> JUEVES 14 DE AGOSTO DE 2014
ESP ECIA L
ANIVERSARIO
PAMPA DE LA ISLA 54 AÑOS DE HISTORIA Conocida en sus inicios como Pampa de la Cruz, creció en torno al matadero municipal. Los vecinos más antiguos recuerdan que en un principio no habitaban más de 30 familias, hoy se calcula que residen más de 200 mil habitantes. Originalmente la fundación de esta ciudadela se celebraba el 4 de agosto; sin embargo, debido a su proximidad con el 6 de agosto, decidieron cambiar la fecha. Este 2014 se celebrará el 14. El lugar donde ahora se ubica el Frigorífico Municipal era conocido como La Pascana, pues era el lugar donde descansaban los viajeros que tenían como destino Santa Cruz. Los primeros moradores pampeños tenían como oficio la fabricación de colchones de paja, que eran comercializados en la ciudad. Como en toda la zona oriental, el medio de transporte por excelencia eran los carretones. Recién en la década de los '60 aparecieron los jeeps Willys para transportar a los lugareños hasta el centro de la ciudad. Hoy, la Pampa celebra sus 54 años consolidada como una importante ciudadela que se ha desarrollado, pero que aún tiene mucho que ofrecer a Santa Cruz.
EMPRENDEDORES
Esta ciudadela no frena su desarrollo
E PA DA M A P A ISL L
ESPECIAL
2 > JUEVES 14 DE AGOSTO DE 2014
CIUDADELA DE EMPRENDEDORES Los habitantes del Distrito 6 aportan al desarrollo de esta zona con la puesta en marcha de microempresas
G
ran parte del desarrollo que vive el Distrito 6, que corresponde a la Pampa de la Isla, se debe al aporte de su gente que ha desarrollado sus microempresas con el objetivo de generar recursos para sostener a su familia.
EMPRENDEDORES. Si bien el comercio es uno de los rubros más desarrollados, también existen microempresas que aportan valor agregado a materias primas, es el caso de las hojalaterías, talleres de metalmecánica o vidrierías. También hay quienes brindan servicios. En esta página le damos a conocer la historia de tres personas que decidieron crear sus emprendimientos y de esta manera aportan al desarrollo de 'la Pampa'.
VIDRIERÍA LA PAMPA RONALD MENACHO ALBA Son 20 años que ha cumplido Ronald Menacho Alba trabajando con vidrios, permitiéndole atender las necesidades de su hogar. Sus hijos también aprendieron el oficio y ahora le colaboran. "Aprendieron cuando estaban muy pequeños", destacó. El trabajo con vidrios es delicado, un movimiento en falso puede lastimar a quienes manipulan el material, además del costo que significa reponer el cristal. "Aprendí sin conocer nada; sin embargo, tenía una familia numerosa y no tenía un trabajo fijo, así que decidí emprender", aseguró. El trabajo más solicitado a partir de la segunda mitad del año son las enmarcaciones solicitadas por las promociones. "En promedio tiene un costo de 20 bolivianos", indicó. Para Menacho la mejor manera de hacer conocer su trabajo fueron sus propios clientes. "Los vecinos se pasan la voz, así hemos crecido mucho", indicó.
HOJALATERÍA 7 AL ORO JOSÉ ANTONIO CAUMOL Hace más de doce años que José Antonio Caumol decidió crear su microempresa especializada en trabajos de hojalatería. El propietario asegura que inclinarse por este emprendimiento le ha permitido estabilidad económica para su familia. "Los primeros años hasta mis hijos ayudaron", destacó. La láminas de calamina galvanizada y la soldadura de estaño son las materias primas con la que trabajan y fabrican campanas para cocina, regaderas, tubos para ductos de aire, canaletas y bajantes de toda medida. "Aprendí el trabajo con un chino, luego decidí independizarme", aseguró Caumol. Este taller también ha servido para enseñar el oficio a al menos 20 personas, muchas de las cuales en su momento también decidieron independizarse. "Ahora tengo cuatro operarios en diferentes horarios que ya conocen muy bien el oficio. Aquí aprendieron", explicó.
TALLER WALELE JUAN CARLOS MOLINA Es un emprendimiento de Juan Carlos Molina, quien creó su empresa hace dos años y le ha permitido generar ingresos para su familia. Molina explicó que el emprendimiento se convirtió en una necesidad pues el propietario del taller en el que trabajaba falleció. "El señor Veizaga Rojas me enseñó todo lo que sé de electricidad, pero ya está en mejor vida y por eso tuve que poner mi taller", aseguró. Son más de 30 años en los que Molina aprendió el arreglo de arranques, alternadores carga de baterías y todo lo relacionado con el sistema eléctrico. "Lo más complicado es cuando surge un problema en el cerebro del vehículo", señaló. Son cinco los hijos que tiene Molina, de los cuales tres son mujeres y dos varones, estos últimos también trabajan en el taller de su padre. "A la larga ellos se harán cargo del taller", concluyó.