Queridos amigas y amigos lejanos y cercanos. Valido El texto que les envío es un atrevimiento de mi parte luego de la derrota del peronismo kirchnerista. Es fruto de los cambios políticos sucedidos en estos lejanos mundos con posterioridad al 10 de Diciembre. El triunfo del “neoliberalismo ortodoxo representado por Macri” con apoyo del 51% de votos causo sorpresas en unos, temores en otros y una gran decepción en las mayorías populares aunque, cansados del cristinismo, muchos de ellos le dieron un apoyo crítico a Scioli hombre proveniente del menemato y puesto a dedo por la expresidenta. Completan este marco los partidos clasistas de izquierda. Se unieron en un Frente Político – trotskistas mayoritariamente dejaron fuera al estalinismo encolumnado con el kirchnerismo -. Ante las elecciones plantearon una alternativa socialista y el voto en blanco. En síntesis “…Scioli y Macri son lo mismo...” Ambos aplicarían –aunque con matices fórmulas neoliberales-. A la derecha de la derecha sciolista estaba agazapado el macrismo. A la mañana siguiente de los resultados mi sensación, tras haberme enterado del triunfo de derechas confirmó lo persistente: un sesgo irreflexivo y cuasi irracional en la “conciencia del pueblo trabajador”. Aunque protagonista de grandes luchas contra el capital no ha podido romper aún con los verdaderos guías espirituales y materiales que en las sociedades periféricas mantienen en sus manos “partidos empresariales y burocracias sindicales aliadas en el Poder”. Ideologías con diferentes matices (un amplio espectro que va de centro derecha a derechas), hegemonizan relatos alejados de toda reflexión racional y crítica. Con los resultados en mano quienes gobiernan este país desde un poco antes del Golpe Militar del 76´ continúan con el mandato del libre mercado y el relato identitario del “modo de vida del Primer Mundo”. Recuerdo el diálogo de la película Plata Dulce en un momento del guión y, salvando las distancias, cuando las circunstancias eran apremiantes para los protagonistas uno de ellos le comenta al otro con cierta ironía que da sentido y poder de síntesis a esta cita, “…sabes lo que somos, Turco, un culo…” Un frío recorrido en mi piel transforma, a media mañana, el insoportable calor del amanecer. Percepción extraña que atrapa mi afecto con sus blancos dedos hasta convertirse en un sabor de dudas y angustias. Hilos de finos recuerdos perforan la superficie de mis imágenes y pensamientos. Prevalencia de un convencimiento inexplicable, un pájaro de olvidos inexistente roía mi memoria. Un mundo fantástico aparecía como “fantasma canario” parafraseando serpentinas azules verdes pastel. Bosques atravesados por el atardecer, ese encanto del ocaso isleño observado de los altos a caballo de una pista asfaltada al salir del Rosario, mientras, por debajo el llano silencioso de la Orotava dormita sus encantos aristocráticos. Siempre se vuelve al Teide. El horizonte dormita sobre el mar. A lo lejos un soporte salado sumamente azul metálico sobre el que mueren ocultas pinceladas rojas desprendidas como lágrimas de un cielo abierto plagado de estrellas. Un símbolo. ¿Un ser posmoderno? Identidades. Como mujeres golpeadas temerosas por el desencanto y la crudeza de las palizas recibidos, ante la pérdida cotidiana impredecible de su vida, de pié, sostenidas por una pared sin revoque lagrimean sus ojos amorotonados y ocultos por una mala capa de pastel rosado. Tímidamente sus cabezas gachas de culpa y encorvadas sus espaldas, pintan sin anestesia la imagen cruda, silenciosamente cruda, encerrada en el significado hegemónico que la palabra “sumisión” derrama con sentido y sin límites. “La crudeza contra lo femenino, encarnada en el sentimiento masculino milenario,
deja en evidencia la propiedad del amor en manos de hombres con el amanecer de las primeras sociedades de clases”. Ellas, hoy mujeres de “Protocolo de Actuación”, inician con vergüenza conversaciones repetidas en sus argumentos como “… qué voy hacer con mis niños si lo denuncio, quién les dará de comer, quién pagará la escuela…” para continuar… “el va a cambiar”…. o como les dice la policía del barrio o los Destacamentos para la Mujer “…el va a cambiar, tenle paciencia…viene muy cansado de su trabajo… a veces toma una copa demás o se mete algo…. todo va a cambiar…” Y así miles de miles sostienen de un lado y del otro del mostrador “inexistentes relaciones de parejas desamoradas” mientras los “defensores de la paz social se desgarran las vestiduras en una actuación con el paso cambiado”. Seguramente situaciones como “violencia de género no puedan explicar la totalidad del medio social y sus subjetividades” pero nos ayuda a la comprensión del “ser humano en su contexto de pertenencia”. ¿Cómo explicar estas cuestiones? Desde la herramienta metódica seleccionada para el conocimiento. “Siempre el todo y las partes son más complejas”. Continuando con la cuestión femenina mencionaré un dato importante: antes de 48 hs. seguramente una mujer será asesinada por su pareja o un desconocido en estas tierras. Saldrá en las portadas de diarios y alertas de TV como “sucesos”. En la mayoría de los casos cuando los “medios de comunicación de masas” tratan la violencia contra la mujer “la duda sobre las causas de estos hechos” – palabras utilizadas en éstos casos -, casi siempre reside en la débil moral femenina”. Según la Organización Mundial de la Salud una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido violencia física y / o sexual por parte de sus parejas u otros. En el caso de España como Etiopía el maltrato alcanza a dos de cada tres. El 38% de los asesinatos los comete su pareja o su expareja. Siempre la comprensión de la realidad nos plantea una cuestión central: la elección de los “métodos de análisis” que “sometan los actos humanos y su contexto relacionante al conocimiento racional, reflexivo y crítico”. La violencia contra la mujer es un caso testigo. No podemos considerarlos solamente como “hechos individuales”. El maltrato femenino “nos pone en contacto con el mundo que rodea a la agresión, con las circunstancias condicionantes de la relación violenta”. Como síntesis mencionaremos un párrafo del Prólogo a la Contribución Crítica de la Economía Política de C. Marx (las negritas son mías): “…En la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una fase determinada de desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas, y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica se transforma, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas transformaciones hay que distinguir siempre entre los cambios
materiales ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de transformación por su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción. Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más elevadas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado dentro de la propia sociedad antigua. Por eso, la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar, porque, mirando mejor, se encontrará siempre que estos objetivos sólo surgen cuando ya se dan o, por lo menos, se están gestando, las condiciones materiales para su realización. A grandes rasgos, podemos designar como otras tantas épocas de progreso en la formación económica de la sociedad el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el moderno burgués. Las relaciones burguesas de producción son la última forma antagónica del proceso social de producción; antagónica, no en el sentido de un antagonismo individual, sino de un antagonismo que proviene de las condiciones sociales de vida de los individuos. Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en la sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para la solución de este antagonismo. Con esta formación social se cierra, por lo tanto, la prehistoria de la sociedad humana...” Si bien la realidad del nacimiento condiciona en buena parte nuestra pertenencia a determinadas relaciones sociales materiales y subjetivas, sin embargo, “nada impide nuestra acción sobre ese contexto y, consecuentemente, las posibilidades de cambiarlo”. Estas relaciones “permanentes son también relaciones comunicacionales”. Vivimos en un mundo patriarcal, desigual, condicionante consecuencial psicológico de desigualdades sociales cada vez más pronunciados. Esta circunstancia profundiza las problemáticas de clases y “condiciona negativamente la relación hombre mujer”. La problemática femenina es una cuestión testigo exploratoria. Aún dentro de la “elasticidad de las relaciones posmodernas, en las sociedades capitalistas la mujer sigue siendo mayoritariamente oprimida”. Cosificadas, convertidas en objetos de uso, de compra venta, menospreciadas y, circunstancialmente presas de botines de guerra. Por otra parte un “grupo femenino acomodado goza de los privilegios que brinda el sistema”, se “enriquece con el trabajo de asalariadas bajo el poder de su disciplina laboral”. En este caso el “Poder del Falo todopoderoso” es manejado por manos femeninas. Objetivamente, otras diferencias dentro de grupos y subgrupos de mujeres se manifiestan con las diferencias salariales. Las mujeres generalmente ante “igual trabajo ganan un salario menor que los hombres”. Además un hecho fundamental que no podemos obviar. Desde el mundo sociológico, lo denominamos “doble jornada laboral de la mujer”. Amplios sectores de trabajadoras cumplen lo que llamamos un rito cuasi peronista “… de casa al trabajo y del trabajo a casa…” como decía el General ante el golpe militar que lo quitó del poder sin dar batalla. Llamamos “subjetividad peronista militar” a las relaciones “estandarizadas o normalizadas” observables en la mujer en sus relaciones laborales y familiares”.
