#nocheminera para futuros periodistas (Elpidio del Campo)

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#NOCHEMINERA PARA FUTUROS PERIODISTAS

Elpidio del Campo Cañizares Universidad Miguel Hernández de Elche edelcampo@umh.es Publicado en DE LARA, A y AVILÉS, J. A. y MARTÍNEZ, F. (Ed.) (2012): Periodismo Mutante. Murcia: Diego Marín Librero Editor (pp. 95-104)

6 de julio de 2012, la Licenciatura de Periodismo de la UMH celebró la graduación de su III Promoción. Ejercieron de padrinos en la ceremonia la profesora Fátima Navarro y el periodista Juan Luis Sánchez: “Los alumnos de Periodismo de la Universidad Miguel Hernández de Elche me han elegido como "padrino" de su promoción para la graduación... “. Así empezaba el hilo en Facebook donde se fraguó su discurso. A su vez, la difusión de esta entrada en la red social dio lugar a una noticia en el Espai Català de Cultura i Comunicació (ESCACC); en ella se comentó tanto la forma de elaboración como el contenido del propio discurso. El periodista escribió aquella entrada inicial el 21 de junio y en ella preguntaba: “¿Qué les decimos hoy a la gente que termina periodismo en el día más deseado de la carrera, el último?”. El día antes de leerlo da forma a su texto con las aportaciones de más de 50 personas en su perfil de Facebook y al día siguiente lo cuelga en su web1. Este acto creativo es en sí mismo una metáfora, una imagen perfecta de lo que es el periodismo hoy. Esencialmente, una profesión ‘mutante’ e hiperconectada. Los continuos y acelerados cambios, en los modelos de producción y distribución, han traído consigo una absoluta falta de coordenadas fijas sobre las que asentar certezas: “Es la consolidación del periodismo líquido, parafraseando a Bauman, obligado a buscar su ser y su destino constantemente para poder existir” (Varela, 2011). El discurso del periodista fue una amalgama de opiniones donde se entremezclaron las tradicionales preocupaciones del periodismo (veracidad, información, ética, compromiso…) junto al terremoto que actualmente sacude a la profesión (precariedad, momento apasionante, Internet, todo va a explotar…). La yuxtaposición de frases provocadoras, comentarios apologéticos y eslóganes estimulantes no es otra cosa que la experiencia diaria del ciudadano en su entorno social/virtual. El

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En las siguientes direcciones puede seguirse el proceso. Hilo de Facebook a partir del cual se elabora el discurso: https://www.facebook.com/juanlusanchez/posts/10151830885825276 Fecha de consulta: 13 de julio de 2012. Noticia en ESCACC: http://www.escacc.cat/ca/contingut/desenes-de-persones-redacten-espontaniament-a-facebook-undiscurs-a-favor-del-periodisme-compromes-3836.html Fecha de consulta: 13 de julio de 2012. Web del periodista donde cuelga el discurso: http://www.juanlusanchez.com/archivos/2012/07/07/mensaje-colectivo-aestudiantes-de-periodismo-que-se-acaban-de-graduar/ Fecha de consulta: 13 de julio de 2012. Rizando el rizo se puede decir que su post inicial en Facebook dio lugar, en primer lugar, a un discurso en la universidad, después un post en un plataforma de comunicación en Internet y, ¿finalmente?, con este texto, a un artículo en una publicación universitaria.


autor comentó en Twitter el mismo día después del discurso: “Operación discurso de graduación colectivo completada con éxito. No me han tirado tomates ;) Gracias @periodismoumh”.

