La imaginación amedrentó al poder

26 de agosto de 2018

50 ANOS

FOTO: ARCHIVO HISTÓRICO 68 UNAM

DE REBELDIA

La imaginación amedrentó al poder La fuerza de las ideas puso en jaque a la fuerza del Estado. El choque, cada día, se convertía en certeza. Del lado del movimiento estudiantil, medio millón de personas salieron a marchar el 27 de agosto… y el país entró en un punto sin retorno. El Gobierno, acorralado en el terreno de los argumentos, echó mano de su mejor estrategia: la represión.

50 ANOS DE REBELDIA

disputa matutina

A las 10 de la mañana del 28 de agosto, la bandera rojinegra, que amaneció izada en el asta monumental del Zócalo, fue bajada por más de 50 mil trabajadores, obreros y burócratas del Distrito Federal que empezaron a corear: “¡Somos borregos, somos acarreados!”. Desde los edificios aledaños, la gente lanzó botellas, macetas y otros objetos a los soldados.

II DOMINGO 26 DE AGOSTO DE 2018

Y RETIEMBLA EN SU CENTRO...

La gran marcha del 27 de agosto mostró el musculo de un movimiento que despertó simpatías y adhesiones de diversos sectores FOTO: ARCHIVO UNAM

POR ALBERTO ACEVES ALBERTO.ACEVES @HERALDODEMEXICO.COM.MX

Y el movimiento estudiantil alcanzó su clímax. Ocurrió el 27 de agosto de 1968 con “la mayor manifestación de la que se tenga memoria en México”, como titularon los periódicos nacionales, la cual, según los mismos rotativos, avanzó con “medio millón de personas” del Museo de Antropología, en Chapultepec, a la Plaza de la Constitución, en busca de un diálogo público y el cumplimiento del pliego petitorio.

Los primeros contingentes llegaron a la Calzada de la Milla alrededor de las 13:15 horas.

Bajaban de autobuses y transportes especiales de la UNAM y del “Poli”. Encabezó el desfile la Coalición de Padres de Familia y Maestros, y se le unieron civiles, obreros, asociaciones de intelectuales, artesanos, la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo y la Normal Superior.

De tanto en tanto, entre ellos, se gritaban números pares: “Dos,

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PETICIÓN. Con mantas y cartulinas se expresaron los diversos contingentes en la gran marcha.

cuatro, seis, ocho...”, hasta llegar a 32, el cual identificaba a las víctimas de los disturbios del mes pasado y principios del actual.

Cuando la multitud cruzó el Ángel de la Independencia, otro grupo esperaba ahí. Eran estudiantes de Medicina de la UNAM; en su mayoría, observados por elementos del Ejército y la Policía Preventiva. Se caminaba a paso constante y de forma pacífica, con cientos de vallas humanas que rechazaban inten-

En el Zócalo, la primera guardia de tres mil 500 estudiantes fue dispersada, en pequeños grupos, desde distintos flancos.

Entró en la Plaza de la Constitución un contingente policiaco, apoyado por tanques del ejército y carros de bomberos.

Así se inició la desbandada.

tos de provocación. Aplaudía la gente desde los edificios y arrojaba papel picado por montones; pedazos de periódicos, revistas y rollos de máquinas sumadoras, que caían sobre el monstruo de mil pies.

Parecía un carnaval cívico.

El tránsito de vehículos en Paseo de la Reforma quedó interrumpido a las 16:00 horas, una antes del inicio de la manifestación. Motociclistas, trabajadores y alumnos que conducían autobuses y coches se situaron en el carril sur de la avenida, para ordenar la marcha por el lado norte. Pancartas con la efigie de Demetrio Vallejo, Ernesto “El Che” Guevara, diatribas contra el gobierno, ¡goyas!, ¡huélums!, la consigna de: “¡No venimos a insultar, sino a razonar!” y los números pares, encontraban eco en el corazón de la ciudad.

Los comercios de la zona cerraron sus puertas antes de la hora acostumbrada. Al pasar por la esquina de Avenida Juárez y Dolores, el contingente se detuvo súbitamente. Una pantalla luminosa, que proyectaba series

FOTO: AP

FUERZA. Así lució la Plaza de la Constitución la noche del 27 de agosto de 1968.