El ser femenino consecuente con el legado histórico cultural “de la casa al trabajo y del trabajo a su casa”, aliena todas sus relaciones y a ella misma. La “jornada laboral doblemente alienada” se corresponde “con una interpretación social paternalista amplia y vigente”: la “responsabilidad asumida con las tareas de la casa y el cuidado primero de los niños es una actividad femenina”. “Ambas actividades no tienen, como contrapartida, paga alguna”. De esta manera se cierra el “círculo freudiano lacaniano de la mujer madre” en su más amplio sentido: el “rol significante de lo femenino se completa con la decadencia social de la imagen paterna”. Lacan completa la interpretación: el abandono del hombre del rol del hombre en la familia motiva la “crisis psicológica y origina las neurosis”. Tal vez ¿no deberíamos considerar como condicionante de la formación del carácter y la personalidad los aspectos sociales observables en las conductas relaciones sociales y familiares? Por otra parte ¿no deberíamos comprender los actos sociales en el tapiz del juego político del que están exentas almas sin presente ni futuro ni posibilidades de supervivencia? ¿Tal vez podamos explicarnos la conformación de un ser excluido aún sin serlo ni saberlo? Si nos detenemos un poco en las argumentaciones, si trabajamos las frases sin análisis previos, si ponemos el oído y escuchamos, tal vez podremos abrir las cortinas de las “subjetividades sociales a una realidad contextual subyacente”, explicativa que en ultimo análisis, ayudará a destapar la “relación contradictoria entre sectores populares y un medio desfavorable”. Rápidamente experimentaremos como se levanta el telón de la “estructura de la psiquis social”. Selección premeditada y consciente la mía. El medio popular es una posibilidad de trabajar Programas Fines, Envión y Ellas Hacen con adultos. Es un trabajo mediado, motivador y humanizante. El “trabajo de campo es una herramienta insuperable de conocimiento”. Puede explicarnos las “contradicciones existentes entre los diferentes grupos y subgrupos sociales en relación con la superestructura política hegemonizadora del control social”. En íntima dependencia con los grupos y subgrupos sociales, la “confusión de las conciencias” del conjunto de los sectores populares, está potenciada por una “descomposición social”. Con el fin de la Seguridad Social en manos de un Estado garantista - que, por décadas, ha dejado “almas muertas estructuradas en la periferia capitalista neoliberal y, en menor tenor, en los países centrales”, … “la confusión abreva de un estado de cosas tozudamente sometedor, maltratador, explotador… alienado y alienante hasta el hartazgo”. Como mujeres maltratadas la crudeza de “políticas neoliberales del miedo a la intemperie del mercado dan conformidad también a las conductas de los hombres” aunque éstos lo nieguen. El temor los aferra a la matriz uterina. Ellos como en la mujer, el “más allá de la cobertura protectora maternal, detiene sus impulsos de cambio”. “Sienten ante lo nuevo un vacío más que aterrador”. Seguir viviendo en lo que conozco implica “… mejor malo conocido que bueno por conocer…” dice la experiencia contenida en las Representaciones Sociales”. Si consideramos lo femenino como una continuidad de vida inestable, violenta, violentada y violentadora, las “realidades masculinas atraviesan también y
profundamente, crisis personales aprendidas y enseñadas en el ámbito familiar y social simbolizadas en lo femenino”. El ser masculino también esta conformado por “conductas violentas, violentadas y violentadoras altamente normalizadas”. Sobre todo en la Argentina de hoy. La historia criolla, sus derivas liberales, fascistas, populistas y pseudodemocráticas han construido un “medio condicionante y condicionador conductual” en millones de personas.
“Del arte político disciplinario se paso al arte político controlador”. Que las estructuras postindustriales capitalistas dominantes desde los 70´ del S. pasado hasta la actualidad sufran “modificaciones profundas y permanentes ante los desafíos sociales” es como pedir “naranjas a un peral”. Los “condicionamientos sociales neoliberales conforman un dilema difícil de solucionar sin alterar su estructura”. Los “parches llevan a relatos populistas fascinantes para un sector sensible de la población”. La “poca durabilidad es su condicionante inevitable”. La “dependencia a factores globales cambiantes manejados por los países centrales de turno en un marco de crisis crónica desde los 80´ del S. pasado sigue su curso”. Muy a pesar de los vientos hedonistas, las relaciones carnales entre políticos y representantes de gobiernos y organismos internacionales con el mundo político económico asociado de la periferia, las crisis siguen siendo inmanejables “expresadas por ajustes y más ajustes dirigidos al conjunto social”. Por ejemplo para resolver “estructuralmente las Problemáticas Sociales” son necesarios Programas Económicos Políticos que al menos discutan estas medidas: “relacionar las inversiones con el desarrollo industrial; las retenciones a los sectores agroganaderos terratenientes dirigirlas a la Obra Pública; control de la comercialización de granos hoy en manos de multinacionales y con el cobro de impuestos volcar esos capitales a planes sociales de educación, salud y vivienda por fuera de las manos políticas punteriles y evaluadas por organismos especializados comprometidos socialmente y sin compromisos políticos con el poder de turno – no significa que sean apolíticos -; someter al control del Estado la extracción de las mineras, el comercio exterior, la banca, manejo de las importaciones…”, etc. Si realmente se intenta dar respuestas a la pobreza con “trabajo para todos” no alcanza con tibias medidas de “redistribución del ingreso que nunca son permanentes, crean fuentes de trabajo precarizado dirigidas al consumo interno”. Comencemos por la concentración económica – holdings - en Argentina y el mercado mundo. De la dependencia a las políticas “liberales finiseculares” en el S. XIX se pasó - con la crisis del 30´ del S. siguiente - a políticas keynesianas. Hacia fines de los 70´ el neoliberalismo tomó vida y buen ritmo en la década de 1980. Se mandó al trasto de los recuerdos los Estados Benefactores, Sociales, etc. Pero no nos equivoquemos. Aún en los estados “neoliberales ortodoxos los planes sociales no dejaron de funcionar”. Desde entonces, Argentina se convirtió en uno de los principales países endeudados del mundo hasta que sobrevino el default del 2001 y la fuga de capitales más grande de su historia. Con el mundo monetarista postindustrial se pusieron en marcha los modelos neoliberales. Para satisfacer “las demandas de pobreza y crecimiento económico” en
