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El cambio climático y sus efectos en los viñedos.

La Fisiología, Productividad y ciclo fenológico de la vid depende de las condiciones climáticas y meteorológicas de una región. Con el aumento de la temperatura, la vitivinicultura debe adaptarse a los nuevos fenómenos extremos.

Uno de los asuntos que preocupan a los vitivinicultores de Baja California son los efectos del cambio climático en el crecimiento y desarrollo de la vid. Actualmente, no se puede ser ajenos a los datos que cada día se conocen sobre la variabilidad climática, el calentamiento global, la desertificación, la sequía meteorológica, hidrológica, geohidrológica prolongadala, provocando con ello la escasez de agua para riego, y una lucha encarnizada por los recursos naturales. Las temperaturas en ascenso en las ocho regiones vitícolas del estado de Baja California pueden producir cambios en el sabor de las uvas. Cuanto más calor, se genera mayor contenido de azúcar en las uvas, lo que luego se traduce en la formación de mapas contenido de alcohol en la fermentación, lo que a su vez modifica los compuestos minoritarios responsables de los aromas.

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Debido al aumento en la temperatura, se adelanta todo el ciclo vegetativo, por lo que se pueden llegar a presentar mostos sin desarrollo en todos sus componentes, observándose una merma en la concentración de antocianos, que son los pigmentos que causan el color rojizo del vino tinto. También, se producirá un aumento del pH y un descenso del nivel de acidez en los ácidos tartárico y málico, nivel que debe ser alto para preservar el buen estado de los vinos. En suma. Por efecto de las variantes antes mencionada, las vendimias en algunas zonas podrían adelantarse entre 9 y 2 días. Esto va a obligar a los viticultores a adaptarse a un nuevo escenario, en el que se necesitarán una serie de medidas paliativas, como reorientar las hileras de las vides o reordenar las hojas para obtener más sombra (sin aumentar la cantidad de las mismas para no afectar la tasa fotosintética). En un punto más extremo, se encuentra la opción de trasladar un viñedo a zonas más frescas, o sea, en la práctica, plantar un nuevo viñedo en otro lugar. En la zona vitícola de Baja California cada día se trabaja para innovar tecnologías que nos permitan adaptarnos y/o mitigar los efectos de este fenomeno, con el fin de obtener vinos que sean un fiel reflejo del lugar donde se producen, y del enológo encargado de interpretar el terruño.

No obstante, existen factores que cambian drásticamente e influyen en el cultivo de la vid. Años vinícolas extramadamente secos, pérdida de continentalidad en algunas areas no ayuda, precisamente, a elaborar vinos equilibrados, frescos y con una calidad alta y constante año tras año. Según un estudio de Coag, el Ministerio de Medio Ambiente y la Fundación Biodiversidad, el vertiginoso crecimiento de la población en el planeta en los últimos 200 años y el aumento del consumo individual, ha provocado un desgaste muy rápido de los recursos naturales, además del incremento de las emisiones de los gases de efecto invernadero (GEI).

¿Qué efecto tiene el cambio climático en el cultivo de la vid?

Las temperaturas: la vid es un cultivo resistente, en periodos de crecimiento vegetativo puede resistir hasta los -1.5 °C y en invierno hasta -12°C para las yemas y -20°C para la madera. Las temperaturas excesivamente altas (arriba de 35°C) o bajas provocan una parada vegetativa de la vid, en el peor de los casos, hasta la muerte.

Continentalidad: la diferencia de temperaturas entre el día y la noche es muy importante durante el periodo de maduración de las bayas, pues una gran amplitud térmica ayuda a conseguir vinos con una acidez natural equilibrada, además de fijar color y aromas. El cambio climático está provocando que esta continentalidad sea cada vez menos acusada.

La Sequía: la falta de agua es un problema acuciante en la actualidad. Cada vez llueve menos y cuando lo hace, en muchos casos, ocurre de una forma extrema, en forma de tormentas y graniza, los cuales pueden llegar a arruinar una cosecha.

Las temperaturas en ascenso en las ocho regiones vitícolas del estado de Baja California pueden producir cambios en el sabor de las uvas.

¿Qué se puede hacer para mitigar los efectos del cambio climático?

A ltitud: en los últimos años se esta cultivando nuevas plantaciones a mayor altitud, buscando lugares más frescos.

Técnicas culturales sostenibles: cubiertas vegetales, acolchados plásticos, uso de riego por goteo subterráneo, etc., se trata de técnicas beneficionsas para mantener los recursos hídricos del suelo, mejorar la biodiversidad de los viñedos y luchar contra la desertificación de los suelos.

Ubicación de las parcelas: Además de buscar lugares a gran altitud, tambien se están buscando orientaciones más frescas, donde las uvas maduren de forma homogenea y paulatina. La diversidad de la orografía mexicana, por suerte, es una aliada en este aspecto.

Manejo de la vegetación (canopía): Una correcta conducción de las cepas y un buen manejo de la vegetación ayudan a sombrear los racimos a la vez que son aireados. La poda en verde, la vendimia en verde, son prácticas a menudo necesarias para contrarrestar el efecto del tiempo atmosférico.

Suelos: Busqueda de suelos más frescos y con una mayor capacidad de retención de humedad.

Elección de nuevas variedades: se busca uva de maduración más lenta, de esta forma, además de evitar problemas de sobremaduración, permite evadir las heladas de primavera en muchas regiones vitícolas.

Nuevos Patrones: Experimentar y/o probar nuevos patrones que sean resistentes a la sequía y/o reducir drásticamente el crecimiento vegettivo en exceso /vigor) de algunas variedades.

La implantación en terrenos elevados ayuda a los viñedos en la lucha contra los efectos del cambio climático, permitiendo mantenerlos a una temperatura correcta, conservando las amplitudes térmicas y la sanidad de las plantas. Dentro del mundo de la vitivinicultura, se define la amplitud térmica como la diferencia expresada en grados entre la temperatura máxima y la mínima registrada o medida en un mismo lugar exacto, durante determinado período de tiempo. Dicho período de tiempo puede consistir en un día calendario, expresándose la máxima durante el día solar y la mínima durante la noche, o bien en un año calendario, registrándose la máxima en verano y la mínima en invierno.

El cambio climático y la adaptación de la viticultura es, sin duda, uno de los asuntos que se deben debatir en el sector vitivinícola Mexicano, la academia, la investigación y el desarrollo tecnológico y donde cada miembro y participante expone sus inquietudes y las medidas que sugiere llevar a cabo, con el fin de compartir y ayudar a los demás.

Conclusiones.

El mensaje de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es alarmante: tenemos 11 años para limitar la catástrofe del cambio climático, es decir para que el incremento de temperatura de la Tierra respecto de los niveles preindustriales alcance un máximo de 1.5°C. por encima de este valor. Incluso aumentando solamente medio grado más la temperatura, hasta 2 °C, la situación empeorará significativamente, multiplicándose las sequías, inundaciones y olas de calor extremo y con ello, el riesgo de pobreza para cientos de millones de personas.

Si cambia el clima, cambia el medio ambiente y la economía y la forma de vivir en un futuro inmediato, por lo que todos los organismos vivos deben adaptarse a unas nuevas condiciones o están destinados a desaparecer.

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