Epica del ser poetico

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ÉPICA DEL SER POÉTICO (Una historia resumida del arte)

MARIO BLACUTT MARIO BLACUTT MENDOZA MENDOZA Mario Blacutt Mendoza


Derechos de autor reservados por Ley D.L. Ch. No 5.92 Primera Ediciรณn 1992 Segunda Ediciรณn 2013 Tercera Ediciรณn 2017 A Teresa, Marito, Rodriguito, Ana, Dieguito y Adriancito

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INTRODUCCIÓN Tradicionalmente, los teóricos identifican la Estética como sinónimo del tratado de lo bello; y a la Ética, como la disciplina de lo buenomalo. Pero, en cuanto se refiere al arte, postulo que La unidad ético-estética es cognitiva. Lo es, debido a que incluye el conocimiento intuitivo en mayor proporción que en cualquier otra rama del pensamiento humano. Considero que esta percepción es más importante que la simple teorización acerca de lo bello o de lo bueno, como categorías separadas Poesía Defino la Poesía como la unidad de tres fases principales: El Momento Vital Encuentro intuitivo del Poeta con un Estado Esencial del Ser El Momento Poético La expresión transformada del Momento Vital por la gravedad Ético-Estética del Poeta El Momento Compartido Capacidad que tiene el Poema, en cualquiera de sus formas, de despertar en el lector la emoción que el Poeta experimentó al percibir el Momento Vital. En el proceso, el conocimiento racional se reduce al mínimo y el intuitivo, al máximo, aunque la intuición no está desarrollada del todo 3


Poesía y Arte Las definiciones propuestas implican que la Poesía es común a todas las artes; a todas y cada una Las artes se diferencian entre sí por la percepción cognitiva que usan en cada caso y los instrumentos con que se expresan En la Literatura, la Poesía es expresada a través del Poema, el que puede estar en Verso o en Prosa y ser menos o más puro Estará tanto más en Prosa, en cuanto el Desarrollo Literario de las circunstancias sea proporcionalmente más importante Estará tanto más en Verso, en cuanto reduzca al mínimo el Desarrollo Literario de las circunstancias Así cada verso se consolida como una unidad con sentido propio, sin perder la relación interactiva que tiene con los demás. El Desarrollo Literario El Desarrollo Literario que propongo es análogo al de los grandes maestros de la música del siglo XIX

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Esto es, el agotamiento de las posibilidades musicales de un tema por medio del desarrollo, no de las variaciones del tema Por analogía, hablo del agotamiento de las posibilidades literarias de un tema, con el propósito de expresarlo poéticamente Postulado Una Novela, un Relato o un Manojo de Versos son Poemas Son poemas porque expresan Poesía en el sentido literario Para expresar Poesía, esto es, un Estado Esencial del Ser, es preciso abjurar del intento utilitarista Si la novela, el relato o el verso son utilitarios, por razones religiosas, ideológicas o por sentimentalismo, no los consideraré literarios Serán pro-panfletos o diarios íntimos que los ideólogos de todo tipo usan con fines proselitistas

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Poesía y Prosa una falsa dicotomía

Todo lo anterior nos mostraría que la pretendida dicotomía tradicional entre “Poesía” y “Prosa” no existe No puede existir; son categorías diferentes La Poesía es común a todas las artes La Prosa, por su lado, es un modo de expresar el Poema, el cual, a su vez, es la forma específica de manifestación literaria La verdadera dicotomía se presenta entre Verso y Prosa, tal como tendremos la oportunidad de constarlo en esta obra El Ser Poético y el Ente Concreto El ente concreto nunca puede hacer poesía, pues está inhabilitado para crear una obra de arte Lo está, debido a que la entiende como un medio utilitarista El que sí crea poesía es el Ser Poético 6


Es Ser Poético no escribe para una ideología ni para una religión ni para usar la obra como un paño de lágrimas Pero escribe con ideología, que es completamente diferente de escribir para la Ideología Por otra parte, El Ser Poético no avala los intentos confesionarios del ente como poéticos, pues los considera diarios íntimos Los sentimientos y pasiones desbordados son usados por el ente concreto, como los mercenarios usan del fusil Como los empresarios, políticos, y sindicalistas usan la palabra Por eso me parece imperativo diferenciar el Poema, tanto del panfleto, como del diario íntimo y del catecismo

Las Artes Postulo que las artes se diferencian unas de las otras por la manera de captar el Momento Vital y la forma de expresarlo Así, todo artista es un Poeta, en el sentido de que capta con su arte la poesía que existe en el Ser y en el cosmos Desde la óptica propuesta, las siguientes formas de literatura, expresan lo poético de acuerdo con sus características propias

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Novela Expresión de varios Momentos Vitales con desarrollo Literario, cada uno de ellos considerado como un elemento autónomo dentro de un ámbito Ético-Estético unitario. La Novela es la máxima expresión del Poema en Prosa

¿No es ésta definición más adecuada que aquélla que la tiene como el repaso de lo recorrido por el Hombre? La Historia es también la descripción del recorrido del Hombre, pero no es una obra literaria, no es Novela. Relato Corto o Cuento Literario Expresión de un Momento Vital, por medio del desarrollo Literario El Cuento puede estar dentro de la Novela, como es el caso de Don Quijote o puede formar una unidad por sí sola En todo caso, crea su propio ámbito

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¿No es esta definición más adecuada que aquélla que lo condena a ser un relato que puede leerse en menos de una hora? Poema en Verso

Expresión, en un conjunto armónico, de Momentos Vitales, que recurre menos al Desarrollo Literario. Será tanto más puro en cuanto menos recurra al Desarrollo Literario

El Poema en Verso tiene una gradación muy importante: Comienza en la expresión de sentimientos del ente concreto y llega al encuentro vital con Estados Esenciales del Ser Un Estado Esencial del Ser que el poeta transforma por medio de su gravedad ético-estética. Ensayo Literario Está en la frontera entre la Filosofía y la Literatura porque se refiere a una realidad dada. Usa la IntuRazón y el lenguaje literario Puede que no todos acepten estas nuevas definiciones; por lo que estoy seguro que propondrán aquéllas que crean más atinadas

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Esta obra es un Ensayo que relata una Épica, la del Ser Poética La Gran épica por liberarse de las tres ataduras más corrosivas: la religión, la ideología y el sentimentaloidismo Al liberarse de ellos, se libera de las grandes desfiguraciones que el Arte ha sufrido en su evolución, hasta ser creador de poesía. Usa la IntuRazón para describir las fases por las que el Ser Poético atravesó en su peregrinación hacia su realización plena de ser Es Creador y Portador de Poesía El primer tomo de esta obra, abarca el periodo que se inicia con el “El Comienzo del Comienzo” y termina en el Manierista. Al hacerlo así, peregrina fugazmente por Egipto, la Grecia antigua, la Edad Media y el Renacimiento.

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LOS MOMENTOS POÉTICOS EN SU EVOLUCIÓN HISTÓRICA En la división de los momentos históricos sigo a Panofsky y a Hauser, aceptando varias de sus propuestas Entre ellas, la existencia del Manierismo como un capítulo autónomo en la historia del arte No todos los teóricos o historiadores del arte reconocen el Manierismo como un periodo independiente Werner Hofman, v.g, lo describe como un concepto estilístico, “una etiqueta para los niveles postclásicos del siglo XVI” A pesar de todo, mantengo la división de Panofsky y Hauser, con los problemas que entraña Pongamos el ejemplo de quienes consideran a Cervantes y a Shakespeare como máximos representantes del Barroco Encontrarán muy difícil aceptarlos como los grandes manieristas.

Interprosa Pero si la división histórica y las características de los periodos son de Panofsky y de Hauser, la interpretación poética es mía. Esta obra relata hechos ocurridos en la historia, captados por mi subjetividad y transformados por mi gravedad ético-estética

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Siendo un manojo de impresiones intuitivas, refleja los momentos vitales de una poesía que aún no es pura Es que todavía no es toda Intuición Ninguna Épica, precisamente por ser el relato de hechos, reclamará para sí el ser poesía pura, intuición pura En razón de estas razones es que he concebido un modo expresivo intermedio entre la Prosa y el Verso, al que denomino: Interprosa Seguramente el lector identificará sus características a medida que su lectura vaya dejando su huella en el escenario de la obra Es que en esta obra me refiero al Ser Poético, en su afán de ser libre, algo que todavía no es Acudo a los referentes objetivos como a los lingüísticos; también convoco la transfiguración intuitiva de la palabra Esta transfiguración es lograda en una síntesis que confiere a la forma la misma importancia que concede al contenido Los conservadores dirán que la forma es hermética; los post modernistas dirán que es tradicional Tal vez haya quienes digan que hay un balance entre ambos Quizá el lector encuentre que este libro no es de lectura fácil a primera vista, aunque intuirá que fue menos fácil el escribirlo

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Pero, al ponerlo a consideración de todos, debo afirmar que el Poeta es, entre otras cosas, un congénito constructor de utopías Entiende que la Utopía de hoy es la realidad de algún mañana Debo añadir que su máxima Utopía es pretender que su obra sea leída con el mismo Cariño y la Emoción con los que ha sido escrita.

El Gran Artista

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En el Cosmos superlativo, los cometas han zigzagueado los colores del trueno la danza del magma, la cicatriz del rayo, el rumoreo del agua Luego, las ecuaciones de las impróvidas alianzas de los elementos que en sumo y relativo, hirvieron en los infinitos calderos Así fueron pintadas (al azar) otras y otras bolitas errátiles y juguetonas que estructuraron (en necesidad) las cuatro dimensiones portentosas El azul recibió al verde; el trueno, al respiro; el volcán, al pálpito y con mirífico salto, el rojo que brama en los túneles de la tierra al rojo que late en venas y arterias La obra, maestra entre todas, preceptora de cualquiera, concluida fue para su comienzo Del chasquido luminoso y múltiple, la frondosa oleada de la vida estalló en chispas índigas y violetas Natura, por la Voluntad de Ser, fue la primera, la mejor de los artistas

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Cristasol la Bruma Tibia la Espuma

A tropel, la tropa viene en batallones de tumulto la horda mira, huele siente, palpa la caverna Se hipnotiza al fuego con que el rayo, dibujado en la nube arde en la caída rama Por vez primera, Natura se asombra de su luz de su agua, de su propio reflejo en el borbollón de astillas de hielo sincopadas en bullentes cerebros Suspicaz el instinto, guía en el peligroso sendero y en los repetidos recodos nace la Intuición certera El fruto coloreaba en lo alto Donde no llegaba la mano, llegó entonces la punta de un palo

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Se supo usar; después, transformar El camino primario fue hecho moldeado por el rugir de los estómagos (En la lógica de las lógicas, lo primero es lo primero) Caminante: fue entonces, sólo entonces, que no hubo caminos La Intuición viajó con la luz, al filo del hacha y al brillo del pensamiento (Clara y yema del mismo huevo con la palabra) Las dos piernas erectas sobre la planta, comandada por el gordo capitán El tronco erguido, la corteza ondulada Cada uno en su lugar: el mayor, el meñique, el Gran Pulgar El Ser estaba listo para el primer misterio Un suspiro de dos trillones de años había transcurrido (De los trillones grandes, no de los pequeños)

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Rojo Negro Rojo Negro y Estaño

El hielo deshiela las tundras y las almas

A la sombra del fuego, en el fondo de la cueva las sombras penetran la piedra fondo hondo, eco sordo, profundo hoyo para el bisonte torvo Denso oscuro, que guarda la figura atrapada del hombre Manchas que se transmutan en presagios de sangre Y aprenden las profecías del luto Rojo Rojo Negro Negro Estaño Estaño Duplica la lluvia, duplica, duplica tam-tam tam-tam en los días de las horas en las noches de los miedos que retumban en las entrañas Bum-bum; bum-bum, entretejen la mortal hipnosis

