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LA TRAMPA DE CITAR A COSÍO VILLEGAS

: EL PRESIDENTE López Obrador utilizó una frase del intelectual sobre la viabilidad de someter al Poder Judicial al voto popular, pero no aclaró el contexto en que se produjo libertad de sus enemigos era la condición de su propia libertad, y que la del país dependía de la libertad de todos. En fin, para esos dos presidentes y para sus enemigos políticos, la libertad era un mérito, algo que distinguía a los hombres y no que los hundía en el olvido o los hacía presa de la persecución”.

Justicia vs. política

Editado por primera vez en 1957, justo al cumplirse 100 años de aquella Constitución, el libro de Cosío Villegas es una reflexión sobre las posturas que en su momento sostuvieron intelectuales como Emilio Rabasa y Justo Sierra sobre el texto que siguió al periodo conocido como la República Restaurada. En el capítulo V, titulado “Magistrado libres y cautivos”, el autor analiza los argumentos de Rabasa, quien se opone a que los magistrados de la Corte sean electos por voto popular.

En su artículo 92, la Constitución de 1857 disponía que “cada uno de los individuos de la Suprema Corte de Justicia durará en su encargo seis años y su elección será indirecta en primer grado, en los términos que disponga la ley electoral”. Asimismo, señalaba que el fiscal y el procurador general también fueran electos popularmente.

Al respecto, “Rabasa censuraba con apasionada porfía este sistema, asegurando, por una parte, que la elección popular sirve para confiar los puestos públicos a los representantes de las opiniones mayoritarias de la comunidad, con la consecuente contradicción de que un magistrado no puede expresar ni seguir la voluntad mayoritaria ‘sin prostituir la justicia’”, escribe Cosío, quien agrega que Rabasa también rechazaba que el pueblo tuviera la habilidad de elegir a personajes con dominio de la “ciencia del Derecho”.

Cosío refuta esta idea al señalar que entre 1867 y 1876, los electores no se equivocaron al elegir a los magistrados de la Corte, pues en ese tiempo llegaron al tribunal juristas notables como José María Iglesias, Ezequiel Montes y José María Lafragua.

Pero el pueblo no siempre tuvo buen tino. “Puede decirse, en rigor, que la primera vez que el artículo 93 de la Constitución de 57 falla en la realidad y da, en consecuencia, un mal resultado, resultado tan negro como los que Rabasa pinta en su crítica, es en 1884, cuando se elige magistrado a Porfirio Díaz, un ente puramente político y un hombre muy próximo al analfabetismo”, escribe Cosío.

Para el autor, la elección de magistrados de la Corte no es aconsejable en cualquier contexto, pues en el mismo libro sostiene que “desde un punto de vista jurídico-formal, es incuestionable que Rabasa está en lo justo: la elección popular es un malísimo sistema para designar a los magistrados de la Corte; es gravísimo hacer del presidente de ésta el vicepresidente de la República, porque lo lanza, y con él puede lanzar a la Corte toda, al torbellino de la política”.

La elección de magistrados, puntualiza, sólo es viable en una sociedad liberal, como la de 1867 a 1876. “La otra parte de la explicación la da la sociedad en que vivían, sociedad que fue creación de ellos. Era una sociedad liberal, creada por liberales, vivida por liberales; una sociedad en que la libertad, lejos de ser la palabra hueca y sin sentido que ha llegado a ser, era una realidad vivida y gozada cotidianamente”.

Apuntes Del Autor

К EL TEXTO La Constitución de 1957 y sus críticos incluye conceptos de Daniel Cosío Villegas sobre democracia, equilibrio de Poderes y el deber parlamentario

Democracia

“La democracia no es otra cosa sino la regla de las mayorías, y no se llega a esa regla y a esas mayorías sin la tolerancia, sin la transacción o el compromiso entre las opiniones en conflicto”.

Proceso Parlamentario

“Al Congreso Constituyente de 1856 concurrieron hombres de las más variadas tendencias (...) pero en ningún momento, ni siquiera usando inocentes triquiñuelas parlamentarias, nadie quiso imponerse por la violencia o la sorpresa, o desconocer o siquiera regatear las resoluciones de la mayoría”.

