FUTURO IMPERFECTO
Sumario
04 “Si quemas libros no puedes ser parte de una civilización”
\\ Biografía \\ Obras
06 Los libros más censurados de la historia
\\ Apertura de nota principal
08 Fahrenheit 451
\\ Breve reseña
09 Entrevista a Ray Bradbury
\\ La desinformación en la Argentina
10 Glosario
\\ Distropía
Si quemas libros no puedes ser parte de una civilización. Estas son algunas de las conexiones que Bradbury encuentra constantemente entre sus obras y sucesos que lo marcaron en el pasado. “En ocaciones, escribo sin pensar demasiado, incluso en total oscuridad, y dejo que mi propio subconciente me sorprenda”
A los 8 años de edad sufre la pérdida de su amiga Tally, que se ahoga en las aguas del lago Michigan. Ellos solían jugar durante todo el verano construyendo castillos de arena juntos.
1928
1932
NOVELAS DISTRÓPICAS MÁS RELEVANTES • • • •
Aprendió a leer a los 3 años, mirando historietas Buck Rogers y Tarzán. Siguió enamorándose de la lectura con las aventuras de Julio Verne y Conan Doyle, y en poco tiempo ya estaba escribiendo sus propias fantasías. Quedó fascinado por el espacio desde el día en que pudo divisar al planeta Marte con un telescopio. Recuerda ese día con ternura: “Oh, Marte. Llévame a casa”.
Marte
Infancia
1920
LA GRAN DEPRESIÓN
Tally
Ray Douglas Bradbury nació el 22 de Agosto de 1920 en Waukegan, llinois. Era el tercer hijo de Leonard Spaulding Bradbury y Esther Marie Moberg Bradbury. Por el otoño de 1926 la familia del joven Ray se mudó de Waukegan, Illinois a Tucson, Arizona, sólo para volver a Waukegan en mayo de 1927. En el año 1931 empezó escribiendo sus propias historias. En 1932, después de que su padre dejó su trabajo como instalador de líneas telefónicas, la familia de Bradbury se mudó de nuevo a Tucson y otra vez volvió a Waukegan el año siguiente. En 1934, durante la Gran Depresión la familia se mudó a Los Ángeles, California.
Nosotros (Evgeny Zamiatin, 1924) • Un mundo feliz (Aldous Huxley, 1932). • Rebelión en la granja (George Orwell, 1945). • 1984 (George Orwell, 1949).
Fahrenheit 451 (Ray Bradbury, 1953). La naranja mecánica (Anthony Burgess, 1962) Blade Runner (Philip K. Dick, 1968).
NOVELAS • • • • • • • • • • •
RECOPILACIONES DE RELATOS
Fahrenheit 451 (1953). El vino del estío (1957). La feria de las tinieblas (1962). El árbol de las brujas (1972). La muerte es un asunto solitario (1985). Cementerio para lunáticos (1990). El ruido de un Trueno (1990). Sombras verdes, ballena blanca (1992). Matemos todos a Constance (2004). El verano de la despedida (2006). Ahora y siempre (2009).
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Crónicas marcianas (1950). El hombre ilustrado (1951). Las doradas manzanas del sol (1953). El país de octubre (1955). Icarus Montgolfier Wright (1956). Remedio para melancólicos (1960). Las maquinarias de la alegría (1964). Fantasmas de lo nuevo (1969). Mucho después de medianoche (1974, 1975). Cuentos de dinosaurios (1983). Memoria de crímenes (1984). El convector Toynbee (1988). La bruja de abril y otros cuentos (1994). Más rápido que el ojo (1996). A Ciegas (1997). De la ceniza volverás (2001). Algo más en el equipaje (2003). El signo del gato (2005).
1935 Quema de libros en las calles de Berlín
El Lago
1950
1944 “Recuerdo el momento exacto en el que supe que sería escritor. Fué el día que entre lágrimas escribí El lago”.
