Revista VozUCR 11

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ENTREVISTA Álvaro Murillo

ejemplar gratuito

CRÓNICA

“La Resistencia: El sur de Costa Rica no tiene miedo”


CONTENIDOS

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Entrevista Álvaro Murillo: Una aventura verniana Crónica “La resitencia: el sur de Costa Rica no tiene miedo” Uespra FEUCR 2014-2015 retira apoyo a asociación ambientalista por lucrar con fondos públicos Artes Plásticas La cenicienta de la infraestructura Echando raices juntos y juntas Integrantes de la Colectiva Tierra Semilla y Pan Ciudad de Dios... o los límites materiales del poder constitucional Crítica literaria El absurdo en la literatura Textos literarios Freak Show Galería


VozUCR / 11 EDICIÓN

NOTA EDITORIAL Hace una par de meses dos chicas decidieron casarse, como lo hacen a diario cientos, sino que miles de parejas en el mundo. Se casaron por amor, hacia la otra, hacia la vida, pero principalmente, (si se permite ejercer este juicio) por amor a la rebeldía. Las dos mujeres en cuestión, que se consideran a sí mismas como tal y se identifican de la misma forma, no eran, sin embargo, solo un par de chicas. Según el registro civil una de ellas era una F, como corresponde y la otra una M, una letra que ella no pidió y que a pesar de serle impuesta todos los días de su vida, no solo no le correspondía, si no que además no podía pertenecerle. Una M y una F. ¿Qué son, al final, dos letras para el sistema que nos clasifica? Unos cuantos días después de este matrimonio, y su consecuente revuelo en redes sociales y tribunales de justicia, un banco estatal decidió abrir una sucursal solo para clientes mujeres. La idea, que vista desde afuera podía considerarse como un intento de acortar las distancias que (no nos engañemos) afectan a todas las personas a las que el Estado registra como una F; se tiñó de tanto rosa y cliché y se rompió tan fácilmente como el material que le da nombre. En el centro de educación superior con más prestigio del país, el mejor calificado a nivel centroamericano, unos 600 estudiantes reciben clases en medio de ríos y con condiciones que, literalmente, ponen en riesgo su vida. Misma universidad donde la cabeza y centro de operaciones del movimiento estudiantil, que reúne (voluntaria, involuntaria o inconscientemente) a 30.000 personas, es elegido cada año con un abstencionismo de más del 70%, acompañado con días de acoso panfletario que dura lo suficiente para alejar a más votantes de las urnas. Entre bancos rosados, matrimonios anulados y facultades navegables el circo nos permite preguntarnos: ¿Podemos ser definidos por errores de nomenclatura? ¿Hay algunos más prescindibles qué otros? ¿Hacia dónde estamos caminando?

CRÉDITOS

Editorial Estudiantil UCR / Coordinación editorial: Sebastian Barkero Zúñiga / Asistencia Coordinación editorial: Karolina Rodríguez / Editora: Angélica Castro Camacho / Editora gráfica: Natalia Fernández Abarca / Jefatura de corrección de estilo: Roberth Ramírez Martínez / Correctores de estilo: Claudia Leandro, Luis Fernando Montero B., Roberth Ramírez Martínez, Cynthia Ramírez / Periodistas: Sebastian Barkero Zúñiga, Angélica Castro, Eber Víquez León / Diseño y diagramación: Natalia Fernández Abarca, Daniel Valverde Corrales / Ilustraciones: Nathalia Retana (portadas), Edwin Castillo Segura, Fabián Bolaños, Ximena Miranda Barrantes / Fotografías: Angélica Castro, Jose David Quirós, Eber Víquez, Daniel Valverde Corrales. [3]



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“AQUÍ AL PERIODISMO LE HACE FALTA SER MÁS VIBRANTE” A ÁLVARO MURILLO CONTAR HISTORIAS LE DESPERTÓ COMO UNA AVENTURA VERNIANA. Angélica Castro | anncastro95@gmail.com

Ilustración: Kristell Faerron

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“Miguel Strogoff, no tenía cañones, ni jinetes, ni infantes, ni bestias de carga. Iría, si podía, en coche o a caballo; si no había más remedio, iría a pie”. Julio Verne, Miguel Strogoff Ilustración Alexander Chacón

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icen que hay dos clases de personas en el mundo: las que usan separadores de libros y las que les doblan las esquinas. Álvaro Murillo es del segundo tipo. Sobre la mesa apoya un imponente volumen que fácilmente sobrepasa las mil páginas, La vida de un periodista, de Ben Braddle, el legendario ex director del Washington Post, y marca una separación mientras me dice que no me preocupe por el retraso, que justamente ayer él llegó una hora tarde a una entrevista. “Son cosas que pasan”. Nos preparamos para la entrevista y, celulares en mano, comenzamos, ambos, a grabar la conversación. Un hábito de periodista, probablemente, parte de conocer el valor de registrar al pie de las letra las palabras de otro. O las propias. Al final le preguntaría cómo se siente “estar del otro lado” de la entrevista y él diría que nunca se siente de ese lado, que siempre es como una conversación. “Sobre todo porque me entrevistan estudiantes de periodismo sobre temas de periodismo”. Visto de frente, Murillo tiene la cara ancha y barbuda, cejas gruesas y brazos y manos grandes. Durante toda la conversación su mirada fluctúa entre ver directamente a los ojos y perderse en algún recuerdo. Como él mismo me diría después, la lengua se le traba al pronunciar la s, pero por lo demás tiene un habla fluida y culta, como si estuviera contando un cuento, o quizás una crónica.


VozUCR / 11 EDICIÓN Cuando era niño y le preguntaban qué quería ser de grande, ¿cuál era su respuesta? Al principio piloto de avión, luego jinete de caballos de carrera, luego no me acuerdo, alguna de estas otras cosas divertidas. Ya en el cole yo decía que yo iba a ser escritor, luego decía que iba a ser abogado, luego decía que iba a ser, oiga usted, mecánico de precisión, luego que ingeniero en aviación. Pero digamos, a mi siempre me han gustado las letras. Leer y escribir también. La verdad no sé en qué momento pensé en el periodismo, no lo puedo identificar, solo sé que cuando tocaba escoger carrera, puse entre las opciones el periodismo sin estar demasiado convencido. Porque digamos mi familia nunca nada, por ningún lado la cuestión periodística. Pero en algún momento vino por el lado de las letras, como una idea de aplicar el gusto por las letras en cosas con contenido. ¿Qué leía cuando estaba pequeño? ¿Cuál fue el primer libro que leyó? No le miento, me leí 16 veces Miguel Strogoff de Julio Verne. Fui el raro caso del estudiante que se leyó El Quijote dos veces completo. Y pasaba leyendo, de verdad leía bastante. Julio Verne me gustaba mucho, me hacía conocer cosas que en nuestro país se ven como de otra galaxia. A uno le hablan en un libro de los Montes Urales, de zonas de Siberia, que para uno eran fábulas. Por eso era que me gustaba mucho, pero además porque tenía personajes con mucha identidad y muy marcados.

Decía “a usted siempre le va a ir bien. Que la personita que vos sos siempre va a triunfar” y no se qué. Ella siempre recuerdo que decía “una personita de bien”, claro porque era un niño, ahora probablemente diría una persona de bien. Yo no sé si inconscientemente ella me estimuló a leer más y leer más me llevó a lo periodístico y el periodismo me llevó a lo que hago ahora. ¿Cuando usted empezó a hacer periodismo se relacionaba con ese motivo de aventura de Julio Verne? Si, yo no lo he hecho ni la centésima parte de lo que creo que debería hacer, pero sí he viajado. Sí lo he hecho, sí me gusta y además me gusta viajar raro. Muchas veces solo, verme en necesidades, en necesidad de hablar con gente, de buscarme la vida, de ver donde me voy a quedar. Ahora, también es muy rico irse a quedar a un hotel donde a uno lo atienden completamente, pero esta otra parte me parece muy divertida, además del interés cultural. Para probar cosas nuevas, la diversidad cultural. Yo creo que aquí nosotros, y eso tiene que ver con qué periodismo hacemos y qué crítica tenemos, los ticos somos un corralito, creemos que el mundo empieza en Paso Canoas y acaba en Peñas Blancas, o aún peor, que empieza en Cartago y termina en San Ramón y ya. Y qué diverso cuando vamos a Puerto Viejo. Y digo, no me refiero solo a cuantos aviones tomamos en un tiempo, porque vos podés tomar muchos aviones, pero la mente no viaja.

¿Cuántos años tenía cuando lo leyó por primera vez?

¿Cómo fue su experiencia en la universidad? ¿Qué fue lo más valioso que le dejó la carrera?

Nueve, porque me lo regaló mi maestra de tercer grado con una dedicatoria que a mi me conmueve mucho. Me conmueve no tanto por “ay sí, que lindo, qué montón me quería”, sino porque pocas maestras son capaces de dar en el clavo y entusiasmar tanto a un carajito con una dedicatoria de un libro.

Yo nunca estuve muy convencido. Recuerdo, todavía la segunda semana de clases, verme sentado en la fuente frente a la biblioteca Carlos Monge, diciendo “¿O me paso a ingeniería civil?” Porque además tenía la suerte de tener una buena nota, entonces eso me hacía ser más indeciso, porque el

hecho de que me gustaran las letras no quería decir que me disgustaran los números o que me fuera mal en los números. Conforme avanzó la carrera vi que me iba bien y empezó a gustarme, pero no tengo un día en concreto, algo que me pasara. Si hay profesores que a uno lo inspiran, pero yo no creo que uno en la U salga, en términos de periodismo, así como que “me enseñó demasiado este profe”. No, es que lo inspiren a uno o le abran los ojos a ciertas áreas o lo empujen. ¿A ser periodista se aprende en la calle o se puede aprender en las clases? Yo no creo que la academia por sí sola sea capaz de producir un buen periodista. Prepara un buen periodista, pero no lo produce. La calle es otra escuela, es un asunto complementario. También puedo decir que hay buenos periodistas de calle, pero el riesgo de fracasar y convertirse en el cínico que todos tememos estando solo en la calle es altísimo. La academia le pone a uno los marcos y uno en la calle rellena. Para mí eso es. Tengo amigos, que los quiero mucho, son doctores, sacaron un doctorado, y yo les he dicho: “Ustedes nunca reporteen, por favor. O reporteen para que aprendan”, porque son muy buenos investigadores, académicos y preparan pedagogía. También conozco casos de gente que cree que la calle basta y la calle no basta. En algún momento uno necesita parar y pensar y nada mejor que la academia para parar y pensar. ¿Cómo ha sido la experiencia de dar clases en la universidad? A mí me ofrecieron la oportunidad y me encantó. Yo creo que uno tiene una experiencia que aportar y justamente por eso, porque uno ya ha estado en la calle, puede venir a tratar de hacer el mezclado con la academia. Pero además para aprender. Yo no siento que esté haciendo aquí un voluntariado ni nada parecido, mi obje[7]


tivo es casi egoísta, para mí es parar y pensar: “Suave, ¿qué estoy haciendo? ¿qué hay que leer?”. Actualizarme un poco y al mismo tiempo con los estudiantes, usarlos, perdón el verbo, para retarme un poco más. La ventaja que tiene la U es que aquí los estudiantes lo retan a uno. Aquí uno termina de dar clases, para los que no tenemos mucha experiencia dando clases, uno termina como el teléfono mío en este momento: con 5% de carga, porque uno siente que ahí lo dió. Es otro ambiente, respirar otro aire. Usted ha trabajado fuera del país. ¿Cuál es la diferencia en los dos lugares, aquí y allá? Yo hice mi práctica profesional en El País, en España, y yo le puedo decir cómo es El País, o como era porque además eso fue en el 2005, hace 10 años, y ya sabemos lo que ha pasado en el periodismo en diez años; y además en una sección de internacional. Yo alucinaba ahí, yo alucinaba porque de repente tenía “cracks”, de esos maes que yo decía “cuando lo vea le voy a pedir un autógrafo” y de repente estaba yo trabajando a la par de ellos. Ramón López, Enrique González, Rosa Montero, la tenía al frente. Además, me impresionaba que de repente contestaban el teléfono, Angeles Espinoza contestaba el teléfono y la oía hablar en árabe. Y de repente otro contestaba el teléfono y la oía hablar, Pilar Bonet, en ruso. Y yo claro: “¡¿Esto qué es?!”. Es por lo que le decía, tenemos una mentalidad de corralito y aquí los medios y el periodismo somos hiper acorralados y además hipercentralistas. Todo desde San José, todo muy mecetero. Usted va a un periódico y con suerte se encuentra a alguien que hable inglés. Ahora, que alguien hable francés es como ver el cometa Halley pasando. Y que alguien hable árabe, obviamente no. Yo entiendo que la dinámica es distinta, porque El País es un medio internacional, tiene sus corresponsales;

ni La Nación ni ningún medio aquí en Costa Rica los va a tener, pero además hay un asunto. Yo creo que los medios tienen que ver con el país que es. Los medios en Costa Rica son como somos en Costa Rica y los medios en España son como son en España y ¿cómo son en España? Son muy diversos, tienen muchos lenguajes, tienen muchos idiomas, identidades nacionales, sensibilidades, la política es mucho más explosiva, aquí la política es como una plastilina. Se mueve pero cuesta. Hay muchas diferencias. ¿Qué piensa que caracteriza al periodismo tico? ¿Es aburrido, es predecible? Es que es como somos los ticos. Somos tiquismiquis, porque así somos. “No digamos que no sé quién es pelón. No, no, no, calvo. No, digamos que tiene calvicie. No, no, no, que le falta pelo”. Y yo entiendo que hay sensibilidades, que hay que cuidar el lenguaje con las minorías. Yo jamás estoy de acuerdo en llamarle indios a la población indígena o en llamarle inválidos a gente con discapacidad, pero creo que exageramos en Costa Rica. Estamos hipersensibles y además le tememos al conflicto. Preferimos el conflicto por debajo, el puñalito por detrás, a diferencia de España, donde tienen un deporte nacional que es el conflicto y pelear. Vos ves gente que decís “se van a matar ya, ya, ya”, y de repente paran de discutir, se toman un trago, un café y todo bien. Aquí no. “Ay sí, me parece que...”, “Yo lo diría... “, “Con todo respeto...” y de ahí pasan dos años sin hablarse, después de una conversación de estas. Entonces yo creo que el periodismo refleja bastante la identidad nuestra, que es poco agresiva, poco provocadora. Aquí al periodismo le falta ser más vibrante. Hace unos meses publicó un perfil sobre el exministro de la presidencia, Melvin Jiménez, que creó una gran polémica en redes sociales por considerarlo denigrante y ofensivo,

