Ahi viene los de Obonte

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¡Ahí vienen los de Obonte!

¡Ahí vienen los de Obontes! © Noris Pineda Colección El libro hecho en casa. Serie Cuadernos comunitarios © Para esta edición: Fundación Editorial El perro y la rana Sistema Nacional de Imprentas Red Nacional de Escritores de Venezuela Depósito Legal: Lf40220139003977 ISBN: 978-980-14-2550-2 Diagramación : Jesús Castillo Impresión: Linduar Prada Ilustración de portada: Eduardo Tovar Palataforma del Libro y la Lectura, el pensamiento y Patrimonio Documental Jairo Brijaldo

Noris Pineda Correo electrónico: sistemadeimprentasyaracuy@gmail.com


El Sistema Nacional de Imprentas es un proyecto impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través de la Fundación Editorial El perro y la rana, con el apoyo y la participación de la Red Nacional de Escritores y Escritoras Socialistas de Venezuela. Tiene como objeto fundamental brindar una herramienta esencial en la construcción de las ideas: el libro. Este sistema se ramifica por todos los estados del país, donde funciona una pequeña imprenta que le da paso a la publicación de autores, principalmente inéditos.


A Armando Sasarabicoa Torres Villegas, por su perdurable amor‌ así como los petroglifos en el tiempo...


¡Ahí vienen los de Obonte! Crónica del extravío Escribir la historia de una comunidad, es buscar entre las piedras vivientes de la existencia, rastros del accionar vital, es desentrañar el mutis de lo que transcurre subrepticiamente sin darnos cuenta, es la revelación de la memoria de mujeres y hombres, es la historia individual que acontece como torrente desbocado, cada instante, pero las sociedades y las comunidades destacan aquellos arietes, hechos o hitos trascendentes que conmueven y sacuden la quietud de la sociedad; la segunda la corresponde con la historia de la región y del país es decir, se entrecruzan la genealogía individual con la colectiva y desde lo nacional se le explora los lazos umbilicales con la localidad. Este es el dilema vivido por los primeros cronistas venidos luego en historiadores que ascienden el Olimpo de incertidumbre para valorar el afán de los sujetos como proyección social, es decir revertir con carne, huesos y espíritu para escribir los anales que posteriormente pasarán a formar parte de la historiografía y la postura escritural o como lo señala Ricardo Piglia en Respiración artificial: “¿Hay una historia?... Se planteó un solo problema: ¿cómo narrar los hechos reales?”(1) que se convierten en acercamientos sucesivos sobre las realidades, forman parte del torrente de la hegemonía dominante, por el contrario la historia insurgente descubre la complejidad del entramado de la sociedad, devela las tecnologías de la dominación y se convierte en polvorín que redime a los excluidos de siempre o los invisibilizados como lo señala Simón Rodríguez: “Abramos la historia: y por lo que aún no esté escrito, lea cada uno en su memoria…” (2)

La publicación de las crónicas o la historias locales por parte del Sistema Nacional de Imprentas Yaracuy, Serie Cuadernos Comunitarios, Colección El Libro Hecho en Casa, abre la posibilidad de como diversos hacedores de ésta se convierten en narradores de la existencia local y por ende de su ambiente, ésta que inmanentemente insurgente debe resquebrajar la presencia agónica de una sociedad que tiene como muestrario la desigualdad y sobre sus restos moribundos, levantar los elementos constitutivos para proyectar una hegemonía cultural en momentos de revolución bolivariana, debe fotografiar a los sujetos en su quehacer cotidiano en post de una sociedad igualitaria y donde enfaticen a los actores o constructores de la historia, de allí el valor de ¡AHÍ VIENEN LOS DE OBONTE!, esta obra procreada por Noris Migdalia Pineda Lucena, es una aproximación en tratar de escribir una historia sin pretensiones academicistas, alejado de los encumbrados cronistas, ella descubre, interpreta los petroglifos, impregnada en las memorias de las obontensas y los obontenses utiliza como metodología los artilugios de la oralidad y los constata con las escasas fuentes escritas, las cuáles las constata y triangula para admitir una aseveración, cabe destacar que fue recatada ante las opiniones de los hacedores de historia, no convirtió en verdades absolutas las referencias que hacían los actores de la comunidad por el contrario los interpela hasta la saciedad, descifra, armoniza y ajusta los fajines para formar una cosmovisión, en fin la historia, la obra tiene trascendencia en la contemporaneidad e incluso el título: ¡AHÍ VIENEN LOS DE OBONTE! se deba a que la autora, no asume ninguna de las posiciones que imaginariamente dieron por nombre a la localidad, con lo cual será en estudios posteriores o quizás la misma autora desentrañe este petroglifo esta vez de la memoria humana o en alguna u otra fuente que aclare la incertidumbre. Entre la valoración que se puede hacer a Obonte la


crónica de extravío: primero, el uso de múltiples fuentes le permitió ir hilvanando una historia de la comunidad; convierte la historia local como crisol de la historia regional con vinculaciones nacionales y universales; toma los latidos de los sujetos y los transmuta en acción colectiva e incluso tímidamente expresa “con la revolución bolivariana, la historia de Obonte se convirtió en una historia humana alejada de los héroes de bronce muertos y será con el vuelo de los pájaros, cuándo se valore los avances que tiene esta comunidad en tampoco tiempo”. En sus crónicas se comprueba la existencia del corcel sobre las injusticias y se pregunta ¿cómo un pueblo con riquezas minerales no metálicas ve salir a diario camiones de arenas, mientras que atrás el polvo dejó la miseria o deja la miseria?. Rompe los espejos sacralizados de la quietud y de una historia asexuada como interpela Manuel Burga: “Acaso el historiador, como intérprete de los procesos históricos, puede liberarse de estas determinaciones y hacer una especie de historia sin compromisos, ni con su tiempo, su sociedad, las clases sociales, ni con su propia nación, una historia angelical (asexuada)?” (3) Afirmamos rotundamente: No. De igual manera lo sostienen Luis Antonio Bigott y Félix Solano en la exploración por resaltar lo comunitario: “Ha sido necesario caminar y navegar, mucho en busca de las fuentes documentales. Ausencia de ellas marcan el descuido ancestral nuestro así como para conservarlas. Había llegado entonces la hora de la búsqueda en la memoria colectiva. Hombres y mujeres de diferentes edades dieron con gran pasión su aporte, porque esta no es historia clásica, profiláctica, asexuada, sino una amalgama ordenada de mensajes y acentos sobre una situación humana concreta en el tiempo y el espacio.” (4) Es decir la cosmogonía ideologíca resalta de manera sencilla pero de manera exacta, así mismo indaga sobre las raíces de algunas manifestaciones culturales, partiendo de la

primas de la existencia humana. Describe sin atisbos las tradiciones en ¡AHÍ VIENEN LOS DE OBONTE! es una obra en donde la autora se desprende de toda riqueza preciosista para presentarla como una obra opulenta de la vida misma. La publicación de ¡AHÍ VIENEN LOS DE OBONTE!, se convierte en fuente para la configuración de una cosmogonía de la historia local, regional, nacional y universal, bienvenido este libro, es un alumbramiento mágico desde los tiempos inmemoriales y recientes. Amasó suavemente su vivencialidad y la convirtió en una obra escrita que reconoce la historia del quehacer cotidiano.

Sabana de Pararana, septiembre de 2013 Eliseo Mora Yovera

________________________ 1) Ricardo Piglia. Respiración artificial. Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1992. Págs. 13 y 18. 2) RODRÍGUEZ, Simón. Inventamos o erramos. Caracas: Monte Ávila Editores. 2008. (Biblioteca básica de autores venezolanos). Pág. 87. 3) Manuel Burga. La historia y los historiadores. Lima-Perú: Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Universidad Inca Garcilaso de la Vega, 2005. Pago. 95. 4) Luis Antonio Bigott y Félix Solano. La educación en el Territorio Federal amazonas: Venezuela. Quito – Ecuador: ABYA – Yala, 1993. (Centro de investigaciones de los Movimientos Sociales Ecuador –CEDIME). Pág. 16.


