Esta navidad regale un libro

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Esta Navidad

domingo d omiingo 13 diciembre 2015

regale un libro editorLuis Aceituno | dise帽oEstuardo de Paz


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DOMINGO 13 DE DICIEMBRE DE 2015 GUATEMALA

El viejo monje medieval POR SERGIO RAMÍREZ

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En la recién pasada Feria Internacional del Libro de Guadalajara, me tocó clausurar el Foro de Editores y Profesionales del libro. Y empecé diciendo que siempre me ha apasionado saber cómo se sentirían aquellos monjes que copiaban los libros a mano, cuando uno de tantos días a mediados del siglo XV oyeron decir que allá afuera los libros empezaban a salir de las imprentas como bollos de los hornos de las panaderías, desde que un fabricante de espejos de Maguncia, perseguido por deudas, imprimía biblias en una prensa de torniquete de las que servían para exprimir las uvas en los lagares. Más que maravillados por las noticias, imagino que deben haberse sentido aterrados. De las prensas, además de biblias, empezaban a salir naipes de baraja y estampas de santos y salterios. Todo lo que los pacientes y dedicados monjes hacían antes, iluminando con sus pinceles las letras capitulares. Es decir, aquella invención amenazaba con barrerlos. La mejor virtud de los copistas era la paciencia, y la paciencia dejaba de ser útil al conocimiento y pasaba a ser una de las reliquias del pasado. Ahora se imponía la velocidad, que nada tenía que ver con la paciencia, y mucho con la modernidad. Nada sería lo mismo a partir de la imprenta. El conocimiento dejó de ser, como dice H. G. Wells, “un pequeño gotear de espíritu a espíritu, para convertirse en una ola inmensa de la que participarán miles de espíritus y, muy pronto, veintenas y centenas de millares”. Aquella fue una revolución múltiple. Para la expansión del saber y para las comunicaciones. Si la Biblia iba a ser leída por muchos, debía dejar la cárcel del latín e imprimirse en los idiomas vulgares. Pero no solo la Biblia. Los libros de caballería pasaron a ser best-sellers. YEl Quijotee era leído por los criados en las antesalas de los caballeros. Aquella revolución de la palabra impresa multiplicó sus consecuencias por los siglos venideros, y no hubo género de actividad humana que no llegara a afectar. La revolución cibernética, que es aún tan joven, empezó por afectar a la palabra impresa, y no hay tampoco género de actividad humana que no haya llegado a transformar, pero aún con mayor profundidad y dimensión,

hasta hacer depender todo de la tecnología digital. No existe nadie del oficio, o el vicio de la lectura, que no se haya sentido fascinado con el olor del papel y de la tinta. Oler los libros, pasar la mano por sus lomos, entrar por primera vez en sus páginas. Cuando los libros se vendían sin refilar, la tarea mecánica de abrir los cuadernillos las ejecutaba uno mismo, con un estilete. No hay, en cambio, ninguna sensualidad al acercar la palma de la mano a la fría superficie de la pantalla donde por arte de la ilusión virtual, están las letras que escribimos y que leemos. No quiero, con mi nostalgia de monje medieval, despertar ninguna sospecha de que tenga horror frente al progreso

que nos avienta hacia adelante. No hay duda que la civilización científica tiende siempre a la economía de medios y de esfuerzos, y agradezco ser su beneficiario. Como nunca, la tecnología está suprimiendo instrumentos mecánicos, aunque preserve por el momento el de la digitación. Ya el cerebro de la computadora, sin embargo, puede transformar nuestra voz en caracteres escritos, y los caracteres escritos en voz, y habrá un día en que podrá traspasar a la pantalla nuestros pensamientos. Pero hoy en día, y otra vez tampoco me dejo llevar por el terror, es imposible recuperar un texto escrito en un sistema cuyo lenguaje electrónico ha dejado de existir. Los disquetes que guardan mi novela Castigo Divino, de hace un cuarto

