Revista cavilantes

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EDICIÓN

01 abril m ay o

CHIHUAHUA, CHIHUAHUA MÉXICO AÑO 1,

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2016


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EDICIÓN

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Di recto ri o Consejo Editorial

Presentaciones y sedes

Carlos Raúl González López Héctor Daniel García Pérez José Carlos Villegas Antillón

Carlos Raúl González López

Dirección José Carlos Villegas Antillón

Difusión y vinculación Alejandro Martínez Berroterán Jovanny Ortega

josecarlos.cavilantes@gmail.com

Héctor Daniel García Pérez

Colaboradores

hectorgarcia.cavilantes@gmail.com

Coordinación editorial Adrián Estrada Diseño

Iván Camacho Anguiano Edgar Adrián Moreno Pineda Ana Karen Orozco Aniela Rodríguez Estefanía Chacón Monclova Enrique Enríquez Emmanuel Sánchez Juli Coniglio

Agradecimientos Antrop. Rafael Joaquín Cervantes Tapia, Antrop. Miguel Angel Balderrama Burciaga, Antrop. Gustavo Palacio Flores (jefe de la Unidad Regional de Culturas Populares), Adriana Quiroz, Enrique Pallares, Enrique Servín, Gabino Sandoval Hernández , Heriberto Ramírez Lujan, Instituto Chihuahuense de la Cultura, Isela de Pablo Porras, Javier Quezada, Jonathan Sánchez Espejo, Jorge Fuentes Ramírez, Laura Carrasco, Lic. Elías Humberto Pérez Mendoza, Martín Makáwi, Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias.


í ndi ce Leonard Cohen

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El vino Como un gusto adquirido

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Ana Karen Orozco

El internet oscuro ¿Qué significa ser libre en el siglo XXI?

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Enrique Enríquez

Tiempo, cuentas y cuentos

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Iván Camacho Anguiano

ángeles Mastretta

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Estenopeica

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Juli Coniglio

Minolta

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Juli Coniglio

Religión y misoginia

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Ikram Antaki

Calendario cultural

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Pastoral americana

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Hector Daniel García Pérez

Shifu harías cualquier cosa por divertirte

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Hector Daniel García Pérez

Resurgimiento indígena Resurgimiento de de la la cultura literatura indígena

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E d g a r A dMr iaár nt í nM M o raeknáow P i ineda

This is just to say Aniela Rodríguez

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c o h e Leonard Cohen

BLOG

H

ace cuatro años salió a la venta, por última vez, la edición impresa de la Enciclopedia Británica. Después de 244 años de tradición —es decir, una tradición mayor de la que tiene la bombilla incandescente de Alva Edison o la independencia mexicana—, los editores ingleses decidieron “ajustarse a los nuevos tiempos” y obedecer a las demandas de una sociedad global y tecnológica en la que los medios y el alcance para la transmisión y perpetuación del conocimiento han cambiado. “Casi un cuarto de milenio cumplido exige una evolución en las formas del conocimiento humano", dice el comunicado emitido en la página oficial de la enciclopedia. El hecho de trasladar completamente del papel a los medios digitales una de las instituciones más importantes de la cultura occidental, me ha parecido uno de los actos simbólicos más representativos en lo que va del milenio: la apertura a lo nuevo y a lo futuro. Cambiando de tema, aunque manteniendo la idea, trataba de recordar cuándo fue la primera vez que al oír a Leonard Cohen me convencí de estar escuchando las letras de un escritor superior. Seguramente fue hace dos o tres años, cuando estuve obsesionado con algunos de sus discos, particularmente con I’m your man y The Future. El caso es que por aquella época transcribí algunas de sus letras para intentar traducirlas. Siempre profundo en su forma de hablar 6

de lo religioso, lo sentimental y lo social —tres factores importantes en su creación—, me encanté al descubrir que su lectura lineal y sin música soportaba cualquier ritmo y cadencia. Exento las más de las veces de ripios y de metáforas imposibles, iba manejando el lenguaje igual o mejor que algunos de los considerados grandes, y cuando hablaba desde el ámbito de lo personal y sus letras pudiesen devenir vulgares, se advertía enseguida una metáfora referida a lo social —casi siempre en forma de crítica— que justificaba aquello que podría parecer soez o falto de sensibilidad a los lectores superficiales. Con esto, me atrevo a decir que algunas de sus mejores letras pueden ser consideradas como verdadera poesía y debieran ser leídas como tal. Pues bien, investigando más sobre este autor, me enteré de que mi postura no era tan original, pero tampoco tan descabellada, por suerte. Descubrí que fue galardonado con el premio Príncipe de Asturias y que ha sido nominado para contender por el Nobel de Literatura. He llegado a pensar que la razón por la que no se le ha entregado dicho premio es ante todo, una cuestión de canon. Creo que la Academia Sueca no se ha detenido a considerar a los cantautores como verdaderos escritores, y ha limitado su concepción de alta literatura a lo exclusivamente escrito. No sé si los suecos han advertido todo lo que Cohen o Dylan —


Decía Borges que son inútiles los diccionarios, que uno no puede hacer literatura usando todas las palabras contenidas en él. La literatura debe ser —y de hecho, lo es— el lenguaje vivo, el que se habla en las escuelas, en la televisión, en las universidades, en los bares; embellecido, ordenado y sublimado, el lenguaje de la literatura no es otro que el nuestro. El sentimiento que me causó aquel acto simbólico de dejar de imprimir la gran enciclopedia habrá de ser similar al que sentiré si algún día le otorgan el Nobel a Cohen. Y digo simbólico porque no sé si a Cohen o a Dylan les interese ganar tan prestigioso galardón. No sé si he estado diciendo un montón de barbaridades y si los que de verdad saben de literatura estén convencidos de que, a fin de cuentas, Cohen no es Günter Grass y no merece recibir el mismo premio que han recibido grandes como Hemingway, Pearl S. Buck, Hesse o García Márquez. No sé tampoco si lo que dije tiene algún sentido, pero es lo que uno se pone a pensar cuando tiene mucho tiempo libre; además, necesitaba un pretexto para compartirles esta joya:

Quiero que tu cálido cuerpo desaparezca educadamente y me deje solo en la bañera, porque quiero considerar mi destino. ¡Destino! ¿Por qué me encuentras en esta bañera ocioso, solo, sin lavar, sin siquiera la intención de lavarme, excepto en el último momento? ¿Por qué no me encuentras en lo alto de un poste de teléfonos, reparando las líneas que van de ciudad a ciudad? ¿Por qué no me encuentras cabalgando a través de Cuba, un hombre gigantesco con un machete rojo? ¿Por qué no me encuentras explicando máquinas a pupilos poco privilegiados, españoles negroides, contentos de que no sea un cursillo sobre escritura creativa? Vuelve aquí pequeño y cálido cuerpo, es la hora de otro día. El destino ha huido y yo te elijo a ti, que me encontraste mirándote fijamente en un almacén, una tarde hace cuatro años, y has dormido conmigo desde entonces. ¿Qué te parecen mis ojos de pescador después de todo este tiempo? ¿Soy lo que esperabas? ¿Acaso estamos demasiado tiempo juntos? ¿Acaso se avergonzó el destino ante la doble toalla turca, nuestro conocimiento de nuestras pieles, nuestro amor que es proverbial en todo el bloque, nuestro acuerdo de que en cuestiones espirituales yo debo ser el Hombre del Destino y tú, la Mujer de la Casa? Tr a d u c c i ó n A n t o n i o R e s i n e s

“ 7

L E O N AR D

quien, según aquellos que saben, tiene incluso mayor probabilidad de ganar el Nobel— han hecho por el lenguaje.

C OH EN

Destino


Colaboración Ana Karen Orozco

como

El vino un gusto

adquirido

Dionisio, con el misticismo que caracteriza a los dioses griegos, compartió con los mortales el elixir que ha sido emblema de la historia misma: el vino. No solo en la magia del Olimpo, sino en la Tierra misma, esta bebida se ha teñido de una historia, una cultura y una vida dignas de ser apreciadas.

A

pesar de la mala fama que pudieran tener las bebidas alcohólicas, no podemos juzgar del mismo modo al vino, que si bien provocó riñas, también motivó reconciliaciones; que fue causa de penas, mas produjo también dicha y placer; que ha sido objeto de millonarias estafas al igual que de grandes historias de éxito en los negocios. El vino es un ser vivo que nace y evoluciona, que se ha desarrollado a tal grado que ha permeado la economía de países como Francia o Italia y que fue tema de discusión durante la colonización de América. Pero, ¿cómo se origina y se desarrolla una pasión por una bebida con un bagaje cultural tan vasto? Algunos podrán pensar que el gusto por el vino es innato a las personas, que llegamos a este mundo con una predisposición para amar la bebida; pero las cosas no funcionan así: al igual que el placer por la literatura, el café o incluso por el tabaco, el gusto por el vino se practica, se desarrolla. A casi nadie le gusta su sabor la primera vez que lo prueba. Debemos saborearlo tal vez cinco o seis ocasiones para poder encontrar su magia, o para no encontrarla nunca.