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Obonte:

O

bonte, Obonte… voy pal monte, voy pa’ Obonte, voz sonora que para algunos la primera vez que la escuchan les parece africana, pero ante la ausencia del tambor, platanales y costas la mayoría de las versiones se inclinan a pensar que el aborigen dio nombre a ese lugar. “Obonte para los años 30, 40, y 50 era una sabana con caminos donde abundaba la cola de caballo y la paja amarga, entonces para ir a Guama se pasaba por una laguna grande donde tomaba agua el ganado y lavaban las mujeres, esa laguna estaba en los terrenos de Martín Garrido. Los obonteños enterraban a sus muertos en Guama, (población ubicada al norte de Obonte) y sacaban sus documentos allá, ellos se comunicaban más con Guama que con Boraure; una expresión testimonial como la que citamos recoge en parte la importancia que se le atribuía a la comunidad vecina:- ¡no ve, que en Guama estaba la gente que más sabía; hasta los policías de Boraure eran de Guama!”Así afirmó el señor Fidel Chávez de 84 años de edad, vecino del sur de Obonte, específicamente Boraure, capital del hoy en día municipio La Trinidad del estado Yaracuy. Tanto el obonteño como el visitante siempre se preguntan: ¿qué será Obonte? Aunque no hay registro por parte de la historia oficial sobre quién le dio ese nombre al lugar, sus habitantes afirman que fueron los indios. En el Diccionario del estado Lara: Histórico, geográfico, estadístico y biográfico de Velasco Mac Pherson, aparece registrada la existencia de la población de Obonte para el año de 1883.1 Aunque este topónimo hoy en día no tiene significado, de él se ha originado la identificación de otra comunidad. Hacia el 1 Mac- Pherson, Telasco. Diccionario Histórico, Geográfico, Estadístico y Biográfico del estado Lara. Puerto Cabello: Imprenta y Librería de J. A. 1883. Pág. 366.

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oeste de Obonte existe la población de Obontico. Juan Avendaño quien fue habitante de la llamada Sabana de Palito Blanco manifestó: “Obontico se inició con tres o cuatro casas, una pertenecía a Magdalena Ochoa y otra a Ubaldo Ochoa, esto era, por lo que es hoy la Panamericana o autopista, aproximadamente para la década de los 30, luego desapareció. El Obontico de ahora se lo dio un inspector sanitario para distinguirlo de Obonte; María Martínez Avendaño, colocó el letrero que decía: “Obontico”. El nombre de Obontico se remonta al año de 1952, estaban haciendo un mapa para las casas que necesitaban letrinas.”2 A partir del año 1993 se crea el municipio Autónomo La Trinidad cuya capital es Boraure, Obonte se comunicaba más con Guama porque ésta era la capital del distrito Sucre, al cual pertenecía Obonte anteriormente. Aunque las divisiones político territoriales, desvíen el transitar de los pobladores de Obonte y la maleza cubra hoy en día los caminos recorridos, la memoria de los habitantes de Obonte nos trasladan a aquellos tiempos de su largo transitar. De ahí que José Alejandro Silva, oriundo de Obonte, cuente que su padre, Doroteo Muñoz junto con José Díaz, hermano de Carlos Díaz, Rosario Fuentes, Domingo Fuentes, Juan Fuentes y Carlos Fuentes entre otros, armados con pico y pala abren una carretera desde el sector La Esmeralda hasta Guama, en este sector La Esmeralda se encuentra un hito o mojón donde están señalados los lindantes de Boraure – Guama. Ahora bien, ya para los inicios de la segunda década del año 2000, geográficamente nos encontramos con los siguientes datos:

2 2007.

Entrevista realizada al profesor Juan Avendaño en enero del año


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16 Ubicación geográfica3:

El centro de la comunidad de Obonte se encuentra ubicado aproximadamente a 4 kilómetros de Boraure, capital del municipio La Trinidad del estado Yaracuy. Astronómicamente se encuentra localizado a los 10º 16’ de latitud Norte y 68º 45’ de longitud Oeste. Según censo poblacional realizado por el CAMS (Centro de Atención Médico Social) cuenta con una población menor a los mil habitantes (600- 700 habitantes) debido a esto era considerada por el INE (Instituto Nacional de Estadística) como una población rural, dejó de serlo a partir del año 2005 de acuerdo al trazado de línea poligonal. Obonte limita por el Norte con el municipio Sucre (donde se encuentra una calle de tierra vía al sector La Esmeralda, salida a las vías de acceso de la población de Guama y Cocorote), por el Sur con el centro poblado Boraure (donde se encuentra una carretera asfaltada casi destruida por colocación de aguas blanca dando empalme esta vía con la comunidad San Valentín ), por el Este con el municipio Cocorote (donde se encuentra la quebrada Taracoa, de la cual se extrae arena dese hace aproximadamente 30 años), por el Oeste con el centro poblado Palito Blanco (donde se encuentra una carretera asfaltada y muy accidentada por hundimientos, desfiladeros, puente angosto y curvas que conducen a la población de Obontico y Palito Blanco). Características físico- naturales: Vegetación: Predominan en Obonte los arbustos y matorrales, sin embargo existe la presencia de árboles con un dosel no mayor a los 25 metros. Relieve: Es de ondulado a plano con pendientes que oscilan entre 15 y 25 % (grados de inclinación). 3

Cabe destacar que estos datos territoriales nos lo proporcionó el

geógrafo Alexander Lozada, el 23 de enero de 2018.

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Suelos: Se describen por exhibir entre moderada y baja fertilidad, arcilloso y arenoso. Clima: Con temperaturas que varían desde los 25ºC a 32 ºC, y precipitaciones que oscilan entre 1000 y 1100 ml. Hidrografía: Se encuentran a sus alrededores dos quebradas intermitentes que llevan agua solo en épocas de lluvia. Éstas son El Rosario y la Taracoa encontrándose la primera en los límites del oeste del centro poblado y la segunda en los límites del este. Minerales: Se caracteriza por la ausencia de minerales metálicos, sin embargo existe la presencia de los minerales no metálicos como la arcilla, la grava y la arena. Lucha eterna por el agua En la década de los cuarenta la población de Obonte, además de surtirse de las pilas o plumillas de Guama, también lo hacía de los ríos Guama y Yaracuy, así como de los pozos ubicados en el propio Obonte y comunidades vecinas. Entre los pozos de la época, según testimonios orales se pueden citar: El de Isabel Sánchez, ubicado de la caja de agua un poco hacia abajo, El Cercao ubicado de la escuela de Obontico hacia abajo en la huerta de Goyo Espinoza, familia de Inés María Espinoza, esposa del conocido Tin Fuentes, El Cubiro vía Obontico cerca del señor Danni Sánchez, este pozo manaba agua en pleno verano pero después le tumbaron los árboles y se secó, como lo señala Tin Fuentes: “el señor Pedro Savala estaba cortando un árbol cuando lo mordió una culebra y lo mató, “una culebrita de oro, era amarillita y salía por ahí”, Los zanjones de Calicanto cerca de la población de Buena Vista y los pozos Los Saltitos cerca del de Isabel Sánchez, La Olla en el terreno de Leo, el sobrino de Carlos Díaz, El Renatero de Renato Benavides, ubicado más arriba del terreno donde están los mangos vía Boraure “este pozo aguantaba el verano con agua”, El Araguato, ubicado de la Olla más abajo, La Verija de Don Miguel cerca de La Olla, y el pozo Bariqueño de un señor llamado Barico, en la tierra de los Garridos. Además


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de la laguna de nombre La Comunidad, llamada también de Daniel Liscano, en La Sabana, cerca de Pablo Galeano. Al pensar en esas décadas de los 30 y 40, tiempos en los que Obonte no recibía agua por tuberías, se nos presenta la siguiente incógnita, ¿cómo se mantenía la comunidad en un lugar donde se carecía de fuentes de aguas cercanas? si el río Yaracuy estaba a kilómetros y el de Guama no muy cerca y, además de esto, los caminos presentaban muchos zanjones, haciendo así, que los burros chocaran sus cuerpos con las paredes de los cerros y esto provocaba que llegaran en ocasiones más tinajas reventadas que llenas. Entonces es la existencia de pozos lo que ayudaba a que esta comunidad se mantuviera mayor tiempo en el lugar, ya que a diario los pozos le suministraban agua. Para estos tiempos se utilizaban las sequias (acequias) lo cual consistía en la construcción de una zanja o canal que transportaba agua desde el río Guama. La laguna La Comunidad se llenaba con una acequia que venía del río Guama y se trancaba el curso del agua colocándole tejas. Cuenta Carlos Díaz que él estaba presentando servicio militar en Maturín cuando su mamá lo llamó para decirle que habían puesto el agua en Obonte, esto fue para el año de 1952. La población de Obonte en un principio se abastecía de agua por medio de los pozos artesanales los que en su mayoría se secaron por la deforestación y el cambio climático. A partir de los años 50 comenzó a recibir agua por tuberías, esta fue afectada por varios años durante los cuales la población se mantenía con el servicio de camiones cisternas originándose la modalidad de los tanques subterráneos y aéreos (tobos azules) en ciertas familias. En octubre del año 2009 se reanuda el servicio del vital líquido parcialmente, hasta nuestros días (año 2013) con la construcción de un pozo profundo que está ubicado hacia el sur, en un lugar conocido como La Muñocera.