de siglo, no pueden ser leídos por ninguna computadora. Puedo leer un libro impreso en el siglo XIX, o antes, pero no puedo leer lo que escribí hace 25 años si no es en el papel, al estilo antiguo. Un argumento más para no dejar de creer en los libros de verdad. Si es cierto que podremos leer de cualquier forma, mi previsión es que el libro impreso convivirá por largo tiempo con los formatos de libro electrónico. Ya lo estamos viendo; no es tan fácil sacar del mercado a los libros reales. La Feria del Libro de Guadalajara es un ejemplo más que palpable. Pero en cambio, el acto mágico de escribir, de transformar la imaginación en palabras no tiene sustitutos mecánicos ni electrónicos. Ese acto de transferencia de la imaginación de una mente a otra, de la mente de quien escribe a la mente de quien lee, depende de la cifra única de la palabra. Sus variables son infinitas. Hay tantas imágenes transferidas a través de la palabra, como lectores existen. Una imagen diferente, propia, para cada lector, una imagen verbal construida por una mente y que puede ser descifrada por otra. Para el monje con que he comenzado, solo quedaban el olvido y la muerte; y cuando la polilla se comiera los pergaminos en los que había trabajado toda su vida, se lo comería también a él. Pero solo tenía una manera de salvarse, y era salir a la calle, buscar los talleres donde se imprimían libros, meterse entre los tipógrafos, aprender a componer planas con los tipos móviles de madera, enterarse de cómo funcionaban las prensas manuales, de cómo trabajaban los encuadernadores. Es lo que hace don Quijote cuando ya al final de sus aventuras, visita una imprenta en Barcelona. Y el monje de mi historia debe aceptar que el mundo tan antiguo en el que hasta entonces ha vivido se hunde para siempre en las tinieblas, y que en lugar de quedarse dando traspiés, debe asumir como propio el valiente mundo nuevo que se abre ante sus ojos dañados de tanto copiar. Es lo que procuro hacer. Aunque siempre querré conmigo a los viejos libros con su aroma sin tiempo, para entrar cada vez en ellos con el asombro de la primera vez. Arequipa, diciembre 2015 www.sergioramirez.com www.facebook.com/ escritorsergioramirez http://twitter.com/ sergioramirezm


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DOMINGO

13 DE DICIEMBRE DE 2015 GUATEMALA

Mala vida TITO BASSI

SERVIPRENSA

Puertos Abiertos SERGIO RAMÍREZ

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA

El escritor nicaragüense hace una antología del cuento centroamericano en la que reúne, al igual que la colección de poesía, una serie de voces vivas e imprescindibles de Guatemala, El salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. El libro ofrece un panorama de la pluralidad de voces y sus universos que terminan por desdibujar las fronteras de sus países y dirigirse hacia la universalidad del ser de esta región en el medio de América. Q231, en la librería Luis Cardoza y Aragón

Memorial de Sololá/ Título de los señores de Totonicapán ADRIÁN RECINOS

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA

En una edición simple pero concreta se reúnen documentos de suma importancia que dan voz al pueblo cakchiquel previo a la conquista. Cosmovisión, creencias, historia, costumbres y sentimientos abarcan el Memorial de Sololá y el Título de los Señores de Totonicapán, dos piezas de la literatura indígena trabajadas por Adrián Recinos, quien aporta valiosas introducciones a ambas piezas así como notas críticas al pie de página. Q165, en la librería Luis Cardoza y Aragón

Tito Bassi es un escritor suizo guatemalteco, conocido sobretodo por los hasta ahora dos tomos de sus memorias publicados, en donde su natal Insubria se mezcla con la Guatemala que lo recibió en los años setenta. Mala vida es su segunda novela –la primera fue El molino del oso- y en ella nos relata la agitada vida de los descendientes de una familia de campesinos originarios de la frontera suiza con Italia.

Por ese olor de azucena

Cuentos de Joyabaj

LUZ CASTEJÓN DE MENÉNDEZ

FRANCISCO MÉNDEZ

EDITORIAL CULTURA

EDITORIAL CULTURA

Esta poeta guatemalteca guardó su obra durante 25 años hasta que se publicó a finales de los años cincuenta. Ahora la Editorial Cultura rescata el poemario que el escritor Francisco Méndez compara con un Robinson Crusoe que se resistió a la poesía y la literatura, pero que terminó siendo absorbida por el quehacer hasta lanzar estos poemas como botellas con mensajes al mar. En las principales librerías

