Bochas: haciendo escuela y derribando mitos

Ivana Peralta y su marido, Luis Luna, abrieron un espacio para enseñar y difundir el deporte de “lisas y rayadas” en Río Ceballos. El objetivo: que no sean sólo hombres mayores los representantes de esta disciplina y expandir las fronteras a mujeres, jóvenes y niños de todo Sierras Chicas.

R O Ceballos

Históricamente, el juego de las bochas ha estado asociado a personas mayores, fundamentalmente hombres, reunidos alrededor de una cancha armada en cualquier lugar. Pero reducirlo a esa imagen de “algo para jubilados que no pueden hacer otra actividad por su edad” es un estigma que, desde Río Ceballos, Ivana Peralta y Luis Luna han empezado a derribar.

Ambos son pareja y decidieron abrir una escuela de bochas para todas las edades, sin distinción de sexo ni de condición física. “La intención es generar un semillero deportivo en esta disciplina, donde todos puedan participar.

Hacer hincapié también en las mujeres, porque en nuestra zona y en el deporte en sí, la mirada mayoritaria es masculina”, explicó Ivana Peralta en diálogo con El Milenio.

sal y multigeneracional”, destacó Peralta.

“Conozco niños que juegan desde los cuatro años, cuando pueden agarrar la bocha y sostenerla. Y personas de edad avanzada también, no hay límite de edad ni de posibilidades”, contó Ivana. “Además, pueden jugar diversas personas con total libertad, incluyendo quienes tienen alguna discapacidad”, agregó Peralta, cuya madre, Luz Argüello, es quíntuple campeona nacional de bochas adaptadas.

Paso a paso

“El mito está muy acentuado, se dice que solamente van a jugar los señores grandes, pero a nivel profesional, esto no es así. En Córdoba, por ejemplo, hay una liga infantil grandísima” cribirse en la Federación y en la Asociación Provincial de Bochas. “El club no está asociado todavía. Hay que tener una determinada cantidad de alumnos o socios para que los deportistas se puedan federar y competir en torneos oficiales. El cupo mínimo es de ocho, recién ahí el club se puede inscribir, hay todo un protocolo”, explicó. muy difundida la actividad. Hay muchísimos jugadores”, contó la bochófila.

El proyecto de iniciar la enseñanza de las bochas parte de la experiencia de Ivana Peralta como guía técnico, es decir, la persona que acompaña a jugadores con discapacidad visual. Es quien le dicta al deportista, a viva voz, la ubicación del bochín, dónde están las demás bochas y la dirección que debería llevar el tiro.

Club Social y Deportivo Río Ceballos trabaja para ampliar esa mirada, sesgada hasta transformarse en prejuicio.

Por eso, amplió, proponen un espacio que promueva las bochas como disciplina, abarcando todas las categorías: infantil, juvenil, femenino, masculino, adulto; apuntando a las y los interesados “que tengan intención de seguir en el deporte”.

Los encuentros arrancaron en abril, con sede en el Club Atlético y Social Río Ceballos (ex club Círculo Italiano), buscando que sea una actividad física y deportiva familiar e inclusiva. “En hockey, por ejemplo, la abuela no puede jugar con la nieta, que es más joven. En cambio, en las bochas sí pueden jugar ambas, no importa la edad. Es transver-

Esa función también necesita de gente que se capacite y se dedique para darle la chance de participar a mayor cantidad de personas. Así, Ivana recalcó: “Queremos generar guías técnicos nuevos, gente que esté dispuesta a enseñar y guiar en la cancha durante la práctica del deporte. Buscar personas que tengan simplemente la intención de aprender y la disponibilidad de explicar con ciertas condiciones”.

Esa inquietud derivó en las ganas de difundir el deporte para que se sostenga en el tiempo. El anhelo es que el club y la escuela crezcan para poder ins-

Aunque esperan con ganas ese crecimiento del club que le permitirá ser parte oficial de los certámenes, eso no impide que las jugadoras y jugadores que ya se están acercando al espacio puedan desarrollarse como tales. “Hay una jugadora que está federada por otro club, pero entrena con nosotros. Es como que está prestada en nuestro club, pero cuando hay torneo, debe presentar su carnet del otro club”, dijo Ivana.

Renacer en Sierras Chicas

La imagen de ver a “veteranos” varones jugar a las bochas es algo que está naturalizado en los recuerdos de ese deporte. Por eso, la escuela de bochas del

“Es real eso de que es un mito. Pero en algunos lugares el mito está muy acentuado y se dice que solamente van a jugar los señores grandes. A nivel profesional, a nivel deportivo específicamente, no es así. En Córdoba, por ejemplo, hay muchísimos niños, una liga infantil grandísima. Sin embargo, lo que uno ve en las plazas y espacios públicos, es gente grande. Por eso creo que es mayor el mito que la realidad que se vive verdaderamente en el ámbito deportivo”, señaló Peralta.

A pesar de que la escuela de bochas recién arrancó en abril de este año, el proyecto de ampliar la enseñanza de este deporte en Sierras Chicas es muy concreto. “La actividad hoy en día en el corredor es bastante poca. Incluso se levantaron las canchas que había en el club Salsipuedes y en el Unión de Unquillo. Pero hay lugares como la Colonia Vicente Agüero, cerca de Colonia Caroya, donde está

Y añadió: “Hablamos con gente de la Fundación Nalbandian para hacer algo por Unquillo y también en Mendiolaza. En Salsipuedes han armado una cancha cerca de la Municipalidad, pero hay que generar esos espacios para que se desarrolle el deporte. Nosotros estamos trabajando para, precisamente, remontar las bochas y hacer que renazca la disciplina”.

Y cerró el diálogo renovando la expectativa de los objetivos de la escuela de bochas con base en Río Ceballos: “Generar un semillero donde puedan participar todos aquellos que estén interesados, ya sea como alumnos o como guías. Eso sería el objetivo de nuestra escuela. Aunque por ahí se ponen expectativas muy elevadas, sabemos que en algún momento vamos a estar federados. Lleva su tiempo, es un trabajo. Entonces uno tiene que aprender a bajar la ansiedad y saber que las cosas tienen su proceso”.

Redacción: Antonella Monguzzi . periodico@elmilenio.info

Participaron: Julieta Deldotto y Josefina Hidalgo (4to IMVA). Candela Rocha y Lucila Policicchio (4to IENM).