Suplemento de El Esquiu.com, sábado 17 de diciembre de 2016

FRANCISCO EL MUNDO CELEBRA CON

LOS 80 AÑOS DEL PAPA ARGENTINO

02 EL ESQUIÚ.COM ESPECIAL

Sábado 17 de diciembre de 2016/CATAMARCA

El mundo celebra el cumpleaños 80 de Francisco, el Papa argentino El Papa Francisco, una de las personalidades más relevantes de la historia argentina, celebra hoy su cumpleaños 80 ante la mirada de todo el mundo, por su condición de máxima autoridad de la Iglesia Católica.

Admirado y querido en todas partes, el Papa representa para los argentinos algo realmente especial, ya que la historia no muestra antecedentes de un compatriota en el trono de San Pedro, y quizás un hecho así nunca más se repita.

Francisco nació el 17 de diciembre de 1936 en el barrio porteño de Flores.

Hijo de un empleado ferroviario de origen piamontés, Mario Bergoglio, y de Regina María Sívori, ama de casa.

Tiene cuatro hermanos y hermanas. Fue bautizado el día de Navidad de 1936 en la Basílica María Auxiliadora y San Carlos del barrio de Almagro en Buenos Aires.

Asistió durante su infan-

cia al colegio salesiano Wilfrid Barón de los Santos Ángeles de la localidad de Ramos Mejía.

Cursó estudios en la escuela secundaria industrial E.N.E.T Nº 27 Hipólito Yrigoyen, recibiendo el título de técnico químico. Le gustaba bailar tango y solía salir a practicarlo con sus amigos.

A los 20 años, le extirparon parte de un pulmón por una infección. Sin embargo, salvo limitarle un poco su capacidad respiratoria, no le afecta a su calidad de vida.

A los 21 años decidió convertirse en sacerdote. El 11 de marzo de 1958 se unió al noviciado de la Compañía de Jesús ingresando en el seminario del barrio Villa Devoto.

Obtiene una licenciatura en Filosofía y estudia Humanidades en Chile.

Entre 1964 y 1965 fue profesor de Literatura y Psicología en el Colegio de la Inmaculada Concepción de Santa Fe,

para posteriormente decantarse por la Teología en el colegio ‘San José’, en San Miguel.

Fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969.

Domina los idiomas español, italiano, latín y alemán, además de tener conocimientos medios de inglés, francés,

portugués, ucraniano y piamontés (dialecto italiano).

Se trasladó a Alemania para obtener su doctorado y a su regreso retomó la actividad pastoral como sacerdote en la provincia de Mendoza.

Fue consagrado obispo titular de Auca el 20 de mayo de

1992, para ejercer como uno de los cuatro obispos auxiliares de Buenos Aires. Posteriormente fue obispo coadjutor de la misma el 3 de junio de 1997.

Recibió el cargo de arzobispo de Buenos Aires el 28 de febrero de 1998.

En 2001, fue nombrado cardenal del título de san Roberto Belarmino. Además es primado de la Argentina.

Tras al menos cuatro votaciones en un cónclave que duró 25 horas y media, y dos fumatas negras, los 115 cardenales electores, inclinaron la votación a su favor y el 13 de marzo de 2013 fue elegido el Papa 266, teniendo 76 años. Se impuso el nombre de Francisco en memoria de San Francisco de Asís, convirtiéndose en el primer americano y el primer miembro de la compañía de Jesús en dirigir la Iglesia, y el primer Papa no europeo desde el sirio Gregorio III en 741.

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Sencillez, humildad y simpatía, las armas con que sorprendió a todos La popularidad de Su Santidad Franciso se consolidó en los cinco continentes con una rapidez impensada, desde el mismo día en que se vio emanar la humareda blanca desde el interior del cónclave.

Para que este fenómeno se concretara, el factor determinante y decisivo fue la personalidad natural del Papa, que sorprendió al mundo entero con gestos espontáneos de humildad, sencillez y simpatía.

Francisco mostró niveles inéditos de carisma, y conquistó el corazón de millones de fieles con un comportamiento que va desde lo divertido a lo conmovedor.

