1 minute read
Arzobispo Gonzalo de Villa compara las próximas elecciones con las realizadas en 1982
Califica al TSE de “muy falsos” y de un proceso electoral “viciado y poco creíble”.
Redacción elPeriódico
Advertisement
El Arzobispo Metropolitano, Gonzalo de Villa, manifestó su descontento por las próximas elecciones generales que se llevarán a cabo en junio, señalando el proceso de “muy viciado y poco creíble”, comparándolo con el proceso electoral realizado en 1982.
De Villa calificó al Tribunal Supremo Electoral de “muy falso” y que la cantidad de candidatos parece un “cartón de lotería”, por lo que señaló que duda ir a emitir el sufragio el 25 de junio cuando se elija al binomio presidencial, diputados y alcaldes en todo el territorio nacional.
Así mismo, comentó en relación al tema de los migrantes que la “gente vota con los pies”, y luego migra buscando un futuro en el norte porque no cree que en Guatemala lo haya, puntualizó.
¿QUÉ PASÓ EN 1982?
El domingo 7 de marzo de 1982 se llevaron a cabo las elecciones generales, donde se eligió al sucesor del general Fernando Romero Lucas García, el ganador fue el general Ángel Aníbal Guevara Rodríguez, del Partido Institucional Democrático (PID) y Frente de Unidad Nacional (FUN) quien obtenía el 38.62 por ciento de votos.
Guevara debía asumir la presidencia el 1 de junio de ese año, tras fuertes señalamientos de un proceso electoral fraudulento y viciado, sin embargo, el presidente electo jamás tomaría posesión del puesto debido a que el martes 23 de marzo, dos semanas después de su elección daban Golpe de Estado a Lucas García.
Ese día la junta militar liderada por el general José Efraín Ríos Montt, dirigente de la iglesia “Verbo”, junto al general Horacio Maldonado Schaad y el Coronel Francisco Luis Gordillo Martínez, anunciaron que convocarían a nuevas elecciones sin precisar fecha.
Ya instalada, la Junta, Ríos Montt decidió disolver el Congreso y abolió la Constitución de la República vigente en ese momento. Realizaron un llamado en cadena nacional por radio y televisión, donde los golpistas pedían “comprensión internacional”, debido a que la imagen del país en el extranjero no correspondía, asegurando ser democráticos y respetuosos de los “derechos humanos de los guatemaltecos”.
Sin embargo, tres meses después de haber tomado el poder por la fuerza, Ríos Montt disolvió la Junta Militar que él mismo presidía y se auto proclamó “Presidente de la República”, asumiendo así la primera magistratura de forma dictatorial.