la Periferia, se hizo necesario – para financiar los subsidios a la pobreza - políticas económicas que favorecieran la “entrada permanente de capitales con los aumentos de las deudas externas consecuentes”. Por otra parte la desindustrialización y las privatizaciones aumentaron los déficits fiscales compensados por mayores ajustes y endeudamiento. Por ejemplo con el inicio del Plan de Convertibilidad entre 1992 y 1999, la economía Argentina necesitó de 90.000 millones de dólares para lograr financiar el creciente desequilibrio en cuenta corriente y para acumular reservas necesaria para respaldar la paridad del peso con el dólar. La estafa de las privatizaciones no solo quito poder al proceso industrial sino la muy bajas ganancias obtenidas por sus ventas, consideradas necesarias – con un trabajo mediático impactante hacia el conjunto social bajo el tándem Neustadt / Grondona completando el trípode Menem -, como componente interno del financiamiento de la convertibilidad. Desde ese momento el estado debió asumir el 68 por ciento del financiamiento que originalmente había provenido del exterior. Carlos Gabetta un gran estudioso de estos temas planteó que en Argentina el “ neoliberalismo a logrado arrebatar a la sociedad civil el control del estado de la misma forma como en el pasado la burocracia militar por medio de los constantes golpes de estado excluía a la sociedad civil de dicho control. Con ello se ha puesto fin a la función mediadora entre los grupos económicos y el bien común, eliminado con ello la función democrática de vigilancia y resguardo de los interese colectivos. El caso argentino demuestra que el ejercicio efectivo de la democracia constituye un peligro para los intereses de los conglomerados económicos especialmente para los grupos financieros”. De allí que sobre todo estos últimos se articulen sistemáticamente a los intereses de una clase política cleptocrática como la representada por el peronismo bajo el gobierno de Menem. La recuperación del estado por parte de la sociedad civil, es según Gabetta, una de las tareas pendientes de la democracia argentina y uno de los mayores objetivos al cual debería conducir la masiva rebelión popular contra el neoliberalismo. Naturalmente ello exige el saneamiento de los partidos, los sindicatos, las instituciones del estado que han sido copados por la cleptocracia. Como vemos para el neoliberalismo el crecimiento económico pasó a la historia. Estos cambios profundizaron la dependencia de los países subdesarrollados a los países desarrollados”. La problemática se sintetiza en lo siguiente pregunta: ¿Qué momento nos indica el límite de los endeudamientos? ¿Cómo y hacia dónde se direccionan realmente? ¿Quiénes pagan las deudas? ¿A quiénes beneficia la toma de deuda y cómo son los mecanismos de estatización del endeudamiento privado? ¿Por qué nuestros interrogantes? La historia cuasi reciente en Argentina y Latinoamericana demuestra – objetivamente - un hecho revelador: “para satisfacer los compromisos con la “Banca extranjera y los Organismos de Crédito Internacionales” los gobiernos que aplican recetas postindustriales como aquí “someten a amplios sectores sociales - incluso la tercera edad - por dentro y por fuera del sistema” al paraguas de “necesidades no cubiertas, trabajos precarizados y salarios insuficientes”. Cuando el trabajo en las sociedades capitalistas se “organizó bajo los métodos fordistas”, la Seguridad Social como salud, educación, pleno empleo y altos salarios tenía razón de ser. Estaban garantizadas por políticas estatales bajo el objetivo de “aumentar el consumo del conjunto social”. Pero hay más. La etapa conocida con formas estatales llamadas Benefactores,
Sociales, Paternalistas, etc. aplicaron “políticas presupuestarias con acuerdo de las clases dominantes”. Éstas “resignaron parte de sus ganancias a tal efecto”, es decir, a “satisfacer las demandas de un mercado regulado y consumista”. Su fundamento teórico abreva fundamentalmente en Taylor y Keynes. El Paradigma puede sintetizarse de esta manera: “un trabajador capacitado y una población higienista volcada al consumo”. Las políticas económicas keynesianas son muy críticas con el culto al dinero corazón de las sociedades capitalistas que en el caso argentino es la obsesión por el dólar – y su ataque a la alienación mercantil (culto al consumo) eje “representativo de la reproducción del sistema”. Por otra parte las políticas de Keynes son propuestas de salvataje del capitalismo con dos caras: por un lado es muy crítico con la pauperización producida por la lógica de la “acumulación capitalista en pocas manos” y, por otro, siente “manifiesta aversión” íntima por las clases populares. Las políticas actuales no deben confundirnos. “No significa que el Estado perdió protagonismo: su “rol ha sido redefinido”. Es un “Estado colonizado por el capital financiero”. En el medio ocurrió algo que merece explicación. En las “luchas de clases posteriores a la crisis de las décadas del 70´ y los 80´ los “sectores asalariados a pesar de sus grandes movilizaciones y luchas fueron derrotados por el gran capital”. El Plan económico político de la última Dictadura tiene continuidad con los gobiernos posteriores. El punto de inflexión es el Gobierno de Carlos Menem. Esta victoria tuvo un significante: “violentar hasta liquidar los marcos regulatorios del Estado Benefactor”. Las crisis en el mundo capitalista previas a 1930 son más cortas.
En aquellos tiempos los países centrales ante la “pérdida de consumo por los ajustes monetaristas fue compensada saliendo a la búsqueda de nuevos mercados globalizados de manera pacífica o por medio de intervenciones armadas directas o indirectas”. Entrado los 80´ del mismo Siglo “nuevos objetivos fueron impuestos por el Imperio y sus socios”. “Echaron al trasto de la historia culturas y fronteras”. Se transnacionalizaron “pautas de consumo”; se homogenizaron los mensajes y, fundamentalmente, se consolidó la “tercera fase” de desarrollo de los mercados: el “Hiperconsumo”. Aquí en las pampas húmedas el neoliberalismo desnacionalizó presupuestos, los provincializó y municipalizó a partir del Programa Económico presentado por Martínez de Hoz a escasos días del Golpe Militar del 76. Este mago de Oz de la posmodernidad, señorito perteneciente a una de las familias tradicionales y ricas de la “oligarquía agroganadera industrial” - por excelencia el sector tradicional argentino y, a semejanza de otros que como él representan o representaron a las clases hegemónicas en el poder del Estado desde la época colonial hasta la actualidad -, impuso, en común acuerdo con su sector social y, como Ministro de Economía de la última Dictadura Genocida, las “bases fundamentales hacia el neoliberalismo”. Todos los “modelos” posteriores ponen el acento “a la apertura de los mercados internacionales” iniciados por la Dictadura del 76´. En realidad dan continuidad – con algunas modificaciones secundarias - a los núcleos centrales del modelo Martinez de
Hoz. Brevemente mencionaré los 12 puntos del Programa Económico dado a publicidad por TV a los pocos días del Golpe Militar: 1. Eliminación de control de precios; 2. Eliminación de controles de cambios; 3. Liberación del Comercio exterior; 4. Libertad de exportación a través de la eliminación de impuestos; 5. Libertad de importar eliminando todo tipo de prohibiciones; 6. Liberación de tasas de interés y reforma financiera; 7. Liberación de controles a los alquileres; 8. Eliminación de las tarifas políticas de los servicios públicos; 9. Eliminación de subsidios; 10. Libertad de contratación de los salarios; 11. Libertad para las inversiones extranjeras bajo reglas justas y sanas; 12. Libertad para la transferencia de tecnología.