Según Juan Avendaño: “Hace unas décadas atrás la salud no era atendida en Obonte y los lugareños tenían que trasladarse a pie o en burro para Guama, donde Julián Rivero que tenía una botica llamada El Carmen. Él fue enfermero y trabajó en el hospital de San Agustín de San Felipe. Mucha gente de Boraure y La Sabana de Palito Blanco se iban a recetar con él a Guama. El regañaba a las madres y les decía: ¿por qué me lo trajo sin desayuno? o ¿por qué no le cuidó bien la enfermedad? Julián Rivero no cobraba y hasta fiaba los remedios, era muy humanitario y acertaba mucho en sus tratamientos además de ser bromista. Una vez un paciente que tenía diarrea le dijo: ¿me puedo bañar con diarrea? Y él le contestó —Si le alcanza ¡báñese! También los habitantes de Obonte se dirigían al centro poblado de Palito Blanco donde residía un curandero llamado José Rodrigo Fernández que recetaba a base de plantas, realizaba ensalmes y ponía el agua. Ubaldo Ochoa de Obontico era curandero de picao e culebra, él iba hasta donde estaba el moribundo. Cipriano Almerón del Quinchonchal en Boraure también era curandero de picao e culebra. Ambos tenían una virtud: Llamaban a todas las culebras y aparecía la que había picado, entonces la regañaban y ésta no volvía a morder a otra persona o animal. Igualmente, los de Obonte como los de Guama se iban a recetar con un curandero que vivía por la carretera de Guama, el brujo mandaba remedios que se compraban en la botica de Guama cuyo dueño era Manuel Celedonio Hernández”.4 En cuanto a nacimientos de niños o niñas la mayoría nacía a través de la atención de comadronas, entre ellas, Francisca Sánchez mejor conocida como Pancha. Es aproximadamente en los años 1998- 1999 cuando se crea el Centro de Asistencia Médico Social (CAMS) en Obonte, primer y único centro asistencial que tiene la comunidad. Para la primera década del

La salud pública en Obonte:

4 Entrevista realizada en el sector Sabaneta. Guama estado Yaracuy. Año 2008.

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año 2000, en el ambulatorio (CAMS) se encuentra el servicio de una médica cubana de la Misión Barrio Adentro y una venezolana, en temporadas se encuentran ambas o sólo una de ellas. El centro de salud cuenta con una ambulancia cuyo chofer puede ser cualquier habitante de la comunidad que esté interesado en prestar el servicio. También el centro de salud cuenta con una enfermera y, últimamente, con un enfermero. Según un diagnóstico realizado en el CAMS las afecciones más frecuentes en la comunidad están vinculadas con la piel, vista, oído, vías respiratorias (bronquitis, asma...) digestiva (parásitos, diarrea, gastritis), diabetes e hipertensión. Los vicios más comunes son el consumo de chimó, bebidas alcohólicas, cigarrillos y, muy escasamente, drogas ilegales. En la comunidad se adelantan campañas de salud, entre ellas se encuentran las de salud escolar, planificación familiar, control prenatal, control de niños sanos, programas de hipertensión arterial, asma, planes especiales de vacunación, prevención del SIDA, jornadas de aplicación de citologías. Es importante señalar que para la actualidad, año 2013, los pacientes que requieren de rayos x, fisioterapias, hospitalización, curas mayores, entre otros. En estos casos son referidos al Centro de Diagnóstico Integral (CDI) ubicado en Boraure. La gran mayoría de los habitantes de Obonte han nacido en el Hospital Central de San Felipe Plácido Daniel Rodríguez Rivero, escasamente aún nacen niños y niñas en la casa.

caserío Obonte del Distrito Sucre siendo nombrada maestra del referido plantel la ciudadana Elías Parra, con un sueldo de 175 bolívares mensuales”.5 Según testimonio de Carmen Parra Fernández, exalumna de la maestra Elías, se recabaron los siguientes relatos históricos relacionados con la enseñanza de las primeras letras en el entonces caserío de Obonte. Es en la década de los cuarenta cuando a Carmen la inscriben en una escuelita en La Sabana de Palito Blanco, ubicada donde hoy en día funciona la oficina del transporte La Trinidad. Ella se iba a pie por unos caminos con zanjones hasta la escuelita, caminaba un kilómetro entre ida y vuelta todos los días, pero apenas tenía tres o seis meses asistiendo cuando le dan una maravillosa noticia, por la cual, aún hoy en día, los ojos de Carmen brillan de felicidad, cuando expresa aquel recuerdo: ¡Habían enviado una maestra para Obonte!, esta maestra lleva por nombre Elías Parra. Carmen era feliz en esa escuela fresca, con sus sillitas, porque no habían “cupitres”, su libro tenía “un Bolívar grandoote en la primera página”, su mamá tempranito en la mañana le daba una arepa para irse a la escuela y le decía, “con esto vuelve”. La señorita Elías Parra nació en la población de Guama, en el año 1928, era tres años menor que Carmen, hija de José Apolinar Parra y Dolores Suárez de Parra, mejor conocida como Lola, y famosa para los niños de Guama porque vendía granjería (conservas de toronja, de coco y panecitos rellenos). Tanto José Apolinar como Dolores Suárez eran oriundos de Guama. El señor Trinidad Figueira, compadre del abuelo de Elías, la ayudó a conseguir trabajo, y no sólo a ella, también ubicó como maestra a su hermana Mercedes Parra en la población de Boraure. La señorita Elías, menor de edad y con sexto grado aprobado, comienza en la década de los cuarenta a impartir las primeras letras en el caserío de Obonte. Llegó a una casa de

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La educación pública en Obonte: Las primeras referencias a los orígenes de la Educación Pública en Obonte se inician en una casa de bahareque con techo de paja, la primera maestra de la que se tenga memoria fue Elías Parra. Según Gaceta Oficial del Estado Yaracuy número 1045 siendo Presidente de la República Isaías Medina Angarita, el 30 de septiembre de 1944, “el Presidente del estado Yaracuy Atilio Araujo crea la Escuela Estadal Rural Número 57, ubicada en el

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5 Es necesario recordar que anteriormente a los gobernadores de estado los designaba el Presidente de la República a su discrecionalidad, y se les llamaba Presidentes de Estado


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bahareque, cuya dueña era Petrona Sánchez, donde hoy está ubicada la caja de agua, pero en esa casa estuvo muy poco tiempo. Ella se instala definitivamente en una residencia con techo de paja, conocida por otros como caney donde secaban tabacales, esta vivienda pertenecía a el señor Doroteo Muñoz, quien recibía un pago mensual de diez bolívares por el alquiler. Elías se iba a pie de Guama a Obonte, en ocasiones la acompañaban unos niños que iban de Obonte a buscar agua a la pila de Guama. En estos viajes pasaba muchos sustos, especialmente cuando le salían unas vacas que eran muy bravas y también cuando crecía la quebrada El Rosario, que los obligaba a tomar un camino más largo. Todos los mediodías la señorita Elías se iba a la casa de los Fuentes, donde residía un tío de ella, aquí descansaba un rato debajo de los árboles para luego comenzar a atender los tres grados: primero, segundo y tercero, en sus dos turnos. Gracias a las bondades de Adela Silva, conocida por todos los obonteños como la señora Ventura, Elías disfrutaba de un almuerzo calientito y a la hora. En la escuelita casi todos los alumnos tenían más edad que la maestra, pero eso era muy común y más aún en los caseríos, donde las escuelas eran muy pocas y en su mayoría muy retiradas. Para el año 1948, la maestra Elías Parra se traslada para la ciudad de San Felipe y se convierte en la maestra fundadora de la escuela La Mosca, mientras que en Obonte llega la señorita Josefina Lugo mejor conocida como Chepa sustituyendo a Elías. Josefina también procede de la población de Guama. José Alejandro Silva es un personaje clave en las entrevistas realizadas para la búsqueda de la primera maestra en la comunidad de Obonte debido a que fue su papá, el señor Doroteo Muñoz quien alquiló una casa de paja y adobe para que la maestra Elías impartiera las primeras letras. José Alejandro cuenta que el apellido Muñoz en Obonte proviene de los Muñoces ubicados detrás del Hospital Central de San Felipe. Su papá se fue para Obonte a trabajar en la tierra de los Garridos y cuando alquiló la casa para la