1. Reputación online Más allá de la metáfora propuesta por la forma en que se hizo este análisis del momento en que se encuentra la profesión, más relevante para los futuros profesionales resulta el planteamiento acerca de cómo el periodista hoy es un personaje público on y offline y sabe que debe gestionar su imagen pública en ambos lugares. Dicho de otro modo, es consciente de que cualquiera de sus manifestaciones públicas conforma una imagen sobre la que se asienta su reputación. La imagen del periodista ya no se construye únicamente en función de sus publicaciones en los medios, sino que conforma una totalidad con el conjunto de sus expresiones. Lo constitutivo del momento presente es que estas manifestaciones se han multiplicado exponencialmente en la red y resulta imposible permanecer al margen. Así, el periodista debe proyectarse en la red construyendo una imagen coherente porque ineludiblemente no puede dejar de hacerlo. “Lo que haces y dices (o incluso lo que dejas de hacer o decir) en Internet cada vez pesa más en la creación de identidad y reputación general” (Alonso, 2011: 7). Aunque todavía se habla de reputación on y offline, del mismo modo que mantenemos una separación entre lo real y lo virtual, se debería empezar a pensar que tal frontera ya no existe en términos de reputación o branding personal. Igualmente cierto, aunque todavía parezca algo relativamente lejano, debería ser abandonar el pensamiento polarizado entre fijo y móvil. Pocos dudan de que el futuro será móvil y puede servir de ejemplo un dato: en la India a finales de 2012 el uso de dispositivos móviles para acceder a Internet superará al de los fijos 2. Si bien los datos no son directamente extrapolables a Europa (en Asia el acceso a ordenadores con conexión a Internet es mucho más costoso), el ejemplo es útil para hacernos una idea sobre la tendencia general que corroboran todos los datos. Otro ejemplo puede verse en el informe sobre el incremento del acceso a las redes sociales desde móvil y fijo del siguiente gráfico.

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Mobile Internet to exceed PC access in India by the end of this year: http://thenextweb.com/in/2012/05/03/mobile-Internet-to-exceed-pc-access-in-india-by-the-end-of-this-year/ consulta: 13 de julio de 2012.

Fecha

de


Figura 1. Crecimiento en porcentaje de visitantes únicos por plataforma: PC y móvil para las tres principales redes sociales. Fuente: comScore MobiLens & MMX.3

Así, el presente inmediato se configura sobre el binomio online/móvil y ahí es donde continuamente estaremos poniendo en juego nuestra imagen o reputación. Sin embargo, y a pesar de ser ya un concepto popular, en ocasiones la reputación online es percibida como algo nuevo, intangible, tal vez propio de las marcas pero ajeno al individuo, cuando en realidad no es más que la traslación al nuevo contexto social de algo que siempre ha existido. Cada individuo se relaciona con un entorno más o menos amplio de congéneres y con cada interacción provoca una respuesta consciente/inconsciente que le posiciona ante el otro. La era digital y la red lo único que han hecho ha sido multiplicar exponencialmente estas interacciones, de modo que ahora el posicionamiento es continuo, prácticamente constante. En este sentido ya no hay opciones: “Salvo que vivamos encerrados en una burbuja y absolutamente aislados del resto de la humanidad, nuestra vida es una continua sucesión de relaciones. En cada una de esas relaciones se produce de forma consciente o inconsciente una comunicación y a veces una transacción que nos va situando en la mente de los demás, nos posiciona” (Pérez, 2008: 116). Por otra parte, si decimos que en cada interacción se crea imagen de marca, mucha mayor importancia adquiere cuando es un profesional el que utiliza la red para divulgar su trabajo. Sobre un medio anterior a Internet la repercusión podía ser mayor o menor en términos de público dependiendo de la difusión de dicho medio; pero tenía una duración bastante limitada en el tiempo. Sin embargo, en la red la información se copia, se difunde y permanece durante largo tiempo en 3

Países: Francia, Alemania, Italia, España y Reino Unido Periodo marzo de 2011-marzo 2012. Fuente: http://www.comscoredatamine.com/2012/05/mobile-driving-majority-of-growth-for-leading-eu5-social-networks/ Fecha de consulta: 13 de julio de 2012.


múltiples espacios virtuales. Por tanto, en el caso del periodista, es evidente que la repercusión que tiene cualquiera de sus actuaciones es muchísimo mayor cuando se hace sobre la red. La percepción en la imagen del periodista se ve fuertemente alterada, puesto que los comentarios en la red se reproducen y difunden con celeridad sin que el objeto de ellos pueda evitarlo. No sólo tendrá una audiencia mayor sino que permanecerá en la red mucho tiempo después de haber ocurrido. Anteriormente, los casos en los que el periodista llevaba a cabo una mala praxis de su profesión tenían una escasa difusión. Hoy día, son ‘bombas de detonación múltiple’ que siguen estallando mucho después de que lo hicieran por primera vez. La reputación del periodista seguirá sufriendo las consecuencias de su trabajo incorrecto sin que desaparezca el foco que lo causó (como en el ejemplo expuesto en la Figura 2). Por supuesto, esto viene a ser como una crisis en una corporación que debe ser tratada como tal por su gabinete de comunicación con el fin de minimizar los daños. La gestión de la reputación online de empresas y marcas hace tiempo que sabe de la importancia de gestionar adecuadamente estos incidentes y la necesidad de prevenirlos.

