La explicación en las ciencias sociales

Page 1

UNIVERSIDAD LATINOAMERICA Y DEL CARIBE VICERECTORADO ACADEMICO DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

Catedra de: Epistemología de la Educación Dr. Aristóbulo Cáceres Acosta

2014

La explicación en las ciencias sociales.

Doctorantes: Bigai Eliana Camargo Zuleida Contreras Alejandro Figueira Marisol Machuca Yumaira Pérez Castillo Marcos Rueda de Aranguren Diana Torrealba Juan 3


Contenido A) Explicación en las Ciencias Sociales ..................................................................................... 3 1. Comte: La búsqueda de leyes invariantes .......................................................................... 3 1.1. La filosofía positiva .......................................................................................................... 3 1.2. La ley de los tres estadios, núcleo de la filosofía comtiana .............................................. 4 1.2.1. Exposición e interpretación comtiana ........................................................................ 4 1.2.2. El estadio teológico ................................................................................................... 5 1.2.3. El estadio metafísico ................................................................................................. 5 1.2.4. Estadio positivo ......................................................................................................... 6 2. Marx: La explicación dialéctica ........................................................................................... 6 2.1. INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... 6 2.2. CRÍTICA DE MARX A LA FILOSOFÍA ANTERIOR ...................................................... 7 2.3. MATERIALISMO .......................................................................................................... 9 3. Malinowski y Merton: La explicación funcionalista .............................................................11 3.1. Bronislaw Malinowski (1884-1942) ..............................................................................11 3.2 Robert Merton (1910-2003) ..........................................................................................13 4. Popper: La explicación deductiva ......................................................................................14 5. Lazarfeld: La explicación estadística y el factor de prueba ................................................15 6. Bordieu: La explicación sociológica ...................................................................................17 B) La comprensión de interpretación en las ciencias sociales ...................................................19 1. Dilthey: Las ciencias del espíritu ........................................................................................19 2. Rickert: Ciencia cultural y ciencia natural...........................................................................21 3. Maximilian Carl Emil Weber (1864 - 1920).........................................................................23 4. Alfred Schütz (1899-1959) .................................................................................................26 5. Teoría del conocimiento de Emile Durkheim......................................................................29 6. Las ciencias humanas y la filosofía: Lucien Goldmann ......................................................31 ANÁLISIS...........................................................................................................................31 La filosofía es el amor hacia el conocimiento .....................................................................33 Goldmann: Filosofía de las ciencias humanas ...................................................................33 Sobre la objetividad dice Goldmann: ..................................................................................34 7. Peter Winch: El lenguaje de la acción................................................................................35

1


8. Giddens: La doble hermenéutica .......................................................................................36 9. Blumer: La interpretación de la acción social .....................................................................43 BIBLIOGRAFÍA .........................................................................................................................45

2


La explicación en las ciencias sociales Definir lo que es una explicación no conlleva mayor dificultad, puede decirse que significa hablar de una cosa para darla a conocer a otros a fin de que la comprendan. Ahora bien, cuando llevamos la explicación al campo de la ciencia el problema se hace más complejo, por ejemplo, una explicación en física incluye, al menos, dos elementos fundamentales; en primer lugar, unas leyes que forman parte de una teoría más amplia y, en segundo lugar, un lenguaje matemático en el que estas leyes se expresan. Las ciencias de la vida y las ciencias sociales tienen otra manera de considerar la explicación. En la historia de la ciencia se puede observar cómo las diversas tradiciones han desarrollado formas de explicación diferenciadas. Intentaremos a continuación mostrar algunas de las tradiciones “explicativas” principales.

A) Explicación en las Ciencias Sociales 1. Comte: La búsqueda de leyes invariantes

1.1. La filosofía positiva Para entender el pensamiento comtiano, es necesario tener en cuenta el contexto histórico-cultural de su tiempo y, particularmente, sus aspiraciones socio-políticas. "Toda la doctrina de Comte y, en especial, su doctrina científica, únicamente resultan comprensibles como parte de sus proyectos de reforma universal, que no sólo abarcan la ciencia sino los demás sectores de la vida humana" (Kolakowski 1984). El fundador del positivismo tiene a las espaldas el inquieto período post-revolucionario francés, en el que Francia y, en general, Europa están empeñadas en la búsqueda de un régimen político estable. La doctrina de Comte nace también del intento de reconstruir el orden social de su tiempo. Él piensa que la crisis política y moral que atravesaba la sociedad era una manifestación exterior del estado de anarquía intelectual. Por eso esperaba 3


que con la difusión del conocimiento científico, la instrucción popular en las ciencias y la riqueza, se lograría una sociedad pacífica. De ahí que emprendiese la tarea de construir la unidad del conocimiento poniendo como fundamento la ciencia. En relación con el Iluminismo del siglo XVIII, el positivismo del siglo XIX tenía la ventaja de poder referirse a un complejo de ciencias más desarrolladas. Precisamente este enorme desarrollo del conocimiento científico, que tuvo lugar en el siglo XIX, ofreció al positivismo la impresión de que la ciencia podría abrazar de manera exhaustiva y definitiva todo aspecto de la realidad, tanto natural como humana, sustituyendo a cualquier otra forma de conocimiento. La variedad de actitudes y de planteamientos que se acaban de describir someramente constituyen el humus en el que se genera el positivismo comtiano. Puede decirse que el ambiente del que parte Comte es primordialmente el enciclopédico, con su extrema valoración de la ciencia, y sus crecientes modulaciones historicistas, junto a las preocupaciones sociales de principios del siglo XIX, ya latentes en los filósofos ilustrados. Tienen especial influjo en él D’Alembert, Montesquieu, Turgot y Condorcet. Además, en cuanto a la crítica de la metafísica, indudablemente Comte se inspira en el empirismo de Hume, al que señala en el Cathéchisme positiviste como su principal precursor en filosofía. Y, de modo más inmediato, en lo que concierne a sus ideas científicas y sociales, depende de SaintSimon.

1.2. La ley de los tres estadios, núcleo de la filosofía comtiana La doctrina de Comte concentra toda su fuerza en la ley de los tres estadios del pensamiento, formulada ya en las obras de juventud. Él mismo consideraba que su descubrimiento más importante era esta “ley fundamental” del progreso científico, cultural y social, que describía también la evolución del pensamiento humano individual. En ella se contiene su crítica a la religión y a la metafísica, y la declaración de su positivismo. Como consecuencia de esta ley propone un nuevo sistema de las ciencias. 1.2.1. Exposición e interpretación comtiana Según Comte, el hombre individual y la historia humana llegan a la perfección del conocimiento a través de una evolución lenta que sigue, de modo necesario, la misma ley. "Estudiando el desarrollo total de la inteligencia humana, en sus diversas esferas de actividad, desde su primera manifestación más simple hasta nuestros días, creo haber descubierto una gran ley fundamental, a la que se halla sometida, por una necesidad invariable, y que, me parece, puede establecerse con pruebas racionales y también por medio de la verificación histórica". A continuación describe sucintamente los grandes momentos de esta ley. "Esta ley consiste en que cada una de nuestras concepciones principales, cada rama de nuestros conocimientos, pasa sucesivamente por tres estados teóricos diferentes: el estado teológico o ficticio; el estado metafísico o 4


abstracto; el estado científico o positivo (…) De ahí resultan tres clases de filosofía o de sistemas generales de concepciones sobre el conjunto de los fenómenos, que se excluyen mutuamente: la primera es el punto de partida necesario de la inteligencia humana; la tercera, su estado fijo y definitivo; la segunda sólo está destinada a servir de transición" (Curso de Filosofía positiva, lec. 1). 1.2.2. El estadio teológico En los comienzos de la historia, el hombre se encontraba desarmado y asombrado ante la Naturaleza. En el intento de conocer y explicar la naturaleza de los seres y las causas de los eventos, lleno de temor y de asombro, los atribuyó a la voluntad de seres sobrehumanos (dioses, espíritus buenos y malos que pueblan el universo y lo manejan por entero). El hombre primitivo se representó los fenómenos como producidos por la acción directa y continuada de agentes sobrenaturales, cuya intervención arbitraria explicaría todas las aparentes anomalías del universo. De ahí la necesidad de apelar a la magia, oraciones y sacrificios, para someter esas fuerzas y obtener la curación de enfermedades, la lluvia y, en definitiva, todos los beneficios temporales. Para Comte, lo que el hombre conseguía en su tiempo a través de la ciencia, en la época primitiva lo lograba con recursos religiosos. Este primer intento de explicación, a partir de causas más bien fantásticas, dio origen a las diversas mitologías, teogonías y teologías en las cuales, con el paso del tiempo, se fue afirmando la unicidad de Dios, es decir, la hegemonía de un dios principal.

Aunque Comte usa el término “teológico” para este primer estadio, sería más exacto reemplazarlo por el término “religioso”, pues el autor del positivismo piensa más en la conducta religiosa, en la relación del hombre con Dios o con los dioses, que no en las especulaciones filosóficas sobre Dios (Sanguineti 1981: 700). 1.2.3. El estadio metafísico Sucesivamente, en la explicación de los fenómenos de la Naturaleza, las divinidades ―las voluntades personales de seres sobrenaturales, o de un dios principal― van siendo sustituidas por fuerzas o poderes inherentes a las cosas mismas. Surgen así las ideas de naturaleza, esencia, potencias activas, fuerzas vitales, causas finales, etc. que, al principio, se consideraban como instrumentos en manos de la divinidad. Comenzaba el modo metafísico de pensar en sustitución del teológico y, con él, el inicio del predominio del pensamiento abstracto. Sin embargo, no se trata todavía de una verdadera explicación de los fenómenos pues los hombres, bloqueados por sus propias abstracciones lógicas, discuten inútilmente sobre ideas generales, como justicia, libertad, derecho y otras semejantes, confundiéndolas con la realidad. El estadio metafísico alcanza su culminación intelectual con la unificación de todas las entidades en una sola (la Naturaleza). Posiblemente Comte tiene presentes aquí a Spinoza y a Hegel.

5


1.2.4. Estadio positivo Finalmente, con el progreso de las ciencias, se supera la explicación metafísica y adviene el estadio positivo en el que la humanidad alcanza la madurez de pensamiento. El hombre renuncia a buscar causas últimas y explicaciones de los fenómenos en algo que esté más allá de la experiencia (voluntades divinas misteriosas o abstracciones metafísicas). En esta etapa se atiene a los hechos y trata de formular las leyes que los coordinan, por medio de la observación, de la experimentación y del razonamiento matemático. Este conocimiento de las leyes naturales se dirige a la previsión de los acontecimientos futuros y, con ello, al dominio de la Naturaleza. La metafísica ha quedado reemplazada por la ciencia moderna. En esta etapa definitiva del desarrollo del espíritu humano, la humanidad puede entregarse indefinidamente a sus afanes de dominio tecnológico de la naturaleza, mientras que en el ámbito especulativo va logrando la perfección en la medida que consigue unificar los conocimientos científicos bajo una única ley (ideal laplaciano). El autor del positivismo invoca continuamente la ley de los tres estadios como base de toda su concepción y la aplica a todos los aspectos del desarrollo del individuo y de toda la humanidad; también a la evolución de la ciencia en general y de cada ciencia en particular. Las civilizaciones y las culturas —el proceso mismo de la historia— se desarrollan asimismo según este mismo ritmo evolutivo. Esta ley es establecida, en

definitiva, como dogma fundamental del positivismo.

