ModulAR No. 3

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MODULAR NÚMERO 3

EQUIPO Alejandro Garzón Juan Murúa Palacio Florencia Moriena Gonzalo Vélez Da Porta Mariano Mendoza Martín Sánchez Melisa Daives INVITADOS Agustín Berzero Gonzalo Mendiara Ivan Kustich Javier Fernández Castro Leonardo Cagliero Omar Paris Santiago Canen ILUSTRACIONES Tapa: Pesk (Esteban Loeschbor) Notas: Fango (Agustín Gagliano y Clara Olivo), Gonzalo Vélez Da Porta, Flashbang y Mariana Salina. EDICIÓN Año 03, Nº03. Mayo 2016 Distribución gratuita 2000 ejemplares Impreso en Gráfica del Sur CONTACTO revistamodular.unc@gmail.com facebook: /revistamodular

03 04 08 12 16 RENOVADOS Nota Editorial

ESCALAS CRUZADAS Arq. Santiago Canen Arq. Omar París

CONVERSACIONES Arq. Marco Rampulla

18 24 28 34 38 CENTRALES

Arq. Javier Fernández Castro D.I. Gonzalo Mendiara

LO QUE SE HACE

Arq. Agustín Berzero D.I. Verónica Villarreal Baigorria

ALREDEDORES Arq. Solano Benitez D.I. Cristian Mohaded

TALLER AFUERA

TALLER ADENTRO

Arq. Iván Kustich D.I. Leonardo Cagliero

S.O.P.A. D.I. Analía Rojas

LO QUE HACEMOS Gonzalo Vélez Da Porta Alejandro Garzón

SOBRAS DE ARTE RANCHO


RENOVADOS

M

odulAR es una revista que surge de la necesidad de ofrecer una plataforma de discusión, reflexión y construcción de múltpiles miradas sobre la formación de nuestras disciplinas. La realidad se transforma, y nosotros también. Para pensar y hacer necesitamos tener postura disciplinar sobre los cambios de nuestro medio.Por eso proponemos un nuevo formato, nos renovamos. El objetivo es construir un lugar para que alumnos, docentes y profesionales puedan compartir sus ideas, proyectos y visiones de otras realidades posibles.

¿Qué discutimos? El perfil del profesional. ¿Acaso los diseñadores industriales estamos condenados a producir muebles para ser referenciados? ¿Y los arquitectos casas en countries para ser llamados revolucionarios por eso, y ganar premios, o perecer en el intento? ¿Por qué no nos imaginamos una sociedad sin abogados o médicos, y sí una sin arquitectos y diseñadores industriales? ¿Qué podemos hacer para tener peso en la construcción de nuestra cultura material y espacial? ¿Desde dónde nos paramos?

Justicia Espacial Esta noción es una traducción para nuestra disciplina del concepto de justicia social, e intenta interrogar la manera en la que la ciudad y los espacios incluyen o excluyen a las personas. Hace referencia a la función social del profesional, interpela la ética de la disciplina. ¿Por qué la ciudad expulsa a los que menos tienen? ¿De qué manera convivimos? ¿Son incompatibles los intereses económicos con el bienestar de la sociedad? ¿Todos tenemos acceso a la vivienda digna? En un contexto de fragmentación socio-espacial como el de las urbes latinoamericanas en general, y de lógicas de dispersión y concentración, que muchas veces son contradictorias, creemos que hay que diseñar alternativas y pensar en dinámicas complementarias que cierren con todos adentro.

Desarrollo Local El panorama mundial de globalización y la economía de capitales vacían las identidades de contenido y, por otro lado, las convierten en objeto de consumo excluyendo a muchos de los sectores productivos de nuestro país, disminuye el empleo y en consecuencia el

movimiento de la economía local. Pensamos que existe una necesidad/capacidad de crear un pensamiento regional, mediante la reinterpretación de saberes tradicionales, el aprovechamiento inteligente de recursos, el crecimiento y especialización de la industria nacional acompañada de una destreza creativa inigualable, que ya es sello de nuestros diseñadores/as industriales. Este pensamiento es necesario no sólo para no olvidar de dónde venimos, si no para pensar hacia dónde vamos, puesto que la memoria nos sirve como insumo de proyecto.

Pensemos lo que viene Córdoba, Argentina y Lationamérica encierran un gran enigma no solo sobre su pasado, si no sobre el futuro de sus ciudades y sociedades (sociudades), entonces es que parece necesario discutir sobre cuestiones que nos hagan tomar conciencia del lugar geográfico, humano y cultural que nos compromete en nuestro rol como diseñadores. ModulAR / El Módulo Córdoba, Junio de 2016 NOTA EDITORIAL | 03


LA CAPACIDAD CAPACIDAD LA DE LOS LOS DE DISPOSITIVOS DISPOSITIVOS EN EL EL DISEÑO DISEÑO EN DE NUESTRO NUESTRO DE ENTORNO ENTORNO

“E

ntre las piezas expuestas en la esfera hay un invento que, por encima de todos los demás, cambiará la faz de Manhattan -y, en menor medida, del mundo- : el ascensor. Éste se presenta al público como un espectáculo teatral. Elisha Otis, el inventor, se sube a una plataforma que se eleva, lo cual parecía ser la parte principal de la exhibición. Pero una vez que esa plataforma ha llegado al punto más alto, un ayudante le ofrece a Otis un puñal en un cojín de terciopelo. El inventor agarra el cuchillo y aparentemente se dispone a lanzarse sobre el elemento crucial de su propio invento: el cable que ha izado la plataforma

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hasta lo alto y que ahora impide que caiga. Otis corta el cable; y se rompe. No ocurre nada, ni a la plataforma ni al inventor. Unos pestillos invisibles -la esencia del ingenio de Otis- impiden que la plataforma retorne a la superficie de la tierra. De este modo, Otis introduce un invento en la teatralidad urbana: el anticlímax como desenlace, el no acontecimiento como triunfo […]” (1) Dentro de la crónica esquizoide de Koolhaas descansa una certeza: el verdadero mediador de la escena (el pestillo) es un dispositivo que logra que la experiencia de elevarse del suelo sea un acto confiable y seguro. En ese sentido, y traspasando los umbrales de su propio funcionamiento (su finalidad), el dispositivo

consigue encarnarse en la cotidianeidad y perpetuar así su éxito. Otis repitió la escena cada hora de la Exposición de 1854— una declaración de confianza arrojada hacia un nuevo mundo tecnificado (2): la epifanía de una nueva ciudad vertical y cinemática encerraba la posibilidad de multiplicar terrenos en altura (multiplicar el capital) tantas veces sea necesario. Así queda relucida una capacidad propia de los dispositivos: su función estratégica dominante, su inscripción en un juego de poder. (3)

Si la incumbencia (la obsesión) de arquitectos y diseñadores es la contínua reformulación del entorno humano, entonces es ineludible


Arq. Santiago Canen

Ilustración extraída del libro Delirious New York, 1978.

Lab. de Dispositivos para el Espacio Público Asignatura Electiva Interdisciplinar (Arq-DI) FAUD, UNC

su relación con los dispositivos ya que son instrumentos de mediación con dicho entorno, otorgándole sentido a las prácticas que definen cada disciplina: las hace visibles, transparenta sus objetivos. Dentro de este nivel de conciencia los dispositivos logran trasvasar o conferir poder, captar esfuerzos colectivos, construir referencias o hábitos— el problema reside en la de finición de su rumbo, en delinear cuáles son las necesidades a las cuales responden, a quiénes benefician y de qué recursos se valen. Desde el Laboratorio de Dispositivos de Espacio Público, se propone entender a la FAUD como un gran cuerpo intelectual, un aparato que, dotado de herramientas críticas y de gestión,

orienta y deposita su propio capital de ideas y contenidos en la producción y construcción definitiva del Espacio Público. Ocupando un lugar institucional activo en el debate público se pretende generar un banco de datos de referencia —una serie de patentes,que, como la de Otis, sirvan para vehiculizar los diálogos y consensos con todos los actores de la sociedad involucrados en su agenda. Si el ascensor cambiará la faz de Manhattan, el espacio público cambiará la faz de las ciudades, que son en definitiva dispositivos territoriales- productos propios de la sociedad que las construyó.

(1) R.Koolhaas, Delirious New York, 1978. (2) “La tierra y su atmósfera se convierten en materias primas. El hombre se convierte en material humano uncido a las metas propuestas, siendo avaluado según su eficacia, de acuerdo a su rendimiento en el incondicionado proceso de la producción inherente a la era técnica, y conforme a su habilidad como consumidor en el proceso de desgaste correspondiente”. M. Heidegger, Filosofía, Ciencia y Técnica, 1978. (3) ”He dicho que el dispositivo era de naturaleza esencialmente estratégica, lo que supone que se trata de cierta manipulación de relaciones de fuerza, bien para desarrollarlas en una dirección concreta, bien para bloquearlas, o para estabilizarlas, utilizarlas, etc. (...) El dispositivo se halla pues siempre inscrito en un juego de poder, pero también siempre ligado a uno de los bornes del saber, que nacen de él pero, asimismo lo condicionan.” M. Faucault, Saber y Verdad, 1984.

