FORMANDO HACIA EL FUTURO PUBLICACION DIGITAL DEL CENTRO DE ESTUDIOS Y FORMACION PARA LA EXCELENCIA
Aテ前 2 NUMERO 15 - SEPTIEMBRE 2014 - ISSN 2344-9020
LA ESCUELA DE HOY: CALIDAD O CONTENCION?
Jornada Extendida
La Primavera y los Niテアos
Por que las
Reformas no
producen
reformas?
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SUMARIO 15
Editorial
PUBLICACION DIGITAL DEL CENTRO DE ESTUDIOS Y FORMACION PARA LA EXCELENCIA
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ISSN 2344-9020
La Escuela de Hoy: Calidad o Contención?
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La Primavera y los Niños
15
La página del conocimiento
DIRECTOR GENERAL PROF. NORMA DEMO DE PAGES RESPONSABLE EDITORIAL CEYFE S.R.L. Intendente de Buono y Pio X - Rìo Tercero Prov. de Córdoba - Argentina Tel: 03571-414344 03571 - 428312 DIRECCION DE CONTENIDOS PROF. STELLA AVARO COORDINACION GENERAL LIC. PABLO O. SANTILE pablosantile@hotmail.com
REVISORES DE ESTE NUMERO
DRA LETICIA LUQUE (Titular Cátedra Metodología Cuantitativa Fac. Psicología, UNC)
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Por qué las reformas no producen reformas?
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AÑO 2 NUMERO 15 SEPTIEMBRE 2014
Parte 2
Jornada Extendida: Repensar los tiempos escolares
PROF. PEDRO LAMBERTI (Prof. Titular de Famaf, UNC Investigador de CONICET)
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LA
CA
A ESCUELA DE HOY:
ALIDAD O CONTENCION? Por Prof. Francisca Lanail
¿Cuál es hoy la función de la escuela?
En otros tiempos, la institución que claramente delimitaba el campo del bien y del mal, de lo permitido y de lo no permitido, de lo aceptado y de lo repudiado socialmente en la formación de los jóvenes era la familia. Hoy en día, por razones que escapan a este ensayo, la familia ha dejado de cumplir, o cumple muy precariamente, esa función. Una parte de la misma ha sido traspasada silenciosamente a las instituciones escolares. La organización y el funcionamiento de las mismas se adaptaron a las nuevas necesidades de la sociedad de los adultos y, de hecho, se crearon condiciones negativas para la transmisión de conocimiento y la formación de hábitos de trabajo y estudio en los niños y jóvenes. Concretamente, la docencia fue suplantada por la contención y la asistencia.
Fuera y dentro de la institución escolar
Paralelamente al debilitamiento de la familia y al cambio de función de las instituciones escolares, el mundo ha adquirido algunas características que sin duda también afectan la labor docente. La organización social actual se caracteriza, entre otras cosas, por la distribución masiva de la información, por el desafío creativo, por la gran movilidad económica y social, por el vasto uso de la tecnología, por la facilidad para el intercambio de ideas y por la necesidad de trabajar en equipos de individualidades muy sólidamente formadas. Estos rasgos de la sociedad actual facilitan la consolidación de un nuevo modo de aprender: sin roles fijos; sin ámbitos cerrados ni horarios determinados; valorativo de la creatividad intelectual, del espíritu emprendedor y de la adquisición de las capacidades cognitivas complejas que aseguren el saber que, el saber hacer y el ser de los individuos. Una de las particularidades de este proceso de aprendizaje es que parte casi siempre del interés del aprendiz y puede ser bastante
solitario y diverso, al menos en una etapa. Esta nueva forma de aprender tiene un importante número de adeptos, sobre todo entre los jóvenes. Las instituciones educativas tienen organizadas sus tareas en una forma diametralmente opuesta. La escuela actual mantiene roles fijos, espacios y tiempos rígidamente determinados; es rutinaria y memorística, no es polémica ni creativa ni emprendedora; sacraliza lo homogéneo y castiga lo heterogéneo; se desentiende, salvo casos excepcionales, del saber hacer y del ser; le impone al aprendiz qué debe saber y cuándo y cómo lo debe aprender; por último, es ruidosa e inútilmente multitudinaria. Las consecuencias de esta disparidad son fácilmente observables con sólo permanecer una mañana en una institución educativa: el fracaso académico, la violencia en las relaciones y la insatisfacción institucional resumen una multitud de conflictos.
