

DESARROLLO SOSTENIBLE
Crecimiento económico con buenas prácticas ambientales y progreso social.
Banco República en la senda de los negocios sostenibles
Alo largo de su historia el Banco República (BROU) ha sido un bastión del crecimiento y desarrollo económico del Uruguay.
Hoy, a casi 130 años de su creación, inserto en un mundo de cambios vertiginosos y grandes desafíos, el Banco apuesta a la sostenibilidad, para continuar honrado el mandato de desarrollo que le dio origen.
La profundización del modelo de negocios sostenible es para el BROU, un pilar esencial para el cumplimiento de su compromiso fundacional, redefinido hoy en una visión de triple impacto: contribuir al progreso económico del Uruguay, a la mejora del bienestar de las personas y a la protección del medioambiente
Convencido de la gran oportunidad que implica la sostenibilidad, así como de los importantes retos que conlleva, el Banco ha impulsado un abanico de iniciativas tendientes a fortalecer y jerarquizar la gobernanza institucional de la misma.
Es así que en el año

2024 se diseñó y aprobó la Política de Sostenibilidad Institucional (ver el sitio www.brou.com.uy), documento que estable los principios, las directrices y los compromisos asumidos por la institución financiera, y que guiarán su accionar en procura de apoyar las transformaciones socioeconómicas y ambientales necesarias para la consolidación de un Uruguay próspero y sostenible
En paralelo se creó el Comité de Sostenibilidad del BROU, órgano institucional encargado de su gestión. Dicho ámbito se ha conformado por representantes de diversas áreas del Banco, reflejando así el carácter transversal de la sostenibilidad, y buscando enriquecer su gestión, aunando las múltiples visiones que confluyen en la misma
4
SON LOS PILARES DE LA ESTRATÉGIA DE SOSTENIBILIDAD QUE DEFINIÓ EL BANCO REPÚBLICA.
Otro hito destacado fue la aprobación de la Estrategia de Sostenibilidad, la cual define una serie de acciones e iniciativas en relación a cuatro pilares estratégicos que reflejan las dimensiones de la sostenibilidad, de acuerdo con el siguiente detalle:
1) Diseño de una oferta comercial sostenible, sumando al set ya existente de productos y servicios sostenibles que posee el Banco;
2) Gestión interna sostenible;
3) Educación financiera;
4) Transparencia, reportando en sostenibilidad, documento que estará disponible en los próximos meses.
Como la sostenibilidad, que es dinámica, el BROU seguirá avanzando, comprometido con ser cada día más sostenible, para el beneficio del Uruguay, y de toda la población.
AVANCES EN LA AGENDA 2030
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son la columna vertebral del trabajo de Naciones Unidas en Uruguay. La agenda de ODS para el año 2030 es muy ambiciosa y es evidente que no se puede lograr únicamente con el esfuerzo público. El sector privado también cumple un rol clave para lograr
estos objetivos. La integración de estrategias ESG (ambiente, sociedad y gobernanza, por sus siglas en inglés) se presentan como una oportunidad en las organizaciones para crear valor sostenible y a largo plazo. Las empresas que lideren esta transformación están mejor posicionadas para enfrentar los
desafíos futuros, aprovechar las nuevas oportunidades y garantizar su competitividad dentro y fuera de fronteras, en un entorno en constante evolución. Hay destacados avances a nivel de incentivos y regulaciones en relación a factores ambientales, como el Plan Nacional de Gestión de Residuos (ley
19.829), el Plan de Uso y Manejo de Suelos (ley 15.239 y decreto 405/208), Conservación de Bosques Nativos (ley forestal 15.939), Plan para el manejo de efluentes y residuos en corrales y tambos (ley 14.859); Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) y Ley de Promoción de Inversiones (ley
16.906 y decreto 268/020).
En tanto, el nuevo gobierno que encabeza Yamandú Orsi también tiene previsto desplegar sus medidas y proyectos que tienen como común denominador el desarrollo sostenible, de acuerdo a las bases programáticas 2025-2030 del Frente Amplio (ver páginas 4 y 5).