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Otros tantos —unos pocos afortunados—, son los que toman su primera copa y tienen una catarsis, como elegidos por Baco, para adquirir el placer de disfrutar el elixir de los dioses en su forma más preciosa.

bién desarrolla una impaciencia por compartir lo que sabe; es alguien a quien apasiona el tema, no solo su consumo, sino todo lo que hay a su alrededor, y sobre todo, alguien que acepta lo que desconoce.

Así, hay quienes parece que llevan vino en las venas, en vez de sangre, quienes tendrán que hacer un mayor esfuerzo para enamorarse de este y quienes por más que lo intenten no podrán apreciarlo. Independientemente de cómo se adquiera el gusto por el vino, lo que en verdad cuenta es la pasión que por él se sienta.

Si se quiere ser un auténtico apasionado del vino hay que leer: la lectura está vinculada con el conocimiento de cualquier arte y el vino no es la excepción. El verdadero fanático se interesa por datos que van desde las varietales, las apelaciones de origen y el método de las soleras, hasta su importancia en las ceremonias de los faraones egipcios, la producción siciliana y tantos otros datos fascinantes, que te envuelven, que te convierten en un adicto a la bebida: no necesariamente adicto a beber, sino a apreciar una copa desde un nivel profundo, desde una perspectiva más delicada.

Un amante, un apasionado del vino no es, a mi parecer, aquel ser humano que fanfarronea, que alardea en las reuniones con sus compañeros de oficina porque sabe que un Merlot no es lo mismo que un Cabernet Sauvignon; no es tampoco aquel que en perfecto francés pronuncia pinot noir, mientras se burla de aquéllos que no saben hacerlo; no es el que compra un destapa corchos ostentoso y se pavonea cuando abre una botella; tampoco lo es quien toma la copa por el cáliz y la mueve a diestra y siniestra, a una nada de derramar el preciado líquido. Para mí, un amante del vino es aquél que, en compañía o soledad, realmente lo disfruta; es ese que quiere aprender todo cuanto sea posible sobre la bebida, pero tam-

No todos tuvimos la fortuna de ser tocados por el dios del vino el día de nuestro nacimiento. Algunos le rezan por las noches para poder soportar un vino de taninos robustos; otros prueban una y otra vez, con la esperanza de que el próximo trago sea más ameno; pero si se quiere ser un amante del vino, el secreto consiste en conocerlo a profundidad y disfrutar de ese conocimiento, el secreto está en sentir el éxtasis incluso antes darle un sorbo.

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Productos Artesanales saludables 10

Mail eborant@hotmail.com Facebook /artesanaorganico


At a no r

Colaboración Enrique Enríquez

el internet

oscuro

¿Qué significa ser libre en el siglo XXI?

S

e dice que el internet tiene tres niveles: el internet regular, donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo de navegación; el internet profundo, a donde no llegan los buscadores como Google y donde se encuentran cosas como los correos electrónicos y otros sitios protegidos por contraseñas; y el internet oscuro, donde están los sitios que activamente intentan mantenerse ocultos. Gracias a la influencia de series de detectives y películas sobre criminales, para la mayoría de las personas el internet oscuro suena como un lugar donde no hay ley, donde se pueden conseguir hackers y asesinos a sueldo, y donde viven tribus de pedófilos, fanáticos religiosos y psicópatas. Después de pasar horas

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frente a mi computadora, haciendo clics en vínculos sospechosos y tal vez ganándome un lugar en listas de vigilancia de la CIA, puedo confirmar que esto es una verdad parcial. Sin embargo, el internet oscuro también es un bastión de la libertad de expresión frente a gobiernos que reducen cada vez más la privacidad de los individuos en el nombre de un concepto viciado de la seguridad. Mi relación con el internet oscuro inició hace poco más de un año, mientras preparaba un trabajo de investigación sobre ciberseguridad. El propósito de mi trabajo era formular estrategias para que las empresas y los gobiernos se pudieran enfrentar mejor a los riesgos cibernéticos del mundo actual, y deci


dí que la mejor manera de comenzar era conocer el origen de estos riesgos de primera mano. Mi misión en estos primeros viajes al internet oscuro era, en pocas palabras, averiguar si la preocupación por la ciberseguridad estaba justificada o si era una paranoia global. El resultado me dejó impresionado: una persona con solo unos cuantos conocimientos puede entrar al bajo mundo del internet, contratar un hacker, y por el precio correcto, ganar acceso a la información confidencial de prácticamente cualquier persona u organización. Entrar al internet oscuro no es sencillo. No se puede accesar desde cualquier navegador. Para entrar, primero es necesario usar Tor, un sistema de comunicación que anonimiza y encripta la navegación de sus usuarios a través de una red internacional de miles de voluntarios. Ellos donan su ancho de banda y poder de procesamiento para convertirse en nodos que redirigen la información transmitida hasta volverla imposible de rastrear. Su sistema de seguridad está inspirado en las cebollas (Tor es un acrónimo que significa The onion router, o el enrutador cebolla): sin entrar en detalles técnicos,

los mensajes pasan por capa tras capa hasta llegar a un centro, como si se movieran al interior de una cebolla. De esta manera, puedo usar Tor en una computadora en Chihuahua mientras que las páginas a las que accedo piensan que estoy en lugares tan lejanos como Tokio, Dubai, o Adís Abeba. Más aún, si alguien intentara llegar a la ubicación real de mi computadora, se enfrentaría a una maleza de vínculos que es casi imposible desenredar. Las dificultades no se detienen una vez que un usuario se conecta a la red de Tor. Los vínculos del internet regular son fáciles de memorizar y contienen claramente el nombre de la página que se quiere acceder; los del internet oscuro son combinaciones de letras y números que responden a necesidades de seguridad y no de usabilidad. Por ejemplo, si quieres usar DuckDuckGo, un buscador famoso por mantener la privacidad de sus usuarios, en el internet regular solo tienes que teclear duckduckgo.com en tu navegador. En cambio, el vínculo de DuckDuckGo en el internet oscuro es 3g2upl4pq6kufc4m.onion.

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Esta característica del internet oscuro hace necesario tener un punto de entrada, un centro donde se puedan encontrar los vínculos a páginas que no son localizables por buscadores y cuyas direcciones no se pueden inferir a partir de su nombre. Este punto central es la Hidden Wiki (Wiki Oculta), una página en la que los usuarios contribuyen los vínculos vigentes de páginas en una serie de categorías. Es aquí donde se vuelve evidente que este es el lugar más oscuro del internet: las categorías van desde activismo político y whistleblowing hasta venta de armas, drogas y servicios de hacking. Uno de los vínculos más populares que ha decorado al frente de esta página era el de Silk Road, un mercado negro anónimo donde se vendían principalmente drogas y documentos falsos. Funcionó desde el 2011 y hasta el 2013, cuando el FBI arrestó a Ross Ulbricht, mejor conocido por su seudónimo Dread Pirate Roberts 1, un hacker y activista que soñaba con un espacio de intercambio sin intervención gubernamental. Actualmente, Ross está cumpliendo dos condenas de por vida sin libertad condicional en una cárcel federal estadounidense.


Pero el Silk Road no es el único mercado negro del internet oscuro. A finales de febrero del 2016, los vínculos visibles en la Hidden Wiki incluían lugares donde se vendían tarjetas de crédito robadas, cuentas de PayPal hackeadas, pasaportes falsos, contraseñas de cualquier red social, armas de fuego, pornografía de origen cuestionable 2, teléfonos celulares, y más. Estas tiendas están en cambio constante, ya sea para evitar su detección por las autoridades o porque sufren el mismo destino que el Silk Road, pero en algunos casos llegan a sobrevivir años en funcionamiento casi continuo. Esto es posible en gran medida gracias a que las transacciones se realizan en bitcoin, una divisa que no existe físicamente, no es emitida por ningún banco central, y fácilmente puede usarse en el anonimato total. Una de las páginas que no sobrevivió por mucho tiempo fue Playpen, un sitio de pedofilia que fue infiltrado por el FBI en el 2015. A través de tácticas nunca antes vistas en la red oscura, el FBI recopiló la información de aproximadamente 1,300 usuarios de varios países alrededor del mundo, México incluido. Los arrestos comenzaron en Estados Unidos en verano del 2015 y se espera que continúen durante el 2016. Sin embargo, no todo lo que está en el internet oscuro es así de deplorable. El llamado hacktivism, o activismo político a través del hacking, ha hecho del internet oscuro su hogar. Mis intentos de evaluar la presencia de un riesgo cibernético real en la red oscura comenzaron por aquí. Entré a un foro de activismo, hice una cuenta anónima con un correo electrónico temporal, y fingí estar reclutando a un par de hackers para una misión redituable 3. Atribuí mi desconocimiento de los protocolos de comunicación a que yo solo era un empleado de alguien más poderoso, y a mi sorpresa, funcionó.Me explicaron el proceso mientras avanzábamos.