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El son ha recibido el alma La realidad transmigra el sueño, separa el hueso del sentido para dejar inerte el cuerpo El ritmo es terrífico, hipnal; las contorsiones modulan las sombras que luego escapan del cuerpo dormido Flechas, lanzas, puntas de piedra aprisionan, en la caverna pétrea las entrañas de las entrañas Los remolinos de las gargantas, con los ojos salto-saltones nominan la criptografía de las cosas Nacen los rostros sin rostros; un nuevo mundo es traído al oscuro de tundra amurallada mímica y estertores aturden y seducen el espíritu del remolino en el agua Aullidos, gruñidos, ululares arrebatan Se adueñan del alma de la cascada Menhires, tótems, monolitos agarran en tremenda zarpa la arquitectura de la montaña Nace el primer símbolo del Todo, arcillado por el primer mago en el hígado de las cabras Y en las sombras de la cueva, al mandato del gran rayo Tatuado en el Rojo del fuego

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con el primer hacha de guerra de los primeros Vulcanos el primer Dios fue forjado Rojo Negro Rojo Negro y EstaĂąo

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Los Fantasmas Necesitan Ornamentos ¡Ya nacen los muertos! ¡Ya viven los muertos! ¡Ya reinan los muertos! Los muertos han descubierto la vida Los muertos, al descubrir la muerte No fueron los vivos, no; fueron los muertos La visión es presa de la aparición, en la sombra misma del terror El rayo estruja las visiones y las hace gemir en espectros El asombro engendra el miedo El miedo proyecta sombras, espantos que se mueven para regresar del irregresable Larvas de estentóreos silencios, arrebañados por el primer arcángel Los espíritus no se dignan dejar sus copias en las piedras sólo los símbolos del rescoldo que dejan las cenizas de la carne en la hoguera del pavor primero

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Los muertos no ven a quienes los reviven en orlas que adornan las tumbas que preparan la muerte con ritos Alguien (siempre alguien) aprende el idioma del pánico más allá del volcán, más allá del río, más aquí de la cueva más aquí del entendimiento Han sido los muertos los creadores del brujo que se adueñará del fuego, pintará en colores, el lenguaje nominante la cripta primigenia Los muertos son absolutos amos del gran absoluto único El mago los protege a trozos de leños candentes Es preciso poner al primer absoluto, otro absoluto (El primer dios es conjurado en el féretro) Es urgente conceder vida eterna a los muertos Imperativo conocer que la muerte, en extraña nebulosa es la existencia de los muertos Las palabras son mágicas El espíritu nace en los rescoldos de ceniza horror y espanto que serían los símbolos del Todo

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La cosecha ya tiene dueĂąo El primer dios es concebido en el tosco agujero Es necesario pintar a los dioses con el color de los muertos El primer dios naciĂł en los cementerios

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Viene el dinero Las olas del hielo cúbico han sido empujadas por el viento para volver después de grandes soles a los curvos vértices de los polos Las cavernas, lanzadas a la luz por las montañas se arropan bajo la gran hoguera Por la pelea huérfana y plena de causas pastos y tréboles incuban fuerzas que darán un nuevo dueño a la cosecha ajena (De las praderas verdes y otoñales, de estío y de invierno brotan escarchas bermellonas) Surge el Primer Gran Mandamiento: Lo mío es de Dios y es mío Lo vuestro es vuestro con Dios y conmigo compartido Como la flora en el mar, son lo mismo y distinto, el hacha y el aceite la piel del oso es vino; el trigo, sal; la sal, trigo Por vez primera el sudor fue en cosas hospedado Por cosas subastado En germen, larvean la mantequilla y los cañones Aquélla para cebo de felinos; éstos, para el dueño adelantado

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Los hombres, en racimos, cumplen las tareas de recoger para el dueño adoquinado Donde no llega la uña curvada llega ahora el filo de una lanza Nacen los vampiros; las vasijas de las aldeas ya no son iguales Se mueven, colorean, danzan, contonean sus trazos orgullando sus diferencias Aparecen mareas rúbeas y blancas trozos de lunas partidas pedazos de soles derretidos reverberan en resplandores, de agua sobre espejo Será la hipnosis decisiva, más potente que la del tam-tam Hará recta la giba, hermosura, la fealdad certera la palabra, el defecto, convertido en virtud La cortesana seguirá, por Don poderoso Caballero, cortesana pero en la virgen, la túnica resbala Lo será todo, reemplazará al dios del féretro al del tosco agujero, al del cementerio El Ser se perderá en el camino; el instinto será astucia

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La Razón aprisionará a la Intuición original El Todo ya no será conocido, excepto por el gran visionario El Ser devendrá hoja de paso, en vez de anfitrión ¿Cuántos milenios pasarán para que el ser sea el Ser? (La aritmética del tiempo es reservada sólo al privilegio) Los que se adueñan del mundo, de sus credos, de sus razones, pintarán la imagen reluciente, cincelarán el nuevo agujero negro en oro en plata, en muerte

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Hacer hoy lo mismo que ayer lo mismo que mañana Las razas han sido forjadas; la baba ha mojado el pedernal, la túnica absorbe el color El mago-sacerdote lechón, en pasiones hervido, dice que el rey es dios para tenerlo de su fuero exclusivo Quieren sepultar la esperanza en las losas sincopadas por el pretérito; dictan reglas rígidas de convenciones en el arte Como el capataz, en la cantera, para la piedra No hay caso, no hay caso, la memoria está ocupada en repetir la tarea, la tarea Los monumentos deben ser iguales; educan a las estatuas para mostrar realeza que en vida no tiene el original La misma tarea en todas las horas; la misma, en las angustias coaguladas; la misma monotonía de dunas, jorobas lamidas por los vientos Que no haya perspectivas; los espíritus adoquinados deben ser abstractos; mirar de frente con un ojo y con las costillas, siempre

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El arte es cortesano para alabanzas Uniforme la mirada, uniforme la sombra en las frentes uniforme el respiro de la muerte Los retratos de los reyes son iguales, Iguales las tarántulas de los ojos vaciados, por colmillos de cascabeles Producir más para los menos, producir para los reposados El murciélago vela las tareas, la jeta siempre de lado, las piernas siempre de filo, como dos tentáculos en cuchillo Producir desde el chirrido de cadenas, montañas talladas con dedos, para la serenísima imagen Surgen los monumentos de los oscuros; levitan hacia los santuarios y tumbas; el creador de luz es artesano de sombra Los ¡ayes! y los lamentos de los heridos abandonados pulen los bloques, los bloques; pule el látigo los quejidos Desde tenebrosos eslabones enmohecidos de Tell-el-Amarna emergen lánguidas Tajas El trabajo con las manos ya es castigo; el pintor, el escultor, el hacedor de mundos de quimera es espectro nunca visto El arte es para enterrar a los muertos de tedio en pirámides de osamentas fieles al tormento

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Hay estilos solemnes, suculentos, para las panzas bullentes y descolores, para los huesos Así fue en los Egiptos y en las Cretas Así fue en las húmedas Mesopotamias El Cielo ya ha sido inventado; en venganza sádica, para oprobio de los milenios, el Diablo ha parido el mercado

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EL GRAN SALTO

Arde la Troya en llamas atroces que fluyen feroces Flamas voraces, flamígeras olas de fuego siniestro Claman venganza a los dioses en cáusticos ruegos febriles Almas que vidas entregan; espadas que vidas reciben Hombres que fueron un día quimeras de historia dorada Moran en mundos arcanos mostrando a la Gloria las manos (Ha nacido la Leyenda En los Hexámetros de Homero la Épica del Ser Poético se ha hecho Poema) Los Espíritus se reúnen ¿Es ésta la imagen de Platón que el alma contempló en el Supra celeste, antes de encontrar morada en el cuerpo? No permitáis a lo visible engañaros con argucias de pretensión realista; desconfiad, prudente, del artista que imita lo que ve

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La imitación es falsa por ser imitación, no importa su conseguida semejanza. ¡Cuánto se rebaja la misión del arte al reflejar el reflejo! ¡Qué excelso se hace en el intento de reducir lo visible, a lo inmutable, a lo general, a lo eterno! No otras cualidades encontraréis en la Idea, en verdad lo único verdadero Renuncia pues, obrero de lo bello, a la esquiva originalidad; no te pertenece, ni aún a los dioses No está en la imagen que reduzcas lo visible a lo inmutable, por eso tu destino está marchito O te afanas en copias que reflejan lo sensible, en inútil duplicación del fenómeno o das formas a simulacros de ideas que nunca viste Tu destino, artista, muerto ha nacido

Gracias Noble Maestro, original de tu propia sombra Tal vez Cicerón quiera aterciopelarnos con su palabra Mis palabras sólo quieren hilvanar las ideas que dentro de mí bullen; no podrían atreverse a más: nada es tan bello como el bello original. Pensad en Fídeas: ni su Zeus ni su Atenas reproducen hombre o mujer ideal. Es la idea de majestad proto y arquetipo de belleza, que posada vigila en su alma, nunca trasmutada del todo a la obra creada, sólo deformada, en más o en menos, a los ingenuos sentidos que le conceden rango de cierta. Preguntadle si observó a los dioses como modelos antes de traerlos a la dureza del mármol; os dirá que no; que nada más su fantasía fue la preceptora. Hizo algo largamente, imputado por raro: representó lo que no vio, mucho más meritorio que representar lo que se ve. Concedamos a Platón el dudoso derecho de expulsar de su ilusorio Estado el arte

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mimético, pero la Idea eterna, reina y doncella de lo bello, que sin habitar en espacio alguno en el alma habita, extrañará a los ilusos Permitidme rimar con el Único Aristóteles: hombres grandes de los corrientes son, por día y por noche, diferentes. Sobrepasar a la naturaleza en fidelidad no es la tarea, orfebres de corazones; el don es desbordarla en belleza. Eso es Arte; dignaos darle en vuestro espíritu honrosa acogida.

(La Idea Platónica, seudo precedente de la experiencia, se des-pidió con pálido bochorno, ante las brillantes pinceladas de Aristóteles. No hay dualismo antitético entre Idea y Materia. Hay relación recíproca entre ambos esforzados contendientes. Nada, ni natural ni humano imita ideas, aunque la materia esté afuera y la forma, en la cabeza)

Gran Cicerón: Forjador de Palabras, quieres forjar en uno la forma que preexistía con la perfección de la Idea Cincelar suspiros en la materia de los vientos y esperar que exuden inmutabilidad en lo eterno Tu visión es como tu palabra: íntegra, nunca olvidada (Aristóteles, con acto y potencia en unidad, fue el más certero; pero Cicerón dejó antorchas que otros presurosos recogieron)

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Cansado os vemos Séneca, príncipe de estoicos, millonario por vocación, intrigante por oficio ¿Quizá te dignes dadivarnos con alguna experiencia artística, arañada del incendio lirado por tu laureado pupilo? Sólo si vuestros oídos escuchan sin sorna ¡Así lo harán! Si aún no lo sabéis es bueno que lo sepáis; el no saber no os daña, pero el saber lo que debéis saber os beneficia Cuatro son las causas del arte Materia: cantera de la obra Forma: la que se transmite Finalidad: la que encarga Idea: en el artista encarnada Así y no de otro modo el concierto concierta con el objeto y la forma signa la diferencia; si veis más allá de vuestras pestañas, veréis que la estatua ostenta un rostro; es la forma; el original tiene el suyo; es la Idea. Y si las sornas dejan causa a la reflexión, os enteraréis que la Idea existe dentro, como en Cicerón; que también existe fuera, como en Platón. La representación interna del objeto nunca tendrá prerrogativa de autoridad sobre la representación externa. Lo he dicho, lo sostengo y si no os molesta, me voy

Adiós Séneca; hablasteis con una dignidad que quiebra a la más potente columna de mármol ¡Dad campo a Plotino y su santidad! Viene de su peregrinación al filo de su éxtasis, donde su Yo protesta ser todo Acudiré al silogismo atrevido 32


Hazlo, hazlo sabio Plotino Las artes imitan a la naturaleza, la naturaleza, a los principios, las artes imitan a los principios. Tomaré también el riesgo de enfadaros, sin riesgo para la verdad: Las artes añaden belleza al transformar la imitación primera de la naturaleza

Seguid, sabido Plotino Lo haré; que es mejor saberlo todos a que sólo lo sepa yo La imagen de Zeus en el Yo de Fídeas es la esencia de Zeus lograda La belleza natural, sin embargo, resume una belleza coleginosa de otra límpida y de estirpe primera Aunque deja traslucir la Idea. Bello es el arte porque inculca en la materia de la Idea la belleza y del insigne, el propósito. Pido con modestia, aunque no sin firmeza: hagamos coro con el Gran Aristóteles

Del arte la forma creada está en el espíritu antes de ser en la materia penetrada. La casa-fantasía es primera en la testa del arquitecto; la estatua, delirio previo en el escultor. El panal nunca será fiebre de la abeja. La forma pasa a ser más en lo bello, más sustancia, más causa, asombro y deleitosa turbación

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Anhelo y amor, temblor que es todo delicia No quiero argumentar contra algún argumento, ni está en mi naturaleza provocarlos, pero hay que abjurar de asignar a la belleza La cual es propiedad de ser correspondencia de partes entre sí y de partes con el todo, unida a un color agradable. Si persistiéramos en la obstinación alucinante, con gran desaire de lógica lo vemos, sólo los todos podrían ser bellos y lo simple, siempre feo: observad esta paradoja penitenciaria: El escultor debe quitar del bloque lo que sobra, para permitir, sólo entonces, el ingreso de la forma. Y antes de agradeceros por la bondad que habéis tenido de escucharme, debo deciros de la verdad la última parte: La belleza que está en el arte, no se filtra toda ella en la materia inalterable; en sí misma permanece Belleza reducida es la que se hospeda en la piedra.

