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AÑO NO. 33 • EDICIÓN 10309
SABADO 21
TOGA
(P/8-B)
SC convertida en escenario de sicariato y narcotráfico
DE SEPTIEMBRE DE 2013 / SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA
(P/16)
DE ENTRADA (P/2)
INTERNACIONALES
Gobierno anuncia construcción centros para menores son vulnerables
Obama: bloqueo convertiría EEUU en una república bananera
ECONOMICAS (P/8)
Bajan gasolinas; RD consume 130,000 barriles diarios de combustibles
DM y ONU tratan el caso descendientes haitianos Mandatario le aclara no es su jurisdicción, sino de JCE
QUEMA DE PASAPORTES EN DESUSO.-
(P/4)
La Dirección General de Pasaportes incineró ayer 141,277 libretas de
pasaportes y otros documentos en desuso, en un acto efectuado en la Primera Brigada de Infantería del Ejército Nacional. Muchos tenían errores de impresión y otros fueron incautados por haber sido adulterados. (Foto: Daniel Duvergé). PÁGINA 5.
editorial Cambios profundos Los seres humanos nos movemos en un constante devenir entre lo moderado y lo radical. Así se han levantado las teorías políticas y el diseño de las políticas económicas. En el plano de la política, en muchos procesos se ha llegado al desmonte de las estructuras arrasadas por una revolución, estableciendo nuevas reglas. Eso ha sucedido en América, en Europa, en Asia y en África. El llamado mundo occidental ha apostado más a la democracia, que es en esencia una apuesta a las reformas graduales. Nosotros hemos estado enclavados en esa realidad política y en esa visión en lo político y en lo económico. Así hemos estado en la democracia y en las dictaduras que se registran en nuestra historia. Incluso, muchos han llegado a calificar la sociedad dominicana como esencialmente conservadora, queriendo significar que no se ha mostrado dispuesta a los cambios radicales. Y es posible que eso sea así, sin embargo, podemos decir que hemos sido consistentes en la búsqueda de una consolidación democrática. Es probable que la influencia de los Estados Unidos haya incidido grandemente con nuestra realidad, pues incluso para no tener nos han invadido militarmente en dos ocasiones y su presencia ha sido más que notoria. Podríamos considerar que estamos lejos de provocar aquí una situación radical para solucionar nuestros problemas. Sin embargo, la sociedad dominicana está requiriendo de cambios profundos que nos permitan reorientar el rumbo en que vamos caminando. Podemos plantearlos dentro de los procedimientos democráticos que no alteren la ruta a la que nos hemos apegado para procurar el desarrollo, pero parece que no podemos darnos nuevas distracciones salvo que no sea a riesgo de que las cosas se empeoren.