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AMLO se adjudica ascenso de ministra Piña en SCJN

MARCO AGUILAR maaguilar@ejecentral.com.mx

El desdén que existe desde el Ejecutivo federal hacia el Poder Judicial ha sido patente en distintas ocasiones, incluso antes de la renovación de la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y mayor tras la elección de la ministra Norma Lucía Piña al frente del máximo tribunal.

Previo a la votación, el presidente

Andrés Manuel López Obrador opinaba, cuestionaba y criticaba a todo el Poder Judicial. Jueces y magistrados, decía, sirven a los intereses creados e ignoran a los que menos tienen. Incluso emprendió una campaña de denuncias en contra de impartidores de justicia que, de acuerdo a su criterio, liberaban a delincuentes sin razón justificable.

Horas antes de la elección reiteró la necesidad de reformar el Poder Judicial, pero lo dejó en manos de la nueva presidencia. López Obrador negaba injerencia en la elección, pero mientras defendía a su única allegada en la contienda, la ministra Yasmín Esquivel (sobre quien pesaba una fuerte acusación de plagio en su tesis de licenciatura), arremetía contra el otro aspirante, el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, a quien señaló de ser el favorito del antiguo régimen y de ser el director del SAT en las épocas de las “facturaciones falsas”.

AFIRMA QUE, si fueran otros tiempos, él podría poner y quitar a la cabeza del Poder Judicial

La ministra Norma Lucía Piña fue electa y el mandatario elevó su arremetida. La felicitación esperada no llegó, ni por redes sociales. Al otro día, López Obrador reveló que fue la ministra presidenta quien lo llamó. Celebró, casi obligatoriamente, que es la primera mujer en ocupar el cargo, pero apuntó que tenía desacuerdos con ella y que éstos continuarían.

›Pero no quedó ahí.

Para responder a las acusaciones de intervencionismo, dos días después de la elección, el Presidente decidió revelar las votaciones “secretas” de las y los ministros, para señalar a quienes votaron en favor del candidato de los opositores de la llamada Cuarta Transformación.

El pasado domingo, en la Conmemoración de los 106 años de la Promulgación de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, vino otro encuentro. El Presidente de la República y la presidenta de la Corte se saludaron en la puerta del Congreso de

Querétaro, pero al llegar al podio, la ministra fue señalada de faltar al protocolo por permanecer sentada en el recibimiento del mandatario.

Este miércoles, la embestida fue directa. A diferencia de otras veces, cuando señalaba en general al Poder Judicial o a otros ministros, esta vez el presidente López Obrador se lanzó contra la ministra presidenta Norma Lucía Piña.

“La señora presidenta de la Corte, para hablar en plata, está por mí de presidenta”, soltó entre carcajadas. “¿Por qué?”, le preguntaron: “Ah, ah, ah, sí, porque antes, antes el Presidente ponía y quitaba a su antojo al presidente de la Corte”, resaltó.

La nueva embestida se da en medio de las impugnaciones al llamado “Plan B” de López Obrador en materia electoral, que ya suma acciones de inconstitucionalidad interpuestas por legisladores y partidos, una controversia constitucional promovida por el Instituto Nacional Electoral (INE), y amparos de funcionarios afectados, todos ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación que será quien decida el rumbo de las reformas a las leyes General de Instituciones y Procedimientos Electorales, General de Partidos Políticos y Orgánica del Poder Judicial de la Federación.

Simón Vargas Aguilar©

Analista en temas de seguridad, justicia, política y educación. Si deseas recibir mis columnas en tu correo electrónico, te puedes suscribir a mi lista en el siguiente vínculo: http://eepurl.com/Ufj3n

Tolerancia para alcanzar la paz

“Una opinión equivocada puede ser tolerada donde la razón es libre de combatirla”.

Thomas Jefferson

Es probable que los desafortunados acontecimientos de los últimos años nos impulsaran a creer, en más de una ocasión, que aprenderíamos la lección y que entenderíamos que la unidad, la tolerancia y el amor al prójimo son pilares esenciales no sólo para alcanzar las metas, sino para lograr lo que se anhela a nivel mundial: la paz.

Tristemente, pareciera que la violencia continúa siendo una forma de vida, de alguna u otra forma elegida, ya que, a pesar de los esfuerzos, el próximo 24 de febrero se cumplirá un año de una guerra que hasta el momento ha cobrado la vida de miles de personas y ha puesto en jaque la economía mundial.

Pero, además, no se trata solamente de los conflictos armados, sino que, contrario a lo esperado, un factor continúa debilitando la gobernabilidad, el desarrollo social y los avances en diversas áreas significativas en muchos países del mundo: la polarización. Situación que, aunque pareciera no importar, impide el consenso, la construcción de políticas a largo plazo, la alternancia y la implementación de acciones innovadoras para resolver los problemas, entre otras; un tema que importa y preocupa a niveles alarmantes.

Incluso, de acuerdo con datos presentados en el Barómetro de Confianza Edelman 2023, de los países participantes, quienes lideran como severamente polarizados son: Argentina, Colombia y Estados Unidos; sin embargo, nuestro país no está lejos de ellos, ya que junto a otros ocho está catalogado como en riesgo de severa polarización.

Dicha encuesta arroja otros datos interesantes, ya que en los primeros tres lugares de la categoría “fuerzas divisorias que explotan e intensifican nuestras diferencias” se encuentran: ricos y poderosos, gobiernos extranjeros hostiles y líderes gubernamentales, y en el otro extremo como fuerzas unificadoras, encontramos a los docentes y a los líderes de ONG.

Pero, ¿cómo salir de la división? Muchos son los caminos, tales como construir acuerdos y desarrollar puentes de comunicación; sin embargo, lo he mencionado anteriormente, se debe impulsar el trabajo en la educación y la tolerancia, ambos enfocados en lo aprendido a través de las escuelas y en la convivencia en casa.

Muchas instituciones se han sumado, incluso la UNESCO a través de documentos como La Tolerancia: umbral de la paz, guía didáctica de educación para la paz, los derechos humanos y la democracia y La Tolerancia, umbral de la paz: Unidad para la enseñanza primaria, entre otros muchos, busca recalcar la trascendencia que implica ser respetuosos, con las ideas, creencias o prácticas de los demás, aunque sean diferentes; lo que no implica que todas las situaciones deban ser iguales, ya que la tolerancia exagerada llega a producir una actitud de relativismo, lo que a la larga anula la idea de justicia y verdad.

La escuela es probablemente una de las instituciones con mayor influencia en la vida de los niños y adolescentes, debemos trabajar para que los espacios educativos y los hogares se conviertan en sitios seguros donde las niñas, niños y adolescentes puedan experimentar sentimientos positivos que los impulsen a elegir un mañana pacífico y donde el proceso de aprendizaje les permita basar sus decisiones en la igualdad y el respeto.

El tema es amplio y vale la pena seguir ahondando en él; sin embargo, reflexionemos sobre la forma en que la educación puede fomentar la lucha contra el crimen y las agresiones, puede impedir guerras y puede permitirnos una cultura de no violencia. No olvidemos que es justo en las escuelas donde hoy se encuentra gran parte de nuestro presente y futuro.

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