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LA INTERACCIÓN EN EL ESPACIO

L

a necesidad de recuperación del uso del Espacio Público (E.P.) ha generado en las últimas décadas una serie de debates y acciones en distintas ciudades del mundo que buscan aumentar la calidad de vida urbana a partir de la recualificación de los espacios de uso común. El E.P., es reconocido entonces, como uno de los elementos más influyentes en la calidad de vida en las ciudades, ya que posibilitan salir del ámbito privado para interactuar con los otros. Aunque no todos los E.P. promueven la interaccion social, éste es considerado un indicador de calidad de vida en la ciudad según Borja y Muxi. Muchas veces, estos espacios, son sólo tenidos en cuenta desde una mirada estética y objetual, olvidando su capacidad y objetivo fundamental, que es brindar la posib-

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ilidad para que la gente se encuentre y comparta de diferentes maneras, con la finalidad de fortalecer el sentimiento de ciudadanía. De allí que muchas de las acciones tienden a focalizar al espacio público como ámbito para el desarrollo de las relaciones y conexiones entre las personas que conforman una sociedad. Se trata de una manera de alinearse a las necesidades que los nuevos paradigmas de sustentabilidad imponen en cuanto al uso de los espacios comunes, y su posibilidad de generar sentido de pertenencia ciudadana. Nos encontramos en un momento donde es necesario volver a mirar las posbilidades que existen en nuestras ciudades y recuperar el espacio público como posibilitante de la interacción. ¿Por qué es importante la interacción so-

cial? Algunos estudiosos sostienen que una de las funciones fundamentales del ser humano es vincularse con otras personas. La interacción social posibilita que en la ciudad exista la comunidad, entendiendo a ésta como el conjunto de personas vinculadas por características o intereses comunes que tienen como escenario de encuentro un espacio que, no siendo privativamente de ninguno, pertenece o se extiende al servicio de muchos. En palabras de Rabinowitz: “[…] para crear una comunidad […] es a menudo necesario reunir a las personas para que se conozcan entre sí, aprendan acerca de las culturas de cada una y desarrollen intereses, inquietudes y objetivos comunes.”


Ilustraciones: Gonzalo Vélez Da Porta

PÚBLICO Existe una correspondencia entre las posibles relaciones entre personas, el tipo de actividades que la provocan y un tipo urbano que posibilita receptarlas y/o propiciarlas. Mientras que los encuentros originados por el vínculo de proximidad, vecindad y parentesco (de actividades de carácter no planificado) tienen como escenario a nuestras veredas, esquinas, ingresos a casas y hacen del día a día la oportunidad para relacionarnos con el otro, la interacción generada a partir de vínculos relacionados con el sentido de pertenencia e identificación, necesitan muchas veces de la planificación de un evento que congregue a las personas. Las escalas como instrumento de diseño para provocar interacción social en la ciudad. De esta manera, podemos analizar las activi-

Mgter. Arq. Omar París Prof. Adj. Arquitectura 6D Director de la Revista 30-60

dades que existen en nuestras ciudades, pero también proponer nuevos programas que las contengan cuando lo consideramos necesario. Lo importante es poner el foco en las personas, en el vínculo que existe entre ellos o que se busca generar y actuar desde nuestra disciplina consecuentemente.

actividades de recreación entre vecinos.

1. Interacción “al paso” Los pequeños vacíos son espacios públicos para la interacción social en lo cotidiano. La actividad no es planificada y la sola existencia del espacio para detenerse, fuera de la circulación, permite que sea posible.

4. Interacción social a nivel intercomunudad El Evento MÍO14 en la XIX Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito 2014, consistió en un recorrido y toma artística de lugares del centro histórico de la ciudad. La participacion fue de más de 3000 asistentes haciendo evidente que la apropiación del espacio público depende de la participación de todos como ciudadanos y no solo de las condiciones físicas de los mismos.

2. Interacción y “recreo” Las plazas barriales y equipamientos públicos barriales son los escenarios de juegos y

3. Interacción colectiva Los grandes parques son escenarios de lo colectivo y posibilitan el encuentro de grandes grupos o muchos grupos de menor escala en simultáneo.

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por Martín Sánche

Arquitecto por la FAUD, UNC (1996). 1994-2006 ha colaborado con el arquitecto portugués Álvaro Siza, realizando proyectos y obras. 2006-2016 desarrolla su trabajo profesional independiente en su estudio de Córdoba. Se desempeña como docente en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Córdoba. Ha ganado y participado en numeroso concursos: 1° Premio Plaza del Tercer Milenio, Salta, Argentina 1° Premio Sede del Consejo Profesional de Cs. Eco., Córdoba, Argentina . 08 | REVISTA MODULAR No 3

NCUENTRO EN EL (OTRO) ESTUDI

ARQ. MARCO RAMPULLA Córdoba, Argentina.

U

na tarde fría en el intermitente clima cordobés, Marco Rampulla nos recibió amablemente en su estudio de Nueva Córdoba. Dónde conversamos un largo rato sobre sus años de estudiante, el rol del arquitecto en la sociedad, y por supuesto, su relación con Álvaro Siza. ¿Cómo eran tus trabajos en la facultad? No los recuerdo puntualmenlmente, pero sí me acuerdo de la experiencia académica, a mi me tocó una etapa post-dictadura, entré en el ’89 a la facultad. Cuando hubo un repatriamiento de los profesores que habían sido expulsados en esa época. Además había empezado la hiper-inflación, o sea, entré en la decadencia del primer gobierno democrático, un momento convulsionado del país. A pesar de eso, a la facultad siempre la viví con muchísimo entusiasmo, muchísimo trabajo y muchísima exigencia, por parte de mis compañeros y por parte de los profesores. Fue una etapa bastante feliz y, a la vez, de bastante conflicto. Creo que en la facultad es donde uno empieza a conocerse en cuanto a principios, ideología, postura, posición, lo cual lo hace una etapa de descubrimiento, y como siempre, hay algunos profesores que a eso te lo potencian, te lo estimulan, y otro que no. -¿Hay alguien que te marcó en tu desarrollo profesional? Para empezar, soy hijo de arquitectos, mi

papá es Antonio Rampulla. Cuando empecé la facultad, nunca dudé, pero antes nunca sabía qué iba a hacer, fue en el instante que terminé el secundario que dije: Arquitectura. Fue un año que no me costó, pero tampoco que fue un amor con la carrera. Recién en segundo año, en la cátedra Arquitectura 2, me tocó Alejandro Soneira de profesor, y fue él el que me destrabó, el que me hizo de alguna manera entender un poco de qué se trataba esto. Ese mismo año, en la cátedra de Teoría y Métodos, me tocó analizar dos autores contemporáneo: uno fue Alvar Aalto y otro fue Álvaro Siza, y cuando entré en estos dos autores, directamente exploté. Me acuerdo que volví a casa y hablé con mi papá por primera vez de arquitectura, y me dijo: “Si te interesa, acá está la biblioteca, sacá todo lo que quieras” y por supuesto había libros de estos autores; inclusive fui consciente de que mi papá era amigo de Álvaro Siza, porque lo trajo en el año ‘82. Ahí empezó un camino que no paró nunca, la facultad para mi fue descubrimiento y entusiasmo. -¿Cómo fue que tu papá lo trajo a Córdoba? Mi papá lo fue a ver en el año ‘80, en un viaje a Europa con mi madre, al llegar a Portugal, le fue a tocar la puerta al estudio, y le abrió él en persona, a partir de ahí se hicieron amigos. Al año siguiente lo trajo en conjunto con la Sociedad de Arquitectos en Córdoba, e hicieron


un workshop acá, que se llamó La Escuelita, o algo así, y trabajaban sobre el eje de la Cañada. Entonces, hubo toda una historia previa, pero primero me interesé yo y después apareció mi papá como cómplice de ese interés.

“¿Por qué volví de Portugal? Porque allá

- ¿Cómo llegaste a trabajar con él? Cuando terminé quinto año de la facultad, así como impulsivamente empecé la carrera, impulsivamente sentí la necesidad de salir. Entonces por la conexión de mi papá con Siza, tenía la posibilidad de tener una entrevista en su estudio, y también tenía la posibilidad de ir al estudio de Rogelio Salmona en Bogotá, Colombia. Salmona había trabajado diez años con Le Corbusier. Y también era amigo de mi papá, y también lo trajo por la misma vía que a Siza. Entonces la idea era terminar tesis, pero terminé quinto año y me fui. Dentro del estudio de Siza, empecé trabajando para un arquitecto español, que era el coorinador del proyecto de la Facultad de Ciencias de la Información en Santiago de Compostela. Cuando él se va del estudio, me quedo yo a cargo del trabajo. Eso significaba quedarme un año más, porque teníamos que pasar del anteproyecto al proyecto ejecutivo, y ahí dije “Mi tesis va a ser ésta”. Así fue, me volví y presenté la tesis, y justo empezaba el encargo del edificio de Rosario, el CMD (Centro Municipal de Distrito) y empezaba la obra del proyecto que ya había entregado en Santiago de Compostela.

Siza me dijo que haga las dos cosas. No lo dudé. Y al final, entre idas y vueltas, el año que pensaba hacer afuera, se transformaron en once. Y la verdad que lo agradezco, porque realmente esa experiencia me ayudó muchísimo. No sólo en tomar contacto con una realidad y una manera de hacer, sino también en cómo uno se va encontrando, en cómo uno va reconociéndose ideológicamente, culturalmente, posicionándose en un rol o en una idea en la cultura, ir posicionándome como arquitecto, qué tipo de arquitecto quiero ser, qué quiero que sea mi arquitectura, qué quiero brindar con eso. Eso te va marcando un camino, que después las mutaciones o las decisiones van siempre como apoyando y fortaleciendo.

siempre voy a hablar en tercera persona”

- A partir de la influencia de Álvaro Siza ¿cómo pudiste traducir ese vocabulario arquitectónico europeo al contexto local? El tema a veces es cuando pones la influencia desde un lugar de lenguaje, que para mi sería como el más fácil. Mi experiencia con Alvaro Siza, y en Portugal, que en ese momento era un país mucho más periférico en la Europa central, era el último país recien-

temente integrado a la Unión Europea, o sea que recién empezaba todo un cambio. ¿Y con esto qué quiero decir? Un país latino, un país con alguna situación de pobreza, un país donde había mucha disidencia del estadio en la obra social, un país con necesidades. Y el aprendizaje con Siza, más allá de la forma que enamora, fue ver su toma de posición, que va desde una responsabilidad social, de una entrega absoluta al trabajo, de la capacidad de ver, de hacer, de relacionar, de captar realidades y después reelaborarlas y traducirlas en únicas. Y después éste compromiso con lo propio, porque veías la arquitectura de él antes de ir a Portugal, y parecía que él había inventado todo: la idea del zócalo, la piedra, la casita blanca, la ventanita, el ritmo, el patio. Y después de conocer, lo ves en todos lados, por supuesto que reelaborado, reinterpretado y desde un lugar propio. Siza no es el genio que decía: “Esto es así” y ya está, no, todo eso se envolvía y se apoyaba con un trabajo inclusive interdisciplinario. Todo tenía un mismo valor de trabajo, de estudio, de incorporación; entonces el producto final, era una tensión o una síntesis de todas las problemáticas que envuelve a la arquitectura, llamalo economía, CONVERSACIONES | 09