Con solo observar la falta de mantenimiento y vaciamiento académico en escuelas públicas, falta de insumos en hospitales nacionales, provinciales y municipales, se agudiza como herida sangrante el déficit de viviendas mientras, las villas miserias y la precariedad, se desparrama por todo el territorio nacional. Mencionamos estas realidades porque podemos comprender, entre otras Problemáticas Sociales no resueltas, la situación social de amplios sectores. Tal vez estas realidades sociales posibilitaron el optimismo por el “irónico cambio de Cambiemos” mientras quitaban del medio al representante cristinista. Por otra parte y en medio de la ilusión del triunfo de los globos amarillos, a tres o cuatro meses del “gobierno restaurador ortodoxo neoliberal” día a día sus medidas económicas y políticas ponen a descubierto la contracara de un “mundo feliz paseándose con alegría por Puerto Madero”. En este breve lapso aumentó la pobreza y la indigencia. Las mediciones rondan entre 1.5 a 2 millones de personas más”. ¿Cómo aproximarnos al conocimiento de las razones de estas inexplicables desigualdades si aún hoy la mayor parte de sus habitantes están convencidos que este es uno de los países más ricos del mundo? Una respuesta son las políticas recientes: “las desigualdades de hoy deben ser estudiadas a partir de los cambios producidos por la reconversión de la industria y la privatización de los servicios en el conjunto de la periferia desde los 70´”. El proceso “desindustrializador y desnacionalizador” – vía privatizaciones privadas y/o estatales – provocaron, además de la pérdida de las grandes empresas relacionadas a los sectores básicos de la economía, que la “mano perversa del mercado financiero inicie con su colosal deuda externa la consecuente exclusión social de una profundidad desconocida”. Los actores económicos de hoy tienen su arraigo en el pasado de la Dictadura y algunos mucho antes. Son personajes de una obra de teatro sin tablas, con guiones protagónicos de hechos políticos económicos y sociales fundamentales hasta la actualidad. La familia presidencial, el Ministro De economía, el presidente del Banco Central, los CEOS los políticos de uno u otro signo político, que manejan escritorios y pasillos de la Rosada, en el Congreso, Municipios incluso barrios, son personajes conocidos. Solo
algunos son actores de reparto. La crisis del 30´ y el “Pacto Colonial llamado Roca Runciman” fue una “tragedia para la sociedad y la Nación”. La última Dictadura inicia una réplica del pasado. La democracia posmoderna retoca con cremas humectantes y ribetes farandulescos su rostro. Hoy los capítulos de la serie pueden verse con la programación en las noches de Cine de Terror. El gobierno kirchnerista – y muy a pesar de su relato progresista -, luego del default del 2001 no solo “refinanció sin investigar ni el cómo, dónde y los porqués de una deuda declarada por la justicia de aquél entonces como ilegal”, sino que pagó en sus años de gobierno, alrededor de “200 mil millones de dólares de intereses”. Esta cifra fue “reconocida con orgullo por la propia Cristina en un discurso en Cadena Nacional”. Los últimos cálculos sobre el monto total de la deuda externa gira alrededor de los 250 mil millones de dólares. Algunos investigadores llevan esas cifras al doble. Pero hay algo muy importante: “mientras nos endeudábamos se produjo la fuga más importante de capitales de nuestra historia hacia mercados globales lícitos e ilícitos del mundo”. En estos últimos 40 años esa cifra supera la friolera de 400 mil millones de dólares bien guardados en el exterior”. ¿Qué razones motivarán a esos capitales retornar para invertir en un intenso programa industrial si el propio gobierno macrista no plantea tal desarrollo en su modelo? Un “Falo de maltratadores mediocres defienden la propiedad del capital”. Ahora al hacerse con el poder la CEOcracia se conformó un algo simbólico: la Argentiun S.A. La piedra fundacional comenzará a rodar y sin anestesia las transformaciones desnudarán las medidas necesarias para volver al redil del “neoliberalismo monetarista” y atarse de pié y manos a los mercados de capitales que solo dejamos con tibias iniciativas populistas en la década kirchnerista. Éstos mientras popularizaban un relato anticolonial, pagaban con dinero de todos, los intereses de la deuda externa y, sin chistar, “aceptaron las demandas de pago por nacionalizaciones de empresas vaciadas por las privatizaciones como Aerolíneas, YPF y cerramos las deudas privadas con el Club de Paris”. Estas formas políticoeconómicas aceitan, en la actualidad, la “maquinaria de la precariedad laboral generalizada pre existente – cifras que rondan en torno a los 5 millones de personas - para hombres y mujeres asalariados pertenecientes a empresas privadas como públicas”. Todo endeudamiento como los créditos personales implica, en primer lugar, ajustar los gastos familiares para cumplir con los vencimientos. En el caso del endeudamiento de los Estados la garantía de pago son los ajustes fiscales es decir mejorar los gastos para atesorar dividendos. Para ello contra los fondos a recibir es preciso acordar con Organismos Internacionales dependientes del Departamento de Estado como el FMI que monitorearán nuestras cuentas y el cumplimiento de las metas de ajuste”. Esto tiene consecuencias sociales. El ejemplo de las paritarias docentes dejó su evidencia. Sueldos en negro para educadores del ámbito público como privado – combinadas con políticas de despidos – solo son posibles bajo el manto del silencio encubridor de las burocracias del gremio. Pero el fin último es “ayudar” al gobierno para cumplir con las pautas del modelo. El caso docente se extiende de Capital a Provincias. La documentación sobre estas
paritarias explica, objetivamente, una realidad que busca extenderse a otros gremios.
La Suboligarquía periférica. Denominamos “suboligarquía” al sector económico político involucrado a los negociados con el Poder del Estado. Gabetta denomina a este sector cleptocracia. El gobierno de la última Dictadura y desde Alfonsín, han puesto al desnudo la aceptación de los lineamientos esenciales del Plan Económico Neoliberal de M. de Hoz. Con los militares se desarrollaron los llamados Capitanes de la Industria como el Grupo Macri - junto a los Ceos de las empresas multinacionales o el empresariado -, consolidan a esta histórica “suboligarquía” en el esquema estructural actual del capitalismo en Argentina. La “suboligarquía es un emergente histórico político” precipitado con el Proceso de Organización Nacional hacia fines del S. XVIII. Su punto de inflexión es la Constitución Nacional de 1853 y se combina con la Revolución Agrícola puesta en marcha alrededor de los 80´ del mismo siglo. La Revolución agrícola y la política constitucional que le dio forma al” liberalismo periférico argentino” posibilitó un colosal “Proceso de Acumulación Capitalista” en convivencia con “Políticas concentradas en un Poder pseudodemocrático” asentado en las clases sociales favorecidas por razones geoeconómicopolíticas expresadas en el “intercambio internacional desigual Centro Periferia”. El Poder Político “emergente de la acumulación capitalista” representó, en primer lugar, a la vieja oligarquía en transformación y, en segundo término, posibilitó el “desarrollo histórico de una suboligarquía político económica relacionada con el Poder del Estado”. Con el proceso de acumulación capitalista otras fuerzas sociales fueron emergiendo conformando un “perfil periférico asentado en la exportación de materias primas, importación de manufacturas y/o productos fabriles”. Ya en pleno proceso constitucional los sectores sociales dominantes tenían una tarea fundamental para sus destinos: el “apoderamiento del Estado Nacional en sus manos”. La constitucionalidad, sometida a políticas diseñadas para Argentina, “reproducen un sistema de sometimiento social Regional Centralizado – círculo virtuoso – cuyo punto de expansión es el puerto porteño y, como la expansión de una piedra en las aguas tranquilas de un lago, los círculos en movimiento absorben la Pcia de Bs. As; Santa Fé ; Entre Ríos, sur de Córdoba y norte de la Pampa. Su destino nacional es sentido por las clases dominantes como fundante, condicionador y abierto a los cambios necesarios que imponga el mercado internacional. “El círculo virtuoso económico/global somete desigualmente al resto país”. Alrededor de este círculo creció la “subperiferia del Interior” hegemonizada por los “designios de la oligarquía del centro virtual en permanente crecimiento”.
La matriz económico socio cultural se construyó como “la civilización del ferrocarril: desde y hacia el Puerto capitalino bajo los designios de una modernidad europea que, por supuesto, fue perdiendo ritmo a medida que se internaba en la Argentina profunda”. Este “círculo en red virtuoso” debió imponerse a un “Interior díscolo conformado por
