Por: Luis Fernando Isaza Robledo
Esta es una publicación de ShowPlace
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Prohibida su reproducción parcial o total, en cualquier forma, sin permiso previo de ShowPlace. Segunda Edición, Bogotá, Enero de 2008 | ISBN 958-97127-8-9
Ilustración: María del Pilar Duplat
Diagramación: Terry Escobar
Contenido Pedagógico
El Cuerpo Humano
Los sistemas básicos del cuerpo
Era el día esperado por todos. Allí, parado en la tarima estaba el profesor Hess, al lado de su obra maestra: Spock, un robot que según se decía, nadie podría diferenciar de un ser humano.
Por solicitud de la señorita McArthur, la bella presentadora de la feria de ciencias, el público quedó en total silencio.
El Dr. Hess, saludó a los presentes:
- Muchas gracias, muchas gracias - comenzó diciendo en su típico acento alemán. - Es un verdadero placer estar con ustedes. El día de hoy, quiero enseñarles este fabuloso invento que sin duda cambiará el rumbo de la vida en nuestro planeta. Se llama Spock y es el robot más perfecto jamás construido. -
Inmediatamente después, mientras el robot iniciaba una coreografía de movimientos, similares a los realizadas en un concurso de físico culturismo, el profesor Hess comenzó a explicar:
- La estructura de soporte de mi robot, que he llamado el esqueleto, está conformado por piezas, llamados huesos, producidas de un compuesto de calcio, que permiten soportar hasta tres veces el peso de Spock y a la vez darle una perfecta movilidad. -
- Como parte del esqueleto, está el cráneo, que sirve como caja protectora para el gran computador que controla todas sus funciones y actividades.-
Mientras Spock se movía, la señorita Mc Arthur, sonriendo, dio varios golpecitos en la cabeza al robot como para demostrarle al público lo que el Dr. Hess estaba explicando.
Entretanto le dijo al robot suavemente:
- Debes ser un robot muy inteligente. -
- Para trabajar, Spock posee un supercomputador central, dentro de su cráneo, que he denominado cerebro. Tal como en el cerebro humano, allí está almacenado todo el software y toda la información requerida para realizar sus funciones y procesar sus conocimientos. -
- Que maravilla - dijo la señorita McArthur - ¿y recuerdas cómo me llamo yo? - preguntó coquetamente a la máquina.
- La señorita McArthur - contestó Spock.
- Su cerebro recibe información de varios equipos periféricos - continuó el Dr Hess.
- Los ojos son cámaras de video hemisféricas que funcionando simultáneamente le permiten a Spock interpretar imágenes en tres dimensiones. -
- La nariz está conformada por sensores de elementos químicos desarrollados para interpretar gran cantidad de tipos de olores.
- La lengua, con sensores al sabor y la textura, permiten a Spock identificar lo que entra a su boca. -
- Los oídos, son micrófonos de última generación. -
Mientras tanto todos, en especial la señorita McArthur, miraban a Spock sorprendidos.
- Spock cuenta con pequeños pistones llamados músculos que mantienen sus huesos unidos uno al otro y a la vez permiten su movimiento. Estos músculos pueden desarrollarse mucho en la medida en que son utilizados frecuentemente. Verán por ejemplo, como Spock ha desarrollado una fuerza increíble en sus brazos.
- Muéstranos tu fuerza, Spock - dijo entonces la señorita McArthur, mientras levantaba el brazo del robot y colocaba sus manos sobre sus enormes biceps. Pero al hacerlo, la máquina pareció desestabilizarse y sin explicación alguna comenzó a vibrar.
El Dr Hess, sin notar el estado del robot, continuó.
- He conectado un sistema de cables, llamados nervios, desde el computador central hasta cada uno de los músculos y órganos, para permitir que su cerebro controle sus movimientos y funcionamiento.
Spock: muéstranos como funciona. -
Pero Spock parecía estar fuera de control. Todo su cuerpo temblaba.
- Procede - ordenó de nuevo el Dr. Hess.
La señorita McArthur, pensando que ella podría haber dañado el aparato, se asustó e inmediatamente retiró las manos de los músculos del robot.
En ese momento, Spock se tranquilizó un poco.
