Han pasado 10 años desde que el Escuadrón Móvil Anti Disturbios (Esmad) de la Policía Nacional asesinara durante la marcha del día del trabajo a Nicolás Neira Álvarez, un joven de quince años y 1,50 m de estatura que participaba en esa movilización. Su padre, Yuri Neira, se ha convertido desde entonces en un activista que ha luchado por esclarecer la verdad sobre el asesinato de su hijo y que exige que se castigue a los policías responsables del crimen. (El Turbión).
A continuación, compartimos el Derecho de Petición que Yury Neira, el padre de Niko que tuvo que exiliarse por las reiteradas amenazas contra su integridad, dirige a la Fiscalía General de la Nación para que el caso no duerma en el sueño de las burocracias.