FOTO: ARCHIVO UNAM

UNIDAD. Al unísono, los manifestantes levantaron las manos como muestra de solidaridad.

FOTO: ARCHIVO UNAM

APOYO. La Unión Nacional de Mujeres Mexicanas avanzó así por la Avenida Juárez. de caricaturas, mostraba a un gorila con una pelota, jugando con otro simio. Los gritos de “¡Cueto, Cueto, Cueto!”, en referencia al general Luis Cueto Ramírez, quien fuera el detonador del movimiento estudiantil, renovaron el ánimo para seguir los pasos.

A la altura de El Caballito, vinieron los ataques “contra la prensa vendida”. De un lado “Excélsior” y del otro “El Universal ”.

mitin y metodo Sobre camiones del IPN, los oradores hablaban a la multitud reunida.

La gran marcha siguió por la avenida 5 de Mayo y llegó al Zócalo, a las 18:35 horas. La entrada de cada grupo fue recibida entre aplausos y porras, desde ventanas y balcones de sectores públicos y privados. Enseguida desfilaron los oradores. En Antropología, el cabús de la marcha aún no avanzaba.

Hablaron Roberto Escudero, de la UNAM; Enrique Ruiz, del Frente Obrero de la zona de fábricas de San Bartolo; Luis Cervantes Cabeza de Vaca, de Chapingo; el ingeniero Heberto Castillo, de la Coalición de Maestros; el doctor Fausto Trejo, del IPN; Silvia O. de Sánchez, madre de familia; y Arnoldo Barrón, del IPN. Por aclamación, fue aprobado que ese 27 de agosto fuera denominado: “El Día de la Coalición Revolucionaria”, al constituirse la unión de estudiantes, obreros, padres de familia, maestros y campesinos.

La Catedral se iluminó.

Desde la parte alta de uno de los camiones del IPN, colocado frente a la puerta principal de Palacio Nacional, la proposición de uno de los representantes del Consejo Nacional de Huelga se escuchó por el altavoz: era necesario permanecer en la Plaza de la Constitución hasta que se resolvieran los seis puntos petitorios originales. Además de efectuar otro mitin semejante, en el mismo lugar, a las 10:00 horas del domingo 1 de septiembre.

Se exigía la presencia de Alfonso Corona del Rosal, jefe del Departamento del Distrito Federal; de Luis Echeverría, secretario de Gobernación, y los procuradores de Justicia del DF y General de la República.

Fue leída, también, una lista de 86 presos políticos de los que

ya nada fue igual El Consejo Nacional de Huelga reiteró su disposición al diálogo y manifestó que “crearía las condiciones para la realización del mismo”.

Sin embargo, a partir de ese día, la represión contra las brigadas estudiantiles y los actos de provocación se incrementaron sustancialmente.

500 mil personas se estimaron en la manifestación que concluyó en el Zócalo.

9 horas al menos duraron la marcha y el mitin en la Plaza de la Constitución.

demandaban libertad, por considerar que su único delito “fue el de levantar la voz en defensa de los intereses del pueblo”.

Ahí, en el Zócalo, la marcha estudiantil llegó al punto más alto de su capacidad organizativa. A los discursos de los seis oradores, maestros, civiles, obreros e intelectuales respondieron con aclamaciones y miles de antorchas encendidas de papel, que iluminaron el resto de la explanada. Alrededor, algo más se escuchó: “¡Es ésta, nuestra plaza, la hemos ganado y no la vamos a abandonar!”. Entre los cientos de miles de personas aparecieron vendedores ambulantes, padres de familia, artesanos y 200 ciegos, pertenecientes a la Asociación de Invidentes del Distrito Federal, quienes entonaron después las notas del Himno Nacional Mexicano.

Con ayuda del padre sacristán Jesús Pérez, alumnos de la Escuela de Medicina del IPN entraron a la Catedral e hicieron sonar las campanas una y otra vez.