¿es todo parte de esta cultura? ¿usted cree que si las características físicas de él hubieran sido otras la reacción hubiese sido la misma? Cuando yo hago el recuento de eso siempre digo que yo me equivoqué ahí. De hecho, antes de que se hiciera el escándalo yo ya había tuiteado, había hecho 5 tweets y decía, número uno, esto es un perfil. Yo entiendo que la gente está poco familiarizada con esos géneros, porque casi nunca los hacemos. Los perfiles llevan descripciones físicas de las personas en la medida en que sirvan para explicar cosas. Desde mi punto de vista el físico de algunas personas acaba siendo importante si yo quiero explicar cosas. En el caso de Melvin Jiménez yo creía que el físico era importante porque yo quería hacer el símil, de hecho el título en algún momento era “Papá Melvin”, que la figura de él era una especie de apoyo. Incluso hay una anécdota que cuenta el actual presidente de la Iglesia Luterana, y aparece en el perfil, donde dice que de repente Melvin, con ese cuerpote que tiene, abraza y lo reconforta. No es lo mismo un abrazo de alguien flaquito y pequeñito que un abrazo de la abuela gorda. Entonces para mí eso es importante. El error mío fue no haber usado bien ese elemento y haberme excedido en el énfasis al tema de la gordura. Si yo tengo que decir, como lo dije ahí, que él es sopetas, yo lo digo porque yo sé porqué soy sopetas. Es porque tenemos la lengua más ancha y nos cuesta pronunciar la s y el sonido tr. Entonces yo tengo claro con Melvin Jiménez que le pasaba eso también. Alguien diría: “¿Y qué importa? ¿Por qué usted dice que la lengua gruesa de Melvin Jiménez?” Bueno, porque es sopetas. Yo creo que hay sensibilidades, que hay palabras, Dios guarde aquí en Costa Rica decir la palabra “culo”. Y además yo creo, pero eso ya es una elucubración, que con el tema de la gordura hay algo colectivo, porque si yo hubiera dicho que él es flaco como un mecate, aquí en esta sociedad ser


VozUCR / 11 EDICIÓN flaco como un mecate es lindo o yo que sé, es chiva. Ah, pero si estoy diciendo que es gordo, uy, uy, le estoy diciendo casi que es la peor persona. Y además, me faltó decir y ese es un error que cometí, que él mismo me habló de su peso. Él mismo me dijo: “Desde que estoy aquí me siento mejor porque me han regulado el peso, porque como más ordenado, porque me atienden la alimentación. Porque ya no ando haciendo giras y me como empanadas en las sodas”. Él mismo me lo habló y me lo habló con una naturalidad como hablaría yo de donde vivo. Otro error fue no haber previsto la sensibilidad que hay sobre el tema de la gordura, de verdad jamás pude haberlo imaginado. Eso para mí fue aleccionador porque

me recordó que estamos muy poco familiarizados con el género del perfil, me recordó que tenemos manías colectivas, me recordó que no se puede hablar mal del muerto, porque él era para los efectos un muerto, a él lo habían destituido el día antes; y me recordó de la necesidad de perfeccionar el género, porque yo tengo claro que cometí el error de publicar sin una edición rigurosa. ¿Fue muy coyuntural? Fue un calentón. Yo lo tenía ya reporteado, tenía una entrevista con él y todo y como lo echaron yo dije: sentido de oportunidad, lo redacto, lo publico y pum. Tanto que se publicó solo en web. Mucha gente dijo “Uy,

¿por qué se publicó solo en web?” y empezaron a crear teorías de conspiración. Ahí entra una pregunta importante: ¿la reacción también tiene que ver con el medio para el que usted escribe? Yo creo que sí. Si yo eso lo hubiera escrito en Semanario la bronca seguro que hubiera sido también bronca, pero hubiera sido distinta. Si no hubiera escrito eso sobre él, que implica una figura determinada, digamos si hubiera hablado de otra persona, hubiera sido distinto. Y además, hubo un error en los que manejan las redes de Nación, agarraron el peor párrafo, el párrafo que yo admito tiene una equivocación

El segundo semestre del 2015 Murillo impartió por primera vez el curso de periodismo de investigación en la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva. Fotgrafía: Angélica Castro

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porque hay un sobre énfasis, y ese fue el párrafo que usaron para promover la cuestión en Facebook. Todo mal, después de ahí, todo mal. Pero bueno, yo traté de tomar lecciones de eso y dije “bueno, de 40 párrafos hay 2 sobre los que cometí un error”. Hay cosas que se pueden hacer mejor, evidentemente, y después de eso publiqué un perfil de Zapata y luego de Mariano Figueres, y yo quisiera seguir publicando, pero es que eso lleva mucho trabajo. Acá no estamos acostumbrados al periodismo narrativo. ¿Cómo se puede evolucionar a esta forma de periodismo? Aquí es muy curioso. La gente lee El País y le parece maravilloso, que además son columnas, qué maravillosa esta columna, pero si la hace un periodista de aquí o se hace ese tipo de texto, le dicen que es un opinador, que eso no es periodismo, que eso es editorial. Es muy raro. Tiene que ver con nuestra pose tica. “Uy no, usted no puede mostrar su subjetividad”. El periodismo es subjetivo, punto. Aquí nos hemos comido el cuento del periodismo objetivo. Vayan, busquenlo donde exista y se van a dar cuenta que no existe en ningún lugar. Yo si creo que hay que hacer un periodismo honesto. Una cosa es ser subjetivo y otra es ir y hacer un periodismo de intención. Yo llego aquí y a usted quizás le llame la atención un rasgo mío. “Mirá que raro habla este mae o mirá el libro que está leyendo”. Pero todos tenemos miradas distintas y vamos a poner el énfasis en cosas distintas y en cosas que nos llaman la atención. Eso son subjetividades, no estamos familiarizados y el periodismo narrativo va con eso. La mirada en el periodismo narrativo es la sabia. Mucha gente dice que la pluma, que que lindo que escribe. No me joda, es asunto de mirada, el mejor periodismo narrativo se hace afinando muchísimo la mirada. Y aquí no estamos acostumbrados a eso. -- La reacción en redes sociales fue tan fuerte que se hizo una petición

para que lo despidieran, ¿cómo manejó eso? ¿por qué cree que la gente reaccionó así? -- Alguien me decía: “Álvaro el escándalo no fue tan grande. Lo que pasa es que aquí 400 personas en el Twitter hacen un incendio, porque somos una cosita así”. Yo no estoy tan seguro, puede que sea así pero no tengo cómo medirlo y no me interesa, la verdad. Yo no escribo para el Twitter, ahora, estoy metido ahí y me interesa y no le voy a negar que me gusta cuando hay un trabajo de uno que empieza a ser compartido ahí y sale bien valorado. Igual han criticado otras cosas también mucho. El 8 de mayo, que fue el traspaso de poderes, yo no quise hacer la nota madre, yo ya no quiero hacer la nota madre, yo prefiero hacer el texto como entrando por la cocina. Entonces yo hice la crónica de ambiente. El título era: “Nadie rezó y un ministro gay desfiló con su pareja”. “Uy que barbaridad, ¿por qué nos metemos en la vida privada?” No, yo no me estoy metiendo en la vida privada, lo estoy viendo desfilar por la pasarela frente a 20.000 personas, en el evento más público y político por definición. Me parece un símbolo y además lo llamé a él para decirle: “Vea, quiero estar seguro, ¿él es su pareja? -Sí, él es mi pareja-. ¿Y por qué decidió llevarlo? -Bueno, porque me parece que estamos en un momento en este país en que no tengo porque dejarlo afuera-”. Había gente que le pareció ofensivo, pero ¿qué quería que le dijera? ¿que no es gay? Nada, desfiló con su pareja y a mí me parecía un elemento llamativo. Una cuestión histórica. Y lo de que nadie rezó me llamó un amigo sacerdote y me dijo: “Álvaro, pero cómo sabe usted que nadie rezó. Que nadie rezara en sus adentros”. Y yo bueno, eso no lo puedo saber nunca, pero por primera vez no hubo el tedeum que se hace en un traspaso de poderes. Para mí eso es llamativo. Y me dice: “Pero Luis Guillermo tenía una Biblia en la mano”. También dije que tenía una Biblia en la mano, pero de que nadie rezó, nadie rezó. Ahí usted no vio al obispo hablando.

Y eso lo criticaron mucho, pero también se leyó mucho. Yo no creo que uno tenga que buscar lecturabilidad efectista, pero sí causar interés, mover un poquito, no ir ahí dentro de los márgenes porque el problema es que si no confundimos lo vibrante con lo sensacionalista. ¿Cuál es el periodismo más vibrante que hay en este país? El de Diario Extra, probablemente, pero yo quiero ser vibrante por otras razones. ¿Usted habló con Don Melvin Jiménez después de que ocurrió eso? ¿Tiene idea de lo que piensa? No, no tengo idea de lo que piensa. Yo le mandé un mensaje con lo mismo que yo ya había tuiteado, que disculpas por el sobre énfasis en ese párrafo, que era lo que yo sentía que tenía que hacer y ya. Además, después en el periódico publiqué una disculpa por el sobre énfasis. Y alguien me decía: “Álvaro, pero ¿por qué usted se rebajó a pedir disculpas?” Para mí yo no me rebajo, yo puedo cometer errores y he cometido peores errores que ese, pero nadie los ha notado. Había otro error más grave en ese texto de Melvin que nadie lo notó, nadie. Yo decía: “¿por qué nadie nota que esto es una aberración?” Otro amigo me dice: “Álvaro, para mí que usted le diga gordo no es un problema, para mí que es muy grave que usted dice que dejó el báculo en el baño olvidado”. A mí me parece muy simbólico. Si su abuela le hereda una joya y usted esa joya la va y la deja en un bodega junto a las bicicletas viejas, para mi eso refleja cuánto valora usted a su abuela. Si el señor tiene un báculo con el que se ordena obispo y lo deja olvidado en el baño de la Iglesia y se va, eso dice para mí cuánto significa para él. En redes sociales pasa mucho que la gente lee el título nada más y a partir de eso crea toda la historia, sin leer la nota ¿cómo enfrentarse a eso? Es una putada. Es una putada porque entonces te obligás a tratar de hacer


VozUCR / 11 EDICIÓN un título horrible para resumir ahí todo. Entonces ves esos títulos que parecen telegramas, casi escritos en clave Morse, para que se entienda más o menos. Para mi eso es cuchillo para nuestro propio cuello, porque si yo en el título le digo todo no le estoy dando ningún aliciente a que lea. Prefiero los títulos sugerentes. Por ejemplo, con el de Mariano, el título era “Hermano Mariano” e incluso, en la tapa, el título era “El gran hermano”. Ese título no lo puse yo y no me hubiera gustado mucho por esa connotación de gran hermano que todo lo vigila. Yo prefiero titular así y que la gente lea, pero que el título no le de ya una sentencia, que uno quede con ganas de algo, de leer algo. El problema de Twitter es ese. No estamos leyendo, compartimos cosas por encimita. Entonces la gente dice: “-Que barbaridad lo que usted escribió-”. Sí, ¿qué?. “-Lo de aquello, del título-”. Ajá, ¿pero lo leyó? “-No, pero es que bueno el título me dio a entender...-” Ah, bueno. Sin embargo, es posible pensar que, ya que los periodistas saben que la gente no lee más allá del título, pueden usarlo para enviar un mensaje distinto al de la nota. La gente cree eso y yo entiendo que le ponemos demasiada atención al título, en parte porqué del título depende que nos lean o no. Leila Guerriero (periodista argentina) escribe cosas y no les pone el título, ella dice “titulen como sea, nada más no hagan una idiotez”, porque si algo está bien se sostiene por sí solo. Está escrito de una manera que leíste el primer párrafo y te invita a leer el segundo y el segundo te invita así hasta llegar al final, y acabés o emocionado o puteado o sorprendido o triste, si te leíste el texto completo, ya cumplió todos los objetivos. El problema es que le ponemos toda la carga al título. Ahora además es peor, porque nos piden que titulemos de forma que Google le de una buena ubicación en el Google search. Entonces en lugar de decir “No sé qué, no sé qué de Chin-

chilla”, hay que poner “De Laura Chinchilla”, para que el buscador no sé qué, no sé qué. Entonces tenemos que responder al uso tradicional del título, que es invitar a que la gente lea el texto; tenemos que responder a la comunidad tuitera, que es válida, para que sepan de qué se trata; y tenemos que responder al Google. Con fines casi bibliográficos hay que titular, es muy complicado. ¿Pero se aprovechan los medios de que la gente solo lee los títulos? Yo no sé, yo no sé si hay alguien que diga: “En el título voy a decir una cosa y ya en el texto digo otra”. Yo creo que no. Yo creo de verdad que no. No es por defender al gremio, que me parece que cada vez lo hacemos peor todo, pero eso en concreto, de que “Uy sí, titulemos así que de por sí la gente solo lee el título, no. Porque además hay un riesgo, si el título es muy bueno la gente le va a dar click y verá y quedaremos desnudos al ver que el título dice una cosa y el texto dice otra. Es un riesgo. Yo no creo que eso ocurra, ni en Extra, para mí en Extra es igual de coherente el título con el texto, ni en Nación, ni en Semanario, ni el MundoCR, ni en Repretel, ni en lo que sea. Yo no creo que haya una cosa intencional de decir algo en el título y otra diferente en el texto. ¿Qué es ser periodista de La Nación? Porque en escribir para La Nación y ser profesor de la UCR puede apreciarse casi una contradicción. Y además soy colaborador de El País, entonces la gente diría: “Ah claro, porque El País es el medio hegemónico de España y La Nación es el medio hegemónico del Costa Rica”. Y yo le diría que sí, pero El País es de izquierda, socialista, la izquierda europea, izquierda de yogurt; y La Nación no es claramente de izquierda en Costa Rica. El País es la izquierda en España y La Nación, en todo caso, es la derecha en Costa Rica. Pero además, dentro de