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maestra, él vivía en una casa de techo de tejas llamada La Palestina, donde llegaba un cura de Guama conocido como el padre Corel. Alejandro recuerda que en esa casa había un cristo grande dibujado en una pared y que en esta casa daban la misa, esta casa hoy en día ya no existe. José Alejandro Silva estaba muy pequeño cuando la maestra Elías daba clase por lo tanto no fue su maestra, pero la señorita Josefina Lugo sí le dio clase y manifiesta que “chepa” también trabajó en la casa alquilada por su papá aunque por muy poco tiempo debido a que a la casa le cayó piojito, mudándose así a una más abajo con techo de tejas, específicamente la casa de la señora Dominga Sánchez. Es muy significativo resaltar que al caer la dictadura de Pérez Jiménez, se constituye una Junta de Gobierno presidida por Wolfgang Larrazábal y para este tiempo la “Gaceta Oficial del estado Yaracuy número 1264 del 31 de octubre de 1958 siendo el Gobernador del estado Yaracuy el Doctor Pedro Saturno Canelón según el plan de edificaciones escolares que se venía adelantando decreta: la Concentración Escolar Rural Número 7 ubicada en el caserío Obonte, Municipio Guama Distrito Sucre. Según la gaceta el Estado tiene una numerosa población escolar diseminada en todo su territorio hasta la cual precisa hacer llegar los beneficios de una educación bien orientada a fin de erradicar en lo posible el porcentaje de analfabetismo existente. Por tal razón se amerita la creación y funcionamiento de escuelas apropiadas donde se proporcione la enseñanza primaria”. La maestra Josefina Lugo Chepa, fue la primera maestra que comenzó a laborar en esta infraestructura en el año 1958, era la maestra unitaria y ejercía su labor de docente con primero, segundo y tercer grado a la vez. Para el año 1961 se traslada de Obonte para el Grupo Escolar Luisa de Morales en San Pablo. La actual Escuela Integral Bolivariana Obonte aún conserva dentro de sus instalaciones esa edificación de hace ya 55 años. Para el año

1988 comienza a funcionar el Pre-escolar encontrándose anexo a la Escuela Concentrada Mixta Obonte y la primera docente fue la profesora Rosa Molinaro, luego trabajó la docente María Teresa Rojas y la profesora María Elena Materán. Para el mes de septiembre del año 2000 – 2001, la escuela pasa al programa de escuelas bolivarianas y lleva por nombre Escuela Integral Bolivariana Obonte. El personal que laboraba para aquel transcendental momento eran los docentes Reinaldo Escudero, José Antonio Naranjo, Yanet Inojosa, Araxselys Castillo, Wilfredo Rodríguez y Magaly Melo, los obreros Irma Parra, Danny Sánchez y Nataly Fuentes, como cocinera Meris Cárdenas, Directora Yolanda Caldera y como administrativo asignan en enero del 2001 a la primera y única secretaria de la escuela, a la ciudadana Raquel Escalona, también se incluye en el proyecto el preescolar donde se logra la rehabilitación del plantel, construcción y dotación para la cocina, la edificación de una R2 para Preescolar, remodelación de la oficina de la Dirección y reparación de la cerca perimetral. Como hecho importante se destaca que la Escuela Integral Bolivariana Obonte fue la escuela piloto del Municipio La Trinidad ante el proyecto bandera Escuelas Bolivarianas del Presidente Chávez. Para el año escolar 2003- 2004 se incorpora la docente de Atención Educativa No Convencional (AENC), la profesora Carmen Durán, y seguidamente durante el lapso 2005- 2006 se da la apertura en la institución a La Educación Inicial o Proyecto Simoncito, el cual se refiere a la primera fase de la Educación Bolivariana y tiene como finalidad el desarrollo integral de los niños y niñas entre cero y seis años de edad o hasta que ingresen al primer grado de Educación Básica con el fin de garantizar el derecho a un desarrollo pleno, conforme el/la ciudadano(a) que se quiere formar en una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural. Destacando el derecho a una educación integral y de calidad, en los términos de equidad y justicia social como establece la Constitución de la República

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Bolivariana de Venezuela, siendo la docente Egleé Leal la responsable. El Simoncito se inició dentro de la institución en un aula de Preescolar. También para este tiempo llegó de pionera la docente Marta Mendoza de Educación Especial. El Simoncito o Simoncito Comunitario ahora se encuentra ubicado en los espacios de la comunidad diagonal al Calvario. Fue asignada a este espacio por primera vez la docente Mayerlin Gutiérrez, hoy en día y con nueva edificación (año 2012) Marcia Fernández. La directora Yolanda Caldera estuvo en la dirección del plantel hasta el 31 de noviembre de 2008 debido a su jubilación, encargándose de esta la profesora Nery Chávez el 1 de febrero de 2008, para ese entonces se incorpora una docente de aula integrada Mariola Espinoza, un especialista en educación física Luis Bartolomé igualmente una estudiante universitaria en informática Yeirith Lobatón para tener a su cargo el trabajo pedagógico con el manejo de 20 computadoras, gracias al proyecto ejecutado por estudiantes de la Misión Ribas y aprobado por PDVSA y que consistió en la creación de un Centro de Gestión Parroquial. El CGP casi extinto ahora, estuvo siempre bajo la administración y coordinación de la Misión Ribas. Para el mes de septiembre año 2010 es jubilada la Profesora Nery Chávez, y queda encargada de la Dirección del plantel la Licenciada Noris Pineda. Al mismo tiempo se incorporan a la escuela la docente de aula Yuri Gutiérrez y la de bienestar estudiantil Bartola Pinto. Para el año 2013 la escuela Integral Bolivariana Obonte contribuyó cabalmente con la alfabetización de la población a través de la Misión Robinson, la obtención del título de bachiller a través de la Misión Ribas y por la Misión Sucre el histórico y jamás imaginado título universitario, siendo sus aulas de clase la acogedora y humilde escuela que les impartió las primeras letras y que además se encuentra a sólo pasos de su hogar o a sólo tal vez quince minutos de su municipio.

Es el mes de marzo de 2010, son las seis y cuarenta de la mañana, ella comienza a esperar la buseta que la llevará a su destino. En la comunidad Villa INAVI Sulplicio Betancourt es donde ve pasar las busetas de la línea Santa Rosa de Lima, transporte este que deja pasar por las experiencias vividas con los amigos de lo ajeno, se monta, en un carrito por puestos que presumiblemente al primer vistazo, ya se cree conocer las caras de los pasajeros. Faltan cinco para las siete, marcha disfrutando de un puesto en la recién creada línea Luisa Cáceres de Arismendi, mejor conocida como Cáceres, pide la parada en el terminal nuevo del municipio Independencia, se baja y tira la puerta con fuerza, debido a que, desde que se montó, el chofer daba esa indicación, está pendiente porque en otras ocasiones le dicen: “dele suave, no la tire”. En las afueras del terminal, le compra al gordito un “Yaracuy”, va leyendo los titulares y mira hacia adelante, baja las escaleras y se detiene en la acera, voltea a su derecha hacia donde está la escultura de Alejandro Colina, imagen esta, que representa una parte del imaginario colectivo de los yaracuyanos y casi la mitad de Latinoamérica. Está pendiente si viene la buseta de la línea La Trinidad, aquí se consigue varios colegas de otras comunidades, presta atención de lo que hablan; hablan del calor, de que apenas uno se acuesta y ya amanece, de que el bono de transporte no les alcanza, de los abusos de las líneas extraurbanas, de la falta de fiscales, de la falta de pasarela, y mientras tanto un colector de sombrero grita: “Valencia, Valencia”... Sin perder de vista, los buses que vienen por la Catalana, por fin ve venir la que a un costado dice: Boraure-Palito Blanco, entonces se apresura a alcanzarla y el colector dice: “Boraure hasta la plaza”. Muchos de los pasajeros se decepcionan y no les queda más opción que retirarse. Menos mal que ella se queda en el abasto, una parada anterior a la plaza. Se monta rapidito, se sienta a esperar que el chofer arranque pero éste no lo hace. El colector se baja y comienza a esperar pasajeros y a decir: “Boraure, Boraure, Boraure hasta la plaza”.

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¡Señor vamos a llegar tarde!

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Comienza a sentir que los minutos son eternos, voltea y observa por la ventana la réplica del indio Yaracuy: imponente, aguerrido, con una gran musculatura y con un hacha en la mano, además de ese enorme tigre dispuesto a atacar. Voltea hacia la otra ventanilla y ve cuando el colector se distancia más, comienza a subir las escaleras del terminal y grita: “Boraure, Boraure, Boraure hasta la plaza”. Aquí se concentra y se dice a sí misma “es mejor llegar tarde que nunca”, en este momento oye: ¡señor vamos a llegar tarde! ¡estos sí son abusadores!, ¡ellos tienen su parada en el terminal viejo! El chofer le toca la corneta al colector, éste se sube y el chofer arranca. Ya montada vía Boraure va feliz, escuchando con el resto de los pasajeros la letra de las canciones de Jorge Celedón:

preescolar Simón Rodríguez y en la “Y” unos profesores del liceo José María Vargas. En esta parada el colector pregunta: ¿Abasto? y ella que ya no veía la hora, dice: “Sí”. Desde la buseta fija la mirada hacia el abasto para ver si hay moto taxis, gracias a Dios hay como arroz. Saca su gorra de la cartera y se monta, le dice al chofer: “para la escuela de Obonte por favor”. En ocasiones los choferes son sus exalumnos y esto la hace ir más confiada en la moto, y cuando no los conoce les advierte sobre todos los huecos y la velocidad que deben llevar, no carga casco y algunos de ellos tampoco, casi siempre los llevan pero colgando del manillar. Aunque no lo crean ella disfruta esos diez minutos en motocicleta, aprendió que para viajar en ellas hace falta relajación y esta sólo se consigue brindándole confianza al moto taxista. El cuerpo no debe ir rígido, se debe adaptar a las curvas y rectas en la vía. Es en estos momentos cuando ella respira el aire fresco que sólo a esta hora de la mañana aún se mantiene porque un poco más tarde se convertirá en un vapor caliente. Ve con preocupación que al pasar por los terrenos del IUTY estos están sumamente áridos por la falta de lluvias en lo que va del año, también se puede detallar como nunca el barrio San Valentín, los árboles de mangos en el terreno del señor Juan Quiroz ya no se ven tan frondosos y frescos como en meses pasados, los palos de “cirguelas” obonteñas están cargaditos pero la carga se ve pequeñita. En la ruta, el tráfico se congestiona al venir de frente el ganado vacuno con su costillar afuera, el que, al escuchar la corneta, se aparta de manera inmediata. Siente cuando los insectos chocan contra su esclerótica aunque la sequía también los espantó algunos bichos sólo causan molestia sencillas pero otros causan ardor. Ya está a punto de llegar a la escuela de Obonte, saluda con la mano derecha alzándola y bajándola rápidamente para volverla a llevarla a la cadera del chofer, le saca la lengua a algunos de sus exalumnos que van al liceo de Palito Blanco y Boraure. Ha llegado el momento de detenerse, se quita la gorra, se peina con los dedos, se seca las lágrimas, paga

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“Por eso traigo cuatro rosas en mis manos una por cada tristeza que te he causado perdona por ocultarte cosas que eran importantes perdona yo no quería entender que no podía olvidarte”

Y más adelante disfrutando la música de las canciones de Rudy La Escala, “Porque tú eres la reina de mi corazón porque tú eres la reina, la reina de mi amor”

Da gracias a Dios porque la buseta no hizo parada en La Zona Industrial, Cañaveral, ni en La Morita, ya es costumbre los que la hacen para ir al INIA y Multifruit. En Las Flores nadie anunció su arribo al igual que en SAVIR. En La Base siempre se bajan chicas y chicos de verde. Mientras mira la entrada del aeropuerto Las Flores, el colector anuncia la detención a la entrada de Guayurebo en la que nadie se bajó, ni en La Batea. Al pasar esta, ella tranca la respiración porque hay días que la cochinera está maloliente, continuando su trayectoria pasa la parada El Parque, donde tampoco se bajó nadie. Unas maestras se quedan en la escuela Elba Rosa Santana de Agua Blanca, le desean un feliz día y contesta: ¡igualmente!, no hubo detención en El puente; en La Vicentera se despidieron unas maestras del

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cuatro Bs y apresuradamente llega al patio de Educación Inicial de la Escuela Integral Bolivariana Obonte donde comienzan a entonar las gloriosas notas del Himno Nacional.

con sus manchas amarillas, dígame la bejuca, chaparrea y es delgadita, también está la tragavenado, la voladora y la cazadora, a esta última ¡cómo le gustan los ratones! Que rico son los mangos en Obonte, de gratis y por sacos podemos conseguir gran variedad: chancleta lo conocerás por su forma, mamey es de color verde, ¡pero está maduro!; piñita es grande y rojo… uhmm huele a piña; burro, burro porque es grandote; jardín es pequeño y de color amarillo, dulciiito; mecha, tiene muchas mechas; bocao o piedrita, es de color amarillo, y ya casi en extinción, la rica manga se une a la colección. Si te gusta el ganado vacuno en Obonte, encontrarás la vaca Cacho de Agua; sus cachos son tan suaves que cuando camina se le mueven los cachos, la vaca Cebúa es de color blanca con negro y tiene giba, vaca Carola es topocha no tiene cacho viene del llano, vaca lechera tiene pintas negras con blanco y “sipotes” de tetas, el buey es negro con blanco y manchao de amarillo con blanco, tiene “sipotes” de cachos, el toro “chiclán” que, tiene un solo testículo o bola no da hijo, lo crían para comérselo. Del ganado equino está el caballo Ruano que es grande y fuerte, el Cuarto milla, muy fuerte, el Careto tiene la cara larga y ancha, con una mancha en la frente, y el Burro pollino que es un burro joven. Al que le gustan los pájaros en Obonte un deleite se puede dar, mirándolos y escuchándolos cantar; ¡cuidado con la Raja trapo! sale después de las nueve de la noche, hace un ruido como romper un trapo y después ruuui como un mono, busca los hombres y estos al verla deben tener los interiores al revés, también le mientan la madre cuando la ven. Si usted mata una golondrina le saldrán golondrinos en los sobacos, la “Pavita muertera” construye sus nidos en árboles muy altos, los que tienen bastante hojas como el mamón y el mango. Si escucha que canta lejos es porque la muerte está cerca y si canta cerca es porque la muerte está lejos si quiere espantar la muerte miéntele la madre; dígame la guacharaca cantafuerte: ¡guacharaca, guacharaca!, la crían como mascota, se consigue en los caños

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Mirada desde los niños Obonte lugar de Yaracuy que a pesar de tener referencias históricas desde finales del siglo XIX, su población aún no sobrepasa los 600 habitantes. Este es un centro poblado donde el transporte público es escaso, aunque el año pasado (2008) apareció la modalidad de la moto- taxi; la luz funciona en forma ineficiente y apenas hace un año fue instalada en algunos sectores hacia el sur, vía Boraure. El servicio de agua es ineficiente en muchos días de la semana, los pequeños agricultores se encargan de mandar a llenar los tanques subterráneos o aéreos, además de esto, no existe en los hogares el servicio de teléfonos fijos. Nos encontramos con cinco bodegas y un MERCAL, igualmente un CAMS (Centro de Atención Médica Social) donde trabaja una Doctora y una enfermera. Su historia local no aparece en Catastro. La información en cuanto a la fecha de fundación es imprecisa, el por qué de su nombre no se encuentra aún registrado al igual que un censo poblacional a nivel municipal. Existe un plano del sector. Recuperar esta información no es fácil más aún cuando no hay fuentes escritas. Lo narrado anteriormente es el mundo observado por cualquier adulto que visite a Obonte y le arroje una mirada pero en realidad en Obonte hay un universo maravilloso y exuberante. Acontinuación una descripción de Obonte a través de los ojos, oídos e imaginación de los niños Obonte es un lugar donde abundan las serpientes y si lo quieres evidenciar observa los dibujos de paisajes realizados por los niños, siempre las vas a encontrar, ¡aunque para ellos no hay serpientes!... sólo culebras para ellos hay. ¿Quién no ha visto a la mata burro? que se le mete en los casco a los burros, la ciega que la meten en una botella de aguardiente, también está la mapanare y, qué decir de la tigra

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y en la quebrada, también está el cucarachero, come bastante cucarachas, tiene piojitos y se echa en los huecos de las paredes de las casas, la quisirita se echa en los palos de orejas de ratón, donde hay nidos de avispas para que no la molesten, el loro pico e’plata tiene el pico blanquito vive en los comejenes o huecos de los palos secos. El gavilán pollero se come la gallina en el aire, le picotea el cuello, le quita la nuca con las uñas, él también atrapa culebras y matos, y el guaitacamino es como un búho del color de la tierra, es como una basura, sale de día y de noche, vuela y anda en la tierra. Entre tantas aves mis alumnos también sabrían describir al comemai, rabo blanco, azulejo, chemeco, arrocerito, cardenalito, loro cara sucia, periquito, pica la flor, zamuro, gavilán primito, arigüelo, sangre de toro, cristo fue, paraulata, tijereta, perdisa, garza, siete colores, reinita, paloma casera, pavo y guinea. En los patios de Obonte la cadena alimenticia es fácil de conseguir, la gallina come insectos, ranas y ratones; los ratones comen pollitos, a las gallinas se la comen las culebras. Además las gallinas también se mueren porque les da moquillo, botan baba, tosen, vomitan y se mueren, también les da moquillo de ojo, se pone el ojo rojo como una pepa amarilla que se inflama, esto se llama buba, y se cura colocándole un cuchillo caliente. Cuidado con comerse una gallina culeca porque se pone culeco, es decir, le truenan los huesos cuando camina. Si alguno de ustedes es fanático de las casas naturistas, visite a Obonte y recibirá gratis una consulta. Existen muchas plantas que según los saberes populares tienen propiedades curativas y se han transmitido de generación en generación. A continuación algunas plantas y sus propiedades curativas: Anamú: se usa para infecciones, actúa como antibiótico. Berbería: se aplica para la sinusitis, deja la flor en sereno luego se hierve y se aspira por la nariz y también la hoja se tritura en agua y se lava la nariz con esa agua. Borrajón: útil ante la presencia de ronchas y erupciones en la