Se calculaba que las guardias estarían compuestas por más de tres mil personas y que serían relevadas cada seis, pero seguía llegando gente. Sobre la acera del Monte de Piedad y Madero, cerca de las 22:00 horas, los más rezagados hacían camino junto a los demás. Para entonces, las pancartas, pintas y casas de campaña fueron multiplicándose cerca de la Catedral, a la vista de las autoridades.

Un grupo de 700 estudiantes puso rumbo hacia Lecumberri, para exigir la liberación de los presos políticos, mientras otros, los más radicales, izaron la bandera rojinegra en el asta monumental del Zócalo. Había terminado el mitin.

la otra vision

“El gobierno del presidente Díaz Ordaz tiene todo el apoyo del Ejército Mexicano”, tituló “El Universal” en su edición del 28 de agosto, luego de efectuarse la manifestación de los estudiantes. En una de sus notas, también, el secretario general de la Confederación de Trabajadores de México, Fidel Velázquez, advertía que serían tomadas todas las medidas posibles “para reprimir la actual situación”.

III DOMINGO 26 DE AGOSTO DE 2018

FOTO: UNAM

EN LA VOZ DE...

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Mujeres pudientes, de clase media y trabajadoras se sumaron a los contingentes.

Diversos episodios históricos y culturales se debatían entre la dirigencia del movimiento: exilio, revolución y arte.

POR ARTURO MARTÍNEZ NATERAS

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DOMINGO 26 DE AGOSTO DE 2018

La gran marcha albergó expresiones plásticas callejeras de artistas adheridos a la causa estudiantil.

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IV

folclor y vanguardia

El 27 de agosto supone una jornada en la que el entusiasmo cívico y político fue un carnaval de ideas... y de derrota

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Gilberto Guevara Niebla sostiene que la violencia de la noche del 27 demuestra la presencia de provocadores del gobierno para debilitar al movimiento, entre ellos Sócrates Amado Campos Lemus, quien radicalizó con su discurso a los asistentes al mitin. Raúl Álvarez Garín cree que fue un error táctico mantener a un grupo de estudiantes en la plaza.

Jaime Pensado, en cambio, sostiene que estos hechos evidencian la radicalización del movimiento y el ascenso de anarquistas.

UN VERANO ASCENDENTE

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sobre la violencia

Félix Hernández Gamundi, representante de la ESIME en el Consejo Nacional de Huelga, narra la primera semana del Movimiento Estudiantil.

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DE REBELDIA

Más de 400 mil personas asisten a la movilización en el Zócalo. Durante el mitin se acuerda que el diálogo debe efectuarse el 1 de septiembre en el mismo sitio. “Fue la marcha más grande del movimiento, que es cuando la marcha termina con la bandera rojinegra en el asta monumental del Zócalo”, recordó Félix Hernández Gamundi, representante de la ESIME.

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50 ANOS

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AGOSTO DE 1968

Agosto del 68 fue el verano cálido y ascendente del 68. La manifestación del 27, la más hermosa y numerosa demostración política nunca jamás repetida y menos superada, si tenemos en consideración a la población de la capital.

El movimiento vivió su clímax, logró transformarse en una verdadera fiesta política, social y juvenil. Las brigadas invadieron la capital y al país con carteles y volantes; adhesiones plurales, desplegados, festivales, la gran alianza del rector con el movimiento, la adopción de los

estirpe roja Martínez Nateras fue activista estudiantil desde 1961 y militó en las Juventudes Comunistas; fue preso político en Lecumberri de 1968 a 1971. Ingresó al PC en 1972.

seis puntos del pliego petitorio por el Consejo Universitario de la UNAM, locura, cachondeos, revolución del pensamiento.

Estuvimos al borde de una gran victoria, pero el gobierno aplastó a la juventud, se negó a ceder y sus infiltrados lograron dar al traste con la posibilidad de la victoria. ¿Qué nos pasó?

Participé con José Barragán, el inolvidable Lobito, en pláticas con el general Alfonso Corona del Rosal, entonces regente del DF, acompañado de Rodolfo González Guevara, entonces secretario general de su administración. Nuestro país estuvo a punto de empezar a ser otro.

