agre- siva por la desigualdad que llevan años señalando; la comunidad LGBTQ se manifiestan en todos los foros posibles para luchar por nuevos derechos y aún las comunidades marginadas como los inmigrantes en Estados Unidos levantan sus luchas por una oportunidad de sacar sus familias hacia delante de una manera honrada y legal. ¿Y el cuerpo de Cristo, qué está defendiendo?
Por miedo a perder auspicios, contratos, amistades, empleos, oportunidades para crecer tanto en lo ministerial como en lo empresarial, por la crítica y por el temor a ser rechazados públicamente muchos prefieren guardar silencio y no emitir opiniones públicas. Hemos pasado de defender la verdad en las calles a solo compartir nuestra postura a puertas cerradas. La iglesia de Cristo tiene una voz y es nuestro deber defender la vida, la familia y la fe. Hay una exhortación directa en la palabra para estar siempre preparados y dar una explicación cuando nos confronten o nos pregunten acerca de nuestras posturas. 1 Pedro 3:15 dice: “En cambio, adoren a Cristo como el Señor de su vida. Si alguien les pregunta acerca de la esperanza que tienen como creyentes, estén siempre preparados para dar una explicación;”
Hay quienes no tienen vergüenza de negar una verdad por defender una mentira. ¡Despierta Iglesia!