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Primero, me pidieron que hiciera un comentario en un foro de la clearnet –como se le llama al internet regular– conocido por su involucramiento con algunos de los personajes más infames del internet: 4chan. (Los comentarios realizados en 4chan son anónimos y se borran poco tiempo después de haber sido realizados.) Me respondieron puntualmente con un número de teléfono e instrucciones para contactarlos usando Hushed, una aplicación para celulares que permite enviar mensajes de texto y hacer llamadas con números temporales. Esperaba comenzar a tratar el “asunto” por ese medio, pero el primer mensaje que recibí me advirtió que aún no estábamos en un canal seguro 4. Siguiendo instrucciones, descargué Cryptocat, una aplicación para tener conversaciones encriptadas, y el nombre del cuarto al que me debía conectar. Aquí fue donde las cosas empezaron a salir mal. En el cuarto había dos seudónimos, uno de ellos relacionado con el grupo LulzSec, conocido por sus ataques a la CIA y a Sony. Me hablaron de lo que podían y no podían hacer, me dieron su tarifa 5 , y luego me pidieron que verificara mi identidad. Querían que enviara mi nombre completo para investigarme. Pedí que primero probaran ellos su identidad. En ese instante perdí su confianza. El último mensaje que recibí decía he’s undercover, es decir, es un agente encubierto. Hackers como ellos suscitan opiniones polarizantes. Para los gobiernos de muchos países, son criminales. Para las empresas, son una amenaza latente. Para los usuarios, son mercenarios. Para otros más, son campeones de la libertad.


Uno de ellos era conocido como Mendax antes de convertirse en uno de los más prominentes defensores de la privacidad, la democracia y la libertad. Su nombre es Julian Assange, y es el fundador de WikiLeaks que vive encerrado en la embajada de Ecuador 6 en Londres debido a la persecución del gobierno estadounidense. Su crimen: crear, en el internet oscuro, un espacio donde informantes de todo el mundo pueden denunciar los abusos de poder de sus gobiernos. Gracias a WikiLeaks nos hemos enterado del espionaje que realizó el gobierno estadounidense a los diplomáticos y líderes políticos de varios países (incluyendo a México), de las posiciones ocultas de los participantes en las negociaciones del TPP 7 , del espionaje a gran escala de millones de personas realizado por la coalición Five Eyes 8, y más. Pero no hay que dejarse engañar: a pesar de todas las cosas buenas que ocurren en el internet oscuro, es un lugar donde el crimen se practica abiertamente, en donde no hay ni ley ni posibilidades claras de que los delincuentes paguen el precio de su comportamiento, y sí, un lugar donde hay pedófilos, fanáticos religiosos y psicópatas. Aún así debemos preguntarnos: ¿vale la pena acabar con un espacio de libertad en nombre de la seguridad? ¿Podemos condenar la existencia de la única alternativa para disidentes rusos, estadounidenses, norcoreanos, mexicanos y de todo el mundo? La respuesta, tal vez, es que debemos involucrarnos en la tarea de exigir la rendición de cuentas de nuestros gobiernos, aunque esto se logre a través de los métodos cuestionables de personas como Julian Assange o Edward Snowden. El espacio cibernético era un espacio neutral que ha sido conquistado por las fuerzas de la vigilancia internacional con el paso del tiempo. Ahora, el internet oscuro, el último bastión de la libertad, sigue peleando y –posiblemente– está ganando fuerza.

1

Tomado del antagonista principal de la novela The Princess Bride de William Goldman.

5

Un Bitcoin, en febrero del 2016 equivalente a poco más de $7,500 pesos mexicanos, por cinco contraseñas de cualquier tipo de cuenta.

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Afortunadamente, la comunidad usualmente elimina los vínculos a pornografía infantil.También existe una versión de la Hidden Wiki censurada de todo tipo de pornografía.

6 Ecuador le concedió asilo político en agosto del 2012. Suecia lo busca por un cargo de asalto sexual que muchos consideran un pretexto falso para lograr su extradición a Estados Unidos.

3

A aquellos que contacté: les pido me disculpen por hacerlos perder su tiempo. En efecto, todos los mensajes de texto en México estaban siendo monitoreados como parte de MYSTIC, una operación de inteligencia estadounidense revelada por Edward Snowden.

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4

8

Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica.

Formada por Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Canadá y Nueva Zelanda. Los documentos sobre esta alianza fueron revelados por Edward Snowden.

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Ca v il a nd o

TIE M P O , C U E N T A S Y C U E N TO S

Hay una cosa que se llama tiempo,

Autor Iván Camacho Anguiano

Rocamadour, es como un bicho que anda y anda.

¿Qué es el

j u l io C O RTá Z A R “ RAY U E LA ”

C

omo bien decía San Agustín, sabemos qué es el tiempo mientras nadie nos cuestione acerca del mismo. No podemos hablar sin hacer uso de expresiones relacionadas con el tiempo, y esto parece no causarnos ningún problema; sin embargo, en cuanto tratamos de explicarlo, no atinamos a dar una respuesta satisfactoria o, al menos, clara. Trataremos aquí de hacer un breve recorrido por algunas de las ideas principales que existen con respecto a este tema. Comenzaremos por las tesis del propio San Agustín, que ya en el siglo IV afirmaba que había tres tiempos, a saber: presente del pasado (la memoria), presente del presente (la visión), y presente del futuro (la espera). Considerando la medición del tiempo como una de sus características más notables, se cuestionaba: ¿cómo lo medimos si no tiene espacio?, afir-

san agustín 354 d. C. -430 d. C.

tiempo? No hay respuesta para el tiempo,

estamos en él y asistimos, nada más. J O S É SA R A M AG O

mando al mismo tiempo que se le mide cuando está pasando, pues de otro modo no sería posible: Mas ¿dónde y por dónde y hacia dónde pasa cuando se le mide? ¿De dónde más que del futuro? ¿Por dónde más que por el presente? ¿Hacia dónde más que hacia el pasado? Pasa, por consiguiente, de lo que todavía no es, por lo que carece de espacio, a lo que ya no es. Basándose en que lo único que existe es el presente —y por lo tanto, lo único que puede tener duración—, pues el futuro aún no es y el pasado ya no es, nos dice que un futuro largo es una larga espera del futuro; del mismo modo que un pasado largo es una larga memoria del pasado. De este modo, al ejecutar nosotros una acción, ésta co-

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mienza siendo una espera, hasta el momento en que se inicia y, a partir de ahí, la espera disminuye mientras crece la memoria, hasta que se agota del todo la espera cuando la acción termina por completo y pasa toda a la memoria. Así, el presente —y por consiguiente, el tiempo real—, vendría a ser una especie de zona de transición en donde el futuro se convierte en pasado, pudiéndolo conceptualizar como una intersección geométrica entre las líneas —¿planos?— del pasado y el futuro, no teniendo existencia más que en función de estos y gracias a estos, que por otra parte, no existen más que como categorías mentales —memoria y espera—. ¿Dónde queda entonces la duración del tiempo y su medida, tan familiar a todos nosotros?


g a s t o n b a che l a r d 1884-1962

H E N R I B E R GS O N 1859-1841

Según Bergson, tenemos una experiencia íntima y directa de la duración, siendo ésta, gaston incluso, un antero u p n e l cedente inmediato 1871-1946 de la conciencia; el presente es una nada pura que ni siquiera logra separar realmente el pasado y el porvenir. Bergson defiende un tiempo continuo en donde la duración es la única realidad, y en el que todas las acciones son llevadas a cabo. Por otro lado, Roupnel, y posteriormente Bachelard, defienden la idea de que el tiempo solo tiene una realidad: la del instante. Siendo ésta una realidad afianzada en el instante y suspendida entre dos nadas. Así, el tiempo deja de ser un ente continuo y pasa a manifestarse, discontinuamente, a través de instantes. Roupnel nos dice que hay una identidad absoluta entre el sentimiento del presente y el sentimiento de la vida. De este modo, el ser se traslada de instante en instante, sin llevar ninguno consigo, mas utilizándolos a todos, en una estricta y exhaustiva secuencia.