Los relatos carecen de una línea argumental lineal fija, pero la referencia contextual y temporal es la misma en todos ellos. Narra la llegada a Marte y la colonización del planeta por parte de los humanos, que provoca la caída de la civilización marciana y la extinción de sus habitantes. Abunda en descripciones poéticas y melancólicas de Marte y los marcianos, y de la sociedad estadounidense en la época de Bradbury. Si bien el libro se titula Crónicas marcianas, en él se tratan temas perennes de toda la humanidad: la guerra y el impulso autodestructivo del hombre, el racismo, y la pequeñez del hombre ante la naturaleza y el universo.
Fahrenheit 451
LA GUERRA FRÍA / CARRERA ESPACIAL
Crónicas marcianas
2º GUERRA MUNDIAL
1953 En la sociedad imaginada por la novela, de carácter distópico, los bomberos tienen la misión de quemar libros ya que, según su gobierno, leer impide ser felices porque llena de angustia; al leer, los hombres empiezan a ser diferentes cuando deben ser iguales, el cual es el objetivo del gobierno, que vela por que los ciudadanos sean felices para que así no cuestionen sus acciones y los ciudadanos rindan en sus labores. El término “Fahrenheit 451” hace referencia a la temperatura a la que el papel de los libros se inflama (equivale a 233º C).
Los libros mรกs censurados de la historia.
Todos sabemos que desde el principio de los tiempos los libros han sido una fuente de preocupación para el poder, en cualquiera de sus formas. El peligro del pensamiento propio, el riesgo de las nuevas ideas, la posibilidad de la revolución y la mecha de la disconformidad eran algunos factores que impulsaron a lo largo de los siglos a la quema, recorte y prohibición de múltiples obras. Desde la propia Mesopotamia, en la que determinadas tablillas eran destruidas por ser consideradas impías, impropias o incendiarias, hasta nuestro propio siglo XXI, en el que la historia de dos pingüinos macho que adoptan una cría es rechazada por libreros estadounidenses y Harry Potter es acusado de satanismo, los
libros han sido maltratados por considerarse peligrosos de una forma u otra. Por supuesto contamos con la famosa lista Index Librorum Prohibitorum et Expurgatorum de la Santa Madre Iglesia (si bien no se ha renovado desde 1966), pero a día de hoy se mueve en numerosos círculos el famoso índice de libros del Opus Dei, puntuados por peligrosidad del 1 al 6, desde válido hasta para niños a mejor consulte a su director espiritual antes de leer esta bazofia. A continuación vamos a enumerar algunos de los libros que más han dado que hablar y que más han movilizado a dirigentes políticos y religiosos, comunidades de madres preocupadas y otros conservadores en general:
1984, de George Orwell. Todo un clásico en el farragoso terreno de la paradoja: Un libro que trata de la censura que es censurado. Hoy en día todavía provoca dolores de cabeza a los sectores más retrógrados, debido a su talante pro-comunista y su contenido sexualmente explícito.
Los versos satánicos, de Salman Rushdie. Suficiente como para que se emitiera una falta contra el escritor de origen indio. El libro fue prohibido en su país natal y en su país de residencia, Inglaterra, además de ser quemado en diversas manifestaciones públicas de grupos islámicos extremistas.
Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, obra prohibida en algunos colegios estadounidenses: una obra que trata de la quema de libros, de la prohibición del libro, es prohibida. Curiosamente, una de las razones por las que se ha prohibido esta obra entre católicos conservadores es que, al parecer, aboga por la quema de libros, entre ellos la Biblia. Obviamente algunas personas no se leen los libros antes de vetarlos.
Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchell. Aunque nos parezca increíble, en su momento la novela atrajo numerosas quejas debido a su uso de las palabras damn (maldita sea) y whore (puta). Tampoco gustaba que la protagonista se casara más de una vez. Nada que nuestros niños no vean en los anuncios de la tele ahora, pero en 1936 hizo arquearse más de una ceja. Recientemente la novela ha suscitado reproches una vez más, pero
Fahrenheit 451 Breve reseña del libro
Montag es un bombero. En la sociedad imaginada por la novela, de carácter distópico, los bomberos tienen la misión de quemar libros ya que, según su gobierno, leer impide ser felices porque llena de angustia; al leer, los hombres empiezan a ser diferentes cuando deben ser iguales, el cual es el objetivo del gobierno, que vela por que los ciudadanos sean felices para que así no cuestionen sus acciones y los ciudadanos rindan en sus labores. Al principio de la novela el país de Montag (Estados Unidos) esta al borde de la guerra. Montag conoce a una muchacha llamada Clarisse, que es señalada de loca por pensar. Ella cuenta que a ella y a su familia los tachan de “antisociales” porque formulan preguntas, en lugar de que su entorno las pregunte y las respondan ellos mismos. Es esa joven la que empieza a generar en Montag la duda sobre si verdaderamente es feliz además de ejercer en el otro efecto, que despierta la curiosidad de Montag acerca de pensar. El jefe de Montag, Beatty, le dice que los libros sólo sirven para hacer sentir mal a las personas. Es un hombre astuto que sigue los ideales utópicos del gobierno, confiando plenamente en el sistema que rige a toda la sociedad. Montag acude a un incendio en el que había que quemar una casa de una mujer anciana que tenía una biblioteca. Antes de echar el petróleo, Montag toma un libro y se lo lleva escondido. La vieja no sólo se rehúsa salir de su casa, sino que es ella misma quien le prende fuego con una cerilla, pues ella piensa que es mejor morir con sus libros que vivir en la ignorancia. Esto impacta más a Montag y le hace pensar en cuanto han de valer los ideales por los que lucha aquella gente, cosa que evidentemente aumenta su curiosidad. Su esposa, Mildred, ha sido manipulada desde siempre por los ideales que el gobierno ha planteado en los ciudadanos, así como Montag, hasta que conoció a Clarisse. Montag se acuerda de un viejo que conoció en el parque, un profesor de literatura llamado Faber. Como Montag tenía una colección de libros escondida, fruto de una curiosidad que había
por corrección política, por su inherente racismo y el uso de la palabra nigger, con connotaciones claramente despectivas. Razones parecidas impulsaron a algunos colegios a eliminar de su lista de lectura obras como La cabaña del Tío Tom, Matar a un ruiseñor o Las aventuras de Huckleberry Finn.
taron que esto ponía al mismo nivel a animales y seres humanos, y que por tanto era inaceptable.
Belleza negra, de Anna Sewell. Otro caso curioso de censores mal informados. Un clásico de la literatura juvenil anglosajona, la obra fue prohibida en Sudáfrica durante la época del apartheid, ya que Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis un censor relacionó las palabras belleza negra con Carroll. Resulta que en la provincia china de Hu- algún tipo de tratado sobre los derechos de la ponan la obra fue prohibida en 1931 porque contenía blación negra, sin saber que lo que reivindicaba el animales que hablaban. Las autoridades argumen- libro eran los derechos de los animales.
incrementado desde ese encuentro, se lleva un ejemplar de la Biblia, como carnada para Faber. Le plantea al viejo profesor la necesidad de luchar para que los libros permanezcan sobre la ignorancia. Diseñan un plan entre los dos para cumplir este objetivo. Faber planea contactar con un impresor desempleado y con varios académicos exiliados amigos de él. Le da a Montag un dispositivo para que se puedan mantener comunicados y sigan diseñando el plan, además de las ansias de Faber de oír los argumentos que ofrece Beatty. Al llegar a su casa, Montag encuentra a Mildred y a unas amigas hablando con la “familia”. Molesto por su ignorancia y por ver que son incapaces de dar cariño incluso a sus maridos e hijos, saca un libro de poemas y lee uno. Una de las amigas se pone a llorar y otra se enoja con él. Faber le reprocha por haber hecho esto, ya que lo considera un error y una gran imprudencia. Suena un aviso de alarma y marchan a atenderla. Cuando llegan al lugar Montag ve horrorizado que es su propia casa. Al llegar, sale Mildred corriendo y se va en un taxi. Mildred le revela a Montag que fue ella quien hizo la denuncia, pero que sus amigas ya habían hecho otra. Le ordena quemar él mismo la casa junto con los libros. Beatty empieza a golpear y a provocar a Montag y cuando se da cuenta del dispositivo con el que Montag se comunicaba con Faber lo destruye y jura ir en busca de Faber. Enfurecido, Montag quema vivo a Beatty con el lanzallamas. Montag huye. A pesar de que se había organizado una intensa búsqueda por parte de las autoridades, Montag logra escapar al bosque, dando con un grupo de personas llamados hombres libro, que resultan ser académicos dirigidos por un hombre llamado Granger. Granger le cuenta que la misión de ellos es ir por los bosques, teniendo conocimiento de los libros y memorizarlos para transmitirlos oralmente y así, un día, poder imprimirlos.