GLORIETA DE LOS INSURGENTES

FOTO: RECORTE DE EL SOL DE MÉXICO

La bandera rojinegra no demuestra la presencia de anarquistas. En México esta bandera es la de huelga y por ello el Consejo Nacional de Huelga la usaba”.

28 Al mediodía, se organiza una ceremonia oficial en “desagravio a la bandera”. “El 28 de agosto, el gobierno sacó a todos los trabajadores asentados aquí a una marcha en el Zócalo, y ellos se ofendieron a tal medida que esa marcha, convocada por el gobierno, terminó convertida en un acto de apoyo al movimiento estudiantil”, rememora Hernández Gamundi.

La Embajada de EU consideró que los movimientos estudiantiles de Francia, Japón, EU y Checoslovaquia influyeron en el mexicano.

vision de eu en agosto

Admitió, a diferencia de sus informes anteriores, que no era posible confirmar la participación de los comunistas extranjeros.

MARÍA DEL CARMEN COLLADO INVESTIGADORA DEL INSTITUTO MORA

Ninguna movilización anterior provocó tanta violencia contra los estudiantes, ni tal animadversión de éstos en contra del gobierno.

Expuso que el gobierno no intervino en las marchas a la espera de que la cercanía de las vacaciones desinflara la participación estudiantil.

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El Monumento a la Revolución albergó contingentes adherentes: obreros, trabajadores del campo y simpatizantes varios.

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Estudiantes del Poli y de la UNAM se acercaron a la concentración en transporte oficial de sus escuelas.

El uso de los colores identificados con la huelga fue usado como pretexto de amenaza anarquista por el gobierno.

FOTOS: CORTESÍA DE ARTURO MARTÍNEZ NATERAS

Convenimos que la tarde del 27 de agosto, el gobierno federal formalizaría una propuesta sobre los seis puntos del pliego petitorio, pero el asalto al micrófono de Sócrates Amado Campos Lemus y su individual proclama de emplazar al diálogo en el Zócalo el 1 de septiembre, en su calidad de vocero de la provocación, dio al traste con todo.

En el interior del gobierno prevaleció el autoritarismo. En mi libro La Flor del Tiempo, que está pronto a una nueva edición por Publicaciones de la UNAM, relato los detalles de las pláticas y los pormenores de la marcha del 27, en el capítulo denominado “Let It Be”.

El placer de aquella manifestación no nos lo quita nadie; marcó a los jóvenes rebeldes y a la historia política del país. Nos quedamos en el rondín acordado y pasada la medianoche, entre sonidos ensordecedores de si-

48 millones 894 mil habitantes había en la República en 1968.

24 millones 512 mil del total eran mujeres, según datos del INEGI.

DELIBERACIÓN. El movimiento estudiantil fue motivo de amplios conversatorios y debates. renas y megáfono, salieron del Palacio Nacional decenas de tanquetas y soldados que violentamente desalojaron a los estudiantes del Zócalo.

Sin embargo, nadie le entra al espinoso tema, ¿por qué no supimos ganar? ¡No supimos ganar! El movimiento cometió el error colectivo de votar la noche del 25 y la ma-

drugada del 26 de agosto contra la formalización del diálogo, con resultado de 79 a 76 sufragios.

El argumento que prevaleció en el CNH es que el movimiento no estaba preparado para ganar con argumentos; se integraron seis comisiones para elaborar documentos sobre cada uno de los puntos.

Allí empezó el declive. Nos empezó a llevar la chingada.

Todavía el movimiento tuvo la fuerza suficiente para acciones como el denominado acto de desagravio que se convirtió, a la mañana siguiente, en una nueva muestra del respaldo de la sociedad.

La represión y la violencia, el terror del Estado, volvieron al centro del escenario nacional.

La decisión política de aplastar al movimiento prevaleció en el gobierno con el liderazgo de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez.

V DOMINGO 26 DE AGOSTO DE 2018

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AGOSTO DE 1968

Heberto Castillo es golpeado por la policía. El ejército impide un mitin en la Plaza de las Tres Culturas. Circulan rumores de que escasearán la gasolina y artículos de primera necesidad. “Ese acto fue la incapacidad del gobierno para entender, pero también una arbitrariedad del régimen”, FHG.