Gracias Plotino; que el Maestro Platón y Aristóteles el Grande de guarden… Hombres de Atenas Hombres de Tebas Hombres de Delfos y de Roma Los Excelsos nos han premiado con su palabra; las grabemos en metal y en alma, para enviarlas al túnel de los siglos No retengamos la mirada únicamente en las imágenes sensibles, en vejamen de la contemplación de la Idea 34


La belleza corpórea es una huella; es ley prístina ir hacia aquello del Todo, cuya imagen se representa Desde el otro lado de las dunas del tiempo, quizá, hombres de espíritu y de acero nos acusen de velar los ojos para lo que rozamos con las manos De ver y tocar más allá de las pupilas y de las yemas… tal vez nos culpen de privar al arte del privilegio de alojar espíritu propio Quizá piensen que marginamos la habilidad del pintor, para loar sólo la parte del Todo que nos ofrece Pero comprenderán que la forma revive la épica o el estado de la materia; que lo bueno es bello y lo bello es bueno (En fidelidad al Gran Sócrates) Nos dirán entonces primigenios Quien separar esta unidad ose, provocará la ira de Zeus Los Cíclopes duplicarán contra el hereje, la forja de sus rayos, en el fondo del Averno

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(Los Espíritus se han ido los Espíritus han vuelto crisol en diamante cada uno de un pedazo de viento)

LA HIPÓTESIS Y LA PRAXIS Encontrar donde estuviera o ponerla donde no: medida, orden, idea, fue el clásico afán de la mentalidad de Atenas Pero, medida, orden, idea tenían sus mercados Píndaro, eminente exégeta del vencedor de turno, no halla hé-roes en los que no tienen la bolsa que pague las odas Pero es cierto que en equilibrio, hay, de poetas, diversidades Por el destino marcados Por el destino forjados Por el destino guardados 36


Soldado de Maratón, Arquitecto de la Tragedia, inventor de culpas eternas, por maldiciones desconocidas Con mando castrense rehízo trincheras en la escena; realzó con dignidad el diálogo, duplicó el uno de los actores Mostró tres arenas en una, cercenó con escalpelo y mesura el coro; la Tragedia devino muestra de antagonismo Fatalista de cantos condenados, concibió la Orestiada; mostró al mundo el Prometeo Encadenado Su Tragedia sigue siendo Tragedia por quienes confunden sino y voluntad de príncipes reencarnados Salve Esquilo: Fuiste Grande… fuiste humano

El Drama, antiguo, Descartes de la razón, quiere exponer con rigor formal la verdad, buena o mala, de la realidad Aparece el Filósofo de la escena Signa el destino de la lealtad, que será mujer y será Alcestes Y la venganza también será mujer y será Medea Y la despechada, rencorosa hasta la muerte será mujer y será Fedra

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Ifigenia inspirará el milagro Andrómeda, la fineza Electra, fuerza feroz que desde entonces vivirá en los recónditos miedos del hombre El humano tomado en cuenta, los dioses desdeñados Eurípides: Por humano y por Eurípides, doblemente elevado Ayax Tenaz contra los dioses Antígona, rebelde contra los reyes Edipo, estrellado contra el destino Hijos todos del Gran Sófocles Con grávida persistencia, Platón ataca la novedad en el arte Profético en la mirada, mira liberación en lo nuevo Que la existencia se reordena, que La República se deshace en sus cimientos. Platón muere, cada vez que nace un verso Hesíodo Como siempre, en todas partes, los vicios pululan en el aire Pero ayer como hoy, brillan los Hesíodos que no reclaman cunas de seda y alborotan conciencias con raras ideas:

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Que sólo el trabajo redime al hombre Que los vicios son fáciles Que la virtud tiene feroces guardianes El primer poeta del y para el pueblo, por los soberbios “poeta de ilotas” fue llamado y por eso y por siempre honrado por los honrados La historia recordará en lo eterno, al bardo Homero, el de los reyes y al rapsoda Hesíodo, el de los pueblos ¡Salve Hesíodo! ¡Salve Homero! ¡Poetas y Compañeros!

Hombres de Atenas Hombres de Tebas hombres de Delfos y de Roma: Vuestro mensaje, florido en los colores del prisma, hasta nosotros ha llegado Algún día vuestro sueño, nuestro ahora, de vosotros heredado tendrá cuerpo: el Poema será la palabra de la Intuición Lo bueno será bello y lo bello será bueno, para terminar en el todo… sin esclavos

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El aliento negro Un bostezo sombrío y brumoso cubre la Tierra de silencio y de luto, donde sólo se oye la voz de los ruegos. Rosicler de un infierno endrino, aurora de cenizas yertas, arco iris gamados en gris Platón nació otra vez para advertir, en la expresión de lo bello, símbolos de alturas sepulcrales La belleza que se ve es imagen en el agua, de una belleza nunca por ojos admirada; reflejo de la absoluta perfección Mediador de privilegio será el artista, para la adoración a la gran belleza propuesta por la túnica oscura No en el arte plasmado, así el embeleso de la pupila, no olvidará “Quien las creaciones habrá creado” San Agustín se cura la salud, glorificando la belleza que dice encontrada en la misma gloria postulando amar lo divino El despreciarse a sí mismo será prueba de amor redimido El Partenón y el Olimpo, de verdades paganas ya no son, será el Dios hecho persona por el cristiano Las Ideas, prototipos de prototipos, perdurarán como fueron, como serán, encerradas en la voluntad deífica

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Las cosas no existirán sino a su semejanza. Nada fuera de lo ubicuo y de su Idea es modelo; mas, será rei-terada blasfemia el adoctrinamiento de las Ideas Los tres Problemas Tres grandes problemas retoñaron, cada uno con solícita respuesta , para poner intelecto en la eterna esencia: ¿Preexiste en lo Divo las Ideas a las Cosas? ¿Son conjunto plural o una sola? ¿Conoce el Sumo las cosas por las Ideas? Es que la Idea ya no es interior, como lo fue en Aristóteles; ni como la esencia real por sí de Platón Idea es parte de lo Divino; lo bello tiene más sustancia que el talento, sostenía la escolástica, en acto pío-pío Al monopolio Divinal del perdón adhirieron el de crear las Ideas y, en caravana, las cosas En espantosa fiebre que titila en los sesos, Tomás de Aquino, por ser la creación del artista, imperfecta le corresponde nada más que la cuasi-idea Instruye que no se tome por cierta la herejía que el fruto del arte es para elevar el arte; quien así crea, es hereje y peca

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Los salmos ya lo han mil veces proclamado, desde la cúspide del altar y del crucifijo: el arte es modo de conocer el obrar divino La estética no tiene valor por la estética, sino en cuanto de la teología se convierta en resignado auxiliar Pero, a riesgo de ahogarse en sacrilegios hay que hacer puntual que la cuasi idea del arquitecto pre-existe a la casa real Así fue primera en el cerebro, ensalzada la original idea del mundo total, dando al arte su fuselaje de razón. Cuando la realidad exige comparar, entre lo artístico y lo natural, la túnica oscura anuncia sin sonrojones: Nadie creará texturas, formas, colores tierras, imágenes, azules ni nubes que se iguale, ni de lejos a lo hecho por natura hecha , a su vez, por Dios Y con igual castidad de sesura, sentencia, que será sacrílega, por demoníaca en el arte, excesiva ilusión de vida. Así lo oleó Gregorius, de ira sanguíneo, ante la tremebunda visión desnuda de una Venus varios siglos antigua Las Discusiones A esos peros, otros peros, en jauría jadeaban, preguntándose:

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¿Cómo era que la representación de la Idea sujeta estaba a la madre naturaleza, con supina prescindencia de profanidad llena de la Idea que supuestamente en Dios estaba germinada? Los peros peroraron constantes peroratas, hasta que, con envidiable parsimonia, consiguieron reconocimiento santiguado: Si el arte a la naturaleza no imitaba, en son del sacrilegio reencarnado, paralelaba con natura en creación no-divina Los peros dieron cátedra flamante a las chullpas preguntas en camisón sobre imagen, forma, figura Fue así, no de otro modo, que en el Nuevo Testamento de la Estética el arte se encontraba en tres fases: En el espíritu del artista En el instrumento que perfila y modela En la materia que recibe la forma Finalmente, el de la Divina Comedia , reafirmó, secante, el culto al púrpura , con trilogía de afirmación sagrada Lo que está en Dios es de Dios La Idea está en Dios Luego, Idea es Dios Dios es pues la Idea y la Cosa, porque, ambas están en su esencia: la cosa, fuera; la idea, dentro

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Platón fue desde entonces, Platón el Neo EL MUNDO ES UNA CATACUMBA Fácanos Deus omnipotes tal servicio fere que denante ella sua face gaudiosos seyamus Amén El primer gemido académico de la lengua que aprendimos fue la imploración de una dádiva. Épocas que instaron a la abjuración del arte, pisadas de una araña metafísica prendida a la espalda Los ojos, catalejos del miedo, siempre dirigidos al cielo. Todo es abstracto, excepto el horror El miedo de ser, la premura de vivir escondido claman por la forma sin cuerpo y por la obligación de olvidar la vida. Almacenar el temor vivo en pinturas negras, para catacumbas, símbolos que conjuran muertos ¡Cuánto se temió vivir! El pincel, potro atroz del tormento, desfigura las articulaciones La jerarquía, donada en frondosas bulas, debía ser hecha aún más grande en una dignísima postura frontal Hacer grande lo pequeño exigía una perspectiva al revés

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Se tenía que resaltar, no importaba achicar a los demás Simplificar las formas; hacerlas planas y lloronas fue signo de sublimidad. Con el Edicto de Tolerancia, el arte fue menos runa y fue ofi-cial de los sapientísimos serenos: El cuerpo ya no es feo a los ojos de la Casa Grande, que ya es poderosa (El Poder, sin duda, presta prestancia) Siempre… Siempre Pero el arte no será liberto del salmo, por lo que buscará eman-ciparse de la realidad, para ser libre de algo Lo ayudan las líneas uniformadas y los arabescos para amputar escenas de su aire y de su luz. Así se hizo bien querido a las parábolas; no había otra manera, sino vivir sin vida para tener gratis la muerte. Donde ronda una capucha siempre hay hogueras, hierros candentes, potro del tormento donde Ronda la capucha siempre fermenta la tortura y la muerte Siempre, siempre

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También en Bizancio, lo suntuoso nace al ritmo del látigo Ya no era posible decir y pretender que se creyera, que el em-perador tenía divino el origen Sólo cabía afirmar que lo era por Gracia de muy fina madera El arte devino más áulico que nunca a la potestad absoluta en la Tierra, la que exigía más y más boato en el retrato de quienes formaban filas en la cofradía de los parásitos amanerados Pero con suerte excepcional para los humanos, hubo iconoclastas que repulsaron de los ídolos. Venían desde los árabes; de lugares espléndidos y finos que habían desterrado las imágenes No copies al Cristo, ya ha sufrido bastante Mas, prohibir el culto a las imágenes, con servilismo de rodillas sobre el suelo, siempre ha sido socavar el poder de amilanar Aparecen entonces, como campanillas del campo, los íconos ungidos por el milagro; el pueblo fue obligado al culto para los santos El Estado viste de hacendado monacal Se ornamenta la oscura galería de los espectros con círculos, trenzas, lazos, zarcillos, peces y pájaros en un arte habitado en hábito de habitáculo fantasmal