Figura 2. A la izquierda el tweet donde @kurioso muestra el bulo lanzado por Abel Romera en esa plataforma que posteriormente borró. A la derecha el tweet donde el periodista se disculpa. Fuente: Twitter4.

El futuro periodista es el primero en estar al día de los cambios en su profesión y, por ejemplo, no es necesario recordarle que tiene que desarrollar unas destrezas tecnológicas. Ahora bien, no se trata tanto de hacer hincapié en la utilización de todos los gadgets técnicos que aparecen, sino de aplicar una creatividad capaz de rejuvenecer los flujos de trabajo, de modo que los profesionales de la información sean capaces de proponer modos contemporáneos de publicar, compartir y difundir información rigurosa e interesante en la sociedad. Si en algún momento su trabajo yerra en la

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En este ejemplo podemos ver cómo a pesar de que el autor borró la huella de su error, este se multiplicó y no desapareció. Disponible en: http://twitter.com/kurioso/status/219932629120716801/photo/1 http://twitter.com/abel_romera_as/status/219958518185328641 Fecha de consulta: 13 de julio de 2012


principal cualidad que debe promover el periodista, el rigor en la metodología del trabajo informativo, es muy probable que se resienta considerablemente su credibilidad. Pequeños errores pueden dañar seriamente una imagen y siempre resulta difícil recuperarla. “En reputación online más vale prevenir que curar. Reparar la reputación de una persona o una empresa es mucho más costoso en tiempo y en dinero que una estrategia proactiva de prevención” (Del Santo, 2011: 7).

2. Identidades digitales Tal vez pueda considerarse que sí existe un espacio para el periodista ‘dentro’ del medio para el que trabaja y un espacio para el periodista ‘fuera’ de dicho medio. Sin embargo, esta consideración no es fiel a la realidad, una vez más las fronteras se diluyen puesto que la imagen que proyecte en sus espacios propios afectará a la imagen que tiene el medio, puesto que sigue siendo un trabajador del mismo. Naturalmente, de nuevo, se trata de ser consciente en todo momento de que el espacio propio del periodista es siempre fundamentalmente público y su percepción matizará la imagen del medio. En el New York Times no hay un manual de estilo acerca de cómo deben actuar sus periodistas en las redes sociales; si bien se les anima a que usen las redes como herramientas y se sientan cómodos en ellas, la principal recomendación es el uso del sentido común: “Deben darse cuenta de que las redes sociales son esencialmente una actividad pública, no es una actividad privada, y que la gente sabrá que trabajan para el Times, que son los periodistas del Times, y por tanto se les identificará con el Times. Realmente, esto es lo que deben tener en cuenta y tener cuidado de no hacer nada en los medios sociales que pudiera socavar su credibilidad...”5 (Sondemanen, 2012) Por evidente que esto parezca, la expansión masiva de las redes sociales se ha producido en pocos años (por ejemplo, el fuerte crecimiento de Facebook y Twitter ha tenido lugar prácticamente en los últimos 5 años: Figura 3) y todavía prevalece en el inconsciente colectivo una diferenciación entre lo público y lo privado, entre el online y el offline.

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“Why The New York Times eschews formal social media guidelines”, Jeff Sondermanen Pointer.org, 10 de Julio de 2012 http://www.poynter.org/latest-news/mediawire/180455/why-the-new-york-times-eschews-formal-social-mediaguidelines-for-staff/ Fecha de consulta: 13 de julio de 2012.


Figura 3. Parte superior e izquierda del gráfico: visitantes únicos por día en las redes sociales que tienen al menos 7 millones de visitantes por día. Parte inferior y derecha, número de usuarios registrados Facebook, Twitter, Myspace 6.