Entrevista a Ray Bradbury - ¿Continúa sin ordenador? - No lo necesito, ni yo ni mucha gente. Depende, claro, de lo que uno haga. Hace 60 años que uso la máquina de escribir. Tengo tanto entrenamiento que puedo escribir sin errores, incluso puedo hacerlo en la oscuridad. Escribí una novela en la oscuridad una noche en París, mientras mi esposa Maggi dormía. Trabajé sin encender la luz. Cuando amaneció, había terminado la novela.
- Ordenadores, Internet, e-mail. ¿Es un proceso imparable? - No lo sé. Hace dos años hablé con un grupo de técnicos de la industria cinematográfica. Se proyectaron, antes de la charla, películas actuales de ciencia ficción. Advertí que son todo efectos especiales. No hay trama. Lo bombardean a uno con una explosión tras otra y lo hacen viajar por el espacio. Pero son fuegos de artificio. Maravillosos, sí, pero fuegos de artificio al fin.
-¿Nunca tuvo un ordenador personal? - Me regalaron uno hace cosa de diez años, pero cometía errores y luego los tenía que corregir. Yo no cometo errores cuando escribo con la máquina eléctrica. Las teclas del ordenador son tan sensibles al tacto que uno suspira y, ya está, ha cometido un error. Qué quiere que le diga. Me gusta el papel... Adoro mi IBM eléctrica. Además, los ordenadores son diez veces más caros que las máquinas de escribir.
- ¿Qué opina de la biotecnología y concretamente de la clonación? - Bueno, lo importante de la biotecnología es que por medio de ella se logre combatir y vencer enfermedades como el mal de Alzheimer. Eso sería extraordinario. Ahí es distinto, pero ¿la clonación de seres humanos porque sí, por repetir el modelo? No, en absoluto.
- ¿Cómo imagina el futuro un escritor de ciencia ficción como usted? - Vamos a volver a la Luna, lo que es la mejor noticia, y también vamos a ir - ¿No cree, sin embargo, que son avances que nos pueden mejorar la vida? a Marte. Ojalá esté yo vivo para verlo. Me gustaría que el Gobierno se cues- Mire, ni Internet ni los ordenadores son malos en sí mismos, lo que sí tionara por qué no volvimos a la Luna. No debimos haberla dejado nunca. puede ser malo es el uso que uno hace de ellos. Para mí, es la gente la que tiene que decir cuál es la función de la tecnología en su vida, cómo va a usarla... Mucho de esto está orientado al consumidor varón, al macho... Más grande o más joven, el hombre gusta de jugar con juguetes. Internet y los ordenadores son juguetes, pero fíjese que no les gustan a las mujeres, porque las mujeres tienen más sentido común para estas cosas. No se les ocurre perder el tiempo con estas cosas... No es la máquina la que escribe. Es esto (señala su cabeza), la mente.