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La Capucha ya tiene Corona El Gran Sacro Imperio ya tiene emperador que gusta de perspectivas, desechando el plano La épica pasa a la sacristía, para rendir paso al poema erudito y clásico; hasta el capuchón parecía tener colores. La historieta, entonces, epicó los misereres en lenguaje de salterio y cortesanía, adulos y glorias a los escogidos por la mitra ¡Artistas loaban a Atila! (Doncellas cuidaban de él) ¡Cantores cantaban a Teodorico! (Princesas de su borrico) Fabricaron en tareas de poeta-cantor, el tres-en-uno que se llamaría juglar, bailarín cuenta-cuentos propios y ajenos Epopeyista de rameras, de vagabundos, desertores, pillos, men-digos y de clérigos de segundo pensamiento La Leyenda en punto de rueda cósmica, hilvanó uno con otro los siglos; Carlomagno copió otro capricho de Alejomagno Se le ocurrió morirse Los monasterios, teniendo de velas el entendimiento, en avance tremebundo, cogieron la ciencia, el arte y el verso,

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en talleres de división de esfuerzos La tarea impuso glorificar los inciensos con que fabricaban los espíritus, amasando velas largas, anchas, gruesas Incluso de calibre que calibraba la penitencia (Las Pirámides redimidas fueron) El Peluquín se lleva bien con el Romanín En las estepas espinosas de las vidas regidas por las borlas, ignorar es una cualidad cincelada en virtud La abstracción de la realidad tiene buen precio y un manto de hidra arquitectura la forma Lo románico es mujeril y aristocrático, donde el rey no es ni el zapato de lo que fuera Carlomagno Los príncipes, a la par que la barba, han levantado aquilatadas coronas; el feudal quiere masas amorfas Quiere que representen tipos de individuos El lienzo volvió a ser descuajaringado por los torniquetes del pincel, en el caballete del tormento Todo sufre desfiguración, picoteado por llamas de fuego redentor

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Colmenas de monstruos y cuerpos elevan al grado del hielo el vicio más antiguo: la superstición Las normas de estilo surgen del don de entrever la Idea Diva, ignorando la lógica y todo lo que se le parezca Las caras se estiran en estalagmitas de cera Del fondo de las sacristías, los temas surgen en despeñaderos de vértigo pétreo: juicios finales, que nunca finalizan Pasiones, cruces, flagelo, lanzadas, vinagres, mausoleo con azotes y coronas de espinas Eso quiso ser arte y sólo eso Cuadros de pavor hirviendo, que codifican los espíritus en críp-ticas sensaciones. ¡Cuánto, cuánto sufrió el Hombre! ¡Cuánto sufre hoy! ¡Qué valiente y digna es su Épica, para ser lo que ansía ser, por su Voluntad de Ser! El Caballero jinetea El Caballero lloriquea Se descubre, con acucioso interés, que la fidelidad impuesta al Caballero venía de la fuerza Caballero y caballo usan pasar su lealtad, de bando en bando

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Son nobles por espadas que les miden el hombro y bolsas maternales de nobles metales De súbito, el metafísico de las llanuras encuentra que tiene gran fortaleza de ánimo; que es perseverante en el conseguir Moderado en el pedir y en el comer Despreciador elegante del peligro, generoso anfitrión del dolor, recepcionista alegre de la muerte Magnánimo con el vencido, protector de los protegidos, ga-lante en la genuflexión y rápido en la reverencia Fiel como doncella enjaulada, viviente por gloria, mendigo de honor, pródigo con bolsa propia y ajena Será dandy místico de yelmo, espada y peluca, esclavo de amor Pero odiará al burgués, porque burgués significa trabajo Este paladín ingenioso, cómodo en cualquier enagua sirvió para un nuevo ideal de amor y una nueva lírica que lo expresara Con suspiros principescos de cuna; con suspiros cortesanos Las damas afeminan los modales y sentimientos del caballero El que adornado, al combate se lanza poniendo en simétrica paridad el valor, la nobleza, la prestancia y broncos lagrimeos de virilidad Sin embargo, por misterios siempre de contextura extraña, el poe-ma, al pasar del monje a la grupa del rocín, gana en lágrimas,

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gemidos, suspiros y en dignidad Las ladies estructuran los versos amorosos y los ponen en los llantocorazones caballerosos Las rudas armaduras, crujientes de batallas, miran al mundo con ojos mujeriles y lloran y gimen y lloran Desde entonces, el amor letrado a una mujer no permitida será vertiente única de todo por lo que en este mundo se considera verdadera vida; amores aparecen de toda estirpe, pero el más casto será el más grande Quien haya visto tobillo blanco, que pase espada ardiente por sus ojos, pues ya lo habrá visto todo

En este potaje de suspiros, la cortesana es amada por desdeñar El caballero, cuanto más desdeñado, levita con mayor rigor Pletórico de rechazo de la mujer más rúbea y pura que ojos de mortal hayan visto, va el caballero, lanza al apronte Galopa, cabeza a cabeza con Pegaso, realizado ¡al fin! como hombre, por el desdén blanco

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Hoy una mujer de nieve y de miel me ha iluminado con el favor de su desdén Así fue engendrado el romanticismo de antaño (Como corolario, el cinturón de castidad) El amor puro es también amor de cama Los rostros largos, estalagmitas de cera de los espinosos cuadros, saltaron a las caras de los lánguidos caballeros Los, que morían varias noches de nostalgia y de amor Acicateados por un masoquismo celestial, exhibicionista y pro-mocional, cantan su amor por la esposa del feudal Quien se alejaba en ausencias instadoras del galante deseo del caballero para reemplazarlo, en altamente competitiva y galante fidelidad Las convenciones de amores dobláronse en convenciones de versos… se amó a la mujer con suspiros, gemidos, quejidos, Lamentos y pucheritos… pero, reflejados en la prosa, pululan los apuros de vestirse con velocidad, después del ritual de

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desnudarse con esperanza Los lechos, sobrecargados de hipocresía plena, bufan es-pasmos vibratorios, tónicos y ritmados La castidad es para la misa y la lujuria escondida para el fraile Queda claro que entretanto hubo cosas genuinas, inspiraciones grandiosas, como paréntesis de verdes lunas: Vanse mis amores madre luengas tierras van morar y no los puedo olvidar ¿Quién me los hará tornar? Versos que muestran la existencia del Ser en medio del pozo negro de tarántulas rosas Hubo feministas adelantadas; la “Chanson de la mal mariée”, que una vez al año toma un joven amante con el marido al revés Nuevos espíritus desdoblan el culto a la Cruz en el culto a todo lo que es mujer Con una lírica en ebullición, el poeta expulsa al fraile versista y regala a la solterona los santos Siglos de estrofas monasteriles y de la involución del Ser han terminado

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Un Pentagrama en Azul La epidemia lirófila cunde en los burgueses, nobles y reyes en el entrevero sin cuento de vagantes, poetas, vates y bardos El trovador quiere elevarse por encima del juglar, poniendo enigmas en el verso y criptas en la estrofa Con técnica pulida, versifica desde versetes a versillos primero, desde madrigales a poemas, después Arnaut y Daniel brillan por oscuros

Pero los líricos almidonados siempre fueron llenos de dengues en todo tiempo y lugar Así decidieron que era de gente baja recitar la propia obra y, de nobles, delegarla al juglar Fue ahí que desde una extraña galaxia una luz nítida alumbró en la hoguera sin sol… Desde alguna constelación, un tintineo de campanillita agorera traza con su luz un pentagrama de azul Aparece desplegando sus hojas, como pendones de redención ¡El libro! que es una bandera

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Una bandera que flamea con cuentos, cantos y poemas! La historia se catapulta al otro lado de la vieja dimensión Lo que es, es ahora lo que fue y lo que será, un sucesivo acontecer de recuerdos de hoy, de mañana y de ayer La Canción de Gesta se declama; el Cantar, para el Hexámetro; el Bando Público para la Épica y la lectura íntima para el relato La cosa es de no creer: el poema ya no es tema de cruces ni de asunto sagrado, ni reservada para idolatrías: Por vez primera es del, por y para el Ser!

El libro trae en la lectura de todas las formas de gloria, la más grande para el bienvenir del arte Aunque, con prelación, fueron las ladies, que con suspiros tras de suspiros leían las hazañas que sus caballeros Levitados por sus románticos desdenes, los caballeros escribían en el campo de la gloria lo que la lady admiraría después La Edad oscura agoniza, aunque tardará siglos, pues aún agoniza, gracias, como siempre, a la gente de valer y proba Por ellos, ¡Cuántas! cosas y cosas ha visto y verá la Historia!

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La historia deshoja las horas Lo bueno y lo malo son inseparables réditos de los grandes aconteceres; con la lectura vino también la lectura de moda (Desde entonces hasta nuestros “best sellers”) En su ancho mundo solitario exige técnicas de restricción en el trama, en la presentación de los temas y en el argumento En los misteriosos principios de: «érase una vez»; En los desarrollos de: «el caballero besó antes de la batalla de su amada el pañuelo» Y en los finales de «vivieron felices para siempre» El libro fue el Merlín de los universos paralelos Pero dando coherencia a una cosmovisión inspiradora , vino la tensión y la digresión en un todo integral Así deja atrás la fragmentación… no se escribía aún para la Intuición; solo el sentimentalismo era estético, el único que llegaba corazón Después vendrían los grandes del después… el vagán fue de los bohemios, el primero; escapado de los monasterios Iconoclasta de intransigencia, ser vívido a prueba de excomuniones, resiente, reilón, de los pucheros de los trovadores

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En vez de ¡ayes! tenebrosos y de jeremíadas de horas oscuras, prefiere llamar lo que realmente era el amor: un beso de cara y de espalda al sol (El vagán de entonces es el vanguardista de hoy) LA UNICIDAD En ademanes de languidez sensual, Occidente desprende sus fastidiosos lutos para volver del cielo a natura Ochocientos años de San Agustín, exigen un Santo Tomás, para que en verbo fácil y piadoso sentencie: “Dios se alegra de todas las cosas, porque todas están en Su Esencia” Dando al naturalismo de la edad oscura, el permiso de su dios El feudalismo carilargo, antiguo y nostálgico, ha sido llamado fuera del mundo por quien dispone de sus cosas La nueva sociedad convoca a un Divino activo y presente en este mundo; natura ya no es algo sin vida Ya no es sólo disponible para alegorizar abstractos de lo supuestamente trascendente… ahora es un complejo cósmico donde habita el Yo Con el descubrimiento del mundo, natura es adornada con orlas

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usadas siempre una vez más: metáforas cansinas, imágenes ajadas, analogías siamesas; pero ya no será el hombre pedazo de flan de un solo molde En adelante se ostentará su singular; algo más: se lo respetará. Se reflejará su Unicidad… se lo liberará del obligado pertenecer al conjunto, ora de los elegidos, ora de los condenados En espiral hecha de tiempo–espacio; la validez de una estrofa dependía no de otra cosa sino del arte de su concepción Este mirar fue hacha que abrió nichos y coronas para encontrar el principio de la “Doble Verdad” De dos fuentes manará lo cierto: de la fe y de la ciencia Pero en el medio, un chispazo cósmico aleja almas y muertos para encender la magna esfera De los monasterios escapan las ratas ciegas para ver las campiñas y recibir de vuelta la existencia Los planetas en “V” con vértice al sol se alinean irradiando sobre la sombra victoria del Ser tras victoria

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EL GÓTICO ¡El Gótico, en sones de los primeros claros clarines, ha llegado! El arte ya no es contraste de pocos, es aire que ventila a muchos (Aunque el poema sigue rimando para el grande) Pero el burgués, relegado por cuna, forja con barcos y salarios adelantados, el primer germen del Tercer Estado El Gótico fue el primer nominalista (Jacobino primero de la historia) Lo singular tuvo sus lumínicas primacías en la captura de las verdades; serían los nominalistas héroes de las batallas del pensamiento en la edad de las sombras (Tal habían sido los sofistas en la era de la deducción deslumbradora) Instruyeron, como categorías de tránsito renovado, lo que la capucha porfiaba en mantener universales Fue con los paladines a las luchas contra los valores “puros” Aunque no siempre en la verdad, tampoco concertaron siempre en el error: el nominalista de entonces es el dialéctico de hoy El Gótico deja lo ornamental en plano de apoyo para instaurar el principio de la concertación desde algún reflejo de los clásico

