El 2018 fue un año como otros, muy marcado por movimientos sociales, huelgas, paros en diversos países, precisamente por políticas de gobiernos que atentan contra los derechos de la clase trabajadora, derechos de las mujeres, de estudiantes, en general la clase popular. Colombia, Brasil, Argentina, Costa Rica, Honduras son solo uno de los países que han venido teniendo enfrentamientos y reclamos ante los gobiernos precisamente por estas fuerzas, con la intención de frenar decisiones y ante esto, las políticas antisindicales han sido cada vez más fuertes.
Otra situación que produce un efecto en la educación pública y en la sociedad en general, ha sido la situación de migración forzada en la región, especialmente en Centroamérica donde miles de personas siguen migrando hacia el norte como forma de sobrevivencia, ante esto los Estados que se ven involucrados no contemplan la magnitud del problema, y muchas de las personas afectadas son niñas, niños y jóvenes que deben emigrar igualmente forzados y forzadas.