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D.O. Ribera del Duero

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Beronia Rueda

Beronia Rueda

Un Ribera del Duero, la mejor excusa para brindar en cualquier celebración. Fotos DO Ribera del Duero

Cuarenta años creando emociones

DO Ribera del Duero. Celebrará en 2022 su cuarenta aniversario, consolidándose como un referente absoluto de vino de calidad

El 21 de julio de 1982 nació la DO Ribera del Duero. Los primeros vinos con el sello de esta marca de calidad comenzaron pronto a llegar a las mesas de los consumidores. Cada descorche, cada brindis, contribuyó a hacer de esta región vitivinícola una de las más prestigiosas y reputadas del mundo. En 2022, Ribera del Duero celebrará sus primeras cuarenta vendimias. Mucho ha cambiado la DO desde que aquel pequeño grupo de pioneros impulsaran su creación. Hoy 310 bodegas y más de 8.000 viticultores trabajan para hacer posible que sus vinos formen parte de las vidas de los ciudadanos. Para que el ‘Espíritu Ribera’ este presente en cada rincón del mundo.

Durante estas cuatro décadas, Ribera del Duero ha crecido, ha evolucionado y se ha confirmado como una realidad exitosa y necesaria. Las ocho bodegas y cooperativas que iniciaron en 1982 el camino, con una superficie de apenas 6.000 hectáreas de viñedo, son hoy una gran familia de la que forman parte los herederos de aquellos fundadores, talentos llegados de otras comarcas que han establecido en la DO su casa y nuevas generaciones que empiezan a dejar huella. Hombres y mujeres, jóvenes y veteranos, y cerca de 25.000 hectáreas de viñedo repartidas por las provincias de Soria, Segovia, Valladolid y Burgos.

Lo que no ha cambiado desde esos inicios, lo que siempre ha estado presente porque es parte de la identidad de la DO, es la calidad, la diversidad, la creatividad y la excelencia de los vinos elaborados por las bodegas.

Rosados, tintos y, desde 2019, también blancos que son la expresión de la tierra y de las manos que los elaboran. Jóvenes, crianzas, reservas, grandes reservas, … para todos los gustos, de diversas tendencias, con mil matices y personalidades. Vinos que nunca faltan en los grandes momentos, en las ocasiones especiales, en importantes acontecimientos. Pero que acompañan también el día a día, las tardes de tapeo, las cenas rutinarias, las citas con amigos, los brindis cotidianos.

Longevos y elegantes Ribera del Duero nació para ser eterna. Diestra en el arte del envejecimiento, sus vinos con crianza son ejemplo de gran longevidad. El tiempo pasa de manera elegante por ellos, desarrollando con los años todo su potencial sin perder un ápice de su frescura.

Los crianza de Ribera del Duero son un emblema de esta comarca elaboradora, cuyos bodegueros también crearon hace décadas los robles, vinos jóvenes con un ligero paso por barrica. El suelo, la geografía, el clima y el carácter de los enólogos hacen de cada crianza un vino único, una experiencia sensorial irrepetible a través de la que descubrir la Ribera del Duero con solo levantar la copa. Los tintos crianza pasan al menos doce meses en barrica, y no salen al mercado antes de veinticuatro meses en bodega. Los rosados y blancos crianzas tienen un envejecimiento mínimo de dieciocho meses, seis de ellos en barrica de roble. Son vinos deliciosos, equilibrados, con mucha fruta.

Los reserva y gran reserva representan la maestría, el talento, la creatividad, la alquimia y el arte de los profesionales de Ribera del Duero. Con un envejecimiento de al menos treinta y seis meses, en el caso de los reserva, y de sesenta meses, en el caso de los gran reserva, estos vinos pasan el tiempo durmiendo, reposando en la bodega, esperando el momento exacto para salir al mundo. Sabrosos, potentes, con un color que hipnotiza, son la mejor compañía para esos instantes para el recuerdo que se viven con alguien especial. Los rosados y blancos más longevos son un gran tesoro, obras únicas de producciones muy limitadas, irrepetibles, únicos, extraordinarios.

Siempre a tu lado La web de la Denominación de Origen (www.riberadelduero.es) ofrece la oportunidad de aprender los secretos de los vinos de Ribera, con solo echar un vistazo a su sección Enopedia.

Velando por la autenticidad de los vinos

El Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero es el organismo responsable de velar por la autenticidad de los vinos de esta región, asegurando que cada botella que lleva su contra etiqueta ha superado rigurosos controles de calidad.

Más de 300 bodegas forman parte de esta demarcación situada en la cuenca del río Duero y seleccionada como Mejor Región Vitícola del Mundo en 2012. Los vinos de la DO Ribera del Duero se caracterizan por su gran calidad, producción limitada y una fuerte apuesta por la innovación. El afán de superación, la experiencia y una actitud creativa, junto con la dedicación, tradición y talento de sus viticultores y bodegueros, convierten a estos vinos en únicos.

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