50 ANOS DE REBELDIA

A partir del 28 de agosto recrudeció la opresión del gobierno al Movimiento, lo menos fue la cárcel para los jóvenes

JOSÉ RENÉ RIVAS ONTIVEROS EX DELEGADO DEL CNH DE LA PREPARATORIA 3

NANCY.BALDERAS @HERALDODEMEXICO.COM.MX

VI DOMINGO 26 DE AGOSTO DE 2018

El Movimiento estudiantil vivía su momento de plenitud: jornadas informativas, culturales y mítines, ciudadanos y trabajadores se sumaban contagiados por la frescura de las ideas de los jóvenes, sin embargo, a partir del 28 de agosto se incrementó la represión.

Varios factores marcaron el recrudecimiento de la opresión del gobierno como izar la bandera rojinegra en el Zócalo y repicar las campanas de la Catedral, ésto el siguiente día de la gran marcha (28 de agosto).

“Del 1 al 27 de agosto fue la fase más lúcida, la más hermosa, la fase de oro del Movimiento del 68. A partir del 28 de agosto, el Movimiento tuvo un giro de 180 grados e inició la siguiente fase, la de represión y el miedo estudiantil”, recuerda José René Rivas Ontiveros, quien fue delegado del Consejo Nacional de Huelga de la Preparatoria 3 de la UNAM. El actual catedrático de la Máxima Casa de Estudios acepta que los jóvenes tuvieron una serie de percances, en un solo día y en la marcha más grande del Movimiento, la del 27 de agosto.

2 batallones de infantería entraron al Zócalo el 28 de agosto.

12 carros blindados con guardias presidenciales llegaron.

200 patrullas de policías fueron las que entraron al Zócalo.

“Había alegría, mucha confianza de que la solución del conflicto estaba cerca. La cita fue a las 17:00 en el Museo de Antropología, pero salió hora y media tarde; inició el mitin en el Zócalo y seguían llegando contingentes”, cuenta.

Según Rivas Ontiveros, izar la bandera rojinegra en el Zócalo, repicar las campanas de la Catedral, la propuesta estudiantil de que el Presidente acudiera al diálogo público el 1 de septiembre a las 10:00 de la mañana en la Plaza de la Constitución y las pintas en Palacio Nacional fueron cuatro factores astringentes que dieron un rumbo diferente al Movimiento.

“Después de esto se inaugura la etapa represiva que iría creciendo poco a poco y que culminará el 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco”, lamenta el autor del libro “La izquierda estudiantil en la UNAM. Organizaciones, movilizaciones y liderazgos (1958-1972)”.

En la madrugada del 28 de agosto llegaron al Zócalo dos batallones de infantería, 12 carros blindados con guardias presidenciales, 200 patrullas de policías, cuatro carros de bomberos y cuatro batallones de policía con la misión de terminar con el plantón de jóvenes que buscaban el diálogo público con el presidente Gustavo Díaz Ordaz.

MEMORIA EN MOVIMIENTO IPN, AP Y

POR NANCY BALDERAS

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El momento más álgido del movimiento fue también el principio de nuestra debacle”.

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Continúa la persecución y aprehensión de brigadistas. El ejército vigila las zonas aledañas a los planteles educativos, coloca destacamentos en el Zócalo. “Había jóvenes que detenían, aunque luego los soltaran; la detención tenía el propósito de amedrentar y hacer que dejaran de manifestarse, no dio resultado”, FHG.

El CNH protesta por la represión.

Rechaza la campaña de acusaciones de querer boicotear los Juegos Olímpicos, reitera su disposición al diálogo y afirma que no aceptará intermediarios. “Nunca nos propusimos boicotear los Juegos Olímpicos porque en México había un ambiente de optimismo”, FHG.

Ese día hubo violencia hasta en la ceremonia de “desagravio” a la bandera nacional, organizada por el Departamento del Distrito Federal. Los trabajadores del gobierno local que fueron acarreados y estudiantes presentes externaron su inconformidad, soldados y granaderos dispararon en su contra y la refriega llegó hasta Corregidora y Pino Suárez.

