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El Futuro en Mano de los Jóvenes

Guatemala vive un momento decisivo. El país se jugará en las urnas electorales su destino para el futuro de las próximas generaciones. Una posibilidad real que debería preocupar a todos pero, sobre todo, a los más jóvenes. Las buenas o malas decisiones que se tomen en esta contienda electoral marcarán el futuro de quienes ahora empiezan el camino de la vida adulta. Mucho se ha dicho que la juventud es el futuro del país pero, en realidad, más que el futuro son el presente del país. En las próximas elecciones la población joven jugará un papel decisivo para delinear su propio futuro. Millones de jóvenes y jóvenes adultos tendrán la oportunidad de decidir este futuro mediante sus decisiones en las urnas electorales. Aunque no se conoce todavía los listados definitivos de quiénes participarán en dicha contienda, seguramente habrá muchas caras conocidas. Los mismos de siempre. Figuras desgastadas de quienes poco o nada distinto se puede esperar. Es importante que todos aquellos que desconocen el pasado reciente se informen adecuadamente de este tipo de figuras políticas. Por más que ahora se presenten con otros colores y otros símbolos, es muy proba- ble que sigan representando los intereses de siempre. Corresponde a todos los electores, en especial a los más jóvenes, escudriñar Quién es quién en la oferta política nacional.

Debe mencionare, también, que a pesar que se presentarán muchas caras nuevas a este proceso, la novedad no necesariamente representa evolución hacia un estado mejor. No podemos olvidar que la actual legislatura está poblada, en su mayoría, por caras nuevas hace cuatro años. Sin embargo, la inmensa mayoría de ellos se comportó de la misma manera que sus predecesores. Esperaríamos que, por el bien de Guatemala, las caras nuevas que participen, sobre todo los más jóvenes, sean portadores de nuevos valores y estén comprometidos con buscar el bien común, combatir la corrupción y asegurar la vigencia plena del Estado de Derecho en nuestro país. La incursión de estas caras nuevas es digna de celebrar, pero no podemos creer ciegamente que por el hecho de ser inexpertos en política no sean capaces portadores de los peores vicios de la política. Debe, pues, la juventud reconocer el desafío que tiene entre sus manos, ya que siendo ellos la mayoría son quienes decidirán su propio futuro.

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Danilo Parrinello

Idoneidad

“En estas épocas cálidas místicas en que los clérigos suele rezar…” como dijera el “huelguero” Walter Sosa, los Chapines en general no solemos rezar sino hablar de política, partidos y candidatos todo el tiempo. Para entrar en materia en relación al título de esta columna transcribiré el artículo 113 de nuestra Constitución Política, que dice: “Derecho a optar a empleos o cargos públicos. Los guatemaltecos tienen derecho a optar a empleos o cargos públicos y para su otorgamiento no se atenderá más que razones fundadas en méritos de capacidad, idoneidad y honradez.” Aparece allí la palabra idoneidad que en los otorgamientos de cargos públicos es vital e indispensable, pero antes ilustremos un poco el tema. Estimados lectores, voy a asumir que ustedes son miembros de la Junta Directiva o Consejo de Administración, de una gran empresa, y se ven en la necesidad de contratar a un nuevo Gerente General. ¿A qué méritos apelarían ustedes para que se viera que es notable o recomendable el candidato? Creo yo que debiera tener reconocimiento digno de alabanza en su gremio. Además sus cualidades y su conducta harían al candidato digno del cargo al que aspira. El que quiera ser Gerente deberá tener un currículo de estudios que lo haga destacar, hablar varios idiomas, ser “viajado”, tener varios grados académicos, mejor si tuviera un Doctorado (PhD). No se escogería a un iletrado o alguien sin reconocimientos por su intelecto, se escogería al más capaz. El individuo que ustedes elegirían debiera tener además capacidad o sea la aptitud para ejercer el cargo de Gerente General, empatía con todo el personal con el que trabajará, conocimiento total del ámbito en que se desarrolla la entidad que dirigirá, apto con talento y cualidades para ejercer los derechos de la empresa y el cumplimiento de las obligaciones. Que evidentemente sea el más capaz de desempeñar el cargo.

El candidato deberá demostrar su honradez no sólo con documentos legales que acrediten la carencia de antecedentes penales y policíacos, sino su currículo laboral lo reflejará además de las recomendaciones que de él se reciban.

A todo lo anterior debemos preguntarnos con absoluta sinceridad si es el candidato idóneo para el puesto. Creo yo, que como dijera el diestro más elegante que ha producido el mundo taurino, Rodolfo Gaona: “Para ser torero primero hay que parecerlo”. ¿Parece Gerente de la empresa a quien escogeremos?

Si no estamos para rezar “en estas épocas cálidas místicas…”, debemos estar para investigar ya que también son épocas electorales y como que fuera invierno han aparecido no hongos sino candidatos al más alto cargo de la República, ese que todos nosotros tendremos que elegir, el Presidente de nuestra Patria, de nuestra Guatemala.

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