piel. Canela: se cocina la hoja para la tos. Cogollo de parchita: se usa para los nervios. Cundiamor: se usa especialmente para los diabéticos. Curía: se pone a hervir la hoja y se lavan los ojos. Causa efecto refrescante de la vista. Flor de cayena roja o blanca: especial para los nervios. Flor de lechosa macho: purga a los niños, se hierve y se toma. Granada: utilizada ante la aparición de diarrea, se pone a hervir la concha y también es buena para la vista. Llantén: se utiliza para dolor de estómago, úlceras y heridas. Se toman gárgaras para dolor de garganta y se utiliza para lavado vaginal. Malojillo: De alivio para los gases y diarreas. Manzanilla: solicitado ante las heridas y los nervios. Orégano menudo: se hierve la hoja y se toma para los gases. Orégano Orejón: se implementa ante la aparición de infecciones de orina, riñones y oídos. Oreja de ratón:se utiliza para bañarse cuando se tiene lechina. Paja grama: se hierve con un pedacito de papelón y saldiguera. Se aprovecha para el flujo vaginal y el violín. Paraíso: se hierve la flor y se traga el agua para la tos. Pasota: ayuda a eliminar las lombrices. Pericón: alivio ante los gases. Se hierven los cogollos. Pinipiní: permite quitar los cadillos se coloca la leche que brota sobre el cadillo. Piñón: para excluir los cadillos y hacerse lavado vaginal. Poleo: se hierve la hoja y se consume el agua para la tos. Raíz de cilantro de monte: efectivo ante los gases. Raíz de jengibre: sirve para la tos y dolor de garganta. Sábila: disminuye la inflamación ante los golpes y mejora el exceso de tos. Sauco: se pone a hervir la flor y luego se ingiere el agua para la tos.

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Té: recomendado para dormir y disminuir los nervios. Uña de gato: elimina quistes, problemas de riñones y próstata. Yerbabuena: ante las úlceras. Se bebe hervida con leche. Además de todo lo expuesto existe un gran bagaje cultural en lo que respecta a la cría de animales, actividades agrícolas, apariciones de duendes, brujos, entre otros. Es un lugar invisible para muchos tal vez por esto el amor y la ternura hacia la naturaleza aún se puede apreciar.

llevábamos y todos los días la traíamos, después nos pusimos de acuerdo con la abuela de la compañera de estudio que vivía allá en Obonte. La señora nos guardaba la silla allá y nos daba comida. La señora era de apellido Vargas, Tomasa Vargas. Mi silla era de madera y cuero, me la hizo mi abuelo por parte de mamá. ¿Y cómo hacían con la comida y el agua? —Cada quien llevaba su botellita de agua, cada quien llevaba su arepita de aquí de la casa. ¿Hasta qué grado estudió en Obonte? —Yo estudié hasta tercer grado, después me fui pa’Guama y estudié de noche en el grupo escolar. ¿Recuerda el libro que usaban o el de la maestra? —El libro que usábamos mayoritariamente era el que daba el gobierno, el libro Mi Vaquita. ¿Dónde era la escuela en casa de quién? —Yo recuerdo que la escuela era en la casa de una señora de apellido “Rojas”, y había pizarrón. ¿Qué nombres de compañeros de estudio de Obonte recuerda? —Recuerdo pocos nombres de los compañeros de Obonte pero sí el de la única compañera de aquí de Guama, era Tiburcia Domínguez. ¿Qué familias recuerda de Obonte? —De los habitantes de Obonte recuerdo a Chica Sánchez, a Petra Sánchez la mayoría de las familias eran Sánchez o Barrios. Los Barrios y los Sánchez eran muy sonados allá en Obonte. ¿Cómo era la jornada diaria en la escuela de Obonte? —La jornada diaria antes era de dos turnos aquí en el grupo, allá en Obonte no, la clase era hasta las dos de la tarde, como nos veníamos a pie se supone que llegábamos aquí de dos y media a tres, entonces había un solo turno. ¿Cómo era el tranporte? —Nos íbamos a pie por los caminos vecinales no había

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Zoraida Torres6: Una mirada al pasado El día domingo 26 de octubre de 2008, al tomar el autobús para ir a Guama tenía la sensación de que iba a viajar al pasado, me marchaba imaginando cómo sería la educación en Obonte medio siglo atrás, cómo sería el transporte, la infraestructura de la escuela, el libro que usaban… ¿Cuál es su nombre completo? —Mi nombre es Zoraida Ramona Torres. ¿Dónde vivía cuando estudiaba en Obonte? —Yo vivía en Guama. ¿Quién le propone que vaya a estudiar para allá? —Mi mamá habla con Chepa para que me lleve a estudiar en Obonte, porque en Guama exigían uniforme y en Obonte no. Mis padres eran muy pobres y no me podían comprar el uniforme. ¿Qué edad tenía? —Yo tenía como 13 cuando empecé a estudiar en Obonte y cuando salí de sexto tenía diecinueve. ¿Usaban pupitres? —En la escuela no había “cupitre” sino silla, una silletica que 6 Nombre: Zoraida, Torres. Nació 18 de abril de 1941, para el momento de la entrevista contaba 67 años. La conversación se realizó en su casa ubicada en la población de Guama. Av. Ricaurte el 26 de octubre de 2008. Fue alumna de la maestra Chepa Lugo.

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carretera. Salíamos de aquí como a las 7:30am y a las 8:00am ya estábamos allá, llegábamos rapidito, uno lo conseguía como muy corto. ¿Qué es lo que recuerda de manera especial de su primaria? —Bueno, lo único que recuerdo de mi primaria es que cuando finalizaba el año escolar casi siempre pasaba uno por las manualidades, la maestra nos enseñaba a tejer y a bordar, y eso lo aprendí yo. ¿Cuántos alumnos eran de Guama y cuántos de Obonte? —De Guama éramos dos nada más y de Obonte sí eran varios. ¿Usted conoció a la maestra Elías Parra? —Yo conocí a Elías Parra porque la mamá de ella era costurera y también porque le gustaba hacer mucho lo que llamaban antes granjería, los viejos antes le decían a uno anda a que fulano de tal que ella vende granjería, que vende conserva… que vende dulces. La casa materna de la maestra Elías Parra aún existe, está en la calle Bolívar, la casa está entre la casa cuna y el grupo escolar. ¿Qué se decía del gobierno para ese entonces? —Cuando yo estaba estudiando estaba el gobierno de Pérez Jiménez mandando, y hasta una beca tenía yo… y mi mamá me decía: “te traei de Obonte un bolívar de ñemas” me daban 8 o 10 huevos por un bolívar. ¿De qué manera me podría describir la escuelita de Obonte? —La escuela era una casita con un escaloncito, para entrar pal grado, tenía su patio para el recreo, eran dos salones como dos cuartos de la casa. ¿Qué opina del ser estudiante hoy en día? —Yo digo que hoy en día si los muchachos no estudian es porque no quieren, porque los padres y hasta el gobierno hacen cosas para que los muchachos estudien, por lo menos mi mamá me llevó hasta tercer grado allá, y yo saqué sexto de noche aquí, y no

pude seguir estudiando más, mi mamá tenía cuatro estudiando, y si estudiaba uno no podía seguir estudiando el otro, una estudiaba aquí en Sabaneta con la maestra Eloisa Lugo de Barrios, hermana de la maestra Chepa Lugo.Mi hermana no llevaba nada para allá porque más bien los vecinos ayudaban a los alumnos, le decían… “no trajiste sillas, aquí está una silletica llevátela pa’lla”. ¿Cuándo llegaba de la escuela que hacía? —Cuando llegaba de la escuela tenía que ponerme a pilar el maíz que, gracias a Dios, ya mi abuela me lo había esgranao y debía cargar agua en la pila de la esquina del cementerio de Guama, que me quedaba a una cuadra, pero casi siempre ya estaban los de Obonte con sus burros con arganas y tinajas, entonces me iba un poco más adelante a la pila de la esquina de Bautista Alejos.”

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José Alejandro Silva7: “Yo me he criado aquí y me siento tranquilo aquí” Según el poeta y cronista de San Antonio de Los Altos, Antonio Trujillo, la memoria tiene sexo o género de allí que recomienda entrevistar a ambos sexos porque son dos mundos diferentes. A continuación la entrevista realizada a José Alejandro Silva, un alumno de Chepa Lugo en los años 50. ¿Recuerda algunos nombres de sus compañeros de estudios con la maestra Chepa? —Tin Fuentes, Domingo Vargas, Juana Irene, Justina Fernández, Petra Vargas, Silvestra Vargas, Jacinto Vargas, Rafael Ochoa, Dionisia Fernández, Justa Báez, Jacinta Báez, Bárbara Almeida. Bueno eso es lo que más recuerdo. ¿Cómo recuerda físicamente a la maestra? —Simpática, buena moza era un poco delgada, blanca, perfilada. De buen trato, buena persona, buena maestra. 7 José Alejandro Silva nace: 26-03-1941 para el momento de la entrevista contaba con 67 años de edad, la conversación se realizó en su casa en la población de Obonte el 25 de enero de 2009.


