ANEXO 3. REFLEXIONES. MUJERES JÓVENES Y PARTICIPACIÓN POLÍTICA.
REFLEXIONES. MUJERES JÓVENES Y PARTICIPACIÓN POLÍTICA.
En la actualidad, es muy común hablar de la democracia, como si fuera un simple concepto y no un régimen político que debiera estar en constante construcción y consolidación mediante las prácticas cotidianas de la ciudadanía y el gobierno, con el libre ejercicio de los DH, con la justicia social, con la equidad entre hombres y mujeres, con el reconocimiento de la diversidad de identidades que constituyen la vida del país, y en especial, con la inclusión de los diversos actores sociales en el proyecto político del país. Consideramos que para consolidar el proyecto democrático de México, es fundamental la participación de las mujeres también en los diversos espacios públicos y políticos, ya que no podemos hablar de democracia, si en el espacio público no existe paridad en cuanto a la participación o representación política de las mujeres. La participación política de las mujeres es un paso necesario para posibilitar la reorganización de las condiciones económicas, políticas y sociales que permitan la equidad para hombres y mujeres. A lo largo de la historia, el espacio político ha estado dominado por hombres, se ha caracterizado por ser un espacio enmarcado en un modelo de masculinidad, por ello es necesario que las mujeres participen en la política para transformarla; transformar las relaciones de poder, de dominación y subordinación que han existido. No podemos negar los avances que se han logrado, gracias a la lucha del movimiento amplio de mujeres y del movimiento feminista, en particular en el ámbito de la participación política. Avances que se ven reflejados en lo legislativo y en el imaginario social. Sin embargo, si la participación política de las mujeres en general ha sido difícil de construir y arrebatar, y se siguen encontrando aun múltiples obstáculos para su consolidación, en el caso de la participación de las mujeres jóvenes es prácticamente incipiente. Las condiciones de desigualdad a las que nos enfrentamos las mujeres para ejercer nuestros derechos políticos, se agudizan al entrar en juego las variables de edad y
etnia ya que se mantienen rezagos culturales al mantener visiones basadas en estereotipos y prejuicios androcentristas y adultocentristas1. Las mujeres jóvenes somos uno de los sectores poblacionales más grandes del país, (actualmente vivimos más de 15 millones en México), y sin embargo, uno de los sectores que vive mayor discriminación, lo que se traduce, entre otras cosas, en el mínimo reconocimiento social a los aportes que cotidianamente hacemos a la economía, la educación, el desarrollo, la cultura y la política. Esta situación se debe en gran medida a la cultura machista y adultocentristas sostenido por un sistema de opresión sexual patriarcal que permea en el imaginario colectivo de nuestras sociedades, colocándonos en una situación de dominación y subordinación sexual que permite el desarrollo de relaciones de poder que afectan el ejercicio del mismo en cualquiera de las relaciones que se den todos los aspectos de nuestras vidas En este sentido,
en Elige, nos propusimos realizar un proyecto que busca generar
herramientas y habilidades enfocadas a fortalecer la participación política de las mujeres jóvenes, y con ello contribuir a consolidar el proyecto democrático de la ciudad de México. Por ello, nos planteamos generar procesos de empoderamiento, que conduzcan a las mujeres jóvenes a que mediante el fortalecimiento personal se participen activamente en la toma de decisiones en comunidad donde radican,
a través de la creación de
diagnósticos comunitarios, de metodologías innovadoras con perspectivas de género y de juventud, herramientas de participación ciudadana para fortalecer la participación de las mujeres jóvenes en el espacio público local y de la conformación de un comité asesor de mujeres jóvenes. Después de una serie de reflexiones, llegamos a la conclusión de que en el caso de las mujeres y en particular de las mujeres jóvenes, para participar políticamente, es necesario que exista un proceso de autonomía y empoderamiento, entendiendo al empoderamiento
El término adultocentrismo se refiere a la discriminación que sufre una persona por razones de edad, es una forma de relacionarse entre adultos y jóvenes a partir de los conceptos y valores de las personas adultas. Es un principio ordenador de las relaciones de poder. 1
como los procesos tanto personales como colectivos que permiten a las mujeres fortalecerse y adquirir seguridad, libertad y autosuficiencia. Y a la autonomía como una construcción y reivindicación política que permite la autodeterminación de las mujeres en todos los niveles (personales y políticos) y en todos los espacios (públicos y privados), de transformación social y sujeta de derechos sin importar su edad. Consideramos que, ambas características llevan a cualquier mujer al ejercicio, desarrollo y demanda de sus derechos civiles y políticos, y por ende a participar e incidir políticamente en su entorno. Es por ello que nos planteamos
generar procesos de autonomía y
empoderamiento.