Rechazó desde un primer instante todos los lujos y privilegios propios de su investidura, y ni siquiera habita el sector de El Vaticano reserva-

Uno de los aspectos más relevantes del pontificado de Francisco es el fuerte énfasis que puso en la promoción de la vida de los santos.

Con la canonización, el pasado 18 de octubre, en el marco del sínodo ordinario de la familia, de Luis Martin y Celia Guerin, los padres de su venerada “pequeña flor”, san-

do para el Pontífice.

Es capaz de ir caminando a comprar sus propios anteojos o de pedir una pizza delivery desde el Papamóvil. En audiencias privadas y abiertas recibe a todo aquel que quiera visitarlo, y al mismo tiempo se acerca a presos, enfermos y todo aquel que pueda encontrar consuelo con su presencia.

Impulsó toda clase de cruzadas solidarias y no descansó jamás en su ardua tarea evangelizadora, pero con el don de ofrecer siempre una sonrisa.

Le gusta caminar y dialogar con la gente común, tal como lo hacía en las villas o el microcentro de Buenos Aires; una conducta que deja boquiabierto a más de uno, considerando que se trata de una de las personalidades más importantes del planeta.

Record de canonizaciones ta Teresita de Lisieux, el Papa Francisco llegó a 838 santos, mientras que en 27 años, san Juan Pablo II, declaró 482 santos. Benedicto XVI proclamó 45 santos en cerca de 8 años de pontificado.

La diferencia es que en un solo día, Francisco canoni-

zó 813 santos, los Mártires de Otranto de 1480, pero no cabe duda que ha hecho de la vida de santidad una parte genuina de sus enseñanzas papales.

Además, Francisco ha aprobado ya 755 beatificaciones y ha hecho cosas tan importantes como la primera ca-

nonización realizada en suelo estadounidense, o la primera canonización al mismo tiempo de un matrimonio, y a su compatriota, el querido Cura Brochero (foto).

Entre los santos y beatos de Francisco hay tres papas, religiosas y religiosos de todo el mundo, mártires de la fe, grandes misioneros y varios obispos.

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Un gran líder ecuménico

El Papa Francisco cumple en el mundo un rol que va incluso más allá de la conducción religiosa y espiritual, y es respetado y consultado en forma permanente por los principales líderes políticos del mundo.

Comprometido y activo, el Papa se pronuncia en forma permanente sobre los principales conflictos y disputas internacionales, y mantiene una

incansable actuación como promotor del diálogo y la paz en todos los continentes.

De su mirada no han escapado episodios violentos, conflictos bélicos, abusos ni cuestiones económicas.

Presidentes, reyes, emperadores y ministros de casi todos los países lo visitaron, y mostró una apertura al diálogo inclaudicable, manifiesta con impactante fuerza en su

visita a Medio oriente, donde logró reunir a los referentes de fracciones enfrentadas desde hace incontables años.

Se acercó también a líderes de otros credos, con una actitud de respeto y conciliación, demostrando una enorme autoridad para ser escuchado también por quienes no comparten su fe. En sus primeros años de papado, visitó ya numerosos países, y resul-

tó estremecedor el modo en que los fieles respondieron en forma masiva a sus apariciones públicas, ya sea en Brasil, México, Albania, Israel, Cuba o Corea del Sur. La Reina Isabel II del Reino Unido, el norteamericano Barack Obama y el ruso Vladimir Putin fueron algunos de los cientos de autoridades que viajaron hasta El Vaticano para verlo. En ocasión de

visitar la isla de Cuba, él mismo se trasladó al encuentro de Fidel Castro, quien por su avanzada edad no podía ir a verlo.

La primera mandataria que recibió como Papa fue su compatriota Cristina Fernández de Kirchner, y al cambiar las autoridades nacionales también recibió en audiencia privada al actual presidente argentino, Mauricio Macri.

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Dos pontífices contemporáneos La renuncia del alemán Joseph Ratzinger, el Papa Benedicto XVI, fue el inusual hecho que obligó a los cardenales del mundo a elegir un nuevo conductor de la Iglesia Católica, responsabilidad que asumió el argentino Jorge Mario Bergoglio.

Este hecho derivó en una situación que obliga a raestrear siglos y siglos en el pasado para encontrar algún antecedente similar al actual.