Prioridad: desarrollo productivo sostenible
El cambio climático “nos advierte que debemos formular estrategias de desarrollo con un enfoque sostenible y humano, respetando los límites de la naturaleza y garantizando un futuro mejor para las próximas generaciones”, afirmó el presidente Yamandú Orsi en su discurso del 1° de marzo ante la Asamblea General.
Las políticas de desarrollo productivo sostenible, asumidas en sus tres dimensiones: económica, social y ambiental, “están llamadas a jugar un rol decisivo a nivel global, incluyendo políticas sectoriales, transversales y con perspectiva local”, señala el programa de gobierno del Frente Amplio que la administración Orsi va a aplicar durante su mandato.
En este marco, se apunta a “desplegar una Estrategia Nacional de Desarrollo a largo plazo”. Esto implica una planificación estratégica por parte del Estado “sobre la base de las actuales empresas públicas y otros instrumentos que puedan crearse, con objetivos a corto, mediano y largo plazo”.
La estrategia señalada “debe incluir la participación de diferentes actores de la sociedad, en particular los trabajadores”.
En cuanto a los instrumentos a tener en cuenta por el Poder Ejecutivo “se incluyen los incentivos fiscales que deberán reorientarse a los objetivos del plan, para uso más eficiente de los recursos públicos”.
Además, en este contexto, se utilizarán como herramientas las compras públicas y el crédito para el desarrollo productivo.
También se apunta a profundizar la investigación, desarrollo e innovación en la estructura productiva del país, “abriendo paso a nuevos