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que era una casita acá en las sierras, en Villa Rivera Indarte. Lo hice desde allá, hice una visita, fui a ver el terreno, saqué unas fotos, me llevé todo para allá (Portugal) y desarrollé el proyecto. Mi preocupación principal era que no fuera Siza, ya estaba obsesionado en que mi proyecto no se pareciera a él. Hice una propuesta, y en un viaje con él, estaba haciendo una obra en Barcelona, las Piscinas en el Parque Deportivo de Cornellá; en una cena de hotel, le digo “Arquitecto, le quiero mostrar una casa que estoy haciendo y me gustaría saber su opinión”. Entonces le cuento el proyecto, ve el proyecto, y no dice nada. Él es muy callado, muy sereno, muy portu-

gués. Nos tomamos un whisky y fumamos, él fuma mucho. Un rato después dice “vámonos a dormir”. Nos fuimos, tomamos el ascensor, y él se bajaba un piso antes que yo, entonces se abre el ascensor en el piso de él, y hasta ahí no me había dicho nada. Entonces lo único que le dije es “¿No es Siza la casa, no?”, y el me respondió “No, pero no te tenés que preocupar por eso”. Y se cerraron las puertas. Y a mi, hacé de cuenta que me sacaron una mochila, llegué a Porto, vi el proyecto y dije “Esto es una mierda” así que tiré todo, y empecé como se tiene que empezar un proyecto, con el clima, la orientación, el presupuesto, la superficie, la vegetación, la topografía y ahí

Ilustración: Flashbang

llamalo cultura, llamalo clima, llamalo terreno, llamalo cliente, llamalo reglamento. Es no hacerle oídos sordos a nada, es incorporar todo, para poder darle una respuesta clara. Cuando volví, después de once años en Europa, uno viene creyendo que acá puede hacer algunas cosas, más por inercia que por decisión. Creo que en el ejercicio de la arquitectura, después de estar trabajando así por tanto tiempo, viene el despojo, el tiempo va haciendo que esa influencia empiece a ser cada vez más personal y menos profesional, y uno pueda ir encontrando el camino. Hay una anécdota, la de mi primer proyecto propio, para un amigo que vivía en Italia,


encontré una respuesta. Cuando dejé el karma de no parecerme a Siza, apareció algo que no era él. Y aparecieron ideas de materiales, y aparecieron posiciones. ¿Cómo hago para enfrentarme a la naturaleza? ¿qué es mi naturaleza? Es sierra y monte. Y todo empezó a encontrar argumentos de lo propio. Ésta casa finalmente no se hizo, pero ésta argumentación, ésta posición frente al paisaje, me llevó después a hacer las cabañas en Icho Cruz (Complejo “El Mangaleta”), que tienen todo un recorrido, han sido premiadas en la BIAU, han sido publicadas, y lo que se les reconoce es justamente eso. - Siendo docente ¿Cómo llevas al taller esta experiencia? Cuando uno escucha a los alumnos, hay algo que los identifica a cada uno, entonces la intención es provocar, involucrar y sacudir, desmitificar, sacar esa idea como solemnidad. Derrida dice que las cosas para que sean, no hay que pensar que sean, sino se transforma en una hipocresía. Deleuze dice que crear es resistir, ponerse en un lugar de construcción frente a la adversidad. Si uno se puede reconciliar y sacar provecho de algunas limitaciones, hay una gran oportunidad de trabajo, si la resistencia no sirve para crear algo nuevo tampoco sirve. - Hace poco salió una nota sobre la casa premiada de una empleada doméstica, donde

parece que la noticia es el “estrato social” de la propietaria ¿Cómo ves éste concepto de “arquitectura social”? Cualquier construcción es una responsabilidad social, cualquier actitud repercute en una sociedad, un country es una actitud y repercute en la ciudad, ante eso el arquitecto debe tener una actitud, plantarse políticamente. Cuando uno está plantado no significa que no haya dudas o que no haya desvíos sino simplemente entender que somos responsables a las respuestas que le damos a la sociedad. Puede fallar la inexperiencia, puede fallar la inmadurez pero no puede fallar el “ir por todo”. Se necesita de esa fuente para crear algo mejor. Para mí la arquitectura social es una arquitectura que piense en los demás, Solano dice que como unidad mínima somos dos. El mundo cambia y cada vez hay más influencia, en mi época tenía que ir a la biblioteca a buscar un libro, ahora con internet hay mucha más, y tenes que plantarte con más razón, porque las influencias son más abultadas y más generales. -¿Cómo ves ésta cultura de la imagen que bombardea internet? Yo creo que el bombardeo es inevitable, el tema es con los ojos que lo miras, es como leer un libro y repetir lo que dice, no te sirve de nada. Por eso como decía Rafael Iglesia, el arquitecto tiene la obligación de interpretar, en todos los sentidos, desde el tipo que está

en el kiosco, hasta la macroeconomía. Sino te pones en ese lugar, nunca vas a tomar conciencia de lo que está sucediendo, es un tema cultural, la arquitectura es una consecuencia de una mega estructura que somos todos. Quien hace arquitectura es una persona involucrada en un contexto, creo más en las personas que en la profesión. No existe un buen profesional que no sea una buena persona, yo creo en eso, cómo puedo hacer algo bien si sos malo, es muy difícil. Creo en la construcción, mínimo de a dos, es algo que se va haciendo con el tiempo, no es inmediato, no es eterno. El tiempo es algo en lo que pienso últimamente, el tiempo perdió dimensión, no hay tiempo de contacto, de madurez, de involucrarte, de hacerte propio algo o alguien, comparo la arquitectura con las relaciones. La manera de incorporar al otro es el tiempo, porque es lo que te da el conocimiento, puede que nuestros tiempos no tengan nada que ver, tal vez un arquitecto necesita más tiempo para llegar a reconocerse, cada uno tiene sus tiempos tiene su camino su posibilidad de elección, cuando gane el juego se terminó el juego…yo prefiero seguir jugando. La arquitectura es una excusa para decir lo que uno piensa, pero si hay autenticidad, hay búsqueda y propuesta, el tema es cuando aparece el capricho que nace y muere en eso. Siempre me preguntan por qué me volví, porque allá siempre voy a hablar en tercera persona. CONVERSACIONES | 11


LA

E

PARTITURA

fectivamente entiendo que la labor del docente, en mi caso de arquitectura, es en el taller, en el contexto de una cátedra, en una facultad, y cuando esto sucede en la Universidad Pública, toda esta estructura adquiere una significación particular. ¡Es una responsabilidad enorme! Ser parte integrante de la Universidad Pública implica la consciencia y el ejercicio de saber que tenemos a nuestro cargo la formación de futuros profesionales que formarán parte de una sociedad que aspira a consolidarse como democrática, y por tanto debe colaborar en ese sentido. Como institución especializada, su primera obligación es asegurar a todos la posibilidad de estudiar en ella, y no como una simple declaración de principios sino que se comprometa en su real cumplimiento. Pienso que la Universidad en su conjunto

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DEL

se debe a su propia esencia y hoy, más que nunca, debe recuperar protagonismo, alzar la voz y expresarse con claridad frente a las consecuencias; sociales, políticas, éticas, ambientales, y todas las que supone un mundo inmerso en la lógica global del neoliberalismo. El saber debe vincularse al destino de la nación con un sentido colectivo, solidario, sustentable e inclusivo. Desde la universidad tenemos la obligación de bregar por un mundo mejor; y además ¡No hay conocimiento sin voluntad de transformación! La Universidad se organiza de acuerdo con una jerarquía ordenada en torno del saber, lo que me interesa destacar es que, para los docentes de taller, la base de nuestro accionar se encuentra en los contenidos, la metodología y el enfoque que proclama la cátedra en la cual nos desempeñamos, y el desafío se encuentra en cómo transferirlo a

TALLER

los alumnos en una mecánica de taller. Me gusta pensar que una cátedra se comporta análogamente a una banda de músicos de jazz en los que metodología, contenidos y enfoque representan el equivalente a una base rítmica, y que en la interpretación de una misma canción los músicos disponemos de una estructura que nos da lugar a la improvisación, nos garantiza el disfrute de nuestra intervención, y que finalmente el resultado de nuestra “interpretación” resulta mucho más que la suma de nuestras individualidades. ¿Cómo es enseñar? Nos vincula directamente al espacio taller: Quizá el mayor desafío para un docente sea el de lograr constituir el ámbito del taller cómo un gran laboratorio de participación democrática y participativa. Un ámbito de trabajo, exploración e innovación, de debate y reflex-