Ocurre que como cada nuevo Papa es elegido cuando el Papa anterior fallece, no existía hasta aquí imagen alguna que permitiera ver a dos Papas vivos.

El encuentro entre Francisco y Benedicto XVI resultó por ello muy imactante, y hasta despertó algún comentario sobre el rol que cumple uno y otro.

Francisco dejó claro que él es el único Papa, pero rechazó cualquier controversia al afirmar que el emérito Ratzinger “cuida mis espaldas con la oración”.

La singular relación con Juan Pablo II

Una singular relación une al Papa Francisco con el Papa Juan Pablo II. Fue precisamente el polaco Karol Wojtyla quien valoró la tarea de Jorge Bergoglio como obispo y lo nombró cardenal el 21 de febrero del año 2001. Quince años después, ya como Francisco, fue Bergoglio quien canonizó a Wojtyla como San Juan Pablo II, en una de las ceremonias más emotivas celebradas durante su papado.

La elevación a los altares de Juan Pablo II fue el 27 de abril de 2014, ante una multitud congregada en la ciudad de El Vaticano, y en el mismo acto Francisco canonizó a otro recordado Papa, Juan XXIII.

Figura inmortalizada

La figura del Papa Francisco quedó ya inmortalizada, no sólo por la sobreabundante documentación de imágenes y filmaciones que caracteriza estos tiempos, sino también por diversos homenajes, reconocimientos y conmemoraciones que lo tienen frecuentemente como protagonista. Son varios los Estados que lanzaron monedas con su rosto acuñado, metales que se utilizan más como objeto de colección que para circulación legal.

El Museo de Cera de Madrid (España), en tanto, fue el primero en incluirlo entre sus celebridades.

Su escudo Desde Inocencio III, cada papa de la Iglesia católica ha tenido su propio escudo, que le ha servido como insignia de su papado.

Francisco optó por uno austero y sencillo, al que añadió la leyenda “Miserando atque eligendo”, que en latín significa “Lo miró con misericordia y lo eligió”.

La simbología incluye los distintivos papales, el emblema de la Compañía de Jesús, a la que pertenece Bergoglio.

La estrella simboliza a la Virgen María, y la flor de nardo a san José, patrón de la Iglesia Universal.

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Su Santidad... el futbolero Como buen argentino, el Papa Francisco comparte con la gran mayoría de sus compatriotas el interés por el fútbol, juego que lejos de observar como simple entretenimiento, vive con auténtica pasión.

Por cierto, no se trata del primer Papa futbolero: es bien sabido que Juan Pablo II fue un gran arquero en su juventud, y siempre -entre la atención de cuestiones de fe y conflictos políticos- se daba tiempo para mantenerse al tanto de las competencias.

Una sorprendente anécdota alcanza para describir la afición de Juan Pablo II. El 22 de octubre de 1978 se había preparado toda la Ciudad de El Vaticano para verlo tomar la investidura e iniciar su papado. Incrédulos, los responsables de la organización de la ceremonia recibieron una primera orden de Karol Wojtyla: pidió que en lugar de la tarde todos los actos se hicieran por la mañana, ya que a la tarde quería ver un partido de fútbol por televisión.

Se asegura que Joseph Ratzinger, Benedicto XVI,

era simpatizante del Bayern Munich: Giovanni Trapattoni, técnico del equipo, reveló que hablaba telefónicamente con el pontífice sobre el desempeño de los jugadores.

Cierto margen de duda, no obstante, surge sobre el real vínculo de Benedicto y el fútbol, ya que en 2005 el mismísimo Pelé fue a visitarlo en El Vaticano, y Ratzinger nunca lo reconoció.

Distinto es el caso de Francisco, que sigue los partidos y en especial de la suerte de San Lorenzo de Almagro, el club del cual es hincha desde pequeño.

Se mantiene al tanto porque lo informan sus colaboradores, ya que por lo general él no mira los partidos. De hecho, una vez confesó que nunca había visto jugar a Lionel Messi, y que sólo lo conocía porque “vino dos veces por acá”.

La suerte de Francisco bien podría envidiarla cualquier otro hincha: desde que trascendió su perfil futbolero, lo visitaron delegaciones de clubes de todo el mundo, y las máximas estrellas del deporte le rega-

laron sus camisetas, e incluso trofeos.