Se agudiza la persecución en distintos puntos de la ciudad para terminar con los mítines, son detenidos Salvador Martínez de la Rocca, “El Pino”, con nueve estudiantes de la Facultad de Ciencias de la UNAM, y otro joven del IPN. El CNH lamentaba las palabras de Sócrates Amado Campos Lemus, quien por inocencia o consigna, propuso el diálogo público el 1 de septiembre, día del informe de gobierno, que con un presidencialismo tan fuerte, se sintió como una provocación.

Acciones José René Rivas Ontiveros acepta que los jóvenes llevaron a cabo una serie de acciones astringentes en la marcha más grande del Movimiento: Izar la bandera rojinegra en el Zócalo.

Repicar las campanas de la Catedral.

objetivo En la madrugada del 28 de agosto, llegaron al Zócalo batallones de infantería, policías y fuerza pública con la misión de terminar con el plantón indefinido de jóvenes que buscaban dialogar con el Presidente.

La propuesta estudiantil de que el Presidente acudiera al diálogo el 1 de septiembre.

Las pintas en Palacio Nacional.

PRESIÓN Día similar fue el 29 de septiembre, a las 4:00 de la madrugada se calcula que unas 60 personas enmascaradas dispararon en contra de la Vocacional 7 y un alumno fue secuestrado. Se repetía la estrategia, estudiantes o quienes lo parecieran eran detenidos en las calles para impedir sus jornadas informativas y para recuperar camiones en los que se movilizaban.

Las acciones del gobierno generaban rumores entre la población, se habla de la toma estudiantil de la refinería de Azcapotzalco, escasez de combustible y se observaban filas de autos en las gasolineras de Petróleos Mexicanos (Pemex).

El ambiente estaba por ensombrecerse más, llegó el Informe de gobierno. Gustavo Díaz Ordaz dedicó cerca de una hora de su discurso al Movimiento, para hacer “referencias abstractas”, según los jóvenes, pero el Presidente en sus palabras lanzó un bazucazo.

“No quisiéramos vernos en el caso de tomar medidas que no deseamos, pero que tomaremos si es necesario; lo que sea nuestro deber hacer, lo haremos; hasta donde estemos obligados a llegar, llegaremos”, comentó Díaz Ordaz.

“Ese gobierno que se había visto como un corderito manso, arrinconado, volvió a sacar las uñas y se convirtió en un lobo feroz y sanguinario, como se mostró durante todo septiembre y culminó el 2 de octubre”, concluyó Rivas Ontiveros.

Ese gobierno que se había visto como un corderito manzo, volvió a sacar las uñas y se convirtió en un lobo feroz y sanguinario”.

JOSÉ RENÉ RIVAS ONTIVEROS EX DELEGADO DEL CNH DE LA PREPARATORIA 3

VII DOMINGO 26 DE AGOSTO DE 2018

1 En su Informe de Gobierno, el Presidente advierte que puede disponer de la totalidad de la fuerza armada para disipar el Movimiento Estudiantil. “Siempre tuvo un discurso muy autoritario, pero el que dio el 1 de septiembre rebasó cualquier límite, fue una amenaza directa, y así lo interpretamos […] fue un asunto desmedido”.

SEPTIEMBRE DE 1968

50 ANOS DE REBELDIA

De la Madrid, consta en sus memorias, ordenó declarar triunfador a Salinas, lo que hizo de manera enfática y sin disponer de cifras.

Antes de terminar la jornada electoral, la Comisión aprobó un desplegado calificando de improcedente la declaración de triunfo”.

JOSÉ NEWMAN PSIQUIATRA, ESTUDIANTE DEL 68 Y SOBREVIVIENTE DEL MOVIMIENTO

VIII DOMINGO 26 DE AGOSTO DE 2018

FOTOS: ARCHIVO HISTÓRICO 68 UNAM

POR JOSÉ NEWMAN / ESPECIAL PAIS@HERALDODEMEXICO.COM.MX

Al día siguiente del destape de Carlos Salinas (4 de octubre) vino a cenar a mi casa Manuel Camacho, a la sazón secretario del gabinete lamadridista, interesado en conocer mi perspectiva de la elección en la se estaban embarcando. Nervioso como era, arqueó aún más las cejas cuando a bocajarro le contesté: “¡Mala!” y, apremiado a explicarme, expuse las siete razones de mi pesimista respuesta.