Ilustración: Mariana Salina

ión. Una confluencia temporal de universitarios (alumnos, ayudantes y profesores) que a partir de algunos intereses e inquietudes comunes, establecen una experiencia pedagógica en sí misma, de intercambios y construcción colectiva de saberes y reflexiones. Un espacio que acredite que el saber es con otros y para los otros, donde se recupere el sentido del valor social del conocimiento, y en el que su mayor éxito resulte de la diversidad de opiniones fundadas respecto de los temas que se investigan. Un espacio que permita establecer lazos de camaradería, amistad, solidaridad y reconocimiento entre pares, lo cual redunde en la generación de ámbitos distendidos y de gran compromiso, aún en la disidencia de las opiniones. El taller de arquitectura es también donde desarrollamos como docentes el trabajo específico de llevar a la práctica el corazón teórico/practico de nuestra disciplina y nuestro oficio, que como sostenemos es el Proyecto. En ese camino proponemos hacer un proceso de diseño consciente, donde cada paso se encuentre fundamentado disciplinarmente y nos permita desterrar la ausencia de rigor expresada en los “creo”, “me parece”, “porque me gusta”, ya que cómo decía Sarmiento: “Cuando se cree, ya no se piensa”. Este procedimiento consciente nos permite evitar lo que, con humor, suelo denominar en el taller, como el fenómeno de “Cristóbal Colón”, que salió sin saber adónde iba, llegó

y no sabía dónde estaba. Además, con sus dificultades, la masividad del taller en la universidad pública significa la convergencia de una gran diversidad de opiniones y análisis que aportan los alumnos y que enriquecen notablemente los debates. Curiosamente este fenómeno tiene su origen fuera del ámbito de la universidad y tienen que ver con la gran escuela que, para los arquitectos, es la vivencia de nuestras ciudades. Me refiero en este caso al origen diverso de nuestros alumnos que llegan a la universidad desde lugares con climas, culturas y realidades regionales diferentes. ¿Porque ejerzo la docencia? Quizá esta sea la pregunta que tiene la respuesta más directa: Por convicción. Por la convicción de saber que es una forma de participación democrática y un aporte a la sociedad. Por la convicción de entender que la educación nos hace libres y es el único camino posible para una sociedad más justa, igualitaria y sustentable. La Universidad reúne a quienes enseñan y a quienes aprenden. Y aunque eventualmente se aprende al enseñar, y también se enseña aprendiendo, la relación principal no cambia. Noble tarea. Con la voluntad de hacerlo y algunas “pocas exigencias” lo conseguimos cotidianamente. En el índice de su libro “Pedagogía de la autonomía” el pedagogo brasilero Paulo Freyre enumera algunas de estas exigencias esen-

Arq. Ivan Kustich Estudio FKB Prof. Asist. Arquitectura 4B FAUD, UNC

ciales: Enseñar exige rigor metódico, exige investigación, exige ética, exige riesgo, exige asunción de lo nuevo y rechazo de cualquier forma de discriminación, exige reflexión crítica sobre la práctica, exige consciencia de inacabamiento, exige humildad y tolerancia, exige alegría y esperanza, exige curiosidad, exige la convicción de que cambiar el mundo es posible, exige compromiso, exige comprender que es una forma de intervención en el mundo, exige reconocer que la educación es ideológica y por lo tanto política, exige saber escuchar, exige cariño por la docencia y los educando. ¡Nos vemos en el Taller! TALLER AFUERA | 13


ROL.PLAY

E

l presente artículo no pretende alcanzar ni determinar una “verdad” respecto de un tema, sino que invita, y hasta reclama, poner en consideración una faceta del diseño poco abordada y discutida en nuestro ámbito: su rol (o función) social. Según la RAE Rol significa “función que alguien o algo cumple”, y proviene del inglés role, papel de un actor, y este del francés rôle. La teoría funcionalista, establece que toda persona que participa en una determinada situación social se enfrenta a unas expectativas específicas que exigen de ella unas respuestas concretas. Dado esto, podemos afirmar que los roles son creaciones sociales y se aprenden mediante la interacción con otros individuos. En el ámbito del diseño industrial podemos notar que las expectativas pretendidas por diferentes grupos sociales se contraponen, generando un conflicto de roles que, en muchos casos, dificultan significativamente

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Una la práctica profesional. En primer lugar cabría considerar las expectativas que imprimen sobre sus egresados las altas casas de estudio, particularmente en el caso de las Universidades Nacionales públicas y gratuitas. Ya en 1998, en la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI -de la que formaron parte representantes de nuestras Universidades- la Unesco estableció como misión de las mismas “contribuir al desarrollo sostenible y al mejoramiento del conjunto de la sociedad”. Esto evidencia una cuota de responsabilidad que se deposita sobre el egresado en torno al devenir de la comunidad. Contribuir al desarrollo sostenible, como plantea la Unesco, requiere considerar no solo los factores ambientales, sino también los económicos y sociales al momento de ejercer nuestra profesión. Esto implicaría prácticas tendientes a aportar a los procesos de transformación social que

cuestión conducen a formas de vidas más saludables y equitativas, poniendo en cuestionamiento los paradigmas de producción y consumo actuales. Ante semejante desafío, mucho son los egresados que reclaman una revisión de los programas y planes académicos, dada que la formación actual se orienta a una realidad profesional que poco tiene que ver con dichos fines y con nuestro contexto. Es por todos sabido, que la mayoría de los egresados de nuestra casa opta por emprender, dada la escasa demanda laboral, y el emprendedurismo requiere de un sinnúmero de conocimientos que no está siendo considerados en el ámbito académico. Esto sin mencionar que los programas de las materias viran cada vez más hacia paradigmas profesionales signados por lógicas capitalistas y de consumo, disminuyendo considerablemente el espesor cultural y social durante la formación.


D.I. Leonardo Cagliero Asociado al estudio Qué Diseño desde 2014. Prof. Asist. Investigador de Morfología I, II, III en la Carrera Diseño Industrial de la FAUD, UNC.

Foto: Hielos Argentinos, Grupo Bondi.

de roles. Diferente es la situación de los pocos profesionales que logran ingresar al mercado laboral a través de un puesto dentro de una industria. En este caso, aunque los conocimientos aprendidos en la universidad son suficientes, a las expectativas heredadas del sistema educativo se le suman las expectativas de los industriales que, en la mayoría de los casos, contrastan significativamente con las anteriormente descriptas. Pocos son los industriales interesados por el bienestar social y el cuidado del ambiente. Una gran mayoría pretende solo aumentar la rentabilidad de su empresa gracias al diseño y a costa de lo que sea -incluida la copia si fuese necesario-. Actualmente y gracias a las políticas de libre mercado, cada vez son más las industrias en todo el mundo, incluidas las de nuestro país, que migran la producción de objetos a países de oriente donde los “costos” de fabricación son insignificantes

en relación a los países de origen. Esta decisión, aunque es entendible en términos de rentabilidad, acarrea gravísimas consecuencias sociales, ambientales, culturales y económicas, dado que no solo implican la pérdida del empleo por parte de miles de operarios y la destrucción de economías regionales que son el sustento de miles de familias, sino que además potencia uno de los sistemas productivos más contaminante, destructivo e insalubre del mundo. Ahora bien, en un país que sigue apostando al libre mercado, en el que se eliminan los aranceles a las importaciones en detrimento de la competitividad de los productos nacionales, que no posee programas concretos de desarrollo industrial y que descuida las economías regionales, cabe preguntarse cuáles son las posibilidades que disponen nuestros profesionales para desempeñarse. Esta serie de contraposiciones da lugar a lo que Hackman y Secord definen como ten-

sión de rol, es decir, la “incomodidad experimentada por los individuos cuando tratan de cumplir con las expectativas de comportamiento asignadas a un rol”, provocando una gran frustración en muchos jóvenes profesionales que no encuentran modo de ejercer la profesión, o que deben ir en contra de sus valores e ideales para poder vivir de lo que soñaron. Sería interesante, aunque suene idealista, alinear el plan de estudios de la carrera y los programas de las cátedras en base a las necesidades reales de la profesión y los objetivos de la universidad, de modo de generar profesionales que cuenten con las herramientas necesarias para poder desempeñar sus funciones en nuestro contexto específico -el latinoamericano- y sean conscientes de las implicancias que tiene su actuar sobre el ambiente, la economía y la sociedad. TALLER AFUERA | 15


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a Facultad opera como si estuviésemos vacíos de la realidad social con la que toca enfrentarnos día a día y en ese ámbito emergen preguntas retoricas que se escuchan una y otra vez. Entonces, ¿Qué aprendemos? o ¿Qué aprendimos? ¿Nuestros diseños son significativos en relación a todo lo otro que se hace? No se trata solo de enjuiciar la realidad, se trata de actuar ante ella, buscar de alguna manera equilibrar esa balanza en la que prima la injusticia y la inequidad la pregunta sería entonces como logramos que nuestros cono-

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cimientos se viertan a la mayor cantidad de ciudadanos, y no siga siendo útil para algunos pocos, o como primer excusa para justificar a las demandas del mercado. Ante la paralización, los recurrentes silencios desde la academia pareció necesario generar nuestros propios vínculos con la sociedad, con los problemas que demanda la ciudad, y sobretodo el déficit de viviendas y la gran puja de interese sobre el territorio Es por eso que hace dos años que acompañamos a una toma de tierra, el nacimiento de un barrio con todo lo que ello implica y con las diferentes

realidades que allí se presentan. El proyecto, en este caso tensionado por la inmediatez y la previsión, aparece como un un instrumento para operar sobre esa realidad, un proyecto que se plantea amplio y colectivo, desde diferente miradas, involucrando las distintas escalas que abarcan el espacio como el objeto. Allí es cuando surge TERRITORIO EN ACCIÓN, que busca mediante el pensar y sobre todo el hacer poner en crisis lo que tal vez nunca se planteó como un problema desde lo académico, pero donde se requiere actuar


EN ACCIÓN Foto: Flashbang

por Gonzalo Vélez Da Porta y Alejandro Garzón

Proyectando en acción No pensamos acá solo de manera fragmentada, se trata de comprometer a la mayor cantidad de actores, desde el diagnostico urbano que se está ejecutando para el municipio de Juárez Celman, pasando por la construcción de la plaza y el equipamiento de la misma se busca linkear las diferentes escalas de trabajo abordándolas siempre desde una mirada crítica. Allí también convive una barrio comunitaria, que se alojaria en una pequeña estructura de madera.

Es entonces que esos procesos, esas pequeñas instituciones y lugares que empiezan a configurarse, que dan sentido a lo que realmente deberíamos apuntar, a potencializar la capacidad humana de vivir en comunidad en donde primen los intereses colectivos. Apuntar también a poner en discusion a traves de nuestros proyectos temas que nos parecen interesantes que se discutan y tener la posibilidad de operarlos en un campo, que de cierta manera se gesta como un laboratorio de experiencias, y diversas realidades.

