El Mago de Karachi Por: Luis Fernando Isaza Robledo Esta es una publicación de ShowPlace Cl. 147 #7-70 piso 2. Bogotá. Colombia. Tel 633 2920. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS Prohibida su reproducción parcial o total, en cualquier forma, sin permiso previo de ShowPlace. Tercera Edición, Bogotá, Octubre de 2006 ISBN 958-97282-3-5 Ilustración: María de Pilar Rodríguez Duplat Diagramación: Terry Escobar Contenido Pedagógico El Tiempo
Un Mundo de Aventuras
Muy pocos desconocen que en uno de aquellos viejos castillos de piedra detrĂĄs de las lejanas montaĂąas de oriente, viven dos brujas malas y vanidosas, que para conservar sus poderes deben salir volando en las noches de luna llena para atrapar niĂąos desobedientes y volverlos chocolate.
2 Una obra de ShowPlace
Se llaman Petra y Matra y son excelentes amigas. Pero tienen un gravĂsimo problema: cuando pelean o discuten, sus poderes enloquecen y sus embrujos salen totalmente al revĂŠs de lo planeado.
3 Una obra de ShowPlace
Ultimamente se han vuelto perezosas, por lo que salen muy pocas veces a atrapar niĂąos en las noches de luna llena. Es por esto que sus provisiones de chocolate estĂĄn a punto de acabarse.
4 Una obra de ShowPlace
- Tengo el plan perfecto para nuestra vida - dijo Petra. - ¿Cómo así? - preguntó Matra. - Para no tener más preocupaciones - contestó Petra. - ¿Y cuál es este plan tan maravilloso ? preguntó Matra. - El mago de Karachi, el de los mil poderes. Él nos podrá otorgar la eterna juventud - replicó Petra.
5 Una obra de ShowPlace
Era cierto. El Mago de Karachi era un mago, siempre niño, pero con muchos, muchos años de vida y experiencia. A pesar de parecer un niño ingenuo e inocente, tenía muchos y grandes poderes mágicos, entre ellos, el poder de la eterna juventud.
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Además, era bien sabido que si al momento de conocerlas, el mago de Karachi encontraba que eran brujas del mal, las sacaría de su castillo sin ninguna misericordia y les anularía todos sus poderes. Por esto antes de visitarlo, Petra y Matra se disfrazaron como dos humildes brujas, de gran corazón.
7 Una obra de ShowPlace
Al llegar al castillo del mago de Karachi, Petra y Matra fueron recibidas en una recámara oscura, adornada por muchas antigüedades de todo los imperios de oriente, que las dejaron impresionadas y de alguna manera asustadas.
- Regalos de mis ancestros - dijo el niño mientras apareció saludándolas con una venia.
8 Una obra de ShowPlace
- ¿Y cómo os llamáis? - preguntó el mago. - Somos Mimi y Nena - contestaron las brujas - y trabajamos como niñeras, cuidando bellas princesas en los castillos encantados. - ¿Nunca habíais venido por acá? - dijo el niño. - Es nuestra primera vez contestaron ellas.
9 Una obra de ShowPlace
- Al comienzo me pareciĂł conocerlas - dijo el mago mientras las dos brujas tiritaban del susto. Son muy parecidas a dos brujas llamadas Petra y Matra, con muy mala fama, que andan buscando el poder de la eterna juventud para poder hacer sus males por siempre. Pero a decir verdad hace mucho tiempo que no sĂŠ nada de ellas.-
10 Una obra de ShowPlace
Las brujas se miraron y palidecieron un poco, pero al momento Petra dijo: - SĂ, esas brujas malvadas atrapan las princesas de nuestros castillos, se las llevan y las convierten en chocolate. Son malvadas. Por esto debemos mejorar nuestros poderes para cuidarnos de ellas. Entonces el mago respondiĂł: - Pues si es para luchar contra aquellas brujas malas, les darĂŠ todos mis poderes con agrado. -
11 Una obra de ShowPlace
Entonces Karachi comenzó a enseñarle a las brujas, poco a poco, algunos de sus magníficos poderes. El poder de tele-transportación con el cual podrían mover objetos sin tocarlos. El poder de la noche con el cual podrían ocultar el sol durante algunos segundos y el poder de la visión “X” con el cual podrían ver a través de las paredes.