Primera, en cinco años de intentar reparar el fracasado proyecto de abundancia lopezportillista, la política económica ha afectado a las mayorías; hay malestar hacia el gobierno y su partido.

Segunda, la política gubernamental ha pecado de insensible.

Tanto la participación como la votación por el PRI han disminuido y el voto opositor; en especial el del PAN, crece.

Tercera, el terremoto de 1985 dejó huella, pues la reacción gubernamental no fue eficaz.

Todo frente a una respuesta cívica organizada, originando un movimiento popular cuyo voto no será a favor del tricolor.

Cuarta, la reacción del gobierno ante las tendencias de votación de 1982 y 1985 fue la promulgación, en 1987, de una nueva ley federal electoral, el Cofipe, una contrarreforma política (100 diputados de representación más, Asamblea de Representantes para el DF).

Quinta, la conformación de la Corriente Crítica en el interior del PRI, que confrontaba la política económica del régimen y la conducción electoral.

Sexta, la candidatura de Salinas, temido por impopular, enfrentará amenazas de ambos lados. Por la izquierda, la fractura del PRI, encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo; por la derecha, el voto panista, si Maquío es postulado.

Séptima, la modalidad de “pasarela”, “sugerida” por De la Madrid para la selección del candidato del PRI, dejó en el camino cinco perdedores oficiales, otro factor de debilitamiento interno.

Camacho, inteligente y escéptico, coincidió con mis siete razones. Comprometió comentar mis dichos con Salinas y quedamos de estar en contacto.

Nueve días después, Cárdenas fue postulado por el PARM y el PPS, y el 22 de noviembre, Maquío Clouthier, por el PAN. No tardó mucho para añadirse un octavo motivo. El secretario Bartlett autorizó, en su calidad

SISMO. El terremoto de 1985 generó descontento contra el gobierno.

LA GRIETA SE ABRIÓ EN 1988 En una colaboración especial para El Heraldo de México, Newman refiere lo ocurrido 20 años después del movimiento

lo que se creo A principios de 1987 se estableció una nueva ley federal electoral.

Además hubo 100 diputados de representación más en el Congreso.

También se estableció el primer sistema de conteo para una elección.

ACTORES. Manuel Camacho y Carlos Salinas, protagonistas de la polémica elección de 1988. de titular de Gobernación, un equipo para dar seguimiento al proceso electoral, nombrando a Óscar de Lassé al frente del denominado Sistema Nacional de Información Político Electoral.

Fue la oficina que implementó un sistema para los resultados.

Un sistema así de limitado y primitivo sería lento y aportaría poca información las primeras 24 o 36 horas y la que llegase no sería estadísticamente representativa, sino mayoritariamente urbana, justo donde el PRI había mer-

4 de octubre de 1987, Carlos Salinas fue designado candidato del PRI.

mando su voto. Se lo hice saber tanto a Bartlett como a De Lassé, pero subestimaron mi aviso confiando en que nada ocurriría.

Pero ocurrió y con un dislate añadido: poco después de las 7:00 de la noche del día de la elección, las terminales iniciaron la aparición de resultados, poco a poco, hasta pasadas las 8:30, y entonces De Lassé, por sus pistolas, suspendió la trasmisión. La reacción no se hizo esperar: “la caída del sistema”, con la consecuente suspicacia y acusación, de manipulación.

De la Madrid, consta en sus memorias, ordenó declarar triunfador a Salinas, lo que hizo de manera enfática y sin disponer de cifras. Antes de terminar la jornada electoral, la Comisión aprobó un desplegado calificando de improcedente la declaración de triunfo, que amaneció en la prensa el jueves 7. ¿Un triunfo descalificado? Ese amanecer me encontré con Camacho, quien –nunca supe si exclamando o interrogando– me espetó: “¡¿Por qué no te creímos?!”.