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¿Recuerda usted alguna anécdota? —Recuerdo una vez que ella me castigó, me dio con un bejuco, lo llamaban bejuquito y me dio por la espalda, me cruzó con un chaparro pero yo no le guardo rencor, ella tenía ese derecho, uno sabía que estaba faltando, y yo le estaba echando tierra a mis compañeros. ¿De que trabajaba su papá? —Sembrando. Sembraba maíz, tabaco, frijoles, quinchoncho… ¿Y su mamá? —Ella lo ayudaba a él. ¿Hasta qué grado estudió usted? —Hasta segundo grado, antes era muy difícil estudiar, yo trabajaba en la casa, buscaba el agua pa’Guama en burro, por la mañana y por la tarde. ¿Por cuál carretera llegaba la maestra Chepa? —Por la vía de Guama, eran unos caminos de tierra. Mi papá reunía a la gente aquí y entonces hicieron la carretera de Guama a Boraure a pico y pala. Participaron Juan Vargas, Goyo Díaz, Maximiliano… muchos. ¿En que se entretenía usted, que hacía en los tiempos libres? —Mi entretenimiento era jugar metras, trompo, “pirinola” con otros compañeros que llegaban. La pirinola la hacíamos con pico de botella y con carretas de esas donde venía el hilo antes. Los trompos los hacían con madera de tapara o de guayabo. ¿Qué significa para Ud. la palabra Obonte? —No, no sé, siempre nos hemos preguntado que será eso, si fueron unos indios que le pusieron ese nombre a Obonte. ¿Qué animales o árboles recuerda usted que antes existían y ahora no? —El mamón antes habían bastante quedan muy pocos, el samán y de animales El Cardenal los demás animales todavía existen. ¿Además de buscar agua en Guama donde más buscaban? —Había un pozo que le decían el pozo de Isabel quedaba en los terrenos de Isabel Sánchez, que todavía está viva en Guama es

suegra de Zoraida. ¿Usted alguna vez pensó mudarse de Obonte? —No, yo no lo he pensado. ¿Que lo une a Obonte? —No, porque aquí nací yo. Yo me he criado aquí y me siento tranquilo aquí.

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El Filípides de Obonte8 En el año 490 a. c. el soldado griego Filípides corrió unos 40km desde la ciudad de Maratón hasta Atenas para anunciar la victoria sobre el ejército persa. En honor a la hazaña de Filípides se creó la competición con el nombre de “maratón”. Un 17 de febrero del año 1963, José Alejandro Vargas ganó la maratónica meta de salir del cálido vientre protector de su madre, Borgelina Vargas, que es atendida en su casa, en la población de Obonte por Pancha Sánchez, la partera de varias comunidades del municipio La Trinidad. Borgelina lo llevó hasta sexto grado siendo ésta una gran hazaña en la década de los 70, donde era un hecho común el analfabetismo y la exclusión escolar en nuestros campos. Fue entre los años 1981-1982 cuando Antonio Díaz ofreció su trofeo que se había ganado en una pelea de gallos “El que llegue primero se lo gana”. “Recuerdo que era un circuito cerrado de tres vueltas, llegábamos donde las Fernández y regresábamos al Calvario. Estábamos un grupo de muchachos en la calle, cuando él nos llamó estaba Félix Graterol, “Felito”, Robert Pérez, éste murió en un accidente. Pedro Camacho y Perfecto Barrios, quien se fue pa’Caracas, todos eran de aquí de Obonte. Ese día gané, y desde ese momento no he dejado de correr” Después de esa primera carrera continuó nuestro Filípides de Obonte entrenando con entusiasmo e igualmente sus amigos, todos llegaban trotando hasta la estación de servicio Jaime y 8 Esta entrevista fue publicada en la Revista Rótulo, en el mes de septiembre, año 2011, Segunda época Nº 3 Pág. 14


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se regresaban, el día menos esperado José recibió la gloriosa noticia: “gran maratón día del policía en Boraure categoría libre”, y sin pensarlo dos veces se inscribió, ganando “sobrao”; para ese momento nuestro atleta obontense contaba con 19 años. Tenemos entendido que a él le hubiera gustado haber comenzado a correr desde la categoría infantil; sin embargo, es desde la categoría libre cuando inicia oficialmente su pasión. Casi siempre ha competido en alpargatas pocas veces con zapatos deportivos o tenis. Estas competencias lo han llevado a distintos estados del país y, aparte de conocer lugares geográficos distintos; también ha crecido su cadena de amistades, de modo que los amigos lo llaman o él marca los teléfonos de contactos y ellos le informa sobre las carreras a realizarse, así que le ofrecen alojamiento en sus casas y, en otros casos, le orientan sobre la estadía en los hoteles. Él ha viajado donde están sus amigos, en ocasiones acompañado de sus hermanas, demostrando agradecimiento llevando lechosa, yuca, aguacate y cirguelas. Entre los estados visitados encontramos: Carabobo ( Guacara ), Aragua (Maracay), Táchira (San Cristóbal), Lara (Barquisimeto), Sucre (Guiria), Miranda (Barlovento), Bolívar (Ciudad Guayana), Monagas (Maturín), Yaracuy (San Pablo, Boraure, Obonte, Nirgua, San Felipe) Mérida (Lagunillas) y Caracas (23 de enero). Igualmente ha tenido el honor de ser entrevistado en radio Apolo 1320 AM, en Turmero estado Aragua, Horizonte 1260 AM en Nirgua y YVKE Mundial en Caracas. Además de haber aparecido en la revista española Marathón, fundada en el 1982 y dedicada al denominado “Atletismo Popular”, carreras de fondo, medias maratones, carreras de montaña, caminadas, marches y similares . La distancia olímpica en las carreras o la distancia que conocemos como Maratón es de 42.195m desde 1908. Especialmente en Venezuela en el año 1935 se realizó el maratón más largo del mundo, por cierto, ganado por el yaracuyano Nicolás Ojeda.

Nuestro atleta, con el apoyo de su familia y por su enorme e interna motivación al logro, ha llegado a obtener la grandiosa distancia de 38 km en San Felipe y de 30 Km en Maracay, su menor distancia fue de 5km y medio por una carrera del diario El Impulso de Barquisimeto. Según Vargas hoy en día casi todas las carreras son patrocinadas por PDVSA. Las carreras siempre las ha hecho porque legustan, no por dinero. Dice que antes recibía sólo medallas y trofeos, pero que últimamente le pagan de 2000, 4000 hasta 5000 bolívares. Al visitar a nuestro gran atleta maratonista obonteño sentimos una gran impresión, impregnada de orgullo y satisfacción al ver en la sala de su humilde hogar más de 100 trofeos aproximadamente, 200 medallas colgadas en la pared, placas, diplomas, fotografías y una carpeta con recortes de periódicos, aunque algunos han desaparecido por la acción de ciertos roedores. Ha tenido también la oportunidad de competir en un campeonato suramericano, en la ciudad de Mérida, y el honor de conocer a otros corredores destacados como José Corro y Carlos Tarazona de Nirgua, Luis Díaz y Freddy Olivo de Yaritagua; Julio Rincón en Mérida; Nerio Santana de Maracay y Rafael el pelón de Barquisimeto. Estos últimos tres, amigos de la categoría Master C (50-54 años). Acontecimientos estos que lo regocijan y lo llenan de entusiasmo para seguir corriendo. Como Aquiles “el de los pies ligeros”, héroe de Ilíada griega, José Alejandro Vargas, en abril del año 2011, se encuentra lesionado debido a una mala praxis médica. Precisamente, en el talón como el guerrero herido en ese único lugar en donde era vulnerable ese semidios batallador. Igualmente, este obontense yaracuyano ha sufrido ese mal que hoy lo aqueja, pero que aún así sigue enarbolando el tricolor patrio desde Obonte, Yaracuy, Venezuela y el mundo. En el Hospital Central de San Felipe, recibe varias inyecciones en su talón, por presentar espolones. En una ocasión decide asistir a una clínica privada para colocarse una kenacort, la aguja fue penetrando por otra dirección ocasionando

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una tendinitis de Aquiles. Después de esto han transcurrido casi 42 semanas, afortunadamente un médico en Yaritagua lo mantiene bastante mejor, le ha recomendado correr un poco, pero sus ganas de correr lo han hecho perder el reposo asistiendo a una carrera corta, la que ganó aunque con mucho dolor. Carrera que fue en Caracas, sus amigos atletas se alegraron mucho al verlo, le daban ánimo diciéndole “siga echándole bola”. Actualmente está entrenando en la Quebrada Taracoa. Dice que le duele menos el talón y que al salir de la pesadez de la arena al asfalto se siente livianito. Su peso adecuado siempre ha sido 52 kg pero desde que ha tenido la lesión llegó a 60; sin embargo, ha comenzado a disminuir, está entrenando poco a poco para una carrera en Cumaná el próximo primero de mayo. Él tiene mucha fe de que va a salir airoso. Hasta este momento ya cuenta con ocho carreras, eventos que serán definidos próximamente. He aquí pues, a nuestro Filípides de Obonte quien concretando su sueño de estar representando a Yaracuy prosigue en ganar carreras, participar, conocer más lugares de Venezuela, aunque no tenga zapatos adecuados y aparezcan los espolones, esto no le quitará su sueño de seguir presente con “constancia y más constancia y trabajo y más trabajo”… , amor y consagración al maratón.