12 Una obra de ShowPlace
Cada vez que les enseĂąaba un nuevo poder, Karachi desprendĂa y entregaba a una de las brujas la hoja de un gran manuscrito, donde estaban consignadas las palabras secretas para realizarlo. - Esta es para ti - decĂa.
13 Una obra de ShowPlace
Pero cada bruja, al recibirla, parecĂa no darle importancia y la arrojaba al piso. Las dos estaban ansiosas e impacientes, pues en realidad, sĂłlo deseaban recibir un Ăşnico y fabuloso poder: el poder de la eterna juventud.
14 Una obra de ShowPlace
Cuando finalmente Karachi llegó al poder de la Eterna Juventud dijo: - este es tal vez el regalo más importante, que les daré hoy -
15 Una obra de ShowPlace
En ese momento, ambas brujas se lanzaron hacia el niĂąo para raparle la hoja de su enorme manuscrito y forcejearon por quedarse con ella, al punto que la rompieron, quedando cada bruja con un pequeĂąo pedazo.
16 Una obra de ShowPlace
- Es mía - decía Petra. - No, es mía - decía Matra. Comenzaron a forcejear, se agarraron las mechas y se rasguñaron la cara. Karachi, impávido no sabía que hacer, hasta que cuando por la pelea, las brujas se quitaron mutuamente todo el maquillaje y el disfraz que tenían y se hizo evidente que eran Petra y Matra. - ¡Son Petra y Matra! - gritó asustado - ¡y me van a convertir en chocolate! 17 Una obra de ShowPlace
Las brujas quedaron paralizadas. Habían sido descubiertas. Tenían que hacer algo, rápido. Pero mientras estuvieran peleando no tenían poder alguno que les funcionara.
18 Una obra de ShowPlace
Mientras permanecían inmóviles, Karachi se lanzó y agarró los dos pedazos del manuscrito que en medio del forcejeo, habían caído al piso. - Danos el manuscrito ordenaron las brujas. - Si no nos das el manuscrito, te convertiremos en chocolate. -
19 Una obra de ShowPlace
Karachi sintió miedo. Sabía que Petra y Matra lo podrían convertir en chocolate. Pero también sabía que si las brujas se quedaban con su manuscrito tendrían poderes para hacer el mal por toda la eternidad. Por esto, sin pensarlo, invocó su poder de fuego y en pocos segundos, el manuscrito quedó convertido en cenizas. - Ni lo sueñen. Jamás lograrán que yo les ayude a obtener la eterna juventud, viejas brujas malvadas - dijo Karachi. 20 Una obra de ShowPlace
Al hacerlo y sin saberlo, Karachi perdiรณ inmediatamente su poder de la eterna juventud y en pocos segundos su figura se transformรณ en la de un hombre anciano.
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Pero mientras esto sucedía, Karachi invocó su poder de transfiguración y logró colocar en cada bruja, un negro y peludo lunar en la mejilla, que nunca jamás se lo podrían quitar y que las dist inguiría de cualquier otra bruja del planeta.
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- Ya no es un niño - dijo Petra. - Y no lo podremos convertir en chocolate - contestó Matra. Las brujas, muy asustadas por lo que había sucedido y por lo que Karachi pudiera hacer, huyeron despavoridas.
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Es por esto que Petra y Matra, estas dos viejas brujas malvadas, tendrĂĄn que seguir trabajando y trabajando toda su vida, atrapando niĂąos desobedientes en las noches de luna llena para volverlos chocolate. ÂĄY Cuidado. Hoy es noche de luna llena.!
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