ELACORDEÓN Domingo 21 agosto 2022 Editor Luis Aceituno | Diseño Estuardo de Paz Rushdie








“Lo sagrado siempre ha sido una manera de callar a la gente”
21 agosto 20222 Guatemala, domingo | ELACORDEÓN |
rajá. Había muchos maharajás esperando a que llegaran las muchachas inglesas. Casi todas estas historias sucedían durante el Imperio británico y el punto de vista era casi siempre el de Occidente. Yo escribí la novela desde el punto de vista de alguien de mi generación que crece en la India y habla un inglés indianizado. En un punto me pregunté si alguien querría publicar esta novela. Así que me di por bien servido cuando Jonathan Cape y Alfred A. Knopf, que eran las mejores editoriales de entonces, la publicaron. El libro tuvo buenas críticas y vendió mil o dos mil copias. Me gustaba mucho la idea de viajar y de llamarme a mí mismo “escritor”. Recuerdo que cuando Hijos de la medianoche se publicó, pensé: “Si a la gente no le gusta esta novela, es que no sé lo que es escribir un buen libro. Dejaré de molestar a la gente y haré otra POR | PETER FLORENCE cosa”. Pero el libro tuvo una gran aceptación ¿Qué expectativas tenías cuando escribiste esa novela? — Creo que mi g eneración fue inusual porque creció inmediatamente después de la salida de los británicos de la India. Mis padres solían contar que yo había nacido ocho semanas después de que se fueran los ingleses, como si hubiera algún tipo de
Salman Rushdie se convirtió en una figura de la libertad de expresión después de que su novela Los versos satánicos (1988) fuera considerada por algunos musulmanes comos una blasfemia, lo que provocó que recibiera amenazas, cuando el ayatola Jomeini de Irán emitió una fetua en la que pedía su muerte. El pasado viernes 12 de agosto, 33 años después de que se emitiera el edicto, el escritor sufrió un atentado cuando se disponía a dictar una conferencia en Nueva York. Esta entrevista realizada por Peter Florence para el Hay Festival de Cartagena, de la cual ofrecemos algunos fragmentos, nos permite conocer su pensamiento literario A menudo te comparan con Gabriel García Márquez. ¿Qué piensas al respecto? — Es muy halagador ser com parado con una gran figura de la literatura universal, así que agradezco la comparación. Recuerdo que cuando se publicó Grimus, mi poco afortunada primeras novela, un amigo me dijo: “Está claro que García Márquez te ha influenciado mucho”. Pero yo no sabía quién era García Márquez. Al principio mi amigo no me creyó, pero al ver que era cierto me dijo: “Tienes que ir hoy mismo a una librería y comprar Cien años de soledad”. Y yo le pregunté: “¿Cómo?d ¿Cien años? ¿De soledad? ¿Ése es un buen ypg libro?”. “¡Cállate y ve!”, me contestó Cien años de soledad se publicó en la colección de cl á sicos de Pen g uin; en la cubiert a aparecía la imagen de un mural de Diego Rivera en la que un grupo de campesinos marcha con gran emoción hacia el futuro: “¡Esto se ve terrible!”, pensé. Luego abrí el libro, encontré esa emotiva primera frase y después, como todo el mundo, me perdí en él. Me gustó mucho esa novela. Tiempo después William Kennedy dijo en su crítica de Cien años de soledad parad The New York Times que era el primer libro después de la Biblia que debía ser lectura obligatoria para todo el mundo. Es la mejor crítica que puedes recibir. Estoy más o menos de acuerdo con ello. La magia de ese libro es la inversión de la realidad. Convencionalmente se cree que la realidad de la ciudad con su tecnología racional representa la verdad y que la mística superstición del campo representa lo que no es verdadero. Pero allí ocurre lo opues to. En Macondo los milagros son cosa de todos los días Para la gente es normal, es casi un lugar común que Remedios la Bella se eleve hacia el cielo, pero cuando las vías del tren llegan al pueblo, la gente siente terror. Una de mis líneas favoritas de este libro describe el momento en el que una mujer irrumpe en el pueblo gritando como loca: “¡Ahí viene una cosa espantosa como una cocina arras trando un pueblo!”. La magia de este libro es la inversión entre la manera de pensar de un pueblo y la de una ciudad. Si yo tuviera que describirme a mí mismo diría que soy un escritor de la gran ciudad. He vivido toda mi vida en grandes ciudades como Bombay, Londres y Nueva York. Creo que soy un hombre de ciudad y escribo desde allí, lo cual le da a mi escritura un sabor diferente ¿Cuál era tu propósito en Hijos de la medianoche, tu primera gran novela? — Sólo esperaba que la publicaran porque mi libro anterior no había sido precisamente un gran éxito; tuvo muy mala crítica y sólo vendió novecientas copias. Algunas de las críticas sugerían que me dedicara a otra profesión. Es la peor manera de comenzar una carrera y me tomó tiempo recuperar me. Duré cuatro o cinco años escribiendo Hijos de la medianoche. Cuando terminé, me quedé mirando el manuscrito que tenía en las manos: era largo y bastante extraño. Hasta entonces los libros que se publicaban sobre la India abordaban la experiencia de los occidentales. Había libros que narra ban el viaje de las muchachas inglesas a la India y cómo se enamoraban de un maha


