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La movilidad sustentable es mucho más que bicisendas
El trazado de las ciclovías se instauró en las principales ciudades del país por la necesidad de repensar el espacio vehicular con una mentalidad más sostenible. En plena pandemia y con mayor conciencia medioambiental, se suman otras iniciativas que profundizan el modelo de las llamadas “ciudades más caminables”.
Conversamos con los responsables de movilidad y ambiente de algunosde los principales centros urbanos del país para conocer las estrategias a seguir.“Apuntar a la movilidad sostenible implica ajustar un desbalance histórico y muy consolidado en la forma de distribuir el espacio, programar la ciudad y otorgar privilegios. Por ello, es inevitable ‘restar’ espacio a las formas de movilidad más nocivas y que más recursos consumen, y reasignarlo a las formas que están en desventaja, pero que son positivas”, resumeEva Jokanovich Secretaria de Movilidad de Rosario. Esta ciudad que supo ser ejemplo implementando ágilmente un modelo de movilidad sustentable, lleva construidos 196 km de ciclovías y bicisendas con distintas tipologías constructivas. Desde mayo de 2020 hasta la actualidad, la red se extendió en un 39% y se incrementó un 360% la cantidad de ciclistas en hora pico, el 13% de los rodados de la ciudad.Pero esta es solo una parte del trabajo global que prioriza al peatón. Jokanovich explica quepara complementar ese modelo de ciudadhay que hacer converger distintas acciones:“estamos gestionando nuevos cruces peatonales, asignamos fechas especiales para la actividad comercial, desarrollamos peatonalizaciones temporarias en centros comerciales a cielo abierto, sumamos Calle Recreativa - un circuito de 28km libre de autos y motos- durante los domingos por la mañana e implementamos el uso de boxes de estacionamiento en horario nocturno de locales gastronómicos para generar más espacios para los peatones”. Mientras que el objetivo común de todas estas iniciativas es ganar espacios para una ciudad más caminable, donde el peatón siempre tenga la prioridad y el ambiente se libere de dosis elevadas de contaminación, poco a poco las acciones se van sumando en otras ciudades del país.Sebastián Fermani, Director de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Ciudad de Mendoza,comenta que están consolidando los programas integrales de movilidad sostenible que exceden la bicisenda como única estrategia de movilidad. “Es importante concretar la construcción de las trazas planificadas y la conexión con la traza de municipios aledaños, pero también los son otras estrategias como la inter-modalidad, es decir, ofrecer facilidades para optar por diferentes medios de movilidad que no generen una complicación cotidiana al usuario”.Según explica el mandatario, existe la necesidad de promover procesos de apropiación del espacio público que se traduzcan en un desaliento en el uso de vehículos motorizados particulares. En este sentido, cobran valor las estrategias asociadas al urbanismo táctico, como por ejemplo la peatonalización, el diseño de modelos de súper manzana-nuevas células urbanas de unos 400 o 500 metros de cada lado, en donde la periferia se articula como si fueran vías básicas y en el interior los peatones se mueven libremente-, la implementación de una nueva ordenanza que establece la obligatoriedad de contar con espacios específicos en estacionamientos públicos y privados de bicicletas, y la construcción de estaciones de inter-modalidad. Desde el espectro porteño, la Secretaría de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad de Buenos Aires añade que es necesario acompañar este “ideal” de movilidad sustentable con un cambio cultural, desarrollandonuevas conductas colectivas que se enfoquen en una movilidad cada vez más pensada en las personas, además de políticas públicas que lo hagan posible. Confirman desde la Secretaría que la meta concreta para 2023 es alcanzar 300 km de ciclovías y 1.000.000 de viajes diarios en bici. Más allá de las bicisendas y del entramado de acciones impulsadas en los últimos tiempos, existen medidas complementarias en esta gran ciudad.Se relacionan con intervenciones peatonales, intersecciones puntuales donde se incorporaron elementos del trafficcalming que consisten en el diseño y/o incorporación de elementos destinados a reducir la velocidad de los vehículos incrementando la seguridad para peatones y ciclistas. A su vez, nuevos espacios de calidad para el desplazamiento, el descanso y el disfrute de la comunidad incorporando mobiliario urbano;infraestructura, como loscentros de trasbordo para facilitar la movilidad en transporte público; las ochavas, con el objetivo de reducir el radio de giro de automóviles y disminuir la velocidad en esquinas peligrosas; y el agregado delas ciclovías enAv. Corrientes y Av. Córdoba. Es destacable que durante las primeras semanas de su implementación estas avenidasimpulsaron un aumento del 113% y 186% de ciclistas respectivamente. Asimismo, en el marco de la pandemia y con el objetivo de aprovechar el espacio libre en las formaciones de subte, se incorporó la alternativa de la inter-modalidad de viajes: una forma de viajar para los trabajadores esenciales que realizan trayectos de distancias largas y pueden ahora subir con bicicleta o monopatín eléctrico en el primer y último coche de cada formación de las líneas de subte. El Plan de Seguridad Peatonal que lleva adelante la Ciudad de Buenos Aires mantiene muy en claro el foco principal de las intervenciones que es redefinir tanto el área central de la ciudad, por ser el sector de mayor confluencia de personas, así como también el área en donde la caminabilidad es mayor. “La implementación de Cruces Seguros generará la reducción de la distancia de cruce sobre calzada del peatón, mejorando su visibilización y las condiciones de circulación en entornos que usualmente domina el automóvil. Amplían el espacio destinado al peatón, reducen la velocidad de los vehículos, posibilitan otros usos del espacio público y disuaden el estacionamiento indebido en cruces peatonales”, detallan desde la Secretaría.