La Nación, a mi me ven o muchas veces me han visto, como el cuasi chancletudo y según lo que uno escriba lo van a ver como “este mae es el Frente Amplio” y según lo que uno escriba van a decir “este mae es el ahijado de Otto Guevara”. Entonces, a mí no me preocupa tanto, más bien me gusta hacer mezclas y que de repente alguien diga ”usted que escribe en La Nación”, sí, pero es que también soy egresado de la UCR, no solo doy clases, sino que soy egresado. Me formé en la UCR y fui a las manifestaciones del Combo, estaba ahí en la calle. A las del TLC ya no fui porque estaba trabajando. “Usted cubrió el TLC en La Nación. Usted fue esos que no sé qué”. Sí, pero usted no sabe lo que yo escribí. Yo no voy a defender a La Nación, yo voy a defender lo que yo firmo. Y esto puede sonar súper petulante, pero al final los periodistas lo único que tenemos es el nombre, es la imagen de lo que hacemos o no. Hay gente que hace un mal trabajo no importa qué medio lo contrate y hay gente que hace un muy buen trabajo no importa que medio lo contrate. Obviamente trabajar en La Nación tiene ventajas, de proyección, principalmente. Yo sé que si uno publica algo en La Nación cae a todo lado, cada vez menos, pero cae todavía. Que es distinto de publicar en otros medios. Entonces, ¿cómo es trabajar en La Nación? Tengo un problema y es que yo llevo 15 años de trabajar en La Nación, si yo hubiera trabajado en La Nación y en Extra yo le digo con más criterio. Es complicado también porque la gente cree que uno es casi el hijo de Julio Rodríguez y que tiene el tatuaje de La Nación. Y yo incluso, puede ser una estupidez, pero yo digo que soy periodista en La Nación, mis compañeros dicen que son periodistas de La Nación. Puede ser una estupidez, pero a mí me hace sentir cómodo. Yo no sé cuánto finalmente quede de lo que uno pretende hacer ver como imagen de autonomía que tiene uno, pero tener la conciencia en paz vale oro y uno sabrá los márgenes que tiene. [ 11 ]



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¿Alguna vez se ha sentido incómodo trabajando ahí? Sí, sí, sí. Durante el TLC, un par de entrevistas que he hecho y que han querido quitarme una pregunta. Incómodo no solo en la cuestión política, sino también en la religiosa. Por ejemplo, en la cobertura que hizo La Nación sobre la santidad de Juan Pablo II yo decía: “¿Esto qué es? ¿El Eco Católico o qué diablos?” Yo soy católico, pero de ahí a que yo crea que hay que hacer una cobertura pía, es una diferencia enorme. La Nación hizo una cobertura como de Eco Católico sobre la santidad del Papa por la mujer tica del milagro y dio por un hecho que el Papa le había hecho un milagro a la señora. A mí me pusieron como personaje del año a esa señora, en La Dominical, y yo escribí un texto que empezaba diciendo “Que raro que en la casa de la señora a la que Juan Pablo II le hizo un milagro, haya un rótulo de emergencias médicas”. A mucha gente le ofendió eso. Yo digo, yo no me creo lo del milagro, pero lo respeto. Pero no podemos como periodistas creernos esas cosas. La Nación no es solo un asunto de línea editorial, línea política o ideología, porque por ejemplo, en apoyo con las parejas del mismo sexo La Nación es muy progre, pero no en apertura social, en temas de fortalecimiento del Estado. En temas religiosos por este lado, yo decía que es muy raro. La señora del milagro se quejó con la directora y ella le pidió disculpas. Yo no sé por qué diablos le pidió disculpas. Yo

volvería a escribir eso igual, igual, igual. Es parte de la subjetividad que uno tiene derecho a ejercer profesionalmente. Hace algún tiempo algunos de los periodistas altos de La Nación vienen renunciando, Giannina Segnini entre las más importantes, y no se saben claramente las razones y eso abre las especulaciones. ¿Cómo afecta eso al medio? Mau Herrera, que fue el “trapo de dominguear” de La Nación durante mucho tiempo, a Don Mauricio El Ministro, lo digo sin sarcasmo, lo habían echado de La Nación. Él ahora dice que siempre fue un disidente de La Nación y sí, él tenía una posición combativa, pero finalmente lo echaron de La Nación, él no se fue porque quiso. Se fue hace como 7 años y ya él era un golpe grande, que él se fuera era como “Uf, se fue Mauricio Herrera” y luego “Uf, se fue Ernesto Rivera”, a Ernesto Rivera lo echaron. “Uf, renunció Giannina Segnini”. Yo creo que eso golpea al periódico, porque es gente que tiene un buen nombre, y el problema de los medios de comunicación aquí es que quieren uniformar las plumas y los nombres y tener como si fueran batalloncitos o cuadrillas, que ningún nombre destaque, bueno, esos nombres destacaron. Cuando salen de La Nación la gente especula, con toda la razón, más allá de que tenga claro las circunstancias en las que salieron, pero especula y al final queda esa sensación. Como mínimo, y en eso tienen toda la razón, La Nación se está debilitando cuando deja de tener gente pesada como ellos.

En el caso de Giannina yo siempre digo que ella se fue hace dos años. Ella tenía dos años de no publicar nada en La Nación y de pedir permiso sin goce de salario dos meses para dar talleres, capacitándose, conferencias. Claro, al final renuncia en una coyuntura complicada, que fue la de la campaña, de si La Nación publicó la encuesta. No tiene nada que ver la encuesta con ella, eso lo ha dicho, pero sí con una incomodidad del periódico con algo que iba a publicar, un trabajo de investigación con candidaturas, y ella sintió el acoso sobre lo que iba a publicar y después de eso dijo “me voy”. Un acoso además innecesario, porque la investigación no iba a cambiar el rumbo electoral ni pacá ni pallá. ¿Cómo ve su futuro en la nación? Corto. Aunque las situaciones fueran perfectas en los medios de comunicación, y en La Nación en concreto, yo tengo ya 15 años ahí, tengo 10 años cubriendo política y ya toca cambiar. Hay que ponerse creativo, los periodistas tenemos que crear y dejar de creer que solo se puede ser empleados de medios, que es lo más natural, o ser voceros de instituciones, que también es algo muy válido. No todo puede ser reportero o periodista institucional, tiene que haber algo, algo en medio, que es lo que hay que pensar un poquito más. Corto no digo que me quedan dos semanas, corto es tomando en cuenta que llevo 15 años, ya 15 años es mucho.

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LA RESISTENCIA:

EL SUR DE COSTA RICA

NO TIENE MIEDO PAOLO NÁJERA, INDÍGENA BRÖRAN; ELIDES RIVERA, INDÍGENA TERIBE; Y FLOR SOLANO, CAMPESINA DE CHÁNGUINA, CUENTAN SU HISTORIA DE RESISTENCIA. Por: Sebastián Barkero Zúñiga | sebasbz21@gmail.com Fotografía: José David Quirós León

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e nuevo, entendimos que había que volver al sur de nuestro país. Una zona que, a pesar de aglutinar casi la mitad de la tierra costarricense, no conocemos o al menos la damos por existente. así como damos por existente la casa de nuestro vecino, la oficina de a la par, la asociación de estudiantes que no es la mía y otro montón de lugares y espacios, llenos de personas, que obviamos. Había que volver al sur porque «el mundo nada puede contra un hombre que canta en la miseria», así como lo dijo Sábato en su Resistencia (2000), y el sur de Costa Rica, sin duda, hoy mismo, está pariendo hijos e hijas que resisten. Desde la tierra hasta el jaguar, parecieran resistirse a ser obviados por quienes aún no comprenden el sentido del derecho a trabajar lo que es de uno. Los ríos que atraviesan la resistencia siguen desembocando en la lucha de los pueblos Térraba, Bribri y Palmar Sur, siguen refrescando esos ojos cansados pero esperanzados por seguir construyendo una tierra rica en yuca, maíz y chayote; pero, sobre todo, una tierra que sea suya. Así como con la comunidad de Salitre, los medios nacionales parecen haber desaparecido del mapa. Ahora el sur no es noticia, a pesar de que en cada noticiero se hable de un hijo de estas tierras que ataja en el mítico equipo del Real Madrid.


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LA VISITA A UNA COMUNIDAD DE TÉRRABA EN CLAVE BRÖRAN la autonomía de elides es una mano de tigre Elides Rivera nació en un territorio indígena invadido por la carretera interamericana sur. Así como muchos muros en la historia han divido pueblos hermanos, en Térraba, una línea de asfalto marca una diferencia importante entre quienes viven de un lado u otro de la interamericana. Elides es hija de mujeres que migraron desde una región en el Caribe panameño, emparentadas de forma directa con la población nasö (teribe) de Panamá. A Elides le tocó vivir en el centro de la comunidad bröran, donde cuida a su nieto y recibe constantemente a estudiantes, viajantes o simples interesados de la comunidad teribe. Mano de Tigre es como le puso a su hogar, porque, como dice sin dejamientos, “las mujeres indígenas tenemos que hablarle al Estado y a los terratenientes con un nombre que signifique fuerza. Mucho hemos sufrido ya al querer vernos como personas vulnerables”. Nos abrió el comedor de su casa, y sentados frente a ella, mientras cocinaba la cena para sus más recientes inquilinos, nos iba respondiendo poco a poco las inquietudes que el viaje nos había encomendado, rayando cebolla y cuidando el fuego de los frijoles. Cuando empezó este proyecto (Mano de Tigre), lo prometió primero a sus ancestros, en especial a su abuela Tër, quien ha acompañado a su pueblo en los múltiples procesos de migración que han acontecido, hasta encontrarse hoy en el territorio que se conoce como Térraba. “Me incorporé a la lucha hace bastante tiempo [en el año 97, nos contó después]. Cuando se empezó a hablar del Proyecto de Ley de Autonomía Indígena [en corriente legislativa hace poco], acá se veía la autonomía como un tema de legislación, porque si no había legislación, no había autonomía para los pueblos indígenas. En el 98 no se logró, y hace poco tampoco se

logró. El grupo de mujeres Mano de Tigre decidimos, entonces, que tomaríamos acciones. Estas eran, primero, reconocernos como pueblo teribe y como mujeres teribe, pero no solo en el discurso, sino en el vestido de todos los días, la alimentación, la cultura, la tierra, el idioma, los trajes y todas nuestras herencias ancestrales. Sobre todo los trajes y la danza son cuestiones intangibles que hoy nos han dado fuerza para mostrar una mujer teribe más teribe. Aquí donde ustedes ven [señala un amplio patio] es una finca pequeña, pero tiene todo para alimentarnos a todas”. Una cuestión que necesitábamos reseñar eran las distintas formas de resistencia que existen en los pueblos del sur, y Elides sabía muy bien que las alternativas para la recuperación de la tierra eran vastas. La de ella era a través del turismo sostenible, la buena cuchara y su lucha contra el patriarcado, que como el monocultivo de piña, también se carcome y ha carcomido buena parte de los territorios indígenas. “Se ha hablado en muchos espacios de discusión feminista que nosotros somos discriminadas únicamente por una sociedad occidental, pero es que también somos bastantes discriminadas a lo interno de la comunidad, a lo interno de nuestras familias, solo por ser mujeres, llevándonos a ocupar únicamente los roles de empleada doméstica y cuidadora de los hijos. Las dueñas de la servidumbre. Cuando las mujeres Mano de Tigre decidimos hablar, nos convertimos en mujeres que no quieren que nadie las calle. Muchos compañeros nos siguen viendo como una amenaza. Cuando la mujer indígena se capacita en la incidencia política, quien mejora siempre es la familia. Por eso, nosotras trabajamos en la reivindicación de las mujeres desde su cotidianeidad, es decir, desde un nuevo trato con nuestros compañeros indígenas. Las compañeras han cambiado su forma de trabajar con sus hijos, de trabajar la agricultura, de ser

mujeres teribes”. La iglesia católica, frente a una gran plaza rodeada por pequeñas bancas de madera, hace que el lugar, de no ser porque existen “extrañas y ajenas” señalizaciones en lengua teribe, parezca una comunidad rural católica y común de nuestro país. Las casas prefabricadas, donadas por gobiernos anteriores, reflejan un escenario dejado a la suerte de los bonos de vivienda y a las promesas clientelares de un Estado, que luego de su cedulación ha utilizado los territorios como verdaderos campos de concentración en épocas electorales. Además, la Asociación de Desarrollo Integral (ADI, Gobierno Local) de Térraba, ocupa un papel fundamental en ese plan de instrumentalización política y económica, pensada desde San José y ejecutada, lamentablemente, por sectores de la población indígena que han asistido a la escuela de lo corrupto, dejando de lado la herencia intelectual de la solidaridad indígena y del buen gobierno, que según Elides, practica el Consejo de Mayores Indígena, estructura política tradicional originaria que va ganando terreno frente a la ADI, estructura política estatal. Elides encuentra consuelo en las luchas que Mano de Tigre ha venido realizando, a nivel nacional e internacional, por los derechos de las mujeres indígenas y por un empoderamiento de estas a través de la autogestión comunitaria de los recursos turísticos de la zona. Con lágrimas en los ojos, recuerda una de las luchas más trascendentales para el pueblo de Térraba, cuando en el 2012 desafiaron al sistema hegemónico de educación, exigiendo verdaderas formas de educación autónoma (un estilo de contra-educación occidental), tomando el Liceo de la localidad. Allí murió su sobrino, padre de un chiquillo que ha correteado durante toda la entrevista. Allí, Mano de Tigre fue indispensable, porque la mujer indígena en Térraba es indispensable para la resistencia.