Cómo es que el talco viene de los rayos, el cangrejo del que brota el agua del río, el cicimite presente en todos los chinchines y corazones, el nahual de todos y los nahuales de todos los nahuales... Los cuentos del autor quichelense surgen de sus experiencias vitales en Quiché, en su natal Joyabaj. De ahí se nutre un escritor que nace en la literatura oral y que logra plasmar con pericia al guatemalteco y los mundos que recorre. Q80, en las principales librerías

África/América: Literatura y Colonialidad

Enlasprincipales librerías

Acta est fabula

Días y noches de amor y de guerra

Sin señal de perdón

JOSÉ KOZER

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA

EDUARDO GALEANO

MAGNA TERRA

Premio Iberocamericano Pablo Neruda 2013, el poeta cubano radicado en Estados Unidos trabaja una obra en torno a la memoria pero con un lenguaje que se separa de los recuerdos. Sus poemas son atravesados por anécdotas en el horizonte caribeño donde la palabra es la protagonista. Acta est fabulaes una compilación de diversos poemas y épocas del autor que permiten ver los movimientos emotivos de su andar artístico. Q171, en la librería Luis Cardoza y Aragón

ERA

Editorial Magna Terra reedita el primer libro de la escritora guatemalteca Gloria Hernández, Sin señal de perdón, una colección de relatos, aparecidos por primera vez en 2002, sobre el amor, la soledad, el dolor, el deseo. Historias contadas desde la lucidez, la memoria, la vivencia cotidiana, escritas en un estilo directo e impecable que delatan a alguien que ha escogido la literatura como una forma de vida. En las principales librerías

Fallecido en abril pasado, el novelista, ensayista y periodista montevideano es un necesario referente de la realidad latinoamericana, como un faro de luz al rescate. En Dias y noches de amor y de guerra Galeano escribe una serie de textos cortos en los que recuerda su andar por Brasil, Argentina, Uruguay, Cuba y Guatemala cuando el amor y la guerra eran lo único que importaba. Una celebración de la resistencia. Q191, en la librería Luis Cardoza y Aragón

GLORIA HERNÁNDEZ

ANA PIZARRO Y CAROLINA BENAVENTE

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA

En 2011 en el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile se realizó el coloquio África/América, el cual trabajaba las posibles relaciones culturales entre África y América evidenciadas en el pensamiento actual. Ahora el FCE reúne una serie de textos y reflexiones surgidos del coloquio. Q224, en la librería Luis Cardoza y Aragón




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DOMINGO 13 DE DICIEMBRE DE 2015 GUATEMALA

Traslaciones

Voces de Chernóbil

Una sensación extraña

WINGSTON GONZÁLEZ

SVETLANA ALEXIÉVICH

ORHAN PAMUK

Anarquismo, una introducción

EDITORIAL CULTURA

DEBATE

RANDOM HOUSE

DOLORS MARIN

El poeta guatemalteco Wingston González publica este poemario en ocasión de haber sido galardonado con el X Certamen Mesoamericano de Poesía. Es una colección de imágenes que se suceden de manera vertiginosa, las cuales transmite por medio de un lenguaje sencillo pero poderoso. Nacido en Izabal, González cuenta en su recorrido con más de cinco poemarios. Q50, en las principales librerías

La premio nobel de Literatura 2015 llega en versión en español con una historia acerca de la explosión en la central nuclear de Chernóbil. Es una historia en la que muestras sus dotes para la polifonía, al condensar diversas historias entorno a un mismo hecho como forma de exploración histórica. Los personajes son ciudadanos comunes, un doctor, un bombero, una esposa, cualquiera, a quienes el accidente nuclear cambió la vida o se las arrebató. En las principales librerías

Dos historias se conjugan en esta novela. Por un lado, el lector asiste a la vida de Melvut Karatas, un vendedor callejero lleno de sueños, aventuras y la lucha constante por la subsistencia. Por el otro, aparece Estambul como fondo, la cual se presenta a lo largo de un recorrido que invita al lector a conocer su historia entre 1969 y 2012. En este texto, el premio nobel de Literatura enlaza ambos relatos para brindar una visión profunda de la sociedad turca de la segunda mitad del siglo XX. En las principales librerías