SON LAS LÍNEAS DE ACCIÓN DEL GOBIERNO DE YAMANDÚ ORSI: PLANIFICACIÓN, INVERSIÓN Y COMPROMISO.
productos y servicios competitivos, incluyendo los servicios globales de exportación, y reduciendo la dependencia de la renta de los recursos naturales”.
También se va a “promover e impulsar aumentos de productividad de forma sustentable, a lo ancho del tejido productivo, con la incorporación de tecnología”.
Se otorga importancia a la recalificación de los trabajadores “asegurando una distribución justa de sus beneficios, tanto en los sectores orientados a la exportación como en el amplio espectro de actividades orientadas al mercado interno, ya sea mediante producción para el mercado o mediante bienes y servicios públicos”.
Investigación y desarrollo. El programa también hace referencia a impulsar la investigación y desarrollo de las biorrefinerías, asociado a la obtención de bioenergía y bioproductos a partir de la transformación de biomasa. Para lograr el objetivo se indica que se debe coordinar entre el sector público, las instituciones educativas y empresas para el desarrollo de proyectos de investigación y ensayo de biorrefinerías.
En términos de sostenibilidad, se entiende que se debe “limitar la forestación a suelos de prioridad forestal” , así como “impulsar la diversificación de la industria maderera y de productos derivados” A su vez, se destaca la importancia de llevar adelante acciones concretas “que permitan proteger los recursos naturales y profundizar la promoción de la agroecología como aplicación de conceptos y principios ecológicos en su diseño, desarrollo y gestión más sostenible”
El documento remarca que para alcanzar esta meta será necesario “mejorar los controles de cumplimiento de la legislación vigente que regula el uso del suelo, contemplando la sustentabilidad”.
USAR EL AGUA Y PROTEGER SUS CUENCAS Y CAUCES
El compromiso del gobierno es impulsar el desarrollo sostenible y el cuidado de los recursos naturales, entre los cuales el agua es fundamental, sobre todo en el actual contexto de cambio climático. El programa de gobierno del Frente Amplio propone profundizar las políticas de adaptación y mitigación “asociadas a la variabilidad y el cambio climático”. Para lograr esta meta se hace necesario estimular la transición del uso del agua “hacia formas más eficientes y sostenibles como una de las líneas de acción de las políticas públicas para la actividad agropecuaria y turística, protegiendo sus
cauces y cuencas”, señala el documento, También destaca que se pondrá “énfasis en las políticas transversales orientadas al aumento de la productividad mediante la generación de externalidades que atraviesen distintos sectores económicos”
Por su parte, el ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, afirmó que el manejo del agua no es solo un reto ambiental, sino también un enorme desafío político, ya que el uso adecuado y la disponibilidad resultan clave para la agricultura y la industria, así como la generación de energía y la salud.
Ortuño sostuvo que es una prioridad
del actual gobierno mejorar la calidad de vida de los uruguayos y asegurar los derechos humanos fundamentales, entre los que se encuentran el acceso al agua potable y el saneamiento, como lo consagra la Constitución de la República. En ese sentido, el ministro de Ambiente indicó que el rol del Estado es fundamental y que se debe fortalecer a OSE para lograr una empresa pública innovadora, con capacidad de gestión y transformación a la altura de los desafíos.
En tanto, el presidente de OSE, Pablo Ferreri, aseguró que la actual administración trabajará en dos pilares fundamenta-
les: el suministro de agua potable de calidad en cantidad suficiente y segura; y la ampliación de cobertura de saneamiento. Al abordar las oportunidades y retos en la gestión hídrica en Uruguay, Teresa Sastre, directora Nacional de Aguas, hizo hincapié en la necesidad de modernizar el Código de Aguas de 1978 para adaptarlo a los desafíos actuales y a las nuevas tecnologías.
“La Política Nacional de Aguas establece principios rectores, pero es clave actualizar la normativa para garantizar una gestión eficiente, sustentable y alineada con el contexto actual”, destacó.
El sector privado es un motor clave para acelerar el progreso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas”, señaló a El País Lucía Cabanas, gerenta de Sustentabilidad, Marketing y Comunicación de Itaú Uruguay, y directora ejecutiva de Fundación Itaú
En este sentido, destacó que las empresas tienen la capacidad de liderar el desarrollo de nuevas tecnologías que ayuden a resolver problemas globales, como la energía limpia, la salud y la agricultura sostenible
Además, “el sector privado es una fuente clave de inversión para alcanzar los ODS, ya que muchas de las iniciativas de desarrollo requieren capital significativo que los gobiernos por sí solos no pueden proporcionar”, añadió
Las empresas también generan empleos, algo directamente relacionado con el ODS 8 sobre trabajo decente y crecimiento económico “A través de políticas, muchas organizaciones integran prácticas sostenibles en sus modelos de negocio, promoviendo el consumo responsable y protegiendo el medio ambiente”, comentó la ejecutiva.
Por otra parte, las alianzas entre el sector público y privado pueden fortalecer la implementación de proyectos sostenibles.
“La cooperación permite a las empresas involucrarse en políticas y programas que aborden los desafíos sociales y ambientales, y pueden influir en sus cadenas de suministro, promoviendo prácticas responsables que respeten derechos laborales, minimicen el impacto ambiental y fomenten la igualdad”, indicó Cabanas.
La estrategia de sustentabilidad de Itaú, alineada con los ODS, es el resultado de un proceso continuo de identificación y evaluación de los riesgos y desafíos globales
“El sistema financiero tiene un importante papel para promover el crecimiento económico y fomentar prácticas que conduzcan a una sociedad más sostenible”, remarcó.
Se trata de coordinar e incentivar transformaciones, “poniendo a nuestros clientes y sus necesidades en el centro de nuestras decisiones, para impulsar la generación de negocios que promuevan el desarrollo sostenible”
En este contexto, “aspiramos a ser el banco líder en la transición climática”. Desde su financiamiento, Itaú apoya a las empresas en su transición a una nueva economía. “Por eso, en 2021 todas las unidades de Itaú nos unimos a Net Zero Banking Alliance (NZBA), y en 2024 lanzamos nuestro programa Net Zero con el objetivo de concientizar y fortalecer el com-
CÓMO SE INCORPORÓ EL TRIPLE IMPACTO EN LA GESTIÓN
Sector privado es clave para alcanzar las metas de ODS