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Cuando las mujeres Mano de Tigre decidimos hablar, nos convertimos en mujeres que no quieren que nadie las calle.- Elides Rivera

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Las compa単eras han cambiado su forma de trabajar con sus hijos, de trabajar la agricultura, de ser mujeres teribes.- Elides Rivera


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Paolo Nájera, indígena Bröran, habla desde tierra recuperada en Térraba.


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La autonomía de Paolo es dejar la universidad para recuperar su territorio Nos pasamos al otro lado de la interamericana, más deprimido económicamente, pero de algún modo, con una mayor hiperactividad social que va construyendo un pueblo bröran dueño de su territorio, a pesar de las amenazas de la ADI, de DINADECO, del INDER, de la CONAI y de antiguos terratenientes que, aunque no todos actúen en alianza, ponen trabas y zancadillas a la lucha del pueblo bröran, que existe a ambos lados de la línea de asfalto. En la recientemente recuperada Finca San Andrés, bañada por el Río Grande de Térraba y que sigue la tendencia propia de la zona, con diversidad de vegetación entre mediana y baja, Paolo Nájera, joven indígena, estudiante de la Universidad de Costa Rica y recuperador de tierras bröran, empieza su discurso caminando; y es que es difícil evitar que alguien de esta región niegue una palabra, y sobre todo que esta no vaya acompañada de una acción cotidiana (caminar, cocinar, trabajar). Entre la tierra arcillosa y las pendientes que fácilmente pueden doblarle los tobillos a un pie torpe de la ur-

banidad, Paolo lucía pintados, en sus brazos y cara, una especie de tatuajes temporales como parafernalia de la resistencia que acuerpa la zona. Paolo, el estudiante de Antropología, es un bastión importante en la lucha por la recuperación del territorio indígena de Térraba. “Ahorita no soy estudiante regular porque decidí venirme para acá, asumir las circunstancias que me tocan. Los compañeros del Consejo de Mayores me nombraron vocero del proceso y me ha tocado dialogar con mucha gente, entre el tiempo nuestro, ancestral, y el tiempo de los papeles burocráticos. La juventud, acá, está llena de hombres y mujeres, y cumplen su rol, que es el que debería tener en todo espacio de lucha, el de proveer nuevas ideas y nuevas energías. Por mucha suerte que hemos tenido, los compañeros mayores se han mantenido abiertos a recibir nuestras nuevas ideas. Lo hermoso es que hemos aprendido a sembrar, a ver cómo se cruza el río, en qué momento se corta un árbol, en qué momento salen los pescados. Esa ancestralidad, mezclada con la modernidad, da un resultado muy particular”. La horizontalidad, tomar decisiones en consenso y dialogar, son algunas de las ideas que, según Paolo, crean

una simbiosis entre lo que trae la juventud indígena y lo que ya han caminado los mayores. “Una de las desventajas es que a veces [los pobladores de Térraba] creen que queremos adoctrinar, porque hemos leído cosas que nos han enseñado afuera de la comunidad. Nos han dicho marxistas, pero nosotros básicamente ahorita, en esta finca, como usted lo puede ver [señala un rancho con un sembradío de maíz], vivimos en modo tradicional de nuestros antepasados. Lamentablemente, la universidad no es una figura hecha para los indígenas, pero nosotros somos necios, y queremos formar parte de ese espacio, y queremos cuestionarla, porque cualquier compañero o compañera indígena que no haya ido a la universidad para intentar cambiar su contexto más cercano, fue a perder el tiempo”. Paolo vive con otros compañeros en esta finca recuperada en julio pasado, apegados a la Ley Indígena 6172, Convenio 169 de la OIT y la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y Tribales, pero sobre-apegados a una realidad inmediata de resistencia, donde cada indígena que pisa tierra, siembra maíz y cuida el río, es un indígena que es dueño de lo suyo.

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Nosotros tenemos derecho a la tierra porque somos indígenas.- Paolo Nájera Mucho de lo que somos ha sido saqueado.- Paolo Nájera [ 25 ]


Asamblea de habitantes recuperadores de Finca Changuina y Cuadrante 3.

LAS FINCAS DEL SUR TAMBIÉN SABEN RESISTIR. CHANGUINA, CUARTA VEZ QUE EMPIEZA DE CERO


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Tomamos ahora la interamericana hacia el sur. Otro sur que también resiste y que se entiende desde otras perspectivas lógicas y étnicas. Sobre todo, es el Estado quien los reconoce y entiende diferente. No son indígenas, son campesinos, pero claro que podrían ser descendientes indirectos de nuestros pueblos originarios. Están en territorio “que-no-es-de-ellosy-ellas”, porque era de la Chiquita (Mamita Yunai), luego del Estado, y después fue de otro señor. Pero aun así, ellos quieren vivir ahí. Así de fácil suena, pero no lo es.

En Palmar Norte tomamos un bus, modelo Thomas Built 1965 (sí, el típico school bus de E.E.U.U.), hacia los humedales de Sierpe. Sentados a la par de unos ingleses, el calor de las llanuras del sur costarricense servía de precedente para el encuentro con la comunidad de Chánguina. La localidad se describe por cuadrantes, herencia propia de un pasado donde la tenencia de la tierra era exclusiva de empresas agrícolas estadounidenses. La arquitectura no ha cambiado mucho y las llanuras son largas.

Llegamos a una empacadora de la antigua Bananera Chánguina, antes del señor de nombre Oscar Echeverría Heigold, o COOPALCA DEL SUR S.A., hoy tomada para la realización de las asambleas generales de la comunidad de Chánguina y Cuadrante 3. En el 2001, las empresas que eran dueñas de las propiedades quebraron y el patrono (Echevería Heigold) nunca canceló los derechos de los trabajadores y trabajadoras; por eso, la tierra fue ocupada por quienes sí pueden trabajarla: una comunidad organizada que lucha por su derecho a la tierra. [ 27 ]


La imagen más dura que vi fue cuando a un señor mayor le dispararon con una 12 [arma] en el estómago.- Flor Solano Fue difícil ver esa casa ardiendo.- Flor Solano


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Fue difĂ­cil ver esa casa ardiendo.- Flor Solano


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La autonomía de Flor es poder sembrar sin temor En la asamblea, sentados todos en las bardas de las cintas empacadoras que ya no sirven más que para dar asiento a los cientos de pobladores y participantes activos de esta lucha por su territorio, se comía tamal y café. En poco o nada, se parecía a un Consejo Superior Estudiantil. Flor Solano Salas forma parte de la directiva de la asamblea. Salimos afuera de la empacadora para evitar el sonido ambiente de la gran reunión, y ella comenzó su relato sobre el difícil momento acontecido en meses anteriores. “Estas tierras siempre estuvieron solas. Un grupo de unos 40 decidimos entrar en ella y trabajarlas. Porque siempre habíamos estado alquilando terrenos, para sembrar el arroz y los frijoles del gasto. Cuando recién llegamos, la policía nos tiró las cosas a la calle. Otros terratenientes nos tiraban el ganado a los cultivos y nos quemaban todo lo que teníamos. La imagen más dura que vi fue cuando a un señor mayor le dispararon con una 12 [arma] en el estómago. Él tenía problemas de audición, y como no los escuchó, pensaban que se estaba resistiendo y le dispararon los policías privados de este señor Echeverría”. A lo largo del relato, era difícil entender cómo dentro de alguien podía caber tanto odio hacia un grupo de personas que simplemente querían trabajar la tierra. Le preguntamos a Flor si había algo en específico que exacerbara el odio hacia su movimiento de lucha. “Aunque las tierras estuvieran abandonadas, los terratenientes saben que ese señor, Óscar Echeverría, es el que tiene el dinero y puede hacer proyectos a futuro. Nosotros, como solo queremos la tierra para sembrar y poder vivir tranquilos, les somos innecesarios para sus proyectos de gran capital”. Flor repetía una y otra vez que estas fincas eran tacotales, matorrales en desuso y que simplemente se tomó la decisión de vivir aquí. Se limpiaron

y se pusieron al servicio de la comunidad, porque ellos querían vivir. Así de fácil se escucha. “Nos asedian con armas ilegales. No sé el calibre, porque… yo le puedo dar a usted el nombre de variedades de maíz, pero el calibre de un arma no se la manejo. Pero eran armas bien grandes que daban miedo. La última vez que me quemaron el rancho, mis hijas estaban sembrando un arrozal y fue tan difícil… saber que era la cuarta vez que veía a mis hijas llorar, que nos envenenaban los pozos [de agua]. Fue difícil ver esa casa ardiendo. Los taxistas, los del cuadrante seis, siempre me veían sembrando y ahora ahí, esperando a que el fuego se apagara. Era mucha consternación”. Las empresas de comunicación, como Teletica y Repretel, ya no aparecen en el radar de esta comunidad, luego de que en meses anteriores, cuando la comunidad tomó la decisión de cerrar el puente del Grande de Térraba en Palmar Norte, sí eran noticia. Ahora, como dice Flor “ya no les interesamos, ya no somos noticia”. “Esta lucha la empezamos solos. Ahora, gracias al cierre del puente y la difusión de los medios de comunicación, WhatsApp y Facebook, contamos con más ayuda de otros movimientos. Tampoco esperamos que nos sigan acompañando, pero entre más gente que se nos una, más posibilidades hay de volver a trabajar la tierra que es nuestra”. Le pedimos a Flor que nos llevara a su parcela para entender, de primera mano, cómo ha sido la reconstrucción de casa, pero sobre todo cómo se prepara para levantarse todos los días con miedo a la posibilidad de no poder volver a acostarse en el mismo colchón. Luego del ride que nos dieron unos de los compañeros de la comunidad, llegamos a la parcela de Flor. Como ella misma nos dice: “Vamos poco a poco. Hemos levantado la mitad de la casa”, y es que en verdad aún no estaba cerrado uno de los costados de la casa, razón por la cual, cuando

llueve, es difícil dormir por las noches, ya que se mete todo el agua. Hace poco, Flor nos envió con alegría un mensaje de WhatsApp con la foto del rancho terminado. [Esto ponerlo en un recuadro abajo con una foto que les voy a enviar] “Ahora tenemos más que antes. Ahora tenemos la atención del gobierno y las ayudas que presta el IMAS. En colectivo se hace todo más llevadero. Las asambleas del grupo, para nosotros, son bastante saludables, porque todos tenemos historias similares y nos reconfortamos. Lo importante es tener el mismo objetivo, el de recuperar nuestras tierras. Ya para nosotros es suficiente, ya no aguantamos un desalojo más. Por eso, tomamos el puente, porque no van a volver a pasar por encima de nosotros. La tierra es de quien la trabaja, es del pueblo”. En la parcela de Flor, nos aparcamos a ver el atardecer desvanecerse. Ella y su esposo nos iban enseñando cada centímetro de su terreno, y no había ni un solo espacio que no empezara a ser sembrado de nuevo. Restos de troncos quemados evidenciaban el paso de una ráfaga de violencia insensata. A Flor se le quebraba poco la voz, mostrando una fortaleza inconmensurable, y es que a lo hecho por el señor Óscar Echeverría y sus policías, hasta lo sembrado se le resiste. “Los dañinos trataron de cortar la yuca para hacernos daño, pero no se dieron cuenta que era en luna menguante y entonces la yuca volvió a crecer y con muchísima más fuerza. Vieras qué buena yuca hemos comido de ahí”. Nos devolvemos a San José, revueltos de tanta realidad imperceptible en la Gran Área Metropolitana, que se mantiene inerte, a pesar de la dinámica veloz de sus autos y sus trenes, porque posee la peor de las inercias, aquella que obvia e ignora a sus coterráneos, siendo «cómplices de un sistema que ha legitimado la muerte silenciosa», como señala Sábato en su resistencia, y se evidencia en la de Paolo, Flor y Elides. [ 31 ]



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Nosotros, como solo queremos la tierra para sembrar y poder vivir tranquilos, les somos innecesarios para sus proyectos de gran capital.- Flor Solano “Los dañinos trataron de cortar la yuca para hacernos daño, pero no se dieron cuenta que era en luna menguante y entonces la yuca volvió a crecer y con muchísima más fuerza. Vieras qué buena yuca hemos comido de ahí.”- Flor Solano

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FEUCR 2015 RETIRÓ APOYO A POR PRESUNTAMENTE LUCRAR Artículo y Fotografías: Eber Víquez León | eber.viquez@gmail.com

El estudiante y colaborador de Uespra, Luis Alvarado (segundo a la izquierda) en conjunto con su familia, comparte la reforestación de su finca privada con estudiantes de Filosofía, Arquitectura y Trabajo Social.