MAPA CONCEPTUAL DE LA TEORÍA POSITIVISTA DE AUGUSTO COMTE

2. Marx: La explicación dialéctica

2.1. INTRODUCCIÓN La filosofía de Marx se distingue por su carácter antiteórico y comprometido respecto al esfuerzo de liberación de la clase obrera frente a la sociedad burguesa que se había ido formando a consecuencia de la Revolución Industrial a partir de finales s. XVIII. La

6


acción o praxis revolucionaria forma parte integrante de su filosofía. El pensamiento marxista puede ser interpretado desde tres puntos de vista complementarios: a) Teoría Económicosociológica: Teoría crítica sobre la realidad social burguesa y capitalista, en la que al tiempo de ofrecer una interpretación de la misma, adelanta una interpretación de la historia como lucha dialéctica de clases (capitalistas/proletarios). b) Teoría política: que propone una praxis revolucionaria incardinada a la transformación de la realidad y de la estructura económico-política. c) Critica filosófica: Pone en tela de juicio a toda la filosofía anterior, especialmente al idealismo alemán en la figura de Hegel y el materialismo mecanicista de Feuerbach. Marx pretende dar a la filosofía un giro pragmático al considerar que el mero pensar y teorizar sobre la realidad no es suficiente. 2.2. CRÍTICA DE MARX A LA FILOSOFÍA ANTERIOR 2.2.1. CONTRA HEGEL

Para Marx, Hegel representa el sumum del pensamiento burgués, aún así, hay que reconocer en Marx un gran número de elementos hegelianos, tales como la idea de dialéctica y de trabajo. Pero, en general, considera a la filosofía hegeliana como bastante reaccionaria, en cuanto que identifica: REALIDAD=RACIONALIDAD, según

Hegel:"Todo lo racional es real, y todo lo real es racional". La segunda parte de la frase le pareció a Marx inadmisible, ya que afirmar eso significaba que también la realidad social y política de su tiempo eran igualmente racionales. Una afirmación semejante no es más que mera apología del presente, una justificación del orden establecido. A partir de tal afirmación se deduce, según Marx, que toda posibilidad de cambio o transformación es irracional, porque todo lo que es real es racional, y, por consiguiente, todo lo que todavía no es real, sino posible, es irracional. De ahí el carácter reaccionario de la 2ª parte de la frase. Por lo tanto, tal afirmación es insostenible, ya que la existencia del proletariado, clase condenada a un tipo de vida casi animal, contradice la supuesta racionalidad de la realidad. En otro orden de cosas, Marx critica la concepción hegeliana del saber y la filosofía. Hegel afirmaba que la filosofía llegaba siempre demasiado tarde: en tanto que pensamiento del mundo aparece sólo cuando la realidad ha cumplido su proceso de formación. Vendría a ser como "el búho de Minerva solamente alza su vuelo en el ocaso". La filosofía es reducida por Hegel a interpretación, a teoría, a una visión de la realidad como sistema perfectamente coherente. Para Marx, en cambio, este modo de entender la filosofía es ideológico porque contribuye a perpetuar modelos ya establecidos, y contra Hegel afirma en su undécima tesis sobre Feuerbach que: "Los filósofos se han limitado a interpretar

7


el mundo de distintos modos, de lo que se trata es de cambiarlo". Marx criticó el lado estático de la filosofía hegeliana, expresado en su concepción de sistema, pero, por otra parte, aceptó su carácter dinámico adoptando el concepto de dialéctica. Recordemos que, según Hegel, la realidad es dinámica y su fluir constante viene determinado por la lucha de contrarios, expresada en la triada fichteana, y que comúnmente se ha atribuido a Hegel de tesis, antítesis y síntesis. Marx está de acuerdo con Hegel en la concepción dialéctica de la realidad que se manifiesta en el diálogo constante entre contrarios como el verdadero motor del cambio histórico. Por último, Marx critica la concepción del Estado hegeliana en los siguientes términos: a) Ningún Estado es una esencia necesaria o eterna, sino una manifestación perecedera de la historia; más aún, la auténtica democracia pide la extinción del Estado, es decir, el autogobierno popular. b) El Estado no es la síntesis de nada, sino la división y la antítesis entre dirigentes y dirigidos. c) No existe universalidad en el Estado, sino particularidad; no es la razón universal la que ilumina al gobernante, sino la contingencia o la arbitrariedad, con frecuencia desastrosa para los destinos de los pueblos. d) La misma Constitución no está por encima de las particularidades,

sino que es una particularidad más al lado de otras, sólo que favorable a los más fuertes (que no siempre son los más racionales) e) Los principios que rigen la existencia de los Estados no son las exigencias de la sagrada razón, tal como pretendía Hegel, sino las facticidades irracionales del poder. En resumen, la crítica de Marx a Hegel se centra en tres aspectos: el conservadurismo de la frase Todo lo racional es real, todo lo real es racional; en el carácter meramente teórico de su filosofía; y en su concepción del Estado. 2.2.2. CONTRA FEUERBACH

Marx critica el materialismo de Feuerbach. Si Hegel reduce la realidad a idea, Feuerbach, pensador perteneciente a la izquierda hegeliana, reducirá la realidad a materia, o lo que es lo mismo, a Naturaleza, de la que el hombre forma parte. Marx critica este materialismo por considerarlo mecanicista, es decir, por explicar la naturaleza en términos de causa-efecto, reduciéndola a lo puramente objetivo, y por ende, al hombre, que pasa a ser objeto sensible inserto en el curso natural, pero no sujeto. La única misión del hombre es la contemplación de la naturaleza. Marx considera, en cambio, que el ser humano se define mejor como sujeto que a través de la praxis transforma la realidad, considerada también por él también como materia, pero con connotaciones diferentes. Otro de los aspectos que Marx critica es la alienación religiosa. Dicha crítica se concreta en dos aspectos. El primero es que Feuerbach, según Marx, 8


no considera al hombre en su aspecto individual concreto, sino al hombre en su máxima generalidad no concreta: la humanidad. El segundo consiste en la aseveración según la cual la crítica que Feuerbach hace de la alienación religiosa es sólo un primer momento. Feuerbach no ha proseguido la labor, no ha profundizado en el fenómeno de la alienación. Marx considera que a la base de toda alienación son las condiciones económicas en las que se desenvuelve una sociedad. A Feuerbach le ha faltado una comprensión histórica, genética y dialéctica del fenómeno de la alienación ya que, cuando se descubren las condiciones y los procesos de alienación, se llega necesariamente a la conclusión de que es necesaria una transformación de dichas condiciones estructurales (económicas) para superar la alienación. Feuerbach es un filósofo teórico, mientras que Marx es teórico-práctico. Frente a la mera traducción filosófica del mundo de Feuerbach, Marx se propone mundanizar la filosofía. 2.3. MATERIALISMO Se considera materialista toda doctrina que sostiene que la materia es la causa última de la realidad. Sin embargo, debemos concretar: en la teoría marxista suele distinguirse tal como lo hacía Engels entre materialismo dialéctico (Diamat) y materialismo histórico (Hismat). A) Materialismo dialéctico: Es el materialismo de Engels, quien coincidiendo con las obras de Darwin en las que se defendía la evolución de las especies, propuso la hipótesis de que

toda la naturaleza evoluciona desde lo mineral hasta el hombre. Pero esta evolución se produce dialécticamente (tesis, antítesis y síntesis) a través de una serie de leyes dialécticas, a saber: a) Ley de la acción recíproca de la materia y de la conexión universal. b) Ley del cambio universal y desarrollo incesante de la materia. c) Ley del cambio cualitativo. d) Ley de lucha de contrarios: ley de la negación o de la superación dialéctica. B) Materialismo histórico: es una prolongación del dialéctico en el terreno de la historia humana y, según Marx, es la ciencia marxista de la historia. Pero a diferencia del materialismo de Feuerbach que es objetivo, el de Marx es subjetivo, es decir: el hombre no puede ser tratado como un objeto al que le suceden cosas, sino como un sujeto protagonista de su vida y de la historia. Y la historia viene determinada por las relaciones económicas de producción, determinadas a su vez por los modos de producción. Aclaremos términos: Las relaciones de producción son las que se establecen entre los propietarios de los medios de producción y los productores directos en un proceso de producción determinado (trabajador o proletario). Según Marx, la historia y su evolución son el resultado de la lucha de clases, lo cual va dando lugar al cambio de los modos de producción, estos últimos son la manera de

9


producir los bienes materiales según las diversas sociedades: - Primitiva: propiedad colectiva de los bienes. Esclavista: dominio y sometimiento; el esclavo es el instrumento del amo. - Feudal: señor dueño de la tierra, el siervo la trabaja. - Capitalista: El capitalista es el dueño de los medios de producción y de la fuerza de trabajo que desarrolla el trabajador. - Socialista: Propiedad colectiva de los medios de producción. El materialismo marxista tiene como base estas tres leyes: a) La historia es explicable mediante leyes, no leyes trazadas de antemano sino basadas en la observación de la historia misma. b) La historia es la historia de la lucha de clases: Roma - patricios y plebeyos; Edad Media - señores feudales y siervos; Ilustración - nobles y burgueses.... Pero una vez que se ensalce el estadio comunista, el proceso dialéctico llegará a su final y en este momento tendrá lugar la configuración definitiva e insuperable de la sociedad (semejanza con Platón). c) Las fuerzas determinantes de la evolución (o la revolución) histórica son las fuerzas económicas y materiales de la vida humana, las cuales constituyen su infraestructura. En definitiva, el materialismo histórico marxiano sostiene que las relaciones que el hombre establece

con la naturaleza y con los demás hombres son relaciones materiales (de ahí lo de materialismo); es decir, los hombres obtienen de la naturaleza los bienes que necesitan para subsistir. Luego, los hombres producen e intercambian dichos bienes materiales para satisfacer sus necesidades materiales. A esto le llama Marx la producción social de la vida. Estas relaciones son las que dan origen, en última instancia a la ideología o superestructura y a la estructura jurídico-política del Estado: "No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino que es el ser social-la sociedad- el que determina la conciencia del hombre". Según Marx, la historia, en su constante evolución debida a la lucha de clases, se encamina hacia una sociedad sin clases. Relacionado con el materialismo hay que hacer mención al concepto de dialéctica en Marx, precisamente uno de los préstamos que tomó de Hegel por considerarla el lado más revolucionario de la filosofía del prusiano, ya que la concepción de la historia marxiana es dialéctica. Sin embargo, Marx presenta su dialéctica como la inversión de la dialéctica hegeliana. Al contrario que la de Hegel, es una dialéctica de la realidad, de la materia, y no de la Idea. Por otra parte, si Hegel, debido a la importancia que le concedía al sistema, daba preeminencia a la categoría de totalidad, Marx apoya su dialéctica en otra categoría fundamental: la de contradicción, más revolucionaria, ya que por ella se niega la realidad

10


existente y se insta transformación radical.

a

su

Marx aplica la dialéctica al conocimiento de la historia, veamos una pequeña muestra. Pondremos como ejemplo las dos clases sociales que distingue Marx: Capitalistas o dueños de los medios de producción; clase proletaria u obreros, y finalmente, la superación de las clases sociales mediante la implantación del sistema económico comunista o socialista en el que ya no existen dichas diferencias:

MAPA CONCEPTUAL DE FILOSOFÍA DE KARL MARX

Tesis: Capitalismo Antítesis: Proletariado Síntesis: Sociedad sin clases (comunista) La dialéctica es para Marx, al igual que para su compañero Engels, y para su antecesor Hegel, el motor de la realidad y la historia. La diferencia reside en el hecho de que para Hegel la historia era la historia de la Idea o Espíritu (dialéctica idealista) y para Marx y Engels, la historia es el desarrollo de la materia (dialéctica materialista).

3. Malinowski y Merton: La explicación funcionalista 3.1. Bronislaw Malinowski (18841942)

Para Álvarez A. (s/f), la tesis principal de Malinowski es que la cultura es creada

11


para satisfacer las necesidades biológicas, psicológicas y sociales del individuo (nutrirse, seguridad, crecimiento) que han de ser satisfechas por las instituciones sociales y culturales. Formuló su teoría de la cultura en base a tres conceptos: función jerarquía de necesidades papel del simbolismo. El funcionalismo de Malinowski, continua, es de corte bio-psicológico, entiende la función en un sentido fisiológico. Si la cultura existe es porque los individuos tienen necesidades psicobiológicas que satisfacer, por ser organismos vivos.

referencia espacial al medio ambiente y al aparato material que regentan".2 Para Malinowski B. (1970) la cultura es un instrumento; el hombre pone a disposición los medios para satisfacer las necesidades, con lo cual los mediosmecanismos-tecnología-reglas que acompañan la satisfacción de esas necesidades (instrumentalidad) son importantes y se ocupa de su estudio. De acuerdo a Álvarez A. (s/f), Malinowski dividió las necesidades en tres categorías: necesidades básicas (psicobiológicas) necesidades instrumentales (culturales) necesidades simbólicas o integradoras (culturales).

"La función, en este aspecto más simple y básico de la conducta humana, puede ser definida como la satisfacción de un impulso orgánico por medio del acto apropiado. Como es obvio, forma y función están inextricablemente relacionadas"1. Según Malinowski B. (1939) la sociedad es un todo integrado de instituciones vinculadas que cumplen funciones suplementarias. Las instituciones culturales ofrecen respuestas integradas a una diversidad de necesidades. "Le hemos dado el nombre de "instituciones" a estos grupos organizados, que están conectados con actividades de un propósito definido y que están invariablemente ligados por la 1

Malinowski B. (1970), Una teoría científica de la cultura: 90.

2

Malinowski B. (1939), "El grupo y el individuo en el análisis funcional": 291.

12


debido a su reducido conocimiento acerca de la enfermedad y la muerte. 3.2 Robert Merton (1910-2003)

Otro aspecto importante de la teoría de Malinowski B. (1939) es el estudio del simbolismo, el cual considera un componente esencial de la cultura. Su prototipo de sistema simbólico es el lenguaje. "El simbolismo hizo su aparición con las primeras apariciones de la cultura humana. Es en esencia esa modificación del organismo humano que le permite transformar el impulso fisiológico en un valor cultural".3 Por otro lado, Malinowski B. (1939) presenta a la magia como un ejemplo clásico de explicación funcional. La magia permite a los nativos ejercer una forma de control sobre aspectos de la vida humana que queda fuera del alcance del entendimiento racional 3

Malinowski B. (1939), "El grupo y el individuo en el análisis funcional": 295.