La fobia de la academia por acercarnos a otras realidades que no se presentan tan claras, o que no tienen soluciones de manual hace que inevitablemente miremos para otro lado. Debilita la construcción de una postura como estudiantes, que nos envicia por alcanzar el titulo creyendo que allí está la respuesta, como esa zanahoria que debemos perseguir constantemente sin mirar hacia los costados.

LO QUE HACEMOS | 17


BARRIO 31: El proyecto

urbano como herramienta de empoderamiento.

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a villa 31 representa el área “informal” con mayor carga emblemática de la Ciudad de Buenos Aires. Es la más antigua de la Ciudad, con más de ocho décadas de existencia , ubicada en el extremo norte de su área central, entre el puerto y Retiro, un importante nodo de transferencia, donde concurren buses de larga distancia, tres terminales ferroviarias y dos líneas de subterráneos. En este marco contrasta con barrios vecinos de alto valor inmobiliario, configurando la postal típica de la dualidad urbana al recortar sus construcciones precarias sobre un fondo de torres corporativas. Sus habitantes han decidido nominarla Barrio Carlos Mugica, en memoria del sacerdote tercermundista que desde su capilla en el barrio contribuyó a la

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organización del movimiento villero. Estas circunstancias contribuyeron a lo largo del tiempo a la generalización de un discurso, tanto desde las esferas profesionales como desde los medios, tendiente a su erradicación. Su potencial sustitución por emprendimientos de alta rentabilidad inmobiliaria, la logística del área portuaria, o la necesidad de resolver mejores condiciones de flujo entre el centro y la periferia norte, eran argumentos que concatenados insistían en invisibilizar el barrio o las consecuencias socio políticas de erradicar compulsivamente sus habitantes, en su mayoría con varias generaciones de asiento en ese territorio. La investigación que dio origen a nuestro trabajo , planteó la hipótesis proyectual de la

radicación total en el sitio, pero comprendiendo a la vez la resolución solidaria del resto de las demandas “extra barrio” presentes en el área macro. Se generó así la proyección de un nuevo escenario, presentando el proyecto urbano como herramienta de negociación entre actores diversos, donde fueran posibles conjugar posiciones hasta entonces planteadas como antagónicas. El proyecto sirvió ante todo para pasar de un imaginario excluyente (el barrio versus el desarrollo del área centro – norte) a otro integrador (el barrio (re) urbanizado como posibilidad cierta de desarrollo inclusivo del área centro – norte). La visualización de las potencialidades políticas de este trabajo por parte de la organización vecinal decidió la movilización y reclamo por


Imagen: Anteproyecto Barrio 31 Carlos Mugica.

Prof. Arq. Javier Fernández Castro Titular Taller forma&proyecto e investigador Centro Hábitat Inclusivo, FADU, UBA.

su concreción ante los actores estatales decisorios, desencadenando un proceso político que continúa con diversos grados de avance hasta nuestros días . El proyecto urbano cobró entonces un significado no habitual en nuestros contextos. Ya no se presentaba en su formato tradicional de prefigurar pretendidos “vacíos” reconvirtiéndolos linealmente en áreas de prestigio ex novo, sino de reconocer preexistentes “llenos” sobre los que operar en articulación de demandas y actores en forma compleja e inclusiva. El abandono de todo preconcepto, permitió reconocer una organización continente de los mismos elementos que cualquier recorte urbano otro, donde la diferencia radica en

su grado de desarrollo y formalización, aquí producida desde la escasez de recursos. Se trató de considerar la villa como un espacio carente a dotar antes que como una anomalía a extirpar. En rigor puede definirse que en la Ciudad no existen “vacíos” en términos absolutos. Todo espacio urbano posee antecedentes, presencias y vocaciones que impiden verlo como una hoja en blanco sobre la que puede escribirse cualquier texto. El rol del proyecto urbano entonces es el de generar nuevos imaginarios de proyección sobre las bases de significados siempre presentes en el sitio, confirmándolos, reconvirtiéndolos o sustituyéndolos, pero nunca ignorándolos. Se trata siempre de planificar procesos de “re-

semantización”, concepto asociado al de “(re) urbanización”. Este término al que adherimos se origina en documentos de la pastoral villera de Buenos Aires, actual heredera de los trabajos del Padre Mugica. Intenta llevar a su real condición los significados de la inclusión al plantear que las tareas de mejoramiento del hábitat en estos recortes populares parten de una condición urbana preexistente que debe ser reconocida. Para los sacerdotes la villa ya es Ciudad, es consecuencia de sus modos de producción vigentes. Es una identidad cultural con valores propios que debe ser respetada. En este sentido “urbanizar” a secas se emparentaría con una acción “civilizatoria”, que no reconoce las identidades previas y pretende homogeneizar (ignorar) culturas diCENTRALES | 19


Ilustraciรณn: Fango.

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versas. El término (re)urbanizar se asocia en cambio a la generación de espacios de coexistencia, mixtura y articulación entre distintos que se reconocen en sus identidades particulares sin relaciones de dominación. La propuesta resultó de una construcción colectiva, donde los investigadores actuamos en escucha e interpretación de las demandas de los vecinos del barrio, proyectando en ellas los saberes específicos de la disciplina urbana y la necesaria visión integral de las problemáticas en juego. La noción tradicional de proyecto suele concluir en la prefiguración de un objeto totalizador, perfecto y acabado, pretendidamente inmutable y de ser posible atemporal. La actuación en estos contextos rompe en cambio con toda ilusión canónica. La solución planteada, muy por el contrario, debe adoptar la flexibilidad suficiente impuesta por sus propios tiempos de gestión en los que sus condiciones y oportunidades suelen mutar, ponderar diferentes escenarios, reconocer elementos heterogéneos y su etapabilidad de ejecución, sumar potencialidades externas para compensar debilidades internas, ofrecer respuestas apropiadas a los diferentes intereses en el sitio, e incluso prever formas de financiación y gestión por parte de un Estado con lógicas de gestión cambiantes. Asumida la radicación como eje conceptual, la estructura resultante del proyecto reconoce marcadas continuidades respecto de la actual,

expresando estrategias de corrección sutil en el tejido general con otras de fuerte impronta y carácter transformador en los espacios nodales. Pueden así diferenciarse acciones tipificadas o seriadas derramadas en la totalidad del territorio (tendido de infraestructuras, mejoras sensibles de dos tercios del tejido preexistente, en completamientos y esponjamientos) de otras paradigmáticas y distintivas en localizaciones estratégicas puntuales (equipamiento y espacios públicos de jerarquía tanto en mejoramientos como en nuevos emplazamientos, un tercio de nueva vivienda en reemplazo de la no consolidable). El término (re)urbanizar implica precisamente entender la preexistencia como un hecho de características ya urbanas, con relaciones socio espaciales que deben ser mantenidas y potenciadas. La mayor importancia del proyecto, más allá de sus resoluciones particulares siempre discutibles, es el haber constituido una herramienta de empoderamiento. Ante la ausencia de otras opciones desarrolladas y especificadas con igual grado de participación, el prefigurar un escenario superador del status quo, permitió la irrupción de la organización vecinal en conjunción con un grupo de investigación, convirtiendo al principio involuntaria y luego conscientemente, un ejercicio académico en una herramienta política. El rol jugado por los vecinos y la Universidad

pública articulados en este caso particular revisita la tradicional asociación entre producción y transferencia del conocimiento. En un camino de ida el proyecto ha servido de “excusa” o condición necesaria a los vecinos para visibilizar, cualificar y cuantificar su reclamo. En sentido de regreso, la experiencia ha servido a los investigadores para sentar las bases de nuevas estrategias de abordaje proyectual e incluso para la revisión de la propia noción que se tenía del proyecto urbano. Nuevos colectivos vecinales del área metropolitana de Buenos Aires concurren hoy a la Universidad solicitando a los equipos su propio proyecto específico a raíz de la difusión y éxito relativo de esta experiencia. Ya no es necesario que la universidad “salga a la calle”: la calle viene a buscarla. El desarrollo de nuevos casos de variadas escalas y entornos está contribuyendo a revisar modelos teóricos en constante reformulación, va fijando constantes y aprendiendo a extraer variables. Esta situación quizás permita incorporar nuevas tareas al rol de las Universidades en la región. Se trata de un camino posible de renovación del compromiso con su territorio de actuación, en definitiva de contribución a la construcción de nuevos saberes proyectuales frente a los desafíos que presentan las políticas de inclusión. Traducir la consigna general de justicia social en proyectos específicos de justicia espacial.

CENTRALES | 21


PASTEURAR: MATAR AL INTERMEDIARIO.