Desde la perspectiva de la propia imagen del periodista no es distinto. Su reputación, su credibilidad, su confianza se pondrán en juego con cada una de sus publicaciones, por muy insignificante que esta sea o aunque se coloque en un espacio desconocido o minoritario. Resulta difícil interiorizar, hasta el punto de hacerlo instintivo, que todo contenido publicado en Internet es susceptible de ser indexado y enlazado por Google y, por tanto, estará accesible para cualquiera que realice una búsqueda. Evidentemente, una de las consecuencias prácticas que esto ha producido es el desarrollo de un nuevo modelo de negocio basado en hacer desaparecer rastros negativos de personas o empresas en Internet con el fin de ‘limpiar’ su reputación online. Sin embargo, como hemos dicho anteriormente, el periodista hoy no tiene elección, necesita manejar múltiples herramientas y servicios de Internet y estar en ellos. Por tanto, la cuestión no es tanto decidir quién es en cada momento o cómo actuar en cada espacio, sino sencillamente transmitir una imagen única y coherente, que al fin y al cabo no debiera ser otra que su personalidad. “El carecer de una estrategia de branding –o, aún peor, el no ser fieles a nosotros mismos e intentar construir una presencia que no refleja honestamente lo que somos o lo que 6

Fuente: http://www.searchenginejournal.com/the-growth-of-social-media-an-infographic/32788/ Fecha de consulta: 13 de julio de 2012


aspiramos a ser– es probablemente el primer y más grave error: confunde a nuestra audiencia, genera dudas fundadas sobre nuestra credibilidad y torpedea el resto de nuestras iniciativas” (Del Santo, 2011: 44-45). Evidentemente, cualquier estrategia de comunicación supone una manipulación de la imagen, ahora bien, esta gestión de la imagen debe ir enfocada siempre a potenciar las cualidades propias desde la honestidad. “Por error se cree que la marca personal obliga a cambiar la forma de actuar para adecuarse a las expectativas de los demás. Aunque la ‘gestión de la imagen’ suele ajustarse a esa descripción —el producto de una manipulación consciente—, la marca personal se basa en la honestidad” (Schawbel, 2009: 5). Nunca se insiste demasiado en el hecho de que un periodista vive de su reputación y hoy, más que nunca cuando la publicación y difusión de la noticia está al alcance de todos, el profesional debe establecer las exigencias que lo diferencien y definan: “Lo que hace creíble una historia no es la profesión del que la firma sino la credibilidad del que la firma. Y, en el nuevo ecosistema en red, la credibilidad no es exclusiva del periodista” (Sánchez, 2012: 32). Por tanto, hoy la función del periodista que le otorgará credibilidad será el empleo de una metodología periodística rigurosa y substancialmente participativa. La publicación del feedback de los co-participantes en las redes, e incluso la misma elaboración de la agenda informativa, supone romper completamente el modelo comunicativo unidireccional. “La redacción debe convertirse en una red social y los periodistas transformarse en nodos temáticos y de relación entre usuarios. Los llamados ‘curators’ o guías digitales” (Varela, 2011). A partir de lo anterior, parece preferible plantear una estrategia en el uso de las redes prácticamente opuesta a la que usualmente se recomienda en términos de privacidad. Es habitual que los expertos en redes propongan tener dos cuentas, partiendo del hecho de que habrá publicaciones cuyo contenido no convendrá que haga público: “A mis hijos les he recomendado que tengan al menos dos perfiles en la red: con nombre y apellidos para aquello que quieran compartir con familia y profesores (la identidad formal) y bajo un alias para aquello que solo quieran compartir con amigos (la identidad informal)” (Roca, 2012). Pensar que es posible mantener una duplicidad de identidades no parece a largo plazo una buena estrategia. En primer lugar, porque hace creer al autor de las mismas que nunca se cruzarán o que una no afectará a la otra. Independientemente de las garantías de privacidad o cesión de derechos a los servicios de Internet que empleemos (¿quién lee las condiciones de uso y las políticas de privacidad?), nadie nos puede garantizar al cien por cien que opiniones o publicaciones nuestras se difundan por la red a través de terceros. Pensar en términos de privacidad de ese modo no es realista. En segundo lugar, y más importante, porque en términos de identidad si pensamos que es posible o


