Un Mundo de Aventuras
Por: Luis Fernando Isaza Robledo
Un Mundo de Aventuras
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Prohibida su reproducción parcial o total, en cualquier forma, sin permiso previo
de ShowPlace Tercera Edición,
Bogotá, Diciembre de 2010
ISBN: 95897282-5-1
Ilustración: María de Pilar Rodríguez Duplat Diagramación: Terry J. Escobar G.
Contenido Pedagógico: Los valores de la Navidad
El pueblo de Napa siempre había sido famoso por sus vinos y sus deliciosas manzanas.
- Es la plaga - decían unos.
- Es el clima - decían otros.
- Es la contaminacióntambién decían.
Pero en realidad nadie sabía lo que pasaba.
Hasta que un día, enloqueció la tierra y por alguna razón, los cultivos no dejaron cosecha.
Por este motivo, al llegar el invierno, los campesinos, que no habían tenido cosecha que recoger, apenas tenían los ahorros suficientes para subsistir. Había hambre, tristeza y desesperanza.
Entre ellos, Fermín y Constanza, hacían el mejor esfuerzo para darle a su hijo Simón, una Navidad con la calidez y alegría de siempre.
- Vamos al almacén de juguetes - dijo Constanza a su hijo. - Así podrás escoger el regalo que desees pedirle al niño Dios. -
- ¿Y Papá Noel vendrá este año? - preguntó Simón.
- Claro hijo - contestó su madre
- ¿acaso crees que Papá Noel nos va a olvidar? -
Simón fue directo a mirar los juguetes más grandes y modernos.
- ¿Crees que Papá Noel me traerá uno de estos? - preguntó a su mamá.
- No lo se hijo- contestó ella preocupada - mejor ven y miramos los
del otro lado. -
Al llegar al almacén,
Pero cuando comenzaron
a caminar hacia el otro lado, apareció un vendedor viejito y extraño que los motivó a quedarse en
la sección donde estaban. Vestía un abrigo de piel,
una bufanda enorme y unos zapatotes rojos con cordones blancos que lo hacían ver verdaderamente extraño.
- ¿Pero porqué se van de aquí?- preguntó el viejito.
- Queremos conocer los juguetes de la otra sección - contestó Constanza.
- Pero si aquí están los mejores - replicó el viejito mientras le mostraba al niño un juguete espectacular.
El viejito era insistente. Tan insistente que a pesar de los esfuerzos de Constanza para que su hijo la acompañara hasta la otra sección, Simón terminó seleccionando el regalo más grande y costoso que había en el almacén.
- ¿Usted sí cree que Papá Noel pueda traer este regalo este año? - le preguntó Constanza al viejito.
- Claro que sí - contestó el viejito - es que acaso usted no cree en Papá Noel? -
Constanza se enfureció.
- Señor - le dijo - yo creo que este año Papá Noel no tiene plata para regalos grandes y costosos -
- ¿Lo dice por lo de la cosecha de manzanas?preguntó el viejito.
- Pues claro - contestó la señora.
- ¿Acaso no sabe que por eso, todos estamos pasando grandes penas? -
- Pero la cosecha será en invierno, señora - contestó el viejito.
- Perdone señor, pero usted esta loco. Todas las cosechas siempre han sido y siempre serán antes del inviernoreplicó Constanza.
- Tenga fe, señora. Este año la cosecha será en invierno. Y escoja el regalo que quiera para su hijo -
Constanza volvió a su casa ilusionada. El viejito los había logrado convencer a de escoger
el regalo más costoso.
Cuando le contó a Fermin, lo sucedido, su esposo la regañó. - Cómo es posible que hayan escogido lo más costoso. ¿Acaso creen que Papá Noel tendrá el dinero para comprarlos ? -
- Pero él dijo que la cosecha vendría en Navidad - replicó Constanza.
- ¿Y le creíste lo de la cosecha?contestó Fermín indignado
- yo mismo iré donde ese viejito y lo lo pondré en su lugar -
Enfurecido, Fermín caminó rápidamente hasta el almacén. Cuando vio al viejito se le acercó.
- ¿Cómo se atreve a convencer a mi esposa que la cosecha de manzanas llegará en invierno? -
Y mirando hacia fuera dijo - ¿Acaso no ve los manzanos, sin hojas, sin flores, sin ninguna posibilidad de dar fruto? -
El anciano, sin inmutarse le contestó - es que las manzanas nacerán en los pinos. -
- ¿En los pinos?- replicó Fermín - ¿está usted loco de remate? -
- Serán miles de manzanas, rojas y deliciosas, que llenarán el invierno de alegría y recordarán el amor fraterno que debemos vivir en esta época del año. Crecerán sobre el pino, siempre verde, que simboliza la esperanza que tu tanto has perdido. -
Fermín concluyó que el viejito estaba demente. Cuando decidió no ponerle más atención , se apresuró a salir del almacén, mientras, aún escuchaba al viejito diciendo...:
- Las de abajo serán de buen sabor. Pero a medida que te subas al pino descubrirás unas manzanas con un sabor jamás conocido.-
Al oír esto, Fermín se volteó y lo miró fijamente por un instante. Le dio pesar y mientras regresaba a su casa en medio de una fuerte nevada se decía a sí mismo - pobre loco.-
Al llegar trató de explicar a
Simón lo sucedido.
- Mira Simón- dijo - Papá Noel
tiene un grave problema -
¿Cuál problema? - preguntó Simón.
muy difícil traer el regalo
- Creo que este año le será que tú escogiste. -
Simón se quedó callado y triste. Luego, su papá vio como el niño se dio media vuelta, se acostó en su cama y empezó a llorar, tratando de que sus padres no se dieran cuenta.
Entonces Fermín tuvo una gran idea. Decidió que él mismo se disfrazaría de Papá Noel. Así podría sorprender a su hijo y darle alguna explicación de porqué no había podido traerle el regalo escogido. Era el plan perfecto.
Pero en la noche de Navidad todo salió mal.
Mientras Fermín, disfrazado de Papá Noel, trataba de explicar al niño lo de su regalo, cayó su barba blanca y lo delató. El niño quedó boquiabierto. Constanza quedó paralizada. No sabía que decir. Fermín tampoco supo que hacer.
- Es mi papá - dijo sorprendido.
Justo en ese instante se oyó
que Simón había escogido.
Fermín y Constanza quedaron estupefactos. - ¿Cómo es posible? -
la campana de la puerta. Al abrirla, apareció Papá Noel, quién sacó de su gran bolsa, precisamente el regalo se preguntaban.
Al verlo partir vieron como sus enormes zapatos rojos con cordones blancos dejaban una enorme huella en la nieve. Y al subir los ojos para despedirse vieron como todos los pinos del valle estaban repletos de hermosas manzanas rojas que cubrían todo su follaje desde el suelo hasta la cúspide.
Entonces pensaron - realmente, era Papá Noel-
Desde aquel año, en las Navidades que se celebran en el pueblo de Napa, todos los pinos se adornan con bolitas de color rojo, para recordar que no importa lo que suceda, en medio de una familia unida por el amor, la esperanza será lo
último que se pierde.