Función: procesar leche cruda y obtener crema y leche descremada. Pasteurizado / Desnatado / Envasado. Capacidad de Producción: 30 lts en 30 minutos. (Aplicable a leche de bovinos, ovinos, cabras y búfalas) PASTEURAR, se inicia en el año 2010 como proyecto de tesis de graduación de la carrera 22 | REVISTA MODULAR No 3

Diseño Industrial, en la Universidad Nacional de Córdoba. La primera aproximación al concepto nace mediante un estudio en la provincia de Misiones, dónde se determina que un porcentaje de la población sufre de tuberculosis y brucelosis a causa de consumir leche cruda comercializada en Ferias Francas, muy comunes en la zona. A partir de este escenario se plantea el desarrollo de un equipo que contribuyera a mejorar esta situación, que posibilitara el auto abastecimiento de familias rurales, y en lo posible que aporte al desarrollo económico de la misma mediante la comercialización de los excedentes de su producción. En el año 2011, se decide materializar el trabajo y comenzar a vincularse con diversos organismos regionales, con la intención de difundir el concepto y poder generar fuentes de financiamiento para el desarrollo. Objetivos de la Innovación: mejorar la ecuación económica (costo/beneficio) de los primeros eslabones de la industria láctea. Industrialización: automatiza procesos productivos artesanales, posibilita la reinversión y el desarrollo del sector. Aportar a la Sanidad y Seguridad Alimentaria. Facilitar

D.I. Gonzalo Mendiara Premio INNOVAR 2012 FAUD, UNC

Ilustración: Flashbang

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ASTEURAR es una Idea Proyecto que pretende materializarse como un Modelo Productivo, Económico y Social para la Industria Láctea. Pensada para el pequeño y mediano productor. Este desarrollo permite procesar leche cruda y generar crema y leche descremada, posibilitando la elaboración de productos derivados como: yogurt, dulce de leche y quesos, entre otros. Apostando a un nuevo modelo de producción y comercialización de la industria, dónde la mayoría de los activos generados pertenezcan al pequeño productor, favoreciendo la generación de empleo, el desarrollo de economías regionales y la reducción de intermediarios en la cadena comercial, lo que abre nuevas opciones de consumo más accesibles para la sociedad.


la integración de zonas subdesarrolladas a la actividad productiva. Generación de productos regionales (diversidad y alternativas en góndola para el consumidor final). Se destaca la intención de desarrollo de energía alternativa para la alimentación de la máquina. Se está contemplando en gran medida el desarrollo de paneles solares y generadores eólicos, teniendo en cuenta aquellos productores que carecen de electricidad. Este desafío se afrontará una vez que se hayan testeados los primeros prototipos y poder medir el costo energético requerido para el funcionamiento de la misma, y de esta forma determinar la viabilidad de la energía alternativa. impulsado por su equipo emprendedor compuesto por Gonzalo Mendiara (Lic. Diseño Industrial) y Adrián Venturucci (Lic. Comercio Internacional), PASTEURAR se encuentra en la etapa de Desarrollo de Producto, comenzando a construir los primeros prototipos funcionales, para validar su comportamiento y objetivos mediante pruebas de laboratorio y de campo. En un estado de desarrollo constante, el proyecto participó y obtuvo reconocimientos en diversos concursos y convocatorias de índole innovador tecnológico.

LO QUE SE HACE | 23


SEMBRAR EN LA CIUDAD l

a ciudad contemporánea, la metrópoli difusa “sin límites”, en permanente proceso de formación y de devastación, ya no es comprensible a través de una visión que encuentre en el orden de los trazados un soporte claro. Residimos en un modelo agotado, en el que no hay espacio para el debate ni la reflexión, en el que la cultura arquitectónica se refugia en las páginas web cargadas de imágenes sin contenido, que intentan competir con los niveles del primer mundo, mostrando arquitectura de “otro mundo”. Deberíamos asumir nuestra realidad y a partir de ella generar nuestras propias respuestas, sin participar en alternativas que vayan por parámetros ajenos, contradictorios a los nuestros. El problema radica en el modo en que estas están creciendo, a partir de políti-

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Ilustración: Refugio Urbano, Agustín Berzero.

cas erradas que decantan en una estructura urbana dispersa e insostenible. Creando dentro del tejido espacios intermedios, abandonados, “caries urbanas”. Nuestras ciudades están pobladas por este tipo de territorios. La arquitectura que se ha llamado “diseño pobre” implica una profunda conversión de la sociedad hacia un cambio que potencie otros valores que los que propicia el consumismo rabioso. Recuperando la arquitectura no obsoleta, racionalizar los gastos e inversiones buscando modos creativos de producción de arquitectura y ciudad. Así el patrimonio de lo construido toma valor a través de los procesos de re funcionalización y rehabilitación edilicia. Estas operaciones de recuperación tienden a hacer del entorno un medio comprensible que apuntala el presente con permanencias del pasado que tienen vigencia y sentido hacia la continuidad y el cambio. La intervención en la ciudad existente, en los espacios residuales, en sus intersticios plegados debe resolverse a través de la continuidad como soporte para la construcción con el doble objetivo de detener la constante expansión en superficie y mejorar el patrimonio construido. Pensar en la redensificación del tejido existente, favorece la mixtura social, evitando la guetificación y facilitando la integración en entornos ya consolidados, poniéndolos en valor, aprovechando los tendidos de servicios e infraestructuras actuales. Impulsando

la idea de que en su proximidad a los núcleos urbanos y en su capacidad de transformación, existe unverdadero sustrato abierto a recibir este tipo de estrategias, con el fin de llegar a alcanzar los parámetros óptimos de una ciudad sustentable. Seguramente es compromiso de la academia formar a los futuros profesionales y así poder contribuir a perfeccionar la realidad que desconocen. Refugio Urbano Sobre el área peri central y prácticamente ligado al Arroyo La Cañada se ubica el terreno de 9 x 16 metros con el fin de resolver un pequeño refugio urbano en un plateo mixturado “Casa - Trabajo”. El proyecto parte de una estructura espacial existente que prácticamente cubría la totalidad del terreno. A partir de la acción de comenzar a socavar la masa se definen los patios que estructuran el planteo. Con la intención de optimizar la superficie acotada del lote, el planteo cobra sentido vertical organizando el programa en 3 niveles superpuestos. Básicamente se propone una planta baja libre tensionada entre 2 patios que permite armar el espacio de trabajo “estudio de arquitectura” Sobre el 1º nivel se desarrolla el área social, en el siguiente nivel se plantea en un entrepiso de doble altura el área privada a modo de

Arq. Agustín Berzero Prof. Asist. Arquitectura 2C y Arquitectura 6D FAUD, UNC

dormitorio abierto con la posibilidad de que en un futuro se pueda cubrir el vacío contemplando un crecimiento de manera implosiva para mas habitaciones. La propuesta se materializa con 2 lógicas constructivas. Se resuelve el nivel inferior en construcción tradicional dotando de estructura la pre-existencia al incorporar 2 vigas de hormigón armado visto que reciben las cargas de la caja superior resuelta en vía seca. Todo el perímetro del terreno se materializa con el vulgar “ladrillo cerámico” el cual se corta en 3 partes con el fin de optimizar el material y componer una envolvente cribada de 7.80m de altura que define la expresión de la propuesta, resuelve las condiciones de seguridad y construye en su interior una atmósfera espacial de gran calidad. LO QUE SE HACE | 25


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oy no tomamos dimensión del impacto que genera la tecnología en nuestras vidas, la forma en que parece imprescindible estar conectados de una u otra manera mediante algún objeto que opere entre lo real y lo virtual, y cómo este hecho influye en los vinculos que creamos como sociedad. En este caso se apuesta a la innovación para revertir la connotación negativa que se tiene de los objetos de la nueva era tecnologica, y se piensa con creatividad y compromiso

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en el otro, resolviendo una necesidad que aqueja a un sorprendente porcentaje de la sociedad, hoy invisibilizada, que quizas por el desafio que supone, ignoramos, mientras llevamos a cabo tareas que nos resultan más familiares, y damos respuestas para “la mayoria”. Es asi que un grupo de profesionales formados bajo el concepto de la universidad pública-en el que prima la intención de devolver a la sociedad lo que ella nos aporta- se encargan de materializar un objeto tecnológico

con un fin inclusivo. Procer es un dispositivo portátil de lectura artificial capaz de convertir texto impreso a voz. “El principal objetivo de este proyecto es permitir que personas ciegas, disminuidas visuales o disléxicas puedan acceder a información en forma de texto impreso, de manera autónoma. Así se pretende disminuir la brecha existente de posibilidades entre las personas con este tipo de discapacidad y el resto de la sociedad, logrando una mayor inclusión y posibilidades”, explican los creadores de este


Ilustración: Gonzalo Vélez Da Porta

aparato. Manuel Díaz Ferreiro, ingeniero en Computación; Julián Guerrero, ingeniero electrónico; Mariano Lescano, cocreador y desarrollador de software; José Ribodino, cocreador y desarrollador de software; y Gabriel Terradillos, diseñador industrial, son quienes forman el equipo que, en este momento, es parte del Espacio Emprendedor de la UNC. La característica distintiva de este producto es que recepta el nuevo paradigma de la

autonomía personal en materia de discapacidad, que pone el acento en el entorno de cada individuo como problema a resolver, no en la supuesta falta de destreza de la persona con discapacidad. De esta forma, el dispositivo trasciende, y por ende, el paradigma médico-asistencialista de la rehabilitación, para incorporar el objetivo primordial de una vida independiente. D.I. Verónica Villarreal Baigorria Email: contacto@procer-project.com

Cómo funciona Procer: 1) El aparato adquiere la imagen deseada, utilizando la cámara incorporada o usando un escáner portátil. 2) Una computadora interna realiza el procesamiento de la información. 3) Realiza la conversión, y el sonido se reproduce por un parlante o auricular. 4) El dispositivo interpreta diferentes fuentes de información. LO QUE SE HACE | 27


por Martín Sánchez Asunción, Paraguay. Arquitecto por la FADA, UNA (1986). 1987 fundó Gabinete de Arquitectura, la sociedad profesional que en la actualidad comparte con Alberto Marinoni y Gloria Cabral. Docente en Universidades de Argentina, Chile, Brasil, Ecuador, Panama, Peru, España, USA. Ha recibido numerosos premios y distinciones: Premio Nacional de Arquitectura 1989-1999 - Obra de la Década Colegio de arquitectos del Paraguay 2008 - Swiss Architectural Award, BSI Architectural Fundation. 28 | REVISTA MODULAR No 3