Para Castaño G. (2006) Merton es considerado uno de los fundadores de la escuela estructural-funcionalista, quien define a la sociedad como un sistema que está compuesto por una estructura que permanece en el tiempo, siendo un sistema un conjunto de elementos interdependientes, en equilibrio y que tienen la posibilidad de cambiar. Razón por la cual a esta teoría se la ha llamado sistémica. Los elementos que componen el sistema son denominados subsistemas interdependientes y estos se encargan de funciones sociales requeridas para el funcionamiento, regularidad y estabilidad de todo el sistema. La estructura, según Merton, es un sistema de relaciones relativamente estables entre las partes de un conjunto, y su estabilidad resulta del arraigo de los actos sociales independientemente de las personas.

13


Merton R. (1992) establece los siguientes tipos de funciones: · Funciones manifiestas · Funciones latentes En cuanto a la Estructura Social y la anomia, Castaño G. (2006) explica que Merton analiza las fuentes sociales y culturales para estudiar las estructuras sociales. Plantea el concepto de anomia como la diferencia entre las metas o fines prescritos culturalmente y los medios legítimos para conseguirlos. Observa que en la sociedad occidental es un objetivo importante el éxito y que las posesiones materiales son símbolos de dicho éxito, por lo que son altamente apreciadas, no obstante, hay miembros que no tienen acceso a los medios culturalmente aprobados para lograr el éxito, razón por la cual, posiblemente haga uso de los medios “ilegítimos” para lograr los objetivos. Sobre las metas culturales y las normas institucionales, Castaño G. (2006), interpretando a Merton, expresa que en todo grupo social las metas están restringidas por normas institucionalizadas y es por lo que el rango de conductas aceptadas por la cultura, están delimitadas en forma estricta; cada situación social en la que se cumplen con las normas deben ser premiado con una recompensa para lograr que el individuo se vea motivado también a cumplir las obligaciones, y evitar así conductas anómalas, las cuales reflejan la disociación entre las pretensiones culturalmente prescritas y los caminos socialmente estructurales para alcanzarlas.

Merton R. (1992) establece los siguientes tipos de adaptación individual: · Conformidad · Innovación · Ritualismo · Retraimiento · Rebelión

4. Popper: La explicación deductiva

En el siglo XIX surge la figura de Auguste Comte (1798-1857), quien introduce el enfoque positivista de la ciencia, cuyos supuestos recogidos por el denominado círculo de Viena, para el cual la verificabilidad, pasa a ser el criterio para distinguir las ciencias empíricas de otros tipos de saber. Esta concepción tuvo gran influencia en casi todo el siglo XX. En esta época uno de los filósofos más destacados es Karl R. Popper con sus tesis sobre el realismo crítico, que dan origen al falsacionismo, el cual admite que la observación está guiada por la teoría, y señala que las teorías verdaderas sólo se alcanzan cuando se han superado intentos de falsación.

14


Las discusiones y decisiones en materia de ciencia se resuelven sólo en la epistemología teóricamente entendida, asociada a la historia de las investigaciones empíricas, y no en los seminarios, manuales y textos de metodología de la investigación.

5. Lazarfeld: La explicación estadística y el factor de prueba

Paul Lazarsfield, nació en el seno de una familia de la burguesía media austríaca, estudió en la Universidad de Viena donde se doctoró en Matemáticas aplicadas y Física (1925), con una tesis sobre los aspectos matemáticos de la teoría de Einstein (Infoamérica, s.f.). Su actividad intelectual más importante la llevó a cabo en los Estados Unidos, donde colaboró con altos personeros de la investigación de la comunicación en los primeros trabajos de una ciencia que a la postre alcanzaría una gran relevancia como es la sociología aplicada.

Los enfoques sociológicos y sociopsicológicos constituyen los primeros paradigmas teóricos desarrollados para comprender el comportamiento electoral a nivel individual. El primero de ellos, que corresponde históricamente con la primera fase de estudios de comportamiento electoral basados en encuestas por muestreo en Estados Unidos en la década de 1940, se identifica con los planteamientos de la “Escuela de Columbia”, debido a su origen en la universidad norteamericana del mismo nombre. El iniciador de esta corriente fue el científico social Paul Lazarsfeld, quien en sus investigaciones sobre las elecciones presidenciales norteamericanas de 1940 y de 1948 planteó un esquema analítico que enfatizaba el rol y la influencia de los grupos primarios y las características sociales de las personas en sus decisiones electorales. Los trabajos de Lazarsfeld y Berelson en este campo, ThePeople’s Choice (Lazarsfeld et al. 1968) y Voting (Berelson 1954), se han convertido en clásicos de la investigación en sociología política (Ob. cit.). La idea fundamental de este enfoque teórico es que el elector es un ser social, cuyas opiniones y opciones políticas se forman a partir de las relaciones sociales (contactos y conversaciones interpersonales) que establece con los demás miembros de los grupos a los cuales pertenece o está adscrito de manera más o menos permanente. De esta forma, la estructura social condiciona la formación de y pertenencia a grupos y comunidades sociales (de clase, religión o grupo étnico), los cuales, a partir del proceso

15


de socialización y de la convivencia cotidiana, ejercen una influencia directa en la configuración de las orientaciones políticas de las personas. Desde esta perspectiva, las decisiones individuales relacionadas con el voto son analizadas como un reflejo de la conformidad de las personas con las normas sociales predominantes en sus grupos de referencia (Infoamérica, s.f.). Lazarsfeld abordó los problemas de la civilización contemporánea de su época, tales como: la elección de profesión, empleo y desempleo, publicidad y consumo, medios de información colectiva, sufragio universal y democracia. Mostró una habilidad e imaginación metodológica sorprendente y contribuyó con nuevas herramientas de trabajo. Experimentó y propuso la teoría del “panel”, convertido hoy en un instrumento de uso corriente en los estudios de mercado y en las investigaciones políticas; el cual consiste en interrogar varias veces, a intervalos más o menos largos, a las mismas personas para captar el mecanismo que opera en sus decisiones (Azurmendi, s.f.). La explicación estadística ha sido una de las formas de explicación más usada en las ciencias sociales. Uno de los procedimientos más utilizados es el caso del coeficiente de la correlación de Pearson (r), el cual mide el grado de covariación entre distintas variables relacionadas linealmente. También es ampliamente utilizado el Coeficiente de Correlación Múltiple, el cual indica la correlación entre una de las variables independientes y la variable dependiente, manteniendo la otra u

otras variables independientes estadísticamente constante (Briones, 2002). Adicionalmente se utilizan las explicaciones estadísticas basadas en porcentajes que afirman que una porción X de los datos tienen conjuntamente las propiedades A y B, en su mayoría son solo descripciones de la situación que se da entre dos variables, no se trata de explicaciones en sentido estricto (ni causal ni deductivo), sino de la existencia de una relación entre dos variables, que sin duda tiene valor informativo (Ob. cit.). Lazersfeld aporta otra forma de explicación en las ciencias sociales introduciendo un método de análisis denominado factor de prueba o variable de control en una relación que se da entre dos variables. Cuando en una investigación se ha constatado la presencia de una relación entre dos variables (“X” e “Y”), el siguiente paso lógico consiste en analizar el papel que puedan estar jugando otras variables en esta relación originaria. El modelo de Lazarsfield se basa en asignar a las variables papeles conceptualmente asimétricos. La variable objeto de explicación es denominada como dependiente (Y). La variable originalmente propuesta como explicativa se le denomina independiente (X) y la tercera variable tiene, para ese análisis, un papel de control o explicativo (T). Por ejemplo, si los datos recogidos en una investigación muestra que las

16


personas con mayor información política (variable independiente) votan (variable dependiente) en mayor proporción que las que tienen menos información, se podría decir desde un punto de vista estadístico, que la cantidad de información que posee la persona, explica la disposición a votar. Lo cual nos pudiera llevar a pensar que las personas con mayor información también tienen mayor educación. Esta variable (variable de control), cumple una función explicativa o causal si se cumplen estas condiciones: a) las tres variables consideradas deben estar relacionadas entre sí; b) cuando se controla la variable antecedente, la relación entre la variable independiente y la variable dependiente no debe desaparecer; y c) cuando se controla la variable independiente, la relación entre la variable antecedente y la variable dependiente debe desaparecer (Briones, 2002)

6. Bordieu: La explicación sociológica

Durante la etapa de la modernidad del siglo XIX, surge la sociología junto con el Socialismo, como respuesta a la necesidad de analizar científicamente las transformaciones y desafíos del capitalismo en expansión. Pierre Bordieu, fue uno de los más destacados representantes de la sociología contemporánea, quien logra reflexionar acerca de la sociedad introduciendo y rescatando conceptos e investigando de manera sistemática acerca de lo que a simple vista parece trivial en nuestra cotidianidad. Construye su teoría basado en los pensadores que le antecedieron en la fundación de la disciplina, tales como Marx, Durkheim y Weber. Bordieu define su aporte científico como constructivismo estructuralista, en el cual reelabora y complejiza los conceptos centrales aportados por el marxismo los cuales son: ● La sociedad está estructurada en clases sociales ● Las relaciones entre las clases sociales son relaciones de lucha. En primer lugar, su teoría intenta superar la dualidad tradicional en sociología entre idealismo y materialismo, entre sujeto y objeto, entre lo colectivo y lo individual. En segundo lugar se trata de aprehender las realidades sociales como construcciones históricas y cotidianas de actores individuales y colectivos. Para ello se dota de dos conceptos nuevos, el habitus y el campo así como reinventa uno ya establecido, el capital (Giménez, 1997).

17


El concepto de habitus es una de las contribuciones fundamentales de Pierre Bourdieu a la sociología y uno de los términos clave de su construcción teórica. "El habitus se define como un sistema de disposiciones durables y transferibles -estructuras estructuradas predispuestas a funcionar como estructuras estructurantes- que integran todas las experiencias pasadas y funciona en cada momento como matriz estructurante de las percepciones, las apreciaciones y las acciones de los agentes de cara a una coyuntura o acontecimiento y que él contribuye a producir" (Bourdieu, 1972, p. 178). Para Bourdieu el habitus representa un conjunto de esquemas generativos a partir de los cuales los sujetos entienden al mundo y se comportan dentro de él. Dichos esquemas se estructuran socialmente, conformándose a lo largo de la historia de cada sujeto a partir de las relaciones sociales en las que el agente social se ha conformado como tal (Martín, 2009). El habitus representa el punto de partida desde donde los sujetos van a definir sus prácticas sociales, ya que éste interioriza las estructuras a partir de las cuales el grupo social en el que se ha sido educado produce sus pensamientos y sus prácticas, forma un conjunto de esquemas de percepción, apreciación y valoración, que se traduce en las “elecciones” de los agentes sociales (Ob. cit.). Las prácticas de los sujetos no pueden ser comprendidas solamente tomando

como referencia su posición actual en la estructura social, ya que éstas vienen dadas por el habitus, el cual como principio generador de las prácticas, ha sido adquirido durante la socialización primaria, donde se inculca habitus de una forma disimulada, eficaz y duradera; se condicionan y determinan los aprendizajes posteriores e implica una serie ordenada de estructuras. Así el habitus es historia incorporada y produce historia, de tal manera que garantiza la conformidad de las prácticas y su constancia a través del tiempo, con mayor seguridad que las reglas formales y las normas explícitas. Por tanto, el habitus es un principio de producción de las regularidades, debido a su disposición estructurada y estructurante, que se actualiza constantemente, porque también se actualiza el espacio social (Boso, 2012). El concepto de campo según Bordieu, es un concepto estrechamente ligado al de habitus y lo define como un espacio social de acción y de influencia en el que confluyen relaciones sociales determinadas. Dichas relaciones se definen de acuerdo a la posesión o de una forma específica de generación de capital, propio de cada campo. Dentro de cada campo existe una cierta autonomía, la posición de dominación o de subordinación que exista entre los participantes de un determinado campo, va a depender de las reglas específicas del mismo. Por lo tanto un campo es un ámbito de la vida social que ha ido adquiriendo autonomía de manera progresiva a lo largo de la historia, en función de

18


intereses, relaciones sociales y recursos propios, que difieren de las de otros campos. Ejemplos específicos de campos analizados por Bourdieu o sus discípulos han sido el arte, el sistema educativo, los medios de comunicación de masas, el campo político, el campo intelectual, la religión (Giménez, 1997). En la teoría de Bourdieu, un campo es un sistema de posiciones sociales internamente estructurado en términos de relaciones de poder, es decir un ámbito social de lucha por la apropiación de ciertas especies de capital, entendiéndose por capital todo aquello de carácter significativo para los agentes sociales.

por los agentes en función de la pertenencia a redes y organizaciones sociales.