taxis todas pasaban llenas. Es en este instante cuando veo que viene el autobús más largo de ruta urbana que tiene la ciudad el cual lleva un rotulado a un lado que dice: Alcaldía del Municipio Sucre. Me alegré mucho cuando vi el autobús, y cuando caminé para montarme venía un río de gente que tuve que pegar una carrera, entre los empujones de los pasajeros y apretando mis manos lo más que podía, para que no se me salieran las bolsas, logré sentarme entre los primeros puestos. El autobús continuaba rodando y en una de sus próximas paradas se monta un amigo de peinado afro, que por cierto, siempre me lo consigo por los alrededores de Lumar haciendo compras, sobre todo los fines de semana. Mi amigo quedó en la puerta delantera del autobús y como pudo subió unos escalones más.Yo le pedí las bolsas aunque ni siquiera podía con las mías. Había tanta gente que no quería poner las mías en el piso. Él dándome las gracias me entrega sus bolsas, nos saludamos y al rato me pregunta: ¿cómo está el diplomado? ¿Sobre qué vas a trabajar? Y yo le respondo: “Sobre las primeras maestras que llegaron a Obonte”. Es en este momento cuando una señora que iba a mi lado me dice: “yo estudié en Obonte”. Al mismo tiempo el colector grita: Las Brisas, El Jobo, Puentecito, entrada de Don Juancho, primera entrada de La Villa, volteo con rapidez y mirándola a la cara, le digo con mucha emoción: ¡Y donde vive usted¡ Ella me respondió: en Guama, y yo le digo, ¿pero vivió en Obonte? No, yo viajaba de Guama a Obonte. En este momento se oía al colector gritar, ¡primera entrada de La Villa, rápidamente le pregunto a la señora: ¿por qué parte de Guama vive usted? Y ella me responde, por la calle Ricaurte, casi llegando al cementerio, mientras sacaba entre mis dedos las bolsas, le dije a la señora; la voy a visitar, le voy a hacer una entrevista, al mismo tiempo le pregunto ¿Cómo se llama usted? Zoraida, Zoraida Torres, fue entonces cuando grité: ¡Parada !

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Zoraida Torres La revolución tiene nombre de mujer El viernes 24 de octubre de 2008 después de una jornada de más de 8 horas salí de mi trabajo, deseando llegar a mi casa a descansar, pero como siempre tuve algo que hacer en el centro de San Felipe, en el cual estaba finalizando una marcha que tenía por nombre la revolución tiene nombre de mujer. Cuando terminé de hacer las compras me sentía tan cansada que decidí tomar un taxi, pero ninguno se paraba, ocupados y no ocupados seguían de largo, entonces decido subir hasta la quinta avenida deseando que pasara rápido la camioneta, pero al igual que los

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La historia del agua en Obonte9 I Con humildad y cariño Lo que les voy a contar Sucedió hace mucho tiempo En un hermoso lugar II Este valioso terruño Obonte, se ha de llamar Y el que no lo conoce “La Trinidad” ha de visitar III Para la década de los 30 Para la década de los 40 La población de Obonte Con agua no cuenta IV A pié o en burro El agua se debe buscar Aunque muchos pozos Ya agua comienzan a manar V Se llenaban los caminos Los caminos vecinales Con arganas y tinajas Los burros daban sus viajes 9 Estos versos fueron leídos ante el público por Miyerlis Gutiérrez, estudiante de 5to grado, en el año escolar 2011-2012 durante la bienvenida por parte del Municipio La Trinidad a la Ruta cimarrona.

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VI ¡Ahí vienen los de Obonte! Gritaban los de Guama Y la pila del cementerio Ahí mismito se colmaba VII ¡Me iré a la pila de Bautista Alejos! Gritaba Zoraida Torres Una vecina de Guama Que vivía por los Zanjones VIII En Obonte habían muchos pozos Estaba el de Isabel Y quien no recuerda El de las Verijas de Don Miguel IX El pozo el Renatero El Bariqueño y el Cercao Digame el Araguato Cuantos viajes no “sean dao” X ¡Vargame Dios! Cuando crecía la quebrada El Rosario Como pasábamos trabajo Gracias a Doroteo y a los Fuentes Por abrir el camino con trabajo inclemente

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Xi Hoy en día, llega agua por tuberías Aunque sucede, tan sólo por un día Necesitamos organización Para poder tener la solución

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Glosario Afro: Peinado caracterizado por su forma redonda y alta especialmente en los cabellos crespos. Arganas: Tipo de cesta tejida colocada a los costados del burro.

Xii ¿Dónde está el proyecto del Consejo Comunal? ¿Se conformaron las mesas técnicas de agua? Éstas son las preguntas de esta década Para una comunidad que no quiere quedar seca

Ariguelo: Pájaro de color negro. Bejuco: Cuerda gruesa de plantas generalmente muy altas. Buena moza: Mujer bonita muy agradable. Cadillos: Tumoraciones en la piel por lo general en los dedos de las manos o codos. Careto: Que tiene la cara ancha, grande. Chancleta: Calzado de suela plana con dedos y talón al desnudo. Chaparro: Ramo de abundante hojas. Trozo de palo de árbol de guayabas. Chemeco: Ave conocida como carpintero. Comemai: Pájaro que se alimenta constantemente de maíz. Culeco: Persona que siente chasquidos o ruidos en las articulaciones al caminar. Cupitre: Pupitre. Mueble de madera parecido a una mesa, que tiene una tapa en forma de plano inclinado y sirve para escribir sobre él.


Esgranao: Mazorca de maíz que ya no tiene granos. Granjería: Venta de dulces especialmente caseros o hechos en casa. Guaitacamino: Pequeña ave nocturna de vuelo sigiloso.

Testimonios orales: *Zoraida, Torres. Domingo 26 de octubre del año 2008. En su hogar en Guama, calle Ricaurte llegando al cementerio.

Mavita: Mala suerte. Muñocera: Grupo de personas o familias de apellido muñoz.

*José Alejandro, Silva. El 13 de mayo de 2008 y domingo 25 de enero de 2009. En su hogar en Obonte, calle de tierra vía al sector La Esmeralda.

Ñemas: Huevos. Pirinola: También llamado perinola o pirindola. Es un juego tradicional compuesto por dos partes, la superior o cabeza y la base o mango, ambas sujetas y unidas por una cuerda.

* Juan, Avendaño. El 08 de enero del año 2007 y en el año 2008. En su hogar Sector Sabaneta – Guama. * Elías, Parra. El 09 de julio del año 2008. En su hogar en la Avenida La Patria – San Felipe.

Pollino: Joven de corta edad. Quisirita: Tipo de palomita. Raja trapo: Ave también conocida como lechuza.

*Josefina, Lugo de Sánchez. El 15 de mayo, año 2008. En su hogar en la calle Ricaurte - Guama. * Carlos Antonio, Díaz. Año 2008. En su hogar en Obonte – sector La Esmeralda.

Silletica: Silla pequeña de madera y cuero. Sipote: Grande, extravagante. Sobaco: Comúnmente conocido como axila. Tabacales: Hojas de la mata de tabaco extendidas. Traei: Traes. Tronar: Le hacen ruido los huesos.

*Carmen, Fernández. El 15 de julio del año 2008. En su hogar en la calle principal de Obonte. * Fidel, Chávez. El 07 de enero del año 2007 y 05 de abril del año 2008. En su hogar en Boraure.


Índice Obonte.............................................................................................. 13 Ubicación geográfica.................................................................15 Características físico- naturales............................................... 15 Lucha eterna por el agua......................................................... 16 La salud pública en Obonte...................................................... 18 La educación pública en Obonte............................................. 19 ¡Señor vamos a llegar tarde!.................................................... 26 Mirada desde los niños............................................................. 29 Zoraida Torres: Una mirada al pasado..................................... 33 José Alejandro Silva: Yo me he criado aquí y me siento tranquilo aquí....................................................... 36 El Filípides de Obonte.............................................................. 38 Zoraida Torres La revolución tiene nombre de mujer...................................... La historia del agua en Obonte................................................ Glosario................................................................................... Testimonios orales...................................................................

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Se termió de imprimir en noviembre de 2013 en el Sistema Nacional de Imprentas San Felipe estado Yaracuy República Bolivariana de Venezuela La edición consta de 500 ejemplares


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