El perfil del egresado
Hoy en día la educación necesita formar un ciudadano
activo, en condiciones de obtener el dato para convertirlo en información útil e incidir con él en la transformación de la realidad. Es un rasgo del perfil de este egresado el uso de su libertad y criterio propio y la posibilidad de acceder a campos más amplios que sus mayores en conocimientos y trabajo. En realidad, es un ser capaz de avizorar y apropiarse de
todos aquellos cambios que sean pertinentes para su desarrollo intelectual y laboral. De la rapidez de adaptación a estos cambios depende su supervivencia.
Los cambios más notables: La información Uno de los rasgos más salientes de este momento es el libre acceso a la información. Los datos y la información que antes permanecían en cotos cerrados hoy se despliegan entre el común de las gentes.
Creatividad y conocimiento El problema hoy en día no es acceder a la información como en otra época. El gran reto es estructurar la información que nos va llegando
sobre aquellos temas que nos interesan. Aunque seamos muy selectivos según sea nuestra personalidad, cultura, e intereses, debemos ser capaces, no de memorizar, sino de organizar toda la información que nos llega, comprenderla y utilizarla para la acción o para generar nuevos conocimientos.
Nuevas formas de aprender Hay otro fenómeno que interesa directamente a las instituciones educativas. Es la forma de abordar los aprendizajes que se está imponiendo en nuestros jóvenes. Hoy los textos tienen una característica que podríamos bautizar como “navegabilidad”. No es un rasgo menor ya que desde un texto es posible saltar al universo textual con la conveniente posibilidad de retornar al primero si hiciera falta. Nada más antirutinario y desordenador que esta forma de aprender. Es más, tiene el grave problema de dispersar y disparar hacia no se sabe dónde al aprendiz. Por eso la labor docente, lejos de desaparecer, es necesaria pero distinta.
La sociedad Aceleración en los cambios Otro de los aspectos destacables
de este nuevo mundo es el vertiginoso cambio en cuanto a conocimientos, tecnología, comunicación y accesibilidad a la cultura. Es muy difícil mantenerse al día en cualquier disciplina, sobre todo si se dejó transcurrir un tiempo sin hacerse cargo de las novedades. Por otra parte, la revolución tecnológica llevó al desarrollo de muchas habilidades en las que los adultos, por edad y formación, difícilmente puedan competir con los jóvenes.
Lo notable de la situación es que un rasgo, la adaptabilidad a los cambios, es el que marca una diferenciación cada vez mayor.
confrontaciones, la capacidad de análisis y razonamiento.
Movilidad social
Si bien algunas encuestas la reconocían hasta hace poco como una de las instituciones con más credibilidad y los discursos de políticos y de sindicalistas de todos los colores incluyen su defensa, a la hora de las verdades nos encontramos con una sociedad que actúa como si la escuela fuera la más desprestigiada de las instituciones. Y esta última afirmación no se refiere a gobernantes y
Los modos tradicionales con los que los jóvenes se insertaban en el campo laboral se han hecho trizas. Hoy en día se privilegian tanto los conocimientos y la creatividad con valor práctico como las habilidades para conducir equipos de trabajo y resolver problemas, el empuje y perseverancia para lograr las metas propuestas, la astucia e inteligencia en las
La Institución Desprestigio
políticos solamente. Involucra a los padres, a los alumnos y a los propios docentes.
Padres Los padres aceptan de buen grado una actitud flexible en lo que se refiere a su trabajo, relación de pareja y amistades; pero exigen una escuela que mantenga el rigor y la obediencia en sus hijos. Lo que sobre todo agradecen a la escuela es la contención que ésta realiza del joven manteniéndolo “entre cuatro paredes” protegido de enemigos tenebrosos. También es notable el desprecio que manifiestan por los conocimientos a la hora de defender a sus hijos ante un aplazo o cuando repiten el curso. En esos casos no vacilan en desautorizar a quien sea con tal de evitar la pérdida .
Jóvenes Por otra parte, los jóvenes toman a manos llenas toda la libertad que les posibilita esta nueva visión del mundo fuera de la institución educativa. Adquieren destrezas importantes en aquellos terrenos que resultan de su interés y no es raro verlos realizar ingentes esfuerzos para lograr ciertos
éxitos valorados entre sus pares. Sin embargo, en sus conductas escolares aparecen la falta de interés, el facilismo, las actividades lúdicas escapistas, el abandono personal, la falta de contracción al trabajo, la irresponsabilidad, la mentira. Hay, y no son pocos, los que rápidamente descubren, y así lo manifiestan, que no hace falta concurrir a una institución educativa para aprender lo que ellos quieren saber. En lo que respecta a la valoración de las instituciones educativas basta con recordar las técnicas de copiado en exámenes, la poca inquietud por aprobar las materias, las faltas de respeto al personal y a las instituciones escolares, los desmanes en sus fiestas, los daños ocasionados a los pupitres y edificios escolares. Desgraciadamente muchos jóvenes utilizan las instituciones educativas para “pasarla bien” sin tener que asumir las responsabilidades ni compromisos que por otra parte el sistema educativo no le plantea con coherencia.
