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El ámbito laboral en los jóvenes profesionales

Una investigación realizada en abril de 2022 concluyó que solo el 27,4% de los jóvenes ecuatorianos, de edades entre los 18 y 29 años, cuentan con un empleo digno; sin embargo, esta cifra se incrementó en un 1,5% en relación al año 2021. En el 2019, el porcentaje de trabajo se encontraba en el 33,8%. Quienes forman parte de las personas que contribuyen en el campo laboral son mayores de 15 años, pues, trabajan al menos una vez en la semana o están en búsqueda constante de uno.

Se considera que la mayor causa para que exista esta tasa de desempleo en los jóvenes es la deserción escolar, ya que muchos no cuentan con las posibilidades para mantener una buena educación y menos de tercer nivel; adicionalmente, deben contribuir para aumentar los ingresos familiares (OIT, 2021).

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La tasa de desempleo en los jóvenes se triplica en comparación con la de los adultos y esto se ha mantenido estable en estas últimas décadas. Además, más del 60% de los jóvenes que trabajan lo hacen mediante empleos informales o, como muchos otros, a los que denominan “ninis” (ni estudian ni trabajan) que son los que conforman el 22% del total, evidenciando de esa forma que el porcentaje es mayor entre las mujeres jóvenes y en la población más pobre (OIT, 2021).

El desempleo en los jóvenes les afecta por causas como:

• Poca experiencia, los cuales, en recesiones son los primeros en ser despedidos.

• La informalidad de los trabajos y los pocos ingresos que logran los jóvenes.

• Los jóvenes son excluidos de la seguridad social y no tienen acceso a la salud por no contar con un seguro, lo que se relaciona con el empleo informal.

La información que existe en los países en relación al mundo laboral es poca y muy limitada y, para muchos, insatisfactoria; varias veces se guían solo en las estadísticas oficiales que, en muchos de los casos, contienen información sobre número de egresados y su ubicación laboral basada en sectores económicos, en los niveles de ingreso y de desempleo, pero aportan poca información relevante sobre la ubicación laboral de los egresados en relación con los mercados laborales existentes o las habilidades adquiridas. Por lo tanto, los “huecos de información” suelen hacerse mediante encuestas. La empleabilidad en los egresados universitarios no solo se basa en las políticas educativas y los esfuerzos inmensos que hacen las universidades, se debe considerar, también, la forma en la que influye la situación de los mercados laborales del país, es decir: el nivel de desempleo existente, la situación económica, la precarización del empleo en jóvenes, la inestabilidad de la economía y aspectos como la elección de la carrera, la diversidad entre las habilidades que ofertan los egresados, la demandada de los empleadores, el nivel de desarrollo de competencias en los egresa- dos, importancia y capacidad de innovar de las empresas, entre otros que pueden contribuir de manera indirecta en la desigualdad que existe en la falta de oportunidades y en el salario. Situación laboral de los recién graduados

Se han realizado varios trabajos de investigación acerca de la empleabilidad en los graduados de educación superior y un profundo análisis acerca de su situación laboral. Un ejemplo es el estudio realizado a las empresas en Cataluña, España, en 2014. El artículo señala que quienes presentan mayor índice en contrataciones son los egresados de Economía, Administración de empresas y Empresariales con un porcentaje del 34%, Ingenierías de la Producción con el 31% y Tecnologías de la Información y la Comunicación que cuenta con el 28%. Las empresas que suelen dar contrataciones a los recién egresados se caracterizan por ser grandes empresas, es decir, que tienen más del 60% de sus trabajadores con estudios de tercer nivel y que suelen ser innovadores y recibir nuevas propuestas en sus productos y servicios (AQU Catalunya, 2015). Lo que quiere decir que normalmente las pequeñas empresas, por lo general, no apuestan a la innovación en sus productos y no suelen dar oportunidades a profesionales y, si lo llegan hacer, estos suelen encontrarse sobrecalificados en su trabajo. Según encuestas, el 40% de los jóvenes profesionales recién graduados afirman que no logran conseguir trabajo con facilidad debido a su falta de experiencia y que esto se ha convertido en un gran problema para ellos al abrirse paso en este campo. Hoy en día, tener un título universitario no asegura una vida resuelta ni mucho menos encontrar trabajo más fácil; muchos sufren durante años o meses para conseguir empleo; pero este no es el caso de todos ya que algunos egresados aseguran haber encontrado empleo de manera inmediata gracias a familiares, amigos y otras vías lejanas al principal requisito que es tener experiencia.

Ante la poca probabilidad de conseguir empleo, muchos de los jóvenes optan por aceptar ofertas de trabajo poco o nada relacionados con las carreras escogidas; se calcula que el 63,3% de jóvenes no tiene un empleo relacionado a su profesión y, ante la duda, prefieren mantener esta fuente laboral y así asegurar la ayuda monetaria necesaria para sobrevivir. Una encuesta realizada por el Portal de Empleos Bumeran dio a conocer que los jóvenes que estudian y trabajan al mismo tiempo es el 63,3%, de ellos, solo el 37,6% trabaja en puestos relacionados a sus carreras universitarias.

Tendencia a realizar posgrados Contar con una maestría, más aún, un doctorado, ayuda a considerar que el profesional ha realizado un esfuerzo adicional para cumplir las exigencias de esta sociedad.

Las tendencias de postgrados en el mundo generan oportunidades y amenazas que deben ser tomadas en cuenta en las decisiones que tomarán las universidades, para brindar mejor calidad en sus estudiantes, especialmente, las latinoamericanas que tienen una posición de seguidoras (Dávila, 201). La importancia de los posgrados recae en las exigencias que impone la sociedad y las oportunidades que tengan los estudiantes a su alcance, porque si bien es cierto, tener un posgrado es un gran peso en la carpeta, a la hora de conseguir trabajo no todos cuentan con la posibilidad de acceder a un título de tercer nivel, mucho menos poder alcanzar estos estudios. Para la Association of American Universities (2000), los postgrados a nivel global como sus principales retos incluyen:

• Disminuir la duración y aumento de variedad

• Aumentar las competencias en los egresados para que se desempeñen de manera eficiente en ambientes diversos y con una gran visión mundial basado en las TIC

• Ser capaz de trabajar interdisciplinariamente. (NNM)

Por. Marley Ordóñez y Tamara Peralta Estudiantes de Psicología Organizacional (UDA)

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