21 agosto 2022 3Guatemala, domingo | ELACORDEÓN | causalidad. A la edad de cincuenta y seis días me había librado del Imperio británico. No fue divertido escuchar esta historia la primera vez y hacía muecas cuando veía que mis padres iban a contarla de nuevo, pero al final tuve que agradecerles porque me dieron la idea de un niño nacido al tiempo que el Imperio británico finalizaba. Mi idea original era escribir una novelita acerca de mi generación y de lo que fue para nosotros crecer en Bombay. De repente la conexión entre el nacimiento del niño y el del país lo cambió todo y la historia comenzó a fluir como un río. Dejé que el niño hablara y me di cuenta de que no podía callarlo ¿Dónde encontraste esa voz? — La India ha sido escrita en inglés, una lengua fría y clásica que entró a la fuerza y se expandió por todo el país. Es sorpren dente, porque la India no es fría ni clásica. Huele mal y es vulgar, borrosa, dominan te, surrealista y perezosa. En la India los sentidos están permanentemente bajo asalto. El paisaje siempre está saturado. Nadie se imagina el constante estímulo al olfato. Yo sé que la gente de aquí cree que puede imaginarlo porque vive en América Latina, pero no puede. La India hace que América Latina parezca un hospital aséptico. Si pudieran imaginar una exageración de América Latina, ya podrían imaginar se la India. Pensé que tenía que encontrar una manera de escribir que hiciera que el lector sintiera eso. Tenía que encontrar una escritura que transmitiera el ruido, la vulgaridad, los sonidos ensordecedores, la sensualidad. Pensé que el inglés de la India se había convertido en una lengua diferente, de la misma manera como el inglés adquirió inflexiones caribeñas en el Caribe y se convirti ó en irland é s en Irlanda, en estadounidense en Estados Unidos, en australiano en Australia o en africano en África Y aun así casi nadie se había atrevido a escribir en el inglés que se utilizaba en las calles, que es justamente el que le permite al personaje de Hijos de la medianoche contar la historia. La narración y la historia oral permitieron que ese inglés de la India se convirtiera en la lengua de este libro. Todo lo demás salió de allí. A eso me refiero cuando hablo de un tren expreso; el uso del lenguaje de las calles de la India y no del inglés de Inglaterra hizo posible la escritura de esta novela ¿Cómo modulaste esa voz india vulgar al escribir una novela como Los versos satánicos, que tratas esencialmente sobre la migración y en gran medida sobre Inglaterra? — Todo cambió. Sucede que uno como escri tor se cansa de las cosas. Ese experimento particular que llevé a cabo en Hijos de la medianoche y Vergüenza, al que ocasio nalmente regreso en algunos apartes de ciertos libros, se agotó. No quiero hacer el mismo truco toda la vida, necesito algo nuevo. Los versos satánicos es una novela sobre la migración que habla de quienes van de Oriente a Occidente y de cómo en ese trayecto cuestionan casi todo lo que son. Hay una crisis existencial porque des cubren que lo que conforma al ser humano tiene raíces en cosas externas: la lengua, el lugar de origen, la comunidad, las ideas. Al emigrar uno se desprende de esas raíces. Llega a un lugar donde la lengua es diferente, las personas no lo conocen, el lugar no le es familiar y lo rodean ideas culturales, intelectuales y religiosas que no le son propias. Uno se ve abocado a una crisis existencial en la cual debe reexaminar lo que piensa sobre todo y decidir con qué se quedará, de qué se agarrará, qué dejará ir, qué aceptará y qué rechazará del nuevo mundo. Se trata de una transacción dolorosa que según la ocasión puede ser cómica o trágica. Los versos satánicos habla de seress humanos que intentan tomar esas decisio nes. Obviamente yo mismo viví muchas de esas cosas que le suceden a la mayoría de mis personajes. El libro se convirtió en un acto de cuestionamiento radical de todo Ése es mi trabajo porque esto también me sucedió a mí. Soy un inmigrante, crecí en una ciudad, viajé a través del mundo hacia un lugar lejano y tuve que tomar estas deci siones, así que Los versos satánicos es una historia personal. Quizás por eso hay gente a la que no le gusta este libro. En Londres diste una conferencia titulada ¿Nada es sagrado? — En la historia de la humanidad lo sagra do siempre ha sido una manera de callar a la gente. Lo sagrado significa: “Nosotros contamos la historia, no usted”. Y de la idea de lo sagrado vienen las inquisiciones, los ayatolás y todas esas cosas. Mi novela El suelo bajo sus pies es irreverente porque privilegia la palabra del individuo, del autor del libro, por encima de la voz de los demás. Releemos libros y nos parecen interesan tes porque en ellos y en las obras de arte encontramos la voz del creador, que le pertenece sólo a él. Nadie más es dueño de ella: ningún partido político o grupo de interés, ninguna ideología. Se trata de un individuo que dice: “Creo que esto es así, ¿qué piensan?”. Cada lector puede aceptarlo o rechazarlo. Al leer un libro se puede opinar que no vale la pena y dejarlo sobre la mesa; no hay nada de malo en eso. Siendo
estudiante universitario fui una vez a una librería en Cambridge y encontré una copia de Ficciones, de Jorge Luis Borges. Era la única copia disponible en inglés. Levanté el libro de la mesa y después de una hora seguía leyendo allí de pie, no podía parar de leer. Fue como si alguien hubiera abierto unas puertas mágicas en mi mente y pude visitar lugares adonde no pensaba que fuera posible ir. De repente el vendedor se acercó y me preguntó: “¿Va a comprar el libro?”