´ O ES OTRA CRÓNICA ROSA

ARQ. SOLANO BENITEZ

E

l mate y los criollos estaban circulando por la redacción, estaba todo listo para comenzar la charla con Solano, los primeros cruces de palabras con el arquitecto hicieron que la entrevista se transforme en algo bien informal, saltando por varios temas de la actualidad del diseño que nos inquietan como estudiantes y profesionales, y donde se destacaron sus apreciaciones acera de su rol y visión sobre la universidad. -¿Cómo entendes el rol de la Universidad Pública en la sociedad? Sigo creyendo que la universidad es una entidad que debe ser construída por todos, sigo pensando que la universidad tiene que hacer el esfuerzo de incorporar a todas las personas, y que estas logren producir las mejores oportunidades para todos. Yo en particular, sólo enseño en la Universidad Nacional de Asunción, me parece que es súper importante estar ahí, una universidad gratuita; y por tanto sostener la posibilidad de que no haya una razón económica que impida a las personas formarse en la disciplina que pretenden ejercer el resto de sus vidas. Es una tarea sumamente importante aspirar a que esa universidad, que se construye desde el aporte del más humilde hasta del más encumbrado, cumpla finalmente con su deber de producir la ciencia y la tecnología que necesita el país en los próximos años. Esto debiera importar a todos, y en

realidad no conoce de distinción, ni siquiera de carácter político, y mucho menos religioso. Por ende, es una gran cosa que haya distintas universidades. Es una gran cosa que haya distintos puntos de vista. -¿Cuál es tu interés por Córdoba? Mi interés por Córdoba es poder seguir encontrando los motivos en los cuales nos parecemos tanto y tratar de difuminar, de alguna manera, las razones que nos separan. Lo más interesante para mi sigue siendo, cómo ser el más cordobés de todos los arquitectos paraguayos. -¿Crees que las fronteras nos limitan o nos enriquecen? Sobre las fronteras, pienso que el entendimiento de lo que son las cosas, se da a partir de los límites. En particular el espacio y la arquitectura se definen a partir de ellos. Pero creo que es absolutamente interesante entender que es el mismo espacio, que de alguna manera se conforma con una característica especial pero que en esencia sigue siendo el mismo. Reflexionando, si pensamos en un instrumento, el mismo teclado Casio que es interpretado en la India, en un grupo bailantero paraguayo o en la música folclórica argentina, lo interesante es, que aún siendo el mismo instrumento, suena radicalmente distinto. No es el instrumento el que define la condición según la cual se va


“¿Podría haber justicia, sin entender la prioridad de la sociedad, como el motivo fundacional de nuestro existir?” a ejecutar, sino que es la persona la que toma las oportunidades, y a partir de ejecutarlo con la mayor destreza posible, y trascender en la ejecución, le da su carácter, que puede o no ser local. Lo más interesante no son las divisiones inaccesibles, sino al contrario, el carácter particular que genera cada condición, y que logra que enriquezca el todo. -¿Sentís que con la arquitectura resolviste alguna inequidad social? Es muy interesante abordar ese punto, porque la definición misma de lo social es algo a reflexionar para ser entendida. Pensemos en un poeta que en su condición más privada logra conjugar unos versos, pero esa poesía no va a existir hasta que no salga de su interior, por lo tanto su esencia, la más sustancial del hacer, es un hacer público, y por ende es un hacer social, es para todos. No podemos escapar al hecho de que somos una sociedad y todo lo que hagamos, que no fortalezca el sentido de lo colectivo, es un atraso. Lejos de darnos oportunidades, nos la quita. Es una pérdida de tiempo. Hemos asociado lo social con un carácter

asistencialista, con una cierta noción de precariedad y eso es todavía más cuestionable. ¿Cómo se supone que es una arquitectura de interés social, es para gente que es más o menos gente? entonces podemos darle algo a mitad de camino que no es ni una cosa ni la otra. ¡Esto es imposible de pensarse! Tenemos que poder imaginar un tiempo totalmente distinto, donde lo que es estructural, sea un tema central y no uno eventual. A causa de esta suerte de asistencialismo, nuestro accionar permanentemente esquiva la condición social de fondo, es decir, como los otros quedan arruinados por nuestro hacer, tenemos una mirada más apaciguadora, cuando en realidad deberiamos emprender con total voluntad un hacer transformador donde no haya excluídos, ni excluyentes, y dar cobijo a todos los estratos sociales. Sueño con el día en el que realmente se note la diferencia en nuestra sociedad, que sintamos con efectividad que lo que hacemos está resolviendo el problema de todos, todo el tiempo, y que cada vez que accionamos, lo hacemos a favor de un colectivo. -¿Qué opinión tenes sobre la idea de “la casa propia”?

Yo no creo que sea una condición intrínseca a las personas el hecho de poseer. Nadie creó esta tierra. Si yo me declarase dueño de tantos litros de agua del Suquía, o del aire que me rodea, me dirán que estoy loco. Pero de repente, ¡Me declaro dueño de una porción del planeta Tierra! que tampoco fabriqué. Es decir, nadie tiene noción que eso es de alguna manera de todos, y que nosotros lo usamos temporalmente. Circunstancialmente convocamos la materia para producir abrigo; pero que esto sea transferible como un título, que sea para siempre y pueda “quedar para las próximas generaciones”, me parece una locura. No creo que uno deba ser necesariamente propietario para vivir bien, esto no tiene nada que ver con el techo propio. Para vivir bien tengo que tener infraestructura de salud, seguridad, entretenimiento, poder alimentarme. Si tengo un casa propia, y por ello no puedo trabajar; no tengo acceso a información, a la cultura, al ocio. Es horroroso vivir así. Con ese concepto de asistencialismo, mandamos a la gente a vivir lejos donde la tierra es barata, quedan los pobres arrinconados. Le dimos un techo y suponemos que hemos meALREDEDORES | 29


-Desde que te premiaron con el BSI, hasta el reciente Pritzker, vemos que la arquitectura mundial está haciendo foco en 30 | REVISTA MODULAR No 3

Ilustración: Fango.

jorado su calidad de vida, pero eso no ocurre, porque le quitamos todas las otras condiciones que son necesarias para un buen vivir. Entonces, la vivienda individual que no esté atendida por todo el soporte social, no es nada. Las ciudades, podrían ser las herramientas más interesantes de equidad que hemos producido. La reflexión tiene que ser, ¿Cómo el individuo puede ser capaz de habitar su medio ambiente colaborativa y cooperativamente, de manera que las transformaciones que se hagan en su período de existencia contribuyan a una mejor vida para todos? Por ello son tan malas las densidades bajas. Tenemos que ser capaces de entender que la residencia de la persona no tiene nada que ver con el sueño de la casa propia. Lo fundamental es habitar en la sociedad; de ahí que la construcción de la sociedad es el mandato disciplinar número uno, de ahí que haciendo referencia a la justicia social, cabe preguntarse, ¿Podría haber justicia, sin entender la prioridad de la sociedad, como el motivo fundacional de nuestro existir? Es interesante pensarlo incluso hoy que el individuo es la figura más promovida que se pueda tener.


Latinoamérica ¿Cómo ves la contemporaneidad de nuestra arquitectura en la escena internacional? Yo no creo que el interés de la disciplina haga foco por el hecho de ser latinoamericanos. Creo que en Latinoamérica se están produciendo ideas que son interesantes para el mundo, que hoy esta hiper-conectado, dando lugar a que se exponga. Si nosotros queremos participar de esa comunidad global, de sociedad planetaria, la mejor manera de vincularnos es precisamente generar la relevancia del hacer. Si nosotros banalizamos nuestro hacer, si simplemente damos respuesta al designio del mercado y somos articuladores de los deseos de una sociedad existente, que manifiesta una gran crisis a nivel mundial, y no somos capaces de abrir una ventana de oportunidades para que las cosas cambien. Entonces lógicamente nadie nos va a poner un micrófono adelante. Si nosotros actuamos simplemente como fuimos formados, como una suerte de custodios del buen gusto, y centramos el debate en términos de si es trascendente como composición, la frivolidad de ese diálogo va a hacer que sólo 3tres personas adictas al formalismo esten pendientes de lo que se hable. Por el contrario, si nosotros somos capaces de entender las crisis y las dificultades que atraviesa el mundo y aún desde nuestro rincón más alejado del planeta ejercemos con autenticidad el

mandato humano de mirar a nuestro alrededor y conjurar la materia, con la pretensión de dar un paso hacia una existencia mejor para todos, entonces lógicamente el mundo se va a abrir para nosotros. Nos empezarán a escuchar, cuando ya no sea una crónica rosa, ni un simple cuento de un devenir que todo el mundo conoce. No creo que desde los países “desarrollados” aparezcan los cambios, porque ellos están muy contentos de ejercer su rol dentro de la jerarquía de privilegio que tienen, ¿Por qué habrían ellos de cambiar, si están felices de ser como son? Nos toca a nosotros, los que nos reconocemos en una situación de crisis, empezar a actuar de modo diferente, empezar a tener un compromiso. Es éste el momento. No creo que el fascismo sea alemán, no creo que el amor sea francés, no creo que la embriaguez sea irlandes, no creo que el lugar deba condicionar lo que uno tiene que ser. Fui formado en el entendimiento de la historia de la cultura, la que demuestra por qué somos como somos. Somos necesariamente así, no hay forma de escapar. Nuestra estructura y nuestra historia cultural nos definen. Pero al mismo tiempo hay otra forma de ver la historia, que ocupa la misma distancia en el tiempo, y es la historia de la técnica, cabe preguntarse, ¿Qué tan mejor estamos ahora? La cuestión de la identidad, tiene que ver con este hecho de entendernos desde la cultura,

desde lo que nuestro entorno consolida como el límite del ámbito donde nos movemos. Pero si pensamos lo que queremos realmente, y medimos lo que somos capaces de hacer para vivir mejor, creo que la historia se cuenta totalmente diferente. Creo que hasta la poesía es una técnica minuciosa para satisfacer precisas necesidades del alma, y no creo que cualquiera pueda convocar a las palabras logrando emocionar a las personas, pero si de alguna manera, la sucesión de letras se cadencia en un orden tal que, lo que va diciendo nos permite entrar en una secuencia de respiración que nos haga visualizar una condición de oportunidad, en la que todo sea diferente, entonces tal vez la palabra, incluso sea capaz de convertirse en una herramienta maravillosa y sea celebrada como una específica técnica de instrumentación de un tiempo nuevo. Celebro muchísimo todas las diferencias, no como cambios, sino como relatos de las habilidades que hemos sido capaces técnicamente de desarrollar en nuestros diferentes lugares.

¿Qué es lo que estamos haciendo hoy, a partir de todo lo que somos, para construir un mundo nuevo, mejor? Solano Benítez.

