CUADERNO DE PRODUCCIONES
PRIMER CICLO DE LA ESO
CURSO 2013/2014
En esta vida no sabes qué te vas a encontrar, besos, abrazos y poco más. De los besos sale el amor, de los abrazos el cariño, y ese poco más, es lo que tú me das.
Son cristales en un mundo de martillos, poemas en un mundo de canciones. ¿Qué tal si cogemos almendras y hacemos turrones?
Por calle la Unión un paseo tú dabas, mientras a mí con tus andares me enamorabas, me puse roja como un tomate al ver tu mirada y aún más cuando me dijiste: “Oye, nena, ¿de mí estás enamorada?
Por un viaje, pago un peaje. Por una flor, te pinto en mi corazón. Y por ti…!Ay, lo que daría porque estuvieras aquí!
Marta Martín 1º ESO B
ÁNGELA GRIÑÓN MUÑOZ— 1º ESO A
Eres mi todo Eres el Sol que me despierta cada mañana. Eres la Luna que me acuesta. Eres una flor que florece cada día. Tu sonrisa es placer para mis ojos. Y tu voz es alegría para mis oídos. Eres la belleza para todos mis sentidos. * Despiértame cuando todo haya pasado, Cuando todo lo malo haya ocurrido. Prefiero retroceder para que nunca pase. Volveré a dormir en un sueño eterno. Pero cuando todo termine, despiértame.
Lydia Martín Montiel 1º ESO A
ÁNGELA GRIÑÓN MUÑOZ—1º ESO A
EL ECO DEL SOCORRO ¿Os habéis preguntado alguna vez de dónde viene el eco? Seguramente, habéis estudiado cosas de él en el colegio. Pues bien, todo eso es mentira. Aquí tenéis la verdadera historia. Eco no era una personal normal y corriente. Era imitador de voces. Sería el mejor imitador del mundo… si no fuera invisible. Pero, si se pudiera ver, sería alto, joven y muy delgado. Tendría el pelo alborotado, con mechones irregulares y unos grandes ojos grises. Corría más rápido que la luz. Así, por ejemplo, si está en China y un niño dijera algo en un pozo, Eco llegaría allí en un segundo y diría exactamente la misma palabra y con la misma voz. Un día estaba cómodamente tumbado en lo alto de un edificio (era buen escalador) y escuchó un “¡socorro!” que venía seguramente de Londres. -¡Manos a la obra! -se dijo a sí mismo. Cuando llegó allí, se encontró a una niña de unos siete años, con el pelo largo y rubio y los ojos de un maravilloso verde césped colgada con una mano de un precipicio. Eco dijo con la misma voz duce y aguda de la niña la palabra “¡socorro!” y se dio la vuelta. Después, arrugó la nariz y la frente y pensó: “¿La tendría que ayudar? ¿Le diría a todos que existo?” No ha querido nunca que le descubriesen porque le harían pruebas, no viajaría tanto y no le dejarían en paz. Se dio otra vez la vuelta y contempló la angustiada cara de la niña. Le acercó su mano a la suya y se la agarró firmemente y tiró. La niña, al tocar los pies en el suelo, se giró alrededor suya para saber quién había sido su salvador. -Hola –dijo Eco. La niña se cayó hacia atrás del susto. -¿Hola? No te veo… ¿Dónde estás? -Tengo muchas cosas que contarte, muñeca.
Sara López Castro—1º Eso A
EL MISTERIO DE LAS VENTANAS Cuenta la leyenda que en el aula 13 del instituto Miguel Romero Esteo, las ventanas se mueven sola por la noche y por la mañana aparecen en el suelo apoyadas en la pared. Profundicemos en la historia… El día 26 de septiembre de 2013, como una mañana cualquiera, los alumnos de 2º C entraron a su aula y, para su sorpresa, las ventanas anteriores a las últimas no estaban en su sitio correspondiente, sino que estaban al final de la clase apoyadas contra la pared, justo debajo del tablón de corcho. Todos creyeron que fie la limpiadora y que se le olvidó colocar las ventanas al limpiarlas. Pero a la mañana siguiente pasó lo mismo. Entonces, todo el mundo empezó a dudar de que fuese la limpiadora. A la tercera mañana ocurrió lo mismo y entonces la tutora Vicky dijo: -Esto debe de ser que alguien nos está gastando una broma. -A lo mejor las personas que vienen por las tardes las quitan– dijo Lucas. -Yo no sé lo que será, pero aquí hay algo que no cuadra –comentó Vicky. -A lo mejor hay espíritus –dijo Ismael. -Es una idea un poco loca, ¿no? -le contestó Mª Eugenia. Nunca descubrieron lo que pasó ni por qué aparecían en aquel sitio siempre. Nadie comprendía nada, pero la verdad es que… por la noche en la ventana se ve el reflejo de varias personas, aunque no hay nadie en la clase. Salen de la ventana y se dejan ver. Nadie sabe por qué, pero siempre colocan las ventanas en el mismo lugar. Parece ser que les gusta este sitio. Ellos son los repetidores de primero, que han querido seguir con nosotros. Y nadie nunca supo nada del fenómeno de las ventanas.
Daniel Reina Reina—2º ESO C
IRENA SENDLER La historia comenzó en la época de Hitler, cuanto este promulgó que los judíos eran inferiores a nosotros y debían ser tratados como tal. Irena Sendler nace en Polonia, pero continúa su vida en Varsovia de enfermera. Irena, cuando se dio cuenta de lo que sucedía con los judíos, consiguió una identificación para ser enfermera en el ghetto de Varsovia. En este había muchos niños y sus familias. Ella les proponía un trato a las familias de los niños: si se los entregaban, conseguiría sacarlos del ghetto, pero esto no era seguro. Ella empezó a sacarlos de allí con excusa de que tenían tifus, o en sacos de patatas, ataúdes… De esta forma sacó a 2.500 niños. Pero un día la pillaron y la encarcelaron. Fue torturada brutalmente para que dijese dónde tenía los niños, pues por cada niño que sacaba hacía una nota con su nombre real, el falso y la familia temporal con la que vivían. Esto lo tenía escondido enterrado bajo el manzano de su vecino. En dicha tortura le rompieron pies y piernas, pero no su moral. Como no confesó, fue condenada a muerte, pero de camino a la ejecución el guardia le dejó escapar porque necesitaban saber de los niños; el guardia fue sobornado. Al cabo de los años tenía su habitación llena de flores de aquellos niños que había salvado. Estuvieron al pelo de darle el Premio Nobel de la Paz, pero no fue así. Hoy día sigue viva y en silla de ruedas a causa de las lesiones de las torturas. Carmen Mª Mendoza Delgado—1º ESO B
Carmen Mª Mendoza Delgado—1º ESO B