Itaú ha incorporado en Uruguay la estrategia del triple impacto en la gestión (social, ambiental y económico), a través de un complejo proceso.
“Desde el año 2017 contamos con un área de sustentabilidad”, puntualizó la gerenta de Sustentabilidad, Marketing y Comunicación de Itaú
Uruguay y directora ejecutiva de Fundación Itaú. Esta área es la que tiene la misión de implementar la estrategia de manera transversal, articular con las múltiples partes interesadas y facilitar los procesos de las áreas de negocio en relación con el desarrollo sostenible.
promiso de los colaboradores en el reto de descarbonizar las operaciones del banco y clientes para 2050”
Seguirán con acciones “en los pilares de diversidad e inclusión, un compromiso del que estamos orgullosos de haber avanzado en los últimos años”. También se promueven el desarrollo social y financiero, “apuntando a un país más inclusivo y próspero”.
A través de Fundación Itaú, se promueve, facilita y difunden proyectos vinculados con la cultura y la educación.
En esa línea de acción, la directora ejecutiva de la Fundación expresó: “La educación es una herramienta ineludible para la transformación social, por lo que impulsamos y apoyamos diversas experiencias socioeducativas que tienen como público prioritario a niños, niñas, adolescentes y jóvenes”.
Impacto social. En Itaú, la gobernanza, ética e integridad “son la base de todo lo que hacemos”. Por ello se establecen prácticas ESG basadas en un modelo de gestión integrado con estándares, procesos, lineamientos, controles y estructuras “que contemplan cambios reales, conciliando los intereses de los grupos de interés, siguiendo las mejores prácticas del mercado”.
“ASPIRAMOS A SER EL BANCO LÍDER EN EL PROCESO DE LA TRANSICIÓN CLIMÁTICA”, DESTACÓ CABANAS.
Lucía Cabanas, gerenta de Sustentabilidad, Marketing y Comunicación, y directora ejecutiva de Fundación Itaú.
“Hoy, esta mirada se aplica y disemina desde distintas áreas del Banco a través de un grupo de trabajo multidisciplinario que involucra Operaciones, Minorista, Mayorista y Riesgos”, explicó la responsable de esta sección.
En la misma, se analizan los impactos ESG de la actividad bancaria, en
Por otro lado, la emisión de bonos sostenibles, verdes y sociales “son una oportunidad de financiar proyectos que cumplan criterios ESG en el país” Fue así que en 2024, para impulsar la educación, la institución financiera participó en la estructuración e implementación del primer Bono de Impacto Social del país, “siendo el mayor inversor privado en esta iniciativa”
Desde 2017, cada año Itaú elabora su reporte de sustentabilidad basado en los estándares GRI. “Esto refleja el compromiso que asumimos con la transparencia y la rendición de cuentas públicas. Es una buena iniciativa poder acompañar a todos nuestros públicos de interés y contarle como es nuestra gestión integral Es un proceso muy desafiante pero que trae transparencia y confianza, dos valores claves de Itaú”, concluyó Cabanas.
el contexto macroeconómico de Uruguay y la región. Se aplica una doble mirada: por un lado, cómo afectan a la economía, la sociedad, las personas y el medio ambiente; y, por otro lado, su influencia en el modelo de negocios. “Este análisis nos permite hacer foco en nues-
tra estrategia de sustentabilidad y revisarla permanentemente”, precisó Cabanas. Es un proceso de construcción y adaptación continua que evoluciona junto con las necesidades, oportunidades y exigencias de los grupos de interés del Banco, destacó la ejecutiva.
ACDE: facilitar acceso de Pymes
En ACDE (Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas) entendemos que empresa sostenible es aquella que maximiza sus impactos positivos, reduce los negativos y compensa por ellos a sus stakeholders o a la sociedad en general a lo largo del tiempo”, afirmó en diálogo con El País Marcelo Scavuzzo, presidente de la organización.
Consideró que el desarrollo sostenible implica que éste se realiza “sin comprometer el de las futuras generaciones”. En este marco, el entrevistado explicó que el término sostenibilidad “ha tenido varias acepciones y acentuaciones”. Algunas más orientadas hacia lo ambiental, y otras hacia lo social.
En general, las grandes empresas y corporaciones internacionales “están en línea con el concepto porque les genera buena reputación y, por lo tanto, atractivo para inversores, clientes y talento o porque tiene la voluntad de impactar positivamente en las personas y el bien común” .
Mientras tanto, entre las pyme, que son la mayoría de las empresas y las que más trabajo generan, hay una amplia gama en cuanto a su apertura al concepto señalado. “Algunas, autodenominadas emprendimientos, son más afines al concepto, otras capaz que lo oyeron