Docentes Por último veamos a los docentes. Cada vez se exige menos
saber académico en la formación del docente. Muy poco efectivo puede ser el trabajo realizado en el aula con una carga horaria de cuarenta y tantas horas semanales y con una población de más de treinta y cinco alumnos por curso por atender. Es sabido que el porcentaje de inasistencia docente ronda el 30% de las horas a dictarse y que en un porcentaje muy significativo los docentes aceptan dictar algunas cátedras para las que no están preparados académicamente. Este panorama refleja, más que ninguna declaración, la opinión de los docentes sobre la función de la escuela.
Organización
Docentes y alumnos supeditados rígidamente a la organización En realidad las estrategias administrativas y legales de las instituciones educativas están orientadas a satisfacer el cumplimiento de las rutinas superficiales que tienden a asegurar la escolaridad más que a crear las condiciones adecuadas para que los alumnos aprendan. La organización es tal que asegura el horario de entrada
y de salida, los recambios de profesores, dar la cantidad de horas asignadas a cada disciplina, que los docentes puedan trabajar en varias instituciones, cumplir con la responsabilidad administrativa de informar quiénes aprueban y quiénes no y otras semejantes. De ninguna forma se busca crear las condiciones óptimas para el proceso de enseñanzaaprendizaje ya que la estructuración es rígida e inamovible.
Ausencia de diálogo, ausencia de proceso No hay creatividad, la actividad está fosilizada, falta libertad, se valora casi excluyentemente la homogeneización, se ignoran las individualidades. Todo esto lleva inevitablemente a la falta de diálogo y, por lo tanto, a la ausencia de proceso. Lo que se ha matado es el proceso de aprendizaje. El docente está solo detrás del escritorio y el alumno solo delante del escritorio.
Líderes y equipos de trabajo Una de las carencias más pronunciadas de nuestras escuelas es la falta de líderes estudiantiles y de equipos de trabajo. Al cercenar las posibilidades
de mostrarse como diferentes a los demás, los líderes sólo se desarrollan en la parte no oficial de las instituciones. Están los jóvenes que lideran las “barritas” que se concentran en desmanes o perturbaciones de clases y en enfrentamientos con otras “barritas”. Pero no hay mecanismos para encauzar algunas naturales dotes de dirigentes hacia el trabajo en equipo de los alumnos.
Revertir los conflictos
Abundancia de información: aprovechar su democratización. Los datos al alcance de todos le quitan al docente el papel privilegiado de “poseedor y transmisor” de conocimientos que hasta hace poco ostentaba. Sin embargo, desde la escuela desperdiciamos la posibilidad de que todos se responsabilicen de la tarea de aportar la información, no sólo el dato, que ayude a consolidar el conocimiento. Libertad del aprendiz: explotarla en favor del aprendizaje Gracias a la posibilidad de estudiar solo por Internet, en revistas, en libros, por cable, etc., el joven retoma la oportunidad y dirección de su formación.
No depende de lo que le quieran enseñar en la escuela, busca movido por su interés. Lo notable es que ese interés suele autoalimentarse por su propia satisfacción. También es una oportunidad para el docente valerse de esta automotivación para lograr, partiendo de ella, llegar al conocimiento institucionalizado.
pero también el individualismo y la fe en un mañana mejor son particularidades detectadas en los jóvenes que no siempre se manifiestan en las instituciones educativas. Esto ocurre porque en esos ambientes no se permite la exposición de las individualidades ni se admiten los criterios propios de los jóvenes.
Nuevas habilidades informáticas: intercambiar roles
Revertir esta situación, darle un espacio ordenado al joven, hacerlo sentir partícipe de la tarea pedagógica puede hacer que la relación se enriquezca y cambie de confrontación a trabajo en común.