Francisco es además socio de San Lorenzo, y hasta escribió una carta recondando viejos goles del equipo, cuando su padre lo llevaba a la cancha.

Su segundo deporte es el básquet, al cual se acercó porque su padre lo practicaba.

También aquí, su condición de Papa le permitió darse algunos lujos.

Recibió en la plaza San pedro a los mundialmente famosos Harlem Globetrotters y hasta ensayó unos malabares con ellos. Al mismo tiempo, va-

rios equipos de la NBA le confeccionaron camisetas con su nombre.

Francisco intentó colaborar con la erradicación de la violencia en los estadios con la campaña “Clásicos por la Paz”, una iniciativa mediante la cual -en partidos importantes- capitanes de equipos rivales plantaban juntos un olivo como señal de hermandad.

Lamentablemente, no fue mucho lo que se consiguió con esta práctica, pero es una clara muestra de la voluntad del Papa para incluir un buen mensaje también en el deporte.

A pura burla...

Cuando de fútbol se trata, aunque se encuentre en actividades oficiales y ataviado como jefe mundial de la Iglesia, Francisco es un hincha más, y no duda en burlarse o cargar a gente que se identifica con equipos rivales.

Así, se lo vio “gastando” a un hincha de Boca luego de un encuentro que San Lorenzo le ganó 3 a 0 al xeneize: lo saludaba mostrándole tres dedos de una mano.

No se preocupó en reirse también ante las cámaras diciendo que “a los cuervos le gusta la pizza” en referencia a la victoria sobre Boca.

Tampoco ahorra malos deseos si de fútbol se trata: “Quiero que se pinche el Globo”, aseguró cuando Huracán -clásico rival de San Lorenzo- iba a jugar la semifinal de la Copa Sudamericana contra River.

El humor tribunero también apareció en el Mundial 2014, cuando Argentina debió enfrentarse con Suiza: “Esto va a ser una guerra”, bromeó Francisco en referencia a la Guardia Suiza, cuerpo de comandos militares de El Vaticano que velan por su seguridad.

Al final, vio el partido por televisión junto a ellos.

Pero entre tanta burla que reparte también recibe alguna. Ya consagrado Papa, le anunciaron la visita del sacerdote Pedro Di Paola, su viejo compañero de trabajo en las villas de Buenos Aires.

Cuando lo recibió, sin protoloco que valga, el Padre Pepe sacó una remera de Huracán (club del que es hincha) para provocar a Su Santidad en pleno Vaticano.

Francisco pidió un marcador, tomó la camiseta del enemigo y simplemente escribió: “Paz en el fútbol”.

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Los libros del Papa, un nuevo “género” literario Hasta el 13 de marzo de 2013, lo más parecido a una biografía de Jorge Bergoglio era una entrevista-libro realizada por los periodistas Sergio Rubín y Francesca Ambrogetti en el año 2010, bajo el título El Jesuita.

Para estos autores, aquel trabajo fue como haber comprado el número ganador de la lotería. Los derechos del libro, en el que Bergoglio cuenta su vida en primera persona, fue inmediatamente reeditado cuando fue elegido Papa, con un título más acorde: El Jesuita. La historia de Francisco, el papa argentino, y en tiempo record se vendieron a más de 15 países.

Fue el primer eslabón de una cadena sin fin, que hoy suma miles y miles de libros dedicados a Francisco, a tal punto

que las publicaciones sobre el Papa ya son ordenadas en las principales librerías como un nuevo género literario.

Los títulos son innumerables. Apenas conocida la noticia de la elección de Jorge Mario Bergoglio, se lanzó la carrera por la biografía del hombre que sorprendió al mundo al convertirse en el primer Papa latinoamericano, el primer jesuita y el primero en llamarse Francisco. Vino luego una serie de libros quienes se podrían llamar “amigos de Bergoglio” que se sintieron convocados a dar testimonio de esa relación. Luego aparecieron ensayos, informes, entrevistas, recopilaciones de discursos, pensamientos y un abanico infinito de puntos de vista sobre el hombre que conduce la Iglesia: millones de seguidores

garantizan que habrá lectores interesados, sea lo que sea que se diga sobre él.