En los campos los agentes sociales ocupan una posición de acuerdo con el capital que poseen (subordinantenante o subordinado), constituyéndose en un espacio social de conflictos entre individuos y grupos, que buscan conservar o modificar la distribución de poder que se deriva de la forma del capital especifica del campo en disputa.

1. Dilthey: Las ciencias del espíritu

Para Bourdieu el capital no sólo hace referencia a la cantidad de bienes materiales o al dinero que se tiene (capital económico). Para él, también existen otros tipos de capital: Capital simbólico: conformado por recursos tales como honorabilidad, honradez, respeto, prestigio, autoridad, fama, talento, reputación,etc. Capital cultural: es aquel adquirido en forma de educación y conocimientos, tales como títulos, diplomas, es decir todo aquello que esté reconocido institucionalmente. Capital social: conformado por los recursos que pueden ser movilizados

Cabe destacar que los diferentes tipos de capitales son convertibles, por ejemplo el capital social puede transformarse en capital económico ya que a través de la relación con un personaje influyente, se puede tener acceso a un empleo bien remunerado.

B) La comprensión de interpretación en las ciencias sociales

En la hermenéutica, una de las primeras aproximaciones a ella, la hizo Dilthey para quien esta disciplina debe ser el método de las ciencias del espíritu. En ella, la comprensión tiene un carácter objetivo que se dirige hacia las “objetivaciones de la vida”, es decir, 19


hacia las obras y valores histórico culturales que pueden ser captados por la “vivencia”.

espirituales o culturales han sido creadas por el hombre mismo en el curso de la historia.

A partir de Hans - Georg Gadamer (nacido hacia 1900), con su obra fundamental Verdad y método (1960), la hermenéutica deja de ser un método, como quería Dilthey, para convertirse en una doctrina filosófica con una propuesta coherente acerca de la “com­prensión”. Ya su objeto no es la exploración del ser individual sino la investigación del ser histórico.

En el campo formado por tales realidades, el hombre se encuentra en un mundo que es propio de su esencia y puede, entonces, lograr su comprensión.

Tal vez la primera reacción contra la propuesta de construir las ciencias sociales como ciencias explicativas, tomando como modelo para su estructuración y metodología a las ciencias naturales, fue la del filósofo hegeliano Wilhem Dilthey (1833 - 1911). Para él, las que denomina ciencias del espíritu, como la historia y otras disciplinas que se ocupan de la cultura, debe tener un fundamento epistemológico diferente al que se le da a las ciencias naturales: 1. Las primeras tratan con significados culturales, 2. Las segundas se refieren y estudian hechos externos. Frente a la explicación positivista, como denomina al objetivo final de las ciencias naturales, las ciencias del espíritu deben buscar la comprensión (Verstehen ) de las expresiones culturales. Esta comprensión es posible porque el objeto de estudio no es algo externo al hombre sino que forma parte de su experiencia ya que las realidades

Las obras metodológicas del sociólogo alemán Max Weber (Economía y sociedad, 1922; Ensayos sobre metodología sociológica, etc.) se inscriben, en parte, en el contexto de las preocupaciones de Dilthey, Rickert y Windelband, relativas a establecer las diferencias fundamentales entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias sociales. Con Dilthey, se consideraba que toda disciplina que se ocupara ya sea de fenómenos psíquicos, sociales o físicos era ciencia. Pero, en contra distinción con ese autor, Weber no creía que la referencia a significaciones y valores, por parte de las ciencias sociales o culturales, las colocara en una clase diferente de aquellas ciencias que establecen leyes causales. En Resumen. Wilhelm Dilthey combatió el dominio ejercido en el ámbito del conocimiento por las ciencias naturales “objetivas”; pretendía establecer una ciencia ‘subjetiva’ de las humanidades: Geisteswissenschaften o “Ciencias del Espíritu”, como disciplina metodológicamente diferenciada de las "Ciencias de la Naturaleza”. Según Dilthey, estos estudios humanos subjetivos: que incluyen derecho, 20


religión, arte e historia, deberían centrarse en una “realidad históricasocial-humana”. Afirmaba que el estudio de las ciencias humanas supone la interacción de la experiencia personal, el entendimiento reflexivo de la experiencia y una expresión del espíritu en los gestos, palabras y arte. Dilthey razonó que todo saber debe analizarse a la luz de la historia; sin esta perspectiva el conocimiento y el entendimiento sólo pueden ser parciales. La vida es una misteriosa trama de azar, destino y carácter es un pensamiento suyo Wilhelm Dilthey rechazaba abiertamente el modelo epistemológico de las “Naturwissenschaften”, “ciencias naturales”, esto es, el método científico propio de las ciencias naturales. Esto le condujo a proponer el desarrollo separado de un modelo para las “Geisteswissenschaften”, “ciencias humanas” o “ciencias del espíritu”, filosofía, psicología, historia, filología, sociología, etc. Su argumento se centraba en torno a la idea de que las ciencias naturales explican los fenómenos en términos de causa y efecto; por el contrario, en las ciencias humanas el mecanismo fundamental para comprender los fenómenos no es el principio de causa y efecto sino el empleo de la comprensión y penetración humana. En las ciencias sociales defendía, al igual que Max Weber el empleo de los dos métodos de conocimiento. Los principios de las ciencias del espíritu habían de ser empleados especialmente

en la interpretación de textos, tanto textos antiguos, trabajos religiosos, jurídicos, etc. como ensayos filosóficos

2. Rickert: Ciencia cultural y ciencia natural

Desde uno de los puntos de vista de la epistemología, la preocupación principal del filósofo alemán Heinrich Rickert (1863 - 1936) está dirigida a encontrar la diferencia básica entre las ciencias naturales y las que él denomina ciencias de la cultura, tema al cual está dedicado su libro Ciencia cultural y ciencia natural, de 1910. Esa diferencia la encuentra en los distintos métodos que utiliza cada uno de esos tipos de ciencia. Para Rickert, las ciencias naturales emplean el método generalizador, constituido por conjun¬tos de procedimientos que buscan conocimientos generales de los objetos hacia los cuales se dirige su investigación. En sus palabras: “Conocer la naturaleza significará... formar con 21


elementos universales conceptos universales, y, cuando sea posible, pronunciar absolutamente universales (juicios) sobre la realidad, esto es, descubrir conceptos de leyes naturales cuya esencia lógica incluya el no contener nada de lo que se encuentre solamente en tal o cual proceso singular e individual” (Op. cit. pp 77 de la edición de Espasa Calpe Argentina de l943). Las ciencias naturales son, para Rickert, disciplinas que buscan la formulación de generalizaciones sobre los objetos que se estudian, es decir, buscan formular leyes. Con la denominación de Windelband, tales disciplinas son ciencias nomotéticas. Ahora podemos preguntarnos cuál es el método propio de las ciencias culturales. La respuesta de Rickert es la siguiente: es el método individualizador o idiográfico. Las ciencias culturales o históricas, en sentido amplio, no buscan generalizaciones, no pretenden formular leyes: su tarea consiste en la búsqueda de singularidades, de los aspectos particulares que individualizan un determinado fenómeno. En palabras del autor: “La realidad se hace naturaleza cuando la consideramos con referencia a los universales: A sus aspectos generales, comunes a todos los individuos de una clase. Y, en consonancia con ello, quiero oponer el proceder generalizador de la ciencia natural al proceder

individualizador de la historia”. (Op. cit. pág. 98). Las obras metodológicas del sociólogo alemán Max Weber: Economía y sociedad, 1922; Ensayos sobre metodología sociológica, etc., se inscriben, en parte, en el contexto de las preocupaciones de Dilthey, Rickert y Windelband, relativas a establecer las diferencias fundamentales entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias sociales. En oposición a Rickert, no colocaba a la ciencia natural y a las ciencias sociales, en general, en campos opuestos en cuanto a la precisión del conocimiento logrado, pues estas últimas pueden lograr esa condición con el uso de un procedimiento tipológico y, porque las ciencias sociales pueden lograr un tipo especial de explicación mediante la construcción y uso de tipos ideales. En Resumen: La historia, por el contrario, interviene donde la teoría no basta para explicar los fenómenos. La historia propiamente dicha está allí donde los acontecimientos derivan regular y necesariamente unos de otros. Los sucesos ocurren encadenándose unos a otros y ejerciendo una influencia sobre los siguientes que, a su vez, sufren la influencia de los anteriores. Por tanto, la realidad se hace historia cuando esta se considera con referencia a lo particular e individual. Mientras en las ciencias naturales el método que prevalece es la abstracción generalizadora, en las ciencias históricas es la abstracción individualizadora. Las ciencias históricas establecen los nexos de los

22


acontecimientos y fenómenos singulares con los “valores” morales, con las ideas libremente elegibles por el hombre. Por este motivo, y en lo que respecta a la perspectiva de Rickert acerca de las ciencias históricas, lo que realmente importa es lo individual y concreto de la realidad dentro del propio proceso histórico. Esto significa que los fenómenos se examinan como producto de un determinado desarrollo histórico, desde el punto de vista de cómo han aparecido, evolucionado y llegado al estado actual. La finalidad fundamental de las ciencias históricas es entender, y ello sólo es posible en la medida en que los hechos son puestos en relación entre sí para conocer de qué son producto y a qué han dado lugar. Lo importante es, entonces, el estudio de aquellos aspectos individuales, y por tanto históricos, de la realidad en su correspondiente contexto espaciotemporal. No se pueden establecer, entonces, leyes objetivas que expliquen el devenir histórico, pues la dilucidación de los hechos y su relación e influencia recíproca depende de ese contexto del que forma parte el observador. No existe, por así decirlo, un hilo conductor que permita explicar en un plano general la naturaleza de los cambios históricos ya que estos se reducen a lo que tienen de individual y concreto. La ausencia de una distinción entre sujeto y objeto imposibilita, de entrada, el conocimiento científico. Sin este prerrequisito la interpretación que debiera producirse a partir del estudio de la sociedad como realidad objetiva independiente del sujeto, y que

permitiría inferir leyes generales a partir de las regularidades observadas, pasa a convertirse en la negación de las conclusiones ideológicas que pudieran extraerse de las evidencias que provee la práctica y la observación. 3. Maximilian Carl Emil Weber (1864 1920)

Fue un filósofo, economista, jurista, historiador, politólogo y sociólogo alemán, considerado uno de los fundadores del estudio moderno de la sociología y la administración pública, con un marcado sentido anti positivista. En 1909 fundó la Asociación Sociológica Alemana. Fue un gran renovador de las ciencias sociales en varios aspectos, incluyendo la metodología: a diferencia de los precursores de la sociología, Weber comprendió que el método de estas disciplinas no podía ser una mera imitación de los empleados por las ciencias físicas y naturales, dado que en los asuntos sociales intervienen individuos con conciencia, voluntad e 23


intenciones que es preciso comprender. Propuso el método de los tipos ideales, categorías subjetivas que describen la intencionalidad de los agentes sociales mediante casos extremos, puros y exentos de ambigüedad, aunque tales casos no se hayan dado nunca en la realidad; Weber puso así los fundamentos del método de trabajo de la sociología moderna, y de todas las ciencias sociales, a base de construir modelos teóricos que centren el análisis y la discusión sobre conceptos rigurosos. En términos generales, puede decirse que Weber se esforzó por comprender las interrelaciones de todos los factores que confluyen en la construcción de una estructura social; y en particular reivindicó la importancia de los elementos culturales y las mentalidades colectivas en la evolución histórica, rechazando la exclusiva determinación económica defendida por Marx y Engels. Frente a la prioridad de la lucha de clases como motor de la historia en el pensamiento marxista, Weber prestó más atención a la racionalización como clave del desarrollo de la civilización occidental: un proceso guiado por la racionalidad instrumental plasmada en la burocracia. Weber fue un autor enciclopédico, capaz, por ejemplo, de escribir dos tesis sobre derecho comercial en las ciudades italianas (1889) y sobre historia agraria de Roma, considerada en su relación con el derecho público y privado (1891). De ahí su agudo sentido de la historia, que lo enfrenta a la Escuela marginalista austríaca de Carl Menger (1840-1921) a la que

consideraba sólo capaz de enunciar reglas abstractas. Pero fue también un empirista, capaz de realizar encuestas sobre el terreno, como la que dedicó a la situación de los trabajadores agrícolas del este del Elba (1892) y la estudió a los obreros industriales alemanes (1908). Consideraba necesario elaborar conceptos teóricos que permitan dar cuenta de las realidades sociales, desde un punto de vista dinámico. Lo que Weber entendía por “acción social” se puede resumir en un párrafo de su propia obra: “La sociología interpretativa o comprensiva considera al individuo y su acción como su unidad básica. Como su átomo, si puedo permitirme emplear excepcionalmente esta discutible comparación. Desde esta perspectiva, el individuo constituye también el límite superior y es el único depositario de una conducta significativa... En general, en sociología, conceptos tales como «estado», «asociación», «feudalismo», etc., designan categorías determinadas de interacción humana. En consecuencia la teoría de la sociología consiste en reducir estos conceptos a «acciones comprensibles”, es decir,