Internet es la mayor base de datos conocida hasta ahora. En este terreno los jóvenes han adquirido una capacidad mayor que sus docentes. Si los docentes se decidieran a tomar el papel de alumnos e incitar a “sus alumnos” a que tomen el de docentes en la enseñanza de estas nuevas habilidades podrían dar lugar a una inédita experiencia docente que seguramente los enriquecería a todos. El desafío es utilizar al máximo todos los recursos informáticos como instrumentos idóneos para la adquisición de conocimientos. Valores generacionales distintos: lograr que convivan El estudio, el respeto a las reglas, el espíritu de grupo,
Fuente: http://www.rieoei.org
LA PRIMAVERA Y LOS NIテ前S
Sugerencias de cómo disfrutar con los niños de los colores, sonidos, olores y sabores de la primavera. La primavera es un centro de interés que debemos trabajar en Educación Infantil, ya que es muy motivador para los niños/as y ofrece al docente un amplio abanico de posibilidades de actuación en el aula. Empieza la primavera y el buen tiempo invita a todos a salir de casa y a disfrutar de la vida al aire libre. La naturaleza, teñida ahora de colores, despierta un deseo de los niños por todo lo que se encuentra a su alrededor. Los niños preguntan, hablan, investigan, exploran, experimentan y tratan de encontrar sentido a todo lo que se refiere al medio ambiente. Ante a esta inquietud y curiosidad de los niños, nosotros, padres y educadores, podemos satisfacerles realizando actividades que fomenten la exploración y la interacción con el entorno, y que estimulen a su autoestima, al diálogo, a la reflexión, afectividad, etc. Todo dentro de una labor educativa orientada a los intereses del niño y a su formación a través del juego y del placer en divertirse. Una salida al parque, un paseo por un jardín, una salida al campo, o simplemente el camino de ida y vuelta al colegio, son escenarios idóneos para
empezar esta agradable aventura. La riqueza de los sentidos en los niños Actividades infantiles para la vista: - Podemos fijarnos tranquilamente en los animales que encontramos a nuestro paso y que ahora salen con el sol: mariquitas, caracoles, pájaros, lagartijas, babosas... - Nos damos cuenta de que los árboles que hasta ahora no tenían hojas, empiezan a tener unas flores, y otros unos botones (yemas) de las que veremos cómo van a ir saliendo poco a poco unas hojitas. - Si vamos con una mochila de campo (bolsa en la que ellos llevan un cuadernillo y un bolígrafo o un lápiz) podrán ir recogiendo muestras y datos de sus investigaciones. Por ejemplo, apoyando un papel en un tronco y pasando por encima un lápiz, podemos comprobar, por las marcas que quedan en el papel, la diferencia de los dibujos entre los distintos troncos. - Empezamos a ver y a disfrutar de las diferentes flores que van brotando. - También observamos los diferentes trabajos que están realizando los jardineros: podar árboles, abrir nuevos hoyos para colocar arbolillos que luego nos darán buenas
sombras, abonar la tierra, qué tipo de abono usan, etc. Seguro que en nuestro paseo si nos encontramos con un jardinero, podemos preguntarle alguna cosa sobre su trabajo y él amablemente nos responderá. - Cada mañana, cuando nos levantamos podemos ir viendo como el tiempo va cambiando y pensamos con mamá o papá qué ropa nos ponemos dependiendo de la climatología (lluvia, sol, frío, calor, viento,...). A la vez, se puede pintar en el calendario un sol, una nube, una nube tapando el sol, un paraguas, según corresponda. A los niños les gusta mucho ver cómo se van completando los meses para pasar a todo soles en verano. Actividades infantiles para el oído - Con el oído, además de escuchar los trinos de los pajarillos que se encuentran ahora alborotados y cantarines, podemos poner y atentamente intentar encontrar los cambios en "Primavera" de las Cuatro Estaciones del compositor y músico Vivaldi. Actividades infantiles para el olfato Con el olfato, reconocemos distintos olores en las plantas, flores, etc.
Actividades infantiles para los sentimientos
Actividades infantiles para el tacto
Con el sentimiento, aprendemos a observar, preguntar, investigar y emocionarse con las pequeñas cosas.
Con el tacto, podemos intentar agarrar con cuidado a un caracol, una catita, tocar las diferentes superficies de los troncos de los árboles, intentando en todo momento respetar el entorno, verbalizando todas nuestras acciones, y hablando mucho con los niños, escuchándoles y disfrutando de estos pequeños momentos que quedarán en su recuerdo de forma muy grata.
Como refuerzo a todo lo que hemos visto en ese día podemos pedirles que hagan un dibujo de lo que más les ha gustado. Por otro lado, podemos buscar en Internet dibujos para colorear de diferentes animales y plantas o flores que luego podemos colocar en nuestras ventanas, que decoren y alegren la habitación, y les ayude a recordar mejor lo aprendido. Actividades infantiles para el paladar Con el paladar, podemos degustar los sabores de la primavera. En esta temporada abundan las frutas y verduras que proporcionan al organismo una buena fuente de vitaminas y minerales. Podrán dar un paseo por un mercado, o al supermercado, o a un huerto o granja, para saber qué es lo que llega con la primavera. Por ejemplo, los porotos, los espárragos , la remolacha, así como las frutillas, kiwis, pomelos, naranjas, peras, etc.