ASOCIACIÓN AMBIENTALISTA CON FONDOS PÚBLICOS

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Director de la asociación sin fines de lucro, UESPRA, desmiente la versión federativa y la califica de “injuria”. Administración federativa 2014-2015 canceló convenio de cooperación entre ambas entidades para proyecto de reforestación. Progre planea retomarlo.

Jordan Vargas, expresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (F.E.U.C.R.) afirmó que la Unidad Especial de Protección y Rescate Animal (UESPRA) obtiene ganancias a partir de la venta de árboles -que el Instituto Costarricense de Electricidad (I.C.E) le dona únicamente para sembrar- a particulares en su puesto en el Pretil y a propietarios de fincas privadas, como la del decano de Ciencias Económicas Carlos Palma. Según Vargas, Edgar Castrillo, director de UESPRA, “hace reventa de inversiones públicas”, pues “agarra árboles que se los da el I.C.E., él los vendía durante todo el primer semestre. Cambió el discurso, porque ahora ya no los vende, según él (...) Hay grabaciones donde él vende los arbolitos a particulares que pasan por el pretil”. Aunque VozUCR solicitó las pruebas, Vargas se negó a mostrarlas. No se ha abierto un proceso legal en contra de UESPRA desde la F.E.U.C.R., pues sostienen que ello corresponde a la Rectoría, entidad con la que no han tenido comunicación sobre la supuesta ilegalidad. Vargas recalca que: “En el I.C.E. me dicen que sí, que ellos dan arbolitos, pero que es prohibido su venta”, como parte del proyecto “Viveros Forestales”, que produce entre 700.000 y 1.000.000 de árboles por año a través de cuatro centros. Uno de ellos es el Vivero Cachí, que dona las plantas a la asociación. El director de UESPRA niega el lucro a partir de los árboles del I.C.E.: “No existe la venta cuando es una donación específica por la labor de siembra”. Los árboles que venden, explica, son germinados por el “Hu-

UESPRA

La asociación sin fines de lucro se fundó en el 2003 como un grupo dedicado al activismo. De acuerdo con su presidente, en conjunto con el Programa Restauración de Tiburones y Tortugas Marinas (PRETOMA), han realizado campañas en contra del aleteo de tiburón, la pesca deportiva y de arrastre, impulsaron la aprobación de la Ley de Vida Silvestre, se opusieron a la construcción de Marina Cocodrilo en el Golfo Dulce y la explotación del ambiente en Caño Negro, Crucitas y Papagayo. En 2006 y 2007, coordinaron con Greenpeace Argentina para integrar al país en la Comisión Ballenera Internacional y crear la Coalición Costarricense por las Ballenas. En la actualidad, son la coordinación tica de Reforestando Centroamérica (REFCA). En 2010 tuvieron un acercamiento con las federaciones de Convergencia y, posteriormente, de Progre. Realizaron foros de concientización ambiental en la U.C.R. y promovieron el Proyecto Ecosimbiótico. Cuentan con un puesto en el pretil donde venden árboles y han conseguido 350 “adoptantes” desde su fundación. Ser “adoptante” requiere pagar una cuota única y voluntaria de 1500 colones. Con esta se financian las plantas y se tiene derecho a asistir a las giras de siembra. Llevan tres años de trabajar con los Seminarios Participativos y el Repertorio de Problemas Ecológicos de la Escuela de Generales, donde los estudiantes tienen la oportunidad de ser “adoptantes” y realizan horas de colaboración en el puesto. También con el curso de Biología “Espacios verdes y movilidad activa”, donde Castrillo brinda capacitaciones a estudiantes de esa carrera, de Psicología y Arquitectura. La asociación está compuesta por 100 miembros y la mayoría son estudiantes de carreras diversas, como Archivística, Educación Preescolar, Derecho, Sociología, Psicología, Biología, Salud ambiental, Agronomía, Economía Agrícola y Gestión Ambiental, quienes, según Castrillo, cuentan con tiempo limitado y falta de experiencia, lo que complica más el desempeño de UESPRA. medal Palmera en San Carlos, Fisiología Vegetal de la U.C.R. Nosotros mismos, y varios proveedores compañeros de causa, en donde hemos hecho un trabajo de intercambio importante de plántulas y semillas”.

El “acuerdo” con el I.C.E.

Castrillo explica que los árboles solo se han utilizado, de acuerdo con la voluntad del I.C.E. -no hay contratos formales-, para la donación, tal y como ex-

plica Andrés Barrantes, coordinador del Vivero Cachí: “Los árboles que se entregan son para ser sembrados, principalmente. En algunas ocasiones, se entregan en ferias ambientales. En ninguno de los dos casos pueden venderse”. Barrantes aclara que Castrillo solicita los árboles como persona física, y este último manifiesta que a cambio


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Edgar Castrillo en el vivero construido por Uespra detrás del Comedor Estudiantil y con la colaboración de la asociación de Servicios Generales y la Maestría Profesional en Paisajismo, a partir de materiales reciclados. Jordan Vargas critica la permanencia de la “ONG en un espacio público”.

de las plantas él presta servicios al I.C.E. desde 2013: “Existe un acuerdo, no un contrato, ya que no existe dinero de mi parte a ellos ni de ellos a mí”. Brenes lo define como “un acuerdo verbal de colaboración para la construcción de un ranuario [sic]”. Aunque al promedio de la gente se le entregan cantidades no mayores de 50 árboles con solo presentar la cédula, llenar una boleta con los datos personales y los nombres de las especies que se están adoptando, así como un documento de compromiso de plantación, cultivo y cuido de la planta por al menos dos años, el acuerdo de Castrillo con el I.C.E. le permite recibir cantidades de 1.000 a 3.000 plantas. En ese caso, es necesaria una fotoco-

pia del plano catastrado donde se van a plantar. Brenes explica que, a Castrillo, “fotocopia de plano no se solicitó, porque la siembra de los árboles se realizaría en diferentes propiedades en distintos sitios del país”, de manera que no existe un control detallado de dónde se siembran los árboles ni los fines para los que serán empleados. Aunque el director de UESPRA argumenta que el objetivo de la asociación es reforestar pero nunca sembrar árboles del I.C.E. en fincas privadas -que en el futuro sean talados para comercializar su madera y beneficiar a terceros con fondos públicos-, es consciente que no se puede ir más allá de un “acuerdo ético con la gente”

para que no lo hagan. “Ni siquiera el I.C.E. puede controlar que no lo hagan”, asevera, pues los terrenos privados se venden o se heredan a nuevos propietarios que no necesariamente le dan continuidad a la reforestación. Las entidades públicas en las que han sembrado, como las municipalidades de Cartago y San José, o el colegio de Bananito de Limón y la escuela de Bajamar de Puntarenas, cambian también de administración.

Fin a la cooperación

A inicios de 2015, la F.E.U.C.R. canceló un convenio de cooperación con UESPRA para el período enerodiciembre, con el nombre “Proyecto [ 37 ]


El decano de Ciencias Económicas, Carlos Palma, desmiente la versión de Jordan Vargas de que pagó por los árboles a Uespra para reforestar su finca en Cedral de Tarbaca.

Ecosimbiótico” y del que también eran parte la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional (F.E.U.N.A.), la Asociación Preservacionista de Flora y Fauna (APREFLOFAS) y la Coalición Costarricense por las Ballenas. El convenio incluía los ejes de reforestación con especies nativas a partir de giras a diferentes partes del país, activismo para la conservación de la naturaleza, capacitaciones sobre reconocimiento de biodiversidad y manejo de vida silvestre, así como el trabajo en coordinación con las comunidades. Según el acuerdo, “la parte que fallaba quedaba relegada a la parte que no fallaba”; es decir, si todas las partes no están sujetas a este, como sucedió con la F.E.U.C.R. y su retiro, el contrato

no tiene validez. Esta situación comprometió la capacidad de acción de UESPRA, pues en administraciones pasadas, la Federación era la encargada de coordinar con la Sección de Transportes de la Oficina de Servicios Generales (O.S.G.) para el traslado de estudiantes y árboles en las giras. En la administración de Alejandro Madrigal en 2014, del partido político Progre, existía el apoyo de transporte y un vínculo más fuerte con las asociaciones de estudiantes de cada carrera. De acuerdo con Noelia Rodríguez, exmiembro del equipo federativo, fueron a diferentes giras y colaboraron con el Proyecto Ecosimbiótico. De hecho, aseveró, antes de las elecciones de

2015 y en las que su partido resultó electo por cuarta vez, que si ganaban, iban a retomar el vínculo con UESPRA. Asegura que no tienen problema en ir a fincas privadas, debido a que en ningún momento ellos fueron testigos de “dineros de por medio” entre la asociación y los propietarios de los terrenos.

El punto de declive

Según Jordan Vargas, su equipo renunció al proyecto cuando se dieron cuenta de que UESPRA asistía a fincas privadas, como la del decano de Ciencias Económicas, con transporte de la universidad y sin hacerles una solicitud previa. Tampoco había un “estudio de por medio” que justificara la situación


VozUCR / 11 EDICIÓN y “una planificación de las giras. Edgar venía 15 días antes de la gira aquí a pedir transportes”. Vargas desconoce si UESPRA asistió a la finca del decano Carlos Palma en transporte de la universidad y con árboles del I.C.E., pero asegura que “el decano le pagó por los árboles” a Castrillo. Palma declara que en ningún momento hubo dineros de por medio, y que el único fin de la asistencia a su finca en el Cedral de Tarbaca era reforestar una parte de las 20 hectáreas de área boscosa que la componen. El decano señala que “ahí existen nacientes y yo las protejo para futuras generaciones”, dentro de la Zona Protectora Cerros de Escazú, que impulsa el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) y la Fundación Neotrópica. También aclara que “lo que ellos me habían pedido era una contribución para gastos de alimentación y todo de los muchachos”. Recuerda que la gira se realizó en 2013 y los estudiantes asistieron con transporte de la U.C.R. Se alojaron una noche en una cabaña de su propiedad y sembraron alrededor de 500 árboles. “A mí me parece que el proyecto de conservación de UESPRA tiene que hacerse sin fines de lucro. Yo no sé cómo se financian (...) Lo que sí no se puede hacer es que esos árboles [los del I.C.E.] sirvan para que la gente después los comercialice”.

Argumentos en disputa

Para Castrillo, la reforestación no tiene fronteras: “El asunto es que hay que sembrar, no si el terreno es privado o no es privado, porque cuando tenemos un tema de deforestación, de pérdida de hábitat, de fauna, de desprotección de los mantos acuíferos, de pérdida de especies, de árboles en peligro de extinción, la urgencia es bastante obvia”. Por eso, desmiente la versión de Vargas sobre el lucro de árboles con fondos públicos en fincas privadas y advierte que “la alteración de los hechos con dolo es un delito penal”, por lo que interpreta la acusación del ex-

presidente federativo como una “injuria”. “La U.C.R. va a reservas privadas todo el tiempo (...) Este muchacho [Jordan Vargas] sigue insistiendo en que es un acto de corrupción lo que nosotros estamos haciendo”. Para Jordan, el problema se agudiza si se toma en cuenta que además de las supuestas ilegalidades que él denuncia, UESPRA ocupa un espacio dentro del campus universitario: “Habría que analizar qué hace una O.N.G. (asociación) dentro de un espacio público”, en referencia al vivero ubicado detrás del Comedor Estudiantil. Según Castrillo, la estructura fue construida con materiales reciclados y con la colaboración de la asociación de Servicios Generales y la Maestría Profesional en Paisajismo, entre 2010 y 2013. Aclara que para el uso del espacio nunca ha existido un acercamiento formal a la Comisión Institucional de Planta Física (C.I.P.F.) de la Vicerrectoría de Administración, que atiende “los trámites relacionados con el alquiler de propiedades y todo lo relacionado con el requerimiento para la distribución de espacio físico y aplicación de la normativa para la distribución de estos”, según se lee en el sitio web de la vicerrectoría. Vargas justifica que no hayan iniciado un proceso legal en contra de UESPRA debido a que “quien es encargado de gestionar lo que pasa en el campus universitario es la Rectoría”. Tampoco han tenido comunicación con la entidad sobre la supuesta ilegalidad de la asociación. “Con nosotros, hacernos a un lado y retirar el apoyo de la federación (al convenio de cooperación) era suficiente, hasta que no se esclarecieran los nublados del día. Yo creo que poco a poco, seguramente, pues se irá investigando sobre el tema. Pero es que eso no nos corresponde a nosotros, le corresponde a la U.C.R., porque es una organización que tienen un pequeño local dentro de esta”. VozUCR intentó entrevistar antes del cierre de edición a Gerlin Salazar, in-

tegrante de la C.I.P.F., para verificar si tienen conocimiento de la asignación de espacios a UESPRA y las actividades de la asociación, pero se encontraba de gira.

