Un Mundo de Aventuras
El día de los dos
Amaneceres Por: Luis Fernando Isaza Robledo Esta es una publicación de ShowPlace Cl. 147 # 7-70 2 piso. Bogotá. Colombia. Tel 633 2920 TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS Prohibida su reproducción parcial o total, en cualquier forma, sin permiso previo de ShowPlace. Tercera Edición, Bogotá, Marzo de 2013 ISBN 9588284-04-x Ilustración: María del Pilar Rodríguez Duplat Diagramación: Terry Escobar. Contenido Pedagógico: -El Tiempo - La relación entre el día, la noche y la rotación de la tierra.
Aquella noche serĂa noche de luna llena, la noche especial en la cual Petra y Matra podrĂan salir a atrapar los niĂąos desobedientes para convertirlos en chocolate.
2 Una obra de ShowPlace
Las brujas que estaban gorditas, pues con su Ăşltima salida habĂan podido fabricar mucho chocolate, parte del cual, aĂşn estaba guardado en las oscuras alacenas del castillo.
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Pero para su fortuna, les había llegado la noticia que en la ciudad vivía, muchísimos niños desobedientes. Tantos, que una sola noche no sería suficiente para atraparlos y llevarlos todos al castillo.
4 Una obra de ShowPlace
- ¿Qué hacemos? - le preguntó Matra a Petra - tenemos que aprovechar esta grandiosa oportunidad. -
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- Tengo una gran idea - dijo Petra - Esta noche, cuando salga la luna llena, vamos a parar el tiempo. Así, no tendremos ningún afán mientras atrapamos a los niños. - El tiempo, claro, ¿cómo no se me había ocurrido esa gran idea? - replicó Matra.
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Rรกpidamente, corrieron torpemente hasta la gran biblioteca del castillo, bajaron el libro de los mil conjuros y comenzaron a buscar las instrucciones del truco para parar el tiempo.
7 Una obra de ShowPlace
Al encontrarlo lo ensayaron de inmediato.”TempoMortumSuspendumInmediatuminus” dijeron y el truco funcionó. Todos los relojes del castillo pararon instantáneamente.
8 Una obra de ShowPlace
- Apréndete la palabra mágica le gritó Petra a Matra - tu serás la responsable de decirla a media noche cuando yo te lo ordene. - Está facilísima - contestó Matra confiada - tranquila, tranquila, tranquila. -
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Estaban felices. Pero como eran apenas las cinco de la tarde, las brujas decidieron poner de nuevo a correr los relojes, pues solamente hasta las doce en punto de la noche, podrĂan salir del castillo.
10 Una obra de ShowPlace
Pero no lograron hacerlo. El tiempo, que aparentemente trataba de reiniciar, se frenaba de nuevo sin ninguna explicaciĂłn. Inicialmente pensaron que estaban haciendo el truco equivocado, pero despuĂŠs de ensayar casi todas las magias del gran libro, no lograban reversar el conjuro.
11 Una obra de ShowPlace
Aún seguía siendo las cinco de la tarde. Si el tiempo no corría, jamás llegaría la media noche y no podrían salir del castillo, pues el sol las quemaría con sus rayos.
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Pronto, Petra saltó de la emoción y dijo: - Tengo una solución, volaremos hasta la China. - ¿Hasta la qué? - preguntó Matra extrañada. - Hasta la China - contestó Petra. - Como el tiempo se ha detenido, tendremos el tiempo suficiente de llegar hasta allá, atrapar a los chinitos desobedientes y regresar. Y como aquí aún es de día, allí será todavía de noche. -
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Matra no entendió nada de lo que su hermana decía, pero aquella estaba tan segura de lo que afirmaba que la ayudó a colocarse el doble protector, que las cubriría de los mortales rayos del sol, mientras llegaban al lugar donde aún era noche.
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El viaje fue muy largo, le habían dado media vuelta al mundo pero no tardó ni un segundo, como estaba el tiempo suspendido, al llegar a China eran las cinco en punto de la mañana y aún no amanecía.
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Rápidamente, comenzaron a buscar chinitos desobedientes para atrapar, pero pronto se dieron cuenta que no había ninguno. - ¿Será que aquí no hay niños desobedientes? - se preguntaron.
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Pero de pronto, vieron pasar a su lado, un grupo de horribles brujas orientales que mientras cantaban felices, arrastraban una malla rellena de chinitos desobedientes.
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Inesperadamente, al perderlas de vista, Petra y Matra pudieron vislumbrar en el horizonte el primer rayo de luz del amanecer. El tiempo había comenzado de nuevo a caminar. El hechizo se había roto y no entendían porqué.
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- Fueron ellas - dijo Petra furiosa - fueron esas brujas las que arruinaron nuestra magia. Fueron ellas las que activaron el tiempo. Y si los rayos del amanecer nos alcanzan nos quemarán sin piedad. - Pero justo en ese momento Matra se acordó que tenía una fórmula que las podría salvar.
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- Para el tiempo, para el tiempo - le gritó Petra a Matra - es nuestra única salvación, para evitar que el sol acabe de salir. Pero Matra no recordaba las palabras mágicas para hacerlo. Trató cientos de combinaciones pero ninguna de ellas daba resultado.
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Desesperada, Petra montó en su escoba y comenzó a volar a toda velocidad, hacia el occidente, alejándose del sol. Si querían sobrevivir, deberían volar más rápido que el sol.
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Jamás habían volado tan rápido en sus vidas. Tanto, que al llegar al castillo, el sol no había logrado alcanzarlas.
22 Una obra de ShowPlace
- Aún es noche de luna llena - dijo Matra a Petra. - Detengamos el tiempo - gritó Petra - así podremos salir a atrapar los niños. Rápidamente corrieron a buscar de nuevo el libro de los mil conjuros. Pero justo cuando Matra comenzó a pronunciar las palabras mágicas, Petra le tapó la boca con firmeza gritándole - No lo hagas, no lo hagas, no lo hagas. -
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Los rayos de un nuevo amanecer habĂan comenzado a asomarse, por lo que ya no era el momento de salir. Por fortuna, todos los niĂąos desobedientes tendrĂĄn hasta que vuelva la noche de luna llena para ser obedientes.
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