Actividades infantiles para la voz Con la voz, podemos cantar con los niños canciones sobre los distintos animales que van viendo (caracol, araña, catita,...) sobre la primavera, el sol, la lluvia... Todas esas canciones, además de motivarles, pueden ayudar a los niños a que conozcan y se fijen en el nuevo vocabulario, a que practiquen su correcta pronunciación, a que se conecten emocionalmente con lo que canta y consecuentemente, a que expresen libremente sus sentimientos Fuente: http://www.guiainfantil.com
La Página del Conocimiento EOL / EducaciOnline / Argentina.
Estimados Lectores: En esta página Ustedes podrán encontrar Tesis Doctorales, Ensayos, Conferencias Educativas de nuestros alumnos como así también de referentes Nacionales, Regionales e Internacionales del campo Educativo y mucho más. Las mismas se irán actualizando permanentemente.
Sólo deben copiar y pegar el link que figura debajo y podrán acceder a nuestra gran Biblioteca Virtual!
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¿Por qué las reformas no producen re-formas? Parte 2
Por Nancy Verónica Freixa
A
quí aparece con toda magnitud el problema docente y la lentitud en la elaboración de respuestas pedagógicas, respuestas que no dependen sólo del docente sino del sistema educativo y de la falta de coherencia entre el discurso de la política educativa (leyes y documentos) y las prácticas institucionales. Es en este punto donde se plantean los desafíos más serios para el futuro.
Retomando el lema educación de calidad para todos y todas nos enfrentamos a otro problema: “Las reformas educativas lograron en muchos casos incorporar a una población que estaba fuera de las escuelas, están logrando que alumnos tradicionalmente excluidos permanezcan en el sistema, pero no estamos encontrando las estrategias de aprendizaje adecuadas para enfrentar esta diversidad social que tienen nuestros alumnos y no estamos encontrando las estrategias pedagógicas adecuadas para enfrentar los problemas de educabilidad que tienen los alumnos que vienen de familias que viven en condiciones de pobreza extrema, de desocupados, de familias que están viviendo situaciones de anomia desde el punto de vista del funcionamiento personal, por la desestructuración que existe en términos culturales”.
Retomando lo explicitado en la fundamentación teórica, los docentes hoy en las aulas se encuentran con una población
100% heterogénea, muchos alumnos provienen de contextos totalmente desfavorables, requieren de múltiples ofertas educativas, a lo que el docente sólo no puede dar respuesta, por un lado por una formación en prácticas homogeneizantes y, por otro lado, por la no existencia de recursos institucionales para dar respuestas a las demandas de los alumnos.
Frente a esta problemática muchos docentes se refugian en la estandarización como práctica que da seguridad. “la estandarización significa concentración del poder en las burocracias, restringe la profesionalidad de los docentes y socava la autonomía. Y además en realidad, alimenta la exclusión, porque no es posible que todos los alumnos alcancen los estándares. La estandarización significa uniformidad en el currículum, un currículum enfocado no en crear conocimiento, sino centrado en contenidos que puedan ser reproducidos y que en la práctica se concreta en la administración de muchas y toscas pruebas de evaluación sobre matemática y lengua básicas. Lo que los chicos encuentran allí son factores de desconocimiento y unos criterios homogéneos de rendimiento”
Edgar Morin menciona, en muchas de sus obras, que estamos inmersos en un mundo complejo, donde debemos aprender a convivir con la incertidumbre.
El considera que navegamos en un mar de incertidumbres con islotes de certezas. Como educadores ¿estamos preparados para convivir y enseñar con la incertidumbre, cuando nos formaron para esgrimir las banderas de la certeza?
Andy Hargreaves se refiere a esta realidad: “Frente a esa tensión imaginaba dos posibilidades: una era que las escuelas, los maestros y los sistemas educativos fueran capaces de reorganizarse para poder lidiar con esa complejidad; la otra posibilidad era que prevaleciera el temor a la complejidad y a la diversidad y se respondiera tratando de controlar todo, cayendo aún más en la estandarización.
Esta segunda posibilidad era muy factible porque es natural que en la incertidumbre busquemos la seguridad de lo conocido; por ejemplo, volvemos a la seguridad de las cosas que pensamos nos hicieron sentir seguros cuando éramos niños, la clase de escuelas que recordamos, la clase de conocimiento que adquirimos.
En este sentido la incertidumbre puede ser una enemiga del cambio”. Este temor a la complejidad esta latente y se manifiesta en todas las interacciones de los docentes con sus alumnos, con los padres, en las jornadas institucionales. Permanentemente, desde el discurso y también desde las
prácticas se busca la estandarización que da seguridad, que reduce el temor a la complejidad.