incluso beneficioso disponer de dos identidades, el resultado es que no estaremos proyectando una imagen realista o creíble. El empleo de distintos códigos de conducta o comunicación, en función del espacio o servicio de Internet en el que estemos, no quiere decir que esos comportamientos deban sean excluyentes y separarse completamente uno de otro hasta llegar a disociarse ambas identidades. Al contrario, se da por hecho que lo que diferencia y crea reputación es el conocimiento, la experiencia y el dominio de habilidades; pero, cada vez más, son los intangibles los que suman en beneficio de una identidad digital. Es eso que se suele asociar a lo emocional, espontáneo o informal, lo que antes se trataba de ocultar bajo un alias distinto u otra identidad en la red (aunque de modo natural forma parte de la misma identidad), sirve para ampliar y reforzar una fuerte identidad afianzada en la carga emocional: “Los líderes y las personas que nos han marcado, tienen marca y nos han dejado marca, crean conexiones emocionales fuertes” (Pérez, 2008: 244). Especialmente el periodista está sujeto a una observación diaria y el público puede, mediante diversos procedimientos,

contrastar,

estudiar,

corroborar,

comprobar

cada una de sus

manifestaciones. “Los lectores, los ciudadanos, se expresan y critican en las redes sociales, pueden hacer (y lo hacen) un control directo e intensivo de nuestro trabajo. Y tenemos que asumirlo no como una agresión si no como una oportunidad de mejorar. Hemos pasado en muy poco tiempo del periodista que vigilaba al poder al periodista que es vigilado por la gente” (Lafuente, 2012: 7).

3. Reporterismo multimedia No obstante, si alguien tiene en mente esta evolución es el futuro periodista que, por su formación, asiste día a día a los cambios sociales y, especialmente, a la vorágine en la que está inmersa su profesión. No hace falta que le digan que la velocidad del cambio es tal que sirve la imagen de “estar cambiando las ruedas del coche sin detenerlo”. Si hay analistas dispuestos a vaticinar la defunción de la todopoderosa red social Facebook7, todo parece cuestionable. Entre la ya clásica disyuntiva ofrecida como consejo a estos futuros periodistas: comprar un smartphone o un billete de avión; la elección no es fácil. Sin embargo, Juan Luis Sánchez, imagen válida de lo que podríamos denominar el ‘nuevo periodista mutante’, presenta vías que hacen las dos cosas a la vez. Sobre el blog http://www.eldiario.es/zonacritica/ (inicio del actual medio online eldiario.es del que es subdirector), en su reportaje sobre la entrada en Madrid de los mineros que llegan desde León y Asturias 8, se podría decir que coge un billete a la calle con su smartphone: se mueve entre los manifestantes, hace 7

Eric Jackson, fundador de Ironfire Capital “Facebook Will Disappear in 5 to 8 Years: Analyst” http://www.cnbc.com/id/47674474 Fecha de consulta: 13 de julio de 2012. 8 Puede verse el reportaje aquí: http://www.eldiario.es/zonacritica/mineros-recibidos-heroes-enciendenMadrid_6_24907520.html Fecha de consulta: 13 de julio de 2012.