24


sin excepción, aplicables a las acciones de hombres individuales participantes”. Los dos conceptos que permiten comprender el desarrollo de la sociología weberiana son los de “actor socializado” y “acción instituida”; ambos permiten superar el tópico del individualismo sociológico que, es más complejo de lo que su explicación elemental sugiere. Hablar de actor socializado, sugiere que el individuo forma parte de una serie de redes de relaciones sociales, fuera de las cuales no puede ser comprendido. El punto de vista del actor socializado, es decir, la comprensión que los propios actores tienen de su propia función es sociológicamente fundamental. Esos actores, organizados, son la base de toda acción social. Weber distingue entre clases sociales, grupos de estatus y partidos políticos, estratos distintos que corresponden respectivamente a los órdenes económico, social y político. Así, a diferencia de Marx, en Weber las clases son únicamente una de las formas de la estratificación social, atendiendo a las condiciones de vida material, y no constituyen un grupo consciente de su propia unidad más allá de ciertas condiciones de vida. Los “grupos de estatus” se distinguen por su modo de consumo y por sus prácticas sociales diferenciadas que dependen a la vez de elementos objetivos (nacimiento, profesión, nivel educativo) y de otros puramente

subjetivos (consideración, reputación...). Estos “grupos de estatus” se distinguen unos de otros por estilos o modos de vida (concepto que hay que comprender por oposición a nivel de vida). Finalmente, los “partidos políticos” expresan y unifican en forma institucional intereses económicos y estatus sociales comunes, aunque su creación puede fundamentarse también en otros intereses (religiosos, éticos, etc...). Este análisis tridimensional pone de relieve que en las sociedades modernas hay diversos criterios de jerarquización de los grupos sociales. Entre los diversos modos de pertenencia a un grupo, el grupo de estatus posee una especial relevancia: es ahí donde se adquieren y se comparten los valores, las normas de comportamiento y las prácticas significativas que los especifican. Una teoría de la acción social debe dar cuenta, en consecuencia, de la forma como unos individuos interaccionan con otros para modificar sus comportamientos; lo que no necesariamente se produce de forma racional. De ahí que la sociología deba dar cuenta también de la acción instituida que es algo más que la pura elección racional del supuesto individualismo metodológico. La elección de los valores, que incumbe al individuo, se refiere implícitamente a su grupo de estatus. Promocionar, o no, determinados valores depende de un grupo que siempre es institucional.

25


Si se habla de un actor socializado y una acción instituida es porque la elección de valores de los individuos es social, elaborada en instituciones que de por sí son jerárquicas. La conformidad o disconformidad respeto a una regla constituye al individuo. De hecho actuar según la regla equivale a ser instituido por ella. Pero es el individuo, y no una totalidad holística, lo que explica la acción. Más que elaborar teorías holísticas, que por su alto nivel de generalización no explican nada, de lo que se trata es de elaborar un pensamiento complejo sobre el individuo. Lo instituido se expresa en su actor. El individualismo metodológico no debe confundirse, pues, con el individualismo social, propio de algunas sociedades liberales que animan a ser diferentes; ni con el individualismo ético que se opone al colectivismo. Ambos ven al individuo como enfrentado al grupo, o dessocializado, mientras que el individualismo metodológico se ejerce en el contexto de una sociedad y de unas instituciones. Leer a Weber, a menudo desconcierta por su misma erudición y por aquel estilo innecesariamente laberíntico y pesado (que algunos toman por profundo) de profesor alemán de hace cien años. Pero, de vez en cuando Weber es capaz de concentrar en unas pocas líneas de gran precisión conceptual el núcleo mismo de lo que le preocupa; y a poca experiencia literaria que tenga, su lector nota que en esas pocas líneas, se juega literalmente el todo por el todo prescindiendo de cualquier ambigüedad.

Weber no es una lectura para adolescentes; exige una cierta madurez y obliga a prescindir de cualquier ingenuidad política... o moral. El supuesto de que la realidad es compleja y de que todas las teorías que se usen para explicarla pueden resultar ambivalentes no debiera olvidarse nunca a la hora de acercarse a su obra. En todo caso los conceptos que expone, especialmente en el orden de la metodología de las ciencias sociales y de la teoría política están en la base de la teoría social de los últimos cien años.

4. Alfred Schütz (1899-1959)

Sociólogo y filósofo austriaco, de origen judío, introductor de la fenomenología en las ciencias sociales. Alfred Schütz de la mano mismo tiempo que de expone una posibilidad entender y categorizar el

de Husserl al Max Weber diferente de conocimiento 26


de lo subjetivo. Plantea la necesidad de deslindar los alcances de la categoría "comprensión", y ocupa buena parte de su obra al tratamiento del "conocimiento del sentido común". A. Schütz define la categoría comprensión en dos sentidos. En primer lugar utiliza este término para referirse al modo de entendimiento mutuo que se establece entre los miembros de cualquier grupo humano. En una segunda acepción plantea las condiciones de la comprensión de los fenómenos sociales desde una perspectiva científica. El investigador interpreta al mundo social desde un contexto racional y sistematizado superando la instancia de la pura vivencia. Esta distinción se correlaciona con los niveles de interpretación de significados. Por un lado, todo lo que pertenece al mundo humano corresponde al simple hecho de tener significado, de cualquier cosa o acontecimiento de la vida diaria. En el otro extremo, ubicamos a la comprensión extremadamente refinada realizada por el investigador social y categorizado en los tipos ideales. Tanto el agente ego como el científico son miembros de la sociedad, y están predeterminados un su modo de ver el mundo. Frente a un hecho uno y otro en su papel de observadores dan un sentido y una explicación al acontecimiento, utilizando los recursos provistos por sus respectivos marcos de significado. Schütz plantea una distinción metodológica entre las construcciones de primer y segundo grado, la cual es

de una importancia fundamental para las ciencias sociales. Schütz sostiene que los objetos de pensamiento construidos por los expertos en ciencias sociales se refieren a los objetos de pensamiento construidos por el pensamiento de sentido común del hombre que vive su vida cotidiana entre sus semejantes, y se basan en estos objetos. Es por este motivo que las construcciones desarrolladas y utilizadas por los científicos sociales son construcciones de segundo grado, “o sea, construcciones de las construcciones hechas por los actores en la sociedad misma, actores cuya conducta el investigador observa…”. Desde esta perspectiva, a fin de fundamentar su metodología, las ciencias sociales necesitan tomar en consideración las estructuras del mundo de la vida y especialmente el pensamiento de sentido común como parte del mundo de la vida cotidiana. Como resultado de sus reflexiones metodológicas Schütz presenta un modelo científico del mundo social. Como primer paso propone construir pautas típicas de cursos de acción correspondientes a los sucesos observados. Luego, como segundo paso, se concentra en la coordinación de esas pautas con un tipo personal, un modelo de actor a quien imagina dotado de conciencia. Como tercer paso, atribuye a esa conciencia ficticia un conjunto de motivos-para típicos, correspondientes a los fines de las pautas de cursos de acción observadas y a los motivos-porque típicos sobre los que se fundan los motivos-para. El cuarto paso es relevante para considerar que esos modelos de

27


actores, también los denomina “títeres” u “homúnculos”, no son seres humanos que viven dentro de su situación biográfica en el mundo de la vida cotidiana. Éstos no tienen ni biografía ni historia y la situación en la que son colocados no está definida por ellos, sino por su creador, el especialista en ciencias sociales. El científico social les ha asignado un acervo de conocimiento particular y ha determinado su sistema de relevancias; lo importante aquí es que este sistema es el sistema de relevancias científicas del constructor y no el resultado de la vida de un actor en el mundo. Los “títeres” u “homúnculos” son construcciones del científico social. En un quinto paso, el modelo de actor, el “homúnculo” es concebido en relación y en interacción con otros actores, es decir, con otros modelos similarmente construidos. Tanto los motivos, los tipos de acción y las personas, así como la distribución social del conocimiento relacionado con esta situación social están determinados por el científico social y por su problemática científica. Como resultado de esta metodología basada en el mundo social, Schütz desarrolla cuatro postulados para la construcción de modelos científicos acerca de ese mundo, los cuales sintetizan su concepción metodológica. El “postulado de la coherencia lógica” requiere que el sistema de construcciones típicas elaborado por los científicos se establezca con el grado más alto de claridad y nitidez en lo que atañe al armazón conceptual implicado y sea totalmente compatible con los principios de la lógica formal. De acuerdo al “postulado de la interpretación subjetiva” es necesario

que el científico social construya un modelo de conciencia individual con el objeto de explicar la acción humana. El cumplimiento de este postulado garantiza la posibilidad de referir todos los tipos de acción humana o su resultado al sentido subjetivo que tal acción o resultado de una acción tiene para el actor. Además, el “postulado de la adecuación” demanda que cada término de un modelo científico de acción humana se construya de tal manera que un acto humano efectuado dentro del mundo por un actor individual de la manera indicada por la construcción típica sea comprensible tanto para el actor mismo como para sus semejantes en términos de las interpretaciones de sentido común de la vida cotidiana. Por último, es relevante que los modelos de interacción racional y los tipos personales se construyan de modo tal que el actor en el mundo de la vida pueda realizar la acción tipificada como si tuviese un conocimiento perfectamente claro y distinguido de todos los elementos que el científico social asume como relevantes para esa acción. Al establecer este marco metodológico para las ciencias sociales, Schütz supone la unidad de la ciencia argumentando que no hay una lógica distintiva para las ciencias sociales y las ciencias naturales. Esto no significa que las ciencias sociales deban adoptar los procedimientos metodológicos de las ciencias naturales, de ahí que resulte injustificado presuponer que sólo los métodos de las ciencias naturales, especialmente los de la física, son científicos. La metodología Schutziana del mundo de la vida, con el actor

28


individual como punto de partida resulta particularmente influyente para el desarrollo de los métodos de la ciencia social empírica cualitativa.

¿cómo la considera?, ¿cuál es el papel del lenguaje en su teoría?, ¿cómo evolucionaron estas concepciones?.

5. Teoría del conocimiento de Emile Durkheim

Durkheim concibe al sujeto de conocimiento como un ser neutral, al que si bien los hechos sociales coaccionan, en el momento de hacer ciencia y, por tanto, vincularse con un objeto de conocimiento debe esforzarse en considerarlo como es “en sí mismo”, como es en su naturaleza.

Las categorías de verdad, realidad, relación sujeto-objeto de conocimiento, lenguaje, totalidad y las de temporalidad y representaciones colectivas serán objeto de reflexión. Se consideran de gran utilidad las siguientes interrogantes: ¿qué es para este pensador la sociología?, ¿qué papel juega en su teoría el sujeto que conoce?, ¿cómo es la relación sujeto-objeto de conocimiento?, ¿sobre cuáles de estos elementos se inclina la balanza? ¿sobre cuáles de estos elementos se inclina la balanza?, ¿cómo entiende a la realidad?, ¿existe para él la verdad?,

Existencia de una interpretación única y absoluta de los hechos; la realidad, la naturaleza nos “señala” una correspondencia única entre nuestros conceptos y las cosas. Es preciso considerar los fenómenos sociales en sí mismos, desligados de los sujetos conscientes que se los representan: es preciso estudiarlos objetivamente como cosas exteriores. El científico social debe luchar constantemente contra el conocimiento vulgar y con la ideología, nociones que no tienen lugar en el discurso científico. Tratar a los hechos sociales como cosas 29


Realidad y verdad No entendemos simplemente hablar de los carácteres exteriores y visibles que presentan todas igualmente y que permitan dar de ellas, desde el comienzo de la investigación, una definición provisoria, el descubrimiento de esos signos aparentes es relativamente fácil. pero esas semejanzas exteriores suponen otras que son más profundas. Marcel Mauss de la exigencia durkheimniana de la definición previa (que se si se realiza rigurosamente logra romper con estas prenociones que entorpecen el avance de la ciencia). Argumenta Marcel Mauss que la definición primera de un hecho social es provisional y tiene el objetivo de emprender la investigación y de definir que es lo que se ha de estudiar sin realizar anticipaciones acerca de los resultados del estudio. Aunque, pese a su provisionalidad, deberá hacerse con el máximo cuidado ya que determina el proceso de trabajo. En suma, esta definición previa objetiva de los hechos sociales propuesta por Durkheim y retomada por Mauss es también recuperada por Bourdieu cuando aclara su principio de la no conciencia y señala que el principio explicativo del funcionamiento de una organización está muy lejos que lo suministre la descripción de las actitudes, las opiniones y aspiraciones individuales; en rigor, es la captación de la lógica objetiva de la organización lo que proporciona el principio capaz de explicar, precisamente, aquellas actitudes, opiniones y aspiraciones.