Entre joyas imperdibles y trabajos más que interesantes, naturalmente, se mezclan también muchos libros sin mayor contenido, que apenas apelan a una buena foto de tapa para treparse al fenómeno comercial.

Bergoglio escritor Finalmente, hay que señalar que el propio Papa ha escrito muchos ensayos a lo largo de su ministerio. Algunos de estos documentos también llamaron la atención de la prensa extranjera. Por ejemplo, el diario español El Mundo publicó uno de ellos, por su “vigencia en la sociedad actual”. Se trata de Corrupción y pecado, que Bergoglio

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escribió en 1991. El ensayo, publicado en la Argentina por Editorial Claretiana, tiene un prólogo agregado por el propio Cardenal en el año 2005, cuando sintió que era “oportuno” reeditar su texto. Allí expresa el deseo de que fuese de utilidad para “comprender el peligro de desmoronamiento personal y social que entraña la corrupción”.

Para quien quiera conocer los textos del hoy papa Francisco, la editorial Claretiana los ha catalogado en una página (Los libros del Cardenal) de modo muy claro. Se trata de una decena de textos (Dios no se cansa de perdonar, Educar: exigencia y pasión, Ponerse la patria al hombro, La Nación por construir, etc.) sobre temas religiosos y de sociedad.

32 millones de seguidores en Twitter Francisco recibe en El Vaticano, diariamente, más de 2.000 cartas enviadas desde todos los rincones del planeta.

A muchas responde personalmente, y en ocasiones especiales, responde a través de llamados telefónicos a quienes le escriben. Pero hoy la tecnología manda, y el Papa no es ajeno a las redes sociales. Uno de sus canales más utilizados es la cuenta en Twitter, @Pontifex (@Pontifex_es, en español).

Las cuentas del Santo Padre en Twitter fueron abiertas en nueve idiomas: inglés, español, italiano, francés, polaco, alemán, portugués, árabe y latín. El primer tuiteo del Papa Francisco, publicado el 18 de marzo de 2013, fue: “Queridos amigos, os doy las gracias de corazón y os ruego que sigáis rezando por mí”.

Actualmente, suma más de 32 millones de seguidores en todo el mundo.

Películas y documentales

A pesar de que ni siquiera lleva un lustro como Papa, Francisco fue llevado varias veces a la pantalla grande, y se difundieron en el mundo decenas de documentales sobre su vida.

Los más reconocidos fueron El papa de las Américas (2013), (Discovery); El papa del fin del mundo (2013), (The History Channel); Francisco, un papa entre la gente (2015), (Rome Reports) y El Papa Francisco visto por sí mismo (2016), (Rome Reports).

Entre las películas, ya se estrenaron al menos tres. Los largometrajes más conocidos son Historia de un Cura (2014), película basada en la vida de Bergoglio desde su juventud hasta su llegada a Roma para el cónclave; dirigida por Alejandro Agresti.

Francisco: El padre Jorge (2015), narra la vida del Papa desde su juventud; dirigida por Beda Docampo Feijóo.

Y Chiamatemi Francesco (2015) se centra en la personalidad del papa y su vida en Argentina.

Además, se edita desde 2014 “Il mio papa”, una revista italiana dedicada exclusivamente a las actividades del Papa.

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Un lazo de afecto con los catamarqueños Minutos después de que la multitud reunida en la plaza de San Pedro escuchara el tradicional anuncio de “Habemus Papam”, las calles catamarqueñas se convirtieron en una fiesta.

Espontáneamente, fieles católicos comenzaron a trasladarse al Paseo de la Fe, y pronto se unieron a alumnos de distintas escuelas para celebrar lo que parecía imposible: el Papa era argentino.

Aquel inolvidable 13 de marzo comenzó una relación de afecto entre el pueblo catamarqueño y el Pontífice. Como sede del Santuario de la Virgen del Valle y cuna de Fray Mamerto Esquiú, con su reconocida devoción mariana como parte esencial de su identidad, Catamarca celebró la elección de Bergoglio con auténtica algarabía.