Contrapesos

Valores. El autor de la cita destaca el valor del respeto a la pluralidad.

“Ese Congreso (el de 1856) hizo estéril mucha de la acción del Poder Ejecutivo, pero lo obligó, quizás por primera y única vez en la historia de México, a idear sus planes de acción, no conforme a la caprichosa voluntad del dictador, sino según la voluntad de una mayoría parlamentaria, como ocurre en toda democracia”.

Pentagrama

Paradojas económicas y políticas

En el contexto de la reunión del G7 en Hiroshima, Japón, la posibilidad de un impago en la deuda de Estados Unidos —la más grande del mundo por encima de los 30 trillones de dólares—, sería un evento de gran impacto en la economía global. Una catástrofe, dicen los analistas del mercado, en las circunstancias actuales donde aún predomina el nerviosismo por la debilidad del sistema bancario regional. Sin embargo, los mercados no parecen estar muy nerviosos ante tal eventualidad, asimilando que se trata de una situación política entre el Congreso y la Casa Blanca, y no un problema sistémico, como lo han sido la inflación, la desaceleración del crecimiento, o podría serlo una recesión.

imposibilitado de cubrir sus obligaciones hasta en tanto el Congreso apruebe la elevación del techo de la deuda. En una democracia funcional, tal situación no es inédita, es propia de la división de poderes y del sistema de pesos y contrapesos que suelen tener momentos climáticos, pero en todo caso, existen los instrumentos necesarios para negociar y resolver las diferencias de posiciones entre las bancadas demócrata y republicana.

Pentagrama es un espacio de opinión y estudio de la realidad en el que se analizan, con enfoque prospectivo, los hechos de la política y del acontecer legislativo.

2.El liderazgo estadounidense se debilitaría en el encuentro de Hiroshima y otros muy importantes que habrá en la región Asia-Pacífico de darse en un ambiente de crisis económica. Es decir, las negociaciones políticas entre el presidente Joe Biden y el liderazgo republicano en la Casa de Representantes, Kevin McCarthy, requieren evitar una turbulencia mayor en los mercados cambiarios y las cotizaciones bursátiles, evitando un mensaje de debilidad ante los aliados. Hay un riesgo de que no se logre un acuerdo, en cuyo caso el gobierno estadounidense estaría

3. Así lo entienden los mercados, por lo que no hay una estampida por esta cuestión, puesto que los puentes están abiertos y hay diálogo entre Biden y McCarthy, quienes responsablemente podrán llegar a un acuerdo bipartidista en cualquier momento de las próximas dos semanas. El gobierno de Biden pretende el incremento del techo de deuda por encima de 31.5 billones de dólares, con lo que podría sostener el programa de gasto público, incluyendo infraestructura y servicios de salud, en tanto que los republicanos, inmersos ya en la lógica electoral que se avecina, estarían buscando recortes al gasto y reducción de impuestos, entre otras concesiones.

4. Lo que trasciende es que las conversaciones presupuestarias entre los equipos demócrata y republicano para evitar un posible impago de la deuda, están avanzando, y que los negociadores revisan las opciones que satisfagan a ambas partes, en la búsqueda de un techo de deuda aceptable. Siempre hay posibilidades, una de las cuales es que se acuerde un incremento parcial por unos meses, hacia septiembre, por ejemplo, para hacer coincidir la negociación del techo de deuda con el año fiscal y nuevo presupuesto; o bien, lograr un acuerdo para varios años, evitando que este tema se presente nuevamente durante el proceso electoral presidencial del 2024.

5.El presidente Biden se ha mostrado optimista, considerando que “aún no se ha llegado al punto crítico, pero hay una discusión real sobre algunos cambios que todos podríamos hacer”, con la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, insistiendo en que el límite es el 1 de junio, cuando el Tesoro podría quedarse sin fondos para cubrir sus obligaciones. Es decir, la perspectiva es que, estando el presidente Biden dispuesto a hacer concesiones, los mercados lean que habrá un acuerdo, y podrán seguir sobre los asuntos sistémicos que cuentan, como son la guerra en Ucrania, el proceso de desinflación —la inflación se sitúa en 4.9 % desde 9.2 % hace poco—, buscar un “aterrizaje suave” ante una expectativa de recesión estimada hoy en 65 % y no perder, desde luego, la perspectiva de crecimiento, por ahora debajo del 1 %, de una manera sustentable y sostenible, todo ello parte del G7.