Este instante no tiene duración en sí mismo, y tendría su equivalente geométrico en el punto adimensional, que sin embargo, es capaz de agruparse formando líneas susceptibles de medición. Siguiendo esta analogía, la duración del tiempo sólo tendría sentido en un contexto estadístico, compuesta de conjun-

tos de instantes sin duración. De igual forma, el intervalo entre dos instantes es solo un intervalo de probabilidad —no de tiempo, pues no se puede medir la nada existente entre ellos—: cuanto más se alarga, hay mayor probabilidad de que venga un instante a terminarlo. En este contexto, el concepto de siempre pasaría a ser sustituido por el de todas las veces; el pasado viene a ser un hábito por medio del cual el ser se repite en cada ins-

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tante para no perder su identidad, y el futuro —la duración continua— sólo tiene sentido si existe progreso estético o moral. Resta la postura de la física, que a pesar de la relatividad y de la posibilidad de viajar en el tiempo, viene a ser la más sencilla. Al ser la ciencia una disciplina creadora de modelos que puedan explicar satisfactoriamente los sucesos del mundo, el concepto de tiempo no tiene por qué ajustarse a la realidad en cuanto tal, sino más bien, comportarse de una manera ideal para poder estudiarlo y relacionarlo con otros conceptos. El comportamiento ideal difiere del verdadero solo en grado, no en especie, constituyendo así un modelo manejable. De este modo, el tiempo solo tiene sentido en la medida en que sucedan cosas que nos permitan notar que el tiempo ha transcurrido. Los sucesos quedan así ordenados en una sucesión sobre un tiempo unidimensional, mas no por ello irreversible. Estrictamente, no hay evidencia en las leyes del movimiento, mecánicas o electromagnéticas, que nos impidan hablar de un tiempo reversible. La única evidencia física es un concepto llamado entropía, que tiene que ver con el desorden existente en el universo: conforme pasa el tiempo, la entropía del universo aumenta, manifestándose, entre otras formas, en la expansión y separación de las galaxias.


La vida es breve, el arte vasto, la oración instantánea y

TIE M P O , C U E N T A S Y C U E N TO S Autor Iván Camacho Anguiano

el experimento incierto.

Pero este segundo solar, debido a las características cambiantes del movimiento terrestre, dejó su lugar para dar paso a un segundo basado en la radiación electromagnética; concretamente, la emitida por el cesio 133. El tren de ondas proporciona una serie natural de sucesos —crestas, valles, etcétera— regulares. Así, el segundo se definió como la duración de 9,192,631,770 periodos de radiación del cesio.

medición del

tiempo

En lo que se refiere a medidas de tiempo más largas, el patrón de tiempo varía enormemente. Como ejemplo baste mencionar que para los hindúes, la unidad de medida del ciclo más pequeño es el yuga o edad. Un yuga está dividido en una aurora y un crepúsculo que enlazan las edades entre sí. Un ciclo completo, o mahayuga, se compone de cuatro edades de duración desigual, de las cuales la más larga se encuentra al principio del ciclo y las más corta al final. Así, la primera edad o Kritayuga dura 4,800 años; la tretayuga, 3,600 años; la dvaparayuga, 2,400 años y la Kaliyuga sólo 1,200 años. Por consiguiente, un mahayuga dura 12,000 años. Si cada uno de estos mahayugas se considera como un año divino, tenemos que para un ciclo cósmico completo —con 360 años divinos— son necesarios 4,320,000 años. Un millar de mahayugas constituyen un kalpa; 14 kalpas hacen un manvantara, que vendría a ser algo así como una semana en la vida de Brahma, para el que cada kalpa es un día o una noche.

D

ejando a un lado las diferentes consideraciones con respecto a la naturaleza del tiempo, no escapa a nuestro entendimiento que es necesario coincidir en una forma de medir su duración. En este sentido, el segundo es la unidad aceptada internacionalmente como medida de tiempo. Pero ahora surge una nueva pregunta: ¿cuánto dura un segundo y cómo se determina? En un principio, se utilizó un segundo solar, basado en el movimiento de la Tierra alrededor del Sol. Así, el segundo solar medio fue definido como la fracción 1/86,400 de un día solar medio, que a su vez era un promedio de la duración de los días en un año llamado tropical —el tiempo entre dos equinoccios primaverales sucesivos—.

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La cuenta que llevamos, y que ha sobrepasado los 2000 años, se inició en el siglo VI, cuando, hacia el año 525, el papa Juan I le encargó a Dionisio el Exiguo la tarea de calcular el día en que se debía festejar la Pascua de Resurrección el año siguiente. En ese entonces, los años no se contaban como ahora, sino a partir de la coronación del emperador Diocleciano. El primer anni Diocletiani corresponde al 284 de la era cristiana. Dionisio no estaba de acuerdo con contar los años así, porque reconocía en la figura de Diocleciano a un emperador anticatólico. Confeccionó entonces las tablas pascuales, contando los años desde el momento en que él creía había nacido Cristo. Fue el M oh primer a me d iantecedente b n A l K h wde u alo r ique zm icon el tiempo se difundiría en gran parte del globo: la era cristiana. Por aquellas épocas, en Europa se utilizaban los números romanos, que no incluyen el cero ni el sistema posicional que hoy manejamos. Así, la cuenta comenzó con el año 1, y Cristo debió cumplir su primer año hasta el año 2, aunque los estudios más recientes dicen que debió nacer entre el año 4 y 6 antes de Cristo. Solo hasta el año 825, tres siglos después, un matemático árabe de nombre Mohamed ibn Al Khwuarizmi, en un libro titulado Algoritmi de numero indorum introdujo el concepto —tomado de la cultura hindú— del sunya, el vacío o cero. En lo que respecta al calendario, ya en el año 2780 antes de Jesucristo, los sacerdotes egipcios crearon un calendario solar de 365 días, dividido en doce meses, con cinco días sobrantes que consideraban festivos. Posteriormente, los griegos hicieron uso de los conocimientos astronómicos vigentes en la Edad de Bronce para regirse con un calendario también de 365 días. 19

Este mismo calendario fue adoptado en Roma, pero los sumos sacerdotes lo manipulaban de acuerdo a intereses particulares y al final fue distorsionado en su relación con el tiempo real. Cuando en el año 46 antes de Jesucristo, Julio César se dio a la tarea de reformar el calendario, tuvo necesidad de añadir tres meses para que las estaciones volvieran a coincidir con las fechas. La reforma juliana se basaba únicamente en el Sol y no guardaba relación alguna con las fases de la Luna. Tenía 365 días, con un día adicional que se añadía cada cuatro años. No obstante, al paso de los años el calendario juliano demostró cierta inexactitud. En el siglo XVI llevaba un retraso de diez días respecto a las estaciones y eso llevó al papa Gregorio XIII a ordenar nueva revisión. Para realizar la corrección requerida, era necesario descontar diez días al año y reducir su duración media. La reforma se dio a conocer el 24 de febrero de 1582, aunque se llevó a efecto a partir del cuatro de octubre de ese mismo año, día al cual siguió el viernes 15, debido a la eliminación de los diez días sobrantes. Antes de la reforma, todos los años que marcaban un siglo se consideraban bisiestos. Después de la corrección hecha por el papa Gregorio XIII, sólo eran bisiestos cuando eran divisibles entre cuatro. El resultado es un calendario más aproximado al año solar, por la eliminación de tres años bisiestos cada cuatro siglos. El margen de error del calendario gregoriano es pues, de un día cada 3333 años.


TIE M P O , C U E N T A S Y C U E N TO S Autor Iván Camacho Anguiano

Principio y fin del

Si el tiempo nos espanta es

tiempo

porque hace la demostración; la solución viene luego.

AL B E R T C A M US

E

n la mayor parte de las sociedades primitivas, el Año Nuevo equivale al levantamiento del tabú de la nueva cosecha; es decir, cuando se proclama que es comestible e inofensiva para toda la comunidad. Aunque hace ya mucho que dejamos de ser una comunidad agrícola, en todas partes existe aún una concepción cíclica del tiempo, de la existencia de un inicio y una terminación de periodos temporales. Estos ciclos, aunque están basados en las observaciones de los ritmos biocósmicos en general, se encuadran en un marco cultural mayor: el de las purificaciones periódicas y la regeneración, también periódica, de la vida.

tiempo profano, anulando así los errores y pecados —alejamientos del arquetipo— que producen sufrimiento, para empezar de nuevo. Esto trae consigo la posibilidad de la regeneración continua del mundo y el acceso a la eternidad. En lo que se refiere a restaurar el caos primordial existente antes de la creación, los intentos generalmente se encausan a la celebración de orgías, bacanales, y cualquier fiesta que suponga excesos.