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Disgrega las escena en enormes bloques conceptuales y suma parciales, buscando el movimiento de ser uno en varios ¡De varios en cuántos! Vencedor de la estatuística frontalidad, cubista primero, gira el tema con la visión integral que se niega a morir en el acabado Hace que por vez primera la concepción cristiana cohabite con lo sensual del arte y es reacio a la obra jubilada Permite a la percepción del individuo, el siempre pre-acabado de la jornada terminada La grandiosidad de su entorno vertical llamó a otros más lejanos ¿Nació de la bóveda de crucería? ¿Fue la causa de ella? ¿Surge el arte del logro técnico? ¿Es el saber “cómo hacer” la quinta esencia del arte? ¿Es su intuición la que determina la razón tecnológica? ¿Es la razón científica la flor del fruto ético-estético? Misterios lumínicos que alumbran el acto maravilloso del universo en acto; el Gótico convoca una nueva Epifanía en la historia: El advenimiento de la nueva clase (aunque no se crea, la actual burguesía) y el sol direccional de la nueva era

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(nació también humana) El manto oscuro de la Edad Oscura, cae raído al trino de los jilgueros que se atrevieron a gorjear bajo el fuego negro del vampiro La lepra primera ha pasado Averiguar, por receta de salmos, si el sapo debe tener dientes queda tonto por la certeza de ver que no los tiene Se descuaja del tiempo lo habido en la era de lo sereno Pero no es sólo pantografear con pantómetros la naturaleza, es también superarla, creando de la diversidad, el Uno Que la belleza del Arte sea no tan, sino más que la natural; la deformidad supersticiosa queda en la lepra En sacro alboroto, la naturaleza, venerada en el antiguo vino, hizo de fiebre sus entrañas por el gran sacrilegio Fue a la par que imitada, corregida; con la capucha, vejada; con la razón, mal intuida. Natura andaba de ascua en ascua ¡Se ansiaba tanto ser corregidor y depositario del tesoro escondido de Fideas, tapado por el vampiro mil quinientos años!

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Pero imitar y corregir no nacen de acto espontáneo, exigen cánones sistemáticos y autoritarios Se llamó arte, el subjetivar con estética lo objetivo Objetivar lo así modificado, vetando todo emparejamiento de intención entre el Yo y Natura Muy de siglo XV y muy racional, se supo quién era sujeto y el qué del objeto al natural; cuál la persona, cuál la cosa Por qué cada uno En el misterio de crear, interpretar los signos universales fue norma de las apabullantes normas Natura supo alumbrar con leyes el que se le imitase, el que se la adornase; la primera gran teoría del arte nació así, de perfil La gran invención, que evitó desfiguras y contrahechos, supo seducir la belleza (exigente severa de armonías) Como un manjar que intocado provoca inundación papilar, la invención ahoga de placer, antes de ser expresada Ningún capricho legitima como buena una proporción, sin consulta de doña matemática (Los críticos de hoy, mucho tendrían que aprender, dejando en paz el número, claro, de la conciencia del de ayer)

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En la edad de la negrura no había habido preguntas sobre el cómo de la creación; sólo estuvo la trascendencia del incienso Pero en la edad del color se dio uso (algo es algo) a la Razón Alberti rompió lanzas en defensa de la honra estética, al definir, sereno, el secreto de la belleza: Armonía de las partes con su todo, armonía compleja de tamaño, ágil sometimiento a la ley suprema de Natura, finalidad Carácter según proporción; y con autoridad testificó: el privilegio de aprehender la belleza nace únicamente del arte de vivir Con Alberti, Vasari dueta: melodías de proporción entre las partes, entre las partes y el todo, entre cada parte y cada todo Cuando la idea expresa una intención real El ojo de Leonardo, infinito a las combinaciones, oxidó la cadena del sujeto-objeto a normas fijas Durero afirmó como lo contrario a la locura, que nada más el artista permite la regalía de otorgar una segunda natura El ámbito estético fue liberado; el recuerdo de Plotino quedó en el olvido, olvidado Por otros senderos aún encapuchados, Ficino porfía en escabechar lo bello en la inexistente sombra de la Idea

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Con su platonismo a la espalda, jurando que la belleza es algún arcángel, puja que te puja, va el bueno de Petrarca. Las Arti A esta altura de los siglos, una digresión apareció en el camino Un tal señor Comaninn, que supo de Platón, repartió las artes en bruñidos escaparates: Las arti usandi, las arti operandi, las arti imitandi Las primeras sólo utilizaban los instrumentos (como el laúd) Las segundas, como la arquitectura, producían los instrumentos Las terceras, como la poesía, que imitaba con la palabra De este modo, Fideas y Homero sufrieron atentado de ser rebajados a simples conocedores de cosas de tercer grado Inhábiles a las emociones primeras Mientras que el caballero que usa espuela, y el herrero que la forja, estaban más cerca, se dijo, de lo verdadero. Moraleja: No hay absurdo que gente al pie de la cuerda por oro o por superstición (que es lo mismo) no lo haya defendido con celo Nace el talento La Idea siguió su sendero para renunciar al dudoso don de ser sustrato y devenir representación

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Se debió asignar a los siglos el deber de mostrar que tenía no en la cabeza, pero en el objeto, su nacimiento ¡Hasta Castiglioni concede que el arte se basa en la imitación! Y las mujeres del cuadro de Rafael nacen de la constatación por el ojo, de varias mujeres bellas Refinadas por la visión labrada de su experiencia. El talento inició la apoteósica rebelión Transformó la realidad-objeto, en realidad-sujeto, así objetivarla, desechando la autoridad de los espectros Talento que luchó para liberar al Ser de la garra de la “Idea” Talento que llevó a la humanidad al final del horrendo túnel en espiral; talento que dio al arte otra misión férrea: Crear el gusto que lo gustara, el gusto que lo evaluara, el gusto de conocer, en son de ética-estética, lo primigenio Después de siglos y siglos de milenios y milenios la historia por vez primera, ha dado a luz al genio

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EL RENACIMIENTO (Los tallos de la rosa) La Edad del Ser ha vuelto El mundo bulle ufanoso por el palpar del propio cuerpo Uno es cada cosa, ya no eternos símbolos de vacías trascendencias; el naturalismo libera, trepando hasta la conciencia El simbolismo metafísico se congela en los inciensos, donde las estatuas tienen castrados los sexos El Ser deja caer los taparrabos y arroja la voz del YO Los paraísos; el pincel, vengador de tantos denuestos, se sacude de lamentos para pintar tiranos al natural Con cuánta gula se busca placer y poder no en los cielos, pero en los terrenos y en todo lo concreto La belleza tiene algo de malvado, que fascina, que hipnotiza, después de haber vivido en crucifijos azotándose los ojos Las razas, sin la hipocresía de la sotana, portan estandartes perversos, después de lo aprendido en mil y otro quinientos de años Libertad atroz, ligereza feróstica , elegancia despiadada, serena gracia Las manos fastuosas, a la par que el pétalo Acarician en sangre los tallos de la rosa

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Melodía armoniosa, clamor rítmico, mesura en el don, no en la maldad coloreada; hipocresía y maldad no cotejan Paren sólo sonrisa y crueldad ¡Qué ganas guardadas de engalanar la perversidad real! No es la adición, es el conjunto que terrible atrae, en vértigo de carne viva, en una roja simultaneidad Todos son cómplices en la escena, no hay invitados de inventario; conjuro de conjuro es la obra, para conjurar la realidad y su lógica Son las Romas redimidas, reinas de pincel y mortales breba-jes, que veneran ídolos en mármoles de carne Tiempo en que al hombre, por humano ya nada inhumano le es extraño La Lógica de lo bello Ficino acaricia a Eros y le otorga loados impulsos creadores Pomponazzi se ríe de inmortalidades espirituosas 67


Leonardo fabrica risas de las almas que hablarían sin lenguas Durero mide la proporción del cuerpo por el tamaño de las cabezas Los merchantes de los edenes son arrojados a las piaras La conciencia refleja el contenido Los ojos se embriagan con la forma, los primeros maestros, otra vez, son los sentidos Contra los castrados del entendimiento, hace madrigales racionales (algo es algo) el sabio Duarte Identifica los vicios Erasmo, ocultos en la venerada locura El respetado Ramée descubre en natío, fuente de conocimiento Charrón sostiene que es inmoral sostener que la moral en la sotana nace; así el eterno Montaigne llama payasos a los ecos vivientes de los muertos:

¡Renacimiento, epónimo de la Razón, que da belleza a la lógica y lógica a lo bello! Pero los silogismos son también feroces: “Hay pobres porque tiene que haber pobres” La lógica es arcabuz al apronte del dueño de la mercancía La Virtud es tridente de tres filosos arpones: forjar disciplina en otras espaldas practicar la frugalidad en estómago ajeno

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trepar por la ganancia Cambio que trae sus cambios; el burgués monta caballo gótico; el príncipe atiende desde el mostrador Giotto alumbra en la claridad de una realidad descubierta sim-ple fresca y presta a la impresión inmediata ¡Con qué perversa alegría no oculta se sale al mundo! El Polo se inclina; los galos escriben épicas, adornan los muros con mermeladas de batallas, cacerías y danzas Personajes de ceremonia que paroxisman en tapices claros Bajo capas de lienzo y bordado ha quedado asfixiado el artesano Un globo de gran rumbo escribe en el océano las primeras fechas en que el genio crea la figura, el encanto Modelan, visten al grito de avance heredado de los Espartacos Es el momento del cambio de ángulo, del polo que ahora mira al otro lado; es la segunda vuelta de los glaciares Por vez primera es arte el arte por el arte Sebastián del Piombo recibe el más grande de los encargos: Pintar un cuadro cualquiera, cualquiera, cualquiera, pero no el cuadro de algún santo

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!Es para no creer las cosas que los grandes Espartacos, lucha sobre lucha, herida tras de herida, han logrado¡ El Verdugo de la Hoguera Con el siglo V después del X, el artista, al glorificar el mundo, glorifica también su nombre El emperador recoge, agradecido, el pincel que el Tiziano deja-ra caer; el burgués se trasmuta en competitivo mecenas Nacen los expertos que catalogan a los “best sellers” de la época, en rudas ofensas a la calidad Aparece quien aquilata lo bello por tiempos calculados de trabajo; el pintor levita con el color hasta el rango de la rima El caballete es un poema mudo; el poema, un color hablante Desde el taller hasta la escuela, la ciencia busca aliarse al arte Leonardo ataca un cuadro como luego Curié un isótopo El genio encuentra en el enigma la distancia con el diletante Instante de tumultos volcánicos; súbita palidez de entrañas congeladas; momento de apoteosis en el alma Cuando de la oscura caldera, que encuba el valor de cambio, nace el mercado actual de la belleza Envuelto en la antorcha arbitraria; se alza su majestad, la Naturaleza;

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Giordano Bruno escupe el rostro de la Capucha: Dios ha sido condenado a Verdugo de la Hoguera Ululando salmodias y misereres, un bostezo viscoso de gasa negra y escarcha, residencia en el limbo, en su nicho de hielo Reabre el ciclo de la tarántula; la lógica de la proporción queda en la playa abandonada; se busca nuevas premisas Con más lujuria de espíritus que de cuerpos; con menos puntas en la testa se encuentra en el ondeo de las brisas, lo vital para las armonías cruentas Todo lo ondeado es digno de gran venero, desde la cadencia flexuosa de las olas, hasta la melancólica agitación de dos senos Las ánimas Las ánimas se levantan, las ánimas se rebelan Resienten que se las mida por el tamaño de las cabezas Los números miden el área, pero usurean la sustancia Las almas no son serenas La forma deforma las formas, el viento ondeante del alma y del miedo doblega, impávido, los rígidos goznes de brazos Goznes retorcidos de cuellos, de huesos; la S, serpentosa y serpentina, campea suprema en todo modelo

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Los sinuosos pinceles tatúan pliegues de figuras carvadas en cráteres, por el remolino aquo de lascivas lavas Para ver el mundo, tener escuadra y compás en los ojos no hace prisa; la claridad de pensamiento germina en los húmedos campos de los hilos templados Las figuras, antes, vírgenes de aliento quedo, exigen ser finalmente lamidas por la serpenteada voluptuosidad de una voraz y redentora lengua de fuego. Se desfiguran las figuras en el sueño de una lánguida hipnosis La emoción aumenta, disminuye la razón, pierde el intelecto, Gana la Intuición (Algo que no puede enseñarse en la academia) La proporción es tenida por infame Inquisitoriada y enviada a la ceniza, es rutina de la percepción sensible captar la obra de natura para ser transformada en moldes de santificio Recordad, fabricante de lo bello: natura es la única madre, y el artificio que el alma incuba, el único progenitor de nuestro arte En caras flacas se ahíla la luz y el color enciende de oscuro la mirada, ambos apareados Ambos, en ritmo de melopea y loor engendran el nuevo éxtasis.