ARIEL

En el universo de las ideologías hay una que sobresale: el anarquismo. Es una tendencia contestataria y radical, que puede aparecer en momentos de grandes alteraciones sociales, en zonas industriales o en sectores agrícolas. Además, aparece siempre bajo la premisa de combinar práctica y teoría. En este texto, la autora intenta explicar en forma clara los postulados, la historia y los referentes de la corriente anarquista como tendencia ideológica, antiautoritaria. Q240, en Sophos

El universo o nada

La puerta del cielo

Pedro a secas

ELENA PONIATOWSKA

LUIS DE LIÓN

JOSÉ LUIS VILLATORO

SEIX BARRAL

EDITORIAL CULTURA

EDITORIAL CULTURA

Las estrellas han fascinado a la humanidad desde que esta tiene uso de razón, por lo que generaciones de personas han dedicado su vida a su estudio. Es el caso de Guillermo Haro, quien es considerado el padre de la astrofísica en México. Para contar su vida y su obra, Poniatowska noveliza en este texto la historia de este científico. Para ello, basa su relato en entrevistas, archivos personales y bibliografías especializadas en Haro. Q240, en Sophos

En la década de los ochenta el escritor antigüeño Luis de Lión fue víctima de una desaparición forzada. A pesar de su ausencia, su legado se mantiene vivo en la memoria del mundo literario nacional y en las múltiples obras que escribió. En esta compilación de cuentos, Lión muestra otra faceta más de su producción literaria, aunque siempre volviendo como tema a la memoria histórica y la conciencia social. En las principales librerías.

El grupo Nuevo Signo fue una de las agrupaciones literarias que surgieron en Guatemala hacia la mitad del siglo XX. José Luis Villatoro fue uno de sus fundadores. Se dio a conocer en el medio con Pedro a secas, de 1966, un poema en el que ya comienza a revelarse una generación de escritores con una producción literaria que se preocupa por la denuncia social. Ahora, la editorial Cultura reedita el poema como un homenaje al escritor, fallecido en 1998. En las principales librerías.


MÁQUINA DEL TIEMPO

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ARTURO MONTERROSO

DOMINGO

13 DE DICIEMBRE DE 2015 GUATEMALA

Dios es magia

¡Llegaron!

El olvido que seremos

FERNANDO VALLEJO

HÉCTOR ABAD FACIOLINCE

ALFAGUARA

BOOKET

La nueva novela del escritor nacido en Colombia llega para contar una historia acerca de un paraíso perdido, según dicta la nostalgia, enclavado en las montañas colombianas. ¡Llegaron!!, así solían recibir los abuelos a un pequeño carro marca Ford atestado de niños que invadía la pequeña casa a las afueras de Medellín, en el camino que lleva a Envigado y Sabaneta, en donde se encontraba ese reducto de la infancia llamado Santa Anita, finca ubicada en las laderas de una montaña tupida de limoneros y naranjos. En las principales librerías

En esta novela, el autor propone una reconstrucción detallada, amorosa y paciente de Héctor Abad Gómez, médico asesinado en pleno centro de Medellín, Colombia, mientras defendía la igualdad social y los derechos humanos. El personaje que Faciolince crea es una puerta para adentrarse a un mundo de sonrisas, placer por la vida, tristeza y rabia ante la impotencia por la muerte. Q95, en Sophos

Una zona de oscuridad V.S. NAIPAUL

Las imágenes precolombinas, reflejo de saberes

DEBATE

VARIOS AUTORES

En esta narración, el premio nobel de Literatura Vidiadhar Surajprasad Naipaul convierte sus palabras en una pieza de literatura de viaje fundamental, al rememorar su primer viaje al subcontinente indio en 1964. Cuenta con detalle las bellezas, las tragedias y sinsabores de la India, desde el caos en Bombay hasta la imponente belleza de Cachemira. Además, en el texto Naipaul también descubre los distintos tipos de personalidades que habitan la región. Q285, en Sophos

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MÉXICO

En un compilado de ensayos y resultados de investigaciones, este texto coordinado por las académicas Marías del Carmen Valverde Valdés y Victoria SolanillaDemestrecontieneinformación clave para interpretar distintas imágenes, temas y recurrencias en los modelos semánticos mesoamericanos. Con ejemplos que van desde la cultura olmeca hasta la maya. Q310, en la librería Luis Cardoza y Aragón

