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¿Cuáles son las Obras de la ley? Hay quienes dicen que si usted trata de vivir según los 10 mandamientos está participando en las “obras de la ley” y por lo tanto está bajo maldición (cf. Gálatas 3:10). ¿Cuáles con las obras de la ley y por qué Pablo las relaciona con estar bajo la maldición de la ley? La clave para entenderlo radica en analizar lo que dice Gálatas 2:16. Aquí Pablo aclara que lo que está bajo discusión es cómo llegamos a ser justificados y somos perdonados ante los ojos de Dios. Si usted y yo pudiéramos estar en armonía con Dios por nuestras propias acciones, cualesquiera que sean esas acciones, entonces el sacrificio de Cristo no sería necesario (Gálatas 2:21). La idea de que el hombre puede justificarse a sí mismo por sus propios esfuerzos realmente va en contra de la esencia del mensaje del evangelio. En años recientes se ha arrojado más luz sobre esta frase usada por Pablo en Romanos y en Gálatas. Traducciones recientes de los rollos del Mar Muerto muestran que la expresión “las obras de la ley” fue usada en la comunidad judía del primer siglo para referirse a los esfuerzos humanos realizados con el fin de estar en una buena posición delante de Dios. Esto con frecuencia involucraba el tipo de rituales de pureza que tanto resaltaban los fariseos. Finalmente, la cuestión de las obras de la ley tenía que ver con lograr acceso a Dios y mantenerse en una posición justa delante de Él. Usted y yo jamás podremos lavar nuestros propios pecados por ningún ritual o ceremonia ni obtener una buena posición ante Dios por nuestros propios esfuerzos. Sin embargo, si estamos realmente convertidos, entonces Jesucristo vivirá su vida en nosotros (Gálatas 2:20) y será cada vez más como la vida que Él vivió en la Tierra casi 2.000 años atrás (Hebreos 13:8). Fue una vida totalmente dedicada a la voluntad del Padre (Juan 5:30) y ciertamente incluye la práctica de los Diez Mandamientos, no solo en la letra sino también en todo su espíritu e intención.

¿Cuál es la Maldición de la ley? En Gálatas 3:13, se nos dice que: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley”. Algunos sugieren que la obediencia a la ley es una maldición y que este versículo significa que ya no tenemos que esforzarnos más por tratar de guardar los 10 mandamientos. Ellos razonan que Cristo guardó los 10 mandamientos y entonces los cristianos no tienen que hacerlo. ¿Es correcto esto?


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