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¡Qué contento tan velatorio de sentirse triste! Es que la perfección de la Idea exige se estrujen todos en el cuadro, estar en el mismo plano para el tormento del cuerpo y la agonía del alma No quieren los manieristas, no, el amaricamiento de las formas al protestar que la práctica sola debe servir de norma (Aunque la «S» podría parecer sensual en el hecho, no lo es en la intención)

Le adjudican a Durero carácter de bromista y abjuran de las perpendiculares de Leonardo Quien pretendían atiesar la figura con sólo la autoridad de su talla; la Intuición, libra la batalla de las batallas La regla de reglas se ufana de romper todas las reglas; desproporcionar las proporciones y así, engreírse de amarguras Pero los peros aparecen Lo arbitrario en la creación está sujeto a normas de convivencia: concentrar más el cuadro, no dejar humeando las figuras, Crear amarres más severos y por sentencia del dogma con ca-pucha, la libertad del artista será libertad bajo palabra El artista quiere la libertad que, una vez propiedad de la mente por el pincel, se va, se va, como se va la idea, cuando se pierde

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con el humo de las chimeneas Así fue, desde Gianbolagno a Cellini Desde Parmigiano al Tintoreto Desde Pontomo al Greco El mundo es una alegoría El espíritu deambula anestesiado por el ritual pío que lo hace ajeno a la propia naturaleza Encontrar su refugio en Dios, su pan en la imagen interna, su razón en la Idea; todo se alegoriza en pos del alma La Idea es desnuda, el velo blanco será índice de pureza Manierista en el cuadro es un flagelado contrahecho en instante de arrebol; el aro de oro, no de menos La perfección espiritual hacen sensible el paisaje Sólo las frutas (no otra cosa) para pintar la película ambarina del otoño: no lo habréis de creer, videntes de este relato: En todo trance de rubor, el elefante es vergüenza Eso fue el Manierismo en el cuadro: la «S», lengua de fuego La Idea, imagen interna; las caras tristes y el triunfo de la alegoría, que de tanto alegorizar la vida, en extraños círculos rituales

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llegó a la alegoría de sí misma Desechable Hay un agujero negro en el espíritu, único entre los únicos para captar la belleza que es inmaterial Hay un proyector hacia el infinito que lanza la imagen desde adentro con la paleta, el cincel, el clavicordio, el papel Imagen que es el timbre de ley y de justicia de las formas divi-nas, estampada sólo en las inteligencias pías por la ubicuidad que nunca camina El artista será por ese don, a ojos oídos sesura y catecismo de los elegidos, sobrehumano Nunca el elitismo en el arte, ni en la ciencia ni en nada habían sido en tales vértigos extraviados La religión de la S, con grandísima potestad, dicta sus pautas con tono y amenazas sacro imperiales: “Sabed que el Renacimiento, contento con natura es y será hereje, por haber hecho empírica la Idea en la Belleza, espectrándola sólo después, cuando todos, desde el bautismo, sabemos lo fantasmal de su santa esencia; sabed que sólo invocando a Dios comprenderéis la marea negra que hay entre sujeto y objeto; sabed que el mundo no es más que una alegoría de su Voluntad”

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Como patas de araña enredadas, la alegoría y el símbolo pululan de poema en poema, de cuadro en cuadro, de alma en alma Se pretende que la Idea se alimente del aire, por ser la serenísima imagen de Dios: inmutable, deleznable, desechable La Flor de los Cardos Por el sensor virginativo entra a la mente el mundo para afirmar la gravedad del vacío instintivo, en franca porfía con la razón Con el mundo en la neurona, loca por el terror, lo espontáneo ocupa espacios, hasta entonces propios del concepto A veces la lucidez se recupera y se pregunta con ansia ¿Qué es el diseño, sino la ciencia de las bellas proporciones? Perfilando la respuesta que signa la estética del tiempo nuevo La capucha participa agitada del torneo de los conceptos para dejar muy en claro: “Si el diseño es la obediencia de proporciones, éstas provienen del tercer ojo, implantado en el espíritu por el Espíritu Santo; solo el diseño produce, la pintura sólo plasma” Aun el retrato, siendo como es, el más imitador de los imitadores, vendría de ese ojo por encima del par

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El humo blanco-cenizo lo proclama, con voz de afilado timbre, que no proviene de otra dimensión Bernini se meaculpa, en susurros, que en su retrato del Rey Sol tuvo que poner casi todo: en el original no encontró casi nada Llega la interpelación que estremece corazones y tronos: ¿de qué modo el espíritu puede concebir las imágenes interiores? La pregunta implica rastrear, a plena luz del día, la relación del espíritu y sus ojos, con la realidad apañada por los sentidos y no con algún versículo de alguna Biblia Con esta pregunta de monumento, el hombre dejó de ser Neandertal y la Puya Raimundi, la flor de los eternos cardos ¡florece al fin! después de un billón y tercio de años. En los Calderos De Brea El artífice mira el trozo de natura con que ha producido el paisaje, pero sólo cuando entiende su imagen es que entiende lo que es arte ¿Cómo puede el artista re presentar con tino y con belleza? El arte ya buscaba una estética que lo normara Una ciencia que lo interpretara

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Aves felinas, en los calderos de brea urden tramas urdientes, encierran, en sus laberintos, tizones de cebo para el secuestro funesto De los calderos de brea se descuelga, otra vez el vampiro con ojos de medioevo; aprisiona las preguntas en su catecismo De los calderos de brea se exhuma la vela que supurando santo fervor conjura, otra vez, la sacra doctrina de las Ideas En los calderos de brea En lo oscuro La Dialéctica brilla Dos grandes categorías mostraron su unidad No por metafísica, de menor valor El Todo, al dibujar el mundo dentro y fuera de sí, ha mostrado que lo universal es también lo particular Dentro, porque es el Todo; fuera, porque también es parcial. Imagen primera dada en el Todo al ángel, el mismo que por tu-telar (y parcial) la endilgaría al hombre Para cerrar este ciclo y obrar sin tentación, Zuccari sentencia: La prístina Idea no nació en el espíritu del hombre por generación espontánea

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Desde entonces, lo que la obra revela en el espíritu del hombre preexiste a todos los todos; como absoluto, dentro como parcial, en el material La Idea es imagen de velos que pugna por la luz para devenir como tal en la acabada figura del diseño externo El Todo otra vez se manifiesta al participar, el espíritu humano, de la facultad divina de crear las Ideas En correspondencia objetiva de gran majestad, y al ser el abso-luto reflejo abstracto de la verdad, el hombre crea la obra, natura crea la realidad Claro que natura será un todo de menor gradación que el Todo Ese Todo que se forma cuando concibe a Dios Que la creación de Dios viene de la Idea Total; la del hombre, originada en lo sensible, será por ello, de menor cuantía Y calidad El arte expresará lo abstracto a través de parciales relativos con una diferencia terminante: Dios tiene única representación para el Todo; el hombre sólo tiene tantas, como el número de cosas por Él creadas Como vemos, lo Sublime de Hegel no vino de la nada

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Es aquí muy ágil la negación de la negación, a pesar de la intencionada trascendencia El abstracto está en Dios, lo relativo en el ángel, ambos, en sintética conjugación están en el hombre Lo absoluto será la Idea; será lo relativo su expresión sensible, que en el cuadro se muestra ¡Cuánta superstición se ha tenido que pasar, por ser oreja y boca de lo trascendental para que las cosas intuyeran donde debían estar! Pero la reacción no estará lejos La Villa de Aranjuez Natura es por el arte imitada, porque en su misma mesmedad es imitable; no se sabrá la sinecura, pero será un hecho sin polémica que natura introduce en la materia (separando con arbitrio materia de materia) la forma, que será siempre bella. Aunque sin prueba, se insiste en derivar la Idea de un espíritu divino; pero se nota entre sujeto y objeto la tempestad que bulle en el abismo También el genio tiene profetas que lo traerán del más allá Con facultad de emular a natura, con privación de ganarle en el certamen con autoridad sobre el incienso interno

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En este tren de flacos devaneos se dice, sin ninguna muestra de vergüenza, que la percepción sensible no produce las ideas Que la Idea activa el ser de los sentidos ¡Qué larga y que ardua ha sido la liberación del Ser Poético, de la superchería y de la superstición! Por esta interesada teoría, sobre un millar de contradicciones, nace el mundo de Aranjuez, donde todo va al revés: Natura es guiada por la Idea, el arte produce con los pies Aunque ustedes no lo crean Por decreto divino Natura es disforme Con predicamento de sustento variado Zuccari testimonia que la finalidad última del arte es la imitación llevada al fondo de la copa En diciéndolo así se pierde en un vértigo de dudas y en una ava-lancha de perplejidades ante los corcoveos del Manierismo Figuras por convicción contrahechas, sólo pretenden imitar almas; pero ahí están los platónicos renacidos Prestos a legitimar con lo oscuro todo lo legitimable (que era todo) Entienden y solapan al manierista , haciendo oración del alma de lo bello

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Se desvalora la belleza sensible que se toca, se mira, se palpa por no ser la imagen del bien Se hace un santo del hombre bello; tiene, se dice, el espíritu de pureza sobre pureza hecho. El artista es taumaturgo del Debe y el Haber de la gracia divina; la belleza, un reflejo que viene del reflejo de Dios Lomazzo salta exuberante al ruedo: “La belleza puede ser expresada de muchas layas, pero es sólo una la gracia espiritual que irradia el rostro divino; la belleza está en la creación del artista, no nace en lo prosaico del hecho” Así queda proclamado el bando abracadabrado de otros platones nuevos Se pinta una realidad de tres cristales; destello que sobre los ángeles que contemplan la Idea, se derrama primero Después, sobre el alma, donde promociona la razón y el pensamiento para desparramarse luego, en el mundo entero En medio de este alboroto en el silencio, la capucha declara el gran decreto divino: “La belleza y la bondad, es de Dios la fealdad y el mal, de la materia”

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Así fue, amigos míos, cómo natura, supuesta creación de Dios, reputada fue de fea … aunque ustedes no lo crean

Es manierista, en el cuadro, no en la letra, la concepción de la estirada sobremanera. No quiere amanerar el estilo ni orlar reglas fijas, pero la concepción al hecho va de lienzo en lienzo portado en fórmulas. Hizo del Renacimiento el garfio de una ola que muere en la crispación decisiva Refleja la estática permanente, hace que la quietud, siendo quietud en el sosiego, more en la permanencia que al palpitar agoniza Hay socavones de topo en el surco deforme de lo religioso, en afán de quebrar la armonía clásica del Ser Se intuye a veces un cosmos que gravita, hondo y supremo, allí donde en diálogo curvo alternan alto, ancho, largo, tiempo Por eso deforma ¡Oh! sí deforma con arte, deforma ya con Intuición. Empieza el mundo del arte a alejarse de los sentidos y también la lucha para captar el instante acabado que arrebata