Para Durkheim el valor de verdad de las proposiciones científicas no depende de su justificación sino que depende de la correspondencia con un mundo que está ahí afuera. La verdad, entonces es algún tipo de correspondencia entre creencias y estados de cosas externos, apoyándose en el supuesto de un mundo que existe independiente de los sujetos. Sin embargo, la realidad en Durkheim no es una estructura metafísica sino que es una realidad empírica a la que el sociólogo tiene acceso mediante la observación. Durkheim cuando sostiene que lo que define a lo sagrado y a lo ideal es que está “sobre-añadido” a lo real. El hombre se encuentra inserto originariamente en la vida colectiva y cuando ésta sea intensifica comienza a despertar su pensamiento religioso. En efecto, señala que el ser humano: Al mundo real donde transcurre su vida profana superpone otro que, en un sentido, no existe más que en su pensamiento, pero al cual atribuye, en relación con el primero, una especie de dignidad más alta Ahora bien, Durkheim se refiere al lenguaje y al sistema de conceptos que el traduce como el producto de una elaboración colectiva. Lo que él expresa, es la manera en que la sociedad en su conjunto se representa los objetos de la experiencia. Entonces, pensar por medio de conceptos es proyectar sobre la sensación una luz que la aclara, la penetra y la transforma concebir una cosa es, al mismo tiempo

30


que aprehender sus elementos esenciales, situarlos en un conjunto; pues cada civilización tiene su sistema organizado de conceptos que la caracteriza.

6. Las ciencias humanas y la filosofía: Lucien Goldmann

A juicio de Durkheim las categorías no están hechas para aplicarse únicamente al reino de lo social, ellas se extienden a la realidad entera. Son conceptos que desempeñan en el conocimiento un papel preponderante ya que tienen por función dominar y envolver a todos los otros conceptos. Aquí, expone el teórico una categoría de análisis que, a mi modo de ver, se constituye en fundamental: Ya que el universo solo existe en tanto es pensado y ya que sólo es pensado totalmente por la sociedad, él toma lugar en ella; llega a ser un elemento de su vida interior; y así ella misma es el género total fuera del cual nada existe. El concepto de totalidad no es más que la forma abstracta del concepto de sociedad: ella es el todo que comprende a todas las cosas, la clase suprema que encierra todas las clases pero si el mundo está en la sociedad, el espacio que ella ocupa se confunde con el espacio total.

ANÁLISIS El trabajo de Goldmann, tiene como centro las relaciones entre las ciencias humanas y la filosofía; esto porque la filosofía con su carácter ideológico tiene ciertas verdades fundamentales referente a las relaciones del hombre con otros hombres y de éstos con el universo y éstas verdades se hallan en base misma de las ciencias humanas, por lo tanto, la filosofía y la ciencia están íntimamente relacionad as y son aspectos esenciales en la vida del ser humano. Otro elemento relevante en esta interesante obra lo constituye una idea histórica valedera como referida a que la ciencia positiva adquiere un dominio del conocimiento en la medida en que se libera de toda injerencia filosófica. Es oportuno destacar, que Goldmann hace referencia al pensamiento histórico y su objeto y se evidencia en ésto, que todo hecho

31


social es un hecho histórico y a la inversa, por consiguiente, la historia y la sociología estudian los mismos fenómenos. De allí, que el conocimiento concreto no es una suma sino una síntesis de abstracciones justificadas; de esto se infiere, que el objeto de la historia es el conocimiento, todo lo riguroso y preciso posible de los acontecimientos, en lo que tengan de especifico y de particular, esto sin tener ninguna consideración de interés individ ual o colectivo, ni de utilidad práctica. De igual forma, el autor expone la realidad epistemológica fundamental de la filosofía y la ciencia, refiriendo que el conocimiento científico y el pensamiento humano están estrechamente unidos a la conducta humana y a los actos del hombre. Explica además, que las ciencias físicoquímicas constituyen el fundamento de toda técnica. Por otra parte, se evidencia en los planteamientos de Goldmann, que los hombres solamente buscan en la historia la transformaciones del sujeto, de la acción en la relación dialéctica Hombres-Mundo, en fin son las transformaciones de la sociedad humana. Asimismo, plantea que el sujeto de las ciencias históricas está constituido por las acciones humanas de todos los lugares y de todos los tiempos, en la medida en que han tenido o tienes ahora, una importancia o una influencia en la existencia y la estructura de un grupo humano, e implícitamente a través de éste y la estructura de la comunidad humana presente o futura.

Sin lugar a dudas, el proceso del conocimiento científico que es en sí un hecho humano, histórico y social, implica cuando se trata de estudiar la vida humana, la identidad parcial entre el sujeto y el objeto del conocimiento, por esa razón el problema de la objetividad se presenta de un modo diferente en las ciencias humanas que en las física o en la química. El trabajo de Golmann, se complementa con las posiciones de Durkhein, Webber, Lukacs, Mannheim y Pascal, entre otros y todos coinciden en que el doble plano en el cual hay que estudiar los acontecimientos históricos y sociales, supone también un doble criterio para los juicios de valor que deben tener en cuenta tanto la coherencia humana y la fuerza creadora de los individuos, como la relación entre su conciencia individual y la realidad objetiva. Un aspecto importante de destacar son los referidos a las grandes leyes de estructuras, donde se destaca que el conocimiento de la vida histórica y social es una toma de conciencia, por el sujeto de la acción de la comunidad humana. De igual forma, se señala que para la lógica analítica la única realidad objetiva es el hecho aislado que el empirismo acepta como tal, mientras que la historia racionalista juzga a la luz de los valores universales de la razón. Se ha observado en el recorrido del trabajo de Goldmann, que los hechos humanos no hablan nunca por sí mismos y

32


solamente entregan significado cuando las preguntas que se les hacen están inspiradas por una teoría filosófica de conjunto. Golmann "El excelente y mas inteligente marxista de la época" Goldmann en su libro "las ciencias humanas y la filosofía". Intento señalar las diferencias básicas entre las ciencias básicas sociales o humanas y las ciencias fisicoquímicas. Las ciencias fisicoquímicas: Es el estudio de un conjunto de hechos exteriores a los hombres, de un mundo en el cual realizan sus ideas. Las ciencias humanas: son aquellas que estudian al ser humano y su relación con la sociedad. La filosofía es el amor hacia el conocimiento La objetividad dice Goldmann: Es por el contrario el estudio de esta misma acción de una estructura, de las aspiraciones que las animan y de los cambios que sufre. El proceso del conocimiento científico: es un hecho humano, histórico y social, que implica cuando se trata de estudiar la vida humana. La identidad parcial entre el sujeto y el objeto del conocimiento por esta razón el problema de la objetividad se presenta de manera diferente entre las ciencias humanas que entre la física y en la química. Esta identidad parcial entre el sujeto

que conoce y el objeto de conocimiento es la misma manera de decir que todo conocimiento de este ultimo esta mediado por las ideologías constituidas por los intereses y valores de las clases sociales a las cuales pertenece el investigador. Según Goldmann: Ciertos juicios de valor permiten una mejor comprensión de la realidad que otros así entre dos teorías contra opuestas tendrá un mayor valor científico, aquella que permita comprender a la otra como un fenómeno social y sacar de ellas mediante un análisis riguroso, sus consecuencias y límites. La otra característica de la ciencias humanas es la de totalidad Goldmann se apoya en el marxismo y en el psicólogo suizo Piaget: Al respecto dice que: Los datos de la experiencia inmediata se presentan al investigador con mucha frecuencia, arrancados de su contexto global, y como tales separados de su significación lo que significa separados de su esencia. Goldmann: Filosofía de las ciencias humanas En la obra del filósofo francés Lucien Goldmann (Las ciencias humanas y la filosofía. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión, l967) encontramos otra vez el intento de señalar las diferencias básicas entre las ciencias sociales o humanas y las ciencias fisico quí-micas, como las denomina el autor. Tales diferencias se dan, principalmente, en el campo de la objetividad del

33


conocimiento y en el carácter de totalidad que caracteriza a todos los planos de la vida social. Sobre la objetividad dice Goldmann: .Así, por una parte, las ciencias históricas y humanas no son, como las ciencias físico químicas, el estudio de un conjunto de hechos exteriores a los hombres, de un mundo en el cual realizan sus actos. Son, por el contrario, el estudio de esta misma acción, de su estructura, de las aspiraciones que las animan y de los cambios que sufre... El proceso del conocimiento científico que es en sí un hecho humano, histórico y social implica, cuando se trata de estudiar la vida humana, la identidad parcial entre el sujeto y el objeto del conocimiento. Por esta razón, el problema de la objetividad se presenta de manera diferente entre las ciencias humanas que en la física y en la química. (Op. cit., pp. 22). Esta identidad parcial entre el sujeto que conoce y el objeto de conocimiento es la manera de decir que todo conocimiento sobre este último está mediado por las ideologías constituidas por los intereses y valores de las clases sociales a las cuales pertenece el investigador. Como consecuencia de esta determinación, su trabajo intelectual no puede sino entregar una visión deformada e ideológica de los hechos. ¿Significa esta determinación que las ciencias sociales no pueden encontrar una verdad objetiva? Para dar una respuesta hay que considerar que para Goldmann ciertos juicios de valor permiten una mejor comprensión de la realidad que otros. Así, entre dos

teorías contrapuestas tendrá un valor científico mayor aquella que permite comprender a la otra como un fenómeno social y también sacar de ella, mediante un análisis riguroso, sus consecuencias y límites. En términos metodológicos más específicos, la posibilidad de alcanzar un pensamiento científico que supere la conciencia real de todas las clases sociales se apoya en el posible logro de los criterios que señalamos a continuación: a) Tomar conciencia de que el conocimiento está interferido por los valores de clases sociales en oposición. b) No vacilar en entrar en conflicto con los prejuicios y .verdades. más evidentes en apariencia. c) Usar la duda no solo metódica sino permanente y continua respecto de los trabajo de otros investigadores y de los propios trabajos. d) Para juzgar y comprender sus juicios y los de los demás, el investigador debe relacionarlos con la estructura social .para captar sus significados. y con los hechos que pretende explicar y describir, encontrar en ellos la verdad que puedan contener. La otra característica de las ciencias humanas, de las dos que señalamos al comienzo de esta exposición, es la de totalidad para cuyo enfoque Goldmann se apoya en el marxismo y en el psicólogo suizo Piaget. Al respecto, sostiene que la vida social _que es histórica_ es un conjunto estructurado de comportamientos individuales que se dan guiados por una conciencia ya sea verdadera, falsa, adecuada o

34


inadecuada en ciertas condiciones del medio natural y social. Esos comportamientos _y los grupos en los cuales se realizan_ tratan de dar respuestas a la totalidad de problemas que se plantean en tales medios en la forma de un equilibrio entre la praxis del grupo y la sociedad total.

7. Peter Winch: El lenguaje de la acción

En 1958, Peter Winch en su obra The Idea of a Social Science (traducida al español y publicada por Amorrortu de Buenos Aires en 1972 con el nombre de Ciencia social filosofía) ataca duramente al neopositivismo y defiende la comprensión como método propio de las ciencias sociales. Para su crítica utiliza la filosofía lingüística de Wittgenstein, especialmente su concepto referente a que todo comportamiento está guiado por reglas y todo comportamiento que así procede es un comportamiento social. A su vez, la descripción, explicación y comprensión de una acción humana sólo es posible cuando entendemos la naturaleza de las instituciones que nos permiten identificar esa acción (como acción política, por ejemplo) y esto significa el entendimiento de las formas de vida y del comportamiento regido por

reglas que están involucradas en esa acción. Winch sostiene, además, que las relaciones sociales entre las personas sólo existen en sus ideas y a través de ellas. El .lenguaje, las ideas y los conceptos. no pueden separarse con nitidez de las relaciones sociales. En consecuencia, los cambios fundamentales de esos elementos utilizados por los hombres implican necesariamente también cambios fundamentales en sus relacione sociales. Con éstas y otras consideraciones, para Winch la tarea del investigador social es la de aclarar los conceptos de las formas de vida que involucran un comportamiento basado en reglas, es decir, debe tratar de comprender la idea o el significado de lo que se está haciendo o diciendo. El significado de las palabras, dice Winch, se obtiene a partir de las reglas de comportamiento o de comunicación. Tales reglas no son de origen personal, sino que se han formado en un contexto social determinado, en una forma de vida. La sociología es la ciencia de la .comprensión. de las reglas que siguen las acciones de las personas en un contexto de interacción que está mediado lingüísticamente