. En realidad estaba pensando en robarlo pero lo compré. Si tienes suerte, a veces los libros abren puertas mágicas en tu mente y te llevan a lugares nuevos. Borges pudo hacer eso conmigo porque su voz sólo le pertenecía a él, a nadie más. Era una voz única, distinta, poderosa y sorprendente, que es lo que queremos de nuestros escritores. Queremos que sean ellos mismos y no los sirvientes de alguien más. Eso es la forma. Después el autor puede tener en cuenta o no la opinión de los lectores sobre si es bueno, acertado y respetuoso o no. Pero la tarea del autor es intentar decir lo que tiene que decir de la mejor manera posible. Eso es lo que al final les ofrece a los lectores; todo lo demás depende de ellos Vamos al siglo XVI porque en esa época sucede La encantadora de Florencia, que narra las aventuras increíbles de la transformación de la brujería en el mundo. Me parece que tu marca consiste en darle la vuelta a la historia para verla desde otro lugar — Estudié Historia Para mí entender el pasado significa entendernos a nosotros mismos. El pasado sólo interesa si hay algo relevante. El siglo XVI es un momento increíble en la literatura y su segunda mitad es la época de Shakespeare y de Cervantes. En esa época el inglés y el español alzaron vuelo y alcanzaron cumbres. Durante ese período se escribió la gran poesía de India, Persia y lo que hoy es Afganistán. En el ámbito de la literatura fue un período de una riqueza colosal. Toda esta literatura comparte el maximalismo. Ni Shakespeare ni Cervantes son minimalistas, ambos lo ponen todo. Uno de los grandes regalos de Shakespeare es que nos muestra que la literatura no debe ser una sola cosa y que puede ser tragedia y comedia al mismo tiempo sin dejar de ser fiel a la historia. Hamlet, por ejemplo, es una historia det fantasmas, de intriga política y de amor, que además tiene escenas cómicas. Para escribir una obra así hay que ser Shakespeare. En Inglaterra muchos escritores se sintie ron liberados después de leer Hamlet. Las grandes novelas de la literatura inglesa son muchas cosas a la vez. Shakespeare nos dio permiso de ser así. Esta misma liberación también se dio en el mundo de la lengua española gracias a Cervantes. Así que en el siglo XVI me sentía lingüísticamente libre y decidí dejarme ir, volar. Éste es uno de gg los rasgos de La encantadora de Florencia El otro rasgo es la creación de un mundo extraño y nuevo, cosa que sucedía en todas partes. Dondequiera que se mirara en el siglo XVI se estaba haciendo lo que hoy reconocemos como el mundo moderno La India había sido unificada por primera vez por el Gran Emperador Mughal de los siglos XVI y XVII, en Persia comenzaba la conversión al chiismo, en Irán nacía el Imperio otomano del que surge la Turquía moderna, y en el extremo occidental esta ba el Alto Renacimiento europeo. Surgían muchas ideas nuevas como la filosofía huma nística que le daría forma a Europa. Y más allá estaba esa cosa extraña que luego se llamaría el Nuevo Mundo. Cincuenta años antes de que Colón emprendiera su ruta todavía se creía que la tierra era plana y que si zarpabas hacia el occidente a través del mar inmensas bestias marinas tragarían tu embarcación. Y en el caso improbable de que lograras escapar, el océano se convertiría en barro y tu barco quedaría atrapado en él. Si lograbas atravesar el barro, el premio era caer por el borde del fin del mundo. Cuando Colón zarpó existía una leve sospecha de que el mundo era redondo, pero nadie sabía qué tan grande era. Colón vivió y murió sin saber que había encontrado el Nuevo Mundo, creyó que había encontrado la India pero no fue así y nunca lo supo. Imagínate lo que habría hecho la gente si hubiera sabido que la tierra en la que vivían era dos veces más grande de lo que se pensaba y que si se navegaba hacia el occidente no se llegaba a la India sino a un lugar completamente diferente e inmenso después del cual había otro océano gigante que sí llevaba hasta allí. En ese momento el tamaño del mundo se duplicó. El libro habla de esa explosión existencial. Fue maravilloso cuando me enteré de que los primeros exploradores que llegaron a América descubrieron que los nativos tenían una idea muy diferente del tiempo. Su tiempo no era lineal y tam poco iba hacia adelante. Tenían la idea de que el tiempo era eterno y estático, todo era sólido y no cambiaría porque así eran las cosas. Y luego llegó esta idea occidental del tiempo lineal que se mueve a través de la historia, del progreso. Comencé a pen sar que el tiempo llegó a América como la sífilis, como una enfermedad que se dirige catastróficamente hacia el futuro y que se extendió por todo el continente y destruyó la idea del tiempo eterno



Escribir cuando le ponen precio a tu cabeza
El ataque a Salman Rushdie es un trágico recordatorio de las amenazas que padecen autores de todo el mundo; la prohibición de ciertos libros y el acoso a sus creadores: algo tan antiguo como la imprenta POR | ANDREA AGUILAR
21 agosto 20224 Guatemala, domingo | ELACORDEÓN |
El ataque en Nueva York el viernes 12 de agosto al escritor británico de origen indio Salman Rushdie, 33 años después de que el régimen iraní emitiera un edicto poniendo precio a su cabeza, es un escalofriante recordatorio de las presiones y amenazas que padecen autores de todo el mundo. En el último informe de 2021 de la organización PEN, fundada hace un siglo en defensa de la literatura y la libertad de expresión, se enumeran más de 200 casos de escritores y periodistas perseguidos, una lista que cada año se hace pública el 15 de noviembre y en la que también incluyen a algunos dibujantes y artistas que pade cen fuertes amenazas, acoso, detenciones domiciliarias o encarcelamiento Junto al asesinato en febrero del año pasado del editor libanés Lokman Slim, crítico con Hezbolá, o la desaparición del poeta ruandés Innocent Bahati, PEN menciona al escritor Sergio Ramírez, contra quien el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, emitió en noviembre una orden de deten ción, lo que ha forzado su permanencia en España como exiliado La fama y el reconocimiento internacio nal no eximen a los autores de padecer el acoso, como prueba el caso, mencionado en el informe, de la premio Nobel bielorrusa Svetlana Alexiévich, residente en Berlín desde hace dos años, después de que fuese imputada por el Gobierno y sus libros fue ran retirados del currículo escolar del país. También el novelista turco Orhan Pamuk, ganador