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ALEGRÍA DE VIVIR
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ido algunas intervenciones mínimas desde que se construyó en1800. Era la típica casa señorial del centro de Madrid, muy grande, segregada en dos viviendas y con un trazado poco funcional: la cocina se encontraba al fondo y aún disponía de horno de leña. La compró una joven pareja sin hijos que quería darle la vuelta radicalmente. Su deseo era eliminar por completo las compartimentaciones para hacer un espacio común amplio en el que disfrutar de todas las estancias al mismo tiempo, y dotar de iluminación natural a las habitaciones ciegas.
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Los propietarios confiaron el proyecto al estudio de Tristán Domecq, quien planteó una preciosa reforma integral cuya filosofía fue puramente conservacionista, no en cuanto a la distribución –modificada de arriba abajo–, sino en lo referente a la recuperación de rasgos distintivos de una finca con solera: «Tenía muy buenas características, con techos altos y dos balcones más grandes de lo normal para este tipo de edificios», explica. Así, se mantuvieron elementos de valor del inmueble como el suelo de damero original, que se restauró y volvió a colocar en las mismas estancias en las que se encontraba. Además, se replicaron las carpinterías, y los pavimentos, de la firma Parador, reproducen un diseño de madera en punta de Hungría que proporciona un fondo cálido y neutro a la casa. «También –puntualiza el interiorista–quisimos hacer un guiño art déco con los artesonados y los dibujos de las paredes».
El impecable contenedor clásico alberga un contenido que, sin embargo, rezuma modernidad. En este aspecto, el color es fundamental, pero también las tapicerías y telas elegidas, todas de Güell-Lamadrid. Terciopelos y linos lavados belgas visten los muebles tapizados y los dormitorios. El mobiliario es una miscelánea de piezas antiguas, vintage y actuales, muchas con el sello del estudio. Finalmente, el arte contemporáneo en sus distintas disciplinas –obra gráfica, escultura y fotografía–completa una puesta en escena intensa y refinada, pero en la que no falta frescura. Una mise en place con espacios vividos y acogedores, «el objetivo de nuestro trabajo», aclara Domecq. Misión cumplida... ¡y con creces!
ARTE E N FORMATO X L
Tristán Domecq, delante de una obra de Maíllo procedente de la galería Ponce + Robles, que se ha situado entre los dos balcones del salón (abajo). La butaca, comprada en un mercadillo francés, se ha tapizado con tela de Güell-Lamadrid. El puf de terciopelo es de la tienda online del interiorista, al igual que la escultura libro roja sobre la mesa de centro. Ilumina este rincón una lámpara metálica de dos brazos, de Mandalay. La alfombra de lana se trajo de Marruecos.
IDEAS DEL PROYECTO
TRISTÁN DOMECQ tristandomecq.com
Un mix chispeante . La luz potente y el color, con predominio del rosa, el verde y el azul, ponen movimiento y alegría en ambientes donde la mezcla y el eclecticismo temporal son notas dominantes. A medida. El estudio de interiorismo ha realizado ex profeso muchos diseños de mobiliario, como la cocina o el aplique de luz que se repite en casi todas las estancias.
BLANCO, NEGRO Y DORADO
Arriba, a la izquierda, el recibidor es un espacio abierto a la cocina con el mismo pavimento en damero del salón. La mesa antigua es de Slou y la decora un jarrón de cristal verde de Tristán Domecq. A la derecha, en el paso entre la cocina y la zona de estar, el espejo antiguo refleja un aplique de la tienda virtual del interiorista. En la otra p‡gina, la cocina es diseño de Tristán Domecq. Sobre la barra se han dispuesto objetos decorativos en loza de El Rastro madrileño y un jarrón de cristal de H&M Home. La lámpara de techo es de D-Luz.
Barroco y minimal: estilos opuestos ponen llamativos contrapuntos en habitaciones anexas
LOS REVESTIMIENTOS MANDAN
Un papel pintado de loros, de Lantero & Lantero, reviste el baño. El aplique de la pared es un diseño del estudio del interiorista de venta en su tienda online. El jarrón de cerámica es de Zara Home y el de cristal, de H&M Home; el cesto procede de Mestizo. En la otra página, el dormitorio, empapelado con un vinilo de Vescom. En la cama, colcha de Zara Home y almohadón antiguo de Mestizo. Los apliques son de D-Luz y el cuadro, de Kanica. La lámpara de techo se encontró en un mercadillo italiano y la banqueta de hierro es una idea del estudio tapizada con tela de Güell-Lamadrid.