35


8. Giddens: La doble hermenéutica

Teoría estratificada del agente (como se comporta el ser humano en el ámbito de lo social): la “motivación”, también en un sentido freudiano como lo hemos visto en Parsons, es la pulsión que lleva al agente a actuar, genera la necesidad de acción. Pero para Giddens, nunca la teoría sociológica se va a centrar en el plano de la motivación (no entendida en términos weberianos) porque muchas son “inconscientes” y por lo tanto pertinentes a un análisis psicológico. A Giddens le interesan dos planos de la conciencia que denomina “conciencia práctica” y “conciencia discursiva”. Para Giddens, los actores en la vida cotidiana tienen un “control reflexivo” sobre el mundo que los rodea que muchas veces se transforma en un control meramente rutinario. Con esto quiere decir que lo que los agentes hacen, lo hacen porque en forma continua van controlando su acción en el ámbito de la sociedad y van controlando como se mueven en la vida cotidiana de acuerdo al contexto en el que están situados. Desarrollan, en este

control reflexivo que tienen del mundo que los rodea, un “conocimiento mutuo”. Este conocimiento mutuo es el conocimiento “tipificado” que todos implícitamente tenemos y usamos para movernos en el mundo de la acción cotidiana; hacemos muchas cosas sin pensar porque las hemos incorporado a nuestras prácticas rutinarias y esto nos permite realizar los fines que buscamos. La gente en la vida cotidiana opera con un “conocimiento común” que es lo que les permite moverse en el mundo sin la necesidad de conocer leyes científicas para entenderlo claramente. En otras palabras, esto es un reconocimiento al “conocimiento lego”; para Giddens los legos son “diestros”, saben cosas, y esas cosas que saben se reflejen en ese “conocimiento mutuo” , en esas prácticas que realizan y que se observan en la “conciencia práctica”. Ese conocimiento es “mutuo” porque es construido socialmente. La “conciencia práctica” es la conciencia que emerge de las propias prácticas sociales cotidianas de los agentes. La “conciencia discursiva” es la racionalización de la actividad por parte de los agentes y supone, para el analista social, responder a la pregunta: ¿cuál a sido “la intención” que movió al agente a actuar como lo hizo?. Los agentes ante una pregunta por la intención de sus acciones apelan al conocimiento de sentido común (el conocimiento con el cual se racionaliza la vida cotidiana). El actor en la vida cotidiana se mueve por un lado por la conciencia práctica y justifica esa acción ex post a través de la conciencia discursiva. Influido por Marx, Giddens entiende que la conciencia discursiva

36


tiene límites que están marcados por la ideología. La racionalización que construye la conciencia discursiva tiene límites, o sea que cuando se le pregunta por las intenciones que llevaron al agente a actuar, este no nos va a dar la respuesta real sino la respuesta que el quiere o puede dar en ese momento (la racionalización se arma en función del conocimiento disponible), porque uno siempre racionaliza sobre la marcha (¿?). No todos tienen conciencia del por qué las cosas suceden de un modo y no de otro, ni tienen en cuenta las consecuencias últimas de la acción. Ej: del hombre que prendiendo la luz, sin querer, ahuyenta al ladro que quería robarlo. Es por esto que todas las acciones sociales tienen dos dimensiones, por un lado la consecuencia directa que es la planeada por el agente según sus intenciones y, por otro lado “las consecuencias no buscadas” de la acción. Por ej: para los agentes la práctica del habla tiene como fin la comunicación (consecuencia buscada), pero al mismo tiempo, y al margen de las intenciones de los agentes, genera como consecuencia no buscada la reproducción del lenguaje, es decir de las reglas gramaticales y sintácticas que forman la estructura. Si nadie hablara el lenguaje, este desaparecería como estructura. El tema de “las consecuencias no buscadas de la acción” es muy importante porque tiene que ver con la relación entre lo micro y lo macrosocial. En el espacio de lo microsocial hay actores que tienen intenciones, que toman decisiones y que actúan en consonancia con ellas. En el espacio de lo macrosocial

formado por “hechos sociales” que terminan imponiéndose sobre los actores. Lo que trata de hacer Giddens es construir un puente entre ambos niveles, es mostrar que ese hecho social que se impone sobre los actores es en realidad creado por estos; ellos mismos inconscientemente están construyendo ese todo social. Ahora, también hay acciones concientes, es decir específicamente planeadas para producir o reproducir estructura, por ejemplo, las políticas públicas (que también generan consecuencias no deseadas). Merton decía que por un lado hay efectos que al mantenimiento del patrón social y que por lo tanto son funcionales al sistema. Estos efectos son funcionales en forma manifiesta o en forma latente. Las funciones latentes son aquellas cuyos efectos no son reconocidos por los actores. Aquí Merton cae en una contradicción con el método funcional. Para Merton lo que le otorga racionalidad a las acciones es la medida en que estas contribuyan o no a el equilibrio del sistema, es la racionalidad del sistema lo que hace que una acción sea o no funcional. En el caso de Giddens, los agentes nunca piensan en términos del sistema; los únicos que pueden otorgarle racionalidad a la acción son los agentes con su intención. Lo que va a criticar del funcionalismo es justamente esta idea de que lo que le otorga racionalidad a las acciones es el sistema social. Desde esta perspectiva las consecuencias no buscadas de la acción que reproducen las estructuras sociales son “efectos no mentados”, “no racionales”.

37


Giddens entendía al sentido común como un elemento importante para el análisis sociológico a la hora de entender la conciencia práctica que guía a los agentes en la vida cotidiana. El plano de la conciencia discursiva también es importante para el sociólogo; no es un dato menor averiguar por qué los actores creen que hacen lo que hacen. Esto último está relacionado con lo que Giddens denomina como “la doble hermenéutica” y que supone dejar en claro el punto de partida del investigador y su relación con su objeto de estudio. Es como una especie de alerta metodológica. Para Giddens los sociólogos cuando investigan fenómenos sociales tienen que tener en cuenta una doble hermenéutica, debe tener en claro que los legos cuando construyen la vida cotidiana lo hacen con una cierta intención y que esta intencionalidad genera un plano de conocimientos que se debe descifrar. Hay que adentrarse en esos conocimientos tratando de develar la conciencia práctica y la conciencia discursiva de los legos. Para Giddens, los sociólogos también construyen una práctica social cuando investigan y una serie de significados correlativos a esa práctica. Lo que le pide a los sociólogos es que tengan en cuenta que con su práctica también modifican el mundo en el que se encuentran. Para la profesora esto tiene que ver con un problema de objetividad científica (en el sentido que el sociólogo con su “presencia” modifica el comportamiento de los legos en su ambiente “natural”), para mi, en cambio, tiene que ver con una apelación a la “responsabilidad”. El sociólogo puede

influir en la reproducción estructuras sociales.

de

las

Desde la perspectiva de la “doble hermenéutica”, Giddens plantea que el saber científico no queda restringido al ámbito de los que practican una disciplina científica sino que se difunde, se disemina, más allá de los límites de esta esfera a la sociedad toda. Los conocimientos científicos, que son saberes sociales, una vez que adquieren reconocimiento y legitimidad son “aprendidos” por los legos a través de las prácticas cotidianas y sumados al acervo del “conocimiento común”. Las ideas de “conocimiento mutuo” y “sentido común”, Giddens las toma de las escuelas de microsociología y especialmente de la filosofía social de Shultz. En lugar del concepto de rol, al cual viene unido el desempeño de una acción en particular más un conjunto de deberes y derechos, la idea de “tipificación” (Shultz) supone que el actor social expresa al “otro” como un “tipo”. Es muy útil expresar al “otro” como un “tipo” porque el grado de conocimiento que el actor puede tener del “otro” se limita a las características externas que este tiene. Para la vida cotidiana me basta con este conocimiento de sentido común para poder interactuar. Los “tipos” son pragmáticamente útiles para moverse en el mundo social. Giddens a través de su tesis sobre “la dualidad de la estructura” intenta una síntesis de las escuelas micro y macrosocial. Los agentes actúan pero no lo hacen libremente, sino condicionados por ciertas reglas que son las que los ”habilitan” para actuar, estas reglas componen la estructura.

38


Por otro lado, los agentes no tienen estas reglas internalizadas en un nivel tal que les impida construir sobre esas mismas reglas, negociar, reinterpretarlas y hacer algo distinto de lo que estas en su versión original designaban. Entonces, “la dualidad de la estructura” incluye dos dimensiones; la estructura constriñe a los individuos pero a la vez habilita la acción, y lo hace de modo tal que es posible para estos operar sobre aquella y transformarla. Para la profesora la síntesis giddenciana entre macro y microsociología no termina de cerrar del todo; Giddens fuerza el cierre con lo que denominó “principios estructurales”, que son límites estructurales que los agentes no pueden modificar, operarían como los “valores centrales” en el caso de Parsons. Estos principios actúan como límites externos, por ejemplo en la sociedad capitalista, la propiedad privada. La noción de “estructuración” de Giddens se diferencia del estructuralismo, en el sentido amplio del término. Para el estructuralismo la “estructura” es un concepto constituido por las relaciones entre algunas partes que se vinculan entre sí de un determinado modo, o sea la “estructura” es más que la suma de las partes. Entonces, la estructura es supraindividual. En cambio para Giddens, la estructura es en primer lugar, un concepto no un dato empírico, es un concepto que une dos nociones: estructura es igual a reglas más recursos, es decir que contiene tanto lo que para los autores clásicos es el aspecto coercitivo de la sociedad (las reglas) como el aspecto permisivo

remarcado por los fenomenólogos (que hacen girar su explicación en torno al sujeto), son los recursos. Entonces, la estructura por un lado constriñe la acción y por el otro las facilita. Este es el corazón de la teoría de la estructuración, la reformulación de la estructura como suma de reglas y recursos. Pero estructura no es estructuración. Otros conceptos que forman la teoría de la estructuración son los de “producción y reproducción de la vida social”, que para Giddens son equiparables a la noción de “praxis” marxista. Ambos refieren a la intervención del hombre sobre el mundo, sobre el curso de los acontecimientos. De modo que este núcleo duro de la teoría de la estructuración, los conceptos de “producción y reproducción de la sociedad” como “praxis” humana, es decir como intervención activa de los agentes en el curso de los acontecimientos, refiere a que los agentes construyen su mundo como una “obra práctica”. Pero esta producción y reproducción de la sociedad tiene lugar bajo ciertas condiciones, no ocurre en la nada. Primero, los agentes en su producción y reproducción de la sociedad no son totalmente concientes de lo que están haciendo. Segundo, la producción y reproducción de la sociedad no está completamente dentro de las intenciones de los agentes. Tercero, la producción y reproducción de la sociedad no es algo totalmente comprendido por los agentes. Toda reproducción de lo social, es para Giddens necesariamente producción. Reproducir la sociedad es producirla. O sea, que cada vez que los agentes

39


interactúan producen la sociedad no de un modo idéntica a si misma, sino de un modo siempre nuevo y cambiante. Es por ello que para Giddens el orden social no consecuencia de una interiorización de valores comunes sino “el conjunto de relaciones cambiantes entre producción y reproducción de la vida social”. Es decir, en cada acto de interacción está el germen del cambio, existe la posibilidad del cambio. La “reproducción social” es, como en Marx, “reproducción de las condiciones materiales de existencia”, “reproducción de la especie” y la “transformación necesaria de la naturaleza”. El hombre no se adapta la medio, como lo hacen los animales, sino que controla el medio y lo transforma; el lenguaje es uno de los medios que utiliza para esta tarea. Por lo tanto el lenguaje es un “medio de la reproducción social”. Y el lenguaje puede ser estudiado desde tres perspectivas: si se mira el lenguaje desde la perspectiva de su producción, este es una “destreza individual”, o sea que es “hablado y dominado” por los agentes. El lenguaje se utiliza para darle sentido al mundo, por lo tanto es “un arte creativo” que corresponde a “un sujeto activo”. Si se mira al lenguaje desde el aspecto de la reproducción, el lenguaje es un medio para la comunicación de los agentes que interactúan entre sí y supone el uso de “esquemas interpretativos” para entenderse y darse a entender. De modo que construir sentido es una tarea “intersubjetiva”. Estas mismas perspectivas se pueden aplicar a la sociedad, entonces la sociedad como producción es realizada por agentes que tienen destrezas pero que no son conscientes que sus destrezas

desplegadas en la interacción producen la sociedad; la sociedad como reproducción, la interacción es una modalidad de la comunicación entre individuos que componen la sociedad y que la reproducen en ese interactuar. Ahora, si vemos al lenguaje desde la perspectiva estructural este no es poseído por nadie; se puede conceptualizar solamente como una característica, como una propiedad de una “comunidad” de hablantes, es un atributo de la “comunidad” no de los individuos. Como estructura, el lenguaje es un conjunto abstracto de reglas sintácticas y semánticas que no se aplican mecánicamente, sino que se usan de modo “creativo” en la propia interacción. Por ejemplo la palabra “trucho” que es una palabra creada interactivamente por los agentes argentinos y que es muy probable que dentro de unos años la real academia española la incluya en el diccionario. Entonces, la interacción cotidiana de una “comunidad de hablantes” dan lugar a reglas abstractas que regulan la interacción. El lenguaje es la estructura que posibilita el habla y a su vez la práctica (el habla) cambia la estructura, está el “la dualidad de la estructura”. No hay “dualismo”, es decir el agente por un lado y la estructura por el otro, sino que el proceso de “estructuración” genera agentes con sus prácticas y reglas que corresponden a esas prácticas; el mismo proceso genera las prácticas y las reglas, por ello Giddens habla de dualidad y no de dualismo. Sin reglas no habría prácticas, pero sin estas las reglas nunca llegarían a ser. Interactuar supone producir y reproducir comunicación, poder y orden moral. Cada una de estas dimensiones, que