El 23 de abril de 2014, Su Santidad el Papa Francisco recibió en El Vaticano a las máximas autoridades de Catamarca, en una histórica visita de profundo significado para la provincia, ya que además de presentarle

saludos protocolares y pedirle bendiciones, se formalizóun pedido por la beatificación de Fray Mamerto Esquiú.

La delegación oficial, encabezada por la Gobernadora Lucía Corpacci y el entonces Vi-

cegobernador Dalmacio Mera, coincidió en calificar el encuentro como “emocionante”.

La jefa de Estado expresó desde Roma a través de su cuenta de twitter que “el encuentro con el Papa Francisco me emo-

cionó muchísimo”, y agregó que “transmite una gran sensación de paz”.

“Me conmovió profundamente poder hablar con él... Le pedí bendiciones para todos los catamarqueños”, agregó Lucía.

Las autoridades catamarqueñas le llevaron Papa numerosos obsequios representativos de la cultura, el arte y la fe del pueblo ambateño.

La Gobernadora le entregó un rosario de plata y rodocrosita, una pieza de orfebrería que representa el corazón de Esquiú en los mismos materiales, y un ejemplar del libro “Catamarca, un pueblo de fe”, que el Gobierno editó en 2012.

El Vicegobernador le regaló un tapiz realizado en la Fábrica de Alfombras con la imagen del escudo y el lema del Papa, imágenes de la Virgen del Valle y un CD llamado “Reconciliación” con temas en honor a Su Santidad y a Fray Mamerto Esquiú.

Ambos acercaron también cartas escritas por vecinos catamarqueños y alumnos de escuelas de distintos puntos de la provincia.

En los años siguientes religiosos, intendentes y legisladores catamarqueños también visitaron al Papa.

El cáliz más criollo

Centenares de catamarqueños participaron en el cincelado del cáliz que luego le fue entregado al Papa Francisco, con un simbólico aporte a la obra diseñada por el maestro orfebre Juan Carlos Pallarols.

El cáliz fue llevado por el artista a distintos sitios de la ciudad, como Casa de Gobierno, la catedral Basílica Nuestra Señora del Valle y el hall del Cine Teatro Catamarca, donde se formaron filas durante varios días para que toda la comunidad pudiera sumarse a la experiencia.

Con la supervisión de

Pallarols o alguien de su equipo de trabajo, quien deseara cincelar el cáliz podía dar algunos golpes.

El trabajo se repitió en todas las provincias argentinas, por lo que millones de compatriotas hicieron su aporte para este regalo, tan destacado por su originalidad como por ofrecer la oportunidad de que gran parte del país expresara su afecto por el Pontífice.

En cada visita, además del cáliz que se tallaba, se ponía a disposición de la gente un libro para que escribiera un mensaje al Papa. Estos regalos están hoy en El Vaticano.

Dos ponchos Dos ponchos catamarqueños integraron los obsequios presidenciales argentinos en las visitas a Francisco.

Cristina Fernández de Kirchner le regaló al Papa un poncho tejido por la artesana Petrona Rosa Contreras de Molina (foto).

Años después, Mauricio Macri le llevó otro poncho confeccionado por Ramón Baigorria y Graciela Carrasco, artesanos teleros de Belén.

“Nos llena de esperanzas que Dios haya puesto los ojos en uno de nosotros”, dijo un emocionado Luis Urbanc el día que Bergoglio fue elegido Papa. El obispo catamarqueño tenía una relación personal con Francisco, y le transmitió personalmente su alegría en una visita a El Vaticano.

Esperanza

La llegada del Papa Francisco a Roma, casi de manera instantánea, generó una enorme expectativa en los catamarqueños con respecto al futuro del proceso de beatificación de Fray Mamerto Esquiú.

Si bien estos procesos siguen rigurosos pasos donde poco y nada incide una cuestión como el nacionalismo, el hecho de que Francisco sea un compatriota abre una nueva posibilidad.

Ocurre que Francisco es un ávido lector, un hombre de sólida y amplia formación académica e intelectual, y sin duda conoce plenamente la vida y obra del Orador de la Constitución, cuya causa está próxima a cumplir un siglo.

Religiosos y autoridades de Catamarca, en diferentes ocasiones, ya lograron llevar personalmente esta inquietud al Papa.