oligarquías agroganaderas débiles y artesanías semi desarrolladas” fundamentalmente con el impulso recibido por los cambios del sistema Monárquico Virreynal desde 1776 hasta Mayo de 1810. Estas formas precapitalistas de “producción manufacturera del Interior” debieron enfrentarse, luego de la crisis Virreynal y su relación comercial con la producción minera de Potosí, “a la competencia de mercancías inglesas en plena expansión industrial y su objetivo por conquistar los mercados internacionales”. Por otra parte, “una vez sometido el Interior argentino por la fuerza de las armas; una vez aniquilado los restos del caudillismo oligárquico y sus montoneras gauchas; una vez que las fuerzas productivas precapitalistas artesanales desarrolladas a caballo del comercio virreynal del noroeste y centro argentino con Potosí comenzaron su declinación; el “modelo de organización del Estado siguió un proceso contradictorio” pero claro: “consolidó el “comercio importador y exportador como esqueleto nación desde el Puerto de Buenos Aires”. Se edificaron las bases para que una burguesía importadora y exportadora como sector de clase se convirtiesen en factores sociales en un nivel cuasi igualitario con la oligarquía agraria dominante en Argentina”. La “burguesía comercial no emergió de la nada como ninguna clase social en la Historia”. Su enérgica influencia se acrecentó durante la Administración Virreynal. Abrevó del “contrabando porteño de metálico proveniente del Alto Perú y direccionado a la metrópolis española cuando la crisis de la ruta de los galeones vía Centroamérica hizo incontrolable el destino de los metales preciosos. Algo significativo: “el contrabando como factor de acumulación de capitales bajo un grupo de comerciantes porteño no productivo fortificó los lazos especulativos financieros, un punto de referencia, una lógica de poder que nos lleva al grupo rivadaviano y los comienzos de la deuda externa en el primer tercio del S. XIX”. En este sentido la “burguesía comercial importadora / exportadora” con raíces coloniales, reafirmó su “presencia cualitativa en la estructura del Poder político posrevolucionario”. “Este Poder político posrevolucionario combina desde sus primeros gobiernos patrios el sector exportador primario con la burguesía importadora / exportadora expresada políticamente en la contradictoria unidad entre porteños unitarios y federales.” Moreno en su Representación de los Hacendados plantea suficiente documentación para el análisis de estos acontecimientos. Las necesidades productivas y comerciales precipitaron, luego de la Independencia, los pasos hacia la “unidad nacional”. La entrada en el “mercado global hizo necesario un poder político representativo de los factores de producción en desarrollo y, en ese sentido, la oligarquía en ciernes delimitó las relaciones carnales con los ingleses expresada con el enfrentamiento de la Vuelta de Obligado”. Rosas - un unitario federalista, representante de los ganaderos y saladeristas del Río de la Plata -, simboliza con su figura la piedra fundacional de clases y políticas que posteriormente se enriquecerán con “la acumulación capitalista y el sometimiento de una división del trabajo impuesta por la revolución industrial”. Como representante de estos grupos sociales, el rosismo tejió una red de poder políticamente contradictoria – por momentos sangrienta - con el sector comercial pero con los que tuvo que pactar – con unos y no con otros - constantemente. Si lo político los separaba el amor por el control del puerto de Buenos Aires los unía. Las ventajas resultantes eran y son un factor nada desdeñable. La necesidad de unificar el resto del territorio bajo el porteñismo tuvo como punto de
partida la “fuga del campo de batalla de un estanciero y el triunfo de las lanzas de otro hacendado”. Una vez Rosas instalado en un barco inglés amigo que lo esperaba en el puerto, su enemigo carnal comprendió que los unía el espanto. Una vez fundada la Constitución del 53´ el triunfador se retiró a su provincia a gozar de los placeres que decenas de mujeres y tantísimos hijos y nietos le demandaban. Dinerillos para cumplir con estos deseos parecería no faltarle. Los ríos de vientos originarios del constitucionalismo pusieron fin a la anarquía con el genocidio de los pueblos indígenas en manos del roquismo años después. Con los restos humeantes del Interior se puso manos a la construcción de la Argentina liberal. Los factores económicos superan los conflictos de clases cuando es posible unidad y dominación hegemónica. La unidad de las clases solo es posible si los conflictos de intereses posibilitan superar las posibles contradicciones existentes entre ellos. La “libertad de comercio para las clases dominantes” – fieles representantes del liberalismo de fines de S. XIX – tiene un sentido en nuestra periferia: combinar ganancias obtenidas a partir de las “rentas del puertociudad rioplatense”. De la “combinación de intereses un Frente Político inestable entre amigos en celo marco nuestros designios”. Los terratenientes agroindustriales se aliaron a los comerciantes importadores de “productos industriales y financieros, alianza que se prolonga hasta hoy”. Como vemos el sector industrial quedó para otro momento de nuestra historia y al amparo de las necesidades del mercado mundo. La suboligarquía kirchnerista como los capitanes de la industria post dictadura hasta la actualidad reflejan coberturas de Poder diferentes, pero las políticas de ambos no difieren en lo esencial con los 12 puntos del programa neoliberal de Martinez de Hoz. Peleas y reconciliaciones no impiden sus deberes conyugales cuando el mercado mundial los llama bajo la tutela y cura psicoanalítica del Departamento de Estado dominante. Cuando se habla de “derrame – como ocurriría luego de la entrada de capitales en nuestro país a partir del pago a los buitres según el conjunto político dominante -, es importante comprender el significante subjetivo para los sectores populares durante la época moderna y después con el posmodernismo. Si la “lucha por el Poder del Estado en el seno de las clases dominantes adquiere muchas veces formas encarnizadas, ante las movilizaciones sociales por fuera del control de los poderes del Estado y los gremialistas afines, “el miedo y la necesidad de poner la casa en orden se pone en primer lugar”. El puerto de Bs. As. y su control simboliza el Poder de las clases dominantes en la Historia Argentina. Su machismo logró aproximar con el neoliberalismo los múltiples intereses de una burguesía comercial importadora de capitales y productos – en la etapa posindustrial financiera - con la oligarquía agro ganadera industrial exportadora y las cerealeras”. La complementariedad como “unidad de hecho entre intereses importadores / exportadores necesitan la pata del Poder Político para alumbrar los nuevos tiempos. Todo modelo para su sustentabilidad debe echar mano de “agentes políticos garantistas”. ¿Dónde lo encuentran? De los “productores de materias primas y los sectores ligados al comercio y las finanzas”. Ambos grupos son los “afortunados”. Mimados por un mercado mundial dominado por centros necesitados de productos para sus industrias y mercados para
sus capitales especulativos, dan continuidad a una infancia colonial rioplatense – antes con el cuero - y postcolonial adolescente cerealera. En el albor del capitalismo los propietarios de “materias primas se encontraron en el mercado mundo con las necesidades de los fabricantes de manufacturas primero y mercancías después”. Lentamente un romance “desigual entre productores agrarios e industriales se encontraron bajo un bosque de aguas tempestuosas. El sector comercial importador en la periferia, introducía los productos fabricados por la industria primero colonial y luego inglesa. A cambio los últimos adquirían materias primas para el “consumo de la población y transformación de su industria”. Aquí, las clases sociales ganaderas antes y después de la independencia tuvieron en la “carne salada” su principal producto dirigida al mercado externo. Esta característica es cualitativa. A diferencia de los EUA la apropiación de tierras en estos lares se caracterizó por “grandes extensiones en pocas manos”. La implementación de estas políticas provocó un escaso desarrollo poblacional. En cambio, la expansión de colonos en busca de tierras del Este al Oeste en los EUA, tuvo un efecto contrario. Sus gobiernos garantizaron la lucha contra el indígena y el reparto de la propiedad de la tierra en fracciones pequeñas. Objetivos que pueden sintetizarse así: pequeñas propiedades con gran desarrollo poblacional demandan productos para el consumo y, consecuentemente, dan solidez al mercado interno. Asentaron las bases para la industrialización. Las apropiaciones de territorios para la producción agrícola ganadera, las diferencias de conquista y colonización son determinantes a la hora de planificar el desarrollo país. En el Río de la Plata, su círculo virtuoso, retroalimentó objetivos a partir de las posibilidades productivas infinitas que brindó la combinación de dos factores: la bondad de la naturaleza y las características de la colonización. Los terratenientes negaron someterse a una reforma agraria favorable a un desarrollo del mercado interno. Su vista estaba dirigida a los mercados mundiales que, no olvidemos, dieron fundamento a su existencia