Marco legal

De acuerdo con el artículo 1 de la Ley de Asociaciones N° 218, “quedan sometidos al presente texto las asociaciones para fines científicos, artísticos, deportivos, benéficos, de recreo y cualesquiera otros lícitos que no tengan por único y exclusivo objeto el lucro o la ganancia”, como es el caso de UESPRA, inscrita en el Registro Nacional con cédula jurídica 3-002-389789. El artículo 26 especifica que “las asociaciones pueden adquirir toda clase de bienes, celebrar contratos de cualquier índole y realizar operaciones lícitas de todo tipo, encaminadas a la consecución de sus fines”, siempre y cuando rindan cuentas de las “donaciones, subvenciones, transferencias de bienes muebles e inmuebles u otros aportes económicos” a la Contraloría General de la República, una vez al año. En la donación de árboles del I.C.E. -que cuentan como bienes muebles, pues acarrean un costo de producción- a UESPRA, estaría limitada la aplicación de la Ley de Asociaciones, pues el coordinador del Vivero Cachí, Andrés Barrantes, aclaró que Castrillo solicita los árboles como persona física. En caso de que la donación fuera del I.C.E. hacia UESPRA, no se cometería una violación a la ley, pues el artículo 26 lo permite. Según Andrés Alfaro, abogado de la Procuraduría General de la República, un supuesto lucro a partir de la venta de plantas tampoco sería ilegal si se justifica que esta corresponde a la “consecución de los fines” de la asociación para financiar los proyectos de reforestación, por ejemplo. Sin embargo, sería ilegítima con el acuerdo del I.C.E.: la entidad los dona para ser sembrados y no para generar lucro.

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ARTES PLÁSTICAS:

LA CENICIENTA

DE LA ARQUITECTURA Natalia Valerín | nmvalerin@gmail.com Fotografías Daniel Valverde


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El edificio de la Facultad de Bellas Artes es uno de los más viejos de la Universidad de Costa Rica. Con una organización que data desde previo a la instauración oficial de la Universidad. Actualmente en sus instalaciones se encuentra la Escuela de Artes Plásticas, y reciben clases algunos estudiantes de Artes Dramáticas y de Estudios Generales. También se ubican ahí el Instituto de Investigación de las Artes y el programa de Postgrado. Su infraestructura ha sufrido franco deterioro con el pasar de los años. Además, el crecimiento de su población estudiantil ha sido exponencial. La Escuela de Artes Plásticas con sus seis carreras tiene aproximadamente 600 estudiantes en sus distintas especialidades. Las clases impartidas en este edificio requieren condiciones muy específicas para el desempeño de sus actividades académicas. El 1 de abril del 2015 fue emitida la Orden Sanitaria Nº 029 2015 hacia el Rector Henning Jensen, resultado del informe técnico CS ARS MO 2147 2014. En dicho documento se hace un análisis de la situación infraestructural y de salubridad de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica, sede Rodrigo Facio; por una queja interpuesta ante el Ministerio de Salud en noviembre del 2014. En dicha Orden Sanitaria se tocan 21 puntos de carácter urgente a remediarse, dado que atentan contra la integridad de todo el personal estudiantil, docente y administrativo de la entidad. Entre ellos, cabe mencionar, • La inexistencia de un Plan de Emergencia, Manejo de Desechos y de Seguridad Laboral e Higiene Ocupacional para la Unidad Académica. • Instalaciones de inmobiliario insuficientes para la cantidad de estudiantes y en condiciones de deterioro avanzado. • Cantidad insuficiente de servicios sanitarios para la población vigente de la unidad académica (3 servicios sanitarios) para mujeres, 1 orinal y dos servicios sanitarios para hombres). • Falta de espacio para el correcto almacenamiento de gases comprimidos (tanques de oxi-acetileno y oxi-propano), además del mal estado de estos tanques. A la Universidad se le da un plazo de respuesta de tres meses tras el acuse de recibo de la Orden Sanitaria para respuesta. Ante esto, Rectoría envió el 13 de julio del 2015 el oficio R4548 2015 en donde propone un Plan Remedial a largo plazo en donde involucra a la OEPI (Oficina Ejecutora de Programa de Inversiones), la UGA (Unidad de Gestión Ambiental), Servicios Generales, la Escuela de Química, la Oficina de Bienestar y Salud, entre otros órganos, e indica cómo cada uno de estos entes actuarán respecto a los puntos establecidos. No obstante, la mayoría de los puntos son supeditados al cumplimiento del

punto 1, que corresponde al establecimiento del Plan de Emergencia, Plan de Desechos Sólidos y Líquidos y el Plan de Salud Ocupacional. La Asamblea de Escuela de Artes Plásticas en conjunto con la representación estudiantil comenzó un proceso arduo de identificación de las áreas de riesgo y puntos estratégicos de atención para colaborar con los técnicos en la realización de los planteamientos necesarios. El 24 de setiembre del 2015, por medio de una noticia del Periódico de La Nación, se informó a la comunidad estudiantil y a las entidades administrativas del recorte del presupuesto ordinario del 2015, en donde se excluyen dos proyectos constructivos: el edificio del CIAHTA para la Escuela de Medicina, y el Edificio de Artes Plásticas, parte fundamental para el acatamiento de la orden sanitaria y edificio que había sido pactado en una reunión con Vicerrectoría de Administración en setiembre del 2014. Es ante esta situación que el cuerpo de la Escuela de Artes Plásticas decidió tomar acciones en protesta. En común acuerdo de las partes (docentes, estudiantes y administrativos) se hizo una primera manifestación simbólica ante el monumento “Yo Protesto” del Maestro Néstor Zeledón, ubicado en la entrada del nuevo edificio de Ciencias Sociales. La manifestación fue de carácter pacífico y tomó el espacio por medio del dibujo y serigrafía, se


VozUCR / 11 EDICIÓN empapeló el monumento, y la producción luego fue llevada a Rectoría. Gracias a este primer movimiento, el Rector Henning Jensen se reunió con una comitiva representativa de la Unidad Académica, compuesta por el director Eric Hidalgo, la profesora Carmen Aguilar, un representante de la sección administrativa, representantes estudiantiles y Doña María Clara Vargas, Decana de la Facultad de Bellas Artes. En esta primera reunión se esbozó la problemática reclamada. Se pactó un primer acuerdo de atención a las necesidades de la Unidad Académica y acordó una segunda jornada de reunión. El día jueves 1 de octubre, se llevó a cabo una sesión con el Consejo Universitario, a la cual fueron invitados el Director Eric Hidalgo, la Decana María Clara Vargas y la representante estudiantil Nathalie González. El Consejo expresó su preocupación acerca del estado en el que se encuentra la Escuela de Artes Plásticas. El Rector dió seguridad en actas de que el edificio, si bien fue excluido del plan presupuestario ordinario del 2015, será punto de interés de inversión para el superávit del mismo año. Posterior a dicha sesión, se reunieron los representantes de las diferentes secciones de la Escuela de Artes Plásticas y se redactó una contrapropuesta (Oficio EAP A 507 2015) al Plan Remedial establecido por la Rectoría en atención a los puntos

más urgentes de seguridad dictados en la Orden Sanitaria. La contrapropuesta tomó en consideración el acuerdo previo brindado por el Consejo Universitario de financiar mediante el Superávit 2015 (presupuesto extraordinario) las etapas I y II del proyecto del nuevo Edificio de Artes Plásticas. El 2 de octubre se realizó una segunda manifestación en “el pretil” del edificio de Estudios Generales, para visibilizar la problemática, y exigir el cumplimiento de los compromisos de Rectoría. Nuevamente se utilizaron los recursos artísticos y la fuerza de la imagen como medio comunicativo para presentar el discurso de la Escuela de Artes Plásticas frente a esta problemática. Posteriormente, iniciaron las inspecciones por parte de ingenieros de la OEPI en el edificio de la Facultad de Bellas Artes, con el fin de analizar el estado infraestructural. El día lunes 9 de noviembre llegó un oficio de Rectoría (R-7488-2015) dirigido a la Dirección de la Escuela de Artes Plásticas, el cual incluía el informe técnico referente a dichas inspecciones, así como otro por parte de la OBS. Ambos informes enlistan todas las acciones necesarias para atender el problema infraestructural inmediato de la Escuela. En diciembre del 2015 el Consejo Universitario aprobó una modificación presupuestaria para el superávit

del mismo año, en la que se contempla el presupuesto designado para la construcción del edificio de Artes Plásticas. Adicionalmente, la Rectoría asignó un presupuesto para las reparaciones del techo de la Escuela, las cuales dieron inicio a finales del segundo ciclo lectivo 2015, con lo cual se esperaba eliminar las filtraciones de agua, y por tanto reducir el riesgo de cortocircuito. A pesar de las reparaciones que se han llevado a cabo en la Escuela, todavía existen puntos de carácter urgente que han sido anotados por diversas instancias universitarias, como la OEPI y la OBS, los cuales deben ser atendidos con la mayor brevedad posible. Algunos de ellos son la reubicación y acondicionamiento de los tanques de gas oxipropano y oxi-acetileno, habilitar las salidas de emergencia, solucionar el manejo ambiental y de salud ocupacional de las emisiones de gases tóxicos por falta de ventilación. Añadido a esto, según palabras de la OEPI, la instalación eléctrica de la escuela debería hacerse nueva, debido a que ya cumplió su vida útil y no cumple las normativas vigentes. Mediante los movimientos realizados por parte de la comunidad de la Escuela de Artes Plásticas, se demostró lo que es posible alcanzar, a través de la lucha organizada, el empoderamiento estudiantil comprometido y la fuerza de la imagen.

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ECHANDO RAÍCES JUNTOS Y JUNTAS Integrantes de la Colectiva Tierra, Semilla y Pan comparten cómo ha sido el proceso de formación de esta familia para resistir y luchar organizadamente desde la diversidad y la horizontalidad.

“Yo soy como soy y tú eres como eres, construyamos un mundo donde yo pueda ser sin dejar de ser yo, donde tú puedas ser sin dejar de ser tú, y donde ni yo ni tú obliguemos al otro a ser como yo o como tú”.

Subcomandante Marcos

A raíz de los acontecimientos presentados en la Zona Sur del país respecto de los desalojos en Finca Chánguina y Finca Térraba (Finca 3) de Palmar Sur, a finales del mes de julio, un grupo de estudiantes y docentes de la Sede de Occidente (San Ramón) se reúnen a conversar sobre la situación de estas familias campesinas. A lo largo de las reuniones semanales se realizan diferentes articulaciones con actores estratégicos que permiten visibilizar la memoria histórica de estos pueblos. Median-

te la proyección de videos y realización de conversatorios se propicia un acercamiento con pobladores de las comunidades que se encontraban expuestas a esos embates. Dichas acciones fueron acompañadas de actividades como forma de solidarisarse con estas poblaciones; entre ellas destacan la elaboración de mantas en el parque de San Ramón, mientras que en San José se realizaba un mitín frente a Casa Presidencial para protestar por los desalojos ilegales. De igual forma, se llevó a cabo una contramarcha

durante los desfiles del 15 de setiembre, en la cual se informó a la población sobre lo acontecido en estos territorios, y se les invitó a unirse en solidaridad con la recolecta de víveres, semillas, ropa, entre otros artículos de utilidad para apoyar a las familias. Una de las actividades que logró la proyección de las comunidades afectadas en Occidente fue la realización del Conversatorio Hablemos del Sur, en la que participaron representantes de Finca Térraba, Finca Chánguina, Finca 7, 9 y 10. En


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este espacio se generaron acciones reflexivas que permitieron tener una fuente de información más humana, y cercana a la realidad vivenciada por la clase campesina. A partir de esta actividad, se logró la articulación con las y los representantes de dichas fincas donde, de manera colectiva, surgió la idea de realizar un proyecto que permita compartir los saberes en temáticas que contribuyan con la identidad campesina, organización comunitaria y la recuperación de las tierras. Uno de los primeros acercamientos con las comunidades de Palmar Sur, se realizó en el mes de octubre. En este se logró conocer la zona y visibilizar la realidad experimentada por las familias, sus necesidades inmediatas y principales intereses.