Estos discursos no son explicitados y analizados por los docentes que los emiten, parten del sentido común y se mantienen en las sombras del inconsciente colectivo hasta que surgen con más fuerza cuando las instituciones navegan en el mar de incertidumbre, sin poder arribar a los islotes de certeza.
Conclusión:
“Las escuelas en contextos democráticos necesitan ser comunidades, necesitan ser
inclusivas, constituirse en lugares donde los maestros comprenden a sus alumnos y se relacionan con ellos de modo tal que todos accedan al conocimiento, y donde no sólo atienden a un tipo de alumno en particular, los mejores o los más inteligentes, sino a todos”.
¿Podrá la transformación educativa contribuir a generar sociedades más equitativas con una mayor integración social, con igualdad de oportunidades para todos sus integrantes y con capacidad de superar la reproducción social de la pobreza? ¿Será la transformación educativa capaz de contribuir a educar alumnos que sostengan y convivan en un sistema de
vida democrático?
“No es accidental que las reformas educativas en los veinte años pasados se hayan enfocado a la descentralización, la privatización, la reforma del plan de estudios, nuevas pedagogías y la participación de los padres.
Éstas son reformas relativamente baratas, generan una gran energía y satisfacen las demandas políticas de que algo debe hacerse para mejorar la educación. Desde luego, lo único que ellos no hacen es mejorar el bienestar de los niños que necesitan mayor ayuda. No quiero decir que estas
reformas son parte de una conspiración para evitar el verdadero cambio, pero a no ser que se ejerza presión política para hacer algunos cambios significativos, una mayor equidad educativa es posible, pero no de manera que cause mayor equidad económica y social.”
Retomando la cita inicial: “las reformas educativas son grandes procesos sociales y comunicativos cuyo éxito se garantiza con la participación de todos los actores involucrados” se puede afirmar que todo proceso de reforma requiere del compromiso real y la participación de gremios, docentes, padres, organizaciones gubernamentales y las no gubernamentales, no para obstaculizar sino para acompañar, resignificar, gestionar, decidir, deconstruir y reconstruir, colaborar, centrando la mirada en el proceso educativo.
“Hemos aprendido mucho acerca del cambio y una de las cosas más importantes que aprendimos tiene que ver con que el cambio no se realiza de manera individual sino de manera colegiada y colaborativa. En una economía de conocimiento creativo, lo que más promueve el cambio positivo y lo que puede beneficiar a todos los alumnos es lo que se ha dado en llamar las “comunidades de aprendizaje profesional”(…) lo primero en una comunidad de aprendizaje profesional es la
cultura de colaboración y la estructura que sostiene la colaboración: tiempo y expectativas.
Segundo, la mayor parte de esta colaboración se concentra en la enseñanza y el aprendizaje y en cómo mejorarlos: el foco es el proceso educativo en la realidad del aula. De manera que las comunidades de aprendizaje profesional son espacios donde los docentes y otras personas se encuentran para pensar cómo mejorar la enseñanza y el aprendizaje en las clases” Fullan llama a estas comunidades “escuelas en movimiento” donde se generan relaciones de interdependencia basadas en una cultura cooperativa.
La misión del docente, en la actualidad, es aprender a religar y a problematizar, “…partir del ser humano, mostrándolo bajo sus aspectos biológicos, psicológicos, sociales, etc. Así podría acceder a las disciplinas, siempre manteniendo el lazo humano, y desprendiendo de ellas la unidad compleja del hombre”.
La misión del docente es recuperar la fe en la cultura, el espíritu humano y enseñar con amor al conocimiento y a los alumnos, con el fin de reconocer nuestro lugar en el universo.
“El amor origina la profesión pedagógica, la verdadera misión del educador” .
Bibliografía: FULLAN, M. y HARGREAVES, A.
¿Hay algo por lo que merezca la pena luchar en la escuela?
CHAVEZ RODRIGUEZ.
Actualidad de las tendencias educativas. HARGREAVES, Andy
El cambio educativo: entre la inseguridad
y la comunidad.
LA BÚSQUEDA DE LA IGUALDAD A TRAVÉS DE LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS: AL-
CANCES Y LÍMITES
Revista Electrónica Iberoamericana sobre Ca-
lidad, Eficacia y Cambio en Educación. Vol. 3, No. 2, pp. 1-14. 11
Ley de Educación Nacional Nº 26.206 MORIN, Edgar
“Articular los saberes” Pág.65 SERRA, Silvia (2003)
Infancias y adolescencias: la pregunta por la
educación
en
los
limites
del
recurso
pedagógico, Articulo: Revista Ensayos y Experiencias Nº 50.Novedades educativas.
