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TURISMO

Karla Alcántara kaalcantara@eldinero.com.do

Las Galeras, Samaná

Los turistas se broncean en las paradisíacas playas de arena blanca, degustan un pescado con coco y combaten el calor con bebidas frutales. Esta opción suele ser el atractivo de República Dominicana ante el mercado internacional, pero otros visitantes buscan una experiencia auténtica.

Vivir en una isla en el Caribe, ubicada en el mismo trayecto del sol, permite a la industria de viajes y turismo conectarse con el medio ambiente e integrar a la comunidad en la cadena de valor. Esto es posible gracias a la producción de jengibre.

Este es uno de los objetivos que tiene la Cooperativa Agroturística y Servicios Múltiples Guariquen (Coopaturg) en la comunidad de Rincón, en Samaná. Según la socia de la entidad, María Corporán, la ruta del jengibre se engloba en el Circuito Sostenible de Samaná, que tiene como objetivo dar a conocer el proceso de producción y cosecha del jengibre orgánico. Y no es para menos, el mercado del agroturismo tendrá un valor de US$4,330 millones para el 2025, estima la empresa de investigación Technavio. “Este trayecto ofrecerá algo diferente al turismo tradicional, es la cara oculta de la producción agrícola”, afirma en conversación con elDinero

De acuerdo con la ejecutiva, 70 empresas serán beneficiadas con la derrama económica de las excursiones. Asimismo, asevera que integrar a la comunidad permitirá el desarrollo de nuevos hoteles boutique y pequeñas y medianas empresas (pymes) que contribuirán al desarrollo socioeconómico de la localidad.

Desaf Os

El agroturismo es una alternativa sostenible, debido a que el viajero conoce el entorno natural, convive con la población autóctona y descubre sus tradiciones mientras aprende de su producción agrícola y ganadera.

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