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Estamos a la buena de nada, ni de nadie

Todos los ecuatorianos conocemos , leemos, nos enteramos por las redes sociales, nos cuenta la chismosa de la vecina sobre el tiroteo de la noche de ayer, los noticieros destacan a cada momento los operativos, incluso los noticieros internacionales se encargan de contarle a nuestros compatriotas lo que está ocurriendo en el país.

Mucho se ha dicho sobre las estrategias para contrarrestar al delito, la delincuencia, las bandas organizadas transnacionales, incluso el presidente nos autorizó que podemos usar un arma con el permiso regulado, desde la Asamblea Nacional a frenazos ayudan en algo porque a veces estos temas como que les aburre.

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Tenemos la esperanza desde el 14 de mayo que ingresan las nuevas autoridades con nuevas ideas, nuevas estrategias, de incrementar el número de agentes , de tener otra dotación , de nuevas tecnologías, solo estamos a la espera y no pensar que solo se trató de demagogia barata.

Si hay que arrimar el hombro los guayaquileños y no guayaquileños que viven por muchos años acá en la Perla del Pacífico hay que hacerlo sin colores ni banderas políticas, hay que hacerlo para que nuestras autoridades no fracasen.

Guayaquil está considerada en una de las ciudades más peligrosas según datos de observatorios internacionales, si no se hace nada o se intenta por lo menos, no ganaremos nunca el terreno que está ocupando la delincuencia organizada, yo no se si será de conversar con los israelíes porque un país como Israel con una población inferior a la nuestra se enfrentan a cualquier nación, tienen armas hasta para detectar si hay un ataque de forma inmediata es decir no se dejan sorprender de nadie ni de los vecinos, un país con la mejor educación , como así entonces de que depende si Ecuador es un país rico en agricultura, pesca, acuicultura, minería y estamos sorprendidos en ciertos momentos por cuatro pendejos.

Será acaso que tenemos que ser un país bendecido por Dios como lo es Israel, un pueblo milenario que ha alcanzado lo que nosotros no podemos aún.

Mientras tanto las miradas siguen fijas a los nuevos protagonistas de los Gobiernos Seccionales que nos han prometido seguridad, oportunidades, mejores días , salir de la extrema pobreza con ejemplos desarrollados en campaña viva, vamos a ver si efectivamente se da.

Ojalá no sea como en el fútbol que jugamos como nunca y perdimos como siempre, no creo ya los ecuatorianos y en especial los guayaquileños estamos a la espera de verdades, ya nos hemos cansado de tantas mentiras. A quien no le ha afectado la violencia, al turismo, a la economía, a las familias, a los negocios, a la transportación, a la educación, a la comunicación, a todos.

Mientras tanto por ahora estamos a la buena de nada ni de nadie.

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