La desinformación en la Argentina
- Pero no se puede negar que Internet nos permite estar mejor comunicados... - Tenemos demasiadas comunicaciones, estamos demasiado comunicados. ¿Con cuánta gente quiere usted estar conectada? ¿Cuántos amigos de verdad tiene? ¿Cuatro? ¿Cinco? ¿Por qué se quiere estar en contacto con todo el mundo? Yo creo en el contacto humano. - ¿Tampoco rescata la red como herramienta para investigar, para universidades, escuelas, bibliotecas? - Sí, para investigadores me parece fantástico. Pero el ciudadano medio no es investigador, para él no es de primera necesidad. - ¿Cree que vamos hacia un mundo sin libros, como en “Fahrenheit”, donde se quemaba todo lo escrito en papel? - Yo soy un loco de las bibliotecas, pero mi padre y mi madre las visitaban de vez en cuando. Tengo tres hijas que leen libros y otra que no lee nada. Que alguien me explique eso. ¿De dónde viene? ¿Está emparentada conmigo? Nuestra curiosidad por las cosas es un misterio y eso me hace tener esperanzas de que las bibliotecas no desaparecerán. Lo que pasa es que ahora estamos sometidos a un bombardeo tecnológico: ¡Oh, sí! Tengo que tener esto o aquello. Internet, un nuevo ordenador. ¡Cada día es Navidad!
Bernardo Neustadt, Felipe Massera y Mariano Grondona.
Para muchos, Bernardo Neustadt es el mayor de los sirvientes de los dictadores. Dirigía las revistas Extra y Creer, saltaba de una a otra radio estatal y luego a Canal Trece (en manos de los marinos) o al Once (en manos de los pilotos), para vociferar ante los argentinos que estábamos en el mejor de los - ¿Qué papel tiene la televisión en todo esto? - Mire, lo que los chicos ven por televisión depende de los padres. Hay mundos. El programa se llamaba “Tiempo Nuevo” canales buenos y canales malos. Pero son los padres los que deben ase- y tenía, además de la música de Piazzola, el sello de un acompañante que por entonces la jugaba de gurarse de que los chicos estén frente al canal correcto y no frente a uno segundón: Mariano Grondona. Neustadt elogiaba lleno de noticias de violencia sexual, homicidios y accidentes. a Videla, a Viola, a Galtieri (una de sus entrevistas fue en el despacho del general, para sonreír con él - Veo que da mucha importancia al entorno familiar... por aquella frase de “las urnas están bien guar- Mucha. Seguramente usted, como yo, fue criada en una buena familia, y dadas”) y a cuanto uniforme verde se le cruzara nuestro comportamiento depende de cómo intentemos complacer a nues- en el programa. Fue impecable en su ignorancia y tros padres. Si ellos son buenos ejemplos, antes de hacer algo uno se cues- en su mentira. Ni siquiera en la guerra de Malvinas tionará si está bien o si está mal, según lo que ha aprendido de ellos, más calló su ultraoficialismo y comandó el lote de ani-
males que gritaban “estamos ganando, estamos ganando” mientras los soldados morían. Grondona la jugó de copiloto de Neustadt en la televisión estatal de los militares. Pero el sostén que les brindaba, con quienes compartía ideología y crímenes desde los ‘60, se concretaba en las revistas Carta Política y en diversos diarios. En alguno de ellos (El Cronista Comercial) usaba el sinónimo de Guicciardini. Para Grondona, apoyar a los dictadores era cuestión de piel. Profesor de la Escuela de Guerra, abrazador oficial de Martínez de Hoz y de los liberales, su catedrática pluma lanzaba párrafos como estos: “Nuestra revolución consiste nada menos que en la aparición de un orden en medio del desorden (...). Sólo los que han bebido hasta el fondo el cáliz del desorden sabrán apreciarla”.