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¡Frente a un Tasso hay un Shakespeare! junto a Shakespeare, un Cervantes! Si un espíritu místico afiebra el pulso del Greco ¡Un naturalismo panteísta mueve el pincel de Bruegel! ¡Amigos todos! ¡Amigos míos! Los nuevos claros clarines anuncian pletóricos a la historia, que la Intuición ¡la bendita Intuición! otra vez ha nacido (Desde debajo de la capucha del vampiro) Con los clavos de Cristo Francia y España, al invadir Italia, funcan de primeros modernos imperios del saqueo Rafael y su corte de sonrosadas gordas se retirarán de Roma Por primera vez el Estado es con el Capital y mucho antes de Francisco de Quevedo, Don Dinero ya fue «Poderoso Caballero» El capital grande sorbe el dinero pequeño Juntando rosas en un pozo de fango y de cieno, la realidad en-treculebra al sueño; el cuadro parece no ritmar sino consigo en ritual de lo puro con lo puro

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Pero las cosas engarzan una con otra y todas con todo, por eslabones que ondulan al vaivén del Soplo, Con el escudo del sueño despierto llevado en andas, Kafka pudo haber entramado entonces su etéreo Proceso a la nada El color se pinta con las vísceras entreveradas Como si Dalí hubiera estado allí Con los Clavos de Cristo las bulas redimen almas al tanto por ciento; aumenta la codicia del clero Los campesinos se alzan; la Iglesia ya está vieja, es grande la confusión de las almas Inmenso sobre inmenso, es el hambre que horada los cuerpos gotificados en los cuadros, como las torres de los templos La capucha tapa calaveras de distinto estilo, desde que en la puerta de una iglesia, Lutero clava la justificación por la fe Con los Clavos de Cristo El sexo hierve en la sotana El siglo XVI cumplía cuarenta y dos años; para el festejo, la hoguera oscura prende su llama verde Los jesuitas protestan ser soldados con sotana y con reverencia pontificada, santifican los medios con el fin

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(Maquiavelo queda de aprendiz) En Trento los cordones anudados se reúnen como hormigas sobre un Prometeo, para suprimir la inspiración en el arte Se denuncia errores de compromiso en la religión del cuadro, por pintar enanos y juglares con personajes del Libro Grande Veronese es acusado a la fogata Se tiene por hereje un Cristo sin barba de Miguel Angel El cuerpo pintado debe ser sólo una exaltación extática de al-guna manía mesiánica; el cuerpo es obligado a sentir vergüenza de sus «vergüenzas» La sentencia dice: no vacilar entre el pecado de ser sensual y el deber de ser asexuado Se abstrae de la figura ya abstraída, para ir en pos de lo supra-sensual; lo hermoso ruboriza, la perspectiva es profana El desnudo, aunque bíblico, ofende Se ponen pañales al «Juicio Final» El ideal quiere ser hermafrodita, eunuco, maricón que oculte “las vergüenzas”; que sirva para todo pero no para ejercerlo Sólo en ausencia del sexo el cuadro vendrá sereno.

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El sexo hierve en la cabeza de los curas que resoplan (¡cuánto resoplan!) a la simple evocación de un seno La Patología como estado de gracia En la Edad de los Sapos el artista había sido artesano; se reu-nía en cubículos morados para tener la protección de su gremio Pero los vientos, que apañaron tempestades, libraron al oscuro menestral, para encajarlo en los nichos de las academias de oráculos iniciados Vasari, el primer manierista en la tela y en el concepto, fundó también la academia primera (Dictadura que dictó por tres siglos de aristocracia selvática) Sin embargo, sería descuido de tensa textura desconocer que fue el Manierismo también el primero que trajo al mundo del color el asunto de la teoría del conocimiento Como un cactus morado, que nace en un vergel de tulipanes, creció en aquel ayer el moderno artista fatigado de grandes complejos Con su escape del mundo, con su hambre de distinta vida, con su tajo que lo dividía en dos, desde su recóndito

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La rebeldía fue su causa para entregar sólo al arcano de su obra, su más angustiante secreto Ser raro era artístico; ser excéntrico devino estado de gracia Pontono bambolea de depresión en depresión El Greco se esconde del día, cerrando milímetro a milímetro las cortinas; Tasso muere aferrado a la locura Rosso adelanta por mano propia la cita definitiva Como nunca, fue el artista completo, místico, díscolo, pleno de aristocracia, en pleno segundo milenio El Manierismo ha elevado la forma a rango de arte y la neurastenia, a rango de genio El Miedo El Miedo Las figuras se agrupan en racimos violentos, para hundirse en la salvación, en una profundidad de alma en pena; de alma en miedo Otras veces el fondo las arroja a la superficie, como si el fondo abominara de esclavos; lo plano suplanta toda esperanza La vida de la vida muere aprisionada en las dos dimensiones del cuadro; Miguel Angel es tomado de modelo en el misticismo En lucha etérea, a favor de los misterios de la superstición Tintoretto clama estar poseso por cada uno de ellos

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En él, en el Todopoderoso, la Cena y la Cruz son pedazos de fe Bruegel no se trenza en la contorsión, pero expone también su realidad cautiva El Manierismo en el cuadro escoge, con marcada deferencia, lo aparentemente trivial, así pueda la interpretación multiplicarse Lo natural con lo supersticioso ya es Intuición en El Tintoretto Lo es en El Greco Lo deforme es fuerza de alta tensión en espacios cósmicos abstractos; la realidad de los sentidos se evapora en la realidad intuitiva Pero esa Intuición es todavía mixta; no es libre de superstición Natura y símbolo, siameses en el color, al iniciar la historia del arte moderno, anuncian que la hoguera, el hierro candente y el horror, son pruebas irrefutables de la infinita bondad de Dios Bruegel de los Campesinos Bruegel es el generoso labriego de los colores, porque perspectiva con preferencia la cosecha y la choza Hace que las gentes que hacen el pan, y no lo tienen, ingresen al cuadro, imponiendo acciones vitales Que les abocete el horizonte, que empañe los espejos prismados de dolencias que ya conocen

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En cambio, los que disponen del pan sin haberlo hecho, exigen recreaciones perfectas de sus regodeos Quieren en el color ser tan vanos como en el castillo Como un presagio de tormento de lo que la historia ya ha diseñado, Bruegel pone un nuevo fondo, distante del cortesano Campesinos que bailan y cazan; palas sudorosas que remueven la tierra; hachas que podan los árboles, viñadores que el parral embriaga Las luchas serían ahogadas, los levantamientos serían aplastados, pero la contradicción del campesino, que irrumpe Para siempre ha sido plasmado en lienzo antelado Como hoy sucede con las telenovelas de Venezuela, que día a día juntan a patrona con sirvienta Las junta ante el color de los electrones en la pantalla, en una misma ansia de espera por el capítulo que vendrá Así puso Bruegel juntos, a patricio y plebeyo en la dimensión histórica del cuadro, por vez primera El Neomentecato Renacen los ávidos corceles y las fulgentes espadas en pos de glorias que coronan los días heroicos

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Surgen las aventuras de los libros renovados, tejiendo dulzuras de ilusiones en desenfreno Tal es en España, cada caballero un héroe Tal es en Francia, cada héroe un caballero Las campañas de asaltos a la Italia, los fulminantes zarpazos a la Francia, los tesoros del Gran Potosí, los siete siglos de lucha contra el alfanje Son las fúlgidas espuelas de oro que incitan el ardor de ser hijodalgo brillante de armadura Noble principal envuelto en capa, en la tierra de las Castillas y de las Navarras Se impone la común codicia de ser hombres de acero, corazones de nobleza comprobada Con la común avaricia de ser también áureo, engendra en turbas de sollozos y espasmos el neo Amadís, el Neomentecato Pero del fango surge, el aroma de la violeta germinada Se descubre que el Manierismo del libro no es el del cuadro Así lo anuncian los gemelos en la gloria y en el Genio, al proclamar, con la letra liberada, el verdadero comienzo de las eras El Único William Shakespeare rima con el Único Miguel de Cervantes

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La Piedra y el Pedernal El humor llega, como hierro fundido, para hacer de niebla la frontera entre lo que es sólo del cerebro y lo que es de la Intuición fuera de la idea Fue Cervantes el que aleó los dos lados del personaje en la fuente de nieve y de pluma, donde espumea, caústica y felina, cada pompa de una sonrisa Al rescoldo de la terrible lumberada, lo cómico, en acción de catarsis luminosa, se concentra en un poderoso lumen Lumen que ilumina la estampa doliente de la tragedia Para lograr el loco-santo, con la densidad de un millón de atmósferas planetarias, en el héroe lo cómico se funde a lo trágico Monta en la locura hasta la cúspide donde espera lo sublime La Intuición se hace más pura Es manierista todo eso y es todavía más Mezclar la realidad de cada paso en la hondonada, con la irrealidad real del castillo azul en la meseta (¡Cuánto sufrió en cada carcajada el único de los cuerdos!)

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Es manierista el ideal de Don Caballero en la novela y lo vulgar de la sucesión picaresca La sorpresa de lo excepcional, con la rutina de lo cotidiano; se-rá también manierista el guiso tibio de virtuosismo y descuido Manierismo fue, compañeros, escribir con Intuición sin compás y sin escuadra en los ojos Transformar el Momento Vital para volverlo Emoción en el delicado pergamino del alma Fue de esta lucha entre pedernal y piedra, que Cervantes creó la primera, la más ejemplar de las novelas Canción de luna-luna Pero en la marea alta del mar de la historia, una bandera de agreste navío, con amenazas de hierro reclama ¡el Poder! Lo reclama para el comerciante, pétalo desprendido del tulipán Los héroes de verdad caen, uno a uno, en la ofensiva amarilla del renovado fenicio, allá en las rocas desnudas de la nueva España Cervantes-Quijote, el de Lepanto, deambula inseguro y débil, en busca de alguna ínsula para el combate parejo con el hambre ¡Ay! el Cid Supremo del más insigne de los abecedarios

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El Más grande de los Atilas, el Caballero Don Dinero, pudo así, contra el más grande de los grandes Selenios Sonámbulo Lila-Morado Retorna el Caballero en la angustia; flácida cuelga la lanza, mar-chito se arruga el escudo Quiso el del Yelmo de Mambrino salir presuroso de cada uno de los capítulos; encontrar en la realidad del espejo la realidad que no encontraba en los sentidos Con gran pesar arrastra su desuso Sonámbulo de ostras que guiñan Sonámbulo de noches de agua verde y laja azul Sonámbulo de soles fríos Rayos plata-naranja cuadriculan el alicaído ritornello; lo exprime a gris-negro, a rojo-gris, para arrojarlo al gris de la roca impávida y eterna La realidad trepa por pedernales La realidad es pétrea como el cuarzo El arrorró soñoliento, resuena en los cascos del caballo

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Grava y peñasco Grava y guijarro Todo es absurdamente real para los sentidos Reales son las cicatrices del monte; es real la llaga que deja la brida en las manos; real es la soledad de un mundo en abismos El Caballero trota, tórrido, de héroe a santo, de santo a loco, de loco a loco-cuerdo; deja la huella de su paso por el mundo hecho de luz negra y de canto seco Los torneos son de saltimbanquis Los blancos pañuelos limpian narices reales ¿Quién quiere un Caballero? ¿Para qué lo quisiéramos? Preguntan y responden las nuevas de un mundo que rueda en órbitas de oro y de hierro ¡El Caballero es un bufón! ¡Que vuelva al párrafo de la quimera! (La Intuición no da dividendos) Donde no llega la punta de su lanza llega el tin-tin de la ubicua moneda Don Quijote llora en el Monte de Piedad

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donde empeñó para siempre, la más viril de sus estocadas Don Quijote llora y es cada lágrima un año de cien mil años de historia La Estrella Matutina Isabel conjura la imagen de los nuevos tiempos; asemilla el mar con Drakes y Raleighs para la cosecha de los vientos Cada abordaje es una piedra fundamental de alguna fábrica Cada fábrica es un jirón de los platinados vientres: “Cuando la jerarquía vacila, la empresa padece” es la máxima mínima que ondea en la bandera de los piratas hechos caballeros por el roce de una real espada Empieza el ritual vesánico que hará de dos rosas una guerra A galope tendido las fauces en espuma, el freno libre de la brida, demente de sí mismo, el dorado corcel, las rocas del monte desmenuza Las torvas velas cortan la tormenta de las aguas con géneros, especias, trigo, sobre centinas de huesos en desorden La brasa borda con hilos negros la barbarie del próximo milenio