desde la época colonial. Tan importante fue la demanda del mercado mundo en el desarrollo de las primeras industrias con arraigo nacional en ambas orillas del Plata que su cordón umbilical tiene por un lado la madre tierra y sus bondades infinitas y, por otro, producción de la industria “del saladero”. Estas políticas – de manera generalizada y con las especificaciones de cada caso son el “núcleo y dirección de las acciones puestas en marcha por el conjunto de las oligarquías Latinoamericanas”. El “ser argentino deberá comprenderse en este marco histórico”. Raíces de luchas, derrotas, genocidios de pueblos originarios, criollos y, posteriormente, represiones a trabajadores y el pueblo, Golpes de Estado, gobiernos populares pseudodemocráticos y/o democráticos atravesaron un camino histórico plagado por respuestas populares engrosadas, desde la “etapa de acumulación agrícola ganadera, por corrientes inmigratorias de casi todo el mundo”. Flujo humano igualado en este continente solo por los EUA. Historiadores, sociólogos caracterizaron esta etapa como un “crisol de razas”. Los condicionamientos socioeconómicos y culturales coloniales; la construcción, luego de la Independencia, de la oligarquías terratenientes en la zona pampeana; la débil y consecuente industrialización de la producción primaria, “consolidó la dependencia Argentina al mercado financiero internacional”. Desde los orígenes del Estado Nación el modelo liberal agro exportador se asentó en un “federalismo político económico dependiente del puerto de Buenos Aires con la
exportación de materias primas y producciones regionales”. Su contracara: “la importación de productos industrializados impuesta al modelo se combinó con el desarrollo de una infraestructura adecuada a éstas necesidades como red ferroviaria, puertos, almacenamiento de cereales”, etc. El “desarrollo regional dependerá de las posibilidades exportadoras primarias al mercado mundial”. Contradictoriamente, estos productores debieron someterse por un lado, a las necesidades y vaivenes de una “relación de mercado desigual” dominado por las clases industriales europeas primero y norteamericana después. Por otro, lo anterior condicionó lo institucional: la creación de “formaciones estatales garantistas posibilitadoras de políticas económicas liberales en manos de un funcionariado político militar” centralizado en el ámbito porteño y la Pcia. De Buenos Aires. Esta “formación social hegemoniza y reproduce hacia dentro de las relaciones globales las desigualdad Centro Periferia”. Un ejemplo paradigmático: “Pagar a los buitres es pagarse a sí mismos”. Tomar distancia de ellos, no acordar, significaría romper el monolítico frente empresarial representado, actualmente, por la gran mayoría de políticos oficialistas y opositores congresales peronistas, pseudoperonistas de todo pelaje en matrimonio con el arco político empresarial del PRO. Kirchneristas, peronistas reformadores, ortodoxos hicieron frente único. Los sectores opositores juntos con la derecha clásica comandada por tecnócratas amarillentos ofreciendo globos también amarillos como prenda de unidad. Se sumaron a la “fiesta de bonos de la deuda externa en ciernes”. La vida privada convertida en ámbito público y el ámbito público convertido en vida privada motiva y da continuidad a la posmodernidad telefónica celular. Mensajes de ida y vuelta recorrieron y recorren los sillones confortables y las sentaderas de un Congreso que no desprecia método alguno para negociar. Este cambio conductual a llegado a todo el arco social argento. Es, probablemente, el único derrame travestido por una moral posmo lo que seguramente experimentarán los argentos en igualdad de condiciones con el resto del arco político por ellos votado. Todos, “los elegidos y los familiares con puestos de Estado juntos o por separado, fueron los últimos fines de semana a festejar por el deber cumplido con el juez buitre de Nueva York”. Apoyo cuasi unánime al renovado ánimo deudor. …gremialistas empresarios y políticos opositores – dicen -, “… queremos que a Macri le vaya bien…”. La perversión sado masoquista vierte sus códigos en los contenidos de la moral popular. Es por todos conocido – aún pese a la empecinada desinformación de los medios – el “intercambio financiero acordado entre los representantes de provincias con los funcionarios de la CEOcracia gobernante ante el acuerdo para el pago a los buitres financieros”. Es de aceptación pública – también - que las gobernaciones recibirán el “dinerillo de coparticipación desde Nación, negada entre otras medidas progres, desde el principio del mandato amarillo. Si votan a favor del Acuerdo Buitre las provincias serán recompensadas aún sabiendo el carácter de “pulseras magnéticas en ciernes que en lo inmediato o mediato
rodearan el cuello del conjunto de los habitantes de estas tierras cuando tengamos que ajustarnos para así poder pagar los intereses de los intereses de los intereses…” El endeudamiento de hoy recaerá también en “ajustes de los presupuestos provinciales”. Deudas que deberán ser pagadas por el conjunto de las Pcias. en algún momento de esta y otras décadas se transformarán “en aprietes al cinturón popular”. La afectación de la deuda externa implica hasta hoy un 17% del PBI. Desde el mismo momento de la firma del “Pacto de Reconocimiento de las Deudas remanentes en manos de los Fondos Buitres” el endeudamiento superará el 23% del PBI. El engaño argumental del relato, los encubrimientos legales y las consecuencias para el futuro de generaciones pasará, a la “brevedad, al plano del olvido. Una información más recogida por las portadas de los medios…”. Otra de las consecuencias de las “formas que adquiere la información en la posmodernidad”. Algo más. El reparto de dinero en las sentaderas parlamentarias tiene el “triste encanto exponencial de lo ocurrido décadas atrás con la llamada tarjeta Banelco o los dipitruchos de Menem”. ¿Cómo superar lo condicionante? En Argentina los pareceres se convierten en conductas posibles. Persisten junto a hechos del pasado remoto y reciente subjetividades históricas naturalizadas, perfiles sado masoquistas contextualizados por hombres y mujeres en ritos iniciáticos vertidos desde el ángulo superior de la pirámide del Poder al conjunto social para poder controlarlos”. Hacia fines del S. XIX y, luego del Gobierno del genocida Roca, el poder pasó a manos de su concuñado Juárez Celman. Con él se institucionalizó la coima. Cuanto mayor era el endeudamiento, mayores serían las comisiones recibidas por los funcionarios involucrados en “negocios non sanctos” representando al Estado Nacional. De ahí el concepto cupero que dio paso a la suboligarquía cercana o en el Poder del Estado. Por aquel entonces estos “prohombres” fueron conocidos bajo el concepto “cuperos”. Y se multiplicaron como los panes de Cristo y desde aquel entonces han llegado hasta nuestros días como borbotones en un pantano agitado. Ocurre algo interesante: “a pesar de la manipulación mediática hoy monopolizada por medios ligados al Grupo Clarín y La Nación con ligazones internacionales, el conjunto de la ciudadanía tiene conocimiento sobre la importancia de “este arreglo con la lacra buitre”. Sin embargo y muy pronto esta temática pasará al olvido como tantas otras informaciones. Las portadas de los diarios así como la TV instalan un hecho – tomado como suceso Policiaco la mayor parte de las veces – y lo transforman en imágenes seriales hasta su agotamiento. Luego se pasa a otro acontecimiento. Y así sucesivamente. La pregunta es cómo se selecciona cada noticia o temática cuestión que dejaremos para más adelante. El consenso silencioso y silenciado, consentido o ignorado por la mayoría de los trabajadores y el pueblo, también es parte del OTRO. Y esta “otridad esta caracterizada por la infantilidad de conductas y ausencia de autonomía en las decisiones personales”. “Con el relato del temor a no pertenecer a la matriz - mundo acentuamos nuestro perfil adolescente tardío”. Esa es, entre otras, la razón del consenso popular”. Los personajes siguen el guión de “esta comedia a media luz, con TV en blanco y negro, pagando el doble por unos servicios que continúan subvencionados por el
