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SOLO PARA PADRES
SU HIJO NO NACE LECTOR, USTED LO HACE
DIEZ CONSEJOS PRÁCTICOS PARA FORMAR HIJOS LECTORES \A continuación enumerados algunas pautas que le van a ayudar para que su hijo se convierta en buen lector. El ejemplo es una de las principales fuentes de inspiración e imitación para que un hijo desee hacer lo que a usted le ve hacer.
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1Lee junto a tu hijo, en cuaLquier situación y por cuaLquier
motivo: Lee los paquetes de cereales en el desayuno o la cartelera de los cines el fin de semana. Léele las instrucciones para montar su castillo de juguete o busca con él información en internet para saber más sobre su animal preferido. Por supuesto, cuéntale cuentos, léele poesía, adivinanzas, trabalenguas.
2convierte La teLe en una aLia-
da, no en un enemigo: Si la pequeña pantalla es lo que realmente le engancha, hay que fijarse en sus programas preferidos y tratar de buscar libros relacionados con su pasión. Tenemos ya garantizado un mínimo de interés.
3visita La bibLioteca púbLica deL barrio
con asiduidad: Los fondos de la sección infantil y juvenil de las bibliotecas públicas ofrecen muchos más libros de los que se puedan tener en casa. Suelen celebrarse además actividades de animación a la lectura y encuentros con otros lectores.
4invítaLe a “merendar” Libros:
En lugar de golosinas o chocolate, invítale de tanto en tanto a elegir un libro de la librería. Hay libros de todos los presupuestos y una merienda literaria no tiene por qué ser cara.
5no te empeñes en que Le guste Lo mismo que a ti a su edad:
No, a tu hijo no le gusta todavía Jim Boton y Lucas el maquinista. En estos momentos disfruta con Mortadelo y Filemón. ¿Qué problema hay? Se está forjando su gusto por la lectura, no el tuyo. Aprende a esperar para dar los libros adecuados en el momento oportuno.
6preséntaLe La Lectura como
un premio: «Si acabas pronto tus deberes, podrás sentarte en el sofá a leer ¡durante media hora! Yo también intentaré acabar pronto para leer contigo ¿Qué te parece?»
7sé reguLar. Convierte la lectura en un hábito: No es necesario mucho tiempo pero sí ser sistemático. Si tu hijo es pequeño, reserva 10 minutos del día para leerle. A este intervalo de tiempo, puedes llamarlo «La hora de jugar a leer» y anúnciaselo como si hubiera llegado la mejor hora del día. Aunque tú no te pares a pensarlo, estar junto a ti, con tu atención y con un buen libro, para tu hijo es el mejor momento del día.
8suscríbeLo a una revista espe-
ciaLizada para niños: Nunca falla: recibir una revista a su nombre, como papá o mamá, con contenido especialmente seleccionado para sus intereses es un “gancho” seguro.
9crea misterio aLrededor de
Los Libros: Para un niño de primaria, no es lo mismo leer un libro de intriga o aventuras sentado tranquilamente en el sofá que leerlo en ese mismo sofá pero a oscuras, con una linterna, debajo de una sábana, para que no os descubran los malos.
10expLota su curiosidad: No es lo mismo invitar a tu hijo (de secundaria) a leer un libro (que sabemos va a rechazar) que decir, mientras lo dejas olvidado en la mesa de la cocina: “¡Uf, demasiado fuerte para mí…!” Seguro que la curiosidad puede con él.