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Pero en un pedazo de hondo gris, el Gran Bardo ennoblece el mundo como el dolor ennoblece la herida El destino ha encendido las aristas de la Estrella Matutina La Nube-Inglaterra En la isla de la bruma sangran las espinas de las Rosas William se aleja de los fenicios reencarnados y de la miopía torpe y malvada de los puritanos No está en su arte la moraleja, ni es aroma de su vino el incienso; rimó naturalismo con Intuición en el retrato de sus héroes Cordelia se baña en virtud Lear es necio y feudal Falstaff se fríe en su propia grasa César, sordo, supersticioso Otelo, un macho cabrío inyectado por el celo Hamlet, de depresión en depresión pero todos intachables en lo humano Como desafío a la serenidad griega, es impetuoso, es exagerado, arde en pasión, es ilógico insondable, afectado

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Dio al mundo lo sensual de la Intuición, lo trágico y lo cómico Desgranó eufemismos delicados, metáforas de sal, juegos de palabras Nos dejó un tesoro no igualado; enredo dentro de enredo, arqueó en tensos arcos la asonancia Artesanó lo extravagante, lo raro, lo extraño Con el Manierismo Intuitivo a paso de fiebre (como lo hiciera Cervantes) calcinó en el drama amantes con cabezas de asno Modeló brujas, encrespó bosques, esculpió locuras, conjuró magias, unió lo concreto con lo abstracto Hizo un cofre de rubíes y topacios tan bellos, que los piratas de todos los tiempos respetaron en todos los imperios. Pero no bastó El Gemelo de Cervantes en el ingreso a la Gloria, lo que escribió como vate, tuvo que ganarlo como accionista de teatro La burguesía, compañeros, su primer Genio ha reclutado El héroe nuevo Hay un choque viscoso y lácteo entre llamas que prenden garrapatas y pedernales del mundo real de la Intuición Rozadura furiosa convertida en chispa de gama para incendiar la angustia de lo divino

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El retorno de la Tragedia, de la que fue huérfana la cogulla, por su miedo supersticioso y ovejuno de un dios atroz Es la Tragedia encrespada en el Drama, traída del cirio al alma del héroe; el conflicto no tiene cercos y es insoluble al final Ya no es existir en la imagen sin existencia: es el Ser que debe ser, que quiere ser, definitivo y total por su Voluntad de Ser. La Lucha no termina, pero ya empieza El escritor, liberado de la Sacra Idea, seduce protectores con ofrendas de libros y dedicatorios, sin el compromiso de la sumisión Surge una victoria: la del héroe en su caída En la fábrica retumba el eco de la voz del mundo contra la voz del cielo. (Habrá un segundo tomo para esta primera sección compañeros)

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LA MÚSICA

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El Expresionismo En Natura El fragor del fuego, que fragua metales y rocas en el sexo azul del magma, fragua también la ronca cacofonía de las montañas Los contratiempos balancean el formidable intervalo de dos billones de años, para los crótalos de los Hemisferios Rabio rabioso los fuelles de los volcanes (metrónomos del orbe) bufan los fraseos del planeta que nace Amasando los vértigos luchan la gran fuga del mundo, en la heterofonía de la primera forma, los elementos (No faltan humorescas y scherzos en tiempo de espuma) Ante la aristocracia de blanco, en pentatonismo de teclas ne-gras, serpentinean las harawis, calchaparis y hayllis del pentáfono del cerro, al pentacordio del firmamento En convulsiones de ruido, son y sonido los cráteres resuenan de Los Andes en el Órgano Supremo Cuatro sagrados instrumentos: tierra y agua, aire y fuego, nota contra nota, orquestan la sinfonía de los tiempos

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Ahí están, alumbrando a intervalos los misteriosos raros del mar; se agitan las isorritmias en la arritmia de los inescrutables legatos Pompas de madrigales campanillean sobre la marimba de los siete mares Desde la polirritmia de las cumbres se esparce en la polifonía de la selva, la monodia del viento Espejos labran espejos en las cascadas, que rasgan los amables arpegios del tierno rondó de las cachuelas Plenilunean los nocturnos subterráneos; la membrana del pandero trémula del lago, lanza el primer “La” al espacio El diamante cristaliza en largo; el basalto eructado, en rubato Es la disonancia flameante, ululando en las infinitas escalas Preeminencia del contrapunto sobre la armonía: El mundo no ha sido hecho en octavas Mientras el compás del rayo y la batuta del relámpago dirigen el TamTam del corazón terráqueo una violeta, de violeta vestida, pianíssimo, pianíssimo inicia la gran obertura de la Vida La armonía perpendicúa la armonía En el mapa amarillo de secretos, el tamaño de cada cuerda midió la melodía de cinco notas, en octavas y en quintas

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Fue el primer do-re- mi- fa- la de la historia Al otro lado de la gran parábola, cuando la nieva era aún tibia y esponjosa, la vina creaba las castas sonoras Y con la teoría de los sonidos, el nacimiento de los destinos Antes de que las Pirámides dieran dimensión al desierto, laúdes y tambores embalsamaron la arena en ritmos con el color de los muertos Derrumbando las herméticas murallas, quedó tatuada la música de los griegos David, el de las seis puntas que ruedan, escribió el salterio, modelo de la gran fuga judea Más a este lado, timbres puros acuden a la melodía La cítara excitada por el plectro, crea las arpas y las liras Los dobles oboes olímpicos lanzan lascivas caricias, germinando en carne de Bacantes, la dulcísima fragancia de las Dionisas Desde el fondo del abovedado secreto surge la relación de octava y quinta, para formar intervalos olíbanos del sistema de los griegos El arcano de los cuántos, Pitágoras, resuelve la ecuación que legitima la séptima y la quinta En la escala, luego diafóntica, la quinta, la cuarta y la octava tienen relaciones de vida

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Sólo el tiempo daría razón a Didemos, que sostuvo la consonancia de los terceros Los demás, hasta hoy, serán disonantes de las cinco líneas Desde Alejandría, antes de Cleopatra, el órgano de agua trajo al orbe, instrumentos mágicos que el universo armonizan De los circos y de las Vías Apias, surge el conjuro de los sones de vientos encerrados en bronces, de voces arrullando otras voces El eco responde al eco Entre la modorra de los salmos, repetidos para flagelar el espíritu, se monotoniza la monodia tenebregosa La de los salterios que horrorizan a las almas, pena sobre pena; miedo sobre miedo Manojos de inciensos que pare notas de hielo, surgen de los candados del convento los cánticos que adoran la Cruz Los que doran las brasas del infierno Géneros de octava surgen y las notas son bautizadas: dórico, re frígio, mi lido, fa mixilidio, sol Como auténticas, sancionadas

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Las otras hipodórico, la hipofrígio, si hipolidio, do fueron las plagiales de algún catecismo en trama Los textos son atados a las melodías, para cómplices de la memoria; tropos desfloran en misterios y en autos de sacramento Una nueva aventura se anuncia: entre kiries y leises nacen en el dogma los maestros cantores Lutero pide un nuevo son de coro para la liturgia, Ein Faste Buró (que Bach apañaría dos siglos más adelante) Una línea de contrapunto modula armonías; masas envueltas en edredones rítmicos y filigranas armónicas que se amplían En los motetes vibra lo simultáneo del denso gótico Nace la canción con la cuerda y con la voz Un sol de hogueras prendido surge en la era de la espiga y del vino guindo; el arte crea y la técnica guía Ambos desmontan las resonancias, que de avalanchas sonoras, surgen en notas tras de notas

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Cada pueblo aporta el eco de su propio surco para hacer del son y del verbo la arcilla vital del sentimiento humano Surgen los grandes poemas sonoros La Nota vibra en cada palabra; la Palabra flexa en el sonido Cada Nación lucha por su canción Así fue el embeleso hecho Madrigal en las Italias; así, la tradición hecha Lied en las Alemanias Así fue la Chanson del pueblo en los pueblos de las Francias La batalla sonora En el Madrigal de las nuevas Romas la voz acaricia la melodía; hace el tintineante trasluz y de los lechos de los ríos la nota cendalí, el rumor hialino Canta con el pueblo el Lied de la historia, pero es la Chanson, la voz primera de natura desde el prístino estallido Por primera vez (¡destino, destino mío!) el ser humano canta en dúo con el ser del Ser; desde lo más hondo del cosmos hasta lo más profundo del alma Al otro lado de los espacios, en su prisión de piedra, furiosa, la polifonía del mar, tormenta, huracán, viento desespera

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ante el canto del lirio sobre el bramar de las rosas Época de batallas por más batallas Tal como el ritual de la cama exprime el amor de la piel, así la Chanson exprimió el sonido del mundo Sones de batalla tabletearon; arpegios de pájaros revolotearon; risas rasgaron sedas; sedas cubrieron risas colorantes En la chanson trompoidearon verde, pétalo, acequia y sol También en Venecia el color croma la nota; el creador pinta con sonidos, como un Tiziano con diapasón El pentagrama es una acuarela sonora Mantúa afrenala la frotolla que estribilla en octosílabos, mezcla abundante de aconteceres al azar Mientras que en la Italia madrigalada, Gastoldi, con los ballets, salpica lagos en ritmo bailino fa-la-la (El Concilio Tridentino cree ver en la amalgama de sones, al mercader del Templo en persona) Emerge el Gran Palestrina del fondo de un pozo de agua con prisma, para musicar la misa oficial Rescata de las estrellas rugientes, la estrella nítida y polar

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Con él, en un juego extraño de poleas acústicas, la armonía es elevada hasta el contrapunto Con él, la extraña polea levanta la Venecia por encima, sin reba-jar un suspiro a la Roma En las plácidas y feroces Suizas la intolerancia del francés-ginebrino tolera nada más que el canto colectivo Goudimiel, el de la armonía sencilla del Nuevo Templo, da su última nota, en la terrible noche del Santo de los coágulos Época de batallas por más batallas Época de unas biblias contra otras Épocas de luciérnagas ciegas; época en que el bramido de los sones brama con el bramido de la voz El Órgano El Gregoriano nace monódico, aunque es permeable a la polifonía En Santiago de Compostela nace el órgano a tres voces Las Tempestades que pastaban vientos, se arremolinan convocadas desde el tremendo fuelle que las bufa Hasta las tronantes gárgolas que las estallan en mallas entretejidas de tronidos truenos ¡Los teclados! ¡Los teclados!

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Blancos y negros, marfiles en el tiempo, pulsan con suavidad de hierro los apocalípticos secretos Los pedales marcan el pulso de cada huracán fuellado y la poli-fonía de los tubos Carlomagno ofrece su corona por un solo registro Ctesibio pone a Alejandría el precio de un hidraulo y Constantino lo ofrece a un rey, como se ofrece un continente Con voz de tormenta y de fuego, de ulular de ciclones, desde el fondo de los volcanes, por vez primera bufó la voz del universo El canon reta al cantus firmus con torrentes arpegiantes de voces en enlace de contraste, que Bach volvería puntillismo de fuga Pero el cantus firmus no había sido hecho para ser deshecho sin más; se aliará al canon para ser en la imitación cuando el tiempo se hace tempo Otras voces se acumulan al motivo de la voz principal: el estilo a capella, allá; el instrumento independiente, aquí Joaquín de Pres pentagrama cuando entraba en gana, haciendo con su actitud, aunque no con el genio ni la gloria el primer Beethoven de la historia

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La emoción se cobija en las fusas, cuando el cantus firmus queda congelado en el vitral de mayor incienso Las notas de Monteverdi son pincel de un Caravaggio antelado, que pintan los colores en el aire Del confín del pentagrama surge la escala conciliadora; y frente al contrapunto, las voces concordes concordaron Orlando di Lasso, primer cosmopolita, ritmó, en cromatismos temerarios, ardientes lied alemán, chanson francés y madrigal itálico Fue cuando Venecia le roba a Roma La acústica del nuevo canto

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LOS COROS DEL HAMBRE Todo es su todo El concierto ya es concierto El coro ya es coro Las blancas son blancas Las negras, negras El Planeta es un pentagrama La miseria ya no es solitaria El principio imitativo invade el arte instrumental y germina la fuga clásica y el principio de sonata Con los barcos del mercante y la disciplina del capital, el mundo ha sido unido en los coros polifónicos del hambre.

Hasta el Neoclásico, amigos míos 111


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