RUBICÓN

El tema de los países miembros de lo que el economista Jim O’Neill llamó acertadamente “BRICS”, en noviembre de 2001, siendo jefe de análisis económico de la empresa Goldman Sachs, y en cuyo origen estaban Brasil, Rusia, India y China, y al que se incorporó Sudáfrica en 2010 para conformar así el conocido acrónimo, está cobrando una importancia mayúscula ante los sucesos en el mundo político y económico.

El futuro, ¿los BRICS?

Hay ya varios análisis sobre cuál ha sido el desarrollo de esta organización y cuál es su futuro. Por ejemplo, el realizado por la exministra de Relaciones Exteriores de España, la sra. Ana Palacio, publicado este mes en Project Syndicate, con aportaciones interesantes que nos hacen ver que estamos frente a la posibilidad de que se convierta en el grupo más grande del mundo en materia económica, desplazando a lo que hoy tenemos.

Así, se menciona que hay más de 15 países interesados en pertenecer a ese grupo, destacando entre ellos Argentina, Arabia Saudita, Turquía e Irán. En su reunión anual en el mes de agosto, bajo la presidencia de Sudáfrica, se discutirá la incorporación de dichos países, lo cual volverá más importante y decisivo al grupo.

Una de las cosas que destaca Ana Palacio es la creación en 2014 del ahora denominado New Development Bank, con sede en Shangai, que dirige la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y que desde su origen está llamado a ser el contrapeso del Banco Mundial e incluso del Fondo Monetario Internacional. A partir de su creación, ha aprobado casi 100 proyectos con un valor de 32 mil millones de dólares, básicamente para infraestructura y desarrollo sostenible en cuatro continentes.

Utilizando la paridad del poder adquisitivo, encontramos que los BRICS contribuyen con el 31.5 % del Producto Interno Bruto mundial, mientras que el llamado G-7 aporta 30.7 %, de acuerdo con la información proporcionada por Acorn Macro Consulting. Además, para 2022 tenían un superávit comercial de 387 mil millones de dólares, gracias básicamente a China; en cambio, la Eurozona tiene un déficit de 476 mil millones de dólares, según Ana de Palacio.

Ahora el gran tema a tratar, además de la incorporación de nuevos miembros, es la discusión sobre la sustitución del dólar en los intercambios comerciales, partiendo del análisis de que la economía norteamericana ya no es líder en el mundo. Se menciona que esta llamada “desdolarización” permitirá la creación de una nueva moneda BRICS. Hoy, por ejemplo, el yuan es el que se usa en el comercio entre China y Rusia. La cuestión, sin duda, agitará las aguas de los intercambios comerciales en el mundo.

Los comentarios de muchos especialistas se refieren a que han sido muchos años de la dominación occidental liderada por Estados Unidos, misma que ha subyugado a los países emergentes y que es hora de que esto cambie; y no les falta razón en ello; la desigualdad es un resultado claro.

Tampoco será miel sobre hojuelas, porque hay algunos problemas al interior de los BRICS que hasta ahora siguen latentes, tal como menciona la sra. Palacio, refiriéndose principalmente a la pugna política y territorial que en ocasiones hay entre India y China, así como a las dudas sobre el gran proyecto de China de la llamada “Iniciativa de la Franja y la Ruta”, que algunos sienten que es una nueva forma de imperialismo, ahora con características chinas.

Durante el gobierno de Peña Nieto, México trató de acercarse a los BRICS e incluso participar, aunque no se llegó a nada. Sin embargo, el actual gobierno ha resuelto no hacerlo y ponerse en estos temas en manos del tratado comercial con los vecinos del norte.

Sin duda, la geopolítica cuenta, y la dependencia de los Estados Unidos es tremenda, pero no estaría mal que, cuando menos, fuéramos observadores de lo que está llamado a ser el gran conglomerado de países para el futuro, los BRICS plus.

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