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CENTROS URBANOS CON MENOS AUTOMÓVILES Las estrategias son muchas y variadas, pero en el ámbito local se enfocan en ampliar los espacios peatonales y libres de motores. En Buenos aires,
por ejemplo, las avenidas Corrientes y Córdoba ya cuentan con 17 km de ciclovías y las obras se aceleraron en el marco de la pandemia,sumándose rápidamente a los 250 km de la red de carriles exclusivos para bicicletas que ya había y que conectan con 20 trazas existentes. En las primeras etapas de obra finalizadas, la cantidad de ciclistas aumentó un 44%. Además, resaltan desde la Secretaría de Transporte un dato llamativo: “viene evolucionando desde hace más de 10 años el crecimiento de mujeres en bici. Cuando comenzó a implementarse esta política estratégica en 2009, las ciclistas mujeres representaban un 7,2% en los conteos anuales que se realizan desde dicha entidad, y para 2019 las ciclistas mujeres ascendían al 21,3%”. En el caso de Rosario, la gran mayoría de las ciclovías está construida sobre avenidas y calles principales.“Utilizamos estas arterias porque generan más seguridad y mayor visibilización de los ciclistas. Esta situación permite una convivencia cordial entre los distintos actores de la movilidad, donde los automovilistas reconocen, perciben y respetan esta infraestructura”, aclaraJokanovich, y agrega que “la red de ciclovías genera conectividad, tanto en el área central con en otras zonas de la ciudad, logrando una red integrada que posibilita la interconexión entre barrios”. Pero cuando hablamos de grandes centros urbanos entendemos que los vehículos no desaparecerán y que habría que apelar a un uso más racional y económico de los mismos. Con esta idea en mente, en Mendoza nació un emprendimiento centrado en la eficiencia del consumo llamado Iparking que facilita la tarea de encontrar estacionamientos disponibles y pagarlosde forma online. Ricardo Coronel, uno de sus creadores, explica que se calcula que un automóvil emite 140g/km de CO2, con lo cual evitar esas largas vueltas buscando estacionamiento equivale a una gran disminución de tráfico y de contaminación. “Solo en la ciudad de Mendoza ingresan más de 250.000 vehículos por día.Si sacás la cuenta, lo que se contamina es impresionante”, resalta. En muchas ciudades del mundo la costumbre de cerrar las calles para impedir el acceso de automóviles los fines de semana, o al menos los domingos, hace que se genere un paisaje totalmente diferente de ciclistas que conviven con peatones, personas enrollers y todo tipo de transeúntes.Se trata de ofrecer a los residentes urbanos ciudades más serenas, más accesibles y que se puedan disfrutar con menos horas de transporte. Un camino posible podría ser la planificación de la vida urbana a partir de transformaciones profundas. Algunos especialistas hablan de “Ciudad de 15 minutos” haciendo referencia a la posibilidad de acceder fácilmente a las seis funciones sociales urbanas esenciales: hogar, trabajo, alimentos, educación, salud y descanso. Es necesario revitalizar los servicios de cortas distancias, priorizando la movilidad activa (a pie o en bici) que brinden la posibilidad de redescubrir lugares de proximidad, usar mejor cada metro cuadrado de la ciudad, dotar a los espacios de usos múltiples y reapropiarnos del espacio público para hacer de él un lugar de encuentro y de disfrute.
Protagonistas en pleno COVID-19
Las medidas sanitarias motivaron el uso de la bici.En la ciudad de Mendoza, por ejemplo, una de las principales ciclovías del municipio registra un promedio de 1872 usuarios por día, con picos máximos de 2.480. En CABA sucedió lo mismo, durante septiembre de 2020 se hicieron conteos en distintas calles y avenidas, y se registró un aumento de hasta un 114% de viajes en bici en comparación con datos del 2019. Esto propició que, a fines de 2020, se aprobara la Ley 6352 para la Ampliación de la Red de Ciclovías y Bicisendas de la Ciudad (sistema de transporte público en bicicleta) que busca radicalizar el cambio cultural y generar las condiciones necesarias para que cada vez máspersonas opten por esta movilidad.