5 Mitos y leyendas del Perú Mini – Libro dedicado exclusivamente para ti, querido lector
1- El Tunchi o Tunche El Tunchi o Tunche es uno de los espíritus que protegen la selva amazónica. De acuerdo con algunas versiones más específicas de la leyenda, este es el espíritu de las personas que murieron en el bosque. Silba cierta melodía y espera que los humanos le respondan con la misma canción. Si responden, él se aparecerá y aterrorizará a la persona que ha silbado la respuesta. Sin embargo, si esta persona ha respetado la naturaleza durante toda su vida, el espíritu no será especialmente maligno.
2- La aparición de los seres humanos en la Tierra Esta leyenda se ambienta en el Valle de Jauja, Perú. Antaño, esta zona era un gran lago con una roca en el medio, en la que descansaba un monstruo llamado Amaru Tulunmaya, el dios de arcoiris, creó otro monstruo para que le hiciera compañía a Amaru. Sin embargo, a estos monstruos no les gustaba la presencia del otro, por lo que peleaban constantemente. El dios Tikse se cansó de las peleas entre los monstruos y los asesinó. Estos cayeron al lago y sus grandes cuerpos hicieron que el agua se desbordase y se vaciase, dando origen al valle que existe hoy. Después de la muerte de los monstruos, los primeros seres humanos salieron de su escondite, puesto que ya no se sentían amenazados por la presencia de Amaru. De esta forma, los humanos llegaron a la tierra.
3- Coniyara Viracocha Cierto día, Coniyara, el espíritu de la naturaleza, encontró a una bella mujer llamada Cavillaca con la cual tuvo un hijo a través de un fruto del árbol de lúcuma. Cuando el niño creció, Cavillaca hizo que los huacas y los dioses se reunieran para determinar quién era el padre del niño y Coniyara asistió a la reunión vestido como un vagabundo. Sabiendo que el niño reconocería a su padre, Cavillaca lo dejó libre para que se acercara a su progenitor. Sin embargo, cuando el niño se detuvo frente a Coniyara, Cavillaca no quiso aceptar que tal criatura despreciable era el padre de su hijo, así que huyó con el niño hacia el mar y se transformó en piedra. Coniyara la persiguió e interrogó a los animales que encontraba en su camino sobre el paradero de Cavillaca. El cóndor le dijo que había visto a Cavillaca cerca, por lo que fue bendecido. Al zorro que afirmó no haber visto nunca a la mujer, Coniyara lo maldijo, diciéndole que sería detestado por todos y que no podría salir sino de noche. Las guacamayas que le dieron malas noticias fueron condenadas a gritar muy alto, haciéndose visibles ante sus enemigos. Finalmente, Coniyara llegó al mar en el que se encontraba Cavillaca y vio que esta y su hijo eran ahora de piedra.
4- El Cóndor En una villa de los Andes vivía un pastor con su hermosa hija. La joven llamó la atención de un hombre que comenzó a visitarla todos los días. En uno de sus encuentros, el hombre se transformó en un cóndor y se llevó a la chica a su nido. Rápidamente, se enamoraron y tuvieron un hijo. Sin embargo, la chica extrañaba a su padre. Entonces, le dijo a un pájaro que fuera a buscarlo para que la liberaran. Al día siguiente, su padre fue a rescatarla y partieron juntos. Cuando el cóndor regresó, encontró el nido vacío. Desde entonces, el cóndor vuela sobre los Andes en busca de la joven que perdió.
5- La advertencia de la llama Cierto día, un hombre llevó a su llama a pastar en el mejor puesto. Sin embargo, la llama se rehusaba a comer. Cuando el hombre la interrogó por su comportamiento, la llama respondió que estaba triste porque, en cinco días, el mar se elevaría y acabaría con los seres vivos. Alarmado, el hombre le preguntó si no había nada que pudieran hacer. En respuesta, la llama le ordenó que recolectara comida para cinco días y que fuera a la montaña Villa-Coto. Cuando llegaron a la cima, vieron que había animales de todas las especies. Pasados los cinco días, el mar se elevó destruyendo a los seres humanos, excepto al hombre que escuchó a su llama.
MUCHas GraCias Recopilado y editado por Elena PĂŠrez Mayuri