Por: Luis Fernando Isaza
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Segunda Edición, Bogotá, Mayo de 2008
ISBN 958-97127-5-4
Ilustración: María del Pilar Rodríguez Duplat
Diagramación: Terry J. Escobar G.
Contenido Pedagógico
El ciclo del agua
Un Mundo de Aventuras
- Por fin apareces, cachetón, por fin apareces!-
-¿Dónde estabas?- preguntó Edwin a su primo Newton Pacheco - te he estado buscando por días-
- Que viaje, que viaje.... y todo por tu culpa- contestó Newton enfadado.
- ¿Cómo por mi culpa?- replicó Edwin.
- Cuando prendiste el Miniatrón me convertí en un Newton miniatura y caí atrapado dentro de tu vaso de agua. Después vino lo impensable.
¡Tú te lo tomaste!-
Que horrible, tu boca, tu esófago, tu estómago, tu intestino delgado, tu intestino grueso….ufff!
Fui absorbido por tu sangre y llevado a tus riñones, procesado, lavado y empujado hasta tu vejiga. Y después adivina… en el sanitario de la tía Lola. Fuiste al baño y me dejaste nadando
Me ahogaba, pues no había nada de donde cogerse. remolino gigante.
Gracias a Dios, de pronto llegó la noche, Que delicia. ¡Un supertobogán!
un trueno, lluvias tormentosas y un
Viajé por entre un tubo
hacia abajo. Abajo, llegué a otro tubo más grande y después a otro todavía más grande.
De pronto, llegó la calma. Un canal de aguas negras. Que olor, que basurero, que horripilante.
El canal llegó a un río oscuro, profundo y frío, sin peces, sin flores, sin aire, sólo desperdicios. Por suerte pude agarrarme de un trozo de madera.
El río corría lentamente, llegué a una catarata. ¡Que caída!
Aire, por fin aire puro.
Me salve de morir asfixiado.
pero fue creciendo hasta que El agua se aclaró y el río mientras bajaba más agua llevaba y más grande se volvía.
De pronto llegué al mar. Empece a vibrar. Huy, agua salada, que sol, que calor.
Con el calor me desmayé.
Me derretí y comencé a volar. Subía, subía lentamente
Me había convertido en gas. y no sentía mi cuerpo.
Ya en el cielo, otros gases me apretaban. Empezó a hacer frio y con el frío volví a sentir mi cuerpo, pero no lo podía ver.
supe lo que había pasado:
era vapor de agua y formaba
parte de una nube.
me revolcó y me llevó lejos
Al mirar a mi alrededor El viento me atrapó, contra una gran montaña hasta que choqué
Tiritaba de frío. agua. Pero al hacerlo…la gravedad.
De pronto pude ver mi cuerpo
de nuevo. Volví a ser como una gota de Empecé a caer…Ahhhhhhhh!
¡Que susto!
Caí en el bosque, en la cima de un árbol. Rodé por sus hojas hasta llegar al suelo y lentamente me infiltré por la tierra.
¡Casi me come un gusano!
Pronto, llegué a un pequeño arroyo que poco a poco crecía
hasta llegar a una laguna. Era hermosa.
De repente un torbellino enorme.
¡Me atraparon, me chuparon!.
Me metieron en una máquina, me bañaron con químicos y me dejaron reposando en una enorme piscina.
Después me empujaron con una bomba
por un inmenso tubo. Iba rapidísimo hasta que entré en otro tubo más pequeño y después en otro aún más pequeño.
Comencé a subir por otro tubo. Luego, milagrosamente caí aquí mismo en el lavamanos de mi laboratorio.
Mi Miniatrón aún estaba prendido y por eso, gracias a Dios, aquí estoy.
- WOW!- dijo Edwin. - Que viaje tan fantástico. Pero que horrible el cuento de la tía Lola.-
Pero mientras hablaba, sin quererlo, Edwin se recostó de nuevo contra el Miniatrón y mientras Newton le gritaba "cuidado!, cuidado!" el aparato los convirtió a los dos en miniaturas.
Sorpresivamente, de nuevo, quedaron atrapados dentro de dos pequeñas gotas entre el mismo vaso con agua, que aún reposaba en el mesón.
La tía Lola, que no había visto lo sucedido se paró de su asiento.
Como no vio a los niños, apagó el Miniatrón. Luego sintió sed y se tomó el agua que estaba allí sobre la mesa.
Después se sentó de nuevo - ¡Niños, vengan!en su sillón gritando:
Algunos minutos después, sin que los niños hubieran aparecido, la tía Lola se paró de su asiento.
- ¡Uy, tengo ganas de ir al baño!- dijo.