ALREDEDORES | 31


Catamarca, Argentina. D.I. por la FAUD, UNC (1996). En la actualidad se dedica al desarrollo y diseño de productos para empresas nacionales e internacionales , posicionándose hoy como uno de los referentes del diseño argentino. Ha recibido numerosos premios y destinciones: Premio Vico Magistretti, De Padova (Italia). D & AD Premio Global Student, Vitra Home (Reino Unido). “Rising Talent americano”, para la Maison & Objet Américas 2015. 32 | REVISTA MODULAR No 3

AS IDEAS VALEN.

por Florencia Moriena

D.I. CristiAn Mohaded

-¿Qué rol tiene la universidad publica, en particular la FAUD en la sociedad? En relación a la Universidad Pública es una cuestión de formación. La FAUD brinda muchas herramientas en si para salir al camino profesional, al día a día de la carrera, siento que quizás a la facultad le falta mas formar a la gente en la relación económica y el día a día del país. Es un gran desafío entender que el trabajo tiene un precio y que las ideas valen, sumado a esto entendemos que en contexto el país siempre estuvo despegado de la disciplina del diseño y es costoso insertar la profesión en ese contexto y que la sociedad en general crean en el diseño. -¿Como es el rol del DI con la sociedad? Somos como una especie de mediadores en lo que ellos necesitan, tenemos que saber escucharlos, saber observar saber mirar la sociedad, observarla y saber escuchar, no es lo mismo que se pretende en Córdoba que en Buenos Aires, lo primero que hay que saber hacer como profesional es saber donde estas parados y de ahí se aprende a escuchar cuando me junto con una empresa o un cliente lo primero que pregunto es “que es lo malo que tienen” “ que es lo bueno que tienen “ escuchar y luego accionar -¿Que herramientas te brindo la FAUD para desenvolverte y posicionarte en el mundo del diseño?

La facultad me dio todas las herramientas, salvo en lo comercial, pero estoy agradecido mucho con lo que me aporto la considero completa me gustaría que se hagan mas conexiones y pasantías en empresas, fabricas, organismos, conocer el funcionamiento de la profesión. Insertar al diseñador con lo mínimo en una empresa. -Teniendo un panorama de la perspectiva internacional y de la formación que tenemos en Córdoba en Argentina y el ejercicio de la disciplina. ¿Que ventajas y desventajas dirías que enfrenta un diseñador latinoamericano frente a los demás Países? En cuanto formación no hay nada que envidiarle a una universidad Europea, con Estados Unidos, bueno no es como un parámetro, pero en Europa en cuanto a formación lo único ellos tienen la posibilidad de que las empresas los escuchan y entienden que necesitan diseñador y lo entienden hace muchísimos años, acá todavía no lo comprenden, piensan que el diseño es algo que va a quedar lindo y nada mas pero no toman dimensión que hay diseño estratégico, diseños de productos etc. solo toman al diseño como algo estético y no lo ven como una herramienta de generar nuevas posibilidades comerciales, el diseñador es un poco caprichoso en cuanto a lo que quiere dar y lo que quiere mostrar y por ahí termina haciendo cosas que son mas por un capricho


que algo que tenga que ver con la empresa.

Ilustración: Fango.

-¿Alguna ves con tu trabajo tuviste que intervenir en alguno de los segmentos menos beneficiados de la sociedad? El trabajo mas cercano a esta situación es un trabajo que se llama Simbol. en Belén, Catamarca. Tuve mucha empatía con la gente, y no fui pretencioso en el momento de llegar a diseñar con ellos, la confianza fue el punto principal, saber observar y escuchar. lo primero que hice con ese trabajo es saber con quien estaba trabajando, saber los nombres, su nivel de vida, como se manejaban en las cooperativas de trabajo, entender todo eso

para mi era fundamental, sin entender eso no podía hacer el trabajo. Para mi eran como una empresa humana. Ellos no sabían el valor que tenían como artesanos, trate de explicarles y ayudar a valorar su tiempo, su trabajo y su magia, porque para mi era magia lo que ellos hacían, ellos tienen su valor en las manos y no le estaban poniendo precio, ahí también interviene el diseño, en hacerles abrir la cabeza de lo que ellos pueden llegar a crear y producir con sus conocimientos, por ejemplo ellos estaban haciendo unos canastos que fabricaban hace años y años y que en tamaño no superaban los 20 o 30 cm de dimensión y a partir de experimentar y explorar con ellos

llegamos a hacer piezas de hasta 1 metro de diámetro, y en eso yo solo fui una pequeña piedra, un acento en el trabajo que ellos hacen y en la magia que ellos tienen en las manos una mirada externa -¿Como te relacionas con las tecnologías que encuentras acá en el mercado o en el panorama local? Yo soy una persona que no es pretenciosa con los materiales y tecnologías me ajusto con lo que hay entiendo y trato de hacer esa lectura en cada caso, cada proyecto para mi es muy particular muy especifico , desde trabajos hechos con Simbol hasta trabajar con una empresa de Concreto, trato de que mis proyectos estén ajustados al desarrollo local. El caso del Simbol, el material que uso que esta presente en Catamarca, es un material que yo lo veo y lo observo desde que era chico, mucho antes de saber que iba a ser diseñador pero me atraía, soy muy observador, observo todo lo que pasa, saco muchas fotos de lo que pasa. creo que eso falta un poco en el país con los diseñadores, observar y mirar un poco lo que pasa acá. miramos la cultura Argentina como que somos tango como,que somos cuero, la identidad de diseño argentino no esta generada todavía y es debido a que no se esta mirando lo que pasa internamente siempre estamos con la cabeza en el exterior.

ALREDEDORES | 33


C.A.M.

S

(proyecto participante Alacero 2015)

ino hay encuentro con el otro no hay comunicación, sino hay comunicación no hay conocimiento, si no hay conocimiento no hay tolerancia, no hay sentido de pertenencia, construcción colectiva, alteridad, ciudadanía, intercambio interpersonal, hay miedo al otro .Si hay miedo al otro no hay encuentro . Córdoba como la gran mayoría de las ciudades latino americanas sufre de problemáticas de segregación social y fragmentación espacial que engrosan las desigualdades sociales y minorizan las oportunidades de

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encuentro entre diferentes impidiendo el reconocimiento con el otro, como el intercambio interpersonal así como el sentido de derecho a la ciudad. Haciendo énfasis sobre la interface periferia barrios pueblos de la ciudad, se crea un sistema de acción interrelacionado de polígonos activadores de urbanidad, identificados como áreas de oportunidad, saneamiento y reactivación tanto a nivel sectorial como intersectorial; bajo las variables de sistema de centros de participación ciudadana, sistema de equipamientos social deportivos

gubernamentales e índices de vulnerabilidad social por densidad poblacional . Enmarcado dentro del 8vo concurso de Alacero para estudiantes de Arquitectura 2015, ( tema: centro social y deportivo) CAM nace como respuesta a uno de los polígonos de mayor déficit y fragmentación social-espacial del sistema macro ( polígono ruta nacional nº19 ) haciendo una reflexión de qué modo accionar sobre la ciudad construida y posibilitar nuevas plataformas de encuentro. Propuesta arquitectónica: La propuesta consiste en re activar el polide-


Ilustración: Octavio Paratz.

) portivo ruta nacional nº 19 con la creación de un edificio abierto como un espacio público cubierto - un gran techo - donde confluyen todas las actividades colectivas (gran escala - comunidad - ciudad ) y espacios de soporte con lo mínimo irreducible para acompañar - sostener la actividad ( micro escala - servicio - relación domestica ) como un nuevo generador de oportunidades de mínimo impacto material , máxima variabilidad programática temporal , económicamente sustentable de bajo mantenimiento, con la posibilidad de ser replicable en otros

puntos de la ciudad. Fundamentos Arquitectónicos: El proyecto se plantea como un “edificio abierto” en el cual se dan constantemente distintas variabilidades programáticas y fricciones de uso. El espacio principal representa la calle en su función de catalizador de encuentros y flujos de movimiento, delimitado por una sucesión de postes que conforman un límite virtual que dialoga con la escala territorial. Una serie de containers a los costados albergan los soportes necesarios de las distintas actividades del centro

que se desarrollan en el espacio principal, y que resuelven la escala barrial del contexto, generando un impacto mínimo en el suelo. La autonomía de los containers en cuanto a su sistema de cerramiento, generan una reflexión sobre la relación entre lo público y lo privado, despojando al edificio de límites definidos y permitiendo un continuo flujo de movimiento entre la ciudad y el territorio. S.O.P.A. son: Octavio Paratz Micaela Ortiz Lucila Soldavini TALLER ADENTRO | 35


E

n la ciudad de Córdoba , así como en otras ciudades metropolitanas, la producción de hortalizas se realizan en las afueras del área urbana . Este tipo de producción se da de este modo debido a la accesibilidad al mercado, ya que los alimentos son altamente perecederos . Sin embargo , del total de lo producido sólo el 50% se consume . Esto último se debe a un conjunto de factores que van desde el mal manejo de recursos y prácticas disponiblespara el desarrollo del cultivo , hasta la cosecha y el traslado de las hortalizas. Este conjunto de aspectos negativos está

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llevando a la reducción de estos espacios productivos , ya sea el abandono del trabajo por falta de rentabilidad o por la migración a tierras más lejanas, provocando la disminución de hortalizas, base de una alimentación de calidad. Biosurco es una herramienta biodegradable que actúa a lo largo del ciclo productivo de la planta, evitando la erosión provocada por el riego , protegiendo el suelo mediante la degradación del producto y la mejora de la estructura para el siguiente ciclo productivo. Es un producto de bajo costo y accesible , que está compuesto por celulosa reciclada

y materia orgánica aglutinados en forma de plancha que se coloca en el surco por donde se riega , ese contacto con el agua provoca la degradación paulatina. Nace como una propuesta para generar hortalizas de hoja de calidad para reducir las pérdidas en el ciclo de vida e interviniendo en el medio donde se produce dando recursos para aumentar la rentabilidad de la producción. Proyecto para INNOVAR edición 2015 de D.I. Analía Rojas


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Ilustraciรณn: PESK (2016)


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