Así mismo, la convivencia con las personas de las comunidades permitió acercarnos a su sentir como población excluida por un sistema que se apropia, de manera ilegal, de los únicos recursos que tienen para su subsistencia. Esta experiencia permitió darle un mayor sentido de identidad a la Colectiva, donde se manifiesta el interés de lucha y resistencia de la mano con los sectores vulnerables; aspecto que nos ubica como un espacio alternativo, dinámico y un proceso vivo que sigue la sinergia de lo que sienten las personas integrantes. Con base en lo anterior, el trabajo que se realiza desde la Colectiva Tierra, Semilla y Pan tiene como eje trasversal la horizontalidad, la iniciativa, la comunicación asertiva,

la transparencia, el respeto y reconocimiento de las diversidades, así como la recuperación de los afectos y las complicidades, articulados estos en un tejido de alegre rebeldía. Finalmente, como parte de los retos y desafíos, es importante aludir al trabajo en equipo que implica mantener la dinámica que hasta el momento se ha experimentado. En esta misma línea, se opta por vivenciar un proceso en equidad de participación donde cada persona aporte desde su integridad. Otro de los desafíos, implica trascender la academia, no solamente como espacio físico sino ideológico, con el fin de romper la lógica vertical que segrega a las personas y debilita los procesos de resistencia. Colectiva Tierra, Semilla y Pan. [ 45 ]


CIUDAD DE DIOS O LOS LÍMITES MATERIALES DEL PODER CONSTITUCIONAL Por: Ronald Saenz | ranold.18@gmail.com

Datos generales. La película Cidade de Deus o Ciudad de Dios (2002), es un drama de acción brasileño dirigido por el también productor carioca Fernando Meirelles, quien se ha dado a conocer en los últimos años por otros proyectos como El jardinero fiel (2005), Blindness (2008) y 360 (2012), además de la teleserie dirigida en conjunto con Kátia Lund entre 2002 y 2005 titulada Cidade dos homens (2002) o Ciudad de hombres, a manera de spin off (serie derivada) de Ciudad de Dios, logrando aclamación dentro y fuera de Brasil. Bajo la adaptación de Bráulio Mantovani, Ciudad de Dios está basada en el libro homónimo (1997) del escritor brasileño Paulo Lins, quien posteriormente trabajó como guionista para Ciudad de hombres. Valiéndole su actuación más conocida hasta el momento, Ciudad de Dios es protagonizada por Alexandre Rodrigues en el papel de Buscapé; también por Leandro Firmino como Zé Pequeño, Phellipe Haagensen como Bené y Alice Braga (Soy leyenda, 2007) como Angélica, actriz con mayor reconocimiento internacional. La mayoría de papeles secundarios fueron interpretados por habitantes reales de varias favelas reconocidas de Río de Janeiro, mismos que antes de la película no contaban con ninguna experiencia en actuación. Desde su estreno, el filme ha sido elogiado por la crítica, llegando a recibir cuatro nominaciones a los Óscar en el año 2004 (mejor director, mejor fotografía, mejor montaje y mejor guion adaptado), una nominación a un Globo de Oro (mejor película extranjera) y un premio BAFTA (mejor montaje). Sinopsis. “En la Ciudad de Dios si corres te agarran, y si no corres también”. Esta frase, enunciada hacia el inicio del filme durante una analepsis del protagonista Buscapé, quien al quedar atrapado en el medio de un tiroteo entre una banda criminal de la favela y la policía federal brasileña, describe la intricada trama que nos da paso a atestiguar las vicisitudes, exposiciones y peligros que se viven día a día en los caseríos populares brasileños. De la mano de Buscapé conoceremos la historia de su vida, o lo que es lo mismo, la historia de la transformación de los habitantes de la Ciudad de Dios, un caserío construido en la década de los años sesenta (al tiempo que comienza la acción) para familias que, en palabras del narrador, “creían haber llegado al paraíso”, que habían perdido su hogar debido a inundaciones e incendios premeditados. Sus habitantes, al tener que lidiar con la falta de condiciones mínimas (sin electricidad, calles sin asfaltar, poco acceso a medios de transporte), viven su cotidianeidad entre jóvenes, en su mayoría, al margen de la educación formal, y dando sus primeros pasos en el mundo de la delincuencia.

El narrador-protagonista (Buscapé), siguiendo la línea anteriormente planteada, considera preciso comenzar por la historia del “Trío Ternura” compuesto por Cabeleira, Marreco y Alicate (Velludo, Pato y Cortador), adolescentes reconocidos en el caserío por delinquir y asaltar a los visitantes ocasionales de la Ciudad de Dios. Bajo esas condiciones, la generación más joven de niños ve en el “Trío Ternura” un ejemplo a seguir y una oportunidad de obtener dinero fácil, en comparación con el sinuoso trabajo honrado. Así es como Buscapé, hermano menor de Pato, crece rodeado de un grupo de niños de su edad, aprendices potenciales en fechoría del infame Trío, entre los que destacan Bené, hermano menor de Velludo, y Dadinho, un niño que comienza a hacer sus primeras armas en el crimen, y que años más tarde es consagrado como el criminal más sádico y peligroso, “dueño” del negocio del tráfico de drogas dentro de la favela, y quien posteriormente es rebautizado como Zé Pequeño. A partir de este hecho, el desarrollo de la narración nos lleva a ser testigos del desarrollo de una generación de niños, quienes unos años mayores, durante la década de los setenta, (ahora habitantes de una favela anónima en Río), son marcados por las condiciones paupérrimas del entorno en el que crecen y viven dentro del submundo de la droga y la muerte ocasionada por las guerras entre bandas del narcotráfico al interior de la favela. Así, la posesión del territorio, el monopolio de la venta de drogas y el empleo indiscriminado de “niños soldados”, llevan a personajes que han logrado sobrevivir, como Buscapé, a cuestionarse sobre el verdadero precio de la honradez, el precio de seguir las reglas del juego impuestas por un “Para-estado”, centrado en las disposiciones del crimen organizado. Contexto histórico-político. El caserío Ciudad de Dios fue creado con el objetivo de sacar a las favelas del centro de Río de Janeiro y construir un complejo habitacional. El proyecto fue impulsado por el gobierno brasileño a través de un programa liderado por el gobierno norteamericano llamado Alianza para el Progreso, mismo que entre 1961 y 1970 constituyó la política exterior de ayuda económica por parte de los Estados Unidos hacia Latinoamérica, como respuesta ante el avance revolucionario en el continente. La acción se enmarca dentro un contexto mayor. Los primeros años de la década de los sesenta marcaron un antes y un después en la historia política brasileña. En 1963, mediante un plebiscito, el pueblo brasileño votó por el restablecimiento de un sistema de gobierno presidencialista, ante la imposibilidad del gobierno de turno liderado por el presidente João Goulart de aprobar un paquete de refor-


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mas que vendrían a nacionalizar y a mejorar la distribución de la renta y la inclusión social en Brasil. Estas fueron conocidas como las Reformas de Base. Un golpe de Estado militar tuvo lugar en el año 1964, detonado principalmente por grupos de empresarios, propietarios y militares que se mostraban descontentos con las “políticas comunistas” de Goulart. El golpe, que contó con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos, inició en Brasil un periodo de dictadura militar que se extendió hasta el año 1985. Debido a la temprana ruptura de garantías constitucionales, la dictadura se caracterizó desde un inicio por el gobierno mediante decreto, la abolición de los partidos de izquierda, la persecución policial de opositores y la instauración de gobernantes por vía indirecta, acrecentando la represión estatal, el descontento popular y la descomposición democrática. De esta manera, frente a un contexto de violencia generalizada, de crisis económica y falta de oportunidades, el crimen organizado y el tráfico ilegal de drogas encontró un nicho para su desarrollo en el corazón de las barriadas populares. Lectura desde el constitucionalismo. El constitucionalismo, entendido como el movimiento histórico concebido

para la búsqueda de fórmulas para el límite del poder, nos brinda herramientas para el análisis. Ante todo lo anterior, queda preguntarse por el papel del Estado, de su orden constitucional y de su función garantista. Una línea de la película en boca de Buscapé reza: “Para el gobierno y los ricos nuestros problemas no importaban. Estábamos demasiado apartados de la imagen perfecta de Río de Janeiro”. En esa línea, Ciudad de Dios es testimonio fiel de eso que el politólogo Guillermo O’Donnell llamó “zonas marrones”, aquellas regiones donde el orden y la legalidad estatal no llegan, donde la materia prima de los derechos no solo políticos y civiles, sino también los económicos, sociales y culturales ha sido ignorada. De esta manera, la película da cuenta de una época de cambios y transgresiones, de la ruptura del sustrato formal y material de una constitución por un gobierno de facto, de la falta de constitucionalismo, de un Estado persecutor que, en aras de ejercer arbitrariamente la persecución política, descuidó la necesidad de garantizar a sus pobladores una serie de condiciones básicas para el disfrute de una vida basada en la dignidad humana.

Ilustración: Kristell Faerron

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literatura Por: Esteban Mata Ilustración: Fabián Bolaños

EL ABSURDO EN Tres físicos nucleares han sido internados en un sanatorio para enfermos mentales: dos de ellos por el delirio de creerse Isaac Newton y Albert Einstein, el tercero por afirmar que recibe a diario visitas del rey Salomón. Mientras se encuentran allí, cada uno asesina a una enfermera distinta. Desde luego un detective es puesto a cargo de la investigación, pero -dado que el diagnóstico de los tres implicados da fe de su demencia- sus pesquisas no dan con la verdadera causa de los crímenes; a saber, que han sido perpetrados para proteger un secreto, el de que ninguno de estos hombres está en realidad loco, pues Einstein y Newton son espías de potencias extranjeras que simulan demencia para obtener acceso a los brillantes y revolucionarios descubrimientos de Möbius, el hombre que finge sostener largas conversaciones con el rey judío para no compartir con el mundo sus averiguaciones por no considerar que nuestra especie esté preparada para dar buen uso a tal conocimiento. Sin embargo de nada servirán tantas prevenciones, ya que Mathilde von Zhand, respetadísima directora del sanatorio, ha descubierto sus verdaderas identidades y lleva años copiando y estudiando el diario científico de Möbius; obteniendo así la información necesaria para, con la ayuda del rey Salomón, construir un imperio mundial que no tenga rival ni paralelo. Esta es, a grandes rasgos, la trama de la pieza teatral Los físicos, del dramaturgo suizo Friedrich Dürrenmatt, uno de los principales exponentes del Teatro del absurdo que tanta influencia tuviera en la literatura del siglo XX.


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LA LITERATURA ¿QUÉ HEMOS DE ENTENDER POR ABSURDO? El del absurdo en la literatura del siglo pasado es un concepto complejo, definido y utilizado de distintas maneras por distintos autores; sin embargo esto no es obstáculo para que podamos establecer algunas tendencias predominantes respecto a su uso y a cómo debemos entenderlo. Además existe consenso al señalar como introductores de la temática del absurdo en la literatura occidental a autores que van desde el romano Tertuliano hasta Kierkegaard y Dostoievski, pasando por Pascal y aun algunos otros. No obstante será hasta el siglo XX que el absurdo se convierte en una constante inquietud de la comunidad literaria. Entre los aspectos sociales e históricos que dieron lugar a su “descubrimiento” y desarrollo cabe mencionar experiencias tan disímiles como la aparición, durante la primera mitad del XIX, del liberalismo burgués, el desprestigio en que cae la tradición religiosa, el auge de un capitalismo cada vez más reñido con el humanismo renacentista, las voces de crítica y desaliento en el pensamiento de autores como Hegel, Marx, Schopenhauer y Nietzsche y la irresolución de crisis sociales que van desde el desempleo hasta las dos guerras mundiales. No obstante, a fin de llevar a cabo el rastreo de este concepto, se hace imprescindible apartar la mirada de sus precursores y dirigirla hacia quienes está justificado considerar sus principales formuladores y exponentes. [ 49 ]



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EL ABSURDO EN LA OBRA DE KAFKA

Un agente de ventas despierta una mañana y se descubre convertido en un monstruoso insecto, pero -en lugar de preguntarse cómo ha podido suceder tan fantástica transformación- su primera y única preocupación es la de perder el tren que ha de llevarlo a su trabajo. A nadie parece sorprender su metamorfosis y a lo largo de las páginas que componen el que es sin duda el relato más célebre de todo el siglo XX, lo que se nos muestra una y otra vez es el proceso de alienación que respecto a su familia y la condición humana en general experimenta el protagonista. Quizá lo que mejor defina la experiencia de los lectores de Kafka sea el asombro ante la falta de asombro. Sin importar cuán inverosímiles sean las circunstancias a estas sus personajes jamás reaccionan con incertidumbre o incredulidad; aun cuando en ellas sus destinos oscilen entre la excepcionalidad de lo trágico y la habitualidad de lo cotidiano, entre la esperanza seguramente vana y la urgencia de intervenir sobre los hechos del mundo, la búsqueda de la dicha que solo lleva al fracaso, la lógica de nuestro deseo actuando en complicidad con el absurdo de su fallida realización. El calificativo kafkiano, de uso tan frecuente como impreciso, puede entenderse muy bien recurriendo a una imagen (¿y qué en la obra del escritor checo no es un símbolo o una imagen?) introducida a este fin por otro gran autor obsesionado con el absurdo, pues en palabras de Camus el de Kafka es “un universo inefable en el que el hombre se da el lujo torturante de pescar en una bañera sabiendo que no saldrá de ella”.