entrevistas, fotos, vídeos… y los va publicando en Twitter con comentarios. Después de estar por la noche narrando en directo el acontecimiento, escribe y sube la crónica con el material audiovisual al espacio de su futuro medio digital. Lo de “coger un billete a la calle” puede parecer un sinsentido, puesto que la calle es accesible y tal viaje no precisa alforjas; pero esta imagen sirve para representar el desplazamiento a un lugar desconocido, donde se va a explorar, a investigar y a moverse como si se estuviese en terra ignota. En su reportaje hay planos de fotografía y vídeo cenitales, ha tenido que subir a azoteas y colarse en discotecas de hotel para filmarlos: “Momentos surrealistas de la vida. Colarse en una discoteca de un hotel para tomar imágenes de la marcha minera y que baile una gogó a tus espaldas”9. Este vídeo no lo sube a la plataforma de eldiario.es, lo pone en su canal personal de Youtube. En el caso anterior tenemos un perfecto ejemplo de lo que supone la disolución de los límites entre lo online y offline, entre lo fijo y lo móvil, entre el profesional periodista y la persona que lo encarna. El periodista hoy sabe que debe vivir en ese espacio ambiguo sin fronteras y que, además, no tiene otra opción. Sabe que su reputación no sólo se está creando en el medio para el que trabaja sino que, además y no en menor medida, debe dirigir todas sus acciones a reforzar su posicionamiento y diferenciación en la red. El trabajo en la #nocheminera es algo más que una crónica tradicional etiquetada con un hashtag, es una acción multidireccional y transmedia que crea, produce, distribuye y comparte información, se retroalimenta de la aportación pública y además construye una reputación on/offline. Este periodista sabe que su aportación de una crónica más o menos tradicional en un medio impreso/digital no es suficiente y, quizás, ni siquiera necesaria. Es perfectamente consciente de que la publicación en directo en Twitter tiene el valor de lo inmediato contado en directo. No es sino una muestra más del nuevo modelo de reporterismo multimedia apoyado en las redes sociales, del que su trabajo cubriendo el desarrollo del movimiento 15M fue, en gran medida, pionero. Cuando narró aquellos días en torno al movimiento social del 15M mediante un móvil, con vídeo en directo por streaming a través de una conexión 3G, contrastó la validez de una metodología que, de alguna manera, se ha convertido en paradigma. Pero, por otra parte, este periodista no olvida que simultáneamente debe tratar de difundir la crónica a través de servicios como Meneame, mientras agrega contenidos a otras plataformas como Youtube o Flickr que, en esencia y de modo fundamental, son creadoras de branding personal. Si algo están poniendo de manifiesto los nuevos modos de elaborar y difundir contenidos periodísticos, es que son una poderosa herramienta para hacer crecer y afianzar reputación on/offline. 9

http://www.youtube.com/watch?v=vi-70R8-ovg&list=UUpcHHXiN8qvBpNZG0HX_3yw&index=1&feature=plcp Fecha de consulta: 13 de julio de 2012.


Y eso más que nunca es fundamental para competir en el difícil y cambiante mundo de los media. “Dedicar esfuerzo a construir tu propia identidad online ya no es opcional. Es un acto de pura responsabilidad” (Alonso, 2011: 8).

Bibliografía Alonso, Julio (2011): “Identidad digital y reputación digital”, Cuadernos de Comunicación EVOCA, 5, disponible en: http://www.evocaimagen.com/cuadernos/cuadernos5.pdf. Fecha de consulta: 13 de julio de 2012. Del Santo, Oscar (2011): Reputación Online Para Tod@s: 10 Lecciones Desde la trinchera sobre tu activo más importante. Creative Commons. Disponible en: http://es.scribd.com/doc/64607309/REPUTACION-ONLINE-PARA-TOD-S. Fecha de consulta: 13 de julio de 2012. Lafuente, Gumersindo (2012): “¿Cómo hemos llegado hasta aquí?”. Cuadernos de Comunicación EVOCA, 7, disponible en: http://www.evocaimagen.com/cuadernos/cuadernos7.pdf. Fecha de consulta: 13 de julio de 2012. Pérez Ortega, Andrés (2008): Marca personal. Cómo convertirse en la opción preferente. ESIC. Pozuelo de Alarcón, Madrid. Roca, Ginés (2012):“¿Qué dice la red de ti? Redes Sociales e identidad digital”, Telos, disponible en: http://sociedadinformacion.fundacion.telefonica.com/DYC/TELOS/REVISTA/Dossier/DetalleArtcul oTELOS_91TELOS_DOSSIERPV1/seccion=1266&idioma=es_ES&id=2012042611540001&activo =6.do Fecha de consulta (13 de julio de 2012). Sánchez, Juan Luis (2012): “Reporterismo multimedia y periodismo participado”. Cuadernos de Comunicación EVOCA, 7, disponible en: http://www.evocaimagen.com/cuadernos/cuadernos7.pdf. Fecha de consulta: 13 de julio de 2012. Schawbel, Dan (2009): Me 2.0. Kaplan Publishing, Nueva York. Varela, Juan (2011): “Perspectivas y retos. Periodismo mutante”, Telos, disponible en: http://sociedadinformacion.fundacion.telefonica.com/DYC/TELOS/ResultadoBsquedaTELOS/Detall eArticuloTelos_86TELOS_DOSSIERPV4/seccion=1227&idioma=es_ES&id=2011012610500001& activo=6.do. Fecha de consulta: 13 de julio de 2012.


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