actual gobierno recuerdan experiencias pasadas protagonizadas por el mismo elenco: la familia Macri, Prat Gay y el acusado por estafa al Estado el actual presidente del Bco. Central”. “Separarnos del mundo nos sumirá a la intemperie”… dice el FILOCEO ahora actuando de Presidente de la Nación. Desde su nacimiento y, tal vez por vez primera, este heredero magnate se atreve a decir su verdad concientemente y sin ser traicionado por su “inconciente: haciendo lo mínimo”. Las realidades cotidianas. A pocos días de las elecciones, un largo rato después y en un contexto con formas anónimas, un “gas paralizante sin sonido ni vapor” da vida al vértigo de una expectativa sin respuesta expresada por “hombres y mujeres con sus indecisiones particulares”. Puede ser observable en todos los niveles sociales. Contradictoriamente otras actitudes profundizan la “elaboración, análisis y opiniones cada vez más reflexivas y menos instintivas”. De esta manera cristalizan “Representaciones Sociales muy débiles con el pasar de los días”. Pensamientos críticos y comprometidos a “métodos científicos simbolizados por la modernidad en correspondencia con una educación formal pública financiada por el Estado, están en plena retirada y desordenadamente”. Hoy ha pasado el tiempo. Las metas científicas educativas se alejaron definitivamente de las aulas. Solo excepcionalmente maestros y profesores abren la discusión sobre lineamientos pedagógicos y, en lo cotidiano, se ha consolidado un núcleo duro de profesores y autoridades con antigüedad y salarios por encima del maestro joven. Este “núcleo duro es ajeno a las críticas pedagógicas y vive acumulando horas a la espera de su jubilación con conductas reproductoras del vaciamiento educativo”. “La psicopedagogía junto con la ciencia se marcharon al exilio”. Esta anomia estructural educativa combinada con la “ausencia elaborada de una discusión pedagógica seria, reproduce de muy mal manera, la sociedad existente”. Solo eso. Conductivismo al mejor estilo Pavlov / Merton pero a la “carta posmoderna del submundo periférico”. Una problemática en busca de respuestas. Las “Representaciones Sociales” tienen la palabra. Las Representaciones Sociales están, en primer lugar, “influenciadas o interferidas por sistemas de ideas (ideologías) generales y / o particulares”. Corresponden a “momentos y contextos determinados de una sociedad”. El vocabulario predominante relacionado y utilizado por los relatos de las Representaciones… son los siguientes: Apariencia; representación; presentación; abstracción; expresión; significación; ideologías; ficción; reflejo; analogía; fetichismo; ilusión; método; producción intelectual. Características. Todos los conocimientos especializados (Economía Política, Historia, Ciencias Políticas; Problemáticas Sociales, Sociología, Psicología, Filosofía, etc. tienen en común, todas ellas, formas de “Pensamientos y su intento de explicar la Realidad”. En consecuencia son “producciones intelectuales” y como tales “no pueden ser comprendidas por fuera de la realidades sociales”. Su semejanza con las religiones en muchos casos reemplazan a la Filosofía clásica. Sus “interpretaciones de la realidad” ocupan un lugar como “Representaciones del
Universo, de la Sociedad y del Ser Humano”. Para su comprensión debemos relacionarlas con las “formaciones sociales contemporáneas a la época” en las que se produjeron. En muchos casos y por su trascendencia son “ideologías fundamentales para la Ha. Humana”. Son “plásticas, es decir se reinterpretan a sí mismas” están en constante movimiento y, con el paso del tiempo, “dan respuestas a la supervivencia humana”. Recordemos, entonces: “para ser comprendidas como un conocimiento social deben adaptarse a los cambios temporales de las Formaciones Sociales de pertenencia”. Por otra parte las Representaciones Sociales evolucionan por sí mismas. El ejemplo de la Filosofía lo trasladamos a la Economía Política y al conjunto de las ideologías políticas como el Liberalismo, Posliberalismo o Posmodernidad. Otra característica: “las Representaciones Sociales tienen una lógica interna propia”. Ejemplo de lo dicho: el Confucionismo en China. Es una “filosofía flexible y como tal poderosa”. Más adelante se concilió con el Budismo. Durante la época Song y Ming fue reformulada con “espíritu de la Modernidad tal como se conoce en Occidente europeo.” Con el paso del tiempo abolieron el régimen budista de Estado y lentamente fue un “factor desencadenante para la aparición de la laicidad”. Como un sinfín de cuestiones relacionadas con el pensamiento científico, la “filosofía china precede al Iluminismo Occidental europeo”. Como toda evolución social su “desarrollo desigual combina segmentos que provocan cambios cuanticualitativos”. En este sentido la China Nacionalista vuelve, una vez más, a aliarse con el confucionismo provocando con posterioridad un “cambio revolucionario en las estructuras sociales posibilitando cambios en el régimen político como la entrada del marxismo maoísta”. Actualmente en el régimen político de Taiwán “pervive el confucionismo budista aunque, también se trasladó a Japón”. Ejemplos y voluntades expresadas en las “representaciones sociales y los métodos de conocimiento en las Cs. Sociales”. Ser crítico de las Representaciones Sociales implica, en primer lugar, ser “crítico de la realidad”. La observación de sus prácticas nos plantea una cuestión central: “todas ellas son indisociables del contexto cuando tratan de explicar las realidades”. Un ejemplo de Interpretación: la Violencia de Género supone un análisis diseccionado por su doble sentido: un aspecto social y, un plano psicológico particular. De esta manera partimos de una “hipótesis de trabajo combinada”. En esta línea consideramos ciertos aspectos de nuestras relaciones sociales como “formadoras del carácter y personalidad”. Además la rigurosidad metodológica posibilita la rigurosidad evaluatoria / autoevaluación de Programas y Trabajo de Campo. El planteo de considerar las relaciones sociales “como conformadoras de lo particular en la conducta humana”, se expresa en “las representaciones sociales como adaptativas o transformadoras del medio”. Los métodos de análisis “no encuentran sus límites en la sociología y la psicología”. Ambas tienen relación permanente con el resto de las Cs. Sociales. Por ejemplo con el desarrollo de las sociedades capitalistas la necesidad de “explicar las conductas humanas con métodos rigurosos de conocimiento originaron Representaciones Sociales - en al arco de las Cs. Psicológicas y Sociales – bajo la rigurosidad y particularismos propios de métodos racionales”. Del tronco común de la Filosofía antigua se fueron desprendiendo - a partir del
conocimiento – las Ciencias Naturales, la Historia, Antropología, Psicoanálisis, Psicología Social, Sociología, etc.” Su deriva “supone metodologías de conocimiento propia de cada disciplina”. Características de los nuevos métodos de conocimiento. Partamos, en primer lugar, de una actitud crítica con respecto a la Realidad que nos rodea”. Las “Representaciones Sociales sobre el medio pueden llegar a ser científicas e iniciar un conocimiento que despeje las malezas encubridoras de la realidad”. El conocimiento de lo histórico social se expresa en el concepto – abstracto – de “Formación Social Histórica”. Toda “Formación Social Histórica” se asienta en la existencia de una “realidad previa y por fuera de los hombres que son parte de ella”. En este punto, las “Representaciones Sociales, como pensamientos, son antecedentes explicativos de realidades sobre los que actúan los hombres, referentes de nuevas interpretaciones metodológicas”. En segundo lugar, como toda “realidad en permanente movimiento”, en su seno se agudizan las “contradicciones existentes expresadas por la oposición estructural de los segmentos A y B componentes de una totalidad superior”. Las “metodologías dialécticas” se contraponen con la lógica metodológica aristotélica contenida en la proposición siguiente: A nunca puede ser no A ni tampoco ser contradictoria ni consigo misma ni con B. En estos términos lógicos para explicar la oposición y diferencias entre A y B como representantes de dos procesos de la realidad social solo pueden ser superados por el pensamiento dialéctico y la intervención de un nuevo paso en el acto de conocer: el surgimiento de algo nuevo cualitativamente que llamaremos C. Las desigualdades de los procesos contextuales nos explican sus orígenes diferenciados y de la combinación de estas diferencias aparece lo nuevo. En este sentido la “Lógica Dialéctica supera la Lógica Formal y posibilita mejorar métodos de investigación”. En tercer lugar, toda realidad no solo puede ser explicada por las ciencias. Además los hombres “actúan sobre ella para transformarla”. Objetivamente el “accionar permanente del hombre sobre la naturaleza es el argumento fundamental de toda evolución humana y se expresa en el trabajo, elemento esencial para el proceso humanizatorio”. Por medio del trabajo el hombre “modifica el medio o naturaleza, conformar su conciencia y le posibilita diferenciarse del resto de los animales”. “El trabajo como motor de la historia humana lo diferencia al resto de los animales de la naturaleza porque puede transformar la realidad y, en esa acción dialéctica con el mundo circundante, construye su conciencia expresada a través de las “Representaciones Sociales”. En cuarto lugar “el trabajo permanentemente requiere compromisos”. Por ejemplo los Conservadores de Rajoy y los Macris de Argentia S. A. – representantes del neoliberalismo fundamentalista -, aunque no quieran cambiar nada sino restaurar los pequeños cambios de Zapatero y Cristina deben volver a los 12 puntos de Martinez de Hoz. Y eso también es actuar sobre la realidad. En este ejemplo ambos, “actúan sobre la realidad aunque tan solo busquen restaurar e impedir los cambios producidos”. La distinción entre “Psicología Social” y el resto de Ciencias Sociales vecinas reside en los elementos metodológicos utilizados aunque en su conjunto no tienen grandes diferencias.
La Psicología Social se relaciona con “objetos y metodologías de las ciencias auxiliares” como: Historia, Psicología y Psicoanálisis, Sociología, Psicopedagogía, etc. Toda medición de las conductas humanas tiene limitaciones y complicidades. Un muy buen sociólogo francés - desaparecido no hace mucho – decía “… las estadísticas reflejan en primer lugar los engaños de “métodos engañosos utilizados” y, segundo, la información y las encuestas obtenidas son manipuladas antes y con posterioridad a las preguntas. Posteriormente los resultados / conceptos obtenidos son transmitidos por diferentes vías conformando parte de las conciencias sociales”. En este marco ¿cómo conocer la realidad, cómo elaborar respuestas para accionar sobre ella y modificarla? ¿Es posible resolver la disyuntiva entre la rigurosidad observada y fidelidad? Dejar de lado los “objetivos que nos preocupan no ayuda a resolver las problemáticas a resolver”. Responder a las Problemáticas de las relaciones humanas desde las Cs. Sociales implica, en premier lugar, evaluar los “medios posibilitadores de su comprensión a partir de hechos concretos”. Se trata de “combinar con la mayor fidelidad posible hechos empíricos con la posibilidad de repetir los procedimientos”. Por ejemplo el campo psicosociológico implica un proceso metodológico interdisciplinario que “estimule la discriminación de diferentes tipos de datos y distintos tipos de métodos”. Adecuar “métodos a los datos significa echar mano a problemáticas teóricas necesarias”. Sobre cuestiones metodológicas por ejemplo debemos recurrir al “sentido común” y la “sabiduría” acumulada por los investigadores. Con la entrevista “cara a cara” las diferencias entre investigadores son enormes. Cuando los “psicopedagogos y demás investigadores sociales comprendamos el significado de las metodologías y las apliquemos a nuestros propios problemas podremos, a partir de allí, combinarlos con otros, estos procedimientos tendrán mayor eficacia social”. Partamos de una evidencia. Englobamos lo personal – lo cotidiano y el conjunto de nuestras relaciones sociales, nuestra moral, lo político jurídico, nuestra conciencia política, etc. bajo un manto ideológico justificador, mejor dicho “ideológico idealista, que tiñe la totalidad de nuestras conductas y objetos manipulados” por nosotros en el más amplio sentido: objetos humanos tangibles e intangibles, etc. Son objetos que podrán objetivarse o no de acuerdo con metodologías en danza. Por eso es imprescindible, para la “totalidad de los humanos sin excepción de conocimiento, experiencias personales y sociales realizadas conciente o inconcientemente y manifestadas por nuestras conductas”. Tenemos “fe en conceptos, relatos, en lo general del mundo existente”. “Creencias sobre nuestras conductas, sobre nuestras relaciones con los demás hombres, sobre sus ataduras y barreras, sus felicidades etc. Todas “producto de la mente de los hombres”. Para ello se proponen una serie de “cambios ideológicos sanadores de todo tipo” (morales y religiosos, artes de curas, ideologías explicativas de la realidad, relatos de izquierda y derecha, etc.). Todos ellos manifiestan una ausencia: “la ideología que sustenta sus pensamientos es ajena a nuestra reflexión crítica”. Junto con un filósofo revolucionario proponemos, a diferencia del relato ideológico, partir del “individuo real, de su acción y sus condiciones materiales de vida, tanto aquellas con las que se ha encontrado como las engendradas por su propia acción”. Ser peronista, hincha de Boca o River, del Barza, del Real, tanguero, conservador
popular, socialista de derechas o de centro, militar en Podemos, en la Cámpora, amar apasionadamente las corridas de toros, ser maltratadores, amantes románticos y/o de buen trato con las parejas … puede “condicionar negativamente nuestras relaciones o, simplemente, aceptar al otro desde una construcción autónoma, desde su ser y, en el caso de nuestros hijos intentar desarrollar su autonomía como personas, con independencia y sin culpabilidades, comprender la importancia del Edipo para sus vidas, etc. Nuestras conductas pueden “tratar de comprender la totalidad de manera crítica o continuar por la vida incomprendiendo todo sin cuestionar los sustentos ideológico que fundamentan las explicaciones”. No es más que adaptarnos a las realidades externas. Metodologías, Cs. Políticas, Problemáticas Sociales, etc. y la Ideología. ¿Murallas interpuesta entre nuestro intento de conocer y la realidad existente por fuera de nosotros’ Por ejemplo movilizarse, participar en reivindicaciones como ciudadanos, votar, significa “pasar a la acción”. Plantear el fin del trabajo terciarizado, contra los despidos, por paritarias libres y un mejor salario, contra las tarifas de los servicios, democratizar las direcciones sindicales burocráticas y gobiernos representativos etc. significa “asumir responsabilidades y la búsqueda por cambiar los condicionamientos”. Un ejemplo generalizado: el “voto en democracia con la elecciones de autoridades”. ¿Los sectores populares en su práctica social y democrática dan significado matemático con sus conductas a sus realidades y necesidades? En este punto la contribución de la Psicología Social es muy importante. Y esto se aprecia perfectamente cuando debemos cuantificar los datos cualitativos. Es decir cuantificar lo particular. Para ello recurrimos a la biología para tomar sus procedimientos estadísticos. Algo semejante ocurre con el Psicoanálisis. La formación del carácter nos lleva a Freud y luego a los post freudianos. La Psicología Social debe reconsiderar – cuando de hechos cualicuantitativos se trata -, el proceso de investigación y su interdependencia con la recolección de datos y sus análisis. Por ello nuestras investigaciones deben ser muy creativas y algo es prioritario: “adecuación de los métodos a los problemas”. Recuerdo muy bien una mañana cálida en la Isla debía ir a la Oficina de Empleo para realizar algún trámite. Debimos hacer cola para entrar, sacar número y esperar. Estábamos por elegir Gobierno y entre conversaciones pude comprender de alguna manera los cambios de rumbos. En ese compartir tiempos y espacios se presentaba Rajoy como candidato de los conservadores. El tema, presente en aquellas conversaciones instantáneas, tenía un substrato consensuado: “…el Plan debe económico debe ser defendido por sus creadores. Los que conocen bien de economía son los empresarios. Y ellos, los PP o lo son o, representan sus intereses. No necesitan más dinero. Ser ricos garantiza que no van a robarnos. Por eso debe ganar el PP porque ellos saben como sacarnos de este rollo…” Esta charla podía haber ocurrido en cualquier rincón de la porteña Buenos Aires. La Psicología Social tiene relación con los “objetos y métodos de ciencias auxiliares” como: Historia, Psicología y Psicoanálisis, Sociología, Psicopedagogía, etc. Las cuestiones sociales motivan, en un alto grado, a los ciudadanos por su compromiso social como adultos, padres, trabajadores adultos en edad de envejecimiento, etc. ¿Sucede esto? ¿Reconocemos al otro como nuestro diferente autónomo? ¿Actuamos en defensa de un medio ambiente en deterioro permanente? ¿Nos explicamos las responsabilidades
que de ello tienen las clases dirigentes que dirigen la economía? ¿Cómo justificamos lo injustificable si permitimos la continuidad de estas situaciones y “no participamos en la construcción de políticas quirúrgicas requeridas para implementar ajustes neoliberales del que participamos por estar ausente en los espacios de decisión”? ¿Seguimos siendo engañados por espejitos de colores tecnológicos e imágenes de TV hechas con frases huecas y sinsentido que damos por satisfechas de toda satisfacción? ¿Comprendemos, acaso, las relaciones sociales sobre el “tapiz del engaño”, como un juego político excluyente de almas sin presente, futuro y posibilidades de supervivencia? ¿Cómo explicarnos la conformación de seres excluidos socialmente aún sin serlo y muchos menos sin saberlo? Si nos detenemos un poco en las argumentaciones, si trabajamos las frases, si ponemos el oído y escuchamos sin análisis o prejuicios previos, tal vez y solo digo tal vez, podremos abrir las cortinas de las subjetividades sociales a una realidad contextual subyacente, explicativa. Un último análisis con el que comenzar a preguntarnos los porqués. Las respuestas – momentáneas - ayudarán a “destapar la relación dialéctica de la vida de sectores populares con su medio desfavorable”. Rápidamente se levantará el telón de la estructura de la psiquis y lo social se volverá objetivo. En cambio “soy consciente de mi selección premeditada para avanzar con el conocimiento de las cosas, de la realidad de las personas y las cosas”. “Consciente, recurro al medio popular con adultos porque es un trabajo mediado, motivador reflexivo, de ida y vuelta”. El trabajo de campo es una herramienta insuperable para comprender las contradicciones existentes entre los diferentes grupos y subgrupos sociales en su relación con la “estructura de poder en esta etapa de control social”. La “confusión en las conciencias del conjunto de los sectores populares, independientemente del matiz de grupos y subgrupos, están potenciados por la descomposición social durante décadas en este país y el mundo producto de hondas transformaciones macro económicas”. Estos “cambios cambiaron las pautas de integración y exclusión”, y han dejado “almas muertas estructuradas en el sistema capitalista neoliberal en el Centro y, en mayor medida, en la periferia Latinoamericana”: “… Su arraigo abreva en un estado de cosas tozudamente sometedor, maltratador, explotador… alienado y alienante hasta el hartazgo”. Partimos de esta premisa.