TEDESCO, JUAN CARLOS
Economía
políticas
de
educativas en América Latina
las
reformas
Jornada Extendida: Repensar los tiempos Escolares. La
discusión sobre el tiempo escolar está más viva que nunca en todo el mundo, pero lastimosamente centrada, como ha sido tradición, en el eje lineal más/menos.
En este texto buscamos mostrar que el asunto es bastante más complejo y ratificar lo que debería ser ya a estas alturas conocimiento corriente en el campo educativo: más tiempo, por sí mismo, no necesariamente mejora nada.
Si pudiéramos partir de cero, ¿Cómo habría que distribuir el tiempo escolar a lo largo del año y del día? ¿Cuánto debería durar cada clase y cuánto los recreos? ¿Cuánto deberían durar las vacaciones y cómo deberían distribuirse a lo largo del año escolar? ¿Tiempo solo en la escuela o también en la casa? ¿Tiempo para qué y por qué razones? ¿Quién debe decidir: los administradores, los profesores, los padres de familia, los alumnos, todos ellos? ¿Con qué criterios?
Lo cierto es que en este terreno, los argumentos suelen ser muy dispares, como dispares son los intereses de cada uno de estos grupos.
Quien cree que la temporalidad escolar convencional - cinco días a la semana, nueve o diez meses de clases, dos meses de vacaciones al final - es la única existente, está muy equivocado-.
Hay diferencias muy grandes entre países en cuanto al número obligatorio de días y horas de enseñanza al año, a la semana y al día, y a la organización del calendario y la jornada escolares.
Las "escuelas de doce meses" (Year-Round Education) tienen su propia asociación y constituyen un movimiento en EE.UU. Hay países o programas en los que las vacaciones finales duran un mes y hasta menos. El año escolar se divide en trimestres, quimestres o semestres, con períodos de descanso entre uno y otro. El caso de España es peculiar: es el país de Europa con menos días lectivos (175) y más vacaciones al año, pero con más horas de clase.
En varios países y programas, la semana escolar dura no cinco sino seis días, o bien cuatro y hasta tres. La jornada diaria puede tener mayor o menor carga horaria, más o menos intervalos de recreo y descanso, e incluir o no desayuno o almuerzo en la escuela.
Millones de escuelas en el mundo - sobre todo en los "países en desarrollo" - tienen dos, tres o más turnos diarios, debido a limitaciones de espacio o bien a fin de aprovechar al máximo las instalaciones.
Organizar varios turnos, aún a costa de reducir la duración de la jornada escolar, fue una recomendación de política del Banco Mundial a los "países en desarrollo" a partir de los 1990s.
Francia optó en 2008 por una semana escolar de cuatro días.
Alemania, en cambio, instaló en
2003 la jornada escolar extendida.
La jornada de tiempo completo es una aspiración y una tendencia actual en muchos países latinoamericanos, especialmente para la educación primaria o básica, por ejemplo en Chile (establecida desde fines de 1990), Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela y México.
En España, donde dominaba tradicionalmente la jornada partida (clases mañana y tarde), hoy se impone la jornada continua (o jornada intensiva, clases solo a la mañana), preferida por los docentes y empujada por las administraciones y por la crisis.
Hay programas en los que, a fin de adecuarse a las posibilidades de las familias más pobres, la escuela funciona tres horas al día, seis días a la semana, once meses al año (por ejemplo, las "escuelas primarias no-formales" del BRAC en Bangladesh, reconocidas y premiadas a nivel mundial).
Ese horario reducido facilita el acceso escolar a familias que, de otro modo, no podrían enviar a sus hijos (y sobre todo a sus hijas) a la escuela.
Al contrario de lo que podría creerse, con estos horarios reducidos y calendarios extendidos logran en muchos casos no sólo resultados similares sino superiores a los de los planteles con más tiempo escolar, con horarios y calendarios convencio¬nales (por ejemplo, las mismas escuelas del BRAC).
La Pedagogía de la Alternancia, surgida en 1935 en Francia como una alternativa escolar para las
zonas rurales, se ha extendido en el mundo como un sistema altamente innovador que pone patas arriba muchos esquemas considerados intocables en los sistemas escolares, entre ellos la organización del espacio y del tiempo.
El sistema funciona con períodos alternados de una o dos semanas en la escuela - con régimen de internado - y una o dos semanas en la familia.