40


son prácticas concretas, tienen un reflejo estructural. Para producir y reproducir comunicación debe verificarse un mínimo de “reciprocidad”. En el contexto de la creación de comunicación, el significado se negocia activamente entre los interesados. Cada interacción supone la creación (inconsciente) de comunicación y la negociación (inconsciente) activa del significado, tanto de la interacción en sí como de los intercambios de la propia interacción. A su vez la creación de significado que se realiza por medio de la comunicación opera contra un telón de fondo que Giddens llama “conocimiento mutuo”. Para Giddens el agente es poseedor de 2 tipos de conocimiento, el “conocimiento mutuo” y el “conocimiento de sentido común”. El “conocimiento mutuo” es un tipo de conocimiento que los agentes dan por sentado, o sea, una destreza que el agente supone que los otros actores sociales también poseen, es un “stock de conocimientos de carácter práctico” que cada agente acumula en el transcurso de su rutina cotidiana. No está directamente asociado a la conciencia de los agentes, no estamos hablando de agentes autoconscientes (que sabe lo que hace en cada momento y reflexionan cada acto de su vida cotidiana) (¡!). Giddens dice que el “conocimiento mutuo” o la “conciencia práctica” tiene un carácter configurativo, configuran la acción a través de los “esquemas interpretativos” (reglas para entender mensajes). Este “conocimiento mutuo” no es igual a si mismo por siempre sino que está en continuo cambio, es actualizado y modificado en cada acto de interacción.

También cada acto de producción y reproducción de la vida social genera una segunda dimensión que Giddens denomina “orden moral”. Es el conjunto de reglas y normas que regulan la interacción; en este caso las reglas tienen un carácter más fuerte que las reglas “prácticas” porque cada una de ellas poseen una faceta coercitiva (sanción social) y una faceta permisiva, y esto es así porque todas las reglas morales contienen obligaciones y derechos (todo lo que no está prohibido está permitido). Estos elementos normativos creados por los agentes en la interacción deben ser tratados, según Giddens, como “pretensiones de realización contingente” porque de que se apliquen o no depende el éxito que estás normas tengan para que los demás las respeten. Además, las normas que configuran este universo moral pueden ser “usadas” por los agentes, en la interacción cotidiana, de diversos modos: pueden ser tomadas en cuenta por los agentes sociales simplemente para evitar la sanción (esto viene a cuento de que las normas no se respetan únicamente por compromiso moral como decía Parsons). Ahora bien, las transgresiones a la norma también se negocian activamente. Giddens dice que la interpretación de las normas una vez definidos sus contenidos puede producir 2 efectos: que se interpreten de forma diferente la vigencia de una norma porque hay entre los actores diferentes concepciones sobre el mundo que rivalizan entre sí (lo que para uno es sancionable para otro puede no serlo), por ejemplo la despenalización de la protesta; o que halla interpretaciones divergentes de la misma norma, donde lo que se discute

41


es el contenido de la ley. En la primera se discute la pertinencia de la ley y en la segunda la aplicación de esta. Por último cada acto de producción y reproducción del mundo social genera una tercera dimensión, la del “poder”. Para Giddens cada acto de interacción genera “relaciones de poder”. La relación lógica es acción-poder. La acción supone la disposición de medios para conseguir resultados e incluye la intervención de los actores para modificar los acontecimientos. Ahora, la acción es tanto un hacer como un nohacer. El poder, entonces, es la capacidad que tienen los agentes para movilizar los recursos necesarios para llegar a los resultados propuestos. De modo tal que el poder, en un sentido general, es la capacidad transformadora de la acción, o sea que es una “cualidad de la acción”. Poder, es poder hacer, y hacer es transformar, por lo tanto entre acción y poder hay una relación lógica. En sentido restringido, poder es una “cualidad de la interacción”. En este sentido es la capacidad para alcanzar los objetivos propuestos a través de la actividad de terceros, el poder es “dominación”. Giddens quiere correrse de la noción de poder que tienen los teóricos de la “escuela del conflicto”; no son relaciones de poder las que generan conflicto, sino que este surge por la contraposición de “intereses” antagónicos. Para Giddens, el poder incluye 3 cosas: el uso de “destrezas”, el uso de “otros recursos” (como podría ser la fuerza, la autoridad, etc), y el uso de “montos diferenciales de poder” (porque el poder es una capacidad que se “acumula”).

Sobre la dualidad de la estructura: para producir y reproducir la interacción social son necesarias 3 cosas: comunicación, poder y orden moral. La interacción social, entonces, implica la producción y reproducción de estos 3 elementos. La comunicación se produce y reproduce a través de los “esquemas interpretativos”; el poder por medio de “destrezas o facilidades”; y el orden moral a través de la norma. Por cada una de estas dimensiones que se generan en la práctica de la interacción social hay un “reflejo estructural”. Cuando a través del lenguaje nos comunicamos creamos “significados”. A través de nuestras destrezas para movilizar recursos (poder) para alcanzar resultados cuando estos dependen de terceros, creamos “dominación”. Cuando en la interacción generamos orden moral, normas que regulan la vida social, creamos “legitimidad”. Esto es lo que Giddens denomina “dualidad de la estructura”, relacionado con su teoría de la estructuración, se generan “en el mismo acto” agente y estructura4.

4

Tomado de: http://www.estudiantesuba.com/sociologia/histori a-del-conocimiento-sociologico-ii/452-resumengiddens.html , consultado en Noviembre de 2014

42


9. Blumer: La interpretación de la acción social

lo que significa interpretar o actuar basándose en símbolos. 2. La acción es constituida o elaborada, no un mero producto de la conducta. Rasgos esenciales interacción simbólica.

Interacción simbólica: hace referencia al carácter distintivo de la interacción tal como se produce entre los seres humanos. Los seres humanos interpretan o definen las acciones ajenas, sin limitarse únicamente a reaccionar. La respuesta se basa en el significado que le otorgan a dichas acciones. Así, la interacción humana se mediatiza por medio de símbolos. En el caso humano, la mediación consiste en intercalar la interpretación entre el estímulo y la respuesta al mismo. Consecuencias de formularse indicaciones a “sí mismos”: 1. En cada uno de sus actos, la persona está señalándose a sí misma diferentes objetos, dándoles significado, evaluando su grado de conveniencia para la acción que desarrolla y tomando decisiones en función de dicha evaluación. Esto es

de

la

1. La sociedad humana se compone de individuos dotados de un “sí mismo” (se formulan indicaciones a sí mismos). 2. La acción individual es una elaboración y no un producto. 3. Las personas las llevan a cabo mediante la conciencia y la interpretación de los aspectos de la situación en la que actúan. 4. La acción colectiva consiste en una ordenación de acciones individuales, realizada cuando los individuos interpretan las acciones ajenas. Sus principales premisas son: 1. Las personas actúan sobre los objetos de su mundo e interactúan con otras personas a partir de los significados que los objetos y las personas tienen para ellas. Es decir, a partir de los símbolos. El símbolo permite, además, trascender el ámbito del estímulo sensorial y de lo inmediato, ampliar la percepción del entorno, incrementar la capacidad de resolución de problemas y facilitar la imaginación y la fantasía. 2. Los significados son producto de la interacción social, principalmente la comunicación, que se convierte en esencial, tanto en la constitución del individuo como en (y debido a) la producción social de sentido. El signo

43


es el objeto material que desencadena el significado, y el significado, el indicador social que interviene en la construcción de la conducta. 3. Las personas seleccionan, organizan, reproducen y transforman los significados en los procesos interpretativos en función de sus expectativas y propósitos. Otras premisas importantes son: que la distinción entre conducta interna y externa presupone que el individuo se constituye en la interacción social (formación del yo social autoconsciente), y que no es posible entender el yo sin el otro ni a la inversa, y que los grupos y la sociedad se constituyen sobre la base de las interacciones simbólicas de los individuos al tiempo que las hacen posibles. En conclusión, el interaccionismo simbólico, partiendo de un método de estudio participante, capaz de dar cuenta del sujeto, concibe lo social como el marco de la interacción simbólica de individuos, y concibe la comunicación como el proceso social por antonomasia, a través del cual, se constituyen simultánea y coordinadamente, los grupos y los individuos.

44


BIBLIOGRAFÍA Álvarez A. (s/f). Bronislaw Malinowski y el concepto de función. Disponible en: http://teoriaehistoriaantropologica.blogsp ot.com/2012/03/malinowski-y-elconcepto-de-funcion.html

Infoamérica (s/f). [Página Web en Línea]. Disponible: http://www.infoamerica.org/teoria/lazarsf eld1.htm [Consulta: 2014, Noviembre 20]

Araya, S. (2002). Las representaciones sociales. Ejes teóricos para su discusión. Libro de investigación. Costa Rica.

Castaño G. (2006). Robert K. Merton. Disponible en: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?scrip t=sci_arttext&pid=S131500062006000100019&lng=es&nrm=i

Azurmendi, J. (s/f). El Pueblo elige. Disponible: http://www.gumilla.org/biblioteca/bases/b iblo/texto/COM197716_76-88.pdf [Consulta: 2014, Noviembre 20]

CUEVAS CUERDA, A. (2000). “Fenomenología de la Acción Social en Alfred Schütz”. Editum: Ediciones de la Universidad de Murcia.

BERGER, Peter L. (2005 [1966]). La Construcción Social de la Realidad. Buenos Aires: Amorrortu Editores. Boso, F. (2012). Habitus, campo y prácticas del conocimiento. Argonautas [Revista en línea], 2. Disponible: http://www.argonautas.unsl.edu.ar/files/0 7%20BOSO%20PDF.pdf [Consultado: 2014, Noviembre 22] BOURDIEU, P. (1972). Esquisse d'une theorie de la pratique. Ed. Droz. Paris. Canchin, M. (s.f.). Breve introducción a la Sociología de Pierre Bordieu. Disponible: http://introduccionaldibujo.wordpress.co m/introduccion-al-dibujo/articulos/breveintroduccion-a-la-sociologia-de-pierrebourdieu/ [Consultado: 2014, Noviembre 21] Briones, G. (2002). Epistemología de las Ciencias Sociales. Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior

ENDRER, Martin (2006). Alfred Schütz. Konstanz: UVK. FLEURY, L. (2001). “Max Weber”, París: PUF. (1ª reimpresión 2003) Gimenez, G. (1997). La sociología de Pierre Bordieu. Disponible: http://www.paginasprodigy.com/peimber/ BOURDIEU.pdf [Consultado: 2014, Noviembre 21] HENNIS, W. (1996). “La Problemática de Max Weber”, París: PUF. Malinowski B. (1939). El grupo y el individuo en el análisis funcional. Disponible en: http://www.jstor.org/discover/10.2307/35 37348?uid=3739296&uid=2&uid=4&sid= 21104655686621 Malinowski B. (1970), Una teoría científica de la cultura. Disponible en: http://naturalezaculturaypoder.files.word press.com/C1CF8D8B-FBB2-47CE93CC45


3257E975EF49/FinalDownload/Downloa dId38349CD41AF3388780EE03424DCC37 4C/C1CF8D8B-FBB2-47CE-93CC3257E975EF49/2014/01/malinowski1984.pdf Merton R. (1992). Teoría y Estructura Sociales. Disponible en: http://biblio.fcedu.uner.edu.ar/derecha/n ovedades/pdf/17938.pdf MARSAL, F. (1978). “Conocer Max Weber y su Obra”, Barcelona: Dopesa. Martín Criado, E. (2009). Habitus. En Román Reyes (Dir.): Diccionario Crítico de Ciencias Sociales. Terminología Científico-Social, Tomo 1/2/3/4, Ed. Plaza y Valdés, Madrid-México. MITZMAN, A. (1969). “La Jaula de Hierro: Una Interpretación Histórica de Max Weber”, Madrid: Alianza Ed. (diversas reediciones) Valera, G. (2011). La Explicación de los Fenómenos Sociales, Algunas Implicaciones Epistemológicas y Metodológicas. Trabajo presentado.Fermentum. Merida. Venezuela. Volpe, F.Los hechos sociales y el método sociológico Disponible en: http://www.gob.gba.gov.ar/portal/subsec retarias/relacionescyc/fortalecimiento/de scargas/Hecho%20social%20Durkheim. pdf

46


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.