allá de que estén vivos o muertos. Es positivo que uno tenga influencia de gente que aprecia. Fue algo glorioso para nosotros. Aquella noche, cuando el hombre pisó la Luna, toda la gente en este país, en su país, en todo el mundo, levantó los - ¿Compraría un libro por Internet? ojos hacia el cielo, miró la Luna y dijo: ¡Oh Dios, lo logramos! Somos libres - Si uno quiere comprar un libro clásico, uno de William Faulkner o de de la gravedad, libres de andar por el universo. Nuestro destino no es estar Ernest Hemingway, lo veo bien, sí. Uno sabe qué está comprando. Conoce solamente aquí en la Tierra.-¿Cuál sería entonces? esas obras, ya las ha visto. Pero si uno quiere comprar un libro nuevo, que no conoce, sería muy tonto recurrir a Internet. Uno tiene que ir a la libre- - ¿Para qué hemos nacido? ría, tomar el libro entre sus manos, leer la solapa, hojearlo. - Para mirar todo el universo, para celebrarlo. Es sencillamente pura ener- A mucha gente le entusiasma poder hacer trámites desde casa... - Pero, ¿qué le pasa a la gente que no quiere salir de su casa? - ¿Qué opina del e-mail? - Una pérdida de tiempo, un cotilleo. Si va a escribir, escriba una carta a mano o a máquina. O levante el teléfono y hable. O mande un fax. Si casi es tan rápido como el e-mail, apenas unos segundos más. Con mi hija que vive en Phoenix los fax van y vienen. Ella transcribe mis textos y los pasa por el fax. Yo hago las correcciones y le reenvío el material para que lo vuelva a mecanografiar. A veces le dicto cosas por teléfono.
gía deslumbrándonos desde el increíble cosmos. Tenemos que salir a examinarlo y colonizarlo. - ¿Cuándo podría ocurrir eso? - Podríamos hacerlo mañana, podríamos empezar mañana. Deberíamos preparar el aterrizaje en Marte, deberíamos estar yendo ahora mismo. El problema es el de siempre... los políticos, los nuestros como los vuestros, son iguales en todas partes. Ellos no sueñan. No son románticos. No advierten que el universo es mucho más grande que esto. - ¿Qué cree que estamos haciendo aquí?
- Yo concluí que el universo y billones de estrellas y la Tierra están acá para que los veamos, para que seamos testigos, para conocer todo lo que se ha logrado. Yo fui desarrollado para ver ese misterio. Si no, no tendría sentido. Tenemos que cumplir nuestro destino y volver a la Luna, y a Marte, y expandirnos, expandirnos. George Bernard Shaw, en muchos de sus ensayos y obras de teatro, habla de esa voluntad oculta, ese misterio no desvelado de estar siempre en movimiento hacia alguna parte, para hacer algo que nos lleve a ese lugar. No sabemos bien por qué. Sólo nos mueve nuestra fe.
escribí tal o cual artículo? Escribir el mejor artículo que se haya escrito hasta ese momento. - ¿Cree que, en parte, la televisión es responsable de que los chicos lean menos libros? - Todos estos inventos deberían llegar más bien tarde a la vida de los chicos. En Estados Unidos, el gran problema de la educación es que no estamos enseñando a los niños a leer y escribir intensamente. Por eso creo que los ordenadores no deberían estar permitidos antes de tener esos conocimientos.
- Conmueve su optimismo... - No, lo que soy es un individuo que trata de tener una línea de comportamiento óptima. Me gusta alentar a la gente a comportarse al máximo de sus posibilidades genéticas. Yo lo he hecho. No me quedé de brazos cruzados y sin hacer nada. De modo que al final del año, después de 365 días de creación, surge una sensación de optimismo, pero no es optimismo. Uno debe inventarse a sí mismo todos los días y no sentarse a ver cómo el mundo pasa allí delante, sin que uno participe.
- ¿Tan tarde? - Sí, deberíamos poner énfasis en enseñar a escribir y leer desde el parvulario hasta el primer grado, de tal modo que cuando el chico llega a los ocho años ya sabe leer y escribir correctamente. No se puede enseñar por ordenador. Algunos dicen que sí, pero yo pienso que no se puede. Si la televisión, Internet, el ordenador, llegan más tarde a las vidas de los chicos, habrá una generación sólida y fuerte. Esto depende de los maestros, como de los padres depende controlar que ellos lleven adelante ese - ¿Qué es la vida para usted? proceso. Estamos creando una generación de chicos estúpidos. ¿Cree que - La vida es un don y así debemos disfrutarla. Esta es una oportunidad este problema puede ser solucionado por un ordenador personal o una gloriosa. Sólo estaremos aquí una vez. Tengo la oportunidad de escribir televisión? No, yo pienso que no, esto sólo puede cambiarlo un aula con cada vez que siento que tengo un propósito. ¿Y cuál fue mi objetivo cuando lectura y escritura intensas. - ¿Qué libros recomendaría a los jóvenes para empezar a leer? - Deberían empezar por los mitos griegos, la relación entre la raza humana y los dioses cuando estos bajaban a la Tierra. La enseñanza con metáfora, el tipo de relato que uno oyó o escuchó y jamás olvidará. También pueden comenzar por buenas tiras cómicas. Para las chicas, Nancy Drew, Stevenson, ciencia ficción, los míos... El secreto es no aburrir; es encontrar libros que a uno lo atrapen y lo vuelvan lector voraz.