hablar Pero en esta amplia gama hay muchas también que están alineadas y no lo saben” , indicó Scavuzzo.
En cuanto a cuáles son los principales obstáculos para que la sostenibilidad se aplique a mayor escala, el entrevistado afirmó que “trabajamos en la profesionalización del dirigente de empresas y vemos claramente las dificultades de todo tipo de quienes dirigen empresas pyme, para ser sostenibles”.
En este sentido, elementos como la competitividad y la calificación de los emprendedores y los colaboradores, configuran un gran obstáculo Para la promoción de la sostenibilidad es muy importante el incentivo económico y financiero. Éste debe presentarse en modo “te facilito las cosas”, evitando la modalidad “si no cumples no te doy”
Por ejemplo, la ley de empleo juvenil, (ahora se ampliaron las franjas para liberados del sistema carcelario), da entre 60 y 80% de subsidio. “Pero para una pyme que quiere el beneficio, el trámite es tortuoso. Debería ser como el de inscribir a una persona en el BPS” Es muy importante mostrar que “si hacés esto te va a ir bien, vale la pena”, precisó Scavuzzo. Scavuzzo advirtió que si no hay beneficio tangible, sea para el bolsillo o el alma, “no funcionará”
SOSTENIBILIDAD VA JUNTO CON LA PRODUCTIVIDAD
La sostenibilidad potencia la productividad de las organizaciones a mediano y largo plazo, aseveró Marcelo Scavuzzo, presidente de ACDE (Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa).
En este sentido, agregó que un emprendimiento, para ser sostenible “tiene que cuidar sus públicos de interés, ser más eficiente, innovar”.
Opinó que una sostenibilidad “bien gestionada y comunicada” da mayor cohesión al equipo de trabajo “porque se involucra en mejorar los impactos por el bien personal y común y posibilita la buena reputación”.

Modelo de producción más eficiente y menos dañina para el ambiente.
Scavuzzo también se refirió respecto al cumplimiento de las metas sobre sostenibilidad que se plantean internacionalmente.
“En Uruguay estamos ante un desafío impresionante que nuestra organización puso sobre la mesa hace dos años, con la realización de un conversatorio con la participación de los ex presidentes Luis Lacalle, José
Mujica y Julio María Sanguinetti”, recordó el entrevistado.
Dicho conversatorio había sido titulado “Marginalidad, un problema de todos”, con el objetivo de promover un abordaje integral sobre las causas y consecuencias de la marginalidad en la sociedad uruguaya.
Los indicadores del país en varios aspectos como el de energías renovables, acceso a salud o educación, “nos dan bien” Sin embargo, con el tema de la marginalidad no hemos podido”, puntualizó el dirigente.
La evaluación de este factor, en el mundo en general, para grandes poblaciones, “está peor”, informó Scavuzzo, para agregar que si estos objetivos a nivel global se está lejos aún de cumplir ello “no quiere decir que no los tengamos que tener”.
Indicó que las metas “nos ayudan a mirar más alto, nos imponen medir, estar atentos, corregir el camino e integrar el tema en nuestra planificación y gestión” de las empresas.
Marcelo Scavuzzo, presidente de ACDE.
Lejos quedó la época en que ser sustentable era una opción Para las compañías, la sustentabilidad forma parte de la estrategia del plan de negocios a largo plazo
Un informe de la ONU presentado en Montevideo advierte que la economía circular es la única vía para evitar “el fin del sistema” y el gasto “impagable”, 600 billones de dólares, previsto para la gestión de residuos en 2050.
Así lo comunicó Carlos Silva, presidente de la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA) y coautor del informe Perspectiva Mundial de la Gestión de Residuos 2024 de la ONU, tras la presentación del trabajo.
“El costo mundial actual, que es de 300 billones de dólares, se duplicará en 2050 y, sin duda, es un dato muy preocupante que nos muestra la importancia de revertir el modelo tradicional de gestión de residuos y transitar rumbo a la economía circular”, expresó.
Además, aseguró que si se cumple el proyecto, el gasto de 600 billones de dólares se convertiría en una ganancia de más de 100 billones de dólares en 2050
En una economía tradicional y lineal, seguimos un modelo de “extraer, fabricar, desechar”. Las materias primas se extraen, se transforman en productos y se desechan al final de su vida útil. Este modelo depende de la entrada constante de nuevos recursos, perpetuando un ciclo inherentemente insostenible, ya que agota los recursos finitos de la Tierra y produce residuos
En marcado contraste, una economía circular adopta un sistema de ciclo cerrado donde nada se desperdicia Es un cambio de paradigma en la forma en que hacemos negocios Propone un modelo de producción y
El nuevo tiempo de las empresas circulares