Para la conformación del comité asesor de mujeres jóvenes, se buscó a jóvenes con distintas experiencias en procesos organizativos o que tuvieran alguna vinculación desde la academia con temas relacionados
al género, desarrollo sustentable, movimiento
indígena, entre otros, comprometidas socialmente con la idea de incluir miradas diversas desde sus experiencias y ámbitos de acción. El objetivo del comité consistió, en asesorar y acompañar el proyecto con el fin de promover la participación política de mujeres jóvenes, construir juntas espacios de reflexión, instrumentos, herramientas que nos permitan detonar e impulsar procesos de empoderamiento y con la finalidad, de que las mujeres jóvenes se asuman como actoras indispensables en la transformación social de la realidad. La intencionalidad de las entrevistas es generar un primer acercamiento con las mujeres, conocer un poco acerca de ellas, sus experiencias, conocimientos y habilidades, para ubicar en dónde y cuáles podrían ser sus aportes. Al acercarnos a las mujeres encontramos un sinfín de manifestaciones, identidades y creaciones, desde distintos espacios, ámbitos y formas. Algunas con una gran experiencia en organizaciones de la sociedad civil o en colectivos autónomos, otras desde la parte académica, con
investigaciones de posgrado enfocadas a diversos temas; género,
desarrollo rural, migración, movilidad social y urbana, entre otros.
Nos encontramos con mujeres jóvenes que resisten a las formas tradicionales y a los discursos establecidos, que cuestionan las estructuras sociales establecidas, buscando, construyendo, de-construyendo y proponiendo distintas formas de percibir, vivir, actuar y posicionarse en el mundo. “Espero con mi investigación aportar un granito de arena, creo que es importante este tipo de investigaciones, por que tocan las relaciones entre hombres y mujeres, la cultura y el cómo nos construyen, evidencia y devela la hegemonía del pensamiento, la colonización y si eso llega a más personas, estás construyendo, estás concientizando, esos pequeños aportes van construyendo y de-construyendo esa hegemonía del pensamiento. “
Mujeres jóvenes con diversas historias de reflexión, cuestionamientos, de búsquedas, de lucha, procesos de empoderamiento, de sensibilización, de contacto con otras realidades, que las encausaron en los caminos de la participación social y política: “Creo que esta parte de entrarle a las organizaciones civiles sí tiene que ver con una historia de vida, con una historia colectiva y que responde a las necesidades que uno ve en su realidad.” Algunas motivadas por situaciones de injusticia, desigualdad o violencia, experiencias de vida a partir de las cuales, comenzaron a tomar un rumbo y un sentido particular, la transformación social: “Ser transformadora social es un eje rector de mi vida, contribuyo a modificar la realidad, a modificar las cosas que no me agradan o no comparto, esto parte desde lo cotidiano; escuchar al otro, tolerancia, no juzgar, se empieza con el día a día. La transformación social pasa por un ejercicio personal de convicción.” “Creo que es algo que me da una razón de ser. No concibo mi vida si no la dedico a eso, a la transformación social.”
Nos encontramos con algunas coincidencias en este pequeño grupo, que de alguna manera, dan cuenta de lo que pasa a mayor escala. Existe actualmente una mejor preparación académica en las mujeres jóvenes debida en gran parte a las mejoras de las condiciones de las mujeres que permiten la posibilidad de acceder con menos obstáculos a la educación superior, lo que no necesariamente se traduce en mayores oportunidades de desarrollo, mejores condiciones laborales, en menor discriminación o en mayor acceso a la política. Esto se visibiliza en el hecho de que la mayoría de estas mujeres jóvenes no cuentan con prestaciones laborales, seguro social, servicio de salud, fondos de ahorro, etc. Estas condiciones se recrudecen con la discriminación sexual, mayor aun si se engrana con una especificidad etaria, mujeres jóvenes, que se viven escenarios y situaciones de desigualdad y desventaja: “Ser mujer te pone en una condición diferente, si cambia las cosas. En el trabajo comunitario por ser mujer joven, me descalifican a diferencia de mis compañeros.” “Como mujer eres un sujeto de derechos diferente, de repente tienes que tener más derechos porque estás en desventaja de por sí.” Al preguntarles sobre su participación política encontramos que pocas de estas mujeres, en realidad, cuentan con los mecanismos para incidir efectivamente: “Actualmente es muy difícil incidir políticamente, se han abierto muchas vías para incidir como joven y mujer, a comparación de antes, se han abierto los espacios pero a veces no se ven esos cambios reflejados. Incido en los espacios que hay pero no son suficientes y no reflejan una transformación social.” Entonces, a pesar de los logros, la mejor preparación y el mayor acceso, la participación política de mujeres y sobretodo de jóvenes, sigue siendo limitada. Es por ello que, en Elige, consideramos fundamental seguir fomentando, promoviendo y construyendo resistencias, espacios de participación política, procesos de autonomía y empoderamiento desde y para las mujeres jóvenes y con ello contribuir a la consolidación de una democracia sustantiva.
En Elige consideramos que las mujeres jóvenes hemos sido y somos fundamentales para la generación y promoción de nuevas reflexiones, las que nunca dejamos de cuestionar y criticar al sistema que limita el ejercicio pleno de nuestros derechos, las que exigimos y defendemos el cumplimiento y las garantías que los posibiliten, que seremos nosotras, las mujeres quienes construiremos los procesos y condiciones para nuestra autonomía, que nos organizamos, abrimos y construimos espacios para nuestra participación social y política, que nos empoderamos para liberarnos del estrangulamiento simbólico-social de una sociedad y una realidad que queremos transformar, las que promovemos
y creamos formas alternativas de
convivencia, trabajo y vida en aras de establecer relaciones verdaderamente justas. Mujeres jóvenes que contribuimos a la construcción de un mundo distinto, porque las somos agentes de transformación; transformamos nuestras vidas, nuestros entornos y nuestros mundos.