Siempre recuerdo la escena de Navidad con la que comienza Americana, la primera novela de Don DeLillo, uno de los cuatro grandes novelistas estadounidenses vivos, según Harold Bloom. Es una de esas tardes de Adviento en Nueva York y el protagonista camina entre las multitudes de las calles y el tráfico que alcanza proporciones de maremoto rugiente. “Los Santa Claus de la Quinta Avenida hacían sonar sus campanillas con peculiar y entristecedora delicadeza, como si estuvieran rociando con sal trozos de carne brutalmente putrefactos”. Con esta imagen, el escritor neoyorquino logra meternos en un clima de emociones encontradas, en el que termina prevaleciendo el sabor áspero de una narración cargada de mordacidad. Recuerdo esta escena porque el Adviento me produce una sensación ambigua. Por una parte, la supuesta dulzura del tiempo que precede a la venida de Jesús y, por la otra, la grosera realidad que nos golpea sin misericordia. Recordemos que la palabra “Adviento” es una síncopa de “advenimiento”, el tiempo litúrgico de cuatro semanas que preceden a la Navidad, y que esta palabra es síncopa de “Natividad”, el nacimiento del Hijo de Dios. Esto es lo que siempre oigo decir que recordamos: el advenimiento de la natividad de un niño que vino a cambiarlo todo. Y que por eso, por la esperanza de que vendrán tiempos mejores, es que estos son días de celebración, tranquilidad y gozo. O debieran serlo. Claro que algo así es muy difícil de experimentar en medio de la euforia, la prisa y el júbilo comercial. ¡Feliz Navidad!, dice la gente, aunque tenga una esquirla clavada en el corazón y no encuentre, entre el barullo y la estridencia, la serenidad de un abrazo verdadero. DeLillo delinea a su personaje como un individuo arrogante, racista e imbécil. Eso sí, sumamente perceptivo. Y también irónico. Y a veces, reflexivo. Por eso abre su novela con esa escena cinematográfica de la Quinta Avenida de Nueva York en los días previos a la Navidad. Por eso crea esa corriente contradictoria de regocijo y sufrimiento a lo largo de la historia que nos cuenta. Es Handel componiendo a tientas El Mesías. Y como él, comienza insinuando la exaltación del Adviento, a manera de obertura, y termina con la Pasión, alejándose de la precaria alegría de los primeros momentos. Si hay Aleluya en Americana, es algo que tendrá que descubrir el lector. De todas maneras voy a escribir sobre este libro el próximo año, sobre todo con la intención de recuperar frases polémicas como esta: “Dios es magia”. Por otra parte, los Santa Claus de DeLillo me remiten al viejo gordo, sonrosado y saludable cuyo nombre quizá se deba a una sátira del escritor Washington Irving, publicada a principios del siglo XIX, y a su utilización como ícono de la Coca-Cola, pero también a San Nicolás de Bari, el obispo de Mira, flaco y circunspecto, de cuya historia se origina la leyenda y que me gusta más que el gordo cínico. Como se ha podido dar cuenta el lector, todos esos hilos que nos llevan a otros personajes, a otras historias y a otras reflexiones, parten de una sola escena de la novela de DeLillo. Piense en ‘El Mesías’, que no solo nos habla de la alegría del Adviento, sino de la Pasión y la muerte de Cristo quien, finalmente, vuelve a la vida, para dejarnos un sentimiento exultante. Porque la literatura, como la música, llena un vacío. Un vacío, producto de la insustancialidad de la vida que vivimos. O quizá no sea algo tan grave, sino apenas la ausencia de una nota o de un morfema; algo que no sabemos explicar sino a través de la armonía o de las palabras que nos cuentan una historia ajena que, muchas veces, también es la nuestra. Para esto sirven los libros: para pensar, para meternos en un discurso ajeno, para encontrarnos allí, donde no sabíamos que estábamos. Para coincidir. O para disentir. Para confirmar que lo que vivimos no es extraordinario, sino común y corriente; sino universal a pesar de ser solo nuestro y, sencillamente, humano. >arturo.monterroso@gmail.com


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