Los estudiantes llevan trabajo netamente escolar a sus casas, fundamentalmente investigación que deben hacer en su comunidad; los profesores les visitan y revisan el trabajo a domicilio. Un modo radicalmente distinto de pensar no solo el calendario escolar sino la organización escolar, el currículo y la pedagogía.
Una larga vacación es generalmente deseada por los profesores pero tiene muchos inconvenientes para las familias y los alumnos. Todos, incluidos los profesores, requieren cortar, cada tanto, con sus respectivas obligaciones escolares. No obstante, es necesario distribuir mejor y hasta diferenciadamente ese descanso, teniendo en cuenta múltiples actores, ángulos y factores.
Para las familias pobres, cada día sin escuela significa muchas veces día de encierro de los hijos pues no tienen con quién dejarlos, o día sin alimentación y otros servicios sociales provistos por la escuela. Una vacación prolongada, en general, no es aconsejable ni desde el punto de vista cognitivo ni desde el punto de vista afectivo y emocio-
nal. No sólo para los alumnos sino también para profesores y familias. Y no solo para el sistema escolar sino para toda la sociedad, cuyos ritmos están organizados, en buena medida, en torno a los ritmos escolares.
Uno de los ámbitos más difíciles de cambiar es la propia concepción del horario escolar. Segmentar el conocimiento y el aprendizaje en pequeñas dosis de 40 ó 45 minutos de clase es un absurdo desde todo punto de vista. Lo es desde el punto de vista curricular (la clásica segmentación del conocimiento en asignaturas o materias, que a menudo no se r elacionan entre sí, igual que los profesores a cargo de dictarlas), y también desde el punto de vista pedagógico.
Pocas son las instituciones escolares, y menos aún los programas y las políticas, que se atreven a una revolución genuina y profunda de los horarios escolares convencionales.
El mundo moderno, con sus múltiples crisis y amenazas, y con sus desarrollos tecnológicos, plantea nuevas razones para repensar los tiempos escolares.
Existe una epidemia mundial de déficit de sueño, como la califica la Asociación Mundial de Medicina del Sueño. Para ahorrar energía, algunos países (por ejemplo Japón) han empezado a reorganizar el horario escolar a fin de reducir el consumo de calefactores o aires acondicionados en los establecimientos así como racionalizar el transporte de y hacia el hogar.
El cambio climático, con sus drásticos cambios de clima y temperatura, está obligando a repensar horarios y períodos de estancia en la escuela.
Los congestionamientos de tráfico en muchas ciudades fuerzan a imaginar alternativas que cuando menos reduzcan en los días específicos y en horas pico la congestión adicional ocasionada por la actividad escolar.
Otros asuntos a tener en cuenta son la polución, la creciente inseguridad, la necesidad de aprovechar la infraestructura escolar para la educación de adultos o la educación comunitaria, etc. Es pues hora de repensar los tiempos escolares, componente indispensable de la reforma educativa.
No simplemente en términos de más o menos, sino de diferente. Abundantes investigaciones y evaluaciones a nivel internacional, incluida la prueba PISA, muestran que más tiempo dedicado a la enseñanza o al estudio no siempre ni necesariamente equivale a mejor educación y a mejores resultados académicos; importa mucho cómo se usa y distribuye el tiempo disponible.
Finlandia, modelo educativo a nivel mundial, y entre las top de las pruebas PISA, tiene menos años de escolaridad obligatoria, menos días y horas de clase al año, menos tareas escolares, clases más cortas y más tiempo de recreo que sus 'pares' (los países de la OCDE).
Al otro extremo, países del Sudeste asiático como Corea del Sur o Singapur, también ubicados en los primeros lugares de PISA, cultivan la competencia y el máximo tiempo de estudio (después de la jornada escolar, la mayoría de alumnos asiste a clases particulares de refuerzo), logrando con ello no solo altos rendimientos escolares sino también altos niveles de agotamiento, depresión y suicidio entre adolescentes y jóvenes.
Enseñar y aprender requieren motivación, interés, esfuerzo, comprensión, sistematicidad, regularidad, (auto) disciplina.
Es difícil conseguir todo esto con currículos y horarios recargados, jornadas agotadoras o largas vacaciones anuales que paralizan al sistema escolar durante varias semanas y hasta meses.
Y es muy difícil satisfacer a todos, conciliando intereses y agendas encontradas: profesores y alumnos por lo general reclamando menos tiempo escolar y padres de familia reclamando más.
Todos ellos, y la sociedad en su conjunto, deben acordar y poner en marcha los reacomodos necesarios y diversificados en cada caso para poner al aparato escolar - incluidas la educación inicial y la superior - genuinamente al servicio de los alumnos, del aprendizaje y de la calidad de la enseñanza. Fuente:
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