Estas prácticas culturales tienen por objeto abolir el tiempo transcurrido, restaurar el caos primordial y repetir el acto cosmogónico. Así, mediante la repetición del acto de la creación, se regresa al momento en que tanto el mundo como el tiempo fueron creados. Haciendo coincidir el instante mítico y el momento actual, se pretende abolir el

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Al conferir al tiempo una dirección cíclica, se anula su irreversibilidad. Todo puede recomenzar por su principio. El pasado pasa a ser sólo una prefiguración del futuro. El tiempo se limita a hacer posible la aparición y la existencia de las cosas. No tiene ninguna influencia decisiva sobre esta existencia, puesto que también él se regenera sin cesar. La repetición del tiempo tiene el sentido de conferir realidad a los acontecimientos.


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Ángeles M a s t ret ta

Llevaba mucho tiempo de perseguir su destino

como para no saber que lo estaba encontrando. Ángeles

L

a belleza de la simplicidad, el brillo de lo cotidiano y lo extraordinario en la rutina, así como una serie de letanías sobre lugares, personas y recuerdos, son algunos de los elementos que conforman la obra de la escritora poblana Ángeles Mastretta.

M a s t re t t a

Ignorada al comienzo de su carrera por gran parte de la mal llamada crítica especializada, Ángeles ha conseguido reivindicar el placer de la lectura como un asomo a lo cotidiano, a las conversaciones con los seres queridos y a lo divertido e irónico que puede resultar estar vivo, al mismo 22

tiempo que lucha por mantener viva la memoria de todo aquello que vale la pena ser recordado. Para muchos lectores, sumergirse en el mar de sus palabras es como un juego, como una conversación que no tiene por qué dirigirse a ningu-


na parte, ni brindar respuestas de ningún tipo, y que sin embargo, en ocasiones se transforma y consigue envolvernos en la calidez de la comunión: al relatar su infancia va también narrando la nuestra —por comparación o por similitud—; al hablar de sus padres, evoca también a los nuestros; al describir su querida Puebla, nos hace añorar el terruño propio… Así, su literatura se mueve con maestría por aquellas regiones de la memoria a las que todos tenemos acceso interior, lo que la vuelve, sin más, entrañable. Cómo escribo está relacionado con por qué escribo. Escribo para contar el mundo —según yo para trastocarlo, aunque ya no lo creo tanto—; para guardarlo… a veces, ahora pienso, que para heredarlo… Al margen de los círculos intelectuales mexicanos, Mastretta destaca por su simplicidad y por la sencillez con la que escribe, virtud poco apreciada por una crítica que desdeña todo aquello que parece fácil, como si toda filosofía tuviese que ser compleja para ser profunda, o como si toda la literatura tuviese que ser melosa y rebuscada para cifrar con precisión el terreno de lo humano. Ángeles no pretende una filosofía precisa; la abstracción de sus relatos no busca —aunque a veces lo consigue— ir más allá de la memoria y la añoranza de sus muertos. Basta escucharla para darse cuenta de que se está en presencia de una verdadera escritora, de una artista, y de la injusticia que puede cometer la academia cuando trata de encasillar al arte en sus dominios. Consciente de que con frecuencia usar ese adjetivo es menospreciar, Mastretta es renuente a calificar su literatura de feminista. Puede llegar a serlo, en el sentido de que está escrita desde quien habita el cuerpo de una

mujer que ha vivido los lastres de un machista siglo XX, pero su pretensión no es elaborar panfletos reivindicadores; en sus páginas abundan las mujeres inteligentes, liberadas, de ojos grandes, que ejercen un matriarcado prudente y silencioso. A través de sus historias honra a todas aquellas que lucharon, de una manera más sutil —y quizá también más inteligente— para sembrar esos derechos que las mujeres de finales del siglo comenzaron a cosechar. El placer que representa leer y escuchar a Ángeles Mastretta otorga veracidad a la descripción que hace, en El mundo iluminado, de la secta a la cual pertenece, la secta de los conversadores: Yo vengo de un tiempo humano, cada vez más remoto, en el que conversar era el don, el privilegio y la costumbre más encomiable. No sé si ese tiempo tuvo un lugar o si a lo largo de los siglos estamos distribuidos, aquí y allá, los habitantes de su espacio. Creo más probable esta segunda opción, la creo porque he aprendido a reconocer de lejos a los miembros de esta especie de secta cada vez más exigua que podríamos llamar los conversadores. […] Impúdicos y desmesurados se vuelven invulnerables, porque todo lo suyo lo comparten. Y si un problema tienen, es el que los hace vivir corriendo el riesgo de derivar en chismosos. Nada tan despreciable para un conversador como un chismoso y, para su desgracia, nada más cercano a la vera del acantilado por el cual caminan. Antes que nadar, comer, dormir o cualquier otro placer parecido, los conversadores prefieren intercambiar palabras. Sólo los besos y sus prolongaciones son tan placenteros para un conversador como las palabras. Tal vez porque los besos están emparentados con las palabras, y el amor puede ser una conversación perfecta. 23


Re s e ña

fotografía Colaboración Juli Coniglio

e s te n o p e i c a

E

l origen de la fotografía como la conocemos actualmente, se remonta a esta técnica primordial, basada en la aplicación rudimentaria de las leyes ópticas. El instrumento cámara, construido artesanalmente con material reciclado, actúa como un cuarto oscuro portátil. Este consiste en un objeto en forma de cilindro o prisma totalmente opaco, en donde se colocan uno o más estenopos (perforaciones), cuyos diámetros, determinados con fórmulas precisas, permiten la entrada de la luz mediante un sistema de obturación especialmente diseñado.

y fijación de la imagen negativa obtenida, misma que posteriormente es positivada por contacto. El ejemplo de papel positivado que aquí se retrata, muestra distintos estenopos y una distorsión dada por la curvatura elíptica del soporte. La fotografía, tomada en un parque de la ciudad de Buenos Aires en un día nublado y mediante la ayuda de un trípode, muestra unas áreas centrales mayormente definidas y el típico viñeteado y sombreado lateral. Durante el revelado por observación se favorecen los tonos medios y las diferentes escalas de grises, en lugar de un contraste más contundente. La repetición de algunas partes del sujeto según distintos tiempos de exposiciones, crea un patrón que le da un aspecto onírico y misterioso a la obra. No existe en este tipo de técnica un visor de encuadre ni una verdadera posproducción, con lo cual el resultado final es impredecible.

Según un aproximado pero milimétrico manejo del tiempo de exposición, la imagen latente se refleja en un papel fotosensible colocado previamente, a oscuras, en el interior del instrumento. Una vez terminada la toma, el papel se descarga en un cuarto alumbrado únicamente por luz roja, en donde empieza el proceso químico y manual de revelado por observación, paro

Positivado en papel sensible B/N. Técnica: fotografía estenopeica.

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Re s e ña

fotografía Colaboración Juli Coniglio

minolta

E

sta fotografía fue tomada con una cámara Minolta analógica semiautomática durante la madrugada. Se decidió dejar de lado las configuraciones manuales de apertura del lente en pos de un mejor control lumínico e intervenir principalmente en la velocidad de obturación y en la distancia focal. Fue utilizado un rollo de 35 mm intervenido con un viraje

al cyan, que suaviza las sombras más oscuras y difumina los tonos medios y las luces altas, creando un paisaje fantástico y etéreo. La línea de horizonte y el encuadre centrado le otorga estaticidad a la imagen aun cuando el sujeto parece estar suspendido en la niebla matutina. Se eligió retratar el elemento vertical que recuerda nostálgicamente un navío en alta mar o una torre de televisión más bien futurista.

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Re s e ña

Religión & misoginia Autor Ikram Antaki

G O DI V A jOHN COLLIER, 1898

L

a evolución acelerada en las sociedades modernas obliga a las religiones a revisar su misoginia: las mujeres ya no se dejan fácilmente encerrar en la dialéctica Eva-María; se acercan a Lilith, la primera mujer de Adán, que se ha rebelado cometiendo blasfemia al pronunciar el nombre de Dios.

los integrismos se oculta el rechazo absoluto de esta figura femenina. Sin embargo, ninguna de las religiones monoteístas puede eludir la gran cuestión de su adaptación al mundo; las mujeres ya no pueden contentarse de las solas fuentes bíblicas como modelo de formación. La religión, a la vez que respetar los textos sacros, debe adaptarse a un medio social, político, psicológico, científico, que ha modificado los datos; los valores de este nuevo mundo llevan nombres magníficos: tolerancia, igualdad, libertad, derecho.

La tradición talmúdica retoma un mito sumerio-babilonio y la transforma en demonio; pero más allá de la leyenda, Lilith era la mujer que dice no a la sumisión y a la inferioridad. Es intolerable para los religiosos; detrás de todos 26


hombre como sus ángeles, sus servidores, sus patriarcas. La humanidad primitiva ha sido dominada por lo femenino; con el triunfo de la sedentarización agrícola, la sociedad se ha vuelto absolutamente patriarcal. El inconsciente colectivo no podía más que llenar el cielo de dioses varones.