Distropía Una distopía, llamada también antiutopía, es una utopía perversa donde la realidad transcurre en términos opuestos a los de una sociedad ideal. El término fue acuñado como antónimo de utopía y se usa principalmente para hacer referencia a una sociedad ficticia (frecuentemente emplazada en el futuro cercano) donde las consecuencias de la manipulación y el adoctrinamiento masivo —generalmente a cargo de un Estado autoritario o totalitario— llevan al control absoluto, condicionamiento o exterminio de sus miembros bajo una fachada de benevolencia. De acuerdo al Oxford English Dictionary, el término fue acuñado a finales del siglo XIX por John Stuart Mill, quien también empleaba el sinónimo creado por Bentham, cacotopía, al mismo tiempo. Ambas palabras se basaron en el término utopía, acuñada por Tomás Moro como ou-topía o lugar que no existe, normalmente descrito en términos de una sociedad perfecta o ideal. De ahí, entonces, se deriva distopía, como una utopía negativa donde la realidad transcurre en términos antitéticos a los de una sociedad ideal. Comúnmente, la diferencia entre utopía y distopía depende del punto de vista del autor de la obra o, en algunos casos, de la recepción del propio lector, que juzgue el contexto descrito como deseable o indeseable. Los textos basados en distopías surgen como obras de advertencia, o como sátiras, que muestran las tendencias actuales extrapoladas en
finales apocalípticos. Las utopías, en cambio, no se basan en la sociedad actual, sino que transcurren en una época y un lugar remotos, o indeterminados, o luego de una ruptura de la continuidad histórica (por ejemplo, las obras de H.G. Wells). Las distopías guardan mucha relación con la época y el contexto socio-político en que se conciben. Por ejemplo, algunas distopías de la primera mitad del siglo XX advertían de los peligros del socialismo de Estado, de la mediocridad generalizada, del control social, de la evolución de las democracias liberales hacia sociedades totalitarias, del consumismo y el aislamiento (Nosotros, 1984, Mercaderes del espacio, Un mundo feliz y Fahrenheit 451). Otras más recientes son obras de ciencia ficción ambientadas en un futuro cercano y etiquetadas como ciberpunk, que utilizan una ambientación distópica en que el mundo se encuentra coercitivamente dominado por las grandes transnacionales capitalistas con altos grados de sofisticación tecnológica y carácter represivo. Otras distopías son presentadas como utopías en su visión superficial, pero a medida que los personajes se adentran en la misma descubren que el aparente mundo utópico mantiene ocultas características propias de las distopías que resultan indispensables para su funcionamiento. Estas distopías suelen estar pensadas para advertir sobre los riesgos de la manipulación mediática o política.
OTROS TÍTULOS DE LA COLECCIÓN 1. David Lynch 2. Chavela Vargas 3. Julio Le Parc 4. Robert Frank 5. María Elena Walsh 6. Charly García 7. Evo Morales 8. Nan Goldín 9. Charles Beaudelaire 10. Ray Bradbury 11. Marta Minujín 12. Sigmund Freud 13. Edgar Allan Poe 14. Walter Gropius 15. Oscar Niemeyer 16. Lazlo Moholy-Nagy 17. Tomás Maldonado 18. Francisco Salamone 19. Coco Chanel 20. Fidel Castro 21. Miles Davis 22. Wolfgang Amadeus Mozart 23. John Cage 24. Patti Smith 25. Luca Prodan 26. Batato Barea 27. Allen Ginsberg