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Ex presidente Trump se da un baño de multitudes

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¿Hasta cuándo?

¿Hasta cuándo?

El expresidente de EE.UU. Donald Trump se dio un baño de público en conocido restaurante cubano de la Pequeña Habana de Miami tras haber sido procesado por 37 cargos penales relacionados con el manejo de documentos oficiales secretos.

Cuando todos pensaban que la caravana de autos que salió de los tribunales tras la audiencia se dirigía al aeropuerto, se vio por los canales de televisión que su destino era el Versailles, un lugar icónico para el exilio cubano.

Allí le esperaba una multitud de seguidores y también periodistas que recogieron el momento en el que le cantaron el cumpleaños feliz al exmandantario (77 años).

Las cámaras mostraron en vivo cómo saludaba a los presentes que le mostraban su apoyo y le pedían hacerse fotos con él.

Los seguidores, partidarios del ex presidente Donald Trump no perdieron tiempo para respaldarlo.

Trump había abandonado minutos antes la sede de los tribunales federales de Miami, tras ser fichado y procesado por 37 cargos presentados en su contra por el caso de los documentos secretos hallados en su casa de Florida en un registro en 2022.

Los abogados de Trump, que no habló y se mantuvo con los brazos cruzados todo el tiempo, dijeron que se declaraba “no culpable” y pidieron que sea sometido a un juicio con jurado.

Trump, el primer presidente y expresidente en la historia de EEUU en afrontar una acusación federal, fue fichado con toma de huellas digitales y fotografía y luego compareció ante el juez federal Jonathan Goodman.

No se llegó a realizar la lectura completa de los 37 cargos que le imputó un Gran Jurado por el manejo de documentos clasificados en Mar-a-Lago, su mansión en el sur de Florida, porque sus abogados dijeron que no era necesario.

La Fiscalía señaló que no era necesario que Trump entregara su pasaporte pues no consideran que haya riesgo de fuga, significa que es libre de viajar incluso al extranjero, pero sí pidió al juez que tome medidas para que el expresidente no influya en posibles testigos del juicio. Miami (EFE)

Cuando López Obrador apenas llevaba un mes como presidente, en enero del 2019, estaba muy optimista. “En 100 días”, dijo, “vamos a mejorar en este tema de la inseguridad.” Y no fue así. Hoy sabemos que era el comienzo del gobierno más violento de la historia moderna de México. Desafortunadamente la popularidad del presidente no se ha traducido en resultados concretos contra la altísima criminalidad. AMLO también se equivoca al creer falsamente que quienes lo criticamos -por su falta de resultados significativos en materia de seguridad- lo hacemos por consigna. No entiende que nuestra principal responsabilidad social como periodistas es cuestionar a los que tienen el poder. Y él tiene mucho poder. Las críticas no son solo contra AMLO. A través del Noticiero Univision desde 1986 he ejercido el periodismo independiente y he cubierto décadas de abusos en México. Lástima que no lo haya visto o no lo quiera recordar, porque se dejó entrevistar muchas veces por nosotros. Las críticas han sido parejas. En estas mismas páginas, por ejemplo, escribí una columna -de muchas- contra Felipe Calderón llamada El Presidente De Los Muertos y otra titulada Peña Nieto: El Peor Presidente.

Entiendo que el PRI y el PAN le dejaron a AMLO un país muy golpeado, con mucha corrupción y plagado de desigualdades. Fueron décadas de robos y atropellos. Pero uno vota por un candidato, precisamente, porque promete resolver los problemas del pasado y buscar soluciones en el presente. Culpar a los gobiernos anteriores de sus errores no ayuda a nadie y solo acrecenta los problemas.

Candidata, candidato, si usted gana la presidencia ¿cuándo va a asumir el compromiso de lo que haga o deje de hacer su gobierno? Es la pregunta. México necesita un presidente que se responsabilice desde el primer día.

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