La misoginia de las religiones se acomodaba con el estado de las sociedades que las han fundado. Los fundamentalistas no son tanto una resurgencia, sino la permanencia de un modo de ser inmutable. La misoginia de las religiones es racismo; Dios no puede ser racista. Estoy convencida que la misoginia no es una creación de las religiones, sino una dimensión psicológica del hombre. No hay que ser muy severo con los siglos pasados, ése era su mundo. El occidente cristiano ha privilegiado la misoginia porque se construyó sobre la interpretación de San Pablo; misma que está fundada sobre la noción de pecado original. Hay un primer pecado, por supuesto, en la medida en que la humanidad, al liberarse de las otras especies por mutaciones sucesivas, conoció un principio de libertad; es decir, la posibilidad de hacer el bien y el mal. La creencia en una condena de la humanidad, en su principio, supone que Adán y Eva eran dioses sobre la tierra, capaces por consecuencia de una falta de dimensiones cósmicas. Teilhard de Chardin decía que no existe sobre el planeta ninguna cicatriz del paraíso terrestre: es un mito; si renunciamos al paraíso, abandonamos necesariamente la falta. Freud decía que toda civilización, para construirse, necesita de renuncias culturales. Probablemente ya ha llegado el tiempo de esta renuncia cultural al machismo, porque la pareja propuesta desde hace siglos ya no funciona; hay alienación mutua: la ambivalencia entre la mujer que sufre y paga las culpas y la mujer que seduce y debe expiar ya no se puede mantener. Ahora, la pregunta que debe hacerse es la siguiente: ¿por qué las religiones de salvación han buscado disminuir a las mujeres? ¿Por qué han mostrado tal ingeniosidad? Porque, contrariamente a los dioses paganos, que tenían ambos sexos, el dios de los monoteístas es

Como el sexo es el único motor de la conducta humana capaz de hacer fracasar la empresa clerical, el combate contra el sexo va a tomar una dimensión formidable. A la pregunta de si Dios es misógino, hay que contestar que con Dios no tenemos problemas. Los problemas los tenemos con sus oficinas sobre la tierra. Aún en el islam, donde la condición de las mujeres es infinitamente más dura que la nuestra, Mahoma no era tan duro como sus sucesores. Cuando murió y se pusieron a censar y autentificar sus dichos, los teólogos recurrieron a sus mujeres, principalmente a Aisha. Dijo el profeta: “tomen la mitad de mi verdad de la boca de Aisha”; pero los siguientes no tuvieron la confianza en ella que el profeta tuvo. ¿Por qué?, porque se consolidó el poder y se formalizaron las instituciones. El mundo del profeta era una sociedad seminómada, donde las mujeres contaban mucho. Con el tiempo, esta sociedad se volvió el imperio más brillante del mundo civilizado conocido entonces. El siglo IX fue su siglo de oro; fue también el siglo que vio la desaparición total de las mujeres de la escena pública. Yo pensaba, cuando creía en el progreso de una manera infantil, que el desarrollo de las civilizaciones hacía más fácil la liberación de las mujeres. Me equivoqué: la historia muestra que los desarrollos de la civilización se hacen, a menudo, en contra de las mujeres. Se puede ser una civilización de sabios, de filósofos, de científicos, y borrar a las mujeres del mapa. Los dos registros —el del pensamiento por un lado y el del igualitarismo por el otro—, no pertenecen al mismo registro. Fuente Ikram Antaki en El banquete de Platón

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Re s e ña

calendario c u lt u ral a b r i l m a y o

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Conferencia con F. Krauze Seminario de Cultura Mexicana

Jueves 14 de abril, 20:00 horas Casa Chihuahua Entrada libre

Concierto Música mexicana para piano Programa Permanente de Música para Piano presenta el concierto Bajo la dirección de la Mtra. Anush Vardanyan

Miércoles 27 de abril, 19:00 horas Auditorio de la Facultad de Artes Entrada libre

Cuerpo Etéreo Compañía de Danza Contemporánea de Monterrey, Nuevo León.

Domingo 10 de abril, 19:00 horas Teatro de la Ciudad

Obra: Lombrices Obra de la autoría de Pablo Albarello y bajo la dirección de Diana Laura Bravo Contreras Clasificación B

Sábado 16 de abril, 17:00 y 19:00 horas Teatro de la Facultad de Artes -$50 general -$25 estudiantes,maestros y personas de la tercera edad. -$15 estudiantes del Colegio de Bachilleres.

Cuarteto de guitarras Tiento Primer Festival de Música de Cámara

Jueves 28 de abril, 20:00 horas Casa Chihuahua Entrada libre

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Concierto Estampas Musicales: entre el barroco y el impresionismo Programa Permanente de Música para Piano presenta el concierto a cargo de Ibzán Minjares y Brenda Ornelas bajo la dirección de la M.A. Lizeth Alba.

Miércoles 13 de abril, 19:00 horas Auditorio de la Facultad de Artes Entrada Libre

Festival de Artes Visuales. Inauguración de las exposiciones De Colectivo División del Norte y María José Seáñez

Lunes 21 de abril Casa Siglo XIX Entrada libre

Velada de música de cámara: la música como parte de una integridad infantil Maestros del Centro de Estudios Musicales Chihuahua

Sábado 30 de abril, 19:00 horas Quinta Gameros Entrada Libre


Obra: Esa melancolía que le da a uno a veces. Obra de Alejandro Ricaño. Compañía La Bodega, dirección de Rubén Jordán, actúan Rogelio Quintana, Melissa Baca y Lizzeth Loya.

Todos los jueves de abril, 20:30 horas Teatro Bárbaro

Concierto del Centro de Estudios Musicales Centro de Estudios Musicales

Jueves 12 de mayo, 20:00 horas Casa Chihuahua Entrada libre

Concierto de violín y violonchelo

Dúo Contratiempo

Jueves 19 de mayo, 20:00 horas Casa Chihuahua Entrada libre

Concierto Presagios Americanos Boris Díaz

Jueves 5 de mayo de, 20:00 horas

Obra: Sucia y muy #!@%!!, historia de amor Festival de las Artes Escénicas

Casa Chihuahua

Viernes 6 de mayo, 19:00 horas

Entrada libre

Teatro de la Ciudad

Obra: Damas que cenan y no almuerzan Obra de la autoría de Víctor González y bajo la dirección del Colectivo Gorgonas Teatro Clasificación B

Sábado 14 de mayo, 17:00 y 19:00 horas Teatro de la Facultad de Artes -$50 general -$25 estudiantes,maestros y personas de la tercera edad. -$15 estudiantes del Colegio de Bachilleres.

Concierto Velada íntima: Haydn, Beethoven y Mendelssohn Programa Permanente de Música para Piano presenta el concierto Bajo la dirección de la Mtra. Anush Vardanyan.

Exposición gráfica

Exposición como parte de los eventos de la Temporada de Arte primavera-verano

Miércoles 18 de mayo, 19:00 horas Mediateca Municipal Entrada libre

Jornadas El Coleccionista: Un cuento fantástico Orquesta Sinfónica José Pablo Moncayo CEM Chihuahua

Miércoles 25 mayo, 19:00 mayo

Sábado 28 de mayo, 18:00 horas

Auditorio de la Facultad de Artes

Quinta Gameros

Entrada libre

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Entrada libre


L ITER A RI A Colaboración Hector Daniel García Pérez

P a s t or a l Amer i c a n a

philip roth

rarse e integrar su cultura a los Estados Unidos. El Sueco es todo aquello que un norteamericano honorable tiene que ser: esposo modelo, ciudadano ejemplar y un hombre patriota, devoto de su país. Pero un giro inesperado fractura la vida de Seymour. ¿Qué hacer cuando tu sangre cuestiona tus decisiones? ¿Cómo calmar una mente rebelde con una energía histérica y un sentimiento heroico contrario al propio? Y aún más complejo: ¿qué medidas tomar cuando ese espíritu es el de tu hija?

L

a posmodernidad en su esplendor. Esa sería, posiblemente, la reseña más atinada de la obra. Los paradigmas culturales y sociales del arquetipo norteamericano, representados en el cuerpo y espíritu del Sueco, esbozan el sueño de todos aquellos desplazados en búsqueda de la aceptación de un pueblo reiterante en su hostilidad hacia la diversidad.