consumo basado en compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido y alargar su ciclo de vida. Se trata de un nuevo modelo de desarrollo económico más sostenible para el planeta
Nuevas reglas. Además, los principios de la economía circular y los Objetivos de Desarrollo Sostenible comparten una visión común: prosperidad social y económica dentro de la capacidad natural del planeta.
Las empresas que nacen circulares no solo se adaptan a las nuevas reglas; son las artífices de este floreciente modelo económico. Al igual que los disruptores digitales que las precedieron, estas empresas lideran el proceso, dictando el ritmo y la naturaleza de la transición hacia una economía circular. Nacen con una ventaja innata, ya que sus modelos de negocio, desde la base, están diseñados para minimizar los residuos y maximizar la eficiencia de los recursos Estas empresas no solo crean soluciones sostenibles, sino que también establecen estándares en el sector, influyen en el comportamiento del consumidor e incluso influyen en los cambios regulatorios
La ola de las empresas circulares de nacimiento está en auge Las empresas deben decidir dónde se sitúan: a la vanguardia de la innovación y la sostenibilidad o al borde de la obsolescencia. A medida que hemos navegado por el pasado, el presente y el futuro de las transiciones económicas, una cosa es absolutamente clara: estancarse es retroceder. A diferencia de transiciones anteriores, esto no se trata solo de la supervivencia empresarial, sino también de la supervivencia planetaria

El Sistema B es un movimiento global que redefine el sentido del éxito a nivel empresarial. Promueve que las empresas tengan un propósito que trascienda el hecho de solo ganar dinero. Más aún, se entiende que participar de este sistema, no implica que las empresas pierdan de ganar. “Todos queremos empresas sustentables que tengan una base rentable No es un tema de orden (primero ser rentable y luego tener impacto social), sino de tener una visión integral y de largo plazo”, sostuvo a El País, Virginia Suárez, presidenta de Sistema B en Uruguay. Por ejemplo, un banco puede incluir en su propósito la educación financiera, que tiene un impacto social, pero a la vez este ésto puede fortalecer su negocio y generar un mayor compromiso de los empleados. “Este nuevo paradigma da sentido y bienestar a la organización” , dijo la ejecutiva. También se señala que las firmas pueden volcar su fuerza de mercado a generar mayor bienestar social y ambiental. Quienes participan de esta alternativa a la forma tradicional de gestionar una empresa, sostienen que el actual sistema de producción está acabando con los recursos y creando desigualdad.
Cadena de valor. “Uno de los grandes cambios para las compañías es no solo responder generando valor para sus accionistas, sino también para sus colaboradores y la sociedad”, explicó Suárez
La actual titular del Sistema B trabajó 20 años en HSBC —fue gerente general— y tiene 30 años de trayectoria en el sector financiero. Antes de asumir el cargo en el año 2018, debió
SISTEMA B PROPONE UNA INNOVADORA FORMA DE GESTIÓN

certificarse en coaching y se formó en gobierno corporativo en la Universidad de Harvard.
Hasta el momento hay, aproximadamente, una treintena de empresas B certificadas en Uruguay. A lo largo de estos años, junto a su equipo, Suárez ha venido exponiendo a los responsables de distinas empresas, la importancia de incorporarse a este innovador sistema.
Luego de más de 30 años de trabajo con el empresariado local, la experiencia en el puesto que ocupaba en el banco británico, la ha ayudado en la labor de expandir esta alternativa de gestión empresarial.
“Lo interesante no es hacer responsabilidad social empresarial (RSE) por separado, sino integrarlo al modelo de negocio”, precisó Suárez
Sostuvo que se trata de seguir ofreciendo el mismo producto pero con nuevas dimensiones dentro de la organización. “En las empresas ya hay sensibilidad en el tema, porque incluso hay mandatos que vienen de los inversores”, afirmó
La propuesta de valor que plantea el Sistema B apunta a “cómo hacer el camino, y en qué etapas”, aseveró Suárez Puntualizó que este tipo de gestión empresarial no equivale a una certificación ISO de Responsabilidad Social Empresarial.
El Sistema B “tampoco es filantropía; es ver cómo desde el ADN de tu organización podés incluir propósitos sociales y ambientales” , afirmó Suárez
La meta de esta propuesta es que más empresas se certifiquen en los próximos años, aunque “no es un tema de cantidad sino de calidad”, apuntó la dirigente empresarial.

Virginia Suárez, presidenta de Sistema B en Uruguay.