igualmente del máximo galardón literario otorgado por la Academia Sueca, tuvo problemas en 2021: tras la publicación de su último libro, Las noches de la peste, fue acusado de insultar en esas páginas a la bandera turca y al histórico dirigente Mustafa Kemal Atatürk. Pero quizá el caso que remite más directamente a lo ocurrido con Rushdie es el apuñalamiento al Nobel egipcio Naguib Mahfuz en 1994 por extre mistas islámicos, en el que perdió un ojo y la movilidad de un brazo, aunque logró seguir escribiendo La prohibición de ciertos libros y el acoso a sus autores podría decirse que es algo tan viejo como la imprenta —baste pensar en Lutero o en Fray Luis de León, encarcelado y juzgado por El cantar de los cantares Pero la persecución a Salman Rushdie y Los versos satánicos (1988) presenta ciertas especificidades que lo convierten en un caso extremadamente particular. Por un lado, la persecución de escritores suele producirse dentro de las fronteras de su país de procedencia o de residencia, y las amenazas suelen venir del Estado, de gru pos mafiosos, como ha sido el caso de la mexicana Lydia Cacho o el italiano Roberto Saviano, o de bandas terroristas como ETA en España, cuyas amenazas colocaron en la diana a intelectuales y periodistas como Fernando Savater o José María Calleja. Nada de esto se cumplió en el caso del británico: el ayatolá Jomeini dictó desde Irán en 1989 una fetua contra el novelista, que residía en Londres y había nacido en Bombay, por la que quedaba condenado a muerte y se ofrecían tres millones de dólares a quien acabara con él. La hostilidad hacia la novela de Rushdie, en la que fabula sobre la vida del profeta Mahoma y su contacto con el arc áng el Gabriel, había demostrado desde su publi cación en otoño de 1988 que este asunto era transnacional Antes del edicto de Jomeini había habido piras con los libros, revueltas en las calles del Reino Unido y ataques contra tiendas en varios países; India, Pakistán, Egipto y Sudáfrica lo habían prohibido, dece nas de personas murieron en altercados callejeros. Dos años después del edicto y con Rushdie escondido y protegido por las autoridades de Reino Unido, el traductor al japonés de Los versos satánicos, Hitoshi Igarashi, fue asesinado a cuchilladas en la universidad donde daba clases en Tokio, un crimen que nunca se esclareció. También el traductor al italiano fue atacado en esas fechas en su apartamento de Milán por un iraní y, en 1993, el editor noruego del libro, William Nygaard ¿Qué otra novela en el siglo XX ha des pertado semejante reacción furibunda? “Ninguna”, explica al teléfono el nove l ista sa l va d oreño Horacio Castell anos Moy a, quien tras la publicaci ó n de su libro El asco decidió buscar refugio fuera de Centroamérica. Primero llegó a Berlín en un programa nacido por iniciativa del propio Salman Rushdie, quien impulsó en 1993, mientras vivía escondido, la creación del ya extinto International Parliament of Writers (Parlamento Internacional de Escritores), en respuesta al aumento de ataques a escritores y asesinatos en Argelia. A través de este organismo se logró que varias ciudades europeas, como Barcelona, accedieran a recibir y apoyar durante uno o dos años a escritores cuyas vidas estaban en Epeligro.lempresario estadounidense Henry Reese y su esposa Diane Samuels escucharon en 1997 a Salman Rushdie hablar sobre esa red de ciudades refugio que trataban de proteger no solo la libertad de expresión sino la seguridad física de los escritores y decidieron montar el mismo programa en Pittsburg, su ciudad en Estados Unidos. Así nació City of Asylum, sobre cuya tarea estaba previsto que hablaran Rushdie y Reese el viernes 12 cuando se produjo el ataque. Castellanos Moya fue el segundo escritor que participó en ese programa. “Es una paradoja trágica que Henry Reese estuviera en el escenario, ya que él montó ese programa en Pittsburg inspirado por el caso de Rushdie”, reflexiona al teléfono, y menciona a otros autores como el vene zolano Israel Centeno, que han formado parte de esta misma residencia El autor de Los versos satánicos ha estados amenazado por el poder religioso, pero su apuñalamiento no parece haber tenido la estructura del ataque en París con rifles y armas de fuego de los hermanos Kouachi a la redacción de la revista satírica Charlie Hebdo en 2015, en el que resultaron heridas 11o personas y murieron 12, incluido el director Stéphane Charbonnier, Charb, quien había sido señalado por Al Qaeda en 2010 como un autor a exterminar. Sobre la feminista Ayaan Hirsi-Ali, holandesa de origen somalí que estuvo en política y ha escrito varios libros, también pesa una fetua y desde hace unos años reside en Estados Unidos Castellanos Moya apunta una distin ción entre los autores que son acosados por lo que han escrito y los que padecen las amenazas por su compromiso con la sociedad civil como activistas También señala un g iro en Latinoam é rica: “No se amenaza tanto a los escritores como a los p eriodistas, q uienes ahora están siendo asesinados y perseguidos. Quizá porque ya no le tienen miedo a la ficción, sino a la verdad, y a quienes destapan los negocios turbios. La parte más ideológica quizá estaba en el siglo pasado cuando te señalaban como apóstata porque con la ficción transgredías las creencias o evi denciabas la corrupción de los Gobiernos en una novela”. El eterno juego de espejos entre realidad y ficción que establecen las novelas desde Miguel de Cervantes y El Quijote, esa obra que tanto admira Rushdie,e lleva a trágicos equívocos cuando lo inven tado es tratado como verdad “La ficción se lee entonces como verdad porque no hay espacio para fantasear, y se piensan que estás haciendo un manifiesto”, concluye Castellanos Moya.


