Rincones del Museo TEMPORALES QUE NO AMAINAN

Las exposiciones temporales y la Exposición Permanente se han convertido en los grandes reclamos con que cuenta el Museo de Chiclana para atraer cada vez más visitantes a sus instalaciones

Jesús Romero

Mil doscientos cincuenta y seis visitas contabilizó el Museo el pasado mes de abril. Y en marzo batimos nuestra mejor marca, dado que el número de visitantes ascendió a mil ochocientos once. ¡1811!, que así escrito parece aquí otra cosa. Detrás, los dos atractivos que juntos tanto suman: la Exposición Permanente y las exposiciones temporales, que, aparte lo que en sí misma ofrecen, funcionan como reclamo del Museo en

1.811 personas visitaron el Museo durante el pasado mes de marzo su conjunto.

No se nos escapa en el Museo de que, detrás de estas cifras, está el tirón de las temporales. Algunas de ellas, por el tipo de destinatario preferente -marcadísimos perfiles-, nos hacía prever el resultado final: la exposición sobre la Historia del Libro -aún abierta al público-, que arrancó el 23 de abril, y la muestra de nuestros pasos de Semana Santa en miniatura. Exposiciones muy dispares que, como reclamo, atraen a públicos muy dispares también. No pocos de los visitantes de una aprovecharon para visitar otras salas del Museo de Chiclana.

Hoy, cuando queda un mes escaso para que las actuales exposiciones temporales acaben -todas finalizarán el próximo 19 de junio tras la feria-, queremos mencionarlas, aunque sea brevemente, conscientes de que estas líneas donde por lo general dejamos constancia, son también eficaz altavoz para la difusión de nuestros contenidos.

De “Scripta Manent. Una aproximación a la Historia del Libro” algo dijimos. Muy brevemente, es verdad, casi lacónicos, pero dijimos. Pero no hemos hablado de las otras tres que ocupan ahora los espacios dedicados a Exposiciones Temporales.

Casi a la vez que abrimos al público la exposición dedicada al libro, se inauguró una interesante muestra que echa sus raíces en una exposición de 2022. Si entonces, mostramos, bajo el título “Maestros del Grabado Contemporáneo”, la obra de renombrados grabadores españoles; la lógica presencia en aquella exposición de grabados realizados por mujeres nos hizo concebir desde entonces esta nueva exposición monográfica que lleva por título “Grabadoras contemporáneas” y que recoge la obra de grabadoras españolas señeras -como Montserrat Gudiol, Amalia Avia, Teresa Duclós, María Asunción Raventós o Concha Ibáñez, entre otras- o estrechamente vinculadas a España, tanto que han desarrollado aquí gran parte de su trayectoria artística, tal es el caso,