Ambientada durante los años 60 del siglo pasado, en las gloriosas épocas vividas en Nueva Jersey, Seymour Irving Levov es el estandarte clave de una comunidad ―de tantas habidas en esas tierras― errante y heterogénea; un símbolo de la sociedad judía, que intenta levantar la mano y hacerse ver. Es el joven que demuestra la posibilidad, para un nuevo pueblo, de instau30

Todo esto conforma una problemática central en la obra, una de tantas. La sátira que realiza Philip Roth de la nación americana va más allá de una crítica a los parámetros obsoletos del hombre y la mujer ideal. El autor cuestiona hasta qué punto la ingenuidad se convierte en negligencia, y la negligencia en incapacidad humana. Los pasos que damos tienen consecuencias ahincadas más profundamente de lo que podemos ver, y en una sociedad tan cuadrada, los círculos se perciben a kilómetros. El sinsentido de la posmodernidad asoma su cabeza en la vida de los personajes e incita a quedarse para averiguar su impredecible final.


mo yan

shifu,harías c u a l q u i er co s a p or d i ver t i r t e

M

o Yan, considerado uno de los autores contemporáneos más influyentes, posee también un sentido creativo muy apegado a las realidades de su pueblo. En este libro, conformado por ocho escritos breves, Mo Yan rompe su tradición novelística y reivindica el peso de los relatos cortos. Dota de singularidades cada una de las obras, pero no por ello evade la homogeneidad de la idea central: la crítica social a la China del siglo XX, sumergida en un turbio panorama de decadencia. En cada historia el autor describe imágenes y escenarios plagados de una cruda realidad suscitada diariamente: hambruna, falta de empleo y desarrollo, problemas políticos y carencia de libertad; entre muchos otros, son los ejes temáticos de sus relatos. En el texto central de libro, Ding, un viejo obrero que ha dedicado más de cuarenta años de su vida a 31

trabajar en una fábrica municipal, es despedido poco antes de su jubilación. Ello desata una crisis emocional y económica en el anciano, al encontrarse de pronto ante un panorama terriblemente desfavorable. El viejo Ding no encuadra en el plan nacional de este país que pretende ser visto como moderno, mientras trata de maquillar sus atrasos económicos, políticos, educativos, culturales y sociales. Sin embargo, el aliento, la fuerza y la energía que caracterizan a la república asiática, se consagran en este personaje, que gracias a su visión emprendedora, logra no sólo subsistir, sino convertirse en un microempresario exitoso. Afortunada o desafortunadamente, un nuevo acontecimiento estremece el mundo de Ding, quien se ve obligado a tomar una decisión crucial para su vida.


Re s e ña

CI N E M A TO G R á FIC A Colaboración Emmanuel Sánchez

the mirror a n d r e i t a r k o vs k i

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sforzarse por discernir el mensaje, ensamblar la línea argumental o formular hipótesis interpretativas en torno al cine de Andrei Tarkovski no es, posiblemente, la mejor manera de asimilarlo y apreciarlo. Lo incomprendido de su obra se debe comúnmente a sus característicos saltos argumentales, largas tomas y temáticas complejas, que si bien no imposibilitan el contenido, sí lo convierten en un autor difícil. Sobre este tema nos dice en su libro Esculpir en el tiempo: “Ya he dicho que el arte incide sobre todo en las emociones de una persona y no tanto en su razón. Su meta es «reblandecer» su alma, hacerla receptiva para lo bueno, pues al ver una película valiosa o un cuadro bello o al escuchar buena música, desde el principio no es la idea como tal la que te cautiva y te conmueve.” El espejo es la quinta cinta del director, y para muchos, la más característica producción de su carrera. En ella manifiesta el completo desprendimiento del argumento lineal tradicional y así forma, a través de fragmentos constituidos por recuerdos, viajes oníricos y experiencias intrínsecas, un verdadero collage que constituye el ejercicio de la remembranza.

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En su obra Andrei Tarkovski, Carlos Tejada nos dice que “los recuerdos no vienen como una entidad lineal, sino en forma de secuencias, por emplear un término cinematográfico, de un hecho o una vivencia completa.” De ahí la estructura de El espejo como un cúmulo de experiencias y sueños que en su conjunto conforman una especie de álbum familiar o mapa emocional en movimiento del cineasta; una técnica ya antes explorada en otros campos, que alude a las búsquedas de Marcel Proust por recuperar el tiempo o el fluir de conciencia que William Faulkner dominó con maestría. Alexei, el protagonista de El espejo, encarna al alter ego de Andrei Tarkovski y viaja a través de diferentes momentos de su vida para dibujar las figuras más memorables, secuencias que se complementan con los poemas de Arseni Tarkovski, su padre. El filme contempla un acercamiento muy personal al ser el mismo director quien proyecta en la cinta sus experiencias personales, labor esta difícil de realizar y metafóricamente manifiesta en la primera escena: una logopeda atiende a un joven paciente con tartamudez, hasta que este logra pronunciar palabras sin impedimentos. Tarkovski supera la tartamudez para lograr comunicar experiencias a través del joven arte del cine. Sumamente íntimo, pero trasparente, formula a personajes que contienen una impresionante energía condesada, latente en su contexto y en sus acciones. No hay ni qué decir en cuanto a la fotografía: la impresión estética reafirma su calidad artística. En su libro, Tarkovski confiesa que muchas veces se vio desanimado por sentirse incomprendi-

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do: por el público que le enviaba cartas exigiendo una explicación para saber de qué hablaba la película; por críticos, que en esfuerzos por interpretar su obra se alejaban más de lo que él, como artista, quería transmitir, y hasta por el mismo staff, que hacía sugerencias irreverentes. Pero luego encontraba consuelo en personas que con toda sinceridad habían asimilado el filme y comprendían, a un nivel más humano, lo que quería retratar en su obra. Con respecto a El espejo, una correspondencia a Tarkovski decía: ¿De qué se trata esta película? Del hombre. Por supuesto que no de aquel hombre concreto, de cuya voz en off se ocupa Inokenti Smoktunoski. No. Es más bien una película sobre ti mismo, sobre tu padre y tu abuelo. Una película sobre el hombre que vivirá cuando tú hayas muerto, pero que será un «tú». Es una película sobre el hombre que vive sobre la tierra, que a su vez es parte de ese hombre. Una película sobre el hecho de que el hombre ha de responder con su vida ante el pasado y ante el futuro. Esta película hay que verla, eso es todo, escuchando devotamente la música de Bach y las poesías de Arseni Tarkovski. Y hay que verla como se contemplan las estrellas, el mar o un paisaje bello. Se echará de menos la lógica. Pero esta, en el fondo, no explica qué es el hombre y en qué consiste el sentido de su vida. El espejo es una película difícil, pero no en el sentido intelectual. El arte se abre no al intelectual de criterio y lenguaje artificioso, sino al espectador que con sinceridad y humildad anhela comprenderse mejor a sí mismo y al mundo que lo rodea.


c ul t u r a i nd í g e na Poesía Martín Makáwi Tr a d u c c i ó n E n r i q u e S e r v í n Colaboración del Instituto Chihuahuense de la Cultura Resurgimiento de la literatura indígena Edgar Adrián Moreno Pineda

E

l presente poema es obra del escritor y promotor cultural tarahumara Martín Makáwi, originario de la comunidad de Ipó, Ejido de Basíhuare, municipio de Guachochi. La escritura de poesía en tarahumar es un fenómeno reciente y tuvo su origen entre los maestros bilingües y los promotores sociales que a partir de la década de los ochenta comenzaron primero a transcribir canciones tradicionales tarahumaras y luego, a componer poesía propia en su lengua materna. A la fecha, dos personalidades han destacado en este ámbito, aportando una obra que ya es digna de contarse entre lo más valioso de la li-

teratura indígena de nuestro país. La primera fue Dolores Batista, promotora social de la comunidad de Ojachíchi, municipio de Carichí, quien tradujo a poetas tales como Omar Khayyam al rarámuri, llegando a publicar un cuaderno de narraciones en tarahumar, así como poemas sueltos en algunos periódicos y revistas del estado. El otro es Martín Makáwi, quien siguiendo el ejemplo de Dolores Batista ha continuado con la tarea de generar una poesía escrita en este importante idioma amerindio. A la fecha, Makáwi ha sido receptor de diversos reconocimientos y apoyos, y ha participado como becario en el programa de traducción literaria del Banff Centre de Alberta, Canadá.

Chókame suléame Je’ná bamí mapu simárali ‘á belá ta wi’káwaka nokísi pe kuwána ta kú e’nésa má ké tási ta machí kámi riká buurúa. Má síile pá chókame suléame ‘á belá ichaísimi sitákame rakáala. Népi wabé nochásimi chahkéna ‘nátami ‘á belá láa kaenásimi ba’wí ki’yáwala.