Quienes morían en olor de santidad traspasaban la fama de sus poderes milagrosos a sus vísceras, falanges, miembros, y demás parte de su cuerpo, y por eso eran descuartizados y repartidos en santuarios e iglesias, un corazón dentro de una coraza de oro recamado de pedre ría, un brazo o una pierna dentro de una armadura de plata, un dedo en un dedal de orfebrería. Le pasaba hasta al más humilde de los siervos de Dios, como San Juan de la Cruz, o a la más docta, como Santa Teresa Pero ocurre también con las santas laicas embalsamadas, como Eva Perón; o con los presidentes todopoderosos cuando preten den la eternidad más allá de su muerte; o con los emperadores, cuando sus cuerpos, o sus vísceras, resultan útiles, aunque sea siglos después, en términos electorales. Vamos por partes. La mañana del 6 de agosto de 1875, el p residente de Ecuador Gabriel Garc ía Moreno, del bando conservador, quien empezaría pronto su tercer período en el mando, regresaba a pie al Palacio Nacional, luego de haber comulgado en la iglesia de Santo Domingo, cuando fue asesinado a tiros y a machetazos por una partida de conspiradores del bando liberal Al día siguiente el cadáver presidió sus propias exequias. Vestido en uniforme de gala de comandante supremo, el bicornio emplumado en la cabeza y la banda terciada en el pecho, apareció sentado en el sillón presidencial en el altar mayor de la cate dral, mientras los deanes cantaban el oficio de difuntos y se cumplía el protocolo de funerales de estado dictado por él mismo. Esa foto anda por allí, en prueba de que el novelista no miente. Maquillado para disimular la palidez de la muerte, las cejas repintadas, los ojos entrecerrados y la boca grotescamente abierta, a sus espaldas posa una guardia de granaderos, con sus altos gorros de piel de oso, la bayoneta calada y extrañamente revestidos con mandiles forensesHubo intentos fallidos de canonizar a García Granados, católico devoto. Enterrado en la catedral de Quito, los vaivenes de la política hicieron que se temiera una profa nación, y el cuerpo fue trasladado en secreto de un escondite a otro, hasta recalar en la iglesia de Santa Catalina de Siena, donde fue descubierto, cien años después de su muerte, en una cripta al lado derecho del altarElmayor.corazón, que le habían sacado para conservarlo como reliquia, fue escondido por aparte en una columna del claustro del Buen Pastor, junto con el del arzobispo de Quito, monseñor José Ignacio Checa y Barba, muerto al beber el vino envenena do del cáliz en el oficio del viernes santo de 1877. Materia también que la realidad obsequia al novelista Y he aquí la otra historia. En la iglesia de la hermandad de Nuestra Señora de Lapa, en Oporto, se guarda bajo cinco llaves el corazón de don Pedro de Alcántara, rey de Portugal, y emperador de Brasil tras la proclamación en 1822 de la independencia de esta inmensa colonia americana que era por sí misma un continente, caso único en la historia de América Latina el de un monarca venerado como prócer. La primera de las llaves calza en la cerradura de la puerta del nicho, en el mausoleo de granito que se haya en el altar mayor; otras dos sirven para abrir la reja detrás de la puerta, una cuarta abre la urna de cristal, y la quinta la caja de madera que guarda el vaso de plata, que a su vez guarda la urna donde el corazón reposa en una turbia solución de formol. El ayuntamiento de Porto, responsable oficial de la custodia, lo hace revisar cada cierto tiempo por especialistas, para comprobar que la célebre víscera no haya sufrido deterioro. Don Pedro, desterrado de Brasil, murió en 1834 en el Palacio Real de Queluz en Portugal, consumido por la tuberculosis. Pero antes dictó su célebre carta abierta a los brasileños: “La esclavitud es un mal, y un ataque contra los derechos y la dignidad de la especie humana, pero sus consecuencias son menos perjudiciales para aquellos que sufren el cautiverio que para la Nación cuyas leyes la permiten. Es un cáncer que devora su moralidad” Y dejó dispuesto que su corazón quedara en la iglesia de Lapa, en tanto su cuerpo fue sepultado en el Panteón Real de la Dinastía de Braganza, de la iglesia de San Vicente de Fora. En 1972, al celebrarse los 150 años de la independencia de Brasil, la dictadura militar, evocando su fama de “rey solda do”, y no la de enemigo de la esclavitud, consiguió que los huesos del emperador fueran trasladados desde Portugal, paseados con gran pompa por todo el país antes de recibir sepultura en el mausoleo imperial en Ipiranga, en Sao Paulo, paraje donde proclamó a Brasil libre del yugo de Portugal. Libraba entonces una campaña en la que se veía obligado a bajarse del caballo a cada tramo porque iba aquejado de diarrea Don Pedro representa el caso único de un emperador que ha llegado a ser conside rado héroe de la independencia de un país americano, y no el enemigo derrotado. Y si la dictadura logró hacerse con los huesos de “el rey soldado”, ahora el presidente Jair Bolsonaro, quien para nada disimula su añoranza por el régimen castrense, ha conseguido que el ayuntamiento de Porto le dé en préstamo el corazón de don Pedro con motivo de las celebraciones del segundo centenario de la independencia. Bolsonaro, quien busca la reelección, proclama que se siente inmortal, que del poder sólo Dios lo echa, y amenaza con un golpe de estado si pierde. Las elecciones presidenciales, en las que lleva desventa ja en las encuestas frente a Lula Da Silva son el 2 de octubre, y la celebración de la independencia el 7 de septiembre El corazón será trasladado en un avión de la Fuerza Aérea Brasileña, y Bolsonaro lo recibirá seguramente en el aeropuerto para sacarle provecho electoral, y mostrar triunfalmente la urna en los mítines Estupenda oportunidad para un hombre tan visceral
21 agosto 2022 5Guatemala, domingo | ELACORDEÓN |
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POR | SERGIO RAMÍREZ
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Los libros que no quieren que leamos
Algunos libros condenados: Los versos satánicos Salman Rushdie Los versos satánicos desató un escándalo a un nivel extremo. Por considerar que ridiculiza a Mahoma, Salman Rushdie está condenado a muerte de por vida a muer te. La historia es así: en 1989, el líder de la revolución iraní, el ayatolá Jomeini, emitió una fatua, ordenando a todo musulmán a matar a Rushdie por escribir un libro que consideraba blasfemo. Este edicto religioso tiene caracter de “irrevocable y eterno”, por lo que el escritor se ha visto obligado a vivir escondido, con custodia permanente. Aún así, fue víctima de un atentado el pasado viernes 12 de agosto 2022 El origen de las especies Charles Darwin La polémica en contra del libro de Darwin es tan antigua como las hipótesis de este naturalista inglés. Darwin cambió com pletamente la visión que se concebía del mundo y el Universo. Al principio la iglesia anglicana se dedicó a burlarse de Darwin con sátiras en las que, muchos religiosos, dibujaban monos con la cara del científico.