- Es muy peligroso - continuó el Dr Hess, tratando de justificar lo sucedido - se debe tener mucho cuidado de los virus, que pueden atacar a Spock y dejarlo fuera de control. Sin duda, estaba haciendo referencia directa al comportamiento de la señorita.
Como para salir del impase, la señorita Mc Arthur preguntó: - ¿Y de dónde saca la energía para funcionar? -
- Excelente pregunta - contestó el Dr. Hess. - Como los humanos, Spock está diseñado para extraer su energía de alimentos naturales. -
- En su cabeza he colocado un elemento receptor de alimentos que los tritura y los envía a otros dispositivos que los procesa, los transforma en energía y eliminan los sobrantes. -
- Son: la boca, el esófago, el estómago, los intestinos y los riñones. Pero aún más, la energía que no es utilizada, Spock la transforma y la almacena en forma de grasa, para así poderla utilizar posteriormente. Es decir crea sus propias baterías que le darán energía más adelante, como si fuera una batería recargable. -
Inmediatamente, sin querer, la señorita McArthur, ingenuamente, colocó su mano en el estómago del robot y dijo - ¿entonces estos kilitos de más son energía para usar en el futuro? -
- Correcto - contestó el Dr. Hess, notando que nuevamente el robot comenzaba a temblar.
- Para mantener encendidos todos los componentes he debido crear el sistema circulatorio. Por esta red inmensa de tubos y tubitos, llevo la sangre, como la gasolina, hasta todas las partes del cuerpo.
La bomba maestra, similar al corazón del hombre, es la encargada de empujarla en forma permanente.
Instintivamente la señorita McArthur colocó suavemente su micrófono en el pecho de Spock. Sus latidos eran rápidos, muy rápidos y parecían estar acelerando peligrosamente.
El Dr. Hess, notando que algo andaba mal, trató de acelerar su exposición.
- Para mantener limpia la sangre he creado un sistema de filtro de aire. Se llaman los pulmones y permiten que la sangre se oxigene y se limpie con el aire puro que Spock respira continuamente. -
Después, rápidamente comentó:
- Spock está cubierto de una fibra delgada, impermeable, flexible y super resistente que lo protege del calor y del frío. Se llama piel y es marca registrada de nuestro laboratorio en Munich.
Como la piel es sensible a las temperaturas he colocado pelo en algunas partes de su cuerpo para que Spock pueda controlar mejor esos cambios térmicos.
La señorita Mc Arthur acarició la cara de Spock como tratando de descubrir las características de este material tan espectacular.
- Es muy suave - dijo, mientras colocaba dulcemente sus labios en el cachete del robot.
En ese momento, Spock se desvaneció.
La señorita Mc Arthur asustada, no sabía lo que estaba pasando.
El Dr Hess, impávido, miraba a la señorita furioso.
- Párate Spock, párate. Te lo ordeno -
Pero Spock permanecía en el piso, inmóvil.
- Se los dije - decía el Dr Hess mirando de reojo a la señorita.
- El virus se ha apoderado de Spock. -
Entonces, la señorita Mc Arthur se agachó para ayudar al robot. Mientras lo acariciaba y le decía que se parara vio como de sus ojos salían unas pequeñas gotas de agua.
- ¿Estás llorando?- preguntó la señorita Mc Arthur.
- Sí - contestó Spock - tú eres una persona muy especial y me has hecho sentir diferente. -
- Pero los robots no tienen emociones - dijo la señorita.
En ese momento Spock tomó el micrófono de las manos de la señorita McArthur y dirigiendo su mirada al Dr.Hess dijo:
- Yo no soy un robot, señorita, el robot es él. -
- ¿Qué? - preguntó la señorita McArthur.
- Sí, el robot es él, el Dr Hess. -
Así era. El Dr Hess permanecía quieto e inexpresivo.
No había sido programado para esta situación y ante ella había quedado inmóvil. Parecía estar bloqueado, pues solamente se le oía decir - párate Spock, te lo ordeno... párate Spock, te lo ordeno.... -
Todos quedaron sorprendidos y boquiabiertos.
La señorita McArthur y Spock retiraron a Dr. Hess del escenario y cerraron las cortinas.
Era sin duda un robot maravilloso, que a todos había engañado. Pero no era perfecto.