Los de negro corazón Estos últimos años hemos extraviado tanto el camino que si volteáramos hacia atrás ya no sabríamos ni por dónde corrían los caminos. Llegaron los de negro corazón y fueron sembrando semillas de sangre. Cómo se afanan los de negro corazón en convertir en sangre el agua antigua.

Tr a d u c c i ó n E n r i q u e S e r v í n

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RESURGIMIENTO DE LA LITERATURA INDígena Te x t o E d g a r A d r i á n M o r e n o P i n e d a

Cuando escuchamos la palabra literatura se nos vienen a la cabeza obras de autores como Miguel de Cervantes, Shakespeare, Octavio Paz o Sor Juana Inés de la Cruz, que gracias a su gran capacidad poética y narrativa se han convertido en referentes mundiales en el ámbito de las letras.

gua; es decir, en la vitalidad que esta tiene entre sus hablantes, que hacen florecer nuevas expresiones discursivas como la poesía, los cantos, las adivinanzas, los cuentos o las novelas, las cuales generan una reafirmación de identidad de las personas hacia su idioma. Como resultado de lo anterior, nos encontramos actualmente ante la presencia de una apropiación de los medios escritos por parte de las comunidades indígenas a lo largo del país — como los nahuas, los mayas y los zapotecas—, que muestran un desarrollo literario a través de las más diversas expresiones.

Sin embargo, la literatura no es un recurso del que únicamente gocen las grandes lenguas como el inglés, el español, el francés, el árabe o el griego. Este arte se ha manifestado en una enorme variedad de idiomas —muchos de ellos poco conocidos—, dando como resultado la creación de expresiones literarias verdaderamente dignas de admirarse. Así, por ejemplo, la literatura se desarrolló en el continente americano antes de la llegada de los españoles, dando origen a obras como el Popol Vuh, escrito en kiché o la poesía de Nezahualcóyotl, en náhuatl.

El estado de Chihuahua no se ha quedado atrás en este auge de la literatura indígena, con literatos reconocidos a nivel internacional como Dolores Batista, Martín Makáwi y Martha Akalówari, quienes escriben en idioma tarahumara.

Con frecuencia se hace una diferenciación entre las lenguas de tradición oral y las de tradición escrita —aquéllas que han desarrollado un sistema de signos gráficos—. Pero esta distinción no significa que las orales no se puedan escribir: cualquier lengua del mundo puede ser escrita y generar textos para sus hablantes. Estos se forman en el dinamismo de la len-

Estamos presenciando un emitente resurgimiento de la literatura indígena, que más allá de la esfera literaria puede convertirse en un elemento crucial en el desarrollo, expansión y apropiación de las lenguas indígenas en México, que con el impulso y apoyo de literatos locales podría coadyuvar a frenar el desplazamiento lingüístico que están experimentando muchos idiomas.

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Cre a ció n l it e ra ria

Colaboración Aniela Rodríguez

this is

just to say

D

e un lado estaba él, Abundio, y del otro estaba yo, Marcela. De un lado él, Abundio, dibujaba extraterrestres en su taza de unicel, y del otro yo, Marcela, perforaba con los dientes hasta lograr hacer un hueco por donde el café se escapara cada vez que diera un sorbo. Teníamos tres años de haber compartido desayunos juntos, y él, Abundio, seguía dibujando arañas patonas en la textura clara de los vasos desechables. Yo, Marcela, aún dejaba las llaves tiradas en los sillones cuando volvía del trabajo para encontrarme que tú, Abundio, otra vez te habías desgarrado las manos pegándole al espejo. El caso es que yo, Marcela, esperaba encontrarme un día sola frente a la mesa del té para poder sentir que tú, Abundio, me abandonabas poco a poquito y luego volvías para darme un beso lleno de saliva que me manchaba la cara y con el que tendría que volver a maquillarme y con el que te diría a ti, Abundio, que eras un animal rabioso o un bichito nocturno o un perro que parece más bien gato o yo qué sé. El caso es que tú, Abundio, habías dejado de esperarme frente a la televisión, dejándole más bien a la suerte eso de los cariñosos lengüetazos y empezabas entonces a hacer cosas

This is just to say I have eaten the plums

that were in the icebox.

WILLIA M CA RLO S WILLIA M s

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Abundio: esta carta es solo para decirte que hoy no he comprado más ciruelas. Que estoy cansada de que aparezcan hechas nudo entre el abanico y luego exploten entre las paredes. Que ya no puedo más con este regadero colores y de frutas y de moscas y de ciempiés brincándonos por las piernas, gritándonos que el abandono es un pulpo en su tinta estrellado en las paredes.

estúpidas como correr por la casa gritando que querías ser un pez de agua clara o que estabas harto de comer siempre lo mismo; y luego tú, Abundio, terminabas quitándome las pastillas y te metías siete en la boca y decías “estoy bien, Marcela, mi mundo no termina aquí. Marcela, te estoy abandonando”. Es por eso que yo, Marcela, he comprado vasos de unicel pretendiendo que ha desaparecido la vajilla de porcelana. Es por eso que tú, Abundio, has dejado de tomarte las pastillas y sientes que un cuervo te persigue por las noches, queriendo picotearte los pies. Yo, Marcela, recuerdo haberte sacado a la calle a tomar un helado; tú, Abundio, seguro no recuerdas haber salido a la calle a estamparte una bola de catastrófica nieve de cereza entre los pies rígidos, ser la confitería ambulante de la Bolívar con las miradas regordetas señalándote a ti, -mi Abundio- a través de aparadores y tintorerías. Y que nunca entenderás que ese olor a naftalina no escapa de tu helado, Abundio, que por más intentos que hagas jamás dejaré de ser un extraterrestre que dibujas en la sopa de fideos y en el café de los domingos, y que nunca volveremos a darnos un beso de las buenas noches sin que tu cuello se retuerza como un trapo mojado y deba yo acomodártelo poco a poquito, Abundio, descocado que restriega en las paredes su cuerpo de pollo a media horca.

Abundio y Marcela. Abundio. Es por eso que Marcela, está decidido, tome siete pastillas cada mañana y encuentre la forma de dibujar extrañas criaturas que emergen del rugoso unicel de los vasos del desayuno y tal vez estampe los rosetones del helado de fresa en las escaleras de los parques y aleje su lacia mano como una marañita de la que empiezan a salir enormes y peludas patas negras, y mire sus piernas y sienta los perplejos espejitos de las moscas que revolotean entre los cabellos y se clave unos alfileres en las manos para sacarse el exceso de aire de entre los huesitos para que tú puedas quererla, Abundio, para que tú puedas jugar a amarla o a sacarte de encima las ganas de romperle un beso ensalivado entre las pestañas donde pueda ahogarse sin temor a que las pirañas vengan a comérsela. Primero fue el polvo y luego fueron los hombres. Primero Dios creó a los animales y luego los frutos, y luego la tierra, y luego el fuego, y luego el aire. Y luego las grandes mentes, y luego el oxígeno. Y luego las bombas atómicas, y luego los vasos de unicel, y luego mis manos, que se entierran en las tuyas como migalas excitadas, que van creciendo de entre los nudillos para hacer un dibujo donde esté el universo y esté la vida y esté el aire y esté la tierra y esté Abundio… ¿estás escuchándome, Abundio?

Marcela y Abundio. Abundio y Marcela. Veintinueve años de edad y tres de un matrimonio que más bien podría traducirse en un mes de celibato y otro de irreverente sexo desfogado, y así sucesivamente hasta que pierdo la cuenta, y tú, Abundio, otra vez eres un animal rabioso necesitado de pieles y de gritos y de uñas enterradas en la espalda y de…

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ORQUESTA SINFÓNICA DE LA UACH Director Titular: Mtro. Raúl García Velázquez

SEGUNDA TEMPORADA 2016

Abril 14 “El trombón” Concierto para trombón V. Urbán Solista: Fernando Islas Director huésped: Gerardo Urbán Paraninfo Universitario, 20:00 hrs. Abril 28 “Amadeus” Sinfonía No. 25 o 40 Concierto para piano no. 21 Solista: Mauricio Nader Paraninfo Universitario, 20:00 hrs. Mayo 8 “Música del recuerdo para mamá” Canciones mexicanas románticas de México Solista: Mauro Calderón y soprano local Teatro de los Héroes, 18:00 hrs. Mayo 26 “Homenaje a Ernesto Talavera” Canciones de un compañero de viaje Mahler Oberturas y selecciones Solista: Mónica Talavera Paraninfo Universitario, 20:00 hrs. Junio 9 “El Hechizo de la Flauta” Concierto Reinecke Solista: Abraham Saenz Sinfonía No. 7 A. Dvorak Paraninfo Universitario, 20:00 hrs. Junio 21 al 26 “Conciertos didácticos” Museo Semilla

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