La iglesia católica se opuso terminantemente a las afirmaciones de Darwin. Más tarde, en 1909 las críticas contra el darwinismo se incrementaron y en 1925 se inició uno de los juicios más atroces contra la teo ría del británico: El juicio de Scopes, en el que un maestro de Tennessee, llamado John Scopes, fue condenado por enseñar ilegalmente la teoría de la evolución. Hasta nuestros días la teoría de la evolución genera controversia entre quienes aún creen en el creacionismo o en el diseño del mundo a través de un ser superior y aquellos que apoyan la evolución Trópico de Cáncer Henry Miller Trópico de Cáncer fue publicada por pri mera vez en París en 1934 y, debido a la censura, no vio la luz en Estados Unidos hasta 1961, después de más de sesenta juicios por pornografía y obscenidad. El proceso se considera uno de los puntales de la historia de la libertad de expresión. Acusada en su momento como una atro cidad moral por los sectores más conser vadores, también fue saludada como una obra maestra por escritores tan distintos como T.S. Eliot, George Orwell, Gore Vidal, Norman Mailer o Lawrence Durrell. En la actualidad es considerada una de las novelas más rupturistas, influyentes y perfectas de la literatura en lengua inglesa.
VladimirLolita Nabokov Considerada la obra más polémica del escritor ruso nacionalizado estadounidense, Lolita esa una obra maestra de la literatura universal contemporánea y un clásico moderno. Desde su publicación, en 1955, estuvo rodeada de controversia por desentrañar las aventuras amorosas de un psicópata. No hay lenguaje obsceno, sin embargo, introduce un debate moral. Catalogada como pornográfica, su primera adaptación al cine -dirigida por Stanley Kubrick- fue censurada por fomen tar la pedofilia La naranja mecánica Anthony Burgess Publicada en Londres, en 1962, la novela
En 1989, el ayatolá Jomeini de Irán publicó una fatwa en la que instaba a ejecutar a todo aquel que estuviera relacionado con la publicación de la novela Los versos satánicos, de Salman Rushdie. Los líderes políticos y religiosos la consi deraron blasfema con respecto al Islam porque, según ellos, ridiculizada a Mahoma. Rushdie estuvo durante un tiempo escon dido y el libro fue retirado de numerosos países musulmanes. Hubo boicot y fueron asesinados varios traductores del libro Una polémica de finales del siglo XX, pero que podría ser del siglo XV. Los versos satánicos no es la única novela que ha causado controversia. Si bien la religión censura, esto también ha sucedido con novelas relacionadas con el sexo como Trópico de cáncer,r Lolita, Los 120 días de Sodoma, El amante de Lady Chatterley yy El almuerzo desnudo. La primera, de Henry Miller, fue llevada a juicio en EE. UU. en 1961 por ser considerada demasiado obs cena; la segunda, de Nabokov, publicada en 1955, fue catalogada como pornográfica y la adaptación al cine de Stanley Kubrick fue censurada y algunas escenas eliminada por considerarla un dechado de pedofilia; la tercera, escrita por el Marqués de Sade en 1785, fue censurada en Europa hasta mediados del siglo XX por la descripción de las relaciones sexuales. También la película de Pasolini tuvo que enfrentarse a los juicios morales y la censura. La cuarta, de D.H Lawrence, desde 1941 tuvo más de 400 expedientes de censores y no llegaría a ser publicada hasta los años sesenta en países como Reino Unido. De nuevo, demasiado provocativa, como fue tildada (y a la postre, censurada en EE. UU.) El almuerzo desnudo, de William Burroughs, publicada en 1959 El racismo que criticaba Harper Lee en Matar a un ruiseñor, de 1960, sigue provocan-r do escándalos en escuelas norteamericanas, ya que para muchos su lenguaje, lleno de insultos racistas, es demasiado ofensivo. Cada cierto tiempo es denunciado por algún grupo de padres en los centros escolares, como le ha ocurrido en ocasiones a Huckleberry Finn, de Mark Twain, publicada en 1884. En este asunto racial también Escupiré sobre vuestras tumbas, de Boris Vian, publicada en 1946, sufrió la ira de los críticos y de los censores, que la acusaron de ser un ultraje a la moral. La violencia descarnada de La naranja mecánica, de Anthony Burgess, publicada en 1962, también fue motivo de censura en EE. UU. (y algunas escenas de la película de Kubrick, eliminadas en los cines estadounidenses). El libro sobre la II Guerra Mundial, Matadero cinco, de Kurt Vonnegut, de 1969, fue perseguido en EE. UU. por ser “antiamericana”, “ofensiva en el lenguaje” y también “comunista” y en algunos lugares de Estados Unidos se llegó a quemar en público. Finalmente, volvemos a la religión con dos libros muy distintos que sufrieron los ataques de la Iglesia católica. Uno de ellos fue El origen de las especies, de Darwin, de 1859, que probaba la evolución del hombre y tiraba por tierra todo creacionismo; y el bestseller, El código da Vinci, de Dan Brown,i publicado en 2003, que removió al Vaticano, principalmente en su adaptación al cine, por considerar que alteraba las sagradas escrituras
21 agosto 20226 Guatemala, domingo | ELACORDEÓN |
La censura ha estado presente en toda la historia humana. A lo largo de los siglos, por diferentes motivos, autoridades políticas, religiosas, militares han tratado de evitar que determinados mensajes se transmitan. Algunos casos son del todo absurdos y risibles. Otros, en cambio, suscitan la polémica. He aquí una brevísima lista, elaborada al azar, de libros que han resistido a la prohibición y a otras barbaridades POR | REDACCIÓN/ SERVICIOS



La ciencia pone en tela de juicios esas prenociones y demuestra que no hay nada más racional que hacer preguntas. Como no todas tienen respuesta inmediata, el conocimiento sucede en el campo de la incertidumbre, lo cual explica que tantos especialistas estén nerviosos. El problema de entender la realidad es que luego hay que sobrellevarla. Aun así, vale la pena conocer los males hasta sus últimos horrores. De nada sirve imitar al avestruz o asumir el oscurantismo de quienes afirman en internet que la tierra es plana y las vacunas dañinas. Dicho esto, me atrevo a proponer que nos alejemos un poco de lo real. Durante milenios el arte se inspiró en sucesos verdaderos para representarlos de manera fantasiosa. En los Países Bajos, la Adoración de los Reyes podía ser ubicada en un paisaje nevado: el Niño Dios recibía sus emblemáticos regalos mientras el pueblo patinaba en hielo. La imagen no se consideraba inverosímil, pues todo mundo sabía que la pintura construye otra realidad. Los actores del cine mudo sobreactuaban porque a nadie se le ocurría que lo que pasaba en una pantalla fuese natural. El espectador aceptaba la convención de estar ante algo ilusorio, del mismo modo que en el teatro admitía que un arco de cartón simbolizara la entrada a un castillo.
Cuando un extracto de Ulysses se publicó pors entregas en una revista literaria de 1920, los miembros de la Sociedad para la Supresión del Vicio de Nueva York se sorprendieron por la escena de la masturbación de la novela y se encargaron de bloquear la publicación de la obra completa en Estados Unidos. Un tribunal de primera instancia revisó la novela en 1921, la encontró pornográfica y la prohibió bajo las leyes de obscenidad. El fallo fue anulado 12 años después, lo que p ermitió q ue se p ublicara una edició n estadounidense en 1934. Madame Bovary Gustave Flaubert
Hubo tiempos en los que se confiaba en mitos y cosmogonías para explicar el brote de una flor o el carácter de una persona. La superstición y las religiones tranquilizan sin necesidad de ser comprobadas. En ese contexto, la armonía depende de no pasar la sal de mano en mano o asistir a misa de domingo.
21 agosto 2022 7Guatemala, domingo | ELACORDEÓN |
En sus orígenes, la televisión contó historias tan desaforadas como las del cine mudo. Repasemos los programas en blanco y negro de los años sesenta. Ningún productor contemporáneo aceptaría tramas como éstas: un caballo que habla, un ama de casa que hechiza moviendo la nariz, un espía con un teléfono en el zapato, un marciano que vive en un garaje, un delfín que resuelve problemas familiares, una isla donde los náufragos viven de maravilla, una expedición espacial en la que se coló un ruso. Esos programas tenían una alta consideración del ser humano: lo creían capaz de disfrutar de asuntos rigurosamente imaginarios. Todo cambió a fines del siglo XX, cuando la tecnología desató la mayor sed de realidad que ha conocido la especie humana. La televisión a color, los rodajes en exteriores y, sobre todo, el apetito de veracidad, hicieron que el arte imitara la vida. Si un personaje cenaba, la sopa debía tener unaElmosca.realismo se transformó en la ideología dominante, según demuestra el paso de la época de oro de la televisión a la época de oro de las series, cuando aparecieron Los Soprano, The Wire, Six Feet Under o Breaking Bad. Estas indiscutibles obras maestras se acercan a la realidad con un criterio forense; no buscan que el espectador admita un mundo inventado; le entregan datos incontrovertibles: la autopsia de un personaje, las secreciones que incriminan a otro, testimonios provenientes de juzgados, hospitales, funerarias, los sitios donde suceden las últimas cosas. La pasión por copiar lo real ha cambiado las más módicas costumbres. Quienes hacen una entrevista en televisión piden al entrevistado que se pase el cable del micrófono bajo la camisa para que luzca “natural” (¡como si el espectador no supiera que se trata de un programa!). Llego al núcleo de mi argumentación: el arte corre el riesgo de mimetizarse con el entorno al grado de no aportarle nada nuevo. En México, el desafío no es que alguien escriba una novela sobre el narco y la violencia, pues casi todas tratan de eso, sino que al escribir sobre el narco y la violencia también se hable de otra cosa. En el periodismo, el desafío no es ignorar las urgencias de la política, sino demostrar que el universo es un poco más amplio. Una de las mayores lecciones de Tolstoi es que incluso en los momentos límite la vida multiplica sus posibilidades. En Guerra y paz, la batalla de Borodino no suspende las tramas paralelas de los personajes. El fuego no apaga los sueños, los amores, los anhelos, las oportunidades que se pierden pero se recuerdan. El cometido del arte no es imitar la realidad, sino atribuirle otras posibilidades. Ante la sobredosis de datos nada es tan rebelde como pensar que las cosas pueden ser distintas. Para cambiar el mundo hay que imaginarlo. OPINIÓN Juan Villoro forma parte de la tradición de las novelas distópicas británicas, como 1984, de George4 Orwell, y Un mundo feliz, de Aldous Huxley.z Y lo que llama la atención es la crudeza de los elementos de la trama. Golpes, furia, violaciones, drogas, alcohol y asesinato son algunos de los condimentos que hace de esta historia una experiencia intensa de Dirileergida por Stanley Kubrick, su adapta ción al cine fue el mayor éxito del director. Aunque Anthony Burgess tuvo sus reparos. Había visto Lolita y no le gustó. Sentía que no le había transferido a la película la esen cia de la novela original. Tras un año del estreno, en Inglaterra, la película se dejó de proyectar por haberse perpetrado críme nes inspirados en algunas de sus escenas. Matar a un ruiseñor Harper Lee Esta novela, ganadora del Premio Pulitzer, ha sido traducida a más de cuarenta idiomas, vendió más de cuarenta millones de ejemplares en todo el mundo y dio lugar a una popular película, que ganó tres premios Oscar. Pero, ¿por qué es polémico el libro? Matar a un ruiseñor narra la historia de Jean Louise Finch, que evoca una época de su infancia en Alabama, cuando su padre, Atticus, decidió defender ante los tribunales a un hombre negro acusado de violar a una mujer blanca. Pero en la nueva avanzada por la corrección política dentro de la cultura, la obra es cuestionada por la utilización del término “nigger”. Numerosas denuncias en su contra hicieron que se retirara de los planes de estudios escolares norteameri canos por considerarla ofensiva para los niños estadounidenses. Matar a un ruiseñor, de Harper Lee El amante de Lady Chatterley D H Lawrence Publicada por primera vez en Florencia en 1928, la novela generó un gran revuelo que resultó en escándalo. ¿Por qué? Por las detalladas escenas de sexo explícito que contiene. Y no sólo fue prohibido, sino que incluso los lectores y buena parte de la crítica lo calificaron como un elogio del libertinaje y de la pornografía. La obra fue tan provocativa que no logró ser publicada en Inglaterra, donde nació D.H. Lawrence, hasta 1960, tres décadas después de su muerte JamesUlisesJoyce
Cuando se publicaron extractos de Madame Bovary en 1856 en Francia, los funciona-y rios encargados de hacer cumplir la ley se horrorizaron ante las memorias ficticias (relativamente no explícitas) de Flaubert sobre la esposa adúltera de un médico. Inmediatamente intentaron bloquear la publicación completa de la novela bajo los estrictos códigos de obscenidad de Francia, lo que provocó una demanda. Flaubert ganó, el libro se imprimió en 1857 y el mundo literario nunca ha sido el mismo desde entonces El dios de las cosas pequeñas Arundhati Roy El dios de las pequeñas cosas le valió a la joven novelista india Arundhati Roy el premio Booker de 1997. También le valió un juicio por obscenidad. En 1997, fue convocada ante el Tribunal Supremo de la India para defenderse de una afirmación de que las ocasionales escenas de sexo del libro, que involucran a una mujer cristiana y un sir viente hindú de casta baja, corrompen la moral pública. Luchó con éxito contra los cargos, pero estos le han valido un silencio literario de muchos años Aullido y otros poemas Allen Ginsberg “Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura...”, así comienza el gran poema de Ginsberg Howl, una metáforal profana que le valió al autor un juicio por obscenidad en 1957 y lo transformó de un oscuro poeta beatnik en un poeta-icono revolucionario. Las flores del mal Charles Baudelaire Baudelaire no creía que la poesía tuviera ningún valor didáctico real y argumentaba que su propósito es ser, no decir. Pero los jueces y censores franceses no estaban del todo de acuerdo y lo acusaron de depravado y de “corromper la moral pública”. Luego de un histórico juicio, se suprimieron seis de poemas de la versión original, que lograron publicarse nueve años después Última salida para Brooklyn Hubert Selby Jr. Libro mítico de la literatura norteamerica na de los últimos decenios, es a la vez una original obra narrativa y un documento atroz de la vida en la zona más salvaje de la jungla neoyorquina. Pocas obras suscitaron opiniones tan extremas como ésta cuando se publicó por primera vez, en 1964, desde la más rendida admiración, hasta el furor ciego. En Inglaterra el libro fue condena do por obscenidad en un sonado proceso. El veredicto fue finalmente revocado en una histórica sentencia de 1968, que alineó Última salida con El amante de Lady Chatterley y Ulises, víctimas también de la censura de su época. Fanny Hill John Cleland Fanny Hill tiene la distinción de ser el librol prohibido por más largo tiempo en la his toria de los Estados Unidos. Inicialmente fue declarado obsceno en 1821, un fallo que no fue anulado hasta la decisión histórica de la Corte Suprema en 1966. Durante esos 145 años, el libro fue una fruta prohibida y uno de los mayores best sellers de las ediciones clandestinas