CAMUS Y SU CONCEPTUALIZACIÓN DEL ABSURDO

Uno de los más constantes problemas enfrentados por la conciencia del absurdo, que es una conciencia secularizada, es el de cómo justificar la acción política e histórica sin recurrir a valores fundamentados en un dudoso marco trascendental. A esto se debe que la obra camusiana, así como anteriormente las de Dostoievski y Kafka, se plante de modo muy radical las consecuencias metafísicas, políticas y morales de un mundo sin Dios. En sentido estricto, el sentimiento del absurdo en Camus depende de la permanente oposición entre la voluntad humana y los hechos del mundo, que con tanta frecuencia la obstaculizan; dicha circunstancia se resume en lo que denomina la paradoja de la condición humana: deseos ilimitados destinados a una más bien pobre satisfacción, el racional abandono de un dios antojadizo y misterioso pero cuyos valores la razón no alcanza a reemplazar, la urgencia de una mayor vitalidad por parte de seres condenados a extinguirse, etc. Mucho se ha discutido si dicha paradoja es para Camus producto de la Historia o una irreparable consecuencia de la naturaleza humana. Considerando que a lo largo de su obra el autor de origen argelino explora la doble influencia de lo natural y lo social sobre la vida humana, no es aventurado afirmar que en la experiencia del absurdo intervienen ambos órdenes; ya que las instituciones sociales -que en cierta forma son “ajenas” a nuestra naturaleza porque las determina la Historia- no son menos absurdas que el carácter fallido que acompaña y trasciende a toda actividad humana, con independencia del momento y lugar en que esta se realiza. Lo absurdo es para Camus ante todo un sentimiento en cuya aparición intervienen sobre todo los dos factores anteriores: nuestra naturaleza esencial y la influencia de lo sociohistórico (por este motivo Camus rechazaba las interpretaciones historicistas de El estado de sitio o La Peste como fábulas que daban cuenta del horror de la ocupación alemana de Francia). El sentimiento del absurdo supone la reacción humana a lo que excediendo lo humano se le opone, una sensación de alienación experimentada por quien ya no puede reconocer su rostro en el espejo. [ 51 ]


EL TEATRO DEL ABSURDO Si bien esta corriente está lejos de ser un movimiento o una escuela tal como lo fueron las vanguardias, es posible rastrear ciertas similitudes y tendencias en dramaturgos como Becket, Artaud, Dürrenmatt, Ionesco, Hildesheimer, Genet, Albee y el español Arrabal. Entre algunos de los temas explorados por todos ellos cabe mencionar la fragmentación de la memoria, el tedio vital que acompaña a la rutina cotidiana, las experiencias de la muerte y la vejez, la mecánica complacencia en la vida burguesa, el aislamiento del sujeto en la sociedad de masas, el carácter de “cosa” que de cuando en cuando manifiestan los objetos y el de la arbitraria relación entre el lenguaje y los hechos del mundo que aquel nos “ayuda” a nombrar. Más que a un agotamiento de las fórmulas teatrales que aspiran a la catarsis del espectador, a la omnipresente necesidad de desarrollar una tesis o a los abusos de la representación “realista” del mundo, el llamado Teatro del absurdo responde al deseo de confrontar los excesos del racionalismo modernidad por considerarlo incapaz de dar cuenta de los aspectos más complejos y enigmáticos de nuestra existencia. Por ejemplo, para Ionesco el drama de la vida humana es tan absurdo como doloroso y por ello, para un observador externo situado más allá de lo humano, sería en virtud imposible distinguir entre lo cómico y lo trágico en que nos movemos a diario. Por su parte, Hildesheimer sostiene que el del absurdo es un teatro de carácter filosófico que, paradójicamente, reacciona contra el racionalismo imperante valiéndose de estrategias que ponen de manifiesto cuánto de nuestro mundo, sociedad y conducta es arbitrario y carece de una verdadera razón de ser. En aras de enfatizar esta visión divergente y paralela, el escenario adquiere en estos autores gran independencia respecto a la trama de sus obras. La escena cobra una importancia capital pues se convierte en espacio para la proliferación de elementos “inesperados”; y es por este motivo que en las puestas en escena de Beckett, Genet y otros abundan objetos que dan la impresión de hallarse fuera de lugar, tales como: muebles que se mueven por sí mismos, jugadores de ping-pong, cuerpos humanos alterados (por decapitaciones o multiplicación de órganos), relojes y sillas que manifiestan voluntad propia, cadáveres parlantes, etc. En lo tocante al diálogo, la dramatización de conversaciones insignificantes y anodinas -que en poco contribuyen al desarrollo de la trama- resulta eficaz para evidenciar la insustancialidad de la vida cotidiana, así como para mostrar una idea muy presente en muchas de las obras asociadas a esta tradición y que se relaciona con su misma concepción del lenguaje. Este último es expuesto en toda su arbitraria relación con los hechos del mundo; a los cuales es capaz de aludir por una mera convención que no revela vínculo alguno entre la esencia de la palabra y los elementos por esta denotados. En este sentido muchos de los elementos que suelen determinar nuestra concepción racional de la realidad, tales como las relaciones causa-efecto, las categorías de tiempo y espacio, la dicotomía entre forma y contenido o las ideas de principio y fin, son puestas en cuestión con el objeto de denunciarlas como meras convenciones impuestas por el uso; para de ese modo propiciar una toma de conciencia que exprese la precariedad de la vida humana en un mundo donde casi todas las posibilidades juegan en nuestra contra. Por eso, en resumidas cuentas, podemos afirmar que Teatro del absurdo aspira a dar razón de la desintegración de nuestra existencia individual y colectiva en un mundo en el que la violencia y las calles sin salida de la Historia evidencian su profunda descomposición.


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FREAK SHOW Por: Roberth Ramírez Martínez Ilustración: Edwin Castillo

(Afuera se anuncia) Las irrevocables alas de una mosca rotas a pedradas por la mierda Los dientes luminosos de una pulga que galopa a los perros con ternura La babosa en otoño bajo rayas eclipsada por la droga que la seca La venganza anónima de un cuchillo en los dedos que no tiene el carnicero Las larvas comensales de la muerte Una calavera sin mandíbula

y con hambre

La soledad tirana de los platos sin esencia Los cubiertos del asco vestidos por la plata y en desuso El viento perpendicular de las preguntas El vértigo cósmico de un libro trapecista (Adentro) Los puercos que cabalgan su destino Los monos aplauden los dedos de otros monos en el culo Un aterro de jirafas y sus respectivas escoliosis El asma de los leones reventada por el látigo Apolo y su flecha en la manzana adánica del asistente Los párpados palúdicos de hombres y mujeres Que sueñan sus pañuelos en el aire (Al final) Los carbunclos que fueron luces El mapa condensado de los glúteos y sus respectivas butacas Las huestes que se esparcen por el mundo Y dejan en la carpa la terrible soledad De las bestias condenadas a mear sobre su tumba.

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AMAPOLA HABITUAL Presiento que es esta mi última noche en el Edén. Pero antes de que el reloj dé las trece antes de que ya no soporte el peso de mis pestañas debes saber: cada noche combino nuestros nombres saborea mi recuerdo el aroma de tus efélides. Tus brazos me hacen sentir fuera de este bizcocho solar tu voz: lluvia un jueves por la noche tu natilla tus fresas tú

melocotón chocolate caliente en la tormenta contigo quiero amelcochar mi mano comer labios perder juntos nuestras estrellas contando ojos en el cielo. ... Solo me hubiera gustado dormir contigo en la copa de un árbol sobre la luz de Saturno mientras soñamos lo mismo después de la amapola habitual al menos una noche en la vida.

Por: Arieto Gonzáles A. Ilustración: Fabían Bolaños


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2: EL PERRO Por: Alejandro Calderón Ilustración: Edwin Castillo

Hace un par de años teníamos un perro. Se llamaba Negro. Era un zahuate recogido de la calle. La historia de cómo entró en nuestra familia es divertida. Llegó en uno de mis cumpleaños. La puerta estaba abierta y, así no más, se coló. Éramos algunos niños y de inmediato nos enamoramos del animal. Se paraba en dos patas y suplicaba que le diéramos un poco de pizza. Corría de un lado a otro, moviendo la cola y con la lengua afuera. Nuestro perro anterior se había muerto de viejo y, una vez acabada la fiesta, a mi madre y a mí nos pareció que era predestinado que ese animal estuviera con nosotros. Supongo que lo mismo sentía él, ya que se quedó en nuestro pequeño patio. Solo tenía una mala costumbre: trataba de follarse todo lo que se le ponía enfrente. Para Negro, las piernas de las personas eran perras en celo, lo mismo que los muebles y cualquier cosa que no fuera una pared. El tiempo pasó y tras algunos regaños, se convirtió en un animal ejemplar. A diferencia de muchos otros perros, tenía una profunda noción de la individualidad. No le gustaba que lo alzaran, pese a no ser muy grande. Tampoco venía si lo llamaban, pero eso para mí no tenía nada de malo. Creo que en otra vida fue un gato. A pesar de todo, estoy seguro que nos amaba, ya que siempre que salía al patio cuando me sentía deprimido, Negro se tomaba la molestia de saludarme, moviendo la cola. Tal vez no se quedaba mucho, pero aguantaba mis caricias y me lamía los dedos, antes de volver a su labor cotidiana. Fueron unos tres años muy buenos. Mi madre también lo amaba y para ella fue muy difícil aquel día. Estaban haciendo un arreglo en el techo y habían dejado un montón de madera en el patio. Por alguna razón, el antiguo vicio de Negro regresó y trató de reproducirse con la pila de tablas viejas. Lo escuchamos gemir y salimos corriendo. Con cada movimiento de cadera, se enterraba esos picos de madera y los clavos que sobresalían de ellos. Se empezó a desangrar y pude ver sus intestinos. Su pene colgaba de un trozo de carne y botaba un montón de sangre. Grité. Negro se alejó de la basura, caminando sobre sus patas traseras, parecía un pequeño payaso infernal. Dios sabe que cosas se le empezaron a salir por las heridas. Daba gemidos. Mi madre tomó la pala que usábamos para enterrar sus excrementos. Le dio un sólido golpe en la cabeza que lo acostó en el piso. No fue suficiente. Con el hocico partido a la mitad, siguió gimiendo. Ella le sembró otro golpe, esta vez le falló la puntería y le dio en el pecho. Sus huesos crujieron. De la boca de Negro salieron chorros de sangre que empaparon los pies de mi madre. Ella alzó de nuevo la pala. Le dio de lleno a un lado de la cara. Le hundió el rostro. Un ojo sangriento sobresalía como una burbuja. Parecía que se estaba riendo. Gemía. Más palazos le destrozaron la cara, le sacaron todos los colmillos y le cortaron la lengua. Seguía respirando, seguía sacudiendo lo que le quedaba de cabeza. Mi madre puso la pala de manera vertical y con todas sus fuerzas, la hundió en el cuello de Negro. Pudo atravesar la carne, pero le tomó varios intentos partirle la columna. Cada golpe lo hacía saltar y sonaba como un único movimiento de un taladro mecánico. Tras unos minutos, se quedó quieto. El cerebro afuera. Las tripas... también. Los ojos coronando una masa indiferenciada. El pene cortado. Mi madre soltó la pala. No dijo nada. Se metió en la casa y se encerró en el baño. Me quedé allí varias horas. Con los ojos cerrados. Entiendo sus motivos, no había forma de salvar a Negro, y había que acabar con su dolor, pero desde entonces no me acuesto a dormir sin antes cerrar con llave la puerta de mi habitación. [ 55 ]


Que se detone el Chirripó y se plante una cirugía de reconstrucción

que no sea lo de afuera, que no sea lo de afuera, que no sea lo de afuera, que no sea lo de afuera, que no sea lo de afuera.

[Bar]bud[a] pel-uda, voz-grave taco testosterona. Verrugosa, nariguda, joroba aceitosa. Llantas, papada columpio, panza tumba pubis. Entrelineado, en[taco]nado, mini-látex. Basura, collage-plagio, plástico, hamburguesa. Amputado, ciego, depresivo, antisocial. Lo de adentro,

[ES]TETIC[A]

Por: Danthe Thenad Ilustración: Ximena Miranda Barrantes


VozUCR / 11 EDICIÓN

MANIFIESTO DEL GROTEZCO EN LA COMIDA CRIOLLA Por: Sebastián Barquero Zúñiga Ilustración: Kristell Faerron

Poderoso es el individuo que se ríe de lo que come, porque derrama las cosas mientras ríe. O sea, miente con la comida en la boca, grita y escupe boronas con saliva, grita, la ropa le queda decorada con comida masticada. Es algo que podemos ubicar como desagradable, o no, o podemos simplemente decir que es la sensación más eterna, la de reír y la de comer. Lo que pasa es que también estamos frente a la acción de comer riendo, y se vuelve peor para la gente modesta y reservada, cuando reír y comer se reúnen y hacen en el amor en la boca de los individuos. Es cierto, que tal vez podría esperarse a hacer ambas cosas por aparte, quizás primero la risa y luego el alimento, o viceversa, pero no, es poderoso el individuo que lo conjuga y crea un escenario de bombas bucales alimenticias. La nobleza no da su brazo a torcer, sabe que harán lo último por tratar de que estas dos acciones no tengan contacto, trataran sobre todo que los individuos, solo rían, no coman, o que coman tristes. Es lo principal. La risa y la comida, están llenas de símbolos que traen recuerdos muy gratos, pero hoy existen paredes que los separaran. Yo les incito a comer con carcajadas. Quiero ver al mundo sonriendo con frijoles en los dientes.

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galería

autor: róger muñoz Técnica: Fotografía digítal


VozUCR / 11 EDICIÓN

Título: Pluto Autor: Róger Muñoz Técnica: Óleo sobre tela Dimensión: 80cm x 65cm

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Título: Capullo Autor: Edwin Castillo Técnica: Plumilla


VozUCR / 11 EDICIÓN Título: Sin título Autor: Edwin Castillo Técnica: Plumilla

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Título: Sin Título Autor: Róger Muñoz Técnica: Óleo sobre tela Dimensión: 80cm x 65cm


VozUCR / 11 EDICIÓN

Título: Holi Autor: Róger Muñoz Técnica: Óleo sobre tela Dimensión: 120cm x 120cm

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