para bien otros para mal, para mí el cambio era inevitable), y de la mano al séptimo arte, transformándolo en comerciales de hasta tres horas y no me mal interpreten, hay muy buenos comerciales, digo películas, que colocan magistralmente un producto en escena, pero así mismo hay obras que dejan mucho que desear, quien no alcanzo a contar más de una marca en la película de transformes (Apple, Porsche, GMC, Chevrolet, Panasonic, Xbox, Burguer King y Mountain Dew, entre otras), en donde sus
La piratería paga
(me contó un amigo)
Por Henry Portillo
Debo admitir que la situación económica
me ha
vuelto un “pirata” y es que a quién no, después de un año de luchar por un trabajo y recibir por respuesta -estamos en contacto- (probablemente se les perdió mi número, mi dirección, mi facebook, twiter, etc…), mis ahorros menguaron a lo más mínimo y siendo un adicto al cine como lo soy (menos al de terror la verdad no se si me da mucho miedo o es muy predecible…), me vi en la necesidad de acudir a cuanto portal de películas grabadas con cámara de celular, cuyos dueños parecen sufrir de tos crónica e incontinencia, sin contar con una mareante tembladera, sin embargo estos personajes nos hacen el favor de arriesgar lo de su ticket y mover la industria a niveles que ni siquiera ellos imaginan, llevándonos la diversión a casa!. Empecé a consumir el producto, por esta vía, aun sabiendo que en el mundo se pierden 650 mil millones de dólares anualmente por piratería, según la cámara de comercio internacional (cifra considerablemente mayor si me preguntan), en medio de mi diatriba por la búsqueda de algo que justificara mis culpas, mi subconsciente analizo muchas de las escenas de las películas, que hizo que me estallara una verdad en la cara, -a la industria le conviene la piratería solo que no lo saben, o se están haciendo… En una cultura tan globalizada en donde el mercadeo ha transformado al mundo (unos dirán
protagonistas luchaban descaradamente frente a un gran letrero de Victorias Secret, recién salidos de un auto totalmente brandeado de Sparco y en donde cada escena se posaba vilmente para la foto con una gran marca a sus espaldas, qué decir de Terminator génesis, casi salí corriendo a comprar unos Nike cuando Kyle Reese (Jai Courtney) decide robar su nueva vestimenta, después de viajar al pasado y se calza unos tenis negros con una enorme marca ya icónica en nuestra sociedad, pero también he de confesar que me encanta y me gozo cuando el producto es colocado tan sutilmente que brilla por sí solo, o cómo olvidar a Wilson aquel compañero de fortuna de Tom Hanks en la película Naufrago (2000) o quien no quiere dar una vuelta en un Aston Martin y tener “permiso para matar”( bueno así sea de envidia).
“No apoyo la piratería (quizá solo cuando me conviene)” Sin irse tan lejos vemos como las películas nos venden infinidad de productos (y hasta malas costumbres) pero estas se venden de igual o mejor manera tras una versión pirata, ya que bajo la comodidad y complicidad de la casa, un estreno es un deleite, pero el asunto puede y no puede ser grave por ejemplo en España en los últimos años el monto por la cantidad de películas a la que se accedió ilegalmente fue de 877 millones de euros, con una tasa de crecimiento al 2014 de un 18%, según el diario – El país- de España en una edición de principio de este año, pero a su vez las cifras de recaudación del cine español de 2014 fueron las mejores de los últimos siete años recaudando en el último periodo 127 millones de euros. Todo esto se traduce en millones de impresiones publicitarias logradas a través de la piratería, considerablemente mayores que la de ventas de entradas a cine. No apoyo la piratería (quizá solo cuando me conviene), solo digo que este se debe usar a favor de las empresas y del mercado, como ya lo hacen los grandes al parecer sin quererlo, pero este problema ha escalado tanto y se ha vuelto tan tabú (casi como si nos dijeran, no te metas con esa persona no te conviene!) , se sale de las manos de gobiernos y sectores comerciales, entonces porque no hacer lo que dice el buen Homero, si Homero Simpson si existe una crisis hay que convertirla en oportunidad es decir estamos en una “Oportuncrisis”. Un claro ejemplo puede ser que si veo una película pirata y es tan buena por su argumento y sus efectos especiales (poco probable ambas cualidades en una sola obra), su secuela no me la pierdo en cine. O aprovecho las impresiones
generadas por la piratería y manejo mi estrategia holística de mercado contando con esa variable. Siendo sinceros en términos generales la piratería es un “articulo” más barato, pero con cualidades totalmente inferiores al original, pero que sin embargo puede cumplir con su cometido de manera directamente proporcional a su diferencia en precio con el real, en otras palabras entre más económico la copia más malo el resultado. Si las empresas no quieren que sus compradores habituales las mal usen, deben sentar serios aspectos diferenciadores, por ejemplo a Guchi la principal línea de copia de sus artículos no la afecta pero si le hace propaganda y demuestra que tan aspiraciones puede ser, ya que quien compra
habitualmente versiones de 1000 dólares o más, probablemente nunca compre su contrapar de 10 dólares o menos. Otro ejemplo de ir con la tendencia puede ser Microsoft que se deshizo de alguna manera de las versiones piratas de su sistema operativo puesto que “no cobro nada” por su Windows 10 y todo el mundo contento (bueno sabemos que lo está cobrando por otro lado, pero la idea es esa a mi modo de ver). Para terminar solo me queda pensar que en algún momento nos pagaran por ver distintos contenidos en la comodidad de donde estemos, e iremos a cine por la pantalla grande y el sonido, además de las palomitas (aunque por el precio de las